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miércoles, 9 de septiembre de 2009

Septiembre en Mallorca

Y ya en Mallorca, conocer sus ciudades y sus playas, sus campos y montañas, ... Me han sorprendido todos sus lugares por su belleza y su clima pero, sobre todo, por la amabilidad y simpatía de su gente. La capital, Palma, tiene un centro histórico magnífico que no podemos dejar de visitar. Sus patios y palacios tienen un atractivo especial.

Han sido muy pocos días, insuficiente para conocer tantas maravillas de la isla. Lo poco que hemos conocido nos ha conquistado como para volver con más tiempo para disfrutar de su naturaleza y sus gentes. Entiendo ahora por qué acuden tantos millones de turistas. De los pocos lugares que hemos podido visitar, el viaje en tren a Soller ha sido magnífico. Sale el tren (desde 1912 funcionando a vapor y desde 1929 eléctrificado por Siemens) de Palma y después de recorrer más de 27 km a través de llanuras y cruzar la Sierra de la Tramontana llega al valle donde se encuentra Soller. En la ciudad se toma un tranvía que desde 1913 recorre los 4,5 km que llevan al puerto de Soller. El bello puerto está en una bahía que forma un puerto natural. Allí se pueden degustar las famosas gambas de Soller. Nosotros la tomamos a la Mallorquina, hechas en la sartén con cebollas, ajos, guindilla y vino blanco; deliciosas. Continuamos con un mero a la mallorquina; con un fondo de patatas y cebollas, el mero al horno con verduras y piñones. Un vino de Mallorca, Blanc de Blanc completó la degustación. 

Si te acompaña una bella mujer es el camino a la gloría que, sin duda, está aquí en la Tierra. Para completar el paraíso no debemos demorarnos mucho, el atardecer se adelanta respecto a la península y más con respecto al oeste peninsular, donde vivimos. Contemplar el atardecer es sentirse en el mismo Edén. (Plato de gambas a la Mallorquina)

lunes, 24 de agosto de 2009

Portugal, tan cerca y tan lejos.

Playa de Comporta
Portugal, nuestro vecino de al lado, ese país tan peculiar que a tantos nos atrae y, a veces, otros ignoran es, sin duda, un hermoso y bello país. A nosotros nos gusta tanto que lo recomendamos sin ninguna duda. Tiene muchas cosas maravillosas como su gente, la comida, los postres de dulces, sus monumentos, sus pueblos escondidos o a la vista de todos, en lo alto de un monte o al fondo de un valle o su capital, Lisboa, única, atlántica, bellísima,... también tiene playas magníficas y enormes, como la de Comporta, en la costa sur de Setúbal que en realidad se extiende hacia el sur en kilómetros y kilómetros de arena y mar azul esmeralda. Eso sí, sus aguas son frías y los servicios escasos para la cantidad de personas que acuden los fines de semana de agosto.
Si el agua estuviese más templada y los servicios fuesen más abundantes, serían, sin duda, una competencia muy seria para España. Si continua así, conviviremos apaciblemente.
Otra dificultad, no menor, es que los precios han subido mucho,... En fin, a pesar del agua fría, para quien se quiera bañar, y de que los precios ya no son lo que eran, un viaje, al menos, por la vecina Portugal, al año es absolutamente recomendable para todo aquel que lo pueda hacer. (foto del autor. Atardecer en un tranvía de Lisboa).