lunes, 19 de mayo de 2025

_- Muere José Mujica, el audaz político uruguayo que asombró al mundo como "el presidente más pobre"

José "Pepe" Mujica saluda con una bandera de su partido, el Frente Amplio, detrás.

_- "No vivas temblando frente a la muerte", decía el "Pepe" Mujica. "Acéptala como los bichos del monte".

No era mediodía aún cuando José Mujica nos sorprendió ofreciéndonos "un trago" al terminar de entrevistarlo en la intimidad de su casa en 2012, a la mitad de su mandato como presidente uruguayo.

Lavó unos vasos, les echó unos hielos y los regó generosamente de whisky. Después los repartió, para comenzar una charla distendida, que saltó de un tema a otro.

"De la política voy a salir con las patas para adelante", dijo en ese encuentro con BBC Mundo el exguerrillero tupamaro, que gobernó Uruguay entre 2010 y 2015.

Con eso quería decir que pensaba practicar la actividad que abrazó desde joven hasta la hora de su muerte, que le llegó este martes a los 89 años.

Por la simpleza con que vivió como presidente, sus críticas al consumismo o las reformas sociales que impulsó —que entre otras cosas convirtieron a Uruguay en el primer país en legalizar el mercado de marihuana—, Mujica fue una figura especial para la izquierda latinoamericana.

Su popularidad tuvo alcance global, algo inusitado para un mandatario uruguayo, aunque en su propio país de 3,4 millones de habitantes su legado genera controversias.

José Mujica parado sobre un camino de tierra Fuente de la imagen,Gerardo Lissardy Pie de foto,

Mujica vivía en una chacra con una humilde casa en las afueras de Montevideo.

"Una carrera infinita"

Mientras fue mandatario, Mujica evitó mudarse a la mansión presidencial como acostumbran hacer los jefes de Estado alrededor del planeta.

En cambio, permaneció junto a su esposa, la política y exguerrillera Lucía Topolansky, en la modesta casa de ambos en las afueras de Montevideo, sin servicio doméstico y con escasa seguridad. Nunca tuvieron hijos.

Lucía Topolansky y José Mujica sentados dentro de su casaFuente de la imagen,Getty Images Pie de foto,

Mujica, en su casa en las afueras de Montevideo, junto a su esposa Lucía Topolansky. Esto, sumado al hecho de que vistiera siempre de manera informal, se lo viera a menudo conduciendo su Volkswagen "escarabajo" celeste de 1987 y donara gran parte de su salario, hizo que algunos medios lo llamaran "el presidente más pobre del mundo".

Pero Mujica, conocido por el apodo de "Pepe", siempre rechazó ese título.

"Dicen que yo soy el presidente pobre. No, yo no soy presidente pobre", dijo en aquella entrevista en su casa.

"Pobres son los que quieren más, los que no les alcanza nada", añadió. "Esos son pobres, porque se meten en una carrera infinita. Entonces no les va a dar el tiempo de la vida ni nada".

"Años de soledad"

Aunque muchos solían verlo como alguien ajeno a la clase política, Mujica nunca fue un outsider de esa actividad.

Decía que su pasión por la política, así como por los libros o la tierra, se la transmitió su madre, que lo crió en un hogar de clase media junto a su hermana menor: el padre de ambos murió cuando él tenía 8 años.

De joven fue militante del Partido Nacional, una de las fuerzas políticas tradicionales de Uruguay, que más tarde sería oposición de centroderecha a su gobierno.

José Mujica al ser liberado de prisión en 1985Fuente de la imagen,AFP Pie de foto,

Mujica estuvo más de 14 años preso y fue torturado por pertenecer a la guerrilla de los Tupamaros. Fue liberado en 1985. En la década de 1960 participó de la fundación del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T), una guerrilla urbana de izquierda que practicó asaltos, secuestros y ejecuciones influida por la revolución cubana y el socialismo.

Decía que "de pura casualidad" él nunca cometió un asesinato.

Fue capturado cuatro veces.

En una de ellas, en 1970, recibió seis balazos y estuvo cerca de morir. Poco después se escapó de la cárcel pero volvieron a atraparlo en 1972. Logró fugarse otra vez y, cuando cayó nuevamente ese mismo año, quedó preso hasta 1985.

Una de estas fugas, en septiembre de 1971, la hizo por un túnel junto a otros 105 presos tupamaros y quedó registrada como una de las más numerosas en la historia de las prisiones uruguayas.

Durante los más de 14 años que sumó en prisión fue torturado y sobrevivió en condiciones infrahumanas, pasando por períodos de aislamiento en aljibes o cajas de hormigón.

Cuando los militares uruguayos dieron el golpe de Estado de 1973, lo incluyeron en un grupo de "nueve rehenes" tupamaros que amenazaron con matar si la guerrilla volvía a actuar.

Solía decir que en ese tiempo conoció de primera mano la locura, sufriendo delirios y llegando a hablar con hormigas, pero también que aprendió a conocerse mejor a sí mismo.

"Esos años de soledad", le dijo Mujica a BBC Mundo bajo los árboles de su chacra (pequeña hacienda), "fueron probablemente los que más me enseñaron".

"La realidad es terca"

Mujica quedó libre con una amnistía que recibió en 1985, al finalizar el régimen militar uruguayo. Ese día era su recuerdo de mayor felicidad.

"Lo de la presidencia es una tontería. No se compara", aseguraba.

Antes de llegar al cargo máximo, fue diputado y senador, y en 2005 ministro de Ganadería y Agricultura del primer gobierno del Frente Amplio, la coalición uruguaya de izquierda.

José Mujica y su perra de tres patas ManuelaFuente de la imagen,Getty Images Pie de foto,

Mujica y su perra de tres patas Manuela, que murió en 2018: "Es el integrante más fiel que tuve en el gobierno", dijo en una entrevista con BBC Mundo. En esos años, su popularidad creció rápido y recorrió el país sin cesar, hasta que se volvió candidato presidencial del Frente Amplio.

Sin renegar de su pasado guerrillero, cuidó su imagen y sus palabras más que de costumbre para ganar la confianza de uruguayos al centro del espectro político, y venció en la segunda vuelta de las elecciones de 2009 con casi 53% de los votos.

Tenía 74 años y, para el resto del mundo, aún era un desconocido.

Eran tiempos de triunfos para la izquierda latinoamericana, que tenía entre sus principales figuras al entonces presidente brasileño Luiz Inácio "Lula" da Silva y a su par venezolano Hugo Chávez.

Aunque mantuvo una relación cercana con ambos, Mujica marcó distancia del socialismo chavista y gobernó a su manera, dando muestras de pragmatismo y audacia en varias ocasiones.

Durante su mandato, con un contexto internacional bastante favorable, la economía uruguaya creció a un promedio anual de 5,4%, se redujo la pobreza y el desempleo se mantuvo en niveles bajos.

Pese a la prédica de Mujica sobre la austeridad, su gobierno también aumentó significativamente el gasto público, lo que amplió el déficit fiscal y llevó a sus opositores a acusarlo de despilfarro.

Además fue criticado por no haber podido revertir los crecientes problemas en la educación uruguaya, aunque había prometido que la enseñanza sería una prioridad máxima de su gestión.

José Mujica recibe la banda presidencial uruguaya del presidente saliente Tabaré Vázquez en marzo de 2010Fuente de la imagen,AFP Pie de foto,

Sobre su presidencia, Mujica se reprochaba no haber logrado eliminar la pobreza en Uruguay; sus críticos lo acusaban de haber aumentado el déficit fiscal. Sin embargo, días después de haber dejado la presidencia sostuvo que su peor cuenta pendiente era que en Uruguay aún hubiera pobreza.

"¿Por qué no lo cambié? Porque la realidad es terca", dijo en una charla con la audiencia global de la BBC, donde le llovieron preguntas de países vecinos y lejanos, como Irán, Indonesia o Azerbaiyán.

Cuando terminó su gobierno, Mujica tenía un alto índice de popularidad doméstica (próximo al 70%) y fue electo senador, pero también dedicó parte de su tiempo a viajar por el mundo.

"Este mundo está loco"

En la curva ascendente de su fama internacional hubo un punto crítico: su discurso en la cumbre Río+20 de la ONU sobre desarrollo sustentable, en junio de 2012 en Río de Janeiro.

Ante decenas de jefes de Estado y de gobierno, criticó la sociedad de consumo que, advertía, lleva a la gente a trabajar más para pagar deudas.

"Estas cosas son muy elementales: el desarrollo no puede ser en contra de la felicidad. Tiene que ser a favor de la felicidad humana, del amor arriba de la Tierra, de las relaciones humanas, de cuidar a los hijos, de tener amigos", sostuvo.

Aunque él mismo definió sus palabras como "elementales", el discurso causó sensación en internet y fue reproducido millones de veces en YouTube: todo un éxito para un presidente que ni siquiera usaba las redes sociales.

Mujica saluda a miles de jóvenes que lo escucharon en una universidad de Río de Janeiro poco después de terminar su presidencia. Fuente de la imagen,Yasmin Botelho Media Ninja Pie de foto,

Mujica saluda a miles de jóvenes que lo escucharon en una universidad de Río de Janeiro poco después de terminar su presidencia. A la posterior entrevista de Mujica con BBC Mundo en su casa siguieron muchas otras con medios de comunicación de todas partes, que lo visitaban intrigados por su forma de vida como presidente, su cultivo de flores y Manuela, su perra de tres patas.

Durante su gobierno, Uruguay también llamó la atención por leyes sociales que aprobó el Parlamento, como la despenalización del aborto, el reconocimiento del matrimonio homosexual y la regulación del mercado de marihuana por parte del Estado.

Mujica aseguraba que nunca probó el cannabis y que legalizarlo no estaba en sus planes cuando llegó a la presidencia, pero en pleno mandato decidió hacerlo con el argumento de que la prohibición había fracasado y quería rescatar parte del mercado del narco.

Por todo esto, recibió elogios de figuras como el premio Nobel de Literatura peruano, Mario Vargas Llosa, fue ubicado entre las 100 personalidades más influyentes de 2013 por la revista Time y Uruguay fue nombrado el país del año por The Economist.

Un jeque árabe llegó a ofrecerle un millón de dólares por su auto, que siguió siendo propiedad y símbolo de Mujica: en algunos países que visitó tras dejar la presidencia, como Guatemala o Turquía, lo esperaron con "escarabajos" en el aeropuerto.

José Mujica en su Volkswagen "escarabajo" celeste de 1987.Fuente de la imagen,Getty Images Pie de foto,

El Volkswagen "escarabajo" de Mujica se volvió otro símbolo de su figura. Él se mostraba sorprendido con tanta fama.

"¿Qué es lo que le llama la atención al mundo? ¿Que vivo con poca cosa, una casa simple, que ando en un autito viejo? ¿Esas son las novedades? Entonces este mundo está loco porque le sorprende lo normal", reflexionó antes de dejar la presidencia.

También indicaba que su forma de gobernar estaba en sintonía con las tradiciones republicanas y liberales que Uruguay cultivó desde comienzos del siglo XX.

El auge de su figura coincidió con un desencanto con los políticos tradicionales en muchos países y un vacío que Mujica ocupó parcialmente en la izquierda de América Latina, tras la muerte de Chávez y los escándalos de corrupción que salpicaron a Lula.

La muerte

Mujica también será recordado por comentarios polémicos que realizó siendo jefe de Estado.

"Esa vieja es peor que el tuerto", dijo en 2013, sin notar que había un micrófono encendido, aludiendo a la entonces presidenta argentina Cristina Fernández y a su fallecido esposo y antecesor, Néstor Kirchner.

Durante el Mundial de fútbol de Brasil 2014 declaró que los dirigentes de la FIFA en ese momento eran "una manga de viejos hijos de puta", tras la sanción que aplicaron al goleador uruguayo Luis Suárez por morder a un rival.

Al mismo tiempo, los discursos de Mujica solían incorporar referencias a temas como el amor y la felicidad, a veces con tono de autoayuda.

"Cada mañana que te levantes piensa, y haz 10 minutos de balance, si lo que has hecho está bien o está mal", aconsejó a miles de jóvenes que lo ovacionaron en una universidad de Río de Janeiro meses después que dejara la presidencia.

José MujicaFuente de la imagen,AFP

Tampoco faltaban las referencias a su propia vejez y la proximidad inexorable de la muerte, esa que acaba de llegarle y que él mismo sugería tomar como algo natural, sin dramas.

Al revelar en abril de 2024 que le habían detectado un tumor en el esófago que trataría con radioterapia, sostuvo que en su vida “más de una vez anduvo la parca rondando”, pero esa vez creía que iba "con la guadaña en ristre”.

“Al fin y al cabo, que me quiten lo bailado”, concluyó.

En enero le dijo al semanario uruguayo Búsqueda que el cáncer se extendía a su hígado y, debido a su edad y enfermedades crónicas, evitaría someterse a más tratamientos.

Poco antes, había alcanzado uno de sus últimos logros políticos: que su delfín Yamandú Orsi fuera electo presidente de Uruguay en noviembre y que su agrupación dentro del Frente Amplio, el Movimiento de Participación Popular, obtuviera la mayor bancada en el Parlamento desde el retorno de la democracia al país, sin figurar él en sus listas.

"Es un premio, si se quiere un premio consuelo, porque está llegando al final del partido", reflexionó Mujica sobre esa elección en otra entrevista con BBC Mundo días más tarde. "Siempre pensé que el mejor dirigente no es el que hace más; es el que deja una barra que lo supera con ventaja".

En el libro "Una oveja negra al poder", de los autores Andrés Danza y Ernesto Tulbovitz, Mujica reflexionó que "a nadie le gusta la muerte, pero a determinada altura sabés que un poco antes o un poco después va a llegar".

"Y, ¡por favor!, no vivas temblando frente a la muerte. Acéptala como los bichos del monte. El mundo va a seguir dando vueltas y no va a pasar nada, no va a quedar nada de todo ese temor al pedo", dijo. "Hay que ser más primitivo".

domingo, 18 de mayo de 2025

7 formas sencillas de ser más feliz, según la ciencia

Burrito mira la camara

Fuente de la imagen,Getty Images

Pie de foto,Algunos están destinados a ser más felices que otros, pero eso no significa que no haya caminos para poder ser más feliz.

¿Qué es la felicidad?

Es una pregunta que nos hacemos muchas veces... y para la que muchas veces no tenemos una respuesta clara.

¿Es vivir sin preocupaciones? ¿O es vivir tranquilo a pesar de los problemas que a diario nos aquejan?

Lo cierto es que algunas personas parecen predeterminadas a ser más felices que otras

Pero seas el tipo de persona que canta en la ducha y baila bajo la lluvia, o bien tengas una personalidad más dura y un poco pesimista, esa idea de la felicidad no es algo que simplemente vaya a ocurrirnos.

Todos podemos cambiar nuestros hábitos para atraer más de ese bienestar a nuestras vidas.

Por esa razón, aquí puedes encontrar algunos consejos que quizá te sean útiles para ser más feliz en 2025

1. Abrazar la amistad a medida que vamos envejeciendo

La amistad beneficia a las personas en todas las edades, pero en la edad adulta se puede convertir en una importante fuente de felicidad.

Mientras que las personas mayores tienden a limitar sus conexiones sociales para pasar tiempo con las personas que conocen mejor, los investigadores en el tema señalan que es una buena idea estar abierto a forjar nuevas amistades, porque eso nos da un beneficio distinto a las relaciones con la familia, que pueden estar basadas en la obligación.

Como la amistad es voluntaria, las relaciones no obligatorias pueden comenzar y terminar en cualquier momento, por lo que pueden ser más divertidas y menos tensas.

Rana 

Rana riéndose

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Se cree que esperar con regularidad actividades divertidas podría darnos una perspectiva más optimista.

Aunque los adultos enfrentan obstáculos que puede hacer difícil el conocer a nuevas personas, en cierto modo debería ser más fácil hacer amigos: nuestra personalidad es más madura, hemos ganado en la capacidad de relacionarnos socialmente, nuestra perspectiva de vida se orienta más hacia la búsqueda de la alegría y tendemos a volvernos más agradables.

Y el esfuerzo de mantener amistades de calidad mientras envejecemos vale la pena, ya que los beneficios van más allá del bienestar psicológico.

Esto también mejora nuestro funcionamiento cognitivo y la salud física.

De hecho, las investigaciones señalan reiteradamente que la amistad es un factor tan importante como la familia a la hora de predecir la buena salud mental cuando envejecemos.

Y si eres el tipo de persona a la que se le dificulta hacer amigos, un consejo que puede ayudar: puede ser bueno compartir momentos que te marquen como, por ejemplo, ver un eclipse solar como el que se pudo ver el año pasado a lo largo de EE.UU., como una manera de sentirte cerca de quienes te rodean a la vez que se comparten emociones positivas.

2. Practica "confelicidad"

La compasión es un pilar bien establecido de la amistad verdadera.

La palabra, que viene del vocablo latino "dolor compartido", nos muestra que la empatía nos ayuda a formar fuertes conexiones cuando nuestros amigos necesitan ayuda.

Pero hay un estado emocional opuesto que es menos conocido e igualmente importante: la "confelicidad".

Esa palabra significa "felicidad compartida" y es una faceta subvalorada de las buenas relaciones que puede ser tan importante como la compasión para mantener la amistad, de acuerdo a varios estudios.

Apoyar de forma entusiasta las buenas noticias de nuestros amigos -y preguntar sobre ello- es la base de ser un buen amigo. Responder de forma pasiva o no valorar de forma activa el éxito de tu amigo puede poner en riesgo esas relaciones.

Llama negra

Llama negra

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Disfrutar de la fortuna de nuestros amigos es importante para mantener buenas relaciones con ellos.

3. Hacer un voluntariado

Es casi un cliché decir que hacer algo por otra persona te puede hacer sentir mejor que darte un gusto personal. Pero entre más sabemos del altruismo, más parece que ese cliché es muy cierto.

De hecho, estudios científicos han encontrado que hacer un voluntariado puede incluso ayudar con una serie de condiciones como el dolor crónico y la depresión.

En 2002, un estudio encontró que personas voluntarias que sufrían de un dolor crónico y que fueron asignadas a ayudar a otras personas experimentaron dolor de menor intensidad mientras servían como voluntarios.

Otros estudios han mostrado que el cuidado de animales puede mejorar nuestra salud y cuidar plantas nos puede aportar bienestar, especialmente en adultos mayores.

Algunos médicos ahora recetan el voluntariado como una forma efectiva de "prescripción social": prescripciones médicas que conectan a las personas con recursos y actividades en la comunidad en la que viven.

Enviar a personas a hacer de todo, desde clases de arte a grupos de ciclismo, o incentivarlas a participar en actividades para ayudar a otras personas necesitadas han probado ser válidas intervenciones de salud que pueden, además, ayudar a reducir la presión sobre los servicios de salud.

4. Conectate con tus ancestros

Hay otra manera de que el pasado te ayude en el presente.

Varios estudios sugieren que relacionarse con nuestros ancestros puede tener profundos beneficios psicológicos.

Conocer historias de la familia sobre cómo se superó una adversidad, por ejemplo, puede ser empoderador cuando los relatos pasan de una generación a otra.

Susan M. Moore -profesora emérita de psicología en la Universidad de Swinburne, en Australia- ha encontrado que las personas que saben sobre su historia familiar tienen mayores niveles de satisfacción y bienestar mental.

Meterse en la tarea de investigar el árbol genealógico puede ayudar a tener la sensación de estar en control de la propia vida, además de favorecer un mayor entendimiento de tu lugar en el mundo.

También te puede dar un sentido de perspectiva y gratitud: saber que tu vida actual ha sido posible por las batallas y logros de tus predecesores.

Perro por la ventada de un carro.

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El placer de conducir por un paisaje idílico.

5. Escribir una lista

Hacer un recuento de las bendiciones y favores recibidos es un viejo consejo y se sustenta en una simple pero bien probada intervención.

Sucede que cuando escribimos una lista de tres cosas que nos han pasado nos puede ayudar a mejorar nuestro humor.

Ya sea un evento que nos ha cambiado la vida, como pasar un examen importante o tener un bebé, o algo más ligero como encontrarse de casualidad con un viejo amigo o disfrutar de un momento hermoso como la luz del atardecer.

Cada vez hay más investigaciones que señalan que hacer una lista de ese tipo de cosas puede mejorar nuestro bienestar.

6. Buscar actividades divertidas

Dicen que no hay nada mejor que manejar por un escenario idílico: el viento en tu pelo, la música ideal en el radio, la libertad de la carretera delante tuyo.

Bueno, ahora sabemos que incluso las ratas pueden disfrutar en parte de este paraíso vehicular, después de que unos investigadores de la Universidad de Richmond, en Virginia, le enseñaron a un grupo de roedores a manejar pequeños automóviles de plástico en el laboratorio.

Las ratas aprendieron esta nueva habilidad y pronto comenzaron a montarse en los carros con mucho entusiasmo, como preparadas para el siguiente viaje.

Eventualmente los investigadores notaron que algunas ratas daban pequeños saltitos como muestra de excitación, por manifestar de forma anticipada el placer de ese viaje.

Esto llevó a un nuevo campo de investigación. ¿Puede que la expectativa de la diversión sea tan satisfactoria como la propia actividad?

En otro experimento, los científicos entrenaron a algunas ratas para que aguardaran por las recompensas, mientras que a otras se les daba una retribución de forma inmediata.

Más tarde, evaluaron el optimismo de las ratas y descubrieron que aquellas que habían sido entrenadas para esperar recompensas eran más optimistas.

Los investigadores especularon que esto también podría funcionar así entre los humanos: al anticipar rutinariamente actividades o eventos placenteros, podríamos reprogramar nuestros cerebros para ser más optimistas.

Foca en el suelo.

Foca en el suelo.

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Hacer nada es un buen consejo para buscar la felicidad.

7. No hacer nada

Si has llegado hasta aquí en la lista, el consejo que sigue puede resultarte algo inesperado.

Pero las investigaciones sugieren que preocuparse demasiado por ser feliz puede, en realidad, ser un obstáculo para serlo.

Los experimentos que prepararon a las personas para desear una mayor felicidad antes de ver una película de tono edificante u optimista terminaron sintiéndose más decepcionados que eufóricos después del film.

La teoría es que, al aumentar sus expectativas y dedicarse a leer e informarse sobre la importancia de la felicidad, en realidad las personas pueden experimentar el efecto contrario y sentirse desanimadas.

Es posible que tú mismo hayas experimentado esto durante un gran evento o fiesta que estabas esperando con ansias y que no estuvo a la altura de esas expectativas.

Iris Mauss, psicóloga de la Universidad de California en Berkeley, ya ha demostrado que el deseo y la búsqueda de la felicidad también pueden aumentar los sentimientos de soledad y desconexión.

Ella recomienda adoptar una actitud más estoica y aceptar que la vida al fin de cuentas está hecha de altibajos.

sábado, 17 de mayo de 2025

Cuánta es la riqueza de la Iglesia católica y de dónde proviene

Una vista áerea del Vaticano.

Fuente de la imagen,Getty Images

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Las finanzas de la Iglesia católica han sido siempre secretas.

Hay una máxima que dice que el valor del patrimonio de la Iglesia católica es uno de los misterios de la fe, un secreto que la institución ha guardado durante siglos. 

 Y debido a ese secretismo, las especulaciones sobre el tamaño de la fortuna de la Santa Sede han ido creciendo año tras año, creándose una mística en torno al tema que raya en la ingenuidad y comentarios como "¿por qué el Papa no vende el Vaticano para acabar con el hambre en el mundo?".

Lo cierto es que, desde el inicio de su pontificado, el papa Francisco, fallecido el 21 de abril, se esforzó hacer más transparentes las cuentas del Vaticano con medidas que han cambiado y agilizado la maquinaria vaticana y han tenido repercusiones en la Iglesia en general.

Una de ellas fue publicar, en 2021, el balance financiero público de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (Apsa) del año anterior, práctica que se ha seguido desde entonces.

Fue la primera vez, desde la creación en 1967 de Apsa, encargada de gestionar propiedades e inversiones, que esas cifras salieron a la luz.

Según el último informe de 2023 -divulgado el año pasado-, la Iglesia tuvo un beneficio total de más de US$52 millones y un aumento de activos de casi US$8 millones.

El patrimonio neto no ha sido revelado, pero la última cifra conocida es de casi US$1.000 millones. Este valor se refiere a todos los activos gestionados por el Banco del Vaticano, excluidos inmuebles, terrenos y otros activos.

La Iglesia también obtiene ingresos con la gestión de más de 5.000 inmuebles, de los cuales el 20% están alquilados, lo que genera unos ingresos operativos de US$84 millones y un beneficio neto de casi US$40 millones al año.

Sede del IOR con la guardia suiza custodiando la puerta. Fuente de la imagen,Getty Images Pie de foto,

El Instituto para las Obras de Religión (IOR) realiza funciones similares a las de un banco, por lo que comúnmente se le conoce como el "Banco del Vaticano". Es importante hacer una observación: todos estos valores son relativos sólo a la economía que mueve el Vaticano.

Porque las finanzas de la Iglesia están descentralizadas y cada diócesis del mundo gestiona su propio presupuesto, lo que significa que en la práctica el total es aún mayor y quizás incalculable.

"Es prácticamente imposible evaluar el patrimonio de toda la Iglesia Católica", afirma Fernando Altemeyer Junior, profesor del Departamento de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica de São Paulo (PUC-SP).

En cualquier caso, los expertos estiman su riqueza en miles de millones de dólares. La Iglesia, por ejemplo, está considerada como uno de los mayores terratenientes del mundo.

El Instituto de Estudios de las Religiones y la Laicidad (IREL), con sede en París, estima que posee entre 71 y 81 millones de hectáreas. Esto incluye propiedades como iglesias, escuelas, hospitales, monasterios y propiedades rurales y urbanas.

El origen de la fortuna de la Iglesia católica

Pero ¿de dónde sale ese dinero, si la Iglesia católica es una institución religiosa que en teoría no tiene como objetivo acumular patrimonio ni obtener beneficios, según el Código de Derecho Canónico?

La Iglesia comenzó a acumular bienes y riquezas a partir del siglo IV, con el emperador Constantino (272-337 d.C.), que convirtió el catolicismo en la religión oficial del Imperio romano.

Hasta ese momento, como señalan los historiadores, los cristianos vivían humildemente y celebraban sus servicios en sus propias casas, que en su mayoría eran humildes, o en catacumbas.

Esto se consideraba natural para los seguidores de una religión basada en las enseñanzas de un judío perteneciente a las castas sociales inferiores, que predicaba la moderación, la sobriedad y acciones dirigidas a los menos afortunados.

"Estos acontecimientos cambiaron radicalmente la historia del cristianismo y del Imperio romano", escribe Ney de Souza, profesor de historia eclesiástica y especialista en religión y política, en su libro "Historia de la Iglesia" (Ed. Vozes).

"A partir de ese momento, los destinos temporales y espirituales se entrelazaron. Los siglos siguientes demostraron si esta alianza y las sucesivas fueron la mejor estrategia de la institución religiosa o si trasladar el martirio [sufrido por los cristianos] y las catacumbas [donde profesaban su fe] a los palacios en detrimento de la experiencia de la fe cristiana condujo a la Reforma Protestante".

De perseguida, la Iglesia pasó a ser privilegiada y dueña de muchos bienes. La sencillez de sus seguidores, diferencial en un principio, da paso a un estatus y a unos símbolos de riqueza comparables a los dignatarios del imperio.

Varios cardenales rodean al papa Juan Pablo II en una misa.Fuente de la imagen,Getty Images Pie de foto,

No es fácil entender cómo funcionan las finanzas vaticanas.

Entre los católicos, nombres como San Francisco de Asís o el propio Papa Francisco serían representantes de esta defensa de la sencillez.

Mientras que figuras como el Papa Benedicto IX (102-1055), que vendió el trono papal, y el cardenal Giovanni Angelo Becciu, jefe de la Secretaría de Estado durante el último pontificado, que fue destituido tras desviar cerca de US$200 millones destinados a la caridad para comprar un apartamento en Londres, serían ejemplos de lo contrario.

Riquezas inimaginables

Constantino y muchos otros dirigentes del Imperio Romano donaron a la Iglesia palacios, propiedades, tierras hasta donde alcanzaba la vista e incluso baños termales, además de cantidades inimaginables de oro y plata.

A partir de entonces se estableció el mecanismo de donación a cambio de algo, incluso para que la Iglesia se estableciera en un determinado territorio.

Hasta que, en el siglo XVIII, surgieron los Estados Pontificios, territorios de la península itálica que funcionaban como entidades político-religiosas bajo el mando de un Papa, y la jerarquía católica surgió como autoridad civil, convirtiéndose en un aliado declarado de las familias más ricas de Europa.

Aunque no siempre ha gozado de prosperidad (la Edad Media, por ejemplo, fue un período de vacas flacas, ya que los católicos no gozaban de la simpatía de los que entonces tenían el poder), se puede decir con seguridad que la Iglesia católica construyó su patrimonio gracias a donaciones de los fieles y de personas interesadas en su influencia política y social.

Hoy, en pleno siglo XXI, se le suma su patrimonio cultural, que incluye obras de valor incalculable, museos que reciben millones de visitantes (de pago) al año e inversiones en el mercado financiero, un ámbito que ha sido epicentro de numerosos escándalos de envergadura.

El papa Francisco escucha al prefecto de la Casa Pontificia, Georg Gaenswein, durante una audiencia con los participantes de una reunión organizada por el Banco de Alimentos.

El papa Francisco escucha al prefecto de la Casa Pontificia, Georg Gaenswein, durante una audiencia con los participantes de una reunión organizada por el Banco de Alimentos.

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Recién en 2021, tras la reforma impulsada por el papa Francisco, el Vaticano hizo públicas sus cuentas. 

En el centro del poder católico, está la Ciudad del Vaticano. El régimen de gobierno es una monarquía absoluta ejercida por el Papa, nombre que recibe el obispo de Roma, que lleva otros títulos como Vicario de Jesucristo, sucesor del príncipe de los apóstoles y Sumo Pontífice de la Iglesia Universal.

El Estado Vaticano fue establecido alrededor del año 752 durante el pontificado de Esteban II (715-757). Los primeros museos se remontan a la época del Papa Julio II (1443-1513).

El Vaticano se sostiene gracias a la colaboración financiera de todas las diócesis del mundo, especialmente de las americanas y alemanas, dos de las más ricas. Otra fuente de ingresos es el turismo.

Dentro de la ciudad se encuentran los órganos de la Ciudad-Estado, los dicasterios y servicios de la Santa Sede, entre los que se encuentran: el Palacio Apostólico, 15 museos, pinacotecas (Capilla Sixtina, Capillas de Rafael, Pinacoteca Vaticana, Museo Etnológico Misionero, Museo Histórico), la Biblioteca Apostólica Vaticana, Radio Vaticano, el banco, el Observatorio Astronómico, la Domus Vaticanae (antiguamente Casa Santa Marta), la Basílica de San Pedro, los edificios adyacentes a la Basílica, el periódico Osservatore Romano, Vatican Media - Centro Televisivo Vaticano, la Libreria Editrice y el archivo apostólico.

Posesiones también extramuros

Son 12 edificios o espacios extraterritoriales que pertenecen al Vaticano, entre ellos las Basílicas Mayores de San Juan de Letrán, San Pablo Extramuros, Santa María la Mayor y la parroquia de Santa Ana, además de las oficinas de los dicasterios y la Villa de Castel Gandolfo, conocida como la residencia de verano de los papas.

También existe el Óbolo de San Pedro, que consiste en donaciones voluntarias realizadas por creyentes de todo el mundo. Estas donaciones se destinan a obras sociales y al mantenimiento de las actividades del Vaticano, del turismo y de los museos, que atraen cada año a millones de personas a algunas atracciones.

Entre ellas se encuentran el Museo Vaticano y la Capilla Sixtina, la venta de sellos y monedas conmemorativas y, lo más controvertido, las actividades de sus instituciones financieras, el Instituto para las Obras de Religión (IOR), más conocido como Banco del Vaticano, que gestiona importantes activos financieros, y Apsa.

El Vaticano también posee una de las mayores colecciones artísticas y culturales del mundo. Sin embargo, estos activos se consideran intangibles y no están disponibles para la venta o uso comercial.

El dictador Benito Mussolini con uniforme militar en una foto en blanco y negro

El dictador Benito Mussolini con uniforme militar en una foto en blanco y negro

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El dictador Benito Mussolini fue uno de los mayores donantes del Vaticano.

Gran parte de esta herencia proviene del dictador italiano Benito Mussolini. En 1929, depositó 1.750 millones de liras italianas en las arcas de la Santa Sede a través de la Conciliación, un reembolso por los bienes de la Iglesia Católica que fueron tomados durante la Unificación Italiana.

El movimiento político y militar consolidó varios reinos, ducados y estados independientes, incluidos los Estados Pontificios, en el reino de Italia. En ese período, especialmente entre 1860 y 1870, muchos bienes y territorios fueron arrebatados a los católicos, lo que representó uno de los momentos más delicados de la historia en la relación entre la Iglesia y la Italia unificada.

Aproximadamente una cuarta parte de esta cantidad fue utilizada por el Papa Pío II para estructurar el nuevo Estado Vaticano, erigir los edificios de la Santa Sede (como el monumental palacio de San Calixto, en Trastevere/Roma) y construir viviendas para empleados cerca del Vaticano.

El resto del dinero recibido se colocó en una serie de inversiones utilizando el principio de diversificación como estrategia, con el fin de evitar riesgos.

Como resultado, Apsa cuenta con propiedades en Gran Bretaña, Francia y Suiza, además de Italia, principal país inversor, especialmente Roma, con el 92% de las unidades inmobiliarias, que van desde edificios hasta oficinas, tiendas y restaurantes.

Números poco claros

Actualmente, parte del patrimonio inmobiliario, junto con la gestión de la cartera de inversiones —unos US$1.900 millones aproximadamente- generan ingresos destinados al mantenimiento de la Curia Romana, órgano de administración del Vaticano.

Ésta es la función principal de las finanzas del Vaticano: sostener el aparato de la Santa Sede, las nunciaturas, los movimientos del Papa y las acciones caritativas.

En 2019, cuando le preguntaron sobre las finanzas, el Papa Francisco defendió la necesidad de invertir, no para especular, sino para evitar que el capital se devalúe. "Para que se mantenga o rinda un poco", dijo.

Esto es relevante porque la Santa Sede, a pesar de estar apoyada por el Estado Vaticano, no es en sí misma un Estado, afirmó el historiador italiano Andrea Riccardi, fundador de la organización católica Comunidad de Sant'Egidio, al periódico italiano Corriere della Sera.

No tiene impuestos ni deuda pública. Se sustenta con los ingresos de sus activos y, sobre todo, con las donaciones de los fieles. Esta tendencia está ligada a la opinión pública católica, afirma Riccardi.

"Por esta y otras razones, son necesarias la transparencia presupuestaria y el orden en la gestión."

Sin embargo, los ingresos y gastos anuales del Vaticano han sido significativamente inferiores a los declarados, y sus activos totales son el doble de lo que se declaró anteriormente (alrededor de US$4.000 millones).

Jean-Baptiste de Franssu durante una rueda de prensa y con el escudo de la Santa Sede detrás.

Jean-Baptiste de Franssu durante una rueda de prensa y con el escudo de la Santa Sede detrás.

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Jean-Baptiste de Franssu es el presidente del conocido como "Banco del Vaticano". 

Así lo constata el sacerdote jesuita español Juan Antonio Guerrero Alves, jefe de la Secretaría de Economía, una oficina creada por el papa Francisco al inicio de su reforma económica en 2014.

Para controlar el gasto excesivo, el Vaticano comenzó a vender entre US$20 y US$25 millones de sus activos cada año.

"Estos desafíos deben abordarse y no está claro cómo una iglesia que ve disminuir el número de fieles en los países con las economías más desarrolladas puede generar los recursos necesarios para mantenerse", dice el experto en cuestiones vaticanas, John Allen Jr.

Pero incluso bajo la sombra de la disminución del número de fieles generosos en las naciones más desarrolladas, especialmente en Europa y Estados Unidos, donde el éxodo de devotos es más pronunciado, hay países donde la Iglesia católica es extremadamente rica.

Las diócesis más ricas

El miembro más sobresaliente de esta lista de millonarios es Alemania. Allí reina la prosperidad gracias al "kirchensteuer", el impuesto eclesiástico recaudado directamente de los miembros de las comunidades religiosas reconocidas por el Estado, como la Iglesia Católica.

El impuesto municipal corresponde a un porcentaje de la renta imponible del ciudadano, que varía entre el 8% y el 9% según el estado federado.

En 2023, la Iglesia recaudó aproximadamente US$7.400 millones con ese impuesto, lo que representa una caída de alrededor del 5% en comparación con el año anterior, cuando se recaudaron US$7.770 millones.

A pesar de las grandes cifras, la disminución de los ingresos preocupa a la jerarquía católica, ya que está directamente relacionada con el éxodo de creyentes.

Parte de la responsabilidad de este descenso del número de fieles en Alemania recae en las reiteradas crisis de imagen de la Iglesia en el país.

En 2013 salió a la luz el escándalo que involucraba al entonces obispo de Limburgo, Franz-Peter Tebartz van Elst. El costo de construcción de su palacio episcopal saltó de US$5,7 millones a al menos US$35 millones en cinco años, una crisis que afectó a toda la Iglesia católica alemana.

Semejante gasto llevó a muchos alemanes a cuestionar la riqueza de la Iglesia.

Tras la presión de la prensa, la mitad de las 27 diócesis alemanas han hecho públicos sus bienes. Fue entonces cuando la población descubrió que sólo conocía una pequeña parte de las cifras.

De hecho, aunque los obispos deben publicar sus balances, las cifras de la Iglesia permanecen confidenciales. Además de los inmuebles clásicos, poseía diez bancos, varias compañías de seguros, 70 hoteles, importantes empresas de gestión inmobiliaria y varios medios de comunicación.

La catedral de Colonia.

La catedral de Colonia.

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La de Colonia, en Alemania, es una de las diócesis más ricas. 

Sólo la diócesis de Colonia, una de las más ricas del mundo, estimó en 2023 su patrimonio neto en casi US$5.000 millones.

Ese mismo año, recaudó US$744 a través de impuestos eclesiásticos, lo que representó el 70% de su ingreso anual total.

Esta operación de transparencia permitió a la población conocer, aunque de manera limitada, un poco de la vida privada de los religiosos católicos alemanes.

Como el obispo Tebartz-van Elts, que tenía una bañera que valía US$17.000, y el arzobispo de Múnich, el cardenal Reinhard Marx, que vive en un imponente palacio barroco que fue restaurado por US$9.900 millones, tres cuartas partes de los cuales fueron pagados por los contribuyentes.

El mismo Reinhard Marx posee, entre otros bienes, un BMW 730, con conductor incluido. Una realidad que a muchos católicos alemanes les resultó indigesta cuando descubrieron que su dinero patrocinaba tantos lujos.

"Ninguna propiedad de la Iglesia católica está a nombre de una persona física, es decir, sacerdote, obispo, cardenal o cualquier religioso", afirma el padre Antonio Lisboa Lustosa, profesor de teología y especialista en ciencias religiosas.

El experto reconoce que hay desviaciones entre algunos de sus semejantes y que tales prácticas de lujo, orgullo y ostentación no van acordes con los principios el cristianismo.

"Sucede a menudo, pero nadie puede olvidar que la Iglesia está formada por hombres capaces de equivocarse", afirma Lustosa.

"En todo caso, lo que Jesucristo predicó y reforzó el Papa Francisco es el mantenimiento de la sobriedad y la sencillez", apunta.

También Estados Unidos

La Iglesia en Estados Unidos, otro de los países que más aportaciones realiza al Vaticano, no se queda atrás. Allí, la jerarquía católica posee un vasto patrimonio, que incluye universidades de renombre como Notre Dame, en Indiana (con ingresos de US$1.760 millones, y Georgetown, en Washington (con ingresos de US$1.920 millones, además de hospitales y escuelas.

Aunque no existe un impuesto eclesiástico obligatorio, la Iglesia recibe importantes donaciones privadas. Se estima que los líderes religiosos estadounidenses recaudan alrededor de US$10.000 millones en donaciones anuales, además de poseer considerables activos inmobiliarios y financieros.

Vale la pena considerar que la Iglesia estadounidense concentra el mayor número de religiosos del ala católica conservadora, quienes permanecen estrechamente vinculados a la derecha radical.

Fachada principal de la Universidad de Georgetown

Fachada principal de la Universidad de Georgetown

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La Universidad de Georgetown, propiedad de la Iglesia Católica en Estados Unidos tiene US$1.920 millones anuales en ingresos

Las cuentas en Brasil

Brasil, el país con el mayor número de católicos del mundo, también tiene una Iglesia con considerable influencia y herencia.

Aunque no existen datos financieros consolidados ya que no existe un informe financiero público nacional, lo que dificulta obtener una visión completa de las finanzas de la Iglesia, las diócesis brasileñas administran una vasta red de parroquias, escuelas, hospitales y universidades.

Además, reciben donaciones de los fieles y tienen exenciones de impuestos.

Brasil también alberga el mayor y segundo santuario mariano más visitado del mundo, el Santuario Nacional de Nuestra Señora de Aparecida, ubicado en Aparecida, en el interior de São Paulo, considerado el más rico del mundo en recursos financieros, según datos ofrecidos por las propias diócesis y consolidados por expertos en turismo religioso.

El santuario recibe cerca de 10 millones de peregrinos al año, que gastan, en promedio, US$21al día, lo que resulta en una recaudación anual de aproximadamente US$240 millones en la ciudad de apenas 35.000 habitantes.

Durante la visita del Papa Benedicto XVI a Brasil en 2007, los ingresos mensuales de la Basílica, según información divulgada por la arquidiócesis en la época, variaron entre US$70 millones y US$90 millones, impulsados ​​por campañas de donaciones.

La Catedral de Notre Dame, en París, con una grúa a la derecha llevando a cabo labores de restauración tras el incendio de 2019.

La Catedral de Notre Dame, en París, con una grúa a la derecha llevando a cabo labores de restauración tras el incendio de 2019.

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El tercer templo católico más visitado del mundo es la Catedral de Notre Dame, en París.

 Francia no está en la lista de países con mayor población católica del mundo. En la actualidad, el 29% de los franceses se declaran católicos; hace diez años, era el 70%. Pero es allí donde se encuentra el tercer templo católico más visitado del mundo, la Catedral de Notre Dame, en París.

Antes del incendio de 2019 que lo mantuvo cerrado durante cinco años, recibía alrededor de 13,6 millones de visitantes al año, por delante de atracciones turísticas como la Torre Eiffel y el Museo del Louvre.

La restauración de la catedral fue un proyecto que supuso colaboración internacional y una importante inversión. La restauración del templo gótico construido hace nueve siglos costó cerca de US$800 millones de euros y recaudó casi US$1.000 millones mediante donaciones de cerca de 340.000 personas de 150 países.

Tales cifras son consistentes con el tamaño de los activos que sustentan una institución como la Iglesia católica dotada de una maquinaria monumental, integrada por miles de empleados y religiosos repartidos por el mundo, universidades, museos, hospitales y cientos de obras de caridad, entre otros.

En una entrevista con el director del periódico Corriere della Sera, Ferrucio de Bortoli, en 2014, el Papa Francisco argumentó que el problema no es tanto el tamaño de esta fortuna, sino la falta de transparencia que la rodea.

Al ser preguntado sobre la riqueza y los excesos de la Iglesia, Francisco dijo: "Jesús dice que no se puede servir a dos señores: Dios y las riquezas. Y cuando seamos juzgados en el juicio final, nuestra cercanía a la pobreza contará. La pobreza nos aleja de la idolatría y nos abre las puertas a la Providencia".

Y concluyó: "El dinero es siempre un traidor".

viernes, 16 de mayo de 2025

El pasado nazi del que los padres nunca quisieron hablar con sus hijos

Margarethe Gräser

Hans Gräser, un alemán de 79 años, descubrió al vaciar la casa de sus progenitores documentos reveladores de la vinculación familiar con el régimen de Hitler. No es el único al que le ha pasado.

El silencio aceptado en el seno de muchísimas familias alemanas tras la II Guerra Mundial ha marcado a la sociedad de un país que tuvo que aprender a vivir con su historia. ¿Cómo explicar a los hijos los terribles crímenes que se cometieron durante el nazismo? Los Mitläufer, como se llama a los alemanes que se dejaron llevar por la corriente nazi sin resistir, fueron la gran mayoría del pueblo alemán.

Después de la guerra, nadie quería plantearse la cuestión de qué hubiera ocurrido si no se hubieran dejado llevar. Los padres no hablaron con los hijos, sino, en todo caso, con los nietos. Sin embargo, aún ahora, 80 años después del final de la II Guerra Mundial, es difícil hablar sobre ello, aunque nadie duda de que sin esos millones de Mitläufer, ni Hitler, ni sus acólitos hubieran estado en condiciones de cometer un genocidio —en torno a seis millones de judíos murieron durante el Holocausto— de aquella magnitud.

El tema resurge cuando al vaciar el piso de abuelos o padres, algunas familias descubren documentos ocultos en el fondo de un armario. En el caso de Hans Gräser, él sí sabía del pasado nazi de su padre en las SS, pero no mucho más. Por eso no pudo evitar sorprenderse al encontrar una serie de documentos que desconocía cuando a finales del año pasado su madre, de 101 años, se mudó a una residencia y hubo que desalojar su casa en Heidelberg.

“Nunca había visto estos documentos. Ni el carnet de pertenencia a las SS, ni el informe de desnazificación…”, explica en su casa mientras hojea los papeles esparcidos en una mesa entre los que se encuentra, por ejemplo, el Ahnenpass, que documentaba el linaje ario, o la Cruz al Mérito de Guerra firmada por el Führer. “Me enteré entonces de que había sido miembro del partido nazi”, indica sobre lo que encontró en uno de los cajones del escritorio de su padre. “Yo sabía que estuvo en Riga [capital de Letonia]. También que fue juez del Tribunal Regional. Pero mi padre no me contó qué hizo en Riga durante la II Guerra Mundial. Eso es lo que siempre dicen, que los padres no hablaban con los hijos”, comenta.

El carnet de pertenencia a las SS de Hans Gräser Gräser, de 79 años, es historiador especializado en la época medieval. Para él fue complicado pensar que su padre estuvo en Riga desde 1941 hasta 1944 como parte de la maquinaria nazi y nunca llegó a hablar con él de ese tema. En esa zona se cometieron asesinatos en masa como la masacre de Rumbula, donde fueron asesinados cerca de 25.000 judíos. Por eso, cuando descubrió ahora que su padre se salió de las Reiter-SS (unidades a caballo) en 1939 al entrar en la Wehrmacht, como se denominó a las Fuerzas Armadas de la Alemania nazi, no entiende por qué lo ocultó.

“Las SS siempre se consideraron una élite. Y en ese sentido puede ser que dijera que no quería saber nada del partido nazi, que le parecía demasiado vulgar”, elucubra sobre los motivos de su padre, que murió en 2009 con casi 99 años y nunca habló de ello.

“Parece que solo se dedicaba a cosas civiles. Pero claro, todo el mundo allí, aunque no disparara, tenía que saber lo que estaba pasando”. Para Gräser es “difícil” enfrentarse a este pasado. ¿Cómo preguntarle a un padre si vio o estuvo implicado en alguno de esos terribles crímenes?

Con su madre habló en algunos momentos sobre esa época. “Pero siempre me ha sorprendido lo naíf que es”, reconoce. “Mi madre, que no se enteró de los crímenes cometidos durante el Tercer Reich hasta el final, no se interesó en absoluto por el tema y lo reprimió por completo”, añade.

Margarethe-Gräser en su etapa en las Juventudes Hitlerianas Su madre, Margarethe Gräser, vive ahora en una residencia de ancianos en la ciudad de Weinheim, donde reside su hija. Ella tenía 22 años cuando terminó la guerra y estaba embarazada de su primer hijo, Hans, al que llamó como su marido, porque en septiembre de 1945 no sabía si seguía vivo o no. El niño es producto del último permiso que recibieron los soldados en las Navidades de 1944, momento que aprovecharon para casarse. “Casi todos mis compañeros de colegio habían nacido en septiembre como yo”, recuerda Hans como una curiosidad de la posguerra.

“En las primeras Navidades después de la guerra fue la primera vez que le permitieron escribir una carta desde la cárcel”, explica Margarethe Gräser, sentada en su habitación de la residencia. “Fue ahí cuando supimos seguro que estaba vivo y que estaba en cautiverio estadounidense”, añade. Desde ese momento, su marido, que estaba en un campo especial de altos cargos nazis, tuvo permitido escribir una carta al mes hasta su liberación en julio de 1946. Las cartas llegaban con restos de polvos que usaban los estadounidenses para comprobar que no hubiera mensajes ocultos.

En esa época, ella se había trasladado a vivir con su familia a la antigua casa de su abuela en el centro de Heidelberg, después de que los estadounidenses ocuparan su vivienda en Tauberbischofsheim. “A ellos no les interesaba nuestro piso en Heidelberg porque era muy antiguo y no había calefacción central”, recuerda Margarethe Gräser.

Le cuesta remontarse en el tiempo. Ella era una niña cuando Hitler ascendió al poder en 1933. Recuerda su tiempo en la rama femenina de las Juventudes Hitlerianas, cuya pertenencia fue obligatoria a partir de 1936. “Me gustaba formar parte de un grupo de tantas chicas porque solo tenía hermanos. Me gustaba cantar con ellas, hacer deporte y cosas así. La verdad es que viví esa época de forma positiva”.

Después estuvo en el obligatorio Servicio de Trabajo del Reich (RAD), donde las jóvenes ayudaban principalmente en el cuidado del ganado y del campo. Recuerda poco de esos años, pero sí que tuvo la suerte de estar en zonas tranquilas. Tampoco sabe cómo se enteró del final de la contienda y asegura que no supo “de las atrocidades de la guerra” hasta que terminó. Le cuesta hacer memoria. “Ha pasado mucho tiempo”, se excusa.

“De alguna manera, no queríamos creerlo. Mi marido probablemente sabía más al respecto”, reconoce. “El florecimiento de Alemania durante el nazismo, por así decirlo, fue visto como algo bueno en comparación con la época anterior, cuando Alemania atravesaba un tiempo muy malo. Nosotros no sabíamos nada de los crímenes que se cometieron. Los que lo vivieron eran, creo, muy reservados y cautelosos a la hora de hablar de ello. Y en los periódicos, por supuesto, siempre se publicaban solo cosas buenas”, añade.

El departamento jurídico nazi reunido en Riga, con Hans Gräser a la derecha Si bien tras la guerra, muchos alemanes escondieron su pasado nazi, la familia Gräser siempre fue consciente del suyo. “Él contaba un poco de su paso por Berlín o Riga”, indica su viuda. “Eran más bien cosas formales, lo que hacía como jurista. No le interesaba mucho la política. Como funcionario, tuvo que entrar en una organización nacionalsocialista y entró en las SS”, confiesa.

Su familia leyó sus recuerdos de esa época en unas memorias que escribió cuando se jubiló. A lo largo de 200 páginas rememora, por ejemplo, cómo en 1932 escuchó por primera vez a Hitler en un mitin en Karlsruhe. “Por su contenido, me impresionó poco, predominaba la polémica burda, pero fui testigo de la fuerza sugestiva con la que se caldeaban los ánimos de los oyentes”, detalló.

En 1938 se mudó a Berlín. “Las SS tenían tareas especiales en Berlín. Al menos la mitad del servicio consistía en formar una guardia de honor en los actos en los que participaba el Führer, en servicios de vigilancia, en desfiles y similares”, escribió. “Por supuesto, en otoño de 1938 tuve que viajar con mi unidad al congreso del partido en Núremberg para desfilar ante el Führer”, relató Hans Gräser padre.

En Berlín también vivió la Noche de los Cristales Rotos, como se conocen los sucesos del 9 al 10 de noviembre de 1938, cuando miles de negocios, sinagogas y hogares judíos fueron atacados por las SS y casi 100 judíos fueron asesinados.

La carta de liberación de Hans Gräser del 20 de julio de 1946. Su nombramiento como juez del Tribunal Regional de Berlín llegó al año siguiente, casi a la vez que fue llamado a filas, por lo que nunca llegó a ejercer realmente el cargo en la capital alemana. Al entrar a formar parte de la Wehrmacht dejó las SS, donde había llegado a ocupar el cargo de Rottenführer (líder de sección).

Vivió la rendición de Varsovia, estuvo en la Batalla de Francia y tras una lesión, acabó en 1941 asignado al departamento jurídico en la oficina del Reichskommissariat Ostland en Riga, donde, según él mismo cuenta, se ocupaba de todos los asuntos no penales. En los últimos meses de la contienda resultó herido por metralla en el frente oriental. Esas heridas le acabaron salvando la vida, probablemente, porque fue evacuado al oeste de Alemania.

Junto con estas memorias, en las que omite cualquier mención a los crímenes cometidos por los nazis, su hijo tiene ahora también el escrito que adjuntó su padre en el informe de desnazificación exigido por los Aliados para poder ser rehabilitado. En él relata los cargos que tuvo y dónde estuvo hasta su detención el 9 de mayo de 1945 y pide ser calificado como Mitläufer. Trabajó como jardinero en un cementerio en Heidelberg hasta que en 1949 volvió a ser juez.

Este nombramiento hizo que años después su nombre apareciera en el llamado Libro marrón en el que la República Democrática Alemana (RDA) denunciaba a casi 1.800 líderes económicos, políticos, generales y almirantes de la Bundeswehr y altos funcionarios por sus vínculos reales o supuestos con el régimen nazi. El Gobierno federal alemán desestimó el libro como “obra de propaganda comunista”. Sin embargo, Hans Gräser al ver su nombre ofreció prejubilarse, pero sus superiores no vieron motivo para su dimisión y siguió en su puesto.

¿Cuánto omitió de su historia? Es difícil de saber. Su familia quiere solicitar ahora al Archivo Federal de Alemania todos los documentos que haya para ver si lo que hay sobre él es lo mismo que ya saben o hay algo más. Ellos son de los alemanes que quieren saber. No todos quieren.