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miércoles, 12 de octubre de 2011

Emerge el pasado nazi de los dueños de BMW

La familia Quandt, una de las más ricas de Alemania, evitó durante décadas que se investigara su pasado. Hasta que un documental reveló el oscuro origen de su patrimonio. Hoy confiesan sin tapujos que el tercer Reich apuntaló su imperio

La familia Quandt se cuenta entre las más ricas e influyentes del país y, por tanto, del mundo. La fortuna combinada de sus integrantes, propietarios entre otras cosas de la automotriz BMW, supera los 23.000 millones de euros. La bancarrota moral de Alemania entre 1933 y 1945 no acarreó la bancarrota económica de la que pervive como última gran dinastía fabril del país. Al contrario. Según certifica la concienzuda biografía familiar que presentó este lunes en Múnich Joachim Scholtyseck, los 12 años de nazismo apuntalaron un imperio en pleno ascenso al olimpo corporativo.

Günther y Herbert Quandt, nazi el padre y nazi el hijo, participaron desde primera fila en el esfuerzo bélico de Hitler y en el gran expolio de bienes judíos orquestado por el régimen hasta 1945. Han corrido ríos de tinta sobre la supuesta "fascinación" que los nazis ejercían sobre los alemanes, pero se habla menos de la colosal rapiña que llamaron arisierung: la apropiación de los bienes de los judíos de Alemania y los territorios ocupados. El Deutsche Bank, por poner un ejemplo ilustre, afanó la berlinesa Banca Mendelssohn. ...

A principios del siglo XX había más de 600.000 judíos en Alemania. Su paulatina deshumanización legal desde 1933 y su posterior exilio o supresión biológica (asesinato y cremación) presentaron una oportunidad de medro y de lucro para millones. No solo de ideología vive el hombre...

Así pudieron, entre otras maniobras "contrarias a la decencia", apropiarse de las fábricas del judío Henry Pels en 1937. Durante la guerra siguieron ojo avizor sobre cualquier otra presa. La fábrica de baterías AFA (hoy Varta) de Hanóver obtuvo además su propio campo de trabajos forzados. Allí se fabricaban acumuladores eléctricos para la flota submarina y para los cohetes V-2. Günther (1881-1954) y Herbert (1910-1982) eran nazis de última hora, pero bastaba. El padre se hacía fotografiar con varias condecoraciones en la solapa: su insignia del NSDAP, la medalla al Mérito de Guerra y una que lo distinguía honoríficamente como wehrwirtschaftsführer (líder de la industria de defensa)...

Nazis los hubo en las mejores familias. Fritz Thyssen, magnate del acero y tío político de Carmen Thyssen-Bornemisza, escribió él mismo un libro titulado Yo financié a Hitler. Tuvieron sus nazis los Krupp, fabricantes de tremendos cañones y otros ingenios para las carnicerías europeas. También nazi y también archimillonario fue Friedrich Flick, el mismo que se hizo famoso en España cuando el entonces presidente Felipe González aseguró en el Parlamento que "ni Flick, ni Flock" habían financiado ilegalmente al PSOE. Krupp y Flick (sin noticias de Flock) fueron condenados por crímenes de guerra en los juicios de Núremberg. La reputación de los Quandt, en cambio, salió indemne de sus muy lucrativas aventuras nazis. Hasta 2007.

Nadie antes que Scholtyseck había podido hurgar sin restricciones en los archivos de los Quandt. Se lo permitieron hace tres años, después de que un documental de la televisión pública NDR llevara a las salas de estar de toda Alemania la historia de los dueños de BMW. Muestra el regreso del superviviente del campo de trabajo de AFA Carl-Adolf Soerensen. Uno de los 50.000 esclavos que trabajaron gratis para los Quandt: "Siempre que sueño estoy aquí de vuelta, en el campo". Habla en danés sobre las condiciones de trabajo que mataron a decenas de sus compañeros. "Era el infierno". El partisano antinazi danés rompe a llorar y se disculpa en alemán, "es demasiado".

En el documental de 2007, esta escena viene seguida de una entrevista a Sven Quandt. Resulta pasmoso cómo el hijo de Herbert y nieto de Günther, nacido en 1956, se enreda en una estrambótica negación del pasado nazi de su padre y de su abuelo antes de zanjar: "Todas las familias tienen su lado oscuro". La fortuna familiar y ciertos negocios le permiten dedicarse a lo que más le gusta, que es correr rallies y conducir deportivos...
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