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domingo, 25 de marzo de 2018

"Nos ofrecieron dos opciones, elegimos los paletazos": los castigos que se aplican en escuelas de Estados Unidos

Nos ofreció dos opciones de castigo, que debían ser aprobadas por nuestros padres. O bien sufriríamos dos golpes con una paleta o dos días de suspensión en la escuela".

Parece un fragmento de Las Aventuras de Tom Sawyer, la novela de Mark Twain en la que el profesor azotaba al protagonista cada vez que cometía una de sus travesuras.

El relato, sin embargo, no es ficción. En realidad es parte de una carta en la que Wylie A. Greer, un estudiante de una secundaria rural en Arkansas, Estados Unidos, narra cómo él y dos compañeros fueron castigados por salir de clase para participar en una huelga hace unos días en contra de la violencia de las armas.

"Los tres elegimos los paletazos, con el apoyo de nuestros padres", escribió Greer en un texto publicado por The Daily Beast.

"Los golpes no fueron dolorosos ni hirientes. No fue más que un quemón temporal en mis muslos".

"Uno de los directivos dijo, sin embargo, que este tipo de castigos no terminan siempre de esta manera", escribió Greer.

El caso se dio a conocer por su madre, Jerusalem Greer, quien en Twitter pareció elogiar la decisión de su hijo.

"Les dieron dos opciones de castigo. Escogieron el castigo corporal. Esta generación no anda jugando".

El mensaje generó decenas de miles de reacciones. Quienes golpearon a Greer, sin embargo, no estaban haciendo nada ilegal, ni fuera de lo común.

En 19 de los 50 estados de Estados Unidos está permitido aplicar castigos físicos a los alumnos en las escuelas públicas.

Estos castigos, que pueden incluir golpes con una paleta, nalgadas o bofetadas, son parte del reglamento de algunas escuelas, donde de manera general se dan las pautas para aplicarlos.

En la secundaria Greenbier donde estudia Wylie, por ejemplo, se autoriza el castigo corporal bajo ciertas condiciones, como que el estudiante pueda refutar las acusaciones que se le hacen, que el castigo se aplique en un lugar donde los demás estudiantes no lo puedan ver ni oír y que se haga en presencia de un testigo.

Además, el código dice que el castigo no puede ser "excesivo" ni "administrarse con malicia".

Una sentencia de la Corte Suprema de 1977 afirma que golpear a los estudiantes como reprimenda por un mal comportamiento no viola sus derechos ni va en contra de la Octava Enmienda de la Constitución, que prohíbe los "castigos crueles e inusuales".

Así, cada estado puede dictar sus propias normas para regular el castigo corporal en las escuelas públicas.

En Texas, este se define como "infligir dolor deliberadamente mediante golpes, tablazos, azotes, bofetadas u otra forma de fuerza física como medio de disciplina".

Según un reporte de 2017 de la ONG Children's Defense Fund, cada día en Estados Unidos 589 estudiantes reciben un castigo corporal. El cálculo lo hacen en base a un año escolar de 180 días.

Las organizaciones que monitorean la aplicación de estos castigos, indican que se aplican con mayor frecuencia en las áreas rurales y los estados del sur del país.

"En las áreas rurales en algunos casos la aplicación de estos castigos está asociada a creencias religiosas", le dice a BBC Mundo Víctor Vieth, director del Centro Nacional Gundersen para el Entrenamiento la Protección Infantil, basado en Wisconsin.

Vieth también menciona que estos castigos se aplican de manera "desproporcionada" a niños varones, minorías, niños que han sufrido algún tipo de abuso en su casa o padecen algún tipo de discapacidad.

David Osher, vicepresidente del Instituto Estadounidense de Investigaciones, especializado en disciplina escolar, dice que no conoce evidencia de que este tipo de castigos pueda tener algún tipo de beneficio.

Además del castigo en sí mismo, Osher critica la manera discrecional en la que cada escuela lo aplica.

"Hay casos en los que se aplica a comportamientos que no son violentos, como replicar, llegar tarde a clase o no hacer la tarea", le dice a BBC Mundo.

Según una publicación de la organización National Women's Law Center, entre 2013 y 2014, el 37% de los castigos corporales en Carolina del Norte se aplicaron por "ofensas menores o subjetivas como mal comportamiento en el autobús, falta de respeto al personal, uso del teléfono móvil, lenguaje inapropiado y otros malos comportamientos".

"Muchos de los niños que son problemáticos es porque sufren algún tipo de abuso en otro contexto, así que castigarlos físicamente lo que hace es traumatizarlos de nuevo", dice Osher.

"En muchos casos son castigados por comportamientos que ellos ni siquiera son capaces de controlar".

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Leer más, http://www.bbc.com/mundo/noticias-43479556#