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domingo, 4 de febrero de 2024

¿Qué es lo que funciona para el dolor de espalda?: las recomendaciones del primer manual de la OMS sobre el tema

Persona con dolores lumbares.

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Alrededor de 619 millones de personas sufrieron de dolor de espalda en 2020.

El dolor de espalda, más concretamente el dolor en la región lumbar, es uno de los problemas de salud que sorprende por el alto número de personas afectadas y lo poco que solemos conocer sobre el impacto significativo que tiene en la vida cotidiana.

Si nunca lo has padecido, lo más probable es que lo experimentes algún día.

Para que te hagas una idea, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que la lumbalgia es la principal causa de discapacidad en el planeta, limitando las actividades laborales y de ocio rutinarias que puedan hacer las personas que lo la padecen.

En 2020, aproximadamente 1 de cada 13 personas (más de 600 millones de individuos) sufrió al menos una vez este problema, lo que representó un aumento del 60% en comparación con 1990.

Y la OMS prevé que estas cifras sigan aumentan|do en las próximas décadas hasta afectar a unas 840 millones de personas en 2050.
Persona recibiendo un masaje.

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La organización señala que este problema de salud tiene repercusiones y costes para el individuo y para la sociedad en su conjunto, y por ello lanzó en diciembre de 2023 la primera directriz para orientar el tratamiento de la lumbalgia crónica (cuando las molestias duran más de tres meses seguidos).

El documento está firmado por varios expertos de todo el mundo, que han evaluado las pruebas científicas disponibles para determinar lo que realmente funciona -y lo que está contraindicado- a la hora de tratar este problema.

En cuanto a las prácticas recomendadas por los expertos, hay una mezcla entre cuidados más generales y permanentes, como programas de educación, sesiones con un psicólogo y ejercicio, hasta terapias puntuales para conseguir un alivio inmediato, como sencillos remedios antiinflamatorios y masajes.

Lo que funciona

Según las directrices de la OMS, los tratamientos para la lumbalgia que cuentan con cierto grado de evidencia positiva -en los que los beneficios superan a los riesgos- son:

Educación/asesoramiento estructurado y estandarizado

Programa estructurado de ejercicio físico

Acupuntura y otros métodos terapéuticos de punción

Terapia de manipulación espinal (un tipo de masaje)

Masaje

Terapia conductual operante (un tipo de psicoterapia)

Terapia cognitivo-conductual (un tipo de psicoterapia)

Medicamentos antiinflamatorios simples (como el ibuprofeno y el diclofenaco)

Preparados tópicos (aplicados sobre la piel) a base de pimienta de cayena (Capsicum annuum)

Atención biopsicosocial integral

Lo que no funciona

La directriz de la OMS también menciona los tratamientos que los investigadores consultados consideran desfavorables, es decir, que no están indicados para el dolor lumbar en general, porque los riesgos superan a los beneficios:

Tracción (equipos y técnicas que prometen aliviar la presión y el dolor en la columna vertebral)

Ultrasonidos terapéuticos

Neuroestimulación eléctrica transcutánea (TENS)

Cinturones y soportes lumbares

Fármacos de la clase opiácea

Antidepresivos de la clase de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina

Antidepresivos tricíclicos

Fármacos anticonvulsivantes

Relajantes del músculo esquelético

Fármacos de la clase de los corticoides

Anestésicos inyectables

Garra del diablo (Harpagophytum procumbens)/Medicamento a base de plantas

Sauces (Salix spp.)/Medicamento a base de plantas

Pérdida de peso promovida específicamente por fármacos contra la obesidad
Persona con un par de comprimidos y un vaso de agua.

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Persona con un par de comprimidos y un vaso de agua.

Algunos medicamentos, como el paracetamol, no tienen suficientes estudios para ser recomendados (o no) en el tratamiento de la lumbalgia.

Tratamientos sin estudios concluyentes

La lista de la OMS también destaca aquellas terapias de las que no hay suficientes pruebas científicas para saber con certeza si funcionan o no.

Según los autores del documento, es necesario esperar a nuevas investigaciones para saber más sobre estas opciones antes de incluirlas (o no) en la lista de tratamientos. Esta lista incluye:

Terapia conductual reactiva (un tipo de psicoterapia)

Terapia cognitiva (un tipo de psicoterapia)

Prácticas de atención plena y reducción del estrés

Paracetamol

Medicamentos de la clase de las benzodiacepinas

Preparados a base de cannabis

Preparados tópicos a base de árnica (Solidago chilensis)

Jengibre (Zingiber officinale)/Un medicamento a base de plantas

Preparados tópicos a base de lirio blanco (Lilium candidum)

Compresas tópicas con diferentes hierbas y fitoterápicos

Control del peso corporal mediante intervenciones no farmacológicas

En la guía, sólo un recurso terapéutico se consideró como una buena práctica, a pesar de la falta de estudios específicos sobre el tema: utilizar dispositivos que ayuden a la movilidad de las personas con dolor de espalda.

En específico se refiere a que, en momentos de crisis, puede ser necesario utilizar dispositivos que faciliten la locomoción y eviten accidentes, como barras de apoyo, bastones o muletas, por ejemplo.

También cabe destacar que el documento se ha elaborado sobre la base de cuatro principios fundamentales: tratamiento centrado en el paciente, equidad en el acceso, asistencia no estigmatizadora ni discriminatoria, y asistencia sanitaria coordinada e integrada.

Todo empieza con un buen diagnóstico

El doctor Marco Antonio Araújo da Rocha Loures, presidente de la Sociedad Brasileña de Reumatología, señala que el dolor de espalda puede tener un origen variado.

"La mayoría de las veces está relacionado con cuestiones posturales, la postura adoptada durante la jornada laboral e incluso factores psicológicos", dice el reumatólogo.

"Pero también puede ser que este dolor de espalda, en algunos casos, sea un signo de cáncer o de metástasis", añade.

La metástasis que menciona el médico significa la propagación de células cancerosas desde su origen a otras partes del cuerpo. Los huesos -especialmente las vértebras de la columna- suelen ser el lugar secundario donde van a parar y proliferan estas unidades enfermas.

Para hacer un diagnóstico adecuado, es importante acudir al médico si el dolor no desaparece al cabo de unos días.

El cirujano ortopédico y de columna Luciano Miller, del Hospital Israelita Albert Einstein de Sao Paulo, explica que la evaluación inicial debe tener lugar en la consulta del médico, y que las pruebas de imagen más elaboradas (como la tomografía computarizada y la resonancia magnética) sólo son necesarias para confirmar las sospechas en el diagnóstico o encontrar respuestas a casos complejos.

"Y también tenemos algunas señales de alerta, que indican si la dolencia podría ser más grave, como la pérdida de peso asociada a la lumbalgia, debilidad u hormigueo en una o ambas piernas, dolor que no mejora después de uno, dos o tres meses, pacientes con antecedentes de cáncer o cuando las molestias afectan a niños y ancianos", enumera.

Personas haciendo yoga. 

Personas haciendo yoga.

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Los cambios en la vida cotidiana a favor de una buena salud, como hacer ejercicio, son los que garantizan que el dolor no vuelva a aparecer al cabo de un tiempo.

Los expertos entrevistados por BBC News Brasil señalan también que, aunque la directriz presentada por la OMS sirva de guía y ayude a estandarizar los tratamientos para la lumbalgia crónica primaria (cuando la molestia no está causada por ninguna otra enfermedad específica), cada paciente debe ser atendido según sus propias particularidades.

Cuando el dolor de espalda de un individuo está relacionado con factores emocionales, por ejemplo, puede ser necesario someterse a una evaluación psiquiátrica e incluso utilizar ciertos fármacos antidepresivos (aunque no están directamente indicados para aliviar el dolor de espalda, según la OMS).

Por último, los médicos subrayan que no existe una fórmula mágica capaz de desatar de una vez por todas todos los nudos de una espalda: la medicación puede incluso suponer un alivio momentáneo, pero son los cambios en la vida cotidiana a favor de una buena salud los que garantizarán que el dolor no vuelva a aparecer al cabo de un tiempo.

"Un estilo de vida inadecuado, que implica sedentarismo, estrés e incluso tabaquismo, es el factor que con más frecuencia hace que la gente acuda al médico quejándose de dolor lumbar", dice Miller.

"Y no podemos limitarnos a tratar ese problema puntual. Tenemos que pensar en la prevención, que implica cuidar la postura y la ergonomía, seguir una dieta sana, adoptar una rutina de ejercicio físico que estire y fortalezca los músculos y cuidar la salud mental", concluye Rocha Loures.

sábado, 12 de septiembre de 2020

_- 8 ejercicios que puedes hacer en casa para aliviar el dolor del nervio ciático

_- El dolor del nervio ciático puede ser paralizante, en el peor de los casos.

Ahora que la pandemia ha obligado a mucha gente a trabajar desde casa pasando mucho tiempo sentada sin hacer mucha actividad física, son numerosos los problemas de salud que pueden surgir. Y uno de ellos es el dolor de ciática.

El dolor en el nervio ciático puede sentirse desde la parte baja de la espalda y extenderse por las nalgas, la parte de atrás de los muslos, hasta las rodillas y los pies, debido a que el nervio se ramifica desde la zona lumbar hasta estas extremidades.

6 consejos para combatir el dolor de espalda mientras trabajas desde casa
Algunas de las causas del dolor del nervio ciático pueden ser la presencia de una hernia discal, tumores en la columna, estenosis raquídea (estrechamiento de la columna) o síndrome piriforme (un problema muscular).

"El tipo de dolor puede darnos información sobre su origen", dice el doctor Delmas Bolin, profesor de Medicina Deportiva y Familiar del Edward Via College de Medicina Osteopática, a BBC Mundo.

Pero "pasar mucho tiempo sentado, especialmente en una posición estática, ejerce más presión sobre la zona lumbar y, específicamente, sobre los discos lumbares. Una mayor presión sobre estos discos con el tiempo puede llevar a que los discos se abulten y/o se hernien, lo que luego puede presionar el nervio ciático", explicó el doctor Kenneth Mautner, profesor de Medicina Física de la Universidad de Emory, a BBC Mundo.

Mautner señala que "mantener un tronco fuerte es la mejor manera de prevenir problemas de ciática", pero una vez que los tienes, existen decenas de ejercicios que pueden ayudarte a resolverlos.

Pero también hay ejercicios para aliviar el dolor de ciática, ya sea causado por el síndrome piriforme o algún otro problema en la columna. Estos pueden incluir poses de yoga como la del "gato-vaca", ejercicios de estabilización del tronco o estiramientos del músculo piriforme.

"Si me muevo me va a doler más": cuatro mitos sobre qué hacer y qué no hacer con el dolor de espalda Aquí te presentamos algunos, aunque debes recordar que antes de nada debes consultar a un especialista para determinar la causa del dolor del nervio ciático y la mejor terapia para tratarlo.

1. Estiramiento del piriforme en una silla
El doctor Bolin recomienda este y otros ejercicios detallados por el Hospital OrthoIndy, de EE.UU., para aliviar el síndrome del piriforme, que puede ser una de las causas del dolor del nervio ciático.

Para más información también puedes visitar la página www.orthoindy.com (en inglés). Para esta actividad, deberás sentarte en una silla y colocar un tobillo sobre la rodilla de la otra pierna.

A continuación, manteniendo la espalda recta, usa los brazos para acercar la rodilla hacia el hombro opuesto y mantén la postura durante cinco segundos, indica OrthoIndy. Trata de repetir el ejercicio cinco veces.

2. Estiramiento del piriforme echado de espaldas 
Echado de espaldas con las piernas dobladas y los pies sobre el suelo, coloca tu tobillo sobre la rodilla opuesta (igual que hiciste en la silla).

Trata de repetir este ejercicio todos los días. Suavemente, usa la rodilla para empujar tu tobillo hacia el tronco, con ayuda de tus manos.

OrthoIndy recomienda mantener la postura por 15 segundos y repetirla cinco veces al día.

El Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés) también recomienda este ejercicio en una guía para el síndrome del piriforme, y sugiere apoyar la cabeza sobre un libro o una almohada delgada al momento de ejecutarlo.

3. Rodilla al pecho
Este ejercicio es "bueno para la salud general de la espalda y pueden ayudar con la ciática", dice el doctor David Schwartz, cirujano de la columna del Hospital OrthoIndy, a BBC Mundo. Pero advierte también que "pueden empeorarla", si es que hay una hernia discal.

Para realizar este ejercicio según recomienda el NHS, échate de espaldas con la cabeza apoyada sobre un libro o una almohada delgada, dobla las rodillas y apoya los pies en el suelo, a la altura de las caderas. 

Puedes hacer este ejercicio con las rodillas juntas o una por una, dejando la otra pierna doblada y apoyada en el pie sobre el suelo. Usando las dos manos, acerca una de tus rodillas hacia el pecho y mantén la posición entre 20 y 30 segundos por cada rodilla.

Puedes repetir el ejercicio tres veces con cada rodilla, o con las rodillas juntas al mismo tiempo.

En vez de mantener la rodilla estática cerca del pecho, puedes acercarla y alejarla del pecho unas 10 veces con las manos. Esta variación puede ayudar con la ciática causada por estenosis espinal, según dice la fisioterapeuta Sammy Margo en una guía de ejercicios para la ciática del NHS.

4. Mover las rodillas juntas de un lado a otro 
Échate de espaldas, dobla las rodillas y coloca los pies juntos sobre el suelo. A continuación, mueve las rodillas juntas de un lado del tronco hacia el otro.

Este ejercicio sirve "para movilizar la espalda baja, que es de donde sale el nervio ciático", detalla Margo en la guía de ejercicios del NHS para la ciática.

Este movimiento ayuda con el dolor del nervio causado por el síndrome del piriforme, estenosis espinal y enfermedad degenerativa de los discos, de acuerdo al NHS.

5. Puente
Échate de espaldas y dobla las piernas, apoyando los pies en el suelo.

Este ejercicio puede ayudarte con el síndrome del piriforme. Luego, eleva las caderas lentamente hasta formar un "puente" con el tronco.

Completa tres series de 10 repeticiones de este ejercicio, que servirá para aliviar la inflamación en el músculo piriforme, según sugiere OrthoIndy.

El NHS de Reino Unido también recomienda este ejercicio cuando el dolor del nervio ciático es causado por una enfermedad degenerativa de los discos de la columna.

El doctor Schwartz le dijo a BBC Mundo que este ejercicio ayuda a fortalecer el tronco, que es una de las maneras de prevenir la ciática.

6. Estiramiento de los isquiotibiales 
Los isquiotibiales son un grupo de músculos ubicados en la parte posterior del muslo, desde los glúteos a las rodillas.

Si no puedes elevar la pierna tan alto, no te preocupes. Levántala y estira el tronco hasta donde el cuerpo te lo permita. Para estirarlos, párate y apoya un pie en una superficie estable, como un banco o una silla, manteniendo la pierna estirada.

Inclina el tronco hacia la pierna, pero sin arquear la espalda.

Mantén la postura por entre 20 y 30 segundos y repítela dos o tres veces por cada pierna, según recomienda el NHS.

"Los ejercicios que estiran los isquiotibiales generalmente son útiles para mejorar el funcionamiento del área y reducir el riesgo de exacerbaciones de la ciática", dijo el doctor Jeffrey N. Katz, profesor de Medicina y Cirugía Ortopédica de la Escuela Médica de Harvard, a BBC Mundo.

Sin embargo, el doctor Schwartz, de OrthoIndy, advierte que estas actividades en algunos casos pueden irritar el nervio ciático.

7. Extensión de la espalda
Échate boca abajo, apóyate en los antebrazos, con las palmas de las manos sobre el suelo, y arquea la espalda hacia atrás.

El NHS recomienda mantener la posición por cinco o 10 segundos y repetirla entre ocho y 10 veces. Los codos deben quedar a la altura de las costillas, pegados a estas, y debes mantener el cuello recto, sin inclinarlo hacia atrás.

El NHS recomienda mantener la posición por cinco o 10 segundos y repetirla entre ocho y 10 veces.

Esta pose "crea una extensión espinal que ayuda a empujar el material de los discos (que pueden estar comprimiendo el nervio) hacia el centro y reduce el dolor", según una guía de ejercicios publicada por el fisioterapeuta Brandon Smith y la quiropráctica Shaina McQuilkie en la web Back Intelligence y enviada a BBC Mundo.

8. Gato-vaca
Debido a que el dolor del nervio ciático empeora al estar sentado o doblado hacia adelante, "uno de los principales tratamientos consiste en trabajar ejercicios de extensión", dice el doctor Mautner a BBC Mundo.

Este ejercicio ayuda en la estabilización de la zona lumbar. Estos ejercicios incluyen poses como la de "gato-vaca", que se ve en la imagen, o también conocida como "gato-camello".

La pose está en el grupo de ejercicios para la "estabilización de la zona lumbar y que se usan después de unas seis semanas del inicio de la ciática", dijo el doctor Brett Freedman, de la Clínica Mayo, a BBC Mundo.

Según el Hospital OrthoIndy, este estiramiento no solo "alivia el estrés o el dolor de la espalda baja y la ciática", sino que también "fortalece la columna".

Para ejecutarlo, apóyate en los brazos y piernas (como en cuatro patas), arquea tu columna hacia arriba, con la cabeza inclinada hacia abajo.

Luego, arquea la columna hacia abajo, con la cabeza mirando hacia arriba. Alterna ambos movimientos.

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