El fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, dijo el lunes que había solicitado órdenes de detención contra los dirigentes de Hamás y contra el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en relación con el ataque del 7 de octubre y la guerra en Gaza.
En un comunicado, Khan dijo que solicitaba órdenes de detención contra Yahya Sinwar, Mohammed Deif e Ismail Haniyeh, de Hamás. También dijo que solicitaba órdenes de detención contra Netanyahu y el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant.
Aunque la petición de Khan aún debe ser aprobada por los jueces del tribunal, el anuncio supone un duro golpe para el gobierno de Netanyahu y probablemente avivará las críticas internacionales a la estrategia de Israel en su campaña de siete meses contra Hamás y a las consecuencias de la guerra para la población civil de Gaza.
No hubo respuesta inmediata del gobierno israelí ni de Hamás. Israel no es miembro del tribunal y no reconoce su jurisdicción en Israel ni en Gaza. Pero si se emiten órdenes de detención, las personas citadas podrían ser detenidas al viajar a uno de los 124 países miembros del tribunal, entre los que se encuentran la mayoría de los países europeos, pero no Estados Unidos.
Khan también solicita una orden de detención contra Yoav Gallant, ministro de Defensa de Israel.Credit...Maya Alleruzzo/Associated Press La declaración de Khan afirmaba que tenía “motivos razonables para creer” que Sinwar, Deif y Haniyeh eran responsables de “crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad”, incluido “el asesinato de cientos de civiles israelíes en ataques perpetrados por Hamás”.
“En opinión de mi despacho, estas personas planearon e instigaron la comisión de crímenes el 7 de octubre de 2023, y han reconocido, a través de sus propias acciones, incluidas visitas personales a los rehenes poco después de su secuestro, su responsabilidad en dichos crímenes”, dice la declaración.
Con respecto a Netanyahu y Gallant, el fiscal dijo que creía que los líderes israelíes tenían responsabilidad penal por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, incluyendo el uso de la inanición como arma de guerra y “dirigir intencionalmente ataques contra una población civil”.
El anuncio del tribunal no es totalmente una sorpresa. En marzo, Volker Türk, responsable de derechos humanos de las Naciones Unidas, afirmó que las restricciones impuestas por Israel al ingreso de ayuda en Gaza y el modo en que estaba dirigiendo la guerra podrían equivaler al uso de la inanición como arma. Se trata de un crimen de guerra según el Estatuto de Roma, el tratado constitutivo de la Corte Penal Internacional (CPI).
Aunque la Corte es un órgano judicial independiente de las Naciones Unidas, la declaración de Türk llamó la atención dada su antigüedad. Funcionarios israelíes dijeron por primera vez a finales de abril que creían que el tribunal estaba preparando la emisión de órdenes de detención contra altos funcionarios del gobierno por cargos relacionados con la guerra.
El 26 de abril, Netanyahu declaró en las redes sociales que su país “nunca aceptará ningún intento de la CPI de socavar su derecho inherente a la autodefensa”. Cualquier intervención de la CPI “sentaría un peligroso precedente que amenazaría a los soldados y funcionarios de todas las democracias que luchan contra el terrorismo salvaje y la agresión gratuita”, afirmó Netanyahu.
La CPI es el único tribunal internacional permanente del mundo con poder para procesar a individuos acusados de crímenes de guerra, genocidio y crímenes contra la humanidad. No puede juzgar a los acusados de rebeldía, pero sus órdenes de detención pueden dificultar los viajes internacionales. El tribunal carece de fuerzas policiales, por lo que depende de sus miembros para efectuar las detenciones. Los sospechosos detenidos suelen ser trasladados a La Haya para comparecer ante el tribunal.
Israel ha negado ser el causante de la crisis de hambre en Gaza o poner límites a la ayuda humanitaria que entra en el territorio. Afirma que Naciones Unidas y otras organizaciones no han distribuido adecuadamente alimentos y otros productos humanitarios. Pero los expertos en ayuda humanitaria han afirmado que la crisis es consecuencia directa de la guerra y del asedio casi total de Israel al territorio.
La situación alimentaria en Gaza se consideraba estable antes de que comenzara la guerra, pero se ha deteriorado drásticamente desde entonces y la perspectiva de hambruna lleva meses en el panorama. Las autoridades israelíes imponen rigurosos controles a toda la ayuda que llega a Gaza, donde viven unos 2,2 millones de personas, y las caóticas condiciones sobre el terreno dificultan las entregas de ayuda.
Matthew Mpoke Bigg es reportero en Londres del equipo de cobertura en vivo del Times, que cubre las noticias de última hora y en desarrollo. Más de Matthew Mpoke Bigg
Patrick Kingsley es el jefe de la oficina del Times en Jerusalén y dirige la cobertura de Israel, Gaza y Cisjordania. Más de Patrick Kingsley