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jueves, 17 de agosto de 2017

Millones de mujeres y niños en manos de traficantes de personas

Baher Kamal
IPS

En este preciso instante, millones de personas huyen de conflictos armados, de las consecuencias del cambio climático, de las desigualdades y de la extrema pobreza, y son presa fácil de traficantes al acecho para someterlas a explotación sexual, trabajo forzoso o hasta para extraerles órganos.

Además, 79 por ciento de las víctimas de trata son mujeres, niñas y niños, según el Informe sobre el Tráfico de Personas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).

Millones de niñas y niños, mujeres y hombres caen todos los años en manos de traficantes que los atraen con falsas promesas y engaños. Crédito: ONU Armenia.

El drama es inmenso. Millones de niñas y niños, mujeres y hombres caen todos los años en manos de traficantes que los atraen con falsas promesas y engaños, denuncia el documento publicado el 30 de este mes con motivo del Día Mundial contra la Trata de Personas.

El “delito horrendo” se perpetúa mientras usted lee este artículo y ocurre en “mercados de esclavos” públicos.

La compra y venta de migrantes es un negocio enorme. De hecho, la trata y el tráfico humano se volvió un negocio mundial multimillonario, que afecta a casi todos los países del mundo, denunció el director ejecutivo de UNODC, Yury Fedotov.

Robados
“En la actualidad, hay millones de personas cuya libertad, dignidad y derechos humanos esenciales fueron robados. Las someten a explotación sexual, trabajo forzado, servidumbre doméstica, mendicidad forzada, robo, pornografía en Internet y hasta las obligan a ‘vender’ órganos y piel”, señala el informe.

“El negocio inhumano está lejos de reducirse; entre 2012 y 2014, se detectaron más de 500 flujos de tráfico, y en países de Europa del oeste y del sur se encontraron víctimas de 137 nacionalidades diferentes”, detalla el documento. Es decir, “el delito de trata de personas ocurre en casi todas partes”.

Los tipos de trata más comunes son explotación sexual y trabajo forzoso, precisa el informe, pero también hay muchas otras como obligar a las víctimas a mendigar, matrimonios por conveniencia, fraude, producción de pornografía, extracción de órganos vitales, entre otros.

Muchos países penalizan a la mayoría de las formas de trata de personas, como establecen los protocolos de la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional. El número de países que combaten este tipo de delitos aumentó de 33, en 2003, a 158, en 2016, lo que es una buena señal y ha ayudado a asistir a las víctimas y a procesar a los responsables, destacó Fedotov.

“Lamentablemente, el número de condenas sigue siendo bajo. Las conclusiones de la UNODC muestran que hay una estrecha correlación entre el tiempo que hace que la ley fue aprobada y el número de condenas.”

¿Qué es la trata de personas?
La ONU define a la trata de personas como un delito basado en la explotación de mujeres, niños y hombres con numerosos propósitos, incluidos el trabajo forzoso y el sexo.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que 21 millones de personas son víctimas de trabajo forzoso en el mundo, entre las que están las traficadas con fines de explotación laboral y sexual.

No se sabe exactamente cuántas de esas personas son traficadas, pero las estimaciones indican que habría millones de víctimas en el mundo.

“Todos los países del mundo están afectados por la trata de personas, ya sea que sean un país de origen, tránsito o destino de víctimas. Los niños representan una de cada tres víctimas”, denuncia el informe.

Otro acontecimiento importante es la Reunión de Alto Nivel de Refugiados y Migrantes, de la cual salió la innovadora Declaración de Nueva York, el 19 de septiembre de 2016. De los 19 compromisos acordados, tres se refieren a acciones concretas contra la trata y el tráfico humano.

Proteger, asistir a personas víctimas de trata
Este año, la UNODC decidió conmemorar el Día Mundial contra la Trata de Personas subrayando la necesidad de “actuar para proteger y asistir a las víctimas de trata”.

Este asunto subraya uno de los asuntos más acuciantes de nuestro tiempo, la gran mezcla de movimientos migratorios, que incluyen a los refugiados, pero también a otros.

El objetivo es realzar el impacto de conflictos y desastres naturales, así como los múltiples riesgos que supone la trata de personas para muchas víctimas.

También pone de relieve la cuestión clave en materia de respuesta a la trata, y es que no se identifica como tal a la mayoría de las víctimas y, por lo tanto, no pueden acceder a la asistencia ni a la protección prevista.

Luchando contra la trata de personas desde los años 90
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) trabaja contra la trata y el tráfico humano desde la década de los año 90.

“Nuestros principales objetivos son evitar la trata de personas y proteger a las víctimas, en momentos ordinarios y de crisis, a la vez que les ofrecemos apoyo para su recuperación, mediante una integración segura y sostenible, apoyo para regresar a sus países de origen o, en algunas circunstancias, para reasentarse en un tercer país”, precisa la OIM.

Hasta ahora asistió a unas 90.000 víctimas de trata y tráfico. “Para garantizar su libertad y la oportunidad de rehacer sus vidas, la asistencia de la OIM incluye alojamiento seguro, apoyo médico y psicosocial y reintegración y regreso voluntario asistido”, precisó.

La OIM trabaja con gobiernos, sector privado, organizaciones de la sociedad civil y otras agencias de las Naciones Unidas para “proteger a las víctimas de trata y de otras formas asociadas de explotación y abuso, evitar la ocurrencia de esos abusos y apoyar el desarrollo y la implementación de políticas destinadas a la prevención y el procesamiento de esos delitos y de la protección de víctimas”.

El enfoque de la agencia se basa en el respeto por los derechos humanos, el apoyo al bienestar físico, mental y social de las persona y su comunidad y la sostenibilidad mediante la construcción de capacidades y la facilitación de soluciones duraderas para todos los beneficiarios.

Fuente:
http://www.ipsnoticias.net/2017/07/millones-de-mujeres-y-ninos-en-manos-de-traficantes-de-personas/

viernes, 9 de junio de 2017

Brasil: El desmembramiento del programa contra la esclavitud más famoso del mundo

El 28 de marzo inspectores federales llevaron a cabo una redada en una remota granja del río Araguaia, que bordea el límite oriental del bosque tropical del Amazonas en Brasil. Descubrieron a una familia de cinco personas, incluido un bebé, que vivían en un cobertizo de ganado con ratas, ranas y murciélagos. Carecían de retrete o agua potable y les habían pagado 550 dólares por dos años de trabajo agrícola. “Nunca imaginé que saldría de esta situación”, le dijo a los investigadores el patriarca de la familia, Luiz Cardoso da Silva, de 69 años. “Pensé que mi vida se terminaba aquí”. El caso lo llevan ahora los fiscales federales, que tienen pensado incoar proceso.

Desde 1995, Brasil ha dispuesto de uno de los programas más celebrados del mundo para el rescate de unos 161.000 esclavos modernos, aproximadamente, y castigar a las empresas que les maltratan. Pero con intereses empresariales estrechamente alineados con el presidente Michel Temer y facciones poderosas en el Congreso brasileño, estas protecciones se están viendo severamente minadas. Muchos elementos clave — una lista negra pública de empresas culpables y leyes laborales que permiten el castigo de grandes empresas por la actuación de contratistas — están amenazados. Se está recortando el número de inspectores federales que llevan a cabo las redadas. Y una proposición de ley intenta cambiar la definición de esclavitud, aboliendo en palabras buena parte de la misma. “Hoy tenemos en Brasil algunas de las leyes más avanzadas del mundo para combatir la esclavitud moderna”, declara a OZY Ronaldo Fleury, fiscal jefe laboral de Brasil. “Pero nos enfrentamos a una regresión de 130 años. Estamos hablando de tratar a la gente como seres humanos”.

Los esclavistas transportaron a casi cinco millones de africanos a Brasil — más de diez veces la cifra de los enviados a los Estados Unidos — desde el siglo XVI y hasta la abolición de la esclavitud en 1888. Desde 1995, equipos itinerantes de inspectores han liberado a casi 50.000 personas, como Cardoso da Silva y su familia, de “condiciones análogas a la esclavitud”, que es la amplia definición legal del país de trabajo forzado, servidumbre por deudas, condiciones degradantes que violan los derechos humanos o trabajo excesivo que pone en peligro la vida o la salud. La esclavitud es absolutamente preponderante en el bosque tropical amazónico, en los ranchos de ganado, en los campos de carbón vegetal y en la deforestación y tala ilegales de la selva. “Las escuadras móviles han sido enormemente eficaces”, declara Ginny Baumann, alto directivo de programas del Fondo para la Libertad, un organismo filantrópico privado dedicado a acabar con la esclavitud. “Pero la ‘lista sucia’ es la que ha puesto a Brazil por delante de cualquier otro país al desincentivar a las empresas”.

Esa lista negra pública de empresas a las que han pescado recurriendo a trabajo esclavo es hoy objeto de repetidos ataques. En diciembre de de 2014, un grupo de presión empresarial persuadió, según se supo, al Tribunal Supremo para que suspendiera la publicación de la lista, que servía para avergonzar a los transgresores y permitía sanciones tales como la retención de préstamos de bancos del Estado. La resolución se produjo tras una petición de la Asociación Brasileña de Promotores Inmobiliarios (Abrainc), que comprende muchas de las grandes empresas de construcción, entre ellas una filial de la macroempresa brasileña Odebrecht, la cual reconoció haber mantenido un programa masivo de sobornos y ha sido condenada asimismo por recurrir a trabajo esclavo. El mes pasado, la empresa se avino a pagar una multa de 9,5 millones de dólares por la forma en que trató a cuatrocientos trabajadores brasileños en la obra de construcción de un ingenio azucarero en Angola.

Ese fallo se anuló en mayo de 2016, pero el Ministerio de Trabajo declinó volver a publicar la lista, pese a que las Naciones Unidas le urgieran a ello. Sólo meses después de acciones legales por parte de fiscales laborales volvió a publicarse de nuevo sólo con 68 nombres. “El Ministerio de Trabajo ocasionó todos los problemas que pudo para evitar la publicación de la lista”, afirma Leonardo Sakamoto, coordinador de Repórter Brasil, una organización no gubernamental que hace campaña para erradicar la esclavitud“. Ahora los bancos públicos que se atenían a la lista ya no saben si es fiable o si seguirá publicándose en el futuro”.

Otro golpe fue el asestado el 31 de marzo, cuando el presidente Temer firmó un proyecto de ley que permite a las compañías subcontratar actividades centrales. El 92 % de los casos de trabajo esclavo implica subcontratación, lo mismo que ocho de cada diez accidentes industriales. La empresa española Zara, la mayor cadena de tiendas de ropa al por menor del mundo, ha reconocido que existía trabajo esclavo en la cadena de suministro que confeccionaba su ropa en Brasil en 2011. Vale, una multinacional brasileña que es la mayor productora del mundo de mineral de hierro, se enfrentaba también a acusaciones de que sus conductores subcontratados en una mina se vieron sometidos a condiciones “desagradables” y obligados a trabajar 23 horas sin parar, con una pausa de sólo 40 minutos.

La nueva ley hará más difícil que los tribunales juzguen responsable a una empresa grande si subcontrata sus actividades centrales a una firma a la que se descubra recurriendo a trabajo esclavo. “Está claro que existe una agenda empresarial detrás de estos cambios” afirma Fleury, el fiscal. “La subcontratación es condición necesaria de la existencia de trabajo esclavo”.

Quienes apoyan la ley, que tendrá efectos de amplio espectro sobre la economía y los derechos de los trabajadores de Brasil, afirman que ayudará reducir los trece millones de desempleados y contribuirá a la competitividad. “En modo alguno crea esta ley problema alguno para los trabajadores”, afirma el patrocinador del proyecto de ley, el diputado federal Laércio Oliveira. “Muy al contrario”.

Otra ley que se debate en el Congreso podría recortar de modo significativo la definición progresista de esclavitud, eliminando la mención de condiciones degradantes que violan los derechos humanos o de exceso de trabajo que amenaza la vida o la salud. Sólo se considerarían esclavitud las situaciones que presenten cautiverio, coacción o castigo.

En enero, un informe del Ministerio Público Federal de Brasil, un organismo de fiscales públicos, declaraba que el cambio representaba “una enorme regresión social, pues se retraía de una concepción moderna del trabajo esclavo, relegándola puramente a la noción clásica de esclavitud como restricción exclusivamente de la libertad física”.

Los inspectores de trabajo de Brasil, un elemento crucial en la lucha contra la esclavitud, también se han visto afectados por la campaña de austeridad que ha barrido el gobierno federal. El Ministerio de Trabajo dispone ahora sólo de cuatro unidades móviles de inspección, frente a las nueve de 2009. El número de esclavos rescatados ha ido también descendiendo constantemente, desde un máximo de 5.999 en 2007 a 749 en 2016, aunque el año pasado registró una prolongada huelga de inspectores. La cifra de inspectores también ha descendido de modo semejante, de 3.142 en 2008 a 2.450 en la actualidad, de acuerdo con el SINAIT, su sindicato nacional. “La lucha contra el trabajo esclavo sufrirá, por supuesto, las repercusiones de una cifra menor de inspectores”, afirma un portavoz.

Los activistas se preguntan cuánta presión más puede aguantar el sistema. “Estamos sufriendo una blitzkrieg de ataques simultáneamente”, dice Sakamoto, el coordinador de la ONG. “Sólo esperamos que podamos llegar a 2018 con la lucha contra la esclavitud todavía en marcha”.

Matt Sandy joven periodista británico formado en la Universidad de Warwick, trabajó como reportero para el dominical The Mail on Sunday. Radicado en Rio de Janeiro desde 2012, colabora frecuentemente con revistas como OZY o Time, y en medios como Al Jazeera America. En Brasil ha investigado casos como la lucha de los indígenas munduruku para preservar sus tierras amazónicas de un proyecto de presa hidroeléctrica, el escándalo de corrupción de la mina de oro de Serra Pelada o el asesinato de más de cincuenta indigentes sin techo en la ciudad de Goiânia.

Fuente: OZY, 28 de abril de 2017
Traducción: Lucas Antón

http://www.sinpermiso.info/textos/brasil-el-desmembramiento-del-programa-contra-la-esclavitud-mas-famoso-del-mundo