El padre de Kevin David Lehmann invirtió en las tiendas alemanas dm en 1974, y hace cuatro años le cedió a su hijo la mitad de su fortuna, que ha cobrado al cumplir los 18.
Quien haya estado en algún momento en Berlín, o en casi cualquier otra ciudad alemana, probablemente se habrá encontrado con una de sus coloridas tiendas dm. Ese nombre, dm, son las siglas de la cadena Drogerie Markt y como se conoce a la que lleva siendo durante 20 años una de las droguerías y parafarmacias más famosas del país, como aseguran las encuestas germanas. Pero detrás de esos escaparates que esconden cepillos de dientes y pañales a buen precio hay una familia con buen olfato empresarial que ha dejado estas semanas su anonimato tan bien custodiado para generar titulares donde prima la palabra “millones”: los Lehmann.
Quien hoy se ha convertido en protagonista es el más joven y desconocido de estas dos sagas, Kevin David Lehmann. Ha sido la revista Forbes quien le ha impulsado al estrellato al afirmar que el muchacho es la persona joven milmillonaria más rica del mundo: acumula 3.300 millones de dólares, es decir, unos 2.770 millones de euros. Solamente tiene 18 años, cumplidos el pasado mes de septiembre. Fue entonces cuando pudo cobrar ese dinero y obtener automáticamente el estatus de rico oficial.
Hay que remontarse a la Alemania de medio siglo atrás para conocer el origen de la riqueza del joven Lehmann. Antes que él están los Werner, fundadores de dm, quienes crearon la empresa en 1973 y a quienes todavía pertenece. Fue Götz Werner, el cabeza de familia, quien decidió abrir la primera de estas tiendas en Karlsruhe, una ciudad de algo más de 300.000 habitantes al sudoeste de Alemania, entre Stuttgart y la frontera con Francia. En 1974 se unió a Werner un empresario local llamado Guenther Lehmann: el padre de Kevin David. Los Lehmann tenían un negocio familiar de tiendas de alimentación llamado Pfannkuch, unos exitosos supermercados fundados a finales del siglo XIX en la misma ciudad y que habían llegado a las 120 sucursales antes de la Segunda Guerra Mundial, pero que tras ella se redujeron a la mitad.
Fue en 1974 cuando Guenther Lehmann decidió invertir, sin ningún tipo de participación ejecutiva, en la incipiente dm. Puso su dinero y vio cómo este subía como la espuma. Cuando las droguerías empezaron a crecer, superaron todas las expectativas e incluso el tamaño de Pfannkuch, que Lehmann le vendió a la cadena Spar en 1998. Entonces, Lehmann se convirtió en millonario. Según Forbes, el padre tiene ahora unos 3.200 millones de dólares, más de 2.680 millones de euros, y ocupa el puesto 616 en fortunas del planeta.
Guenther Lehmann decidió hace cuatro años ceder la mitad de su fortuna a su hijo y heredero: Kevin David. El joven solo tenía 14 años, y no fue hasta el pasado septiembre cuando pudo hacerse con ese fideicomiso que ahora ha dado un resultado de casi 2.800 millones de euros y un puesto de honor en una de las listas más observadas del mundo.
Lehmann, como su padre Guenther, no trabaja en dm. Eso lo hacen los Werner, aunque en 2011 Götz Werner dio un paso atrás: primero cedió el 50% de su fortuna a una fundación benéfica que él mismo había creado desde dm años atrás, y después decidió otorgarle un puesto en el consejo de administración a su hijo Christoph, que en 2019 se convirtió en presidente de las droguerías. Todo un imperio que ingresa, según sus propias cifras, 12.000 millones de euros anuales. El minorista es la farmacia de Alemania con mayor facturación y alrededor de 40.400 empleados en más de 2.000 tiendas donde se venden 12.500 productos distintos a más de 1,7 millones de clientes cada día. Además de en su país, están presentes en otros 12, sobre todo Austria (con casi 400 tiendas), Hungría, Republica Checa, Eslovaquia y Croacia. En total, 62.600 empleados en más de 3.700 tiendas, además de otros 3.100 en sus centros de distribución.
Se sabe poco del joven Kevin David Lehmann. Una foto supuestamente suya aparece en algunos perfiles de redes sociales no verificados. Se cree que vive en Alemania, pero no se sabe nada más. Tampoco de su padre, Guenther, del que tampoco hay fotografías ni información, oficial o extraoficial. Ni siquiera se conoce su influencia dentro de dm ni su relación con sus compañeros de viaje desde hace casi 50 años.
Los Werner, como propietarios y dirigentes de una gran empresa, cuentan con algo más de exposición. El cabeza de familia, Götz, de 77 años, recibió en 2014 un premio nacional por el trabajo a toda una vida dedicada al desarrollo de empleo sostenible, y en mayo de 2019 la Orden del Mérito por sus servicios. Werner ha tratado de convertir a dm en una empresa ejemplar donde el trabajador sea el centro; de hecho, su eslogan es “Una empresa está ahí para las personas, no al revés”, hacen muchas iniciativas sociales, forman a jóvenes aprendices o destinan, cada viernes, el 5% de su recaudación a proyectos educativos.
Esa forma de ver el mundo también se aplica al que es desde hace 15 años el proyecto vital de Werner, que es también filósofo y ha sido profesor de la universidad de Karlsruhe. Ha creado una asociación llamada Unternimm die Zukunft (Toma el futuro), con la que pretende difundir la idea de la necesidad y la posibilidad de crear una renta mínima universal para todos los ciudadanos, que se financiaría a través del IVA de todos los productos, que debería acercarse al 50%. Un ingreso de unos 800 euros mensuales que, promulga, debería ser un derecho constitucional para todos los ciudadanos.
https://elpais.com/gente/2021-04-14/el-millonario-mas-joven-del-mundo-2700-millones-gracias-a-una-drogueria-en-la-que-no-trabaja.html#?rel=lom
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