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domingo, 28 de abril de 2024

¿Existe un orden correcto para comer los alimentos?

Uno de los recientes consejos de salud muy popular en internet es la “secuenciación de nutrientes”. Preguntamos a los expertos si tienen algún beneficio.

P: He oído que lo mejor para la salud es comer la ensalada antes de cenar. Pero si voy a comer verduras a pesar de todo, ¿realmente importa el orden?

Es un consejo de salud muy popular en internet: come tus alimentos en el orden “correcto” —primero las verduras, después las proteínas y las grasas, y por último los carbohidratos— y reducirás significativamente el pico de azúcar en sangre, lo que puede disminuir los antojos, la fatiga y los riesgos para la salud como la diabetes tipo 2, dicen sus defensores.

Investigaciones anteriores sobre este tema, a veces conocido como secuenciación de nutrientes o comidas, han llegado a la conclusión de que puede ser beneficioso para el nivel de azúcar en sangre, sobre todo para las personas con diabetes tipo 2 o prediabetes.

Para todos los demás, no es tan sencillo, dijo Alpana Shukla, médico e investigadora de Weill Cornell Medicine, en Nueva York, que ha estudiado el orden de las comidas. Aunque hay algunas razones para considerar la posibilidad de intentarlo, dijo.

¿Qué indica la investigación?
Los estudios existentes sobre los beneficios de la secuenciación de comidas son pequeños, pero los resultados son consistentes, dicen los expertos.

En una revisión de 2023 de 11 estudios, por ejemplo, los investigadores concluyeron que las personas que guardaban los alimentos ricos en carbohidratos para el final de una comida, después de las verduras y las proteínas, tenían niveles de azúcar en la sangre significativamente más bajos que cuando los consumían primero.

En un estudio realizado en 2019 con 15 personas con prediabetes, Shukla y sus colegas pidieron a los participantes que consumieran una comida de pollo sin piel a la parrilla, ensalada y pan ciabatta en tres órdenes diferentes en tres días distintos: primero el pan, seguido 10 minutos después por el pollo y la ensalada; primero el pollo y la ensalada, seguidos del pan; y primero la ensalada, seguida del pollo y el pan.

Los investigadores midieron los niveles de azúcar en sangre de los participantes justo antes de comer y cada 30 minutos durante tres horas después de cada comida. Descubrieron que cuando los participantes comían el pollo y la ensalada antes que el pan, los picos de azúcar en sangre eran un 46 por ciento más bajos que cuando comían primero el pan.

Los investigadores no están del todo seguros de a qué se debe esto. Una teoría es que comer primero las grasas, fibra y proteínas retrasa el vaciado del estómago, lo que podría ralentizar la absorción de los azúcares de los carbohidratos en el torrente sanguíneo, dijo Shukla.

Barbara Eichorst, vicepresidenta de programas de atención a la salud de la Asociación Estadounidense de Diabetes, dijo que tiene sentido que las personas con diabetes tipo 2 o prediabetes consuman primero las verduras y proteínas durante las comidas, ya que, a diferencia de los carbohidratos, las verduras y las proteínas no se convierten rápidamente en azúcar y provocan picos elevados de glucosa en sangre.

En el caso quienes tienen diabetes tipo 2, algunas investigaciones limitadas incluso dan a entender que este efecto reductor de la glucemia podría ser comparable al de ciertos medicamentos para la diabetes, según Nicola Guess, dietista clínica e investigadora de la Universidad de Oxford. Aunque es necesario seguir investigando sobre el tema.

¿Debería comer así todo el mundo?
Las investigaciones también han demostrado que ingerir carbohidratos al final de la comida puede reducir los picos de azúcar en sangre en personas que no padecen diabetes. Pero los expertos dijeron que las personas sanas no suelen necesitar controlar su glucemia de este modo.

Según Vijaya Surampudi, endocrinóloga de UCLA Health, un organismo que funcione correctamente normalizará los niveles de azúcar en sangre horas después de comer.

No obstante, dado que las proteínas, las grasas y las verduras ricas en fibra tardan más en digerirse que los carbohidratos simples, dejar los carbohidratos para el final puede ayudar a sentirse saciado durante más tiempo, dijo Domenico Tricò, profesor adjunto de medicina interna de la Universidad de Pisa, Italia, que estudia el orden de los alimentos.

Las investigaciones también sugieren que comer así puede estimular al intestino a producir más cantidad de una hormona de la saciedad llamada péptido 1 similar al glucagón, o GLP-1. (El medicamento para la diabetes Ozempic está diseñado para imitar esta hormona).

“El GLP-1 ralentiza la digestión e indica al cerebro que no se tiene hambre”, explicó Surampudi. Sin embargo, algunos expertos afirman que no está claro si los pequeños aumentos de esta hormona debidos únicamente a la secuenciación de las comidas (en comparación con el gran aumento que se obtendría con un fármaco como Ozempic) representarían una gran diferencia en el grado de saciedad.

Si tiendes a sentirte perezoso después de las comidas, Shukla y Surampudi dijeron que podría ser útil comer primero las verduras o las proteínas.

Algunas investigaciones también sugieren que reservar los carbohidratos para el final de la comida puede hacer que sea más probable que te llenes de verduras y proteínas y comas menos carbohidratos simples, que suelen tener menos nutrientes y más calorías, dijo Shukla.

La conclusión, según los expertos, es que aunque la secuenciación de las comidas es una de las muchas estrategias de alimentación saludable, no es algo que deba preocuparnos. Las tendencias dietéticas de este tipo a veces provocan ansiedad, lo que puede conducir a una alimentación desordenada.

“Si te resulta fácil, hazlo”, dijo Tricò. Pero si no, opta por alimentos de alta calidad que te gusten. Comer verduras en cada comida es más importante que fijarse demasiado en el orden de los alimentos, dijo Guess.

sábado, 5 de junio de 2021

Qué hidratos de carbono debemos consumir y cuáles no (y cuándo)

Los hidratos de carbono (también denominados glúcidos, carbohidratos o hidratos) son nutrientes que se encuentran en los alimentos, junto con los otros dos macronutrientes: las proteínas y las grasas (lípidos). 

Representan una parte fundamental de la alimentación humana. 

Para que nos situemos, algunos de los alimentos ricos en carbohidratos son los cereales y derivados (pan, pasta, arroz), tubérculos (papa), legumbres, fruta y verdura, leche y otros azúcares como miel o azúcar blanco. ¿Son necesarios en nuestra dieta?
La función principal de los hidratos de carbono es energética. Abastecen de energía a todos los órganos del cuerpo, desde el propio cerebro hasta los músculos. Funcionan como un combustible rápido y fácil de obtener por parte del cuerpo humano.

Los carbohidratos son una fuente de energía para el cuerpo.
Por otro lado, desempeñan en el organismo otras funciones estructurales y regulan los niveles de azúcar en sangre. También intervienen en la disminución de la fatiga y en la recuperación muscular tras realizar actividad física.

Asimismo, participan en la síntesis de material genético (ADN, ARN), ayuda en el metabolismo de proteínas y grasa e impulsa la creación de tejidos musculares, entre otras funciones. En otras palabras, los hidratos de carbono son para nuestro organismo lo que la gasolina es para el coche.

¿Son todos los carbohidratos iguales?
Dependiendo de la estructura de los carbohidratos, encontramos dos tipos: los hidratos de carbono complejos o de absorción lenta (son almidones y fibra) y los sencillos o de absorción rápida, también denominados azúcares libres o simples (glucosa, fructosa y lactosa).

Seguramente alguna vez se ha dispuesto a leer la etiqueta de un producto alimenticio y ha encontrado nombres raros como dextrosa, jarabe de maíz, almíbar, almidón, maltosa… Ante tal cantidad de información quizás se haya preguntado: ¿Qué es todo eso?

No es igual el azúcar que viene en los alimentos al azúcar añadido.
Lo cierto es que existen muchos tipos de azúcar diferentes y la propia estructura química de cada uno de ellos determina si un tipo de azúcar concreto es saludable o no.

Es decir, el azúcar puede encontrarse de manera intrínseca en el alimento (como sucede con la fruta y los cereales), puede ser liberada en el procesado (zumo) o ser añadida por la industria alimentaria o el consumidor (bollería industrial, yogur azucarado).

Cómo convertir los carbohidratos malos en buenos y otras curiosidades sobre esta fuente de energía
Debemos priorizar los que se encuentran de manera intrínseca en el alimento porque el resto de nutrientes que conforman ese producto hacen que el organismo utilice el nutriente de una manera óptima para la salud humana.

¿Cuanto menos azúcares mejor?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que se debe consumir menos del 10 % de la ingesta energética diaria (kilocalorías) de azúcares simples al día. Además, según la OMS, "una reducción por debajo del 5 % de la ingesta calórica total produciría beneficios adicionales para la salud".

Es importante leer las etiquetas para saber qué contienen los productos que consumimos.
Teniendo en cuenta que la dieta de un adulto estándar es de aproximadamente 2.000 kilocalorías, se deberían consumir menos de 25 gramos al día de azúcares libres. Pero estos son solo una parte de los carbohidratos, por lo que deberíamos pararnos a pensar cómo gestionar la ingesta de los demás tipos.

Sin embargo, hay muchas dietas que restringen o eliminan los hidratos de carbono. Los consumidores lo conocen como la "carbofobia". Seguro que alguna vez ha escuchado la expresión: "Los hidratos por la noche engordan".

Lo cierto es que no hay que tener miedo a los carbohidratos. Las estanterías de los supermercados cada vez están más llenas de productos que indican "O % azúcares añadidos" o "Sin azúcar añadido".

Cómo identificar azúcares saludables
¿Esto significa que son más saludables? En estos casos, hay que valorar el alimento o producto. Si se trata de un alimento al que le han quitado el azúcar para hacer una versión más saludable pero, a cambio, le han añadido otros aditivos de mala calidad, lo mejor es descartarlo del carro de la compra.

El gran debate de los carbohidratos: ¿cruciales o innecesarios?


Algunos ejemplos son el maltitol, xilitol o eritritol. Por el contrario, si no tiene azúcares añadidos ni edulcorantes en la etiqueta, lo podríamos considerar un producto alimenticio saludable.

Los edulcorantes no nutritivos pueden ser posibles desencadenantes de adicción a los alimentos.
También es necesario hacer referencia a los edulcorantes (también denominados polialcoholes), que son aditivos alimentarios, sustancias derivadas de los propios carbohidratos, con sabor dulce y muy bajo aporte calórico.

Aunque los beneficios y riesgos de su consumo están aún en estudio, las investigaciones apuntan a que los edulcorantes no nutritivos pueden ser posibles desencadenantes de adicción a los alimentos porque su ingesta se asocia a mayor preferencia y antojo por alimentos dulces, aumento del umbral del dulzor al que acostumbramos al paladar y, con ello, aumento de peso.

Carbohidratos de absorción lenta
Las dos características principales de los hidratos de carbono de absorción lenta son que son complejos (están compuestos por moléculas de azúcar que conforman juntas largas cadenas) y tienen bajo índice glucémico (elevan los niveles de azúcar en sangre de manera gradual, no picos de glucemia exagerados).

Los beneficios de este tipo de carbohidratos son los siguientes:
Mejor control de la glucemia. A diferencia de los hidratos de carbono de absorción rápida, estos permiten un mejor control de la glucemia (no se producen picos bruscos de glucemia después de comer). Esto es interesante en personas con diabetes.

Saciedad. Al ser complejos, permanecen más tiempo en el sistema digestivo en contacto con las paredes del mismo y, por tanto, mandan una señal de saciedad al cerebro.

Mejoran la composición de la microbiota intestinal.
Regulación. En el caso concreto de la fibra, puede actuar regulando niveles de colesterol plasmático, interesante en el manejo de enfermedades cardiovasculares. Llevando lo nutricional al terreno de la alimentación, podemos encontrarlos en cereales integrales (arroz, pan, pasta), legumbres (lentejas, alubias, garbanzos), fruta y verdura, frutos secos (naturales) y semillas, entre otros.

Por tanto, es importante consumir hidratos de carbono de absorción lenta en el día a día y limitar el consumo de hidratos de carbono de absorción rápida. No solo para regular la glucemia en caso de tener diabetes o controlar la saciedad en caso de querer perder peso, sino para la prevención de otras enfermedades metabólicas

En deportes de larga duración, es necesario incluir hidratos de carbono de absorción rápida.

Un mal control de la glucemia puede desencadenar resistencia a la insulina por parte del organismo. Es decir, que el cuerpo no reconozca los azúcares y no sepa cómo actuar ante su presencia.

También es necesario considerar que, en determinadas situaciones, como en deportes de larga duración, es necesario e interesante para el buen rendimiento incluir hidratos de carbono de absorción rápida.

La importancia de los picos de glucemia
El correcto funcionamiento de la glucemia es la clave en este tipo de carbohidratos. El mantenimiento de una glucemia elevada mantenida en el tiempo (por consumo de alimentos procesados de mala calidad) pone en marcha mecanismos metabólicos de lipogénesis que hacen que el organismo almacene grasa.

Por qué una dieta baja en hidratos de carbono puede ser mala para tu esperanza de vida
Esto, unido al aumento del apetito cuando vuelve a caer la glucemia y el gran aporte calórico de los alimentos con azúcar añadido, aumenta el riesgo de desarrollar sobrepeso (y sus patologías asociadas) derivado de un consumo excesivo de azúcares o grasas de mala calidad nutricional.

Por eso, se desaconseja el consumo de azúcares simples añadidos: azúcar blanco, bollería industria, refrescos azucarados, etc. Además, es necesario destacar que la versión en la que consumimos un determinado alimento influye en el aporte nutricional.

Nuestro cuerpo procesa mejor el azúcar que viene dentro de los alimentos.
Cuando consumimos azúcares presentes en la matriz del alimento (fruta y verdura, por ejemplo), nuestro cuerpo los recibe y la procesa de manera mucho más beneficiosa para la salud que cuando consumimos esos mismos azúcares, pero añadidos de manera externa en industria alimentaria o por parte del consumidor.

Cuando hablamos de azúcar simple intrínseco, no tenemos que hacer grandes esfuerzos por limitarlos, ya que el alimento en conjunto (fibra, polifenoles y otras sustancias) es de buena calidad nutricional.

¿Cuál es la mejor hora del día para comer carbohidratos?
Por ejemplo, una papa frita industrial puede aportar menor cantidad de azúcares de absorción lenta que una papa con piel cocida. Unas tortitas de arroz inflado producen mayor pico de glucemia que un arroz integral cocido y salteado con verduras.

En definitiva, necesitaremos más carbohidratos cuanto mayor sea el grado de actividad física que realicemos. Al igual que sucede con los coches y la gasolina. Es importante incluir hidratos de carbono de calidad en nuestra dieta y tener en cuenta nuestra actividad física para realizar un aporte proporcional y adecuado.

*Luis J. Morán Fagúndez es decano del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Andalucía, Universidad Pablo de Olavide, España