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sábado, 8 de agosto de 2015

Hace falta más empleo estable. La ocupación sigue creciendo, pero deberían revisarse los incentivos para crear puestos de trabajo permanentes


La evolución del mercado laboral en el segundo trimestre, medida en términos de Encuesta de Población Activa (EPA), ratifica que ya no hay marcha atrás en la creación de empleo y en la reducción del número de parados. Entre abril y junio se han generado casi 412.000 empleos, la tasa de paro ha caído 1,34 puntos (hasta el 22,37%) y el número de parados ha descendido en 295.000. Una mezcla de tenacidad en el crecimiento y el drástico abaratamiento de los costes laborales causado por la Reforma Laboral está drenando la inundación de paro, que llegó en el momento peor de la recesión a superar los 6 millones y que ahora refluye lentamente hacia la marca de los 5 millones.

El análisis estadístico, que sólo es un reflejo de la realidad del cual se espera que se extraigan decisiones políticas, muestra también signos leves de mejora en algunos parámetros significativos. Hay una caída trimestral (que no anual) de los hogares sin renta; y se está frenando el crecimiento del empleo a tiempo parcial. Si estos apuntes se confirmaran en los próximos trimestres podría insinuarse una mejora en la calidad estructural del mercado. Dígase lo anterior con grandes precauciones, porque el empleo temporal sigue creciendo y algunos analistas detectan que ya no se crea empleo al mismo ritmo que en 2014.

Habrá que esperar a la EPA del tercer trimestre para colocar en su exacta medida la buena evolución del segundo. Pero el gobierno debería recordar al menos dos cosas: la primera, que el empleo poco estable no puede fundamentar una recuperación sostenida, como se le ha recordado en varias ocasiones. La segunda, que sería útil revisar los incentivos económico-legales a la creación de empleo estable. Han demostrado muy poca eficacia; y o bien no convencen a las empresas o bien las asesorías laborales olvidan sistemáticamente su existencia. También podría ser que fueran insuficientes o engorrosos; en cualquier caso, merecen una revisión.
http://elpais.com/elpais/2015/07/23/opinion/1437668980_448975.html