"La Corporación no está en riesgo. Sigue siendo un proyecto con futuro". Así lo aseguraba hace apenas dos meses Txema Gisasola, hasta ayer presidente de la Corporación Mondragón (MCC), grupo que aborda un proceso de redefinición de su futuro arrastrado por las crisis de dos de sus emblemas: Fagor Electrodomésticos y Eroski.
MCC presume de ser la primera entidad cooperativa del mundo, la mayor corporación industrial de Euskadi y la séptima de España y, sobre todo, de personificar un modelo de economía social alternativo al sistema liberal capitalista cuestionado por la crisis económica a partir de 2008.
La recesión, no obstante, no ha perdonado al grupo y le ha llevado a vivir dos hitos inéditos en sus sesenta años de andadura: la entrada de una de sus compañías -la más importante, Fagor Electrodomésticos- en concurso de acreedores; y la dimisión de su presidente.
Txema Gisasola presentó ayer su renuncia "por motivos personales" tras una gestión de sólo un año y medio marcada por el hundimiento de Fagor Electrodomésticos, la compañía que él había dirigido entre 2006 y 2012, los años en los que se precipitó su declive.
La corporación, asentada en el guipuzcoano valle del Alto Deba, agrupa a 110 cooperativas dedicadas a muy diversos sectores, que sumaron en 2012 una facturación de casi 13.000 millones de euros y emplea a más de 80.000 personas.
La agrupación, que representa el 3,2 % del PIB del País Vasco, ha basado su fortaleza en la diversificación de negocios, de manera que el músculo de sectores aún hoy muy dinámicos, como el de la automoción, le había permitido hasta ahora hacer frente a las dificultades de las áreas más afectadas por la crisis.
Sin embargo, el hundimiento de Fagor ha puesto al descubierto los límites de la capacidad solidaria de las cooperativas, después de que la Corporación denegara a esta compañía los 50 millones de euros que reclamó para hacer frente a un plan de viabilidad -había inyectado anteriormente 300 millones-, lo que condujo a la empresa de Arrasate al concurso de acreedores.
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sábado, 18 de enero de 2014
lunes, 4 de noviembre de 2013
Fagor; la crisis acaba con ella o ella con la crisis?
La espina clavada del director general de Fagor.
Sergio Treviño sigue convencido de la eficacia de su plan de viabilidad. Su valoración real sobre la actitud de Mondragón, el mejor secreto.
Treviño: “Nos cierran sin ninguna explicación”
Mondragón deja caer a Fagor
Consulta la información sobre la crisis de Fagor
Sergio Treviño sigue convencido de la eficacia de su plan de viabilidad. Su valoración real sobre la actitud de Mondragón, el mejor secreto.
miércoles, 15 de agosto de 2012
Mondragón. El pueblo vasco que tiene el secreto contra la crisis en España, el modelo cooperativo.(1)
Las historias de éxito económico son raras en la España actual, una nación golpeada por la recesión y la crisis bancaria.
Pero si nos adentramos en las montañas del País Vasco hasta arribar al pequeño municipio de Arrasate, encontraremos una y muy ejemplar. Mondragón es la traducción al español de Arrasate, como se llama oficialmente el municipio y como se lo conoce en euskera.
En esta localidad se pueden encontrar las oficinas centrales de Mondragón, considerada la cooperativa de trabajadores más grande del mundo.
La tasa de desempleo en el País Vasco es del 15% y en la provincia de Guipuzcoa, donde se encuentra Mondragón, es aún más baja. Si se compara con la desocupación en toda España, que es de 25%, esa cifra es realmente alentadora.
La cooperativa de Mondragón es un grupo conformado por alrededor de 250 compañías y organizaciones, entre las que se incluye la Asamblea de Mondragón en Guipuzcoa, que emplea a unas 85 personas. Y que incluye a una Universidad politécnica.
Esta empresa produce máquinas para fabricar componentes industriales. Un ejemplo de su producción es una planta del tamaño de una habitación para elaborar paneles solares.
Según el director comercial de la compañía, Iñaki Legarda, los subsidios gubernamentales para el sector de las energías renovables se han reducido en toda Europa.
"Solíamos vender bastante a los mercados español y europeo", precisó Legarda, pero ahora la firma tiene otros mercados: Sudáfrica, Brasil, China y el norte de África.
Dos de sus más ambiciosos proyectos se están desarrollando en Kazajstán y en Lituania.
El voto del pueblo
Debido a la caída de las ventas en España, la Asamblea de Mondragón tuvo que despedir a varios de sus trabajadores en 2008 y 2009. Pero esos empleados fueron contratados por otras compañías que integran la cooperativa.
Los trabajadores han sido protegidos de las peores consecuencias de la crisis financiera que golpea a España. En 2012, la fortuna volvió a sonreírle a la firma y sus extrabajadores regresaron a sus antiguos puestos laborales. "Felizmente, hoy en día tenemos trabajo para todos", comentó Legarda. "De hecho, estamos empleando a operarios de otras compañías del grupo que están pasando por momentos difíciles".
Fagor Arrasate es otra empresa de Mondragón que emplea a alrededor de 600 personas. Se encarga de elaborar máquinas que fabrican componentes de automóviles. La mayoría de los trabajadores de la firma son socios y accionistas en el negocio.
Los socios, algunos de los cuales son gerentes, tienen derecho a voto en una asamblea general que toma decisiones clave en el desarrollo empresa. Otro tipo de medidas tienen que ser aprobadas por un consejo de administración que es elegido por la asamblea.
Anoitz, un ingeniero de 34 años que trabaja en Fagor Arrasate, opinó: "Si muchas personas piensan cómo superar un problema, la solución es mejor". Un ejemplo que Anoitz ofrece para ejemplificar cómo funciona la empresa es que si el negocio no anda bien, los trabajadores pueden votar para reducir sus propios salarios.
Asimismo, el sueldo de los jefes en Mondragón no puede superar seis veces el promedio del salario de un empleado.
Cultura igualitaria
Oskar Goitia, director de Mondragón Automoción -un conglomerado de compañías del sector automotor de Mondragón- dijo que el modelo de negocios requiere "consenso".
Ninguna de las compañías que integran Mondragón han caído en quiebra. Admite que "lleva un poco más de tiempo explicar los planes y los proyectos". "Pero una vez se llega a un acuerdo, es mucho más fácil porque todo el mundo empuja hacia la misma dirección".
Las compañías que integran Mondragón no son inmunes a la crisis de la eurozona, pero ninguna de ellas ha quebrado. Y aunque se prevé que este año la economía vasca se contraerá un 1,2% de su Producto Interno Bruto y la española lo hará entre el 1,5% y el 1,8%, muchas de las compañías de la cooperativa están haciendo su negocio lejos de casa.
Sin embargo, de acuerdo con Manuel Escudero, un economista de la Escuela de Negocios Deusto en Bilbao, el modelo de Mondragón es difícil de exportar.
El experto explicó que la región disfruta de "una profunda cultura igualitaria". Esto, según Escudero, es lo que las personas que han viajado a Mondragón para conocer la fórmula de la cooperativa no han podido repetir en otras partes. BBC. Más sobre Mondragón en el blog.
(1) La profundidad y extensión de la crisis ha hecho mella también en Mondragón. Su buque insignia, Fagor, ha cerrado por problemas económicos, particularmente consideramos después de leer mucha prensa, que debido a mala gestión. En la polémica desatada unos consideran que ha fracasado el modelo y otros, por simplificar, considera que es la gestión... (Ver más aquí y aquí)
Pero si nos adentramos en las montañas del País Vasco hasta arribar al pequeño municipio de Arrasate, encontraremos una y muy ejemplar. Mondragón es la traducción al español de Arrasate, como se llama oficialmente el municipio y como se lo conoce en euskera.
En esta localidad se pueden encontrar las oficinas centrales de Mondragón, considerada la cooperativa de trabajadores más grande del mundo.
La tasa de desempleo en el País Vasco es del 15% y en la provincia de Guipuzcoa, donde se encuentra Mondragón, es aún más baja. Si se compara con la desocupación en toda España, que es de 25%, esa cifra es realmente alentadora.
La cooperativa de Mondragón es un grupo conformado por alrededor de 250 compañías y organizaciones, entre las que se incluye la Asamblea de Mondragón en Guipuzcoa, que emplea a unas 85 personas. Y que incluye a una Universidad politécnica.
Esta empresa produce máquinas para fabricar componentes industriales. Un ejemplo de su producción es una planta del tamaño de una habitación para elaborar paneles solares.
Según el director comercial de la compañía, Iñaki Legarda, los subsidios gubernamentales para el sector de las energías renovables se han reducido en toda Europa.
"Solíamos vender bastante a los mercados español y europeo", precisó Legarda, pero ahora la firma tiene otros mercados: Sudáfrica, Brasil, China y el norte de África.
Dos de sus más ambiciosos proyectos se están desarrollando en Kazajstán y en Lituania.
El voto del pueblo
Debido a la caída de las ventas en España, la Asamblea de Mondragón tuvo que despedir a varios de sus trabajadores en 2008 y 2009. Pero esos empleados fueron contratados por otras compañías que integran la cooperativa.
Los trabajadores han sido protegidos de las peores consecuencias de la crisis financiera que golpea a España. En 2012, la fortuna volvió a sonreírle a la firma y sus extrabajadores regresaron a sus antiguos puestos laborales. "Felizmente, hoy en día tenemos trabajo para todos", comentó Legarda. "De hecho, estamos empleando a operarios de otras compañías del grupo que están pasando por momentos difíciles".
Fagor Arrasate es otra empresa de Mondragón que emplea a alrededor de 600 personas. Se encarga de elaborar máquinas que fabrican componentes de automóviles. La mayoría de los trabajadores de la firma son socios y accionistas en el negocio.
Los socios, algunos de los cuales son gerentes, tienen derecho a voto en una asamblea general que toma decisiones clave en el desarrollo empresa. Otro tipo de medidas tienen que ser aprobadas por un consejo de administración que es elegido por la asamblea.
Anoitz, un ingeniero de 34 años que trabaja en Fagor Arrasate, opinó: "Si muchas personas piensan cómo superar un problema, la solución es mejor". Un ejemplo que Anoitz ofrece para ejemplificar cómo funciona la empresa es que si el negocio no anda bien, los trabajadores pueden votar para reducir sus propios salarios.
Asimismo, el sueldo de los jefes en Mondragón no puede superar seis veces el promedio del salario de un empleado.
Cultura igualitaria
Oskar Goitia, director de Mondragón Automoción -un conglomerado de compañías del sector automotor de Mondragón- dijo que el modelo de negocios requiere "consenso".
Ninguna de las compañías que integran Mondragón han caído en quiebra. Admite que "lleva un poco más de tiempo explicar los planes y los proyectos". "Pero una vez se llega a un acuerdo, es mucho más fácil porque todo el mundo empuja hacia la misma dirección".
Las compañías que integran Mondragón no son inmunes a la crisis de la eurozona, pero ninguna de ellas ha quebrado. Y aunque se prevé que este año la economía vasca se contraerá un 1,2% de su Producto Interno Bruto y la española lo hará entre el 1,5% y el 1,8%, muchas de las compañías de la cooperativa están haciendo su negocio lejos de casa.
Sin embargo, de acuerdo con Manuel Escudero, un economista de la Escuela de Negocios Deusto en Bilbao, el modelo de Mondragón es difícil de exportar.
El experto explicó que la región disfruta de "una profunda cultura igualitaria". Esto, según Escudero, es lo que las personas que han viajado a Mondragón para conocer la fórmula de la cooperativa no han podido repetir en otras partes. BBC. Más sobre Mondragón en el blog.
(1) La profundidad y extensión de la crisis ha hecho mella también en Mondragón. Su buque insignia, Fagor, ha cerrado por problemas económicos, particularmente consideramos después de leer mucha prensa, que debido a mala gestión. En la polémica desatada unos consideran que ha fracasado el modelo y otros, por simplificar, considera que es la gestión... (Ver más aquí y aquí)
lunes, 5 de abril de 2010
Cooperativas Mondragón: la Democracia Económica es viable
Erik Olin Wright, destacado sociólogo de izquierda de EU, en la introducción del libro “Emancipatory Real Utopias” (Utopías reales emancipatorias, de muy próxima aparición) dice que hubo un tiempo en que: “tanto los críticos como los defensores del capitalismo creyeron que ‘otro mundo era posible’. Generalmente se le llamaba ‘socialismo’. La mayor parte de las personas en el mundo de hoy, especialmente en las regiones desarrolladas, han dejado de creer en esa posibilidad. El capitalismo reina triunfante y el pesimismo ha remplazado el optimismo de la voluntad que Gramsci dijo una vez era esencial para transformar el mundo”.
Así introduce Wright el propósito de su libro: contribuir a reconstruir el sentido de posibilidad del cambio social emancipatorio, investigando las posibilidades reales de instituciones radicalmente diferentes que puedan potencialmente adelantar los propósitos igualitarios históricamente asociados con la idea del socialismo. Para ilustrar de qué se trata todo esto, el autor proporciona cuatro ejemplos de utopías reales: la presupuestación participativa de Porto Alegre, Brasil; Wikipedia; las Cooperativas Mondragón (CM), y el Ingreso Básico Incondicional. Dice que las CM demuestran la falsedad de la sabiduría prevaleciente de que “en una economía de mercado, las empresas cuya propiedad y administración está en manos de los trabajadores sólo son viables si son pequeñas y la fuerza de trabajo es homogénea. Podrán llenar nichos en la economía capitalista, pero no serán capaces de producir bienes complejos con tecnología intensiva en capital, para lo cual se requieren relaciones de poder jerárquicas y relaciones de propiedad capitalistas”. Lo marcado en cursivas se puede expresar también diciendo que, según la sabiduría prevaleciente, la democracia económica es incompatible con la producción industrial moderna.
Otro profesor universitario de EU, David Schweickart, que ha dedicado toda su vida intelectual a escribir sobre las alternativas al capitalismo, en “After Capitalism” (Después del capitalismo: Rowman & Littlefield Publishers, Nueva York, 2002) toma la Democracia Económica (DE) como el elemento central de lo que podrá ser la sociedad poscapitalista. Para Schweickart, la DE tiene tres elementos esenciales, el segundo de los cuales comparte con el capitalismo: 1. control democrático por los trabajadores de todas las empresas productivas; 2. el mercado como mecanismo principal de interacción entre empresas y de éstas con los consumidores; 3. control social de la inversión. Para mostrar la viabilidad del control de los trabajadores, Schweickart se refiere a las cooperativas de madera chapada en el noroeste de EU, a las 20 mil cooperativas de producción que existen en Italia, a las CM que son más productivas y más rentables que las empresas capitalistas, y a otras experiencias. Dice Schweickart que:
No es sorprendente que las empresas autoadministradas por los trabajadores sean eficientes. Puesto que el ingreso de éstos está atado directamente a la salud financiera de la empresa, todos los trabajadores tienen un interés en seleccionar buenos administradores. Puesto que la mala administración no es difícil de detectar para quienes observan de cerca y sienten rápidamente sus efectos, la incompetencia no se tolera por mucho tiempo. Aún más, puesto que los individuos tienen interés de asegurarse que sus compañeros de trabajo trabajen eficazmente y en no aparecer ellos mismos como flojos, se requiere menos supervisión.
El autor presenta la experiencia de las CM como la prueba empírica más cercana de que la DE funciona. Cuenta así la historia de lo que sucedió. En 1943, el cura rojo (José María Arizmendiarrieta) que apenas se salvó de ser ejecutado por Franco durante la guerra civil, consternado porque creía que Dios da a casi todos igual potencial pero ningún joven de clase obrera de Mondragón había llegado a la universidad, fundó en dicho pueblo (del País Vasco español) una escuela para niños de la clase obrera, estructurada para promover la maestría técnica y los valores sociales y espirituales. Once de sus primeros 20 estudiantes lograron graduarse de ingenieros. En 1956 cinco de ellos con otros 18 trabajadores establecieron, a instancias del cura, una cooperativa para fabricar estufas y calentadores. En 1958 se estableció otra cooperativa para fabricar máquinas-herramientas. En 1959, otra vez a instancias de Arizmendiarrieta, se estableció un banco cooperativo (Caja Laboral), lo que resultó ser una innovación decisiva, dice Schweickhart, pues el banco se convirtió en el punto central del sector cooperativo, proveyendo capital y experiencia técnica a las cooperativas que deseaban expandirse y a las que deseaban afiliarse. La Corporación Mondragón (su nombre oficial actual) se expandió más allá del pueblo, narra Schweickhart, y desarrolló una amplia gama de estructuras de apoyo: varias instituciones educativas, entre ellas una universidad técnica (Eskola Politeknoia), institutos de investigación (Ikerlan e Ideko), una organización de seguridad social (Lagun Aro) y una cadena de tiendas para el consumidor (Eroski). Schweickhart valora así el estado actual de CM:
CM es hoy el poder económico dominante en la región vasca de España. Su división de bienes de capital es líder en máquinas herramientas de corte en toda España y en igual situación se encuentra la división que fabrica refrigeradores, lavadoras y lavavajillas. Ikerlan es la única empresa de investigación que cumplió las especificaciones técnicas de la NASA y, por tanto, pudo realizar un proyecto en el trasbordador espacial Columbia en 1993. La Eskola Politeknoia es considerada por muchos como el mejor instituto técnico de España. En pocas palabras, tenemos aquí una corporación comparable en tamaño y en sofisticación tecnológica a una empresa multinacional capitalista, pero que tiene una estructura interna radicalmente diferente. Esta corporación cooperativa, propiedad de los trabajadores y administrada por ellos, es en esencia una federación de cooperativas, cada una propiedad plena de sus trabajadores. Los trabajadores de cada cooperativa eligen, en la asamblea general anual, a su mesa directiva que a su vez nombra a los administradores y elige delegados al Congreso de CM, en el cual se evalúa el plan para las CM que, una vez aprobado, es obligatorio para todas las cooperativas... Seguir aquí.
Una persona excepcional para el nacimiento y éxito de las cooperativas de Mondragón fue, sin duda, José Mª Arizmendiarrieta Madariaga, sacerdote vasco que ha sido la eminencia gris y humana de todo el movimiento cooperativo surgido de Mondragón.
Así introduce Wright el propósito de su libro: contribuir a reconstruir el sentido de posibilidad del cambio social emancipatorio, investigando las posibilidades reales de instituciones radicalmente diferentes que puedan potencialmente adelantar los propósitos igualitarios históricamente asociados con la idea del socialismo. Para ilustrar de qué se trata todo esto, el autor proporciona cuatro ejemplos de utopías reales: la presupuestación participativa de Porto Alegre, Brasil; Wikipedia; las Cooperativas Mondragón (CM), y el Ingreso Básico Incondicional. Dice que las CM demuestran la falsedad de la sabiduría prevaleciente de que “en una economía de mercado, las empresas cuya propiedad y administración está en manos de los trabajadores sólo son viables si son pequeñas y la fuerza de trabajo es homogénea. Podrán llenar nichos en la economía capitalista, pero no serán capaces de producir bienes complejos con tecnología intensiva en capital, para lo cual se requieren relaciones de poder jerárquicas y relaciones de propiedad capitalistas”. Lo marcado en cursivas se puede expresar también diciendo que, según la sabiduría prevaleciente, la democracia económica es incompatible con la producción industrial moderna.
Otro profesor universitario de EU, David Schweickart, que ha dedicado toda su vida intelectual a escribir sobre las alternativas al capitalismo, en “After Capitalism” (Después del capitalismo: Rowman & Littlefield Publishers, Nueva York, 2002) toma la Democracia Económica (DE) como el elemento central de lo que podrá ser la sociedad poscapitalista. Para Schweickart, la DE tiene tres elementos esenciales, el segundo de los cuales comparte con el capitalismo: 1. control democrático por los trabajadores de todas las empresas productivas; 2. el mercado como mecanismo principal de interacción entre empresas y de éstas con los consumidores; 3. control social de la inversión. Para mostrar la viabilidad del control de los trabajadores, Schweickart se refiere a las cooperativas de madera chapada en el noroeste de EU, a las 20 mil cooperativas de producción que existen en Italia, a las CM que son más productivas y más rentables que las empresas capitalistas, y a otras experiencias. Dice Schweickart que:
No es sorprendente que las empresas autoadministradas por los trabajadores sean eficientes. Puesto que el ingreso de éstos está atado directamente a la salud financiera de la empresa, todos los trabajadores tienen un interés en seleccionar buenos administradores. Puesto que la mala administración no es difícil de detectar para quienes observan de cerca y sienten rápidamente sus efectos, la incompetencia no se tolera por mucho tiempo. Aún más, puesto que los individuos tienen interés de asegurarse que sus compañeros de trabajo trabajen eficazmente y en no aparecer ellos mismos como flojos, se requiere menos supervisión.
El autor presenta la experiencia de las CM como la prueba empírica más cercana de que la DE funciona. Cuenta así la historia de lo que sucedió. En 1943, el cura rojo (José María Arizmendiarrieta) que apenas se salvó de ser ejecutado por Franco durante la guerra civil, consternado porque creía que Dios da a casi todos igual potencial pero ningún joven de clase obrera de Mondragón había llegado a la universidad, fundó en dicho pueblo (del País Vasco español) una escuela para niños de la clase obrera, estructurada para promover la maestría técnica y los valores sociales y espirituales. Once de sus primeros 20 estudiantes lograron graduarse de ingenieros. En 1956 cinco de ellos con otros 18 trabajadores establecieron, a instancias del cura, una cooperativa para fabricar estufas y calentadores. En 1958 se estableció otra cooperativa para fabricar máquinas-herramientas. En 1959, otra vez a instancias de Arizmendiarrieta, se estableció un banco cooperativo (Caja Laboral), lo que resultó ser una innovación decisiva, dice Schweickhart, pues el banco se convirtió en el punto central del sector cooperativo, proveyendo capital y experiencia técnica a las cooperativas que deseaban expandirse y a las que deseaban afiliarse. La Corporación Mondragón (su nombre oficial actual) se expandió más allá del pueblo, narra Schweickhart, y desarrolló una amplia gama de estructuras de apoyo: varias instituciones educativas, entre ellas una universidad técnica (Eskola Politeknoia), institutos de investigación (Ikerlan e Ideko), una organización de seguridad social (Lagun Aro) y una cadena de tiendas para el consumidor (Eroski). Schweickhart valora así el estado actual de CM:
CM es hoy el poder económico dominante en la región vasca de España. Su división de bienes de capital es líder en máquinas herramientas de corte en toda España y en igual situación se encuentra la división que fabrica refrigeradores, lavadoras y lavavajillas. Ikerlan es la única empresa de investigación que cumplió las especificaciones técnicas de la NASA y, por tanto, pudo realizar un proyecto en el trasbordador espacial Columbia en 1993. La Eskola Politeknoia es considerada por muchos como el mejor instituto técnico de España. En pocas palabras, tenemos aquí una corporación comparable en tamaño y en sofisticación tecnológica a una empresa multinacional capitalista, pero que tiene una estructura interna radicalmente diferente. Esta corporación cooperativa, propiedad de los trabajadores y administrada por ellos, es en esencia una federación de cooperativas, cada una propiedad plena de sus trabajadores. Los trabajadores de cada cooperativa eligen, en la asamblea general anual, a su mesa directiva que a su vez nombra a los administradores y elige delegados al Congreso de CM, en el cual se evalúa el plan para las CM que, una vez aprobado, es obligatorio para todas las cooperativas... Seguir aquí.
Una persona excepcional para el nacimiento y éxito de las cooperativas de Mondragón fue, sin duda, José Mª Arizmendiarrieta Madariaga, sacerdote vasco que ha sido la eminencia gris y humana de todo el movimiento cooperativo surgido de Mondragón.
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