miércoles, 26 de marzo de 2025

De niños, huyeron solos de los nazis. Unos documentos recién encontrados cuentan su historia.

Una fotografía en blanco y negro de tres niños de pie en un jardín.
Hanna Zack Miley, en el centro, en su primer día en Inglaterra tras ser evacuada de la Alemania nazi mediante el Kindertransport, en julio de 1939.Credit...vía Hanna Zack Miley
Casi 10.000 niños judíos huyeron al Reino Unido desde Europa entre diciembre de 1938 y septiembre de 1939. Hasta hace poco no se sabía mucho de su travesía.

Cuando Hanna Zack Miley subió a un tren alemán en julio de 1939, no sabía que el viaje cambiaría su vida para siempre.

Entonces tenía 7 años y estaba a punto de viajar al Reino Unido sin sus padres. Recuerda que se despidió de ellos en el andén de la estación de tren de Colonia, Alemania. “Me dijeron que era un lindo viaje y yo lo creí”, dijo Miley, hija única. “Creo que intentaban que fuera más fácil para mí. Era la niña de sus ojos”. 

 Mientras sus piernitas subían las empinadas escaleras del tren, quiso mirar de nuevo a sus padres. “Me giré y vi que estaban llorando”, dijo Miley. “Debió de ser horrible para ellos”.

En ese momento se dio cuenta de que, en realidad, no era un lindo viaje.

Nunca volvió a ver a sus padres.

Miley, de 93 años, vive ahora en Phoenix, Arizona, y es una de los casi 10.000 niños judíos que formaron parte del Kindertransport, o transporte de niños, una misión de rescate que ayudó a menores a huir de la Alemania nazi al Reino Unido, a través de los Países Bajos, entre diciembre de 1938 y septiembre de 1939.

Con el tiempo, se han perdido muchos detalles sobre esta parte de la historia del Holocausto. Pero en otoño de 2024, Amy Williams, una investigadora, desenterró un tesoro de información sobre la misión: listas de nombres y otros datos identificativos de la mayoría de los niños y acompañantes que hicieron el viaje al Reino Unido, guardados en los vastos archivos de Yad Vashem, el memorial israelí del Holocausto.

Para Miley y muchos descendientes de personas que formaron parte del Kindertransport, la aparición de las listas ha ayudado a arrojar luz sobre un periodo opaco de su historia familiar y les ha ofrecido un sentimiento de conexión con otros afectados. Para los investigadores, los hallazgos proporcionan una pieza clave del rompecabezas, al ofrecer nueva información sobre las familias y las organizaciones de rescate implicadas en la misión.

“Siempre me dijeron, desde que empecé mi trabajo: ‘Estas listas no existen, fueron destruidas’”, dijo Williams, quien estaba investigando para su tercer libro sobre el Kindertransport cuando descubrió los documentos. “Y no lo fueron”.

Las listas que encontró eran utilizadas por los guardias fronterizos neerlandeses para determinar a qué niños de otros países europeos debían dejar pasar al Reino Unido y a cuáles debían enviar a otro lugar.

La mayoría de los niños del Kindertransport, financiado en gran parte por las comunidades judías de Alemania y el Reino Unido, llegaron en barco desde Hoek van Holland hasta Harwich, Inglaterra. Desde allí, abordaron trenes hacia la estación de Liverpool Street, al este de Londres. Las organizaciones de refugiados los ayudaron a encontrar familias de acogida. 

 Fotografía en blanco y negro de un grupo de niñas saludando desde la cubierta de un barco.

Menores refugiados que formaron parte del Kindertransport al llegar a Inglaterra en 1938.
Fotografía en blanco y negro de un grupo de niñas saludando desde la cubierta de un barco.


Durante mucho tiempo, se ha enseñado sobre el Kindertransport como una historia reconfortante, dijeron los investigadores, pero la misión en sí fue un asunto complicado. El gobierno británico, por ejemplo, solo permitía que los niños entraran en el país sin sus padres, lo cual traumatizó profundamente a muchos de ellos. Los niños tenían que estar sanos, y debían proceder de la Alemania nazi (que incluía Austria y partes de la República Checa), no de otras partes de Europa oriental.

Williams también encontró documentos que ayudaron a reforzar la historia de cómo terminó el Kindertransport. Aunque muchos han sugerido que lo que puso fin a la misión fue el comienzo de la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939, las organizaciones de refugiados británicas que gestionaban el Kindertransport en realidad habían decidido que no podían llegar al país más de 10.000 niños debido a la dificultad de alojarlos.

“La historia es mucho más compleja que la forma en que queremos representarla”, dijo Laura Hobson Faure, profesora de la Universidad París 1 Panthéon-Sorbonne, quien escribió un libro sobre los niños judíos que huyeron a Francia durante el Holocausto.

“No es una historia reconfortante”, dijo Hobson Faure. “Sin embargo, es una historia que salvó vidas”.

Aunque miles de niños fueron rescatados de los nazis, muchos de ellos quedaron traumatizados por la experiencia y nunca volvieron a ver a sus familiares. Al mismo tiempo, varios hijos de supervivientes del Kindertransport dijeron que sus padres siempre sintieron una profunda lealtad hacia el Reino Unido por el papel que desempeñó en su supervivencia.

Miley sabía desde hace mucho que otros miles de niños alemanes también habían estado en el Kindertransport, pero dijo que ver su nombre en blanco y negro en una lista oficial le dio un sentimiento de pertenencia. “De repente, no estaba sola”, dijo.

Gracias a la investigación de Williams, Miley se ha puesto en contacto con los descendientes de otros niños del Kindertransport. Entre ellos está Richard Aronowitz, de 55 años. Su madre —Doris Aronowitz, fallecida en 1992— viajó en el mismo tren que Miley en julio de 1939.

Documento con datos sobre Doris Aronowitz en el que está su fotografía. 
Documento con datos sobre Doris Aronowitz en el que está su fotografía.
Documentación del gobierno británico sobre Doris Aronowitz, quien fue evacuada de la Alemania nazi cuando era niña.Credit...vía Richard Aronowitz.
Para Aronowitz y otros descendientes de los niños del Kindertransport, las listas de nombres, fechas y números han provocado emociones complicadas. “Me dio un contexto mucho más profundo”, dijo Aronowitz en una entrevista el mes pasado. Pero, añadió, “no creo que haya nunca un cierre emocional”.

Algunos encontraron por primera vez información sobre sus padres o abuelos a través de las listas. Para otros, la documentación es una evidencia desgarradora de las atrocidades a las que sobrevivieron sus padres, y una explicación de por qué tantos de ellos crecieron sin abuelos ni familia extendida.

“Es el último documento de despedida”, dijo Williams. “Realmente selló el destino de la gente”.

Para los investigadores, el descubrimiento de las listas puede aportar nuevos conocimientos sobre cómo se organizó el Kindertransport y cómo los padres desesperados tomaron su decisión.

“Nunca se había investigado tanto el Kindertransport desde el punto de vista continental”, dijo Andrea Hammel, profesora de la Universidad de Aberystwyth, en Gales, y autora de un libro sobre el Kindertransport.

Para Bobby Lax, cuyo padre llegó al Reino Unido en el Kindertransport, la documentación lo ayudó a llenar lagunas en la historia de su familia. Descubrió que su padre fue primero de Berlín a los Países Bajos antes de ser enviado al Reino Unido, dejando a su hermano y a sus padres en Ámsterdam, y nunca volvió a verlos, dijo Lax.

“Aunque había descubierto la mayor parte de la historia de mi padre, es absolutamente sobrecogedor ver estas listas originales”, dijo Lax, cineasta que vive en Tel Aviv. “Hay algo increíblemente empoderador en ello. Para mí es la última pieza del rompecabezas”.

Más de ocho décadas después, las listas le han dado a Miley un sentimiento renovado de duelo. “Una de las grandes pérdidas cuando te separan de tu familia tan repentinamente”, dijo, “es que no conoces la personalidad de tus padres”.

Por otra parte, dijo, siente gratitud. El descubrimiento le ha brindado “un agradecimiento más profundo por el don de la vida”, dijo Miley. “Mi nombre y los detalles en esa lista fueron los instrumentos de mi escape”.

martes, 25 de marzo de 2025

(Último de los pocos)‘Last of the Few’: fallece a los 105 años John ‘Paddy’ Hemingway, el último superviviente de los célebres pilotos británicos de la Batalla de Inglaterra.

John "Paddy" Hemingway, último piloto superviviente de la Batalla de Inglaterra posa frente a un Hurricane en 2022.
John "Paddy" Hemingway, último piloto superviviente de la Batalla de Inglaterra posa frente a un Hurricane en 2022.
El aviador cayó derribado cuatro veces durante la Segunda Guerra Mundial, y en una de ellas se salvó, pese a fallarle el paracaídas, al caer en un montón de estiércol.

Este es sin duda un obituario de altos vuelos. Ha fallecido un aviador veterano de la Segunda Guerra Mundial, y no uno cualquiera, sino el irlandés John Paddy Hemingway, the last of the Few, el último de los Pocos, el único que quedaba de los valientes pilotos de caza bautizados así por Winston Churchill en aquel célebre discurso en el que refiriéndose a los aviadores que habían defendido a Gran Bretaña en los cielos durante la Batalla de Inglaterra contra las fuerzas aéreas nazis aseveró que “nunca en el campo del conflicto humano debieron tantos tanto a tan pocos”. Por supuesto el Primer Ministro —viejo zorro— recogía otra tradición épica nacional de los Pocos, los shakespearianos Few (“We few, we happy few, we band of brothers”) de la arenga del día de San Crispín de Enrique V, unos few que enfrentaron también fuerzas superiores en la batalla de Agincourt.

Gran tipo John Hemingway, sin duda, que llevaba un apellido de valor y testosterona, un mote como el de otro héroe de la misma guerra, Patrick Paddy Leigh Fermor, y que ha fallecido el pasado lunes en la cama en Dublín, haciéndole un soberano corte de mangas a la muerte que le había rondado tanto en el aire, a la provecta edad de 105 años –¿un guiño al reactor F-105 Thunderchief?: lo suyo hubiera sido esperar a los 109 como gesto de desafío a los veloces y letales cazas Messerschsmitt Bf-109 que fueron unos de sus principales enemigos en aquel firmamento en llamas de la contienda mundial—. Pero hay que ver cómo valoran a los suyos los británicos y saben sacar orgullo y ejemplo de carreras como la de Hemingway que, todo un héroe, en puridad no fue un as, dado que solo consta que derribara dos aparatos rivales, dos bombarderos, un Heinkel He 111, el 10 de mayo de 1940, durante la Batalla de Francia, y, al día siguiente, un Dornier Do 17; también dañó un Me-109. Un score poco importante si se compara con el de los grandes ases de la Segunda Guerra Mundial, incluso de la propia RAF como Johnnie Johnson (34 derribos), el sudafricano Pat Pattle (entre 40 y 60) o el francés Pierre Clostermann (33).

Resulta muy británico, que son tan deportivos, que se destaque de Hemingway no las veces que derribó sino las que cayó derribado (y obviamente sobrevivió). Hasta cuatro veces se precipitó de allá arriba. La primera el 18 de agosto de 1940 cuando su Hurricane matrícula V7249 fue alcanzado en el combate con un Junkers Ju-88 cerca del estuario del Támesis. Hemingway se lanzó en paracaídas y cayó al mar, de donde fue rescatado in extremis por un bote enviado en su busca. El segundo derribo fue el 26 de agosto siguiente sobre las marismas de Essex y esta vez su aparato, otro Hurricane, el P3966, cayendo a casi 400 kilómetros por hora, se empotró 12 metros en el cieno de un pantano. De nuevo el piloto pudo saltar y fue recogido por la Home Guard y devuelto a su base. Su Hurricane permaneció 80 años enterrado en el barro, hasta que en 2019 un equipo arqueológico extrajo sus restos, incluidos los controles del caza, que mostraban la posición de “fuego” que Hemingway había activado para disparar a un bombardero ligero Dornier Do 215 que acabó derribándolo a él. El aviador soñaba con volver a ver volar su caza, que fue reconstruido en un hangar del campo de aviación de Elmsett, Suffolk, con lo que quedaba del aparato, incluida una de las ocho ametralladoras Browning.303 y la placa con el número de registro del avión, y añadiéndole piezas originales de otros Hurricanes. La tercera ocasión en que cayó fue el 13 de mayo de 1941 por mal tiempo en un caza nocturno Havoc II, y esta vez la Parca lo rondó más cerca: al saltar se golpeó con la cola del avión y se rompió dos dedos de la mano derecha, pudo tirar de la cuerda del paracaídas con la izquierda pero no se le abrió bien y se fue abajo como una piedra. De manera increíble, se salvó al caer sobre un gran montón de estiércol en el jardín del poeta Walter de la Mare en Londres. El siguiente derribo fue a los mandos de un Spitfire en Italia en 1944 cuando le alcanzó la artillería antiaérea al atacar con su escuadrilla una columna motorizada alemana cerca de Rávena. Volvió a saltar en paracaídas, cayó tras las líneas enemigas y tras ser rescatado por partisanos una niña le guio disfrazado de campesino hasta sus propias líneas después de pasar arriesgadamente por las posiciones alemanas. Años después se reveló la identidad de la niña, Carla Fabri, de Copparo, cerca de Ferrara. También restos de este Sptifire, como del Hurricane, parecen haber sido hallados, en 2017, en Coccanile, a un kilómetro y medio del lugar del derribo.

Pero es que además de los derribos, Hemingway hizo un aterrizaje de emergencia durante la Batalla de Francia (después de derribar al Do 17), y, lo que ya es el colmo, el avión en el que viajaba en julio de 1941 para que lo condecorara el rey con la Distinguished Flying Cross (DFC), la Cruz al Vuelo, un Blenheim, se estrelló al aterrizar y él se salvó por los pelos. Desde luego el que el currículo de un piloto de caza se nutra de tantos episodios en los que se estrelló es notable. Y desde luego hay que tener un valor a toda prueba para que con tantas experiencias de caída vuelvas cada vez a subir allá arriba.

Paddy Hemingway, que cantaba —no muy bien, según decía— en el coro infantil de la catedral de San Patricio de su ciudad, Dublín (podría decirse que tampoco es que volara mejor), se alistó en la RAF en 1938; en marzo de 1939 fue nombrado oficial piloto y al empezar la Segunda Guerra Mundial ya volaba Hurricanes. Combatió en Francia, realizó misiones de apoyo a la evacuación de Dunkerque, peleó en la Batalla de Inglaterra, y pasó unos meses exhausto retirado del combate para regresar como comandante de un escuadrón de Spitfires en Italia. Tras la guerra fue destinado a Oriente Medio y luego sirvió como oficial de Estado Mayor de la OTAN. Se retiró en 1969. Alcanzó el rango de Group Captain (coronel) de la RAF.

Casado y con tres hijos, Hemingway vivió en Canadá un tiempo hasta regresar a Irlanda en 2011. Desde 2019 estaba en una residencia en Dublín, donde fue viendo como los few eran cada vez más few, y se convirtió en el last. Nunca presumía de lo que hicieron él y sus camaradas. Afirmaba que se limitaron a cumplir el trabajo para el que los habían preparado. En la noticia de su muerte en la página web de la RAF, muy sentida como puede imaginarse, se recuerda que tenía un centelleo en la mirada cuando recordaba aquellos tiempos, sobre todo los momentos de pub con los colegas. Preguntado en una ocasión por el secreto de haber podido pasar de centenario,con lo que había vivido, respondió muy juiciosamente: “No puedo decir que no bebas, ni que no hagas locuras. No puedo decir que no vueles aeroplanos. Ni que no te derriben ni derribes. He hecho de todo, y soy un irlandés. La única recomendación que puedo dar a la gente es ¡sé irlandés!”.

Feliz vuelo final Paddy. Los pocos ya son ninguno.

lunes, 24 de marzo de 2025

La verdad existe

“No existe algo llamado verdad objetiva. Nosotros mismos hacemos nuestra propia verdad. No existe una realidad objetiva. Nosotros hacemos nuestra propia realidad. Hay caminos de conocimiento espiritual, místico o interior que son superiores a nuestros caminos de conocimiento ordinarios… No importa que las creencias sean ciertas o no, siempre que sean significativas para uno”. (Theodore Shick y Lewis Vaughn).


“No hay verdad, ni en el sentido moral ni en el científico”. (Adolf Hitler).


Estas citas que encabezan este texto pueden servir de inmejorable ejemplo de lo que queremos discutir, y contrastar con la postura que defendemos. Para algunos, la verdad es negociable, subjetiva, o ajena a las evidencias y pruebas empíricas; para otros simplemente no existe. Quienes defendieron estas ideas no son cosa del pasado. Están aquí y se están creciendo. Con mayor o menor grado están volviendo a tomar empuje entre determinados sectores sociales. Especialmente en EEUU con la nueva presidencia. Pero también con el auge de la extrema derecha en Europa. Es un fenómeno de alcance mundial. Cuando la verdad no existe, gana el que tiene más fuerza. Hitler sabía en este punto de qué hablaba.

La ciencia es un enemigo a batir para quienes afirman que la verdad no existe. Porque la ciencia, además de un cuerpo de conocimiento, “es una manera de pensar”, como lo expresaba Carl Sagan. Y añadía: “Todo depende de la prueba”. La prueba es implacable como bien saben quienes buscan “alternativas” a la ciencia. No son pocas las llamadas “ciencias alternativas”, “conocimientos alternativos” o “medicinas alternativas”. Una pequeña lista: Astrología, Parapsicología, Piramidología, Feng Shui, Cristaloterapia, Homeopatía, Frenología, Ufología, Reiki, Conciencia después de la muerte, Magnetoterapia, Diseño inteligente (DI), entre otras. Nos enfocaremos en este último, que podemos definir de la siguiente manera: la existencia de los seres vivos se explica mejor por una causa inteligente que por procesos como la selección natural. En esencia, el DI es una forma más o menos sutil de introducir directamente la idea de un dios en la explicación del origen de la vida. Por ello, cuando nos referimos a DI también incluimos al creacionismo. Veamos algunos de sus postulados más comunes.

1) Información compleja. Existen estructuras biológicas, como el ADN, que contienen información tan rica que es imposible explicarlas mediante procesos aleatorios naturales.

2) Muy relacionado con el postulado anterior, está el concepto de complejidad irreductible. Algunos sistemas biológicos son tan complejos que no podrían haber evolucionado gradualmente, ya que requieren la presencia simultánea de múltiples componentes para su funcionalidad. Es decir, como la selección natural favorece rasgos que proporcionan ventajas, nunca podría haber favorecido versiones intermedias disfuncionales (subóptimas) de estos sistemas. El ojo humano y los flagelos bacterianos acostumbran a ponerse como ejemplo.

3) Ajuste fino del universo. Es conocido que algunas constantes físicas (como la fuerza nuclear fuerte, la constante gravitacional, la constante cosmológica…) parecen estar “ajustadas” con gran precisión. De haber sido ligeramente distintas, el universo tal como lo conocemos no existiría, y en consecuencia tampoco la vida. Y aquí es donde los partidarios del DI dan el salto argumentativo: consideran que este ajuste es evidencia de un diseño inteligente que lo hizo posible.

¿Cómo contestar a cada una de estos postulados? Al primero y segundo, la biología ha demostrado de manera contundente que la evolución puede generar y aumentar la información genética mediante mecanismos naturales bien documentados, como las mutaciones, incluyendo duplicaciones génicas, la recombinación y la selección natural. Estos procesos, combinados a lo largo del tiempo, han podido dar lugar a la enorme diversidad biológica que observamos hoy.

La premisa de que ciertos sistemas biológicos no pueden haber evolucionado gradualmente es errónea. La biología evolutiva ha mostrado múltiples ejemplos de estructuras que parecían irreductiblemente complejas, pero que, al analizar detalladamente su evolución, se descubrió que pudieron surgir a partir de componentes más simples, con funciones diferentes. Veamos el caso del ojo humano, cuya evolución, desde simples células fotosensibles hasta la compleja estructura actual, puede explicarse perfectamente mediante procesos como la selección natural, y otros mecanismos evolutivos. Un ojo que, por cierto, de ser obra de un diseñador inteligente, difícilmente podría considerarse un diseño óptimo. Sus numerosas imperfecciones son bien conocidas, y reflejan el carácter acumulativo y no dirigido de la evolución por selección natural que, al no tener propósito ni previsión, actúa de manera miope. Muchos de los ejemplos propuestos por los defensores de la DI se enfocan en la evolución de características que han surgido a lo largo de innumerables generaciones, lo que dificulta su percepción a escala humana. Sin embargo, existen abundantes evidencias científicas de procesos adaptativos que han ocurrido en periodos de tiempo muy cortos y son claramente observables en la actualidad. Por ejemplo, la aparición de resistencia a los antibióticos en microbios patógenos debido a una exposición prolongada, así como la rápida generación y evolución de nuevas variantes del virus del COVID-19. Por lo tanto, el proceso gradual de la evolución puede manifestarse tanto en periodos prolongados, como en lapsos de tiempo breves que permiten su observación, documentación y estudio en tiempo real.

El tercer postulado también ha recibido explicaciones naturales que no requieren la hipótesis de un diseñador inteligente, o un dios encubierto. Una de ellas es el denominado principio antrópico cuya versión débil más o menos trivial (“el universo es como lo observamos porque de no ser así no estaríamos aquí para observarlo”) ha sido aceptada por científicos como Stephen Hawking. En cambio, la versión fuerte (“el universo debe poseer propiedades que permitan la existencia de la vida”) se considera puramente especulativa y sin evidencia alguna. Hay versiones, como la teleológica (“el universo tiene el propósito de generar vida y consciencia”), que la gran mayoría de la comunidad científica descarta por completo, considerándola una conjetura sin fundamento; de hecho, esencialmente es una idea religiosa disfrazada de argumento cosmológico.

La selección natural en cuestión

Recuérdese como Richard Dawkins resume la grandeza de la selección natural: “Ofrece muchas explicaciones ‘de peso’ gastando poco en supuestos o postulados, te da un montón de dividendos cognitivos por unidad explicativa, es decir, lo que explica, dividido por lo que necesita suponer para explicarlo, es grande”. Aunque las pruebas que aporta la evolución por selección natural son abrumadoras, hay quien la pone en duda. En muchos lugares del mundo. EEUU es un caso a mencionar. En este país, Gallup viene preguntando desde 1982 hasta la actualidad cuál de las siguientes afirmaciones parece más acorde con la opinión de la persona encuestada:

a) Los seres humanos se han desarrollado durante millones de años a partir de formas de vida menos avanzadas, pero Dios guio este proceso.

b) Los seres humanos se han desarrollado durante millones de años a partir de formas de vida menos avanzadas, pero Dios no tuvo parte en este proceso.

c) Dios creó a los seres humanos en su forma actual en los últimos 10.000 años.

A lo largo de las 4 décadas de historia de la encuesta un 40-47% ha respondido afirmativamente a la primera pregunta, un 30-38% a la tercera, y un 10-19% a la segunda. Es decir, más del 80% está de acuerdo con la evolución teísta y el creacionismo, mientras que menos del 20% lo está a favor de la evolución por procesos naturales. En Europa no hay estos descorazonadores porcentajes de teísmo y creacionismo.

Con la llegada de Trump a la presidencia de EEUU, la investigación científica enfrenta serios retrocesos, mientras que el obscurantismo gana terreno. No se trata solo de nombramientos polémicos, como el de Robert Kennedy Jr. como secretario de salud y servicios humanos, conocido por su ferviente postura antivacunas, sino también de drásticos recortes a la investigación científica. De hecho existe un deseo de degradar, si no eliminar, la evidencia independiente basada en la ciencia, idea resaltada recientemente en un editorial de la revista Nature. El bando de religiosos y obscurantistas contra la selección natural está cogiendo fuerzas con Trump porque, como dijo el gran especialista en especiación Jerry Coyne: “la selección natural es revolucionaria y es inquietante por el mismo motivo: explica el diseño aparente de la naturaleza mediante un proceso puramente materialista que no requiere de fuerzas naturales de creación o que guíen el proceso”. Una idea inaceptable para quienes sostienen creencias en fuerzas divinas o sobrenaturales.

Una confusión que podemos encontrar en más de una ocasión en ciencias sociales, o más precisamente, en algunos de sus académicos practicantes, es cierta aprensión para aceptar el darwinismo biológico por la supuesta conexión con el darwinismo social. La preocupación radica en la idea de que la aceptación del primero lleva inevitablemente a justificar el segundo. Sin embargo, pasar del primero al segundo incurre en dos falacias íntimamente relacionadas: la falacia naturalista y la del paso del ser al deber ser. A partir del hecho biológico de que, en la naturaleza, los individuos mejor adaptados tienen más posibilidades de sobrevivir y reproducirse, se concluye erróneamente que, en la sociedad, los hombres, blancos y ricos deben ocupar las posiciones más altas en la jerarquía social, mientras que los más débiles (mujeres, personas no blancas, pobres…) deben estar por debajo. Es decir, no solo se describe una situación, sino que se le otorga una justificación moral: no solamente están, sino que deben estar. El darwinismo social ha llevado a propuestas delirantes como la de la esterilización masiva de los pobres. Por otro lado, la falacia naturalista, aunque distinta, comparte algunos rasgos comunes con la anterior. Sostiene que como el darwinismo biológico es un proceso natural, también debería regir la organización social humana. En ambos casos distorsionan la teoría de la evolución darwiniana y la utilizan para justificar desigualdades arbitrarias.

No es “solamente” cuerpo de conocimiento, la ciencia es una manera de pensar

No es nuestra la idea.

Carl Sagan en El mundo y sus demonios lo dijo de forma precisa: “la ciencia es más que un cuerpo de conocimiento, es una manera de pensar”. Es cierto que los conocimientos cada vez más sofisticados y especializados de las ciencias los desarrollan y pulen sus cultivadores, pero la ciencia no es exclusiva de ellos, es un método de comprender el mundo. Un especialista en biología evolutiva no necesariamente posee conocimientos de física cuántica, del mismo modo que un economista no tiene por qué estar familiarizado con la psicología cognitiva. Es difícil evitar la superespecialización, pero cuando Sagan, entre otros, ha defendido que la ciencia es una manera de pensar, se refería a algo mucho más simple, aunque cuestionado por los adversarios de la verdad: todo depende de la prueba. Y añadía: “la prueba debe ser irrecusable. Cuanto más deseamos que algo sea verdad, más cuidadosos hemos de ser”. Efectivamente, no sirve cualquier cosa. Que millones de personas aseguren haber visto ovnis, no constituye una prueba convincente de su existencia; que muchas personas digan haber presenciado doblar cucharas a distancia, no equivale a demostrarlo; que millones de personas recen para curarse a sí mismos o a sus seres queridos no aporta ninguna evidencia de que la oración tenga un efecto terapéutico (hasta ahora los estudios realizados no ofrecen ninguna conclusión ni correlación significativas); que muchas personas afirmen estar “profundamente convencidas” de la existencia de una deidad no representa, en sí mismo, prueba alguna de su existencia...

Efectivamente, todo depende de la prueba. 

La ciencia las aporta, los “conocimientos alternativos” como los citados anteriormente no, los “conocimientos” religiosos y obscurantistas tampoco. Hay que jugar con las mismas reglas. En el ajedrez, las reglas definen el juego. Si alguien juega de entrada con cuatro torres o 12 peones por bando, está jugando a otra cosa. Cuando afirmamos que ocurren determinados fenómenos, es necesario aportar pruebas; de lo contrario no es más que especular. Las reglas deben aplicarse a todos por igual. La ciencia, a través del método científico, establece un marco universal válido para cualquiera, sin distinción de creencias o ideologías. Un ADN de bonobo es un ADN de bonobo para una persona atea, chiita, hindú o cristiana. La fe católica, en cambio, solo sirve para las personas católicas. La fe o la creencia sin pruebas, solamente sirven, para utilizar la palabra de una forma muy laxa, a los que tienen fe. Son construcciones privadas, no universales. En el Estado más poderoso del mundo, organizaciones católicas como el Opus Dei y grupos evangélicos están apoderándose de puestos clave de la esfera pública. Un ejemplo revelador fue la aparición en televisión del actual Secretario de Estado de EEUU, en una entrevista sobre Ucrania y Palestina, con una cruz en la frente por el “Miércoles de Ceniza”, un símbolo confesional católico. Esto representa un gran peligro, o más bien una amenaza directa, para la libertad y la democracia. La ciencia, por el contrario, es pública, universal y democrática, es conocimiento compartido basado en reglas válidas para todos. No es conocimiento exclusivo de un club, una religión, una fundación o una sociedad de amigos. Es una manera de pensar y demostrar, de forma objetiva y verificable, que la verdad existe. Es un método exigente, no exento de problemas, pero el mejor que tenemos. Sus enemigos, sin embargo, son cada vez más poderosos. Ellos no creen en la verdad, ni en el ámbito moral ni en el científico. Tienen a unos buenos maestros.

Daniel Raventós Es editor de Sin Permiso. Profesor titular en la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona. Julio Rozas Catedrático de Genética de la Universidad de Barcelona. Director del grupo de investigación Genómica Evolutiva & Bioinformática. Ha participado en la secuenciación y análisis de varios proyectos genómicos en animales y plantas, y ha desarrollado herramientas bioinformáticas para el análisis de la variabilidad del ADN.

Fuente: www.sinpermiso.info, 16-3-2025

https://www.sinpermiso.info/textos/la-verdad-existe

domingo, 23 de marzo de 2025

_- El "año milagroso" de Einstein en el que escribió 5 estudios científicos que revolucionaron la física

Albert Einstein

_- "El brote de creatividad de Einstein en 1905 resultó asombroso", escribe el biógrafo Walter Isaacson.

Mientras trabajaba evaluando solicitudes de patentes de métodos para sincronizar relojes y otros procedimientos rutinarios, Albert Einstein escribió cinco estudios científicos que revolucionaron la física hace 120 años.

Ese 1905 pasó a la historia como el Annus mirabilis ("año milagroso") del físico alemán.

Por ese entonces, era un empleado de la Oficina de Patentes de Berna, Suiza, que trabajaba ocho horas de lunes a sábado, aunque según cuenta en una carta a su amigo Conrad Habicht fechada entre junio y septiembre de 1905, cada día tenía "ocho horas para perder el tiempo".

En ese momento, Einstein también tenía dos años de casado y era padre primerizo, pero era sobre todo, un genio desconocido

Pese al anonimato, el entonces joven de 26 años estaba al tanto de las incógnitas pendientes para los científicos y dedicaba su tiempo libre a tratar de resolverlas.

Los cinco trabajos que Einstein escribió en 1905 y que publicó en la revista Annalen der Physik tratan sobre problemas relacionados con tres grandes ramas de la física de esa época: la mecánica clásica, el electromagnetismo y la termodinámica, explica a BBC Mundo Dennis Lehmkuhl, editor científico de Einstein Papers Project, del Instituto de Tecnología de California (Caltech).

Para el físico español Roberto Emparan, autor del libro "Iluminando el lado oscuro del universo", "es sorprendente que alguien joven, desconocido, vaya directamente al grano de los principales problemas abiertos".

"Pero Einstein tenía instinto para identificar los problemas importantes, reducirlos a su esencia y avanzar. En eso era excepcional", le dice Emparan a BBC Mundo.

Además, "tenía el ímpetu necesario" para prescindir de ideas convencionales y dejar al descubierto las contradicciones de la física, "y su imaginación visual le permitía dar saltos conceptuales que escapaban a otros pensadores más tradicionales", explica por su parte Walter Isaacson en la biografía "Einstein: su vida y su universo".

Como resultado de estas habilidades extraordinarias, dejó para la historia un Annus mirabilis como solo el célebre Isaac Newton había alcanzado antes.

Isaac Newton

Isaac Newton

Fuente de la imagen,Getty Images


Pie de foto,
Newton también tuvo su propio Annus mirabilis, cuando desarrolló su famosa teoría de la gravedad. 

Entre 1665 y 1666 el matemático, astrónomo y físico inglés desarrolló el cálculo, la teoría de la composición de la luz y la teoría de la gravedad, mientras estaba recluido en su casa familiar para protegerse de una epidemia de peste que asolaba Inglaterra.

¿De qué se trataban las cinco teorías qué escribió Einstein en su propio "año milagroso"?

1. Efecto fotoeléctrico

Fue por esta investigación, publicada en junio de 1905, que Einstein ganó el premio Nobel de Física en 1921 (y no por la teoría de la relatividad).

Desde 1887, gracias a Heinrich Hertz, los científicos conocían el efecto fotoeléctrico, que se produce cuando una placa metálica, al ser iluminada, emite electrones y genera una corriente eléctrica.

Los físicos de la época no podían explicar algunas particularidades del efecto fotoeléctrico si partían de la premisa -dominante en aquella época- de que la luz era una onda, dice el físico John Rigden en su libro Einstein 1905: The Standard of Greatness.

Max Planck

Max Planck

Fuente de la imagen,Getty Images


Pie de foto,
Max Planck no estaba tan contento con la aplicación de su idea de los "cuantos" de luz al efecto fotoeléctrico. 

El físico alemán Max Planck ya había introducido la idea de que la luz podía ser emitida o absorbida en forma de pequeños paquetes discontinuos de energía, que denominó "cuantos".

"Pero en verdad, [Planck] no creía que [los cuantos] fueran reales", dice el físico Christophe Galfard en su libro "Para entender E=mc²".

"Pensaba en ellos como un truco matemático para que le salieran bien los resultados de sus experimentos", agrega.

Sin embargo, Einstein aplicó la idea de Planck al efecto fotoeléctrico, al proponer que la luz realmente podía comportarse como un conjunto de partículas.

Einstein llamó "cuantos de luz" a estas partículas, que posteriormente pasaron a conocerse como "fotones".

De acuerdo a Einstein, era más fácil que la luz incidiera sobre electrones particulares concentrando su energía en forma de partículas en vez de hacerlo en forma de ondas continuas.

Las ondas no tendrían la energía suficiente para expulsar electrones del metal. En cambio cada partícula de luz podría colisionar directamente con cada electrón y expulsarlo, explica Rigden en Einstein 1905: The Standard of Greatness.

Einstein se refiere a esta investigación como "muy revolucionaria" en una carta enviada a Habitch, fechada en mayo de 1905, en la que le enumera cuatro de los estudios que estaba desarrollando ese año.

"Este estudio nos dejaba en una situación en la que no sabíamos cuál era el suelo firme para continuar. No encajaba con la física anterior", le dice Emparan a BBC Mundo. "Durante mucho tiempo este artículo no fue tomado muy en serio".

"El propio Planck, viendo una aplicación de sus ideas que parecía explicar bien las cosas, no lo aceptó. Porque la luz tenía propiedades de onda muy bien verificadas", agrega.

"Ese era el grado de confusión que había en la época. Pero Einstein tuvo un instinto excepcional para moverse en estas situaciones de confusión", señala.

De hecho, al mismo tiempo que demostraba que la luz se comporta como partículas, Einstein subrayó que "no era necesario descartar la teoría ondulatoria, pues podía seguir resultando útil para explicar fenómenos ópticos", dice Isaacson en la biografía del físico.

"Más adelante ya se comprobó que algunos fenómenos los explicas si la luz se comporta como partículas y otras veces mejor como ondas, pero tiene ambas propiedades", explica Emparan.

Sin embargo, esta dualidad de onda-partícula de la luz, uno de los fundamentos de la física cuántica, desconcertó a Einstein hasta muchos años después, escribe Isaacson.

En una carta enviada a su amigo Michele Besso, en 1951, le cuenta: "Estos 50 años de reflexión no me han llevado en absoluto más cerca de la respuesta a la pregunta: '¿Qué son los cuantos de luz?'".

2. Determinación de las dimensiones moleculares

Este estudio le valió su doctorado en la Universidad de Zúrich, en Suiza.

Varios autores lo consideran como parte del "año milagroso" porque Einstein terminó de escribirlo en abril de 1905 y lo envió a Annalen der Physik en agosto, pero fue publicado en enero de 1906, después de corregir algunos cálculos.

En esta investigación, Einstein desarrolló un método de dos ecuaciones para medir el tamaño y la masa de las moléculas.

Las ecuaciones se valían de datos sobre la viscosidad (resistencia que ofrece un líquido a la acción de fluir) y la difusión de partículas de azúcar en agua, para despejar las dos variables que buscaba: el tamaño de las moléculas y el número que hay de ellas (conocido como el número de Avogadro).

"Su tesis se convertiría en uno de sus trabajos más citados y de mayor utilidad práctica, con aplicaciones en ámbitos tan diversos como la mezcla de cemento, la producción de leche y la fabricación de aerosoles", señala Isaacson en la biografía del físico.

Mileva Maric y Albert Einstein

Mileva Maric y Albert Einstein

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Pie de foto,
En aquel 1905, Albert Einstein estaba casado con la física y matemática Mileva Maric.

3. Movimiento browniano

En 1827 Robert Brown, un botánico escocés, observó en el microscopio que unas partículas de polen llamadas amiloplastos se movían aleatoriamente cuando estaban suspendidas en agua, sin seguir un patrón definido. Pero no supo explicar por qué.

Este misterioso movimiento pasó a ser conocido como "movimiento browniano".

En su investigación, publicada en 1905, Einstein dijo que las partículas suspendidas se movían al ser colisionadas por pequeñas partículas del agua, que a su vez se movían por efecto del calor, un fenómeno de la termodinámica.

Mientras más calor haya, más se mueven las partículas, que no serían otra cosa que átomos y moléculas de agua.

Esta explicación de Einstein sirvió como una prueba de la existencia de los átomos, que en esa época todavía no estaba completamente confirmada.

Aunque hoy parezca contradictorio, en aquel entonces se podía creer en los electrones del efecto fotoeléctrico sin creer en los átomos, porque los primeros todavía no se consideraban como parte de los segundos, sino solo como pequeñas partículas de la materia con carga eléctrica negativa, dice Lehmkuhl a BBC Mundo.

Para Lehmkuhl, "el trabajo sobre el movimiento browniano es estructuralmente similar al del efecto fotoeléctrico".

Las teorías vigentes en la época describían a los líquidos y a la luz como objetos "continuos", explica.

"Einstein se preguntó: '¿Qué pasa si asumimos que estos no son realmente continuos, sino que tienen una estructura de partículas?'. Eso es lo que une a ambos estudios", agrega.

4. Electrodinámica de los cuerpos en movimiento o "relatividad especial"

Quizá este artículo, publicado en septiembre de 1905, sea el más famoso de los cinco que escribió en el "año milagroso".

Einstein contaba que el origen de su trabajo sobre la relatividad especial se remontaba a un problema que él mismo se había planteado a los 16 años: ¿cómo se vería un rayo de luz si uno viajara al lado de este a su misma velocidad?, cuenta Isaacson en la biografía del físico.

Albert Einstein

Albert Einstein

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Pie de foto,Casi 50 años después de su estudio del efecto fotoeléctrico, Einstein no entendía qué eran los cuantos de luz. 

Para resolver el problema, Einstein partió de dos grandes postulados: el de la relatividad de Galileo Galilei, de 1632, y de las ecuaciones del electromagnetismo de James Clerk Maxwell.

Es por esto que la relatividad especial fue un problema "límite" entre la mecánica clásica y la electrodinámica, dice Lehmkuhl.

Según la relatividad de Galileo, "las leyes de la física son las mismas para todos los observadores que se muevan a velocidad constante unos con respecto a otros", apunta Isaacson.

Siguiendo este principio, si dos cuerpos se mueven a velocidad constante en relación al otro, no se puede saber cuál se mueve y cuál está en reposo. Además, las velocidades de los cuerpos debían sumarse o restarse, dependiendo de si el observador se acerca o se aleja.

Por su parte, en el siglo XIX, Maxwell había descubierto que "la luz era la manifestación visible de todo un abanico de ondas electromagnéticas", dice Isaacson, al determinar que la luz y las ondas viajan a la misma velocidad, 300.000 km/s.

Las ecuaciones de Maxwell mostraban que "la luz viajaba siempre a una velocidad constante de 300.000 km/s, independientemente de la velocidad de la fuente emisora".

Según la relatividad de Galileo, si Einstein viajaba a la misma velocidad que un rayo, este debía verse como un campo magnético en reposo (como cuando vamos en un auto y otros que viajan a la misma velocidad parecen estar quietos).

Pero según las ecuaciones de Maxwell, la luz debía mantener su velocidad de 300.000 km/s.

Entonces, ¿cuál de los dos postulados era cierto?

Albert Einstein

Albert Einstein

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Pie de foto,
Albert Einstein murió en 1955 ya elevado al estatus de celebridad mundial. 

"Einstein dijo: 'Vamos a asumir que los dos son verdaderos'. Para que encajen, Einstein se deshizo de la idea de simultaneidad absoluta", explica Lehmkuhl.

Eliminar la simultaneidad absoluta significaba que dos sucesos que son simultáneos para un observador, dejan de serlo cuando el observador se mueve con respecto a uno de los dos sucesos, según explicó Einstein en su artículo.

"Dado que no existe la simultaneidad absoluta, tampoco existe el tiempo real o absoluto. Como Einstein señalaría más tarde: 'No hay ningún tictac audible en ninguna parte del mundo que pueda considerarse que es el tiempo'", dice Isaacson. "Einstein señalaba que si el tiempo es relativo, el espacio y la distancia también lo son".

"Las mediciones del tiempo y del espacio pueden ser relativas, dependiendo del movimiento de uno o más observadores. Y no hay forma alguna de afirmar que uno de los observadores es quien está en lo cierto", dice Isaacson.

Con la relatividad especial, que se aplica a cuerpos que se mueven a velocidad constante, Einstein derribó la idea de simultaneidad absoluta, del tiempo y espacio absolutos y confirmó a la velocidad de la luz como una constante universal, independientemente de la posición, movimiento o velocidad del observador.

5. Equivalencia de la masa y energía

En esta investigación, publicada en noviembre de 1905, Einstein presentó la fórmula E=mc², que es tal vez la ecuación más famosa de la historia, aunque no necesariamente sea la más fácil de entender.

En una carta enviada a Habitch, entre junio y septiembre de 1905, Einstein se refiere a este estudio, aunque reconoce que duda de sus resultados.

E=mc²

E=mc²

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Pie de foto,
"E" es por energía, "m" es por masa y la "c" con un dos simboliza la velocidad de la luz al cuadrado. 

"Una consecuencia del estudio de la electrodinámica (relatividad especial) cruzó mi mente. El principio de la relatividad, junto con las ecuaciones de Maxwell, requieren que la masa sea una medida directa de la energía contenida en un cuerpo. La luz transporta masa con ella", le dice a su amigo.

"La idea es divertida y seductora pero hasta donde sé, Dios podría estar riéndose de todo el asunto y podría muy bien haberme tomado el pelo", añade.

Sin embargo, Einstein tenía razón. En la fórmula que propuso, "E" es por energía, "m" es por masa y "c", por la velocidad de la luz (300.000 km/s) al cuadrado.

El aumento de energía causa un aumento directamente proporcional en la masa. En otras palabras, al viajar más rápido y aumentar la energía, la masa crece, y mientras más masa tiene un objeto, más difícil es acelerar, por lo que nada puede alcanzar la velocidad de la luz.

Esta fórmula completó la teoría de la relatividad especial.

"El brote de creatividad de Einstein en 1905 resultó asombroso", escribe Isaacson.

Y continúa: "Había concebido una revolucionaria teoría cuántica de la luz, había contribuido a probar la existencia de los átomos, había explicado el movimiento browniano, había cambiado el concepto de espacio y tiempo, y había ideado la que se convertiría en la ecuación más conocida de la historia de la ciencia".

En palabras de Lehmkuhl: "Todos los estudios de 1905 fueron la culminación de años de investigación y de pensar sobre estos temas. En 1905 todo se puso en su lugar".

*Este artículo fue publicado originalmente el 9 de junio de 2020.

sábado, 22 de marzo de 2025

Un maestro de la segunda república. Antoni Benaiges, asesinado por milicias de Falange, se encuentra todavía desaparecido

Fuentes: Rebelión


Antoni Benaiges fue uno entre los numerosos maestros y maestras asesinados por los golpistas españoles. Los renovadores de las aulas, críticos de un orden social injusto y una cultura retrógrada, quedaron en la mira de las clases dominantes y sus aliados. 

 Durante la segunda república española los maestros y profesores se hicieron cargo de la enseñanza sobre bases como el laicismo y la coeducación de ambos sexos.

Y métodos de formación orientados a la constitución del espíritu crítico y la comprensión del mundo con una mirada desprejuiciada. La iglesia fue desplazada de su preeminencia en el campo educativo y se construyeron miles de nuevas escuelas.

De la iniciativa transformadora al fusilamiento.

Benaiges había nacido en Mont Roig del Camps, en la provincia de Tarragona, Cataluña, en 1903. Era un pueblo cerca del Mediterráneo, con varios miles de habitantes. Duro contraste con el poblado burgalés, en el corazón de la árida meseta castellana, en el que fue designado maestro de la escuela en 1934.
Apenas transcurrió un par de años en Bañuelos de Bureba, pueblito de alrededor de 250 habitantes en la provincia de Burgos. Ese tiempo bastó para que Benaiges dejara un rastro imborrable. Era un pueblo sin electricidad ni agua corriente. Y casi incomunicado, porque no había carreteras que pasaran por allí.

El maestro llevaba consigo ideas y prácticas innovadoras, junto con la imprenta y el gramófono, puestos al servicio de la enseñanza. Pronto se granjeó la antipatía del cura párroco y del alcalde,

Escribía también en periódicos de la zona para discutir y divulgar los nuevos métodos educativos. Era de ideas socialistas y estaba vinculado a la Casa del Pueblo de la vecina localidad de Briviesca.

El maestro, asesinado por milicias de Falange, (se cree que el 25 de julio de 1936) se encuentra todavía desaparecido. La provincia de Burgos quedó desde el comienzo en poder de los sediciosos.

Lo arrestaron apenas producida la sublevación, el 19 de julio. Denuncias efectuadas contra él caracterizaban su conducta como “antipatriota y antisocial y mal vista por las autoridades y padres de familia”.

Se supone que fue uno de los sepultados en la fosa común de Montes de la Pedraja, donde se han encontrado los restos de 135 personas. Sólo se identificaron hasta ahora algo más de 20 asesinados y entre ellos no está el maestro.

¿Cómo enseñaba Antoni?
Benaiges ponía en práctica un método pedagógico, llamado Freinet por el apellido de su creador, Célestin Freinet. Éste propiciaba un rol autónomo de los niños, con estímulo de la creatividad y de sus propias acciones, en una atmósfera de respeto y colaboración.

Se buscaba con ese método el desarrollo pleno de sus mejores actitudes, en un vínculo estrecho entre el pensamiento y la acción de niños y niñas. Autónomos y creativos, como autores de su propio aprendizaje.

Un objetivo del método se formulaba como “…que los niños aprendan haciendo y hagan pensando”. Se procuraba así combatir la tendencia a la enseñanza estática y memorística. Y el abandono de la idea de mantener a los niños “atados” a sus asientos en una actitud sumisa y sin otra voz que la concedida por sus maestros al interpelarlos o interrogarlos.

El uso de la imprenta era una de las facetas instrumentales del método Freinet, una herramienta fundamental del proceso de aprendizaje. El maestro catalán adquirió de su bolsillo la máquina y los insumos necesarios y los alumnos pasaron a tener un instrumento con el cual volcar sus búsquedas y reflexiones. Primaba la cooperación en el aula, el intercambio, incluso con niños de otras escuelas

Editaron su propia revista y también “cuadernos de vida” en los que daban a la luz sus experiencias y sentimientos. Creaban así sus propios textos para el trabajo en el aula, en lugar de depender sólo de escritos elaborados por adultos.

En uno de los cuadernos se dedicaron a preguntarse cómo sería el mar. Ninguno de esas niñas y niños criados en la meseta castellana lo conocía. Se titulaba El mar, visión de unos niños que no lo han visto nunca.

El maestro les prometió llevarlos a conocer el Mediterráneo, propósito que avanzó hasta ser truncado por la violencia asesina en julio de 1936.

Las vueltas de la memoria
Durante décadas el recuerdo de Antoni quedó en letargo. Sólo atesorado por familiares y ex discípulos en España y por integrantes del exilio republicano en México, que lo mencionaban en sus publicaciones. Ya en el siglo XXI, el cine de ficción y documental; el teatro y el libro; fueron canales para popularizar esa historia.

El pueblo de Bañuelos constituyó el 28 de diciembre de 2013 la Asociación Escuela Benaiges, desde la que se ha rehabilitado el edificio de la escuela, convirtiéndolo en museo pedagógico.

La historia del maestro catalán inspiró una película de austera belleza, que alcanzó elevada asistencia de público, El maestro que prometió el mar, estrenada en 2023.

La directora de la realización cinematográfica, Patricia Fon dijo al agradecer un premio en un certamen de Cataluña:. «esta historia no es de un pasado remoto, es de nuestras familias y es muy necesario explicarla…”

Y dedicó la película y los premios que obtuvo a “…todas las personas que buscan a sus familiares desaparecidos, a todas las personas que ayudan a buscar a esos familiares, a todos los maestros de la República, al maestro Antoni Benaiges y a todos los maestros que piensan igual que él».”

El coautor de un libro sobre el maestro de Bañuelos, Sergi Bernal ha escrito:

““No se puede hablar de Antoni Benaiges solamente por la cuestión educativa, este maestro no tuvo la oportunidad de envejecer porque lo asesinaron. Por lo tanto, este es un tema que entronca directamente con la recuperación de la memoria histórica y antifascista. Hay que dar a conocer historias reales de vida de la gente que fue asesinada durante este periodo tan oscuro”.

El franquismo había percibido el potencial cuestionador de las concepciones educativas que apuntaban a cuestionar el orden social, político y cultural existente y se lanzó sobre los maestros y maestras que las profesaban y ejercían.

En muchos casos se contentó con desplazarlos de sus cargos y apartarlos de la enseñanza, como resultado de un proceso administrativo de “depuración”. Muchos fueron encarcelados y hasta asesinados, como Antoni.

Pese a su asesinato, como las autoridades no reconocían su muerte, igual fue sometido al procedimiento de depuración y separado del cargo durante 1939. Un regodeo en la infamia.

Mantener la atención en la figura de Benaiges es al mismo tiempo una reivindicación colectiva de la memoria acerca de los represaliados por el franquismo. Y una defensa de uno de los mejores aspectos de la segunda república: su política educativa de orientación laica, popular, a menudo con proyección emancipatoria.

viernes, 21 de marzo de 2025

_- El flan parisién se pone de moda en Barcelona y asoma la cabeza en Madrid.

_- La cafetería TosTao fue de los primeros sitios en ofrecerlo al estilo clásico, pero en versión individual se encuentra en pastelerías como Hofmann, Morreig, Maxime Petit o Madeleine by Ferreries.

El flan ha regresado a las cartas de los restaurantes como uno de los postres tradicionales que están de vuelta. Pero hay otro tipo de flan que empieza a ponerse de moda, a pesar de ser un desconocido en la cocina dulce de aquí. Se trata del flan parisién, omnipresente en la vecina Francia, y que las pastelerías de Barcelona elaboran siguiendo la receta más clásica, una tarta a base de masa quebrada u hojaldrada rellena de crema pastelera, o haciendo variaciones respecto a la original.

Hace pocos meses que la prestigiosa Hofmann ha sacado su versión, mientras que en Morreig ya tienen dos propias (la clásica y la de crema de pistacho), igual que en Maxime Petit, que también va jugando con sabores y ahora lo vende de crema catalana. Pero fue Natsumi Mizumoto, la pastelera de la cafetería TosTao, la que puso de moda este dulce en la ciudad, donde lleva casi dos años ofreciéndolo en su versión más clásica, que se puede comprar a porciones. Pan y Cacao, en Madrid, también ha cogido el testigo y elabora este dulce en una versión individual.

En pocos meses, el flan parisién se está llevando muchas miradas en las vitrinas de las pastelerías y en el interminable aparador de las redes sociales. La nueva tentación, que viene directa de la pastelería francesa más clásica, se reconcilia con sabores tradicionales: el hojaldre, que vive un auténtico boom desde hace años, y la crema pastelera, que está volviendo poco a poco después de unos años en que la pastelería más innovadora la había apartado de los pasteles más creativos. Marc Fàbregas, responsable de bollería en la Hofmann lo tiene claro. “La pastelería moderna dejó un poco de lado la crema pastelera y se centró más en el chocolate y otras elaboraciones, pero aquí gusta mucho y creo que está volviendo”, apunta.

Marc Fàbregas elabora la crema pastelera para el flan parisién de la pastelería Hofmann.
Gianluca Battista

En la pastelería Hofmann se puede degustar una crema muy sabrosa y cremosa que va dentro de su nueva versión de flan parisién (4 euros). Es una pieza individual, elaborada a base de la masa de los cruasanes, a la que se le da una forma esférica. La crema pastelera que elaboran recuerda a la tradicional. “Podría ser la clásica crema, pero lleva un toque de mascarpone que le da más cremosidad”, apunta Fàbregas. Además, se termina con unos polvos de caramelo encima, de manera que una vez pasado por el horno recuerda ligeramente al caramelo quemado de la típica crema catalana.
Av. de Pau Casals, 5, Barcelona,

En Morreig, una tienda especializada en bollería y heladería que causa furor en Gràcia desde hace año y medio, trabaja Matthieu Atzenhoffer, un enamorado de las masas que lleva años profundizando en el arte del hojaldre. Cuenta que elaboran el flan parisién, también en versión individual (5,60 euros), con masa de cruasán laminada en muchas capas, que le dan un extra de crujiente. De manera que consiguen un bollo que realmente crepita a cada mordisco y a la vez es muy cremoso por dentro, con un intenso gusto a vainilla. “A la crema le hemos quitado el huevo porque queríamos darle un sabor muy limpio a vainilla”, cuenta. A él le parece más interesante la versión individual porque es más crujiente. En Morreig también elaboran una versión de flan parisién con crema de pistacho (7,50 euros), el ingrediente de moda en pastelería.

Carrer de Verdi, 25, Gràcia, 08012 Barcelona Teléfono: 613 01 84 46

Al revés le pasa a Natsumi Mizumoto, que apuesta por el formato original porque prefiere dar más protagonismo a la crema. En la cafetería TosTao, en el hotel Casa Bonay, siempre luce en el mostrador un flan parisién de lo más clásico, que se corta por porciones (6 euros). Ella se enamoró de esta receta cuando vivió en Francia, mientras trabajaba en una pastelería de Versalles. Recuerda que siempre que tenía el día libre iba a París, a la famosa Ladurée. “Es muy conocida por los macarons, pero para mí su bollería es mucho mejor y el flan parisién que elaboran es mi preferido”, cuenta esta pastelera japonesa que se formó en Tokio y ha trabajado en restaurantes como Etxebarri o Dos Palillos. Mizumoto elabora la masa de hojaldre de forma invertida, es decir, que invierte el orden de la masa y la mantequilla a la hora de hacer los pliegues. Para la crema, mezcla huevos, nata, leche, maicena y vainilla. “Mucha vainilla”, remarca.

La versión más clásica de flan parisién que elabora Natsumi Mizumoto en la cafetería Tostao de Barcelona.

Gianluca Battista
Casa Bonay
Dirección: Gran Via de les Corts Catalanes, 700, L'Eixample, 08010 Barcelona
Teléfono: 682 50 63 40

Otro pastelero francés que ha traído esta tradición a Barcelona es Maxime Petit, que abrió su propia pastelería hace año y medio delante del recinto Modernista de Sant Pau, después de haberse encargado de la partida dulce del restaurante Moments. De momento no tienen bollería, sino que centran todos los esfuerzos del obrador en una fina pastelería con muchas elaboraciones francesas, como los éclairs, que tienen de diferentes sabores. Su carta cambia constantemente, y ya ha ofrecido diferentes versiones de este flan que también está en su imaginario desde bien pequeño. Ahora mismo, en su vitrina se encuentra un flan parisién de crema catalana (6,5 euros). Lo presenta en formato individual, con una masa sucrée (quebrada y azucarada) que, al llevar almendra, le da un toque muy crujiente, y relleno de una crema pastelera al estilo del postre catalán, con limón y canela infusionados. También espolvorea un poco de caramelo por encima para darle ese toque de sabor que recuerda a la tradición catalana.

En Madeleine by Ferrieres, una pastelería de origen francés que tiene obrador y tienda en Barcelona, en el barrio del Poblenou, también han sacado su fórmula de flan parisién individual los fines de semana. Felipe de Santa Cruz, jefe del obrador, cuenta que su primera apuesta fue el clásico flan parisién cortado a porciones, pero no acabó de cuajar entre los clientes. “Seguramente por desconocimiento, en la tienda de Francia (que tienen en el municipio de Ferrières-en-Brie) lo elaboran a toneladas”, apunta. Así que probaron un formato individual más pequeño, hecho con la masa del cruasán y la crema pastelera, y cada vez tiene más salida, pero por ahora solo lo trabajan el fin de semana. De la Cruz cree que otro producto francés que cada vez es más conocido y apreciado aquí es el canelé. Carrer de Llull, 145, Sant Martí, 08005 Barcelona Teléfono: 613 31 95 62

En Madrid, hay alguna pastelería que ya se ha animado con el flan parisién como es el caso de Pan y Cacao. Cada día puede encontrarse una versión individual (3 euros) en su mostrador. Al frente de este negocio está Miguel Moreno, que tiene treinta años de experiencia en el sector. Trabajó en Fauchon París, formó parte de la reconocida pastelería Mallorca y es miembro de la Asociación Relais Dessert International compuesta por 80 pasteleros de prestigio de todo el mundo. No hay duda de que poco a poco el flan parisién va introduciéndose en el imaginario pastelero de todos y estas nuevas versiones individuales facilitan su expansión. Dirección: C. de Clara del Rey, 51, Chamartín, 28002 Madrid Teléfono: 918 39 70 45

jueves, 20 de marzo de 2025

Cómo desprenderte de objetos con valor sentimental

Hay objetos que producen cierta alegría, pero otros solo ocupan espacio, física y emocionalmente. Aquí algunos consejos para deshacerte de lo que no necesitas.

A Kim Allen no le gusta acumular cosas. Pero cuando se trata de algunos de sus objetos más sentimentales, le cuesta desprenderse de ellos.

El primero de la lista es una criatura de cerámica que hizo su hija hace años. Tiene un solo ojo, la lengua suelta y un mechón de pelo azul. La colocó en un lugar destacado, cerca del lavabo, porque siempre la hace sonreír.

Pero hay otros recuerdos que no le producen la misma alegría, como los recuerdos y las obras de arte que le han heredado sus parientes, y que solo ocupan espacio, física y emocionalmente.

“Con suerte me jubilaré a los 67 años”, dijo Allen, quien tiene 52 años y vive en Sherrill, Nueva York. “¿Realmente quiero ocuparme de todo este exceso de cosas entonces? No, quiero estar divirtiéndome con mis amigos y mi familia, disfrutando de la vida que tanto me ha costado construir.“

Y, sin embargo, durante mucho tiempo, Allen se sintió incómoda con la idea de desechar las reliquias familiares.

Estanterías que contienen diferentes objetos aleatorios que Shuer ha ido coleccionando a lo largo del tiempo, incluyendo una caja de clavos y una máscara decorativa.

Los tesoros de Shuer incluyen objetos que pertenecieron a su abuelo. La máscara decorativa y la piraña disecada son algunas de las favoritas de Shuer. “Crecí viéndolas y despertaron mi imaginación”, dijo.Credit...Tony Luong para The New York Times

Filas de cucharas de plata están alineadas en un mantel.

Kim Allen es descendiente de la comunidad Oneida, una comuna religiosa creada a mediados del siglo XIX que floreció durante 30 años antes de disolverse. La presión para mantener los objetos históricos dentro de la familia, como estas cucharas plateadas, era fuerte, dijo.Credit...

Los objetos sentimentales están entre las pertenencias de las que más cuesta desprenderse. Los recuerdos pueden sentirse entrelazados con nuestra identidad, sobre todo si una vez nos proporcionaron consuelo o pertenecieron a un ser querido. Deshacerse de ellos puede indicar que ciertos capítulos de nuestras vidas se han cerrado, dijo Selena Jones, terapeuta de duelo y trauma de Ontario, quien instruye a personas mayores en el arte de la limpieza.

“La gente teme que, si se deshace de algo sentimental, olvidará el recuerdo”, dijo. Pero nuestros recuerdos viven dentro de nosotros, añadió, no en nuestras cosas.

Si quieres reducir algunos de tus objetos más significativos, los expertos en limpiezas a fondo te proponen algunas formas suaves de empezar.

Desarrolla tu “músculo” de la limpieza
Para iniciar el proceso, reflexiona sobre el motivo por el que quieres ordenar, dijo Carolyn Rodriguez, experta en el trastorno de acumulación y profesora de psiquiatría y ciencias del comportamiento en Stanford Medicine.

El “por qué” te servirá de motivación. Por ejemplo, tal vez quieras evitar dejar atrás un montón de objetos para que tus hijos los clasifiquen cuando mueras. Quizá simplemente quieras que una habitación o un espacio sean más funcionales.

Para Lee Shuer, de 50 años, que padece síntomas de trastorno de acumulación, tomar la decisión de recortar sus objetos sentimentales fue un enorme reto al principio.

Su afán por coleccionar cosas empezó en la infancia. Cuando consiguió su propio espacio, las cosas llenaban su casa de Northampton, Massachusetts, desbordándose por el porche y asfixiando los pasillos. Con el tiempo se dio cuenta de que se aferraba a cosas que le recordaban a personas, lugares y experiencias de su pasado.

“Quería hacer sitio para mi futuro”, dijo Shuer. Imaginaba un espacio acogedor para los amigos, la familia y, con el tiempo, una pareja. Ahora, ayuda a la gente a ordenar sus casas y dirige talleres, que él mismo ayudó a desarrollar, para quienes padecen el trastorno de acumulación.

Una vez que tengas clara tu motivación, Rodriguez aconseja abordar el objetivo más sencillo: las zonas comunes que utilizas a diario.

Si te centras en ordenar la sala y el cuarto de baño, por ejemplo, tus esfuerzos serán inmediatamente visibles y gratificantes, dijo Rodriguez.

Luego ve subiendo hasta los objetos que te resulten más difíciles de desechar.

Prioriza los objetos que “amplifican la alegría”
Después de que murió su madre, Joshua Fields Millburn, presentador del pódcast Los Minimalistas, aprendió que cuantos menos objetos sentimentales tenía, más valor les sacaba.

“Porque si todo es sentimental, entonces nada es sentimental”, dijo.

Así que, en lugar de ponerlo todo en un “mausoleo de desorden”, dijo, elige las pocas cosas que amplifican tu alegría y considera la posibilidad de exponerlas, aconsejó.

Pregúntate también si volverías a pagar dinero por un objeto determinado. Si no es así, es señal de que deberías dejarlo ir, dijo Millburn. Si crees que querrás volver a verlo, considera la posibilidad de hacer una foto y guardarla en la nube o en una carpeta especial de tu computadora.

Allen, que ha conseguido reducir algunos de sus objetos más sentimentales, se enfrentó a un reto más difícil al considerar las prendas usadas de sus parientes fallecidos, pero al final tuvo que admitir que ni ella ni su hija las querían.

Al principio se sintió culpable.

Este tipo de emociones “nos atascan y pueden llevarnos a dejar las cosas para después”, dijo.

Hazlo poco a poco, pero con constancia
Para no agobiarte, Jones sugirió hacer la tarea lo más pequeña posible. Puedes elegir una habitación; un tipo de objeto, como una gran pila de papeles; o un intervalo de tiempo, como todos los sábados a las 3 p. m. Luego, mantén la disciplina. Aunque solo dediques 10 minutos cada vez a ordenar, verás avances.

Kim Allen sentada al borde de un escenario vacío en la Mansión Comunitaria de Oneida, donde ha donado muchos de sus objetos. Allen en la Oneida Community Mansion House, donde encontró un hogar para los recuerdos que le habían regalado sus familiares.Credit...Amrita Stuetzle para The New York Times

Susan Litt, de 49 años, de Richmond, Virginia, está continuamente ordenando las obras de arte que acumuló de sus dos hijos. “No puedes tener 10 contenedores con cosas de tus hijos”, dijo. “Es abrumador”.

Ahora que sus hijos son adolescentes, les pide su opinión sobre lo que tiene significado y lo que puede desaparecer. También evita intentar ordenarlo todo de una vez: “eso es demasiado drástico para mí”, dijo. En lugar de eso, vuelve al mismo montón de cosas dentro de unos meses.

Prueba estas técnicas de toma de decisiones Si no tienes certeza de por dónde empezar, sugirió Rodriguez, coge un objeto y hazte dos preguntas: 1) ¿Qué te viene a la mente cuando sostienes este objeto? 2) ¿Qué pasaría si te deshicieras de él?

A menudo resulta útil compartir tus respuestas con un amigo o familiar, añadió Rodriguez. Hablar simplemente del objeto y del periodo de tiempo que representa puede ayudar a la gente a desprenderse de él, añadió.

También puedes pedir a un amigo o vecino que guarde durante una semana algo de lo que estés pensando en desprenderte, sugirió Shuer. Después, comprueba cómo te sientes al cabo de la semana. ¿Ha sido tan difícil como esperabas?

Steve Wobrak, de 67 años, de Latrobe, Pensilvania, dijo que esta estrategia le ayudó a deshacerse por fin de una de las muchas figuritas de elefantes de su hija, años después de que muriera.

“Se me saltaron algunas lágrimas”, dijo. Desprenderse de un objeto sentimental hizo que deshacerse de otros fuera un poco más fácil. Pronto se dio cuenta de que los recuerdos no desaparecían, aunque los objetos sí lo hicieran.

“No pasa nada si tienes vínculos emocionales”, dijo Rodriguez. “Simplemente no puedes quedarte con todas las cosas”.