Se trata de Pelayos de la Presa, una población situada al suroeste de la Comunidad de Madrid que tiene 2.572 habitantes.
El alcalde se ha negado reiteradamente a cambiar la denominación de la plaza del Generalísimo, donde se sitúa el Ayuntamiento.
El Defensor del Pueblo, institución que dirige la política del PP Soledad Becerril, ha emitido la primera resolución que avala la aplicación directa de la Ley de Memoria Histórica en España. En un escrito enviado a principios del mes de mayo, Becerril insta al ayuntamiento de la localidad madrileña de Pelayos de la Presa (2.572 habitantes) a cumplir la normativa vigente y a retirar de sus calles las denominaciones que exalten la dictadura franquista y a sus protagonistas.
Según la institución, el artículo 15.1 de la ley 52/2007 —elaborada por el primer gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero— establece "imperativamente" que las administraciones públicas tomarán medidas para retirar los escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas que exalten de forma personal o colectiva la sublevación militar, la Guerra Civil y la represión de la dictadura. Solo quedan al margen aquellas en las que no se exalte a los bandos enfrentados o aquellas que estén protegidas legalmente por razones artísticas, arquitectónicas o religiosas.
Nada más entrar en vigor la ley, el PSOE de Pelayos instó a Herminio Cercas, alcalde por el PP, a cambiar nombre de la Plaza del Generalísimo, en la que se erige el Ayuntamiento, por el de Plaza de la Constitución. Los socialistas alegaban que el órgano de gobierno democrático del municipio no podía asentarse en un lugar que homenajeaba al dictador Francisco Franco.
También solicitaron cambiar la denominación de las calles dedicadas a Calvo Sotelo, ministro durante la dictadura de Primo de Rivera y nombrado 'Protomártir del Movimiento Nacional', y José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange Española.
El alcalde, respaldado por su grupo, se negó a aceptar la propuesta alegando que el cambio no era una prioridad ni era del interés de los vecinos. Por el mismo motivo rechazó una moción similar presentada por el grupo independiente Nos Gusta Vivir Aquí.
El PSOE decidió entonces recurrir a la Defensora del Pueblo. Esta abrió un expediente que ahora queda cerrado con una última comunicación.
En ella, Soledad Becerril desestima la excusas del alcalde, que argumentó ante la defensora que "gran parte del municipio está de acuerdo con el nombre actual" —aunque no ha existido ninguna consulta pública oficial— y que "nunca" ha habido quejas por las denominaciones.
El primer edil admite, sin embargo, que el emplazamiento es conocido mayoritariamente como la "plaza del Ayuntamiento" o "plaza de la fuente" —por el surtidor que adorna la misma—, por lo que, en teoría, tampoco habría problema en rebautizarlas. El emplazamiento llegó a ser reformado con dinero de la Comunidad de Madrid, pero mantuvo su nombre.
Becerril concluye ahora que Pelayos tiene que cumplir con el "deber legal" que le impone la ley. Si no lo hace, recuerda a la oposición que puede llevar la cuestión a los tribunales, puesto que el Defensor, pese a su importancia, carece de poder ejecutivo.
Recurso a la Justicia
El PSOE local volverá a presentar su moción en el pleno ordinario del mes de junio. "Estamos convencidos de que nos dirán que no. Así que ya estamos estudiando cómo presentarlo ante un juez", responde su portavoz, Mar García. Esta vía es la misma que el propio alcalde retó a tomar a la oposición si quería modificar algo.
El alcalde Herminio Cercas, no ha querido atender a 20minutos para explicar cómo procederá ahora. Su hermano es propietario del bar restaurante El Mirador, situado en el municipio. En el comedor del mismo se exhiben retratos de Franco, Primo de Rivera o el ex ministro franquista y después presidente de Galicia Manuel Fraga (imagen procedente de la web losotros.foroactivo.com). Otra de las atracciones es una figura a tamaño natural de un guardia civil.
En todo Madrid
Pelayos de la Presa no es el único municipio que conserva símbolos franquistas o calles que hacen referencia a la dictadura y la Guerra Civil.
En Madrid capital aún perduran calles como Caídos de la División Azul, unidad española que Franco envió a luchar del lado del ejército nazi durante la II Guerra Mundial, o el Parque Carlos Arias Navarro (Aluche), que el PP se negó a cambiar de nombre a pesar de estar dedicado al último presidente del gobierno franquista. El caudillo aún goza de una travesía en la ciudad.
En Boadilla del Monte, el PP tampoco quiso sustituir la Avenida del Generalísimo por la de Esperanza Aguirre. El partido Alternativa por Boadilla lo propuso con tal de evitar el nombre del dictador, pero ni aun así consiguió convencer al equipo de Gobierno.
El pasado 12 de mayo el gobierno central reconoció que no ha retirado ningún vestigio franquista de los edificios o complejos propiedad de la Administración del Estado desde que tomó posesión en diciembre de 2011.
Fuente 20minutos.es Ver la noticia aquí.
Si tenéis un momento escuchar esta maravilla que nos llega desde Galicia, España.
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lunes, 3 de junio de 2013
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