Así cualquiera
El gobernador del Banco de España pide moderación salarial" es un titular de prensa que los españoles han leído en infinidad de ocasiones en los últimos años a pesar de que nuestro salario medio es casi un 35% más bajo que el europeo y que incluso nos alejamos de este último. Algo que reclama constantemente afirmando que solo de esa manera se va a salir de la crisis, que así se va a crear empleo y que de esa forma se resolverán todos nuestros problemas económicos. Lo que en realidad nunca sucede y que, por el contrario, lleva al deterioro de los mercados, al incremento de las desigualdades y a la reducción del potencial de crecimiento de la actividad productiva que finalmente termina por producir desempleo y recesión. Aunque, eso sí, satisface plenamente los propietarios del capital que así ven aumentar constantemente sus rentas.
Además, ahora que se acaban de hacer públicas las cuentas del Banco de España se comprueba que ese discurso no solamente es letal para la economía y para el conjunto de los trabajadores sino que, para colmo, es muy cínico pues el propio banco no se lo aplica a sí mismo. El gobernador sigue al pie de la letra el catecismo neoliberal y reclama constantemente que los trabajadores moderen sus rentas y acepten retribuciones más bajas pero en su casa hace todo lo contrario. Es el típico caso de predicar sin dar ejemplo alguno. Piden austeridad a los demás pero se ponen a ellos mismos sueldos privilegiados en comparación con los del trabajador medio e incluso con los de los altos cargos de la administración.
Ahora hemos sabido que la retribución media anual bruta de la plantilla del Banco de España es de 70.500 euros por trabajador que en realidad representa un coste laboral medio para la entidad de 82.000 euros (casi cuatro veces del español medio). Y, también en contra de lo que dicen que debemos hacer los demás, que ellos se suben sus sueldos sin problemas: mientras que la plantilla creció un 0,3% en 2008, la masa salarial lo hizo veinte veces más (un 6%). Y eso sin contar las facilidades en especie que ofrece a sus trabajadores.
Se trata, en fin, de una política de personal ejemplar. Lo que no cuadra es que no proponga que el resto de los trabajadores puedan disfrutar de lo mismo.
Ni siquiera en cuanto a transparencia da ejemplo la autoridad que debe velar por la transparencia de los demás y presenta sus cuentas de personal ocultando lo que cobran los integrantes de sus órganos de gobierno.
Un ejemplo más y bastante claro de que el Banco de España, como el conjunto de los bancos centrales, no son la solución sino un parte importante del problema.
Las cuentas del Banco de España pueden verse aquí. (Juan Torres López, catedrático de Economía en la U. de Sevilla)
jueves, 9 de julio de 2009
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