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lunes, 27 de mayo de 2013

MURIÓ DON GALLO, EL CURA QUE CANTABA "BELLA CIAO" EN SU IGLESIA*



Con toda seguridad, como los curas de san Carlos Borromeo de Entrevías, Madrid, de los que hablábamos ayer en este mismo DdA, el cura Andrea Gallo, más conocido por Don Gallo, creía en otro tipo de exorcismos ajenos a los del ríspido purpurado Rouco para liberar a sus feligreses del maligno, sobre todo si este se llama pobreza y marginación. Don Gallo acaba de fallecer en Italia y todo el país se ha conmovido con su muerte, de la que aquí apenas hemos tenido noticia, sin duda porque no conviene difundir su ejemplo, no vaya a ser que cunda.

Andrea Gallo había llegado a convertirse en uno de los referentes morales de la angustiada izquierda italiana, leo en la información que me da a conocer su óbito. Don Gallo era muy querido en Italia, tanto por su trabajo a favor de los más pobres como por su libertad de palabra y espíritu contestatario. Genovés, nacido en 1928 y conocido también como el cura rojo, el padre de la acera o el cura no-global, ha sido el protagonista de numerosas batallas a favor de los más desfavorecidos. Desde 1975 mantenía en pie, en el puerto de Génova, la comunidad de San Benedicto, que desarrolla proyectos para los marginados, las víctimas de trata y prostitución e iniciativas destinadas a los drogodependientes.

Don Andrea Gallo fue también, hace ya muchos años, una de las primeras personalidades públicas italianas en declararse a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo. El sacerdote defendió a las minorías sexuales en numerosas ocasiones, y en una contó incluso como llegó a rezar para que un chico gay encontrara al hombre de su vida. En enero de 2012 lanzó un calendario para promover los derechos de las mujeres transexuales trabajadoras del sexo. Y en 2009 participó en el Orgullo nacional italiano, que ese año se celebró en su ciudad, Génova. “Estoy aquí con muchos chicos y chicas alegres y felices. Quien celebra el amor no está en contra de nadie. Estos chicos quieren salir del recinto de la homofobia. Hay un homosexual masacrado prácticamente cada día. Estos son ciudadanos que reivindican sus derechos”, afirmó entonces. En el curso de un encuentro organizado hace unos meses por la asociación LGTB “Noi naturalmente”, Andrea Gallo dijo que la homosexualidad es un “don de Dios” y, refiriéndose a los derechos LGTB, añadió que “no puede haber una auténtica democracia si no se reconocen los derechos de todos”.

En las elecciones primarias del centro-izquierda italiano, celebradas en diciembre, Andrea Gallo dio su apoyo al político abiertamente gay Nichi Vendola, que tras el anuncio de su fallecimiento ha celebrado su legado en un emocionado comunicado. Tras la dimisión de Joseph Ratzinger, Don Gallo llegó a defender la elección de un papa homosexual, algo que para él hubiera sido una magnífica noticia.

El vídeo que ilustra esta sucinta información, que alguien en Italia deberá desarrollar contando la vida de su protagonista, muestra a Don Gallo cantando en su iglesia, al término de la misa, el Bella Ciao, la reconocida canción partisana con la que la resistencia italiana hizo frente al fascismo y al nacismo, y que según se puede observar entonaban hace tan solo unos meses los feligreses de su parroquia con el mismo entusiasmo que apreciamos en su fallecido pastor.

*Artículo publicado hoy también en el blog Bocacalle, Público.es.