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lunes, 13 de marzo de 2017

“Ningún talento justifica los sueldos escandalosos en el IBEX 35”. Entrevista a Miren Etxezarreta, catedrática Emérita de Economía Aplicada y miembro del Seminari Taifa.

Enric Llopis


Corren vientos muy favorables para los grandes empresarios, que se están beneficiando en los últimos años de la devaluación salarial y la precariedad en el trabajo.

Uno de los casos más notables es el de los presidentes y Consejeros Delegados de las empresas del IBEX 35, cuyos ingresos anuales suman cifras estratosféricas. Esto no se justifica por ningún talento especial ni por tratarse de compañías privadas. Opina de este modo la catedrática Emérita de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona, Miren Etxezarreta (Ordicia, 1936). Miembro del Seminari d’Economia Crítica Taifa, es autora de “¿Para qué sirve la economía?” (Paidós) y coautora de “Sin pensiones públicas, ¿Qué futuro?” (Icaria).

La entrevista tiene lugar antes de una conferencia-debate organizada en el Ateneu Popular de Xàtiva. -El presidente de Mercadona, Juan Roig, apareció ayer con aspecto triunfal en las portadas de los periódicos. La principal cadena de supermercados de España batió récords de ventas y contrataciones. Según el listado Forbes, Roig y su esposa, Hortensia Herrero, poseen la segunda mayor fortuna del estado español (8.000 millones de euros). “Nuestros trabajadores son de los más ricos de España”, afirmó en el acto de presentación del balance.

Son años muy buenos para los empresarios, que están obteniendo beneficios muy jugosos a costa de la disminución de los salarios y de la precariedad laboral, que en el estado español se está produciendo desde los años 70 pero sobre todo desde 2008. Que el señor Roig se permita decir que sus empleados son ricos, quiere decir que no tiene ni idea de cómo se vive con lo que paga a sus empleados. Es un señor al que le va muy bien, y que incluso afirmó: “Estoy totalmente a favor de la reforma laboral, y yo hubiera ido más lejos”. (El fue uno de los que aparecieron en algunas lista de los que donan al PP. ¿A cambio de nada?)

-El Gobierno celebra que febrero se haya cerrado con 74.080 nuevos afiliados a la Seguridad Social y 9.355 parados menos inscritos en las oficinas públicas de empleo. Mientras, según el Servicio Público de Empleo Estatal, más de un tercio de los contratos firmados en enero duraron menos de un mes. ¿Son realidades compatibles? (Uno de los objetivos de la política implícita del PP es hacerlas compatibles a costa del aumento de la desigualdad y la pobreza y, a la vez, convencer al máximo número de españoles de que es la ÚNICA política posible)

Encajan perfectamente. Podemos afirmar que hay más inscritos a la Seguridad porque cada contrato que dura menos de 30 días es una afiliación más. Si se firman contratos muy precarios, de pocos días, al final la suma de filiaciones es mayor. Pero si miramos cuántos afiliados en la Seguridad Social en días de trabajo completo, seguramente las cifras serían distintas.

-Uno de los sectores estratégicos, el de la estiba, se halla durante los últimos tiempos en el punto de mira. A los trabajadores se les califica de “privilegiados” y de hallarse blindados en una organización casi gremial…

Se está utilizando contra los trabajadores el argumento de los salarios. El hecho de que haya unos trabajadores que parece que ganen un sueldo decente en absoluto significa que se trate de unos “privilegiados”. Si les pagan ese jornal, es porque se lo han ganado. Creo que sería gravísimo que perdieran esta batalla, porque se pretende desregular el sector. Me quiero pronunciar públicamente a favor de la huelga de los estibadores. Si se les remunera con 60.000 euros anuales, supongamos, es porque se lo ganaron trabajando. Además, me gustaría saber cuántos pequeños y grandes empresarios perciben cantidades superiores, sin que nadie lo ponga en cuestión.

-Por otro lado el gobierno alardea de macrocifras, por ejemplo el superávit de la balanza por cuenta corriente.
¿Hay una utilización interesada de la estadística?
Es cierto que, en general, los datos macroeconómicos están funcionando bien. Pero se trata de cifras estadísticas de carácter general, y siempre que trazamos medias hay datos que se sitúan por encima y otros por debajo. En el caso de la balanza por cuenta corriente, es verdad que España está exportando bastante bien, pero es lógico, ya que nuestros salarios han disminuido con lo que se abaratan los costes. Y también se reducen las importaciones de la economía española, precisamente porque hay menos ventas en el interior. Pero todo esto tiene muy poco que ver con el bienestar de la población.

-Tal vez sí tenga que ver este titular reciente del periódico Cinco Días, basado en datos del Instituto Nacional de Estadística (INE): “El consumo de los hogares toca máximos e impulsa el PIB un 3,2% en 2016”.

El dato del consumo de los hogares me cuesta más entenderlo, porque no casa bien con la disminución de los salarios que se está produciendo. Es una media, que seguramente sea correcta, y a la que sólo encuentro dos posibles explicaciones.
La primera es que aquellos trabajadores que en los años de crisis no hayan perdido su empleo, no tengan ya el miedo que había en 2008 al hundimiento del euro. De hecho, muchas familias frenaron su consumo por lo que pudiera pasar. Si ese miedo ha desaparecido, estos trabajadores pueden empezar a consumir algo más.
Otra razón, menos positiva, es que posiblemente esté aumentando el crédito y el endeudamiento familiar. De hecho, cada día se están dando más facilidades al crédito para el consumo de los hogares: un automóvil, una televisión de plasma…

-Sin embargo, el INE señala que las remuneraciones de los trabajadores acumulan tres años consecutivos de alza.

Este aumento depende de la manera en que se mire. Hace unos años la porción de la riqueza nacional que correspondía a los salarios era superior al 50%, mientras que en 2016 se situó en el 47,23%. Lo importante es el año que se tome como punto de comparación. El porcentaje representado por los salarios seguramente haya disminuido respecto a 2006 y los años anteriores a la crisis.

-Algunos ingresos no han disminuido tanto. En 2016, los del presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, fueron de 15,2 millones de euros; los del presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, 9,3 millones de euros; la presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, percibió 7,3 millones de euros; y el de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, 5,3 millones de euros.

¿Se justifica por el hecho de ser empresas privadas?
Es un escándalo. Se trata de empresas privadas, pero en un país hay que considerar no sólo lo que ocurre en los ámbitos estrictamente privados, sino también el impacto en el resto de la población. Mientras haya tanta gente en el paro y sobre todo con salarios insuficientes, hay personas que cobran esos sueldos sin que ello se justifique por su actividad. En todos los países capitalistas se producen estas diferencias.
¿Un premio al talento? Rotundamente, no. Hay mucha gente trabajando, investigando e impartiendo clases con un gran talento que no se corresponde con su salario.

-En 2016 las empresas del IBEX 35 ganaron en total 34.170 millones de euros, un 67% más que en 2015. El Banco Santander sumó unos beneficios de 6.204 millones de euros, el BBVA de 3.475 millones de euros (un 31,5% más que en 2015) e Inditex de 3.193 millones de euros.

Y normalmente las cifras se dan sin tener en cuenta muchos ítems que se incluyen como gastos, y que realmente se trata de partidas de beneficios. Pero dejémoslo así. Me parece que estas cifras de beneficios de los bancos se tendrían que justificar, sobre todo los que más dinero han recibido para su “rescate”. Tendrían que estar devolviendo al erario público una parte de lo que han recibido, y no hay mucha constancia de ello; o lo que se devuelve son pequeñas cantidades. Además, la “reestructuración” bancaria agrupa y disimula los beneficios, lo que hace más difícil la exigencia de devoluciones.

-El Tribunal de Cuentas ha cifrado en más de 120.000 millones de euros los recursos públicos comprometidos en el “rescate” financiero. ¿Son reales estas cifras?

Las considero bastante conservadoras. Otras estimaciones apuntan la cantidad de 250.000 millones de euros, y no me extrañaría que fuera así.
Hay que considerar muchos factores. Por ejemplo, cuando se inició la crisis en 2008, de inmediato se aumentó la cantidad asegurada en los depósitos bancarios de 20.000 euros a 100.000 euros. ¿Cuánta gente tiene en el estado español 100.000 euros ahorrados? Se trataba claramente de un mensaje a los no muy ricos, pero sí bastante poderosos, a quienes se les venía a decir: no os preocupéis que el Estado va a responder.

-Por último, el FMI examinará a la banca española en marzo, según ha informado el diario El País. ¿Constituyen una garantía estos controles?

El FMI es una institución pública organizada exclusivamente para reforzar los valores neoliberales, por lo que le parece muy bien que la banca gane mucho dinero. No sólo responde a los intereses del gran capital internacional, sino que está insistiendo en que España endurezca la reforma laboral y pague más rápidamente la deuda. Dicen que de ese modo la economía será cada vez más competitiva.

sábado, 4 de octubre de 2014

Entrevista a Miren Etxezarreta. “Con Marx entendí por qué hay pobres y ricos”

Adrià Porta Caballé
La Hiedra

En el Seminario de Economía Crítica Taifa están de celebración. Y no es para menos: cumplen 20 años de pensamiento crítico y resistencia a la ideología neoliberal. Hablamos con una de sus participantes más antiguas, Miren Etxezarreta, Catedrática Emérita de Economía Aplicada en la Universitat Autònoma de Barcelona. Con la vitalidad característica de quienes llevan toda una vida luchando, nos habla de la situación de la economía como disciplina, por qué es importante leer a Marx hoy y cómo ve el cambio social.

Dices que empezaste a estudiar economía porque siempre te preocupó que haya gente pobre y rica. Sin embargo, reconoces que después de 5 años de carrera no entendiste por qué. Muchos estudiantes de economía sienten aún hoy la misma frustración. ¿Cuál crees que es la situación de la economía como disciplina hoy en día?

El problema es que hay muchos estudiantes de economía que ni siquiera saben que hay distintas escuelas de pensamiento económico: clásica, marxista, keynesiana, feminista, ecologista, etc. Creen que han estudiado “Economía”, cuando a lo que se refieren en realidad es estrictamente al modelo neoliberal.

El caso del marxismo es paradigmático de como un modelo económico que por largo tiempo se ha considerado obsoleto, vuelve a ponerse sobre la mesa con la crisis financiera del 2008. ¿Qué crees que puede aportar hoy la lectura de Marx?

Para mí el descubrimiento del marxismo representó precisamente lo que eché en falta en mi educación universitaria. La lectura de Marx –que fue puramente teórica y autodidacta: yo no militaba en ningún partido por aquel entonces– me explicó porque hay pobres y ricos, esto es, la realidad de la economía. Aún hoy creo que es el paradigma que mejor explica la economía real. Indudablemente la sociedad actual no sigue las pautas de la del s. XIX, pero el método de análisis descrito por Marx se puede adaptar.

Obviamente hay una tesis fundamental, que es la teoría de la explotación, pero para mí lo más importante es la forma en la que te ayuda a mirar a la realidad. En este sentido, no es tan relevante esta o aquella tesis de Marx, sino la misma manera en que formula sus preguntas sobre la economía capitalista. El marxismo es sobre todo un método de análisis.

Dices que para ti el marxismo no significa repetir un dogma aprendido de memoria. ¿Qué añadirías hoy a los postulados clásicos de Marx?
Precisamente nosotras y nosotros ahora en Taifa intentamos ampliar la teoría de la explotación a esferas que no fueron extensivamente tratadas por Marx. Voy a poner dos ejemplos.
A través de John Bellamy Foster [p. ej. en La ecología de Marx: materialismo y naturaleza, 2000] nosotros creemos haber visto claramente como Marx asume el tema de la naturaleza dentro de su propio análisis económico. Pero la verdad es que no está tan explícito; por eso estamos haciendo un esfuerzo de comprensión de la cuestión de la ecología desde el punto de vista marxista de tal modo que, cuando hablemos de la teoría de la explotación, podamos incluir el tratamiento de la naturaleza.

Y después creemos que habría que añadir también el tema de la reproducción de la fuerza del trabajo. Recientemente tuve la oportunidad de charlar con Silvia Federicii sobre esto precisamente. Para mí uno de los elementos importantes de Calibán y la bruja (2004)ii es el haber permitido ampliar el alcance de la teoría de la explotación a un ámbito que hasta ahora había sido tratado casi exclusivamente por la economía feminista.

La pregunta es por tanto cómo integramos dentro la teoría del valor-trabajo el tratamiento de la naturaleza o de la reproducción de la fuerza de trabajo. Y esa es la tarea que creo que nos corresponde a quienes nos auto-denominamos marxistas. Yo no creo que Marx quisiera en ningún momento crear un catecismo ortodoxo…

Hablas siempre de cambiar la sociedad a partir de “microcosmos”. Siendo el Seminario de Economía Crítica Taifa evidentemente uno de estos microcosmos ¿qué función específica cumple dentro del cambio social?
Taifa tiene una doble pretensión. Por un lado, la autoformación: nosotros somos conscientes que sabemos muy poco y de que aún nos queda mucho por aprender. Así que intentamos en la medida de lo posible ampliar nuestros horizontes para entender este mundo cada vez más cambiante, siempre desde una perspectiva crítica. Por otro lado, después de 20 años también creemos que puede ser útil trasladar lo que nosotros vamos aprendiendo a los diferentes grupos de la izquierda transformadora que lo quieran.

Nuestra hipótesis parte de la base de que, dentro del cúmulo de organizaciones críticas que hay –a las que damos la bienvenida, no nos sobra ninguna– la formación está un poco débil y, especialmente, en el caso de la economía. En estos grupos suele predominar por lo general el activismo, pero falta formación. Y si no hay formación uno siempre está expuesto a que cualquier argumento le despiste. Por ejemplo, cuando nos repiten hasta la saciedad “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”. Por muy activista que alguien sea, si no ha estudiado aunque sea sumariamente el funcionamiento de la economía, le pueden dejar en la duda. En este sentido, nosotros ofrecemos modestamente nuestro conocimiento a la disposición de cualquier grupo interesado. Por esto tampoco formamos parte de ninguno, en Taifa somos muy celosos de nuestra independencia. Queremos estar a la disposición de todos. Dedicarnos a la formación, nuestra y de los demás.

Me recuerda aquello que dice Zizek de que a veces lo más revolucionario es pararse a pensar, para no cometer los errores que resultarían de un activismo impaciente e irreflexivo. Sí que es verdad que hay una relativa falta de formación, pero ¿por qué crees que esto se da especialmente en la economía en comparación con otras disciplinas?
Porque es antipática. Me ha pasado más de una vez que un oyente se sorprenda cuando digo que soy economista. Inmediatamente la pregunta es: ¿pero cómo puede ser que sea economista si le he entendido todo? Y este es el problema: hoy en día se presenta la economía como algo inalcanzable para la gente corriente, usando por ejemplo un vocabulario deliberadamente complicado. Lo que se consigue con esta estrategia es que la gente delegue las cuestiones de política económica –que nos afectan a todos– a una serie de “expertos”. De este modo se esconde lo que los debates económicos realmente son: diferencias ideológicas.

Ya para acabar, desde que empezó la crisis, se ha podido observar un cambio generacional dentro de la movilización política. Con tu experiencia en la lucha ¿qué consejo darías a la gente joven que justo empezamos a tomar conciencia?
Mira, cuando yo era joven estaba claro lo que un comunista tenía que hacer: afiliarse a un partido, hacer la revolución y llegar al poder. Hoy es diferente: el movimiento 15M, las Mareas o la PAH son ejemplos clarísimos. Ante la situación actual yo diría que es fundamental crear ámbitos de autonomía. Espacios alejados del poder institucional donde la gente pueda auto-organizarse fuera del marco capitalista y demostrar en la práctica que hay otras formas posibles de vivir y actuar.

http://seminaritaifa.org/2014/09/17/con-marx-entendi-por-que-hay-pobres-y-ricos-miren-etxezarreta/
http://lahiedra.info/entrevista-miren-etxezarreta/

viernes, 22 de noviembre de 2013

La economista Miren Etxezarreta considera que "un capitalismo verde, o con rostro humano, no se puede dar"

"Para llegar a una sociedad satisfactoria y justa hay que destruir el capitalismo"

Miren Etxezarreta es Doctora en economía por la London School of Economics y economista crítica, catedrática emérita de Economía Aplicada de la UAB, y miembro del seminario taifa. La entrevista fue realizada en el marco del encuentro internacional Otra Economía Está En Marcha, organizado por Economistas sin Fronteras.

El capitalismo necesita de crisis cíclicas para superar sus contradicciones. Cuando esta última crisis aparece, primero en el ámbito financiero, pero traspasándola automáticamente a todos lo niveles, ¿tiene algo que la haga especial, o es una crisis más? ¿Supone un punto de inflexión?

No es un punto de inflexión en el sistema. Yo creo que es una crisis más del capitalismo, unas son más intensas y otras menos. Ésta es bastante intensa, pero no creo que vaya a suponer una transformación en tanto en cuanto capitalismo, no veo el punto de inflexión.

Vivimos un proceso de atomización en el Estado Español, a partir de los 80 hay un proceso de deslocalización a los países subdesarrollados, y con el auge del Estado del Bienestar desde los 50. Esto ha supuesto un aumento de la terciarización de la producción, con aumento de la conocida como clase media ¿Qué define a la clase media como tal?

Es una distinción artificial, extremadamente. La diferencia fundamental es que la clase media tiene unos salarios más altos y las clases populares más bajos. Generalmente, la clase media tiene un nivel de formación superior que le permite acceder a escaños más altos, pero en el fondo de la cuestión trabajadores asalariados son unos como otros, con la diferencia de que unos reciben más. Esencialmente, no hay diferencia, sólo de nivel mientras las cosas van bien. Cáritas está diciendo que cada vez ayudan a más gente de clase media. Quiere decir que si una persona de clase media se queda sin salario tampoco puede sobrevivir.

Quienes no son propietarios del capital y venden su fuerza de trabajo, esencialmente da igual el nivel de su salario. No es exactamente lo mismo, pero en el esquema de la producción no hay diferencia.

Postulas una vía alternativa para salir de la crisis, e incluso del capitalismo. ¿Por dónde hay que caminar y cómo?

Hay que distinguir dos cosas. Una es salir de la crisis, volver a recuperar un nivel de actividad económica, y otra es salir del sistema. Mientras tengamos capitalismo siempre tendremos crisis recurrentes. Igual podemos salir de ésta, pero tendremos otras. ¿Cómo se sale de esta crisis? Va a ser enormemente complicado para países como el Estado Español, porque no tenemos una capacidad productiva fuerte, y que además se ha ido debilitando. Cuando hay gente que piensa en la recuperación, debería pensar que la recuperación no va a ser recuperar el año 2005 o 2006. Los salarios que se están perdiendo, el estado del bienestar que se esta destruyendo o la precariedad laboral provoca que estemos muy por debajo, y va a suponer que cuando la recuperación comience empezará a niveles muy inferiores, cuando empiece.

Hay que hacer una diferenciación importante, la sociedad no está hecha de un bloque homogénea, hay clases sociales. Ahora, cuando nuestros dirigentes políticos y algunos empresarios están diciendo que nos estamos recuperando, se están recuperando ellos, cuando recuperan la tasa de ganancia. Precisamente porque están deteriorando la situación de los trabajadores, de las clases medias y de las clases populares. Entonces, están mejorando ellos y pueden hablar de recuperación, pero al mismo tiempo se ven obligados a decir que el empleo no mejorará, al igual que el Estado del Bienestar. Al hablar de recuperación hay que preguntar recuperación de quién.

Una cosa es salir de la crisis, que se irán sucediendo mientras haya capitalismo. Creo, que para llegar a una sociedad satisfactoria, justa, armónica o atractiva hay que destruir el capitalismo. Un capitalismo verde, o con rostro humano, no se puede dar.

En el modelo zapatista, creaba su propio modelo fuera del capitalismo, dentro del propio Estado. En nuestro caso, si quisiéramos tomar el poder, hoy por hoy, es imposible. Si no lo queremos, descartamos la vía. Para ambas opciones ¿Qué nos puede aportar este modelo?

El modelo zapatista no está consiguiendo gran cosa en México, no podemos engañarnos. Pero sí que está marcando una manera de hacer diferente. Mi planteamiento, y del grupo en que yo trabajo, es que cada uno debe construir ámbitos de autonomía, luchando por transformar esta sociedad dónde puede. Un periodista puede intentar conseguir un ámbito de autonomía dentro de cierta prensa, pero no que cambie el sistema financiero. Cada persona debe trabajar donde pueda, creando su ámbito.

Hemos socializado las pérdidas de los bancos, pero ¿Podríamos haberlos dejado quebrar? ¿O nacionalizarlos? Hay países que lo han hecho, como Islandia o Chipre.

No soy capaz de ver una solución para los bancos. Personalmente creo que hubiera dejado quebrar muchos en el Estado Español, y de hecho han dejado quebrar 42 cajas de ahorro. Que los bancos no pueden quebrar es mentira. Cuando esos bancos y cajas han sido atractivas para los grandes bancos lo han hecho.

Una cosa es salvar el sistema financiero, y otra salvar a los propietarios del sistema financiero. Lo que ha hecho el Estado ha sido, con la excusa de salvar al sistema, salvar a los propietarios. Ahí es dónde hay una divergencia importante de la que debemos ser conscientes, cuando podemos salvar al sistema financiero sin tener que salvar a los propietarios. Aquí hemos visto que han hecho todo lo contrario. Se tendría que haber hecho otras cosas, pero no nos olvidemos de que estamos en el capitalismo.

¿Una opción podría ser crear una Banca pública?
La Banca Pública me da mucho miedo porque depende de quien pongas al frente. El Banco de España es una banca pública, y en este país el señor Miguel Ángel Fernández Ordóñez, gobernador del banco de España, ha sido uno de los máximos potenciadores de una política antipopular.

Una Banca Pública requiere un Estado diferente. Por sí sola, no implica nada. Argentaria era pública, y sólo tenía unas pequeñas diferencias en que tenía un poco de política social, nada más. En el capitalismo, los arreglos a trozos son poco eficientes.

Sólo una pequeña parte de la deuda del Estado proviene de las familias. ¿Es legítimo pagarla?
Hay que distinguir entre la deuda pública y la deuda privada. La deuda pública, baja en los últimos años, ha subido por el apoyo que ha dado a las grandes empresas y que no ha dado a las familias. El problema de la deuda pública de España, hasta hace muy poco no era un problema de la parte pública, era un problema de la deuda privada, de los bancos y las grandes empresas.

Ya antes de la crisis España tenía un déficit de comercio exterior muy alto, que se tenía que financiar. Eso ha sido un desastre de los economistas y de los políticos de ese momento, por no atender a un problema evidente, porque había un 10% de deuda cada año de la balanza comercial. Si a eso le añades, la deuda de los bancos que salieron al exterior a pedir prestado para hacer más hipotecas en el interior, no para las familias, sino para los grandes constructores y para las grandes inmobiliarias, menos para las grandes empresas y pocas para las familias.

Ahí está el problema grave, que en el capitalismo se consigue una traslación de la deuda privada a la deuda pública.

¿Una auditoría funcionaría?
La auditoría pondría de relieve las cosas. Una vez hecha estaría más claro la injusticia de una gran parte de esa deuda que habría que repudiar. Además no nos va a quedar más remedio, sólo el pago de los intereses se eleva más que el subsidio de paro. Una recuperación económica sin el repudio de la deuda va a ser muy muy difícil, por mucho que haya bajado la prima de riesgo.

Para el estado español, ¿sería más conveniente seguir en la Unión Europea o abandonarla?
Es un tema complicado. Desde que entramos en la Unión Europea, España ha sufrido un proceso de desindustrialización muy importante, y en estos últimos años las políticas económicas son las causantes del aumento de deuda, la precariedad salarial. Europa nos está perjudicando, y desde la crisis todavía más. Eso hay que decirlo en voz alta.

¿Es la salida de Europa una solución? Es posible que sí, yo no tengo una solución clara. Primero, nosotros no tenemos capacidad para decidir salir de Europa, serán otros los que decidan. Segundo, en un mundo globalizado, ¿salir de Europa va a suponer que podamos hacer una política económica alternativa? Si el pueblo español está apoyando a sus dirigentes, para aceptar las consecuencias de una salida de Europa, esta salida puede ser interesante, pero si lo que el pueblo español quiere es salir de Europa sin que le moleste, entonces puede ser difícil.
Salir de Europa es un tsunami importante. Puede ser más fácil repudiar la deuda, que hay que hacerlo antes que salir, porque si seguimos con la deuda en euros, estamos peor que antes. Pero si hiciera falta salir de Europa, se sale.

¿Qué modelo planteas de democracia económica? Para crear capital social, ¿qué herramientas podemos utilizar? ¿Participando en el Estado, en cooperativas, etc?
Yo creo que no hay un modelo, y que no debe de hacer. Ese modelo se debe de ir construyendo de abajo hacia arriba, de acuerdo con los agentes sociales, en cada momento, respondiendo a las necesidades colectivas, de acuerdo con una serie de principios. Un modelo hecho y cerrado sería erróneo. La sociedad está cambiando tan rápidamente que cosas que valían hace 6 meses ya no lo hacen. Lo que si planteamos es que, primero, en el capitalismo no se puede tener ese modelo, tiene que ser un modelo anti-capitalista; segundo, con propiedad privada no se puede conseguir nada de lo que queremos en una sociedad alternativa, luego no puede haber propiedad privada, tiene que ser comunitaria, gestionada por el conjunto de la sociedad y no por técnicos; y por último, con valores transformados, no de dinero y de bienestar material sólo, sino de sistemas armónicos, de justicia, colaboración, de construir una cosa entre todos juntos, pero satisfactoria para todos.

Debiera haber un sistema planificado socialmente, según la sociedad. Con este sistema no vamos a ninguna parte, y es imposible humanizarlo. Lo que está pasando es que se está deshumanizando todavía más. Tiene que ser un sistema que no es el capitalista, y tiene que ser bajo unas premisas totalmente distintas, buscando el bien común y la felicidad de la gente en lugar del beneficio de unos pocos.
Pablo Fernandez Fernandez
Tercera Información
Fuente: http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article60576