Pero no comencé mi trayectoria culinaria —que ha consistido en trabajar en restaurantes elegantes, presentar videos en internet y hacer un recetario— con comidas extravagantes o platillos complicados. Todo buen cocinero primero tiene que dominar lo básico, como tomar un cuchillo de la manera correcta, sazonar la comida y conocer sus hornillas y sartenes. Tal vez no sea lo más emocionante, pero todos tenemos que empezar por algo. (Les juro que incluso un profesional como Gordon Ramsay alguna vez picó las cebollas con lentitud y de manera desigual, quizás con un cuchillo desafilado). Por esa razón, junto al equipo de The New York Times Cooking, a lo largo del año pasado, hemos estado trabajando en una serie totalmente nueva de videos para enseñarte a cocinar, sean cuales sean tus razones para hacerlo.
¿La primera lección? Huevos
Puede que hayas hecho un montón de huevos en tu vida, o puede que recurras a comprarlos hechos. En cualquier caso, hay mucho que aprender sobre este ingrediente fundamental, y te lo contaré todo en el primer episodio de esta serie.
Aprende a comprarlos bien: entiende el etiquetado y conoce las partes del huevo (¡más allá de la clara y la yema!).
Prepara los huevos revueltos más esponjosos: aprende cómo la temperatura, el batido y la sazón pueden dar resultados diferentes.
Haz unos perfectos huevos fritos con bordes crujientes: ponlos rápidamente en una sartén de hierro fundido bien caliente (las sartenes antiadherentes no retienen bien el calor) y úntalos con la grasa de la cocción.
Conviértete en un experto en la cocción de las yemas: pinchar las yemas una vez sacadas de la sartén te ayudará a saber cómo están de cocidas.
Hierve huevos fáciles de pelar: los huevos fríos se meten en agua hirviendo y luego en un baño de hielo una vez cocidos. Los cambios drásticos de temperatura ayudan a separar las cáscaras de los huevos cocidos.
Escalfa a la perfección: un suave burbujeo del agua donde vas a escalfar y colarlos un poco ayudan a crear una forma limpia.
¡Y mucho más!
https://www.nytimes.com/es/2024/01/18/espanol/consejos-cocina.html
Aprende a comprarlos bien: entiende el etiquetado y conoce las partes del huevo (¡más allá de la clara y la yema!).
Prepara los huevos revueltos más esponjosos: aprende cómo la temperatura, el batido y la sazón pueden dar resultados diferentes.
Haz unos perfectos huevos fritos con bordes crujientes: ponlos rápidamente en una sartén de hierro fundido bien caliente (las sartenes antiadherentes no retienen bien el calor) y úntalos con la grasa de la cocción.
Conviértete en un experto en la cocción de las yemas: pinchar las yemas una vez sacadas de la sartén te ayudará a saber cómo están de cocidas.
Hierve huevos fáciles de pelar: los huevos fríos se meten en agua hirviendo y luego en un baño de hielo una vez cocidos. Los cambios drásticos de temperatura ayudan a separar las cáscaras de los huevos cocidos.
Escalfa a la perfección: un suave burbujeo del agua donde vas a escalfar y colarlos un poco ayudan a crear una forma limpia.
¡Y mucho más!
https://www.nytimes.com/es/2024/01/18/espanol/consejos-cocina.html