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miércoles, 29 de junio de 2011

El poder puesto al desnudo por las crisis.

Crisis financiera,  desastre nuclear, convulsiones árabes
El colapso de un sistema financiero atrapado por su propia maldad; desafío a la energía nuclear después del desastre de Fukushima, estallidos de las sociedades en los países árabes que se consideraban estables. Sí, son diferentes los tres grandes acontecimientos que sacudieron al mundo, de forma flagrante revelan los límites de la misma lógica.
Tres grandes crisis sacuden al mundo, y defraudarán los problemas que puede surgir: el gran pánico financiero que se ha extendido desde finales de 2008, el accidente nuclear en Fukushima, que comenzó el 11 de marzo 2011, y la crisis de régimen en muchos países árabes, donde la gente se subleva desde el final de 2010.
A priori, no es razonable comparar estas crisis que se refieren a campos muy diferentes. La primera, parece suceder en un mundo virtual, se refiere a billones de dólares que se evaporaron de moneda escritural y las consecuencias de un segundo accidente grave de una tecnología para producir energía abundante y el tercero nació de una rebelión popular masiva contra las dictaduras militarizadas. No sería digno de yuxtaponer estos desastres puros, uno de los cuales sería el efecto de la "triunfo de la codicia" y el otro el resultado de un desastre natural imprevisible, y por último como un incendio que toma la dirección - deseable - de una "primavera de los pueblos".
Sin embargo, estos acontecimientos separados convergen en el mismo cuestionamiento del sistema capitalista mundial. Y este resultado no puede ser el heraldo del caos total de un concierto impresionante de maldiciones, sino más bien una descarga de la evolución - una "partera de la historia", para usar la metáfora marxista clásica.
Estas crisis han hecho tres cosas en común. Que socavan los pilares de la crítica del sistema: su base energética, su modo de orientación del trabajo humano por dinero y su necesidad de estabilidad política, especialmente en la periferia del centro liberal. Ellos muestran en cada una de estas áreas con el mismo estilo extravagante que lleva a riesgo tecnológico de riesgos financieros inaceptables fuera de control o la barrera autoritaria insoportable. Que revelan el poder de las tendencias que se oponen a su continuación: dinámicas de resistencia natural del ser humano de sociedades que en su conjunto rechazan su propia esclavitud ante la mala gestión en (...)


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Denis Duclos, Le Monde.
NEF.