El viraje a tiempo del FMI
JOSEPH E. STIGLITZ, profesor de la U. de Columbia y premio Nobel publicaba el 15/05/2011 un artículo en "El País" de los negocios donde se felicitaba de los cambios que se estaban produciendo en el FMI, a instancias de Dominique Strauss-Kahn y que suponían una nueva orientación, digamos más socialdemócrata y menos neoliberal.
"La reunión anual de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) fue notable, ya que marcó el esfuerzo de este por distanciarse de sus propios dogmas de hace muchos años sobre el control de capitales y la flexibilidad del mercado laboral. Parece que gradualmente -y cautelosamente- un nuevo FMI ha surgido bajo el liderazgo de Dominique Strauss-Kahn.
Poco más de 13 años antes, en la reunión de Hong Kong del FMI en 1997, este había intentado enmendar su carta para ganar más margen de acción y empujar a los países hacia una liberalización del mercado de capitales. El momento no podía haber sido menos oportuno: la crisis del Este de Asia se estaba gestando -una crisis que fue, en gran medida, resultado de la liberalización del mercado de capitales en una región que, dada su elevada tasa de ahorro, no la necesitaba en absoluto.
Esta línea de acción había sido defendida por los mercados financieros de Occidente y por los ministros de Finanzas occidentales que les son tan fieles. La desregulación financiera en EE UU fue una causa importante de la crisis global que estalló en 2008, y la liberalización financiera y del mercado de capitales en otras partes ayudó a propagar ese trauma made in USA por todo el mundo.
La crisis demostró que los mercados libres y descontrolados no son ni eficientes ni estables. Tampoco necesariamente sirvieron de mucho a la hora de fijar precios (basta con ver la burbuja inmobiliaria), incluyendo los tipos de cambio (que son simplemente el precio de una moneda en términos de otra).
Islandia mostró que responder a la crisis imponiendo controles al capital podía ayudar a los países pequeños a manejar su impacto...
... deberíamos haber aprendido de la crisis que los mercados financieros necesitan regulación, y que los flujos de capital transfronterizos son particularmente peligrosos. Estas regulaciones deberían ser una parte esencial de cualquier sistema para asegurar la estabilidad financiera; recurrir a ellas solo como último recurso es una receta para una continua inestabilidad. ...
Pero un cambio aún más importante es el vínculo que el FMI finalmente trazó entre desigualdad e inestabilidad. Esta crisis fue, en gran medida, resultado del esfuerzo de EE UU por estimular una economía debilitada por una mayor desigualdad a través de tipos de interés bajos y una regulación laxa (que hicieron que mucha gente pidiera prestado mucho más allá de sus posibilidades). Deshacer las consecuencias de este endeudamiento excesivo llevará años. Pero, como nos recuerda otro estudio del FMI, este no es un patrón nuevo.
La crisis también puso a prueba los viejos dogmas que culpan del desempleo a la rigidez del mercado laboral, ya que a los países con salarios más flexibles, como EE UU, les fue peor que a las economías del norte de Europa, entre ellas Alemania. Por cierto, conforme los salarios se debiliten, a los trabajadores les resultará aún más difícil devolver lo que deben, y los problemas en el mercado inmobiliario se agravarán. ...
Tan desigual como era EE UU antes de la Gran Recesión, la crisis -y la manera en que fue manejada- llevó a una desigualdad de ingresos aún mayor, haciendo que la recuperación sea mucho más difícil. ... existen soluciones para este dilema: fortalecer la negociación colectiva, reestructurar las hipotecas, utilizar palos y zanahorias para que los bancos vuelvan a prestar dinero, reestructurar las políticas impositivas y de gasto para estimular la economía hoy a través de inversiones a largo plazo e implementar políticas sociales que aseguren oportunidades para todos. Como está hoy día, con casi una cuarta parte de los ingresos totales y el 40% de la riqueza estadounidense en manos del 1% que más gana, EE UU hoy es menos una tierra de oportunidades que incluso la vieja Europa.
Para los progresistas, estos datos abismales son parte de la letanía habitual de frustración y furia justificada. Lo que es nuevo es que el FMI se ha sumado al coro. Como concluyó Strauss-Kahn en su discurso en la Brookings Institution poco antes de la reciente reunión del FMI: "En definitiva, el empleo y la igualdad son los pilares de la estabilidad y la prosperidad económica, de la estabilidad y de la paz política. Esto está en el corazón del mandato del FMI. Se debe colocar en el corazón de la agenda política"." Y finalizaba diciendo: "Strauss-Kahn está demostrando ser un líder sagaz del FMI. Solo nos queda esperar que los Gobiernos y los mercados financieros presten atención a sus palabras."
Ya no tienen que prestarle atención ninguna, ha dimitido después de un escándalo mediático que ha llegado a todos los rincones del mundo,... Ver todo el artículo de El País, aquí. Más aquí. Mas, Bien por Nueva York!! Aquí en la Editorial de "El País" donde se plantea el dilema de Reforma o reacción. Y se explicita que, "La caída de Strauss-Kahn no debe ser utilizada para devolver al FMI a posiciones ultraliberales"
Después de estos datos no queda más que preguntarse; ¿Ha sido una casualidad o estamos ante un ardid? ¿Los EE.UU. no han tenido nada que ver en todo el caso o ha sido un golpe maestro?. Es inevitable que se planteen dudas. Comienzan las dudas a confirmarse, leer aquí.
martes, 24 de mayo de 2011
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