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domingo, 18 de mayo de 2025

7 formas sencillas de ser más feliz, según la ciencia

Burrito mira la camara

Fuente de la imagen,Getty Images

Pie de foto,Algunos están destinados a ser más felices que otros, pero eso no significa que no haya caminos para poder ser más feliz.

¿Qué es la felicidad?

Es una pregunta que nos hacemos muchas veces... y para la que muchas veces no tenemos una respuesta clara.

¿Es vivir sin preocupaciones? ¿O es vivir tranquilo a pesar de los problemas que a diario nos aquejan?

Lo cierto es que algunas personas parecen predeterminadas a ser más felices que otras

Pero seas el tipo de persona que canta en la ducha y baila bajo la lluvia, o bien tengas una personalidad más dura y un poco pesimista, esa idea de la felicidad no es algo que simplemente vaya a ocurrirnos.

Todos podemos cambiar nuestros hábitos para atraer más de ese bienestar a nuestras vidas.

Por esa razón, aquí puedes encontrar algunos consejos que quizá te sean útiles para ser más feliz en 2025

1. Abrazar la amistad a medida que vamos envejeciendo

La amistad beneficia a las personas en todas las edades, pero en la edad adulta se puede convertir en una importante fuente de felicidad.

Mientras que las personas mayores tienden a limitar sus conexiones sociales para pasar tiempo con las personas que conocen mejor, los investigadores en el tema señalan que es una buena idea estar abierto a forjar nuevas amistades, porque eso nos da un beneficio distinto a las relaciones con la familia, que pueden estar basadas en la obligación.

Como la amistad es voluntaria, las relaciones no obligatorias pueden comenzar y terminar en cualquier momento, por lo que pueden ser más divertidas y menos tensas.

Rana 

Rana riéndose

Fuente de la imagen,Getty Images


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Se cree que esperar con regularidad actividades divertidas podría darnos una perspectiva más optimista.

Aunque los adultos enfrentan obstáculos que puede hacer difícil el conocer a nuevas personas, en cierto modo debería ser más fácil hacer amigos: nuestra personalidad es más madura, hemos ganado en la capacidad de relacionarnos socialmente, nuestra perspectiva de vida se orienta más hacia la búsqueda de la alegría y tendemos a volvernos más agradables.

Y el esfuerzo de mantener amistades de calidad mientras envejecemos vale la pena, ya que los beneficios van más allá del bienestar psicológico.

Esto también mejora nuestro funcionamiento cognitivo y la salud física.

De hecho, las investigaciones señalan reiteradamente que la amistad es un factor tan importante como la familia a la hora de predecir la buena salud mental cuando envejecemos.

Y si eres el tipo de persona a la que se le dificulta hacer amigos, un consejo que puede ayudar: puede ser bueno compartir momentos que te marquen como, por ejemplo, ver un eclipse solar como el que se pudo ver el año pasado a lo largo de EE.UU., como una manera de sentirte cerca de quienes te rodean a la vez que se comparten emociones positivas.

2. Practica "confelicidad"

La compasión es un pilar bien establecido de la amistad verdadera.

La palabra, que viene del vocablo latino "dolor compartido", nos muestra que la empatía nos ayuda a formar fuertes conexiones cuando nuestros amigos necesitan ayuda.

Pero hay un estado emocional opuesto que es menos conocido e igualmente importante: la "confelicidad".

Esa palabra significa "felicidad compartida" y es una faceta subvalorada de las buenas relaciones que puede ser tan importante como la compasión para mantener la amistad, de acuerdo a varios estudios.

Apoyar de forma entusiasta las buenas noticias de nuestros amigos -y preguntar sobre ello- es la base de ser un buen amigo. Responder de forma pasiva o no valorar de forma activa el éxito de tu amigo puede poner en riesgo esas relaciones.

Llama negra

Llama negra

Fuente de la imagen,Getty Images


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Disfrutar de la fortuna de nuestros amigos es importante para mantener buenas relaciones con ellos.

3. Hacer un voluntariado

Es casi un cliché decir que hacer algo por otra persona te puede hacer sentir mejor que darte un gusto personal. Pero entre más sabemos del altruismo, más parece que ese cliché es muy cierto.

De hecho, estudios científicos han encontrado que hacer un voluntariado puede incluso ayudar con una serie de condiciones como el dolor crónico y la depresión.

En 2002, un estudio encontró que personas voluntarias que sufrían de un dolor crónico y que fueron asignadas a ayudar a otras personas experimentaron dolor de menor intensidad mientras servían como voluntarios.

Otros estudios han mostrado que el cuidado de animales puede mejorar nuestra salud y cuidar plantas nos puede aportar bienestar, especialmente en adultos mayores.

Algunos médicos ahora recetan el voluntariado como una forma efectiva de "prescripción social": prescripciones médicas que conectan a las personas con recursos y actividades en la comunidad en la que viven.

Enviar a personas a hacer de todo, desde clases de arte a grupos de ciclismo, o incentivarlas a participar en actividades para ayudar a otras personas necesitadas han probado ser válidas intervenciones de salud que pueden, además, ayudar a reducir la presión sobre los servicios de salud.

4. Conectate con tus ancestros

Hay otra manera de que el pasado te ayude en el presente.

Varios estudios sugieren que relacionarse con nuestros ancestros puede tener profundos beneficios psicológicos.

Conocer historias de la familia sobre cómo se superó una adversidad, por ejemplo, puede ser empoderador cuando los relatos pasan de una generación a otra.

Susan M. Moore -profesora emérita de psicología en la Universidad de Swinburne, en Australia- ha encontrado que las personas que saben sobre su historia familiar tienen mayores niveles de satisfacción y bienestar mental.

Meterse en la tarea de investigar el árbol genealógico puede ayudar a tener la sensación de estar en control de la propia vida, además de favorecer un mayor entendimiento de tu lugar en el mundo.

También te puede dar un sentido de perspectiva y gratitud: saber que tu vida actual ha sido posible por las batallas y logros de tus predecesores.

Perro por la ventada de un carro.

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El placer de conducir por un paisaje idílico.

5. Escribir una lista

Hacer un recuento de las bendiciones y favores recibidos es un viejo consejo y se sustenta en una simple pero bien probada intervención.

Sucede que cuando escribimos una lista de tres cosas que nos han pasado nos puede ayudar a mejorar nuestro humor.

Ya sea un evento que nos ha cambiado la vida, como pasar un examen importante o tener un bebé, o algo más ligero como encontrarse de casualidad con un viejo amigo o disfrutar de un momento hermoso como la luz del atardecer.

Cada vez hay más investigaciones que señalan que hacer una lista de ese tipo de cosas puede mejorar nuestro bienestar.

6. Buscar actividades divertidas

Dicen que no hay nada mejor que manejar por un escenario idílico: el viento en tu pelo, la música ideal en el radio, la libertad de la carretera delante tuyo.

Bueno, ahora sabemos que incluso las ratas pueden disfrutar en parte de este paraíso vehicular, después de que unos investigadores de la Universidad de Richmond, en Virginia, le enseñaron a un grupo de roedores a manejar pequeños automóviles de plástico en el laboratorio.

Las ratas aprendieron esta nueva habilidad y pronto comenzaron a montarse en los carros con mucho entusiasmo, como preparadas para el siguiente viaje.

Eventualmente los investigadores notaron que algunas ratas daban pequeños saltitos como muestra de excitación, por manifestar de forma anticipada el placer de ese viaje.

Esto llevó a un nuevo campo de investigación. ¿Puede que la expectativa de la diversión sea tan satisfactoria como la propia actividad?

En otro experimento, los científicos entrenaron a algunas ratas para que aguardaran por las recompensas, mientras que a otras se les daba una retribución de forma inmediata.

Más tarde, evaluaron el optimismo de las ratas y descubrieron que aquellas que habían sido entrenadas para esperar recompensas eran más optimistas.

Los investigadores especularon que esto también podría funcionar así entre los humanos: al anticipar rutinariamente actividades o eventos placenteros, podríamos reprogramar nuestros cerebros para ser más optimistas.

Foca en el suelo.

Foca en el suelo.

Fuente de la imagen,Getty Images

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Hacer nada es un buen consejo para buscar la felicidad.

7. No hacer nada

Si has llegado hasta aquí en la lista, el consejo que sigue puede resultarte algo inesperado.

Pero las investigaciones sugieren que preocuparse demasiado por ser feliz puede, en realidad, ser un obstáculo para serlo.

Los experimentos que prepararon a las personas para desear una mayor felicidad antes de ver una película de tono edificante u optimista terminaron sintiéndose más decepcionados que eufóricos después del film.

La teoría es que, al aumentar sus expectativas y dedicarse a leer e informarse sobre la importancia de la felicidad, en realidad las personas pueden experimentar el efecto contrario y sentirse desanimadas.

Es posible que tú mismo hayas experimentado esto durante un gran evento o fiesta que estabas esperando con ansias y que no estuvo a la altura de esas expectativas.

Iris Mauss, psicóloga de la Universidad de California en Berkeley, ya ha demostrado que el deseo y la búsqueda de la felicidad también pueden aumentar los sentimientos de soledad y desconexión.

Ella recomienda adoptar una actitud más estoica y aceptar que la vida al fin de cuentas está hecha de altibajos.

lunes, 8 de febrero de 2021

_- La esterilidad del fuera de juego

_- La cláusula rebus sic stantibus opera también en el mundo de la Política. No exactamente igual que lo hace en el mundo del Derecho, pero también opera. De la misma manera que las estipulaciones contractuales pueden verse afectadas por el cambio en las circunstancias en las que fueron pactadas, también la posición política que cada partido tiene al comienzo de una legislatura como consecuencia del apoyo electoral que ha recibido, puede verse afectada por los cambios que se producen a medida que la legislatura avanza.

En realidad, la cláusula opera con mucha menos seguridad en el mundo de la Política que en el mundo del Derecho, pero con mucha más intensidad. En el mundo del Derecho hace acto de presencia ocasionalmente, muy ocasionalmente. En el mundo de la Política está presente de manera casi permanente. El capital que cada partido recibe en la forma de porcentaje de voto ciudadano en la jornada electoral, está sometido a una fluctuación permanente desde el día siguiente, en parte como consecuencia de la forma en que cada partido lo invierte y en parte como consecuencia de cómo invierten los demás el suyo. Y en parte por lo que ocurre fuera de la competición política propiamente dicha.

La irrupción de la Covid-19, por poner un ejemplo, está teniendo un papel importante en las relaciones jurídicas, que no pueden no verse afectadas por el cambio que el virus ha supuesto a escala mundial. La Covid-19 está activando jurídicamente la cláusula rebus sic stantibus como posiblemente no se ha producido nunca antes. Pero con no menos intensidad lo está haciendo en el mundo de la Política. Que se lo pregunten, si no, a Donald Trump, al que su reacción ante el "virus chino", como a él le gustaba llamarlo, le ha costado nada menos que la Presidencia de los Estados Unidos.

La Política es la síntesis de todas las contradicciones que se producen en una sociedad. Síntesis que se ve necesariamente afectada por las síntesis en todas las demás sociedades con las que está interconectada. Cuando las contradicciones se acentúan y cuando la conexión de las contradicciones propias con las de las demás sociedades, especialmente con las de aquellas con las que tenemos una relación más intensa, experimenta un cambio intenso, cada partido en cada sistema político tiene que ajustar su posición, si no quiere quedarse en "fuera de juego", que, como todo buen aficionado al fútbol sabe, es la posición estéril por antonomasia.

Después de algo más de 30 años en que la sociedad española vino haciendo una síntesis política de sí misma dentro de un "molde bipartidista" bastante previsible, se inició un cambio significativo a partir de las elecciones al Parlamento Europeo en mayo de 2014, cambio que no ha hecho más que acelerarse. El torbellino en que se ha convertido el sistema político español desde las elecciones del 20 de diciembre de 2015 no ha hecho más que ir ganando en intensidad. En dos ocasiones se han tenido que repetir las elecciones generales ante la imposibilidad de investir a ningún candidato como presidente del Gobierno. Se han aprobado dos Presupuestos Generales del Estado en cinco años. Se ha aprobado por primera vez una moción de censura. Se ha recurrido por primera vez al artículo 155 de la Constitución, acompañado de juicios de los miembros del Govern y de la Mesa del Parlament por el Tribunal Supremo. Se ha formado por primera vez un Gobierno de coalición. Se ha hecho uso por primera vez del estado de alarma con prórrogas sucesivas. La dimensión "europea" de la política interna de cada uno de los países miembros de la Unión Europea ha adquirido una visibilidad extraordinaria. La enumeración no es exhaustiva, sino simplemente ejemplificativa.

Ante un cambio tan acelerado de las circunstancias en las que los partidos tenían que moverse, prácticamente todos lo han hecho, menos el PP. No todos han acertado por igual al moverse, pero todos se han movido. El PP es el que parece mantenerse en la misma posición política que definió José María Aznar en los años 90 y que es la que ha orientado su trayectoria desde entonces.

Cuando esa trayectoria quedó desarbolada tras el éxito de la moción de censura en 2018, el PP no ha sido capaz de reaccionar. Sigue instalado en la posición de que fue desalojado del Gobierno de una manera "ilegítima" en 2018 y de ahí no se mueve. Pedro Sánchez llegó al poder ilegítimamente y se ha mantenido desde entonces en el Gobierno de manera no menos ilegítima.

En torno a esa "ilegitimidad" ha girado su trayectoria. No a todo y en todo momento. Tanto si se trata de la prórroga del estado de alarma como de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, de la ley de eutanasia como la renovación del Consejo General del Poder Judicial. No al Decreto sobre los fondos europeos para hacer frente a las consecuencias de la Covid-19. La enumeración vuelve a ser ejemplificativa.

Con esa posición está consiguiendo todo lo contrario de lo que persigue. Le ha dado entrada en el sistema político a Vox, que se está convirtiendo en un competidor cada día más serio para él. Ha conseguido levantar el cordón sanitario que impedía que Bildu pudiera participar como un partido político más en la vida política. Ciudadanos fue importante en la tercera prórroga del estado de alarma. ERC, juntamente con otros varios, lo fueron en los Presupuestos. Y hasta Vox ha sido decisivo en la aprobación del Decreto-ley sobre los fondos europeos.

El único partido que no ha aportado nada más que negatividad, que ha estado permanentemente en fuera de juego, y que ha sido, por tanto, completamente estéril a lo largo de toda la legislatura, ha sido el PP.

Veremos qué pasa tras las elecciones catalanas.

Fuente: 
Javier Pérez Royo. Profesor emérito de derecho constitucional de la Universidad de Sevilla.