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domingo, 7 de diciembre de 2025

Carta abierta de Adolfo Pérez Esquivel a Corina Machado. De Nobel a Nobel



Te envío el saludo de paz y bien que tanto necesita la humanidad y los pueblos que viven en la pobreza, conflictos, guerras y hambre. Esta carta abierta es para expresarte y compartir algunas reflexiones.

Me sorprendió tu designación como Premio Nobel de la Paz que te otorgó el Comité Nobel. Me vinieron a la memoria las luchas contra las dictaduras en el continente y en mi país, dictaduras militares que soportamos desde 1976 hasta 1983. Resistimos las cárceles, torturas y el exilio con miles de desaparecidos, niños secuestrados y desaparecidos y los vuelos de la muerte de los cuales soy un sobreviviente.

En 1980 el Comité Nobel me otorgó el Premio Nobel de la Paz; han pasado 45 años y continuamos trabajando al servicio de los más pobres y junto a los pueblos latinoamericanos. En nombre de todos ellos asumí esa alta distinción, no por el Premio en sí, fue por el compromiso junto a los pueblos que comparten las luchas y esperanzas para construir un nuevo amanecer. La paz se construye día a día y debemos ser coherentes entre el decir y el hacer.

A mis 94 años, continúo siendo un aprendiz de la vida y me preocupa tu postura y tus decisiones sociales y políticas. Por lo tanto te envío estas reflexiones.

El gobierno venezolano es una democracia con sus luces y sombras. Hugo Chávez marcó el camino de libertad y soberanía del pueblo y luchó por la unidad continental, fue un despertar de la Patria Grande. Estados Unidos lo atacó permanentemente: no puede permitir que ningún país del continente salga de su órbita y la dependencia colonial; continúa sosteniendo que América Latina es su “patrio trasero”. El boqueo a Cuba por los Estados Unidos durante más de 60 años es un ataque a la libertad y derecho de los pueblos. La resistencia del pueblo cubano es un ejemplo de dignidad y fortaleza.

Me sorprende cómo te aferras a los Estados Unidos: debes saber que no tiene aliados, ni amigos, solo tiene intereses. Las dictaduras impuestas en América Latina fueron instrumentadas por sus intereses de dominación y destruyeron la vida y la organización social, cultural y política de los pueblos que luchan por su libertad y autodeterminación. Los pueblos resistimos y luchamos por el derecho a ser libres y soberanos y no colonia de los Estados Unidos.

El gobierno de Nicolás Maduro vive bajo amenaza de los Estados Unidos y del bloqueo, basta tener presente las fuerzas navales en el Caribe y el peligro de invasión a tu país. No has dicho una palabra o apoyas la injerencia de la gran potencia contra Venezuela. El pueblo venezolano está listo para enfrentar la amenaza.

Corina, te pregunto. ¿Por qué llamaste a los Estados Unidos para que invada Venezuela? Al recibir el anuncio que te otorgaron el Premio Nobel de la Paz se lo dedicaste a Trump. El agresor a tu país que miente y acusa a Venezuela de ser narcotraficante, mentira semejante a la de George Bush, que acusó a Saddam Hussein de tener “armas de destrucción masiva”. Pretexto para invadir Irak, saquearla y provocar miles de víctimas, mujeres y niños. Estuve al final de la guerra en Bagdad en el hospital pediátrico y pude ver la destrucción y muertes por aquellos que se proclaman los defensores de la libertad. La peor de las violencias es la mentira.

No olvides Corina que Panamá fue invadida por los Estados Unidos, que provocó muertes y destrucción para capturar un exiliado, el general Noriega. La invasión dejó 1200 muertes en Los Chorrillos. Hoy Estados Unidos pretende apoderarse nuevamente del Canal de Panamá. Es una larga lista de intervenciones y dolor en América Latina y el mundo por Estados Unidos. Aún continúan abiertas las venas de América Latina, como decía Eduardo Galeano.

Me preocupa que no hayas dedicado el Nobel a tu pueblo y sí al agresor de Venezuela. Creo Corina que tienes que analizar y saber dónde estás parada, si eres una pieza más del coloniaje de Estados Unidos, sometida a sus intereses de dominación, lo que nunca puede ser para el bien de tu pueblo. Como opositora al gobierno de Maduro, tus posturas y opciones generan mucha incertidumbre, recurres a lo peor cuando pedís que Estados Unidos invada Venezuela.

Lo importante es tener presente que construir la paz requiere mucha fuerza y coraje en bien de tu pueblo, que conozco y quiero profundamente. Donde antes había chabolas en los cerros que sobrevivían en la pobreza e indigencia hoy hay viviendas dignas, salud, educación y cultura. La dignidad del pueblo no se compra ni se vende.

Corina, como dice el poeta: caminante no hay camino, se hace camino al andar. Ahora tienes la posibilidad de trabajar para tu pueblo y construir la paz, no provocar mayor violencia, un mal no se resuelve con otro mal mayor. Solo tendremos dos males y nunca la solución del conflicto.

Abre tu mente y corazón al diálogo, al encuentro de tu pueblo, vacía el cántaro de la violencia y construye la paz y unidad de tu pueblo para que entre la luz de la libertad e igualdad.

Fuente: 

sábado, 2 de abril de 2016

ADOLFO PEREZ ESQUIVEL | PREMIO NOBEL DE LA PAZ. “No se puede bastardear ni manipular los derechos humanos”. "Ahora que tiene el premio Nobel, que intente ser coherente y trabaje por la paz", dice sobre Obama.

Al momento de anunciarse la visita de Barack Obama a la Argentina, todos los ojos apuntaron a uno de sus colegas: Adolfo Pérez Esquivel (Buenos Aires, 1931) también recibió un Premio Nobel a la Paz. El activista argentino comprometido con la no violencia y la teología de la liberación fue reconocido en 1980, en plena dictadura, por su compromiso con la defensa de la Democracia y los Derechos Humanos frente a los regímenes militares en América Latina.

Pérez Esquivel recogió el guante y le envió una carta al presidente de los Estados Unidos, para que reconsiderara la fecha de su visita a la Argentina, que coincide con el 40º aniversario del golpe de Estado que instauró la dictadura. “Es importante que sepas que los días 24 de marzo ningún presidente ni personalidad puede representar al pueblo argentino, que en toda su diversidad siempre se representa a sí mismo a través de sus consignas y su movilización pacífica en todas las calles y plazas del país” y “no puedes desconocer que tu país tiene muchas deudas pendientes con el nuestro y con muchos otros”, son algunas de las frases de la contundente texto que se publicó en diversos medios del país. Pérez Esquivel creía que había logrado con su carta que Obama no estuviera en Buenos Aires el 24, pero finalmente sí estará. El presidente de Estados Unidos, que ha llegado este miércoles a Argentina tras su histórico viaje a Cuba, rendirá homenaje este jueves por la mañana a las víctimas, aunque no visitará la ESMA, el lugar más simbólico, porque los grupos de derechos humanos rechazaban que lo hiciera.

Pregunta: ¿Cuál fue el objetivo de la carta a Obama?
Respuesta: El objetivo era advertirle que no venga el 24 a Buenos Aires por los antecedentes del gobierno de Estados Unidos con América Latina, porque ese país tiene participación en nuestros golpes de Estado. La decisión de ir a Bariloche [el 24 a mediodía] es una respuesta muy clara a la carta. Obama fue prudente de no interferir en un momento de la memoria y evitar disturbios que podrían dañar su visita porque el pueblo no ve conveniente que vaya a la ESMA (el espacio de la memoria creado en la vieja escuela de la Armada). Sería bueno para su visita el reconocimiento público del intervencionismo de Estados Unidos. Hay muchísima información, como las bases militares norteamericanas en muchos países de Latinoamérica.

P. ¿Qué cree que sucederá con el Gobierno de Macri y el proceso de Memoria que inició Argentina?
R. Macri no puede desconocer lo que es la voluntad del pueblo porque tendría dificultades. Me preocupa la gobernabilidad de Argentina porque hay cosas que no vemos bien, por ejemplo, bajar las retenciones a las empresas mineras y a los productores del campo porque eso no coincide con pedir crédito para el pago a los buitres. Hay otros caminos para resolver los problemas económicos del país.

P. ¿Considera que mejorado el diálogo en Argentina?
R. No. Aunque es lógico que de todas maneras vamos a tener que abrir una instancia de diálogo. Lo hemos hecho en la provincia y ahora tendremos que repetirlo en la nación. Me irrita que Macri solo refiere a los derechos humanos cuando habla de Venezuela pero no dice nada de lo que ocurre aquí. No se puede bastardear ni manipular los derechos humanos.

P. ¿Usted nota algún cambio en la política en este asunto del nuevo gobierno?
R. Tuvimos una reunión con el secretario de DDHH, Claudio Avruj. Ellos dicen que van a seguir acompañando la cuestión de los juicios. Les pedimos que el banco genético [para identificar a hijos de desaparecidos] no quede reducido a la época de la dictadura, sino que se abra a todos aquellos que lo necesitan, también que se preserven los espacios de memoria.

P. ¿Cómo analiza al protocolo de seguridad que permite reprimir las manifestaciones?
R. El protocolo de seguridad hay que revisarlo. No pueden reprimir con balas de goma a menores de edad como fue el caso de la murga [en la villa 1-11-14]. No puede ser que en lugar de buscar una solución a través del diálogo sean actitudes represivas porque este es un retroceso que además viola el derecho del pueblo a manifestarse.

P. Y las declaraciones del ministro de Cultura de Buenos Aires, Darío Lopérfido, poniendo en duda que hubiera 30.000 desaparecidos?
R. Los 30.000 desaparecidos son un número estimativo. Lopérfido quiere hacer de esto una cuestión de cantidad y no habla de un hecho gravísimo. Si hubiese un solo desaparecido tendríamos que haber trabajado igual y él no puede desmerecer eso. Tal vez nos quedamos cortos, porque entre los muertos, los desaparecidos y la gente en el exilio hay mucho daño hecho a un pueblo. Lo que dice Lopérfido se descalifica en sí mismo.

P. ¿Como ve estos 40 años en la lucha por los derechos humanos en Argentina?
R. Fue difícil y es difícil hasta el día de hoy, porque muchos tratan de apropiarse de los derechos humanos con intereses políticos. Si bien el kirchnerismo habló mucho del tema en épocas de la dictadura, nunca hablo de los derechos humanos de hoy. La pobreza, la megaminería, los agrotóxicos. De eso no se habló absolutamente nada y se provocaron situaciones muy conflictivas con los pueblos originarios. Los gobiernos privilegian al capital financiero sobre la vida de los pueblos y es ahí donde nosotros tenemos que denunciar. Se habla únicamente de lo que pasó con las personas, pero hay complicidad de grandes empresas con el golpe y de algunos sectores de la Iglesia Católica. Los militares por sí solos no dan un golpe de Estado. Esto es lo que se está tratando de abrir porque la única forma es preservar la memoria colectiva del pueblo.

P. ¿Existe un abuso del poder policial en Argentina?
R. Sí. Y trabajamos para cambiar esto. Es necesario reformular la formación de la policía judicial y supervisar el rol de la policía. No puede ser que el país tenga 6.835 casos de tortura entre 2014 y 2015 en 50 institutos penitenciarios. La policía sigue con los mismos mecanismos de la dictadura y de fuerzas de prevención se transformaron en fuerzas de represión. Todo lo quieren resolver por medio de la tortura y eso es nefasto.

P. ¿Cómo se tradujeron en la modernidad los golpes de estado en América Latina?
R. Ahora se utilizan los golpes blandos, a través de los poderes económicos y a través del poder judicial. Esto lo hicieron contra Fernando Lugo en Paraguay, en Honduras contra Manuel Zelaya y en Brasil, ahora, están contra Dilma y Lula. Los desprestigian para que la gente no les crea y no los voten. Es la política que se utiliza al día de hoy. Cuando logran consenso, derrocan a los gobiernos sin necesidad de las Fuerzas Armadas.

P. Obama y usted tienen un Premio Nobel, ¿Se siente parecido al presidente de Estados Unidos?
R. Yo le dije a Obama que me extrañó que le hayan dado el premio Nobel pero que ahora que lo tiene intente ser coherente y trabaje por la paz.

http://internacional.elpais.com/internacional/2016/03/22/argentina/1458682757_119259.html