viernes, 5 de abril de 2019

La triple valentía de Josemari Aznar

El más aguerrido acto de arrojo del expresidente fue poner las patas en la mesa camilla del rancho de George W. Bush

El expresidente del Gobierno José María Aznar, este miércoles en el acto electoral organizado por el PP de la Comunidad Valenciana.
Este Josemari Aznar exhibe la torpe gracia del matonismo ridículo propio de los wésterns. Dijo el jueves en Valencia: “A mí, mirándome a la cara, nadie me habla de una derechita cobarde, porque a mí no me aguanta la mirada”.
Se ve que matizaba así, al estilo granujón, a su hijo predilecto Santiago Abascal. Pero el motivo de su prédica importa nada. Interesa su enjundia. Bravuconerías verbales aparte,

La derechita de Aznar siempre fue brutalmente valiente.

Digamos valiente, primero, contra el franquismo. Todavía en plena Transición ensalzaba al dictador. Perifrásticamente, claro, pues ya no se atrevía a hacerlo directamente. Lo formulaba al compás de que la Villa de Gernika había retirado “todos los honores concedidos al anterior jefe del Estado”.

Lo cual encontraba fatal porque “aunque moleste a muchos, gobernó durante cuarenta años” (La Nueva Rioja, 9-5-1979). Se ve que a él no le molestaba para nada. Y que haber prolongado su autocracia cuatro décadas debía ser timbre de gloria. Valiente también con la corrupción, sobre la que asentó sus reales durante bastante tiempo. Dijo en Valencia que llamaba a votar a su pupilo “desde mi autoridad moral”.

Es de aurora boreal. El individuo que presidió un Gobierno de cuyos 14 ministros 12 fueron procesados, imputados o condenados. El patrón de Eduardo Zaplana, el íntimo de Jaume Matas, el hermano de sangre de Miguel Blesa, el protector de la Alí Babá valenciana, el anfitrión de la Gürtel en pleno en la fiestita de la boda de la niña, dice de sí mismo que tiene ¡autoridad moral! Será bajo los rigurosos criterios de Ana Botella, la vendedora de pisos sociales a fondos cuervo, que adivinen a quién tienen mensualmente subvencionado.

La tercera valentía de Aznar es nunca haber confesado claramente que militó contra la Constitución, y acusar ahora a los socialistas de haber “dejado de ser constitucionalmente fiables”.

Pero Josemari, ay, justificó la “abstención beligerante” (así, en abstracto) contra la Constitución (en el mismo diario, un 23 de febrero de 1979). Y calificó su diseño territorial de “charlotada intolerable que ofende al buen sentido” (ídem, 30 de mayo). Al lado de este beligerante, Manuel Fraga era trotskista. Su más aguerrido acto de arrojo fue poner las patas en la mesa camilla del rancho de George W. Bush... tras haberse dejado pasar la mano del presidente por encima de su manso lomo, en las Azores. Para vergüenza de España.

Aznar, ese hombre.

Fuente:
El País.  . https://elpais.com/elpais/2019/03/31/opinion/1554047983_258958.html

Más sobre Aznar y la invasión de Irak, en la que participó España ordenado por Aznar sin pasar por el parlamento como  obliga la Constitución y después tienen cara estos del PP en llamar anticonstitucionalista a todo aquel que no se doblega a sus mentiras. La Constitución para ellos es como un ladrillo que sirve de arma arrojadiza para darle golpes a los partidos y ciudadanos que ellos con sus criterios anticonstitucionales señalan.

https://verdecoloresperanza.blogspot.com/2019/03/a-16-anos-de-la-invasion-irak-la-gran.html

El PP gobierna en Andalucía, pese a haber perdido más votos que ninguno de los otros partidos, cuando se les llenaba la boca de solicitar que gobernase el partido más votado (en este caso el PSOE, pero que olvidaron inmediatamente cuando ya no les convenía) gracias al apoyo de VOX, que está en contra de las autonomías, de las leyes (constitucionales) en defensa de la mujer y que son claramente fascistas, antidemocráticos y totalitarios en sus comportamientos y afirmaciones. Es decir claramente anticonstitucional. Y acusa de anticonstitucional a los otros.

Y aún tienen la desfachatez de pedir la ilegalización de Podemos y partidos nacionalistas. Más claro agua, ¿cómo titularíamos a ese comportamiento? Más cuando se permite acusar a Pedro Sánchez de vender a España por la razón de que se ha apoyado en los partidos nacionalistas (PNV y Catalanes) para sacar adelante algunas leyes.

Solo hace falta acudir a la hemeroteca para comprobar todas las veces que el PP se ha apoyado en ellos e incluso gobernado... El cinismo y la hipocresía es infinita. La última acción conocida es la de presentar como programa político el expulsar a Pedro Sánchez del gobierno. A cambio de qué, de incumplir todas las promesas de sus programas cuando gobiernan.

Y la democracia se fundamenta en el Pacto Social, es decir, los partidos presentan sus programas que se suponen van a hacer todo lo posible por cumplir en caso de ser elegidos por el pueblo, con su voto. Y el PP se caracteriza por incumplir sistemáticamente sus promesas, todas las que van a favor del bienestar del pueblo. Claro que después gobierna claramente para los poderosos dándoles amnistía fiscal para que, ni paguen impuestos, ni sean multados por ello. Dan dinero, de todos, a los bancos sin obligación de devolverlo, compra a buen precio empresas en ruina para que los dueños, poderosos amigos, no tengan pérdidas, estas pasan al pueblo, a los humildes.

Suben el IVA, después no solo de negar la subida sino de hacer campaña contra el IVA, por ser "un impuesto injusto y que castiga a los más humildes, por subvencionar a colegios que hacen discriminación por sexo y campañas contra los centros públicos porque afirman que adoctrinan si enseñan educación cívica y no decir u ocultar que si hablamos de adoctrinamiento es la Iglesia quien más ha adoctrinado adoctrina y seguirá adoctrinando si nadie lo remedia. Aznar concedió el adueñarse de edificios públicos a la Iglesia con la sola firma del Obispo de turno y sin pagar impuestos de ninguna clase.... podíamos seguir todas sus enormes cantidades de mentiras que nos perjudican y nos humillan tratandonos como idiotas...

Ver lo que dice el catedrático Juan Torres López en su blog:
https://verdecoloresperanza.blogspot.com/2019/04/pablo-casado-y-el-partido-popular.html

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