lunes, 29 de diciembre de 2014

El largo abrazo de la lectura. La Navidad es una época ideal para que los niños se aficionen a leer

Con la lectura, con el placer de abrir ventanas, mundos nuevos, posibilidades, con ese desarrollo continuo de la fantasía, la imaginación, el niño va creciendo. Crece como persona y como lector, aunando estas dos vertientes y potenciando una visión más completa de ese encuentro con las letras, con la vida. Fechas éstas con mucho tiempo de ocio, con espacios para compartir la lectura en familia o de forma individual, pero cimentando un hábito, una costumbre que debe hacerse placentera. En esta nueva cita, esta invitación a navegar por títulos y temáticas, para que sea cada cual el que elija a qué aventura atreverse.

VALORES, CLASICOS Y EMOCION
12 poemas de Federico García Lorca, ilustrados por Gabriel Pacheco, en la editorial Kalandraka. Algunos libros no solo son para niños, alcanzan a todos los públicos. Este es uno de ellos, y la belleza y capacidad sugestiva de las ilustraciones potencia más si cabe el poder de la palabra del universal poeta granadino.
Sofía viaja a la Antártida, de Alison Lester, en Ekaré. Una aventura en forma de diario detallado, con sensibilidad y frescura, la protagonista Sofía nos lleva hacia un territorio para que lo disfrutemos, lo conozcamos y aprendamos a cuidarlo. Valores como la ecología, la amistad no son incompatibles con el desarrollo sensorial.
La cocinera del rey, de Soledad Felloza y Sandra de la Prada, en la editorial OQO. Para niños y niñas de 3 a 7 años, una historia de recetas y versos pero que esconde otros valores como la igualdad entre hombre y mujer, bien camuflada, con naturalidad, hace que ser positivo cambie la perspectiva sobre las cosas.
Las tres princesas pálidas, de María José Martín Francés y Carole Hénaff, en Kalandraka. Un libro para soñar, una historia mágica de princesas y un rey, con el atractivo suficiente para no dejarnos apenas respirar. Ilustraciones de coloridos suaves que ambientan oportunamente. Y valores como la humildad acaban por brillar con luz propia ante el pueblo.
Escarabajo en compañía, de Pep Bruno y Rocío Martínez, en Ekaré. Un escarabajo nada aburrido este, con aventuras en las que la amistad, la solidaridad, el juego, la diversión, aparecen como elementos de referencia en estas aventuras que no aburrirán a todo lector que se precie de ese disfrute.
Issun Boshi, de Icinori, en Ekaré. Una preciosa historia, basada en un cuento tradicional japonés, que nos habla del valor y de la entereza para no cejar en la lucha personal por hallar un lugar en el mundo. Unas ilustraciones de tonos cálidos ambientan este relato que gusta de ser escuchado en voz alta.
Un cóndor en Madrid, de Paloma Muiña, en Edelvives, para niños de más de 8 años. La historia de Adriana y Manu es una aventura cargada de acción, ternura, de valores como la amistad y el compañerismo, el respeto hacia los otros, y el abuelo de Adri y Esteban son dos personajes nada aleatorios en esta travesía que Muiña nos plantea desde la agilidad de un lenguaje y la ternura que hacen posible un viaje casi imposible.
Detective por casualidad, de Lucia Vaccarino, en Edebé. A veces los lazos familiares pueden fortalecerse a través de aventuras inesperadas, compartiendo vivencias y momentos, como es el caso de esta madre e hija, que tendrán que descubrir si es real la existencia de ciertos fantasmas en una mansión extraña, ya en las afueras del pueblo. Dinámica y entretenida, esta historia, para niños de más de 10 años, entrará fácil entre sus preferencias lectoras.
La tortuga tranquila y otros cuentos, de Michael Ende, en Algar. Con una prosa fácil y una serie de valores a tener en cuenta, Ende nos deja estos relatos con un poso siempre de humanidad en el papel de los animales protagonistas, y un buen saber hacer al frente de historias para ser contadas y leídas.
Brazos largos, de Jackeline de Barros y Nono Granero, en Canica books. Para que una historia sea entrañable tiene que llegar, extender sus alargados brazos entre los ojos del lector, hacer que esa enredadera te atrape. Abuela y nieta trenzan esta historia -ilustrada tan certera y vivamente- para que cualquier lector que busque lo emotivo de esa historia -universal- recoja todos esos valores y los incorpore a su vivencia personal y lectora. Un libro muy especial para lectores ávidos de buenas sensaciones.

AVENTURAS PARA SOÑAR
Feroz, el lobo, de Margarita del Mazo y Leire Salaberría, en OQO (8-12 años). Una versión revisada la que se nos hace del cuento de Caperucita, con cierto cambio en el rol de los personajes, y con apreciaciones sobre lo poco que hay que fiarse de las apariencias. Una historia -recuerda un poco a la Ensalada de cuentos, de G. Rodari- entrañable y sorpresiva.
Números, de Leo Lionni y Antonio Rubio, en Kalandraka. Un cuento para que los más pequeños no solo aprenda a contar, sino que disfruten con ese juego que se les propone, en el que lo musical y lo visual se compaginan para dar lugar a esta pequeña y deliciosa obra.
Otto, el niño que llegó con la nieve, de Laia Longan, en Algar. Una buena historia para un primer libro es no partir de cero. Longan traza este personaje (Otto) cuya personalidad irá llenando estas páginas con un misterio que guarda y que tendrá que resolver él solo. Intenso y tierno, este relato habla de esas apuestas que hay que hacer en la vida, y en cómo los dioses, en este caso, tienen algo que ver de fondo.
Historias de Tashi, de Anna y Barbara Fienberg, en SM. Jack tiene un nuevo amigo que es toda una caja de sorpresas continuas en forma de historias, que se dejan leer en voz alta. Pueblan este volumen el encuentro de Tashi con seres y personajes de todo tipo y condición, lo cual hará el viaje más intrépido e intenso.
¿Quién puede vencer al viento?, de Charo Pita y Mario Arbona, en OQO. Este cuento, con una base de historias tradicionales, mezclando personajes humanos y animales, nos trae unos valores a tener muy en cuenta, como la insistencia, la confianza, la humildad. Hay que traer al viento para que llueva, y hay que superar una prueba pero no siempre el más fuerte y rápido está preparado.
Enciclopedia de Idhún , de Laura Gallego, en SM. Un volumen completo y pormenorizado para adentrarse en un universo tan fascinante como mágico como Idhún. Este trazado cronológico recorre leyendas, seres mitológicos, pueblos, hábitos... llevándonos por luces y sombras, mitos y héroes, y atrapando a lector que se precie de estos mundos y aventuras.
La bruja del pan pringao, de Pilar Mateos, en Algar. Divertida esta historia de una pequeña empeñada en ser bruja, y cuya insistencia le hará acercarse a su propósito. Para ello nos lleva por un itinerario en el que las travesuras y las anécdotas salpicarán, alegremente, todo ese recorrido.
Erik Vogler y los crímenes del Rey blanco, de Beatriz Osés, en Edebé. Este es un libro para que los jóvenes se adentren con buen pie en la novela policíaca. Misterio, crímenes, bajo una prosa fluida, ágil, con diálogos dinámicos y personajes que se verán envueltos en situaciones inesperadas.
El caso del robot hipnotizador, en Edebé. La Pandilla Click en una nueva aventura en torno a un concurso científico. Parece que el profesor Click puede ganar, pero el malvado de turno pondrá las cosas bien difíciles, y la pandilla tendrá que neutralizar tan aviesas intenciones. La parte final del libro contiene información complementaria y pasatiempos, que hacen más atractiva dicha lectura.
Cara de pájaro, de Rocío Bonilla, en Algar. Un libro con un personaje entrañable de cuya búsqueda nos hará partícipes y cómplices desde el primer momento. La frescura y vitalidad del personaje es un reto para la imaginación, para indagar en esas posibilidades que hacen de lo cotidiano algo mágico.
Carrasco quiere ser un pájaro, y pondrá todo su empeño en ello. Un trocito de horizonte, de Arturo Abad y Miguel Cerro, en OQO. Un cuento que nutre la fantasía, la ensoñación, con ese aire poético que invita a navegar por esas ilustraciones tan cálidas y sugerentes de Miguel Cerro, camino de esa aventura de ir un poco más allá, de intentar descubrir qué nos aguarda, con este pirata, tras el horizonte. Un libro para salir a la búsqueda de sueños alcanzables, en un universo con algunos límites a tener en cuenta.

ALBUMES ILUSTRADOS
Antes, después, de Anne-Margot Ramstein y Mathhias Aregui, en la editorial SM. Album ilustrado que no contiene ni un sola palabra, todo son ilustraciones con ese lenguaje narrativo que se nos propone y que hace que nos detengamos en el antes y el después de las cosas, el principio y el fin, intervalo en el que transcurre la acción. La plasticidad de la propuesta nos lleva por ese hilo que se traza muy relacionado con la humanidad y lo cotidiano.
Cadavercita roja, de Luis Murillo y Emi Ordás, en Algar. Un álbum ilustrado que nos trae esta reinterpretación del cuento de Caperucita en una aventura de una zombi, su abuelita y un lobo, en un ambiente muy particular. Solo las ilustraciones ponen los pelos de punta, creando una atmósfera propicia para los amantes de historias terroríficas.
El viaje de Pipo, de Satoe Tone, en SM. Album ilustrado que alcanzó el Premio I. de Ilustración de la Feria de Bolonia 2013. Ilustraciones cálidas que ambientan esta historia de Pipo y una oveja que emprende un viaje a través de los sueños. El roce y las vivencias crean un vínculo entre ambos personajes.
Al sur de la alameda, de Lola Larra y Vicente Reinamontes, en Ekaré. Una novela gráfica que habla de la importancia de la educación pública, y de la reivindicación que los estudiantes chilenos hicieron en su momento. Nicolás y Paula son dos de los protagonistas de esta trepidante novela que nos mantiene atentos desde la primera página.
El miedo del pasillo, de Raimon Portell y Sergi Portela, en Algar. Narrar con alegría ese miedo infantil es una forma de conjurarlo. A través de este álbum tan oportunamente ilustrado con colores cálidos, no estridentes, y con una letra adecuada para los más peques, nos adentramos en un pasillo con un misterio franqueable.
La vuelta al mundo de Mouk, de Marc Boutavant, en SM. Album con vistosas ilustraciones que hacen más ameno y divertido ese itinerario a través de distintas culturas del personaje de Mouk. Descubrir otras formas de vivir, de alimentarse, otros idiomas, fortalece lazos con otros amigos, otras gentes, y con este planteamiento dicho acercamiento se potencia.

OTROS LIBROS, OTRAS LECTURAS
Altos vuelos, de Golden Cosmos, en Barbara Fiore. Preciosa la composición y la presentación de este desplegable, con referencia a la historia de la aviación, que hará pasar un rato entrañable y placentero a los lectores, no solo por el contenido en sí sino también por la ductilidad del formato y las posibilidades que nos ofrece.
A mares, de M Jesús Jabato, en Factoría K. La poesía, cuando la música y el ritmo se conjugan a un tiempo, puede resultar todo un placer para el lector, para el disfrute de los sentidos. En este libro hay un buen ramillete de poemas que invitan a la ensoñación en torno al mar, para todos los públicos.
Arrepita de manteca, de Rosana Faría, en Ekaré. Para los más peques este cuento -que suena a canción por la musicalidad- sobre la importancia de la lactancia materna, la familia, poniendo en alza valores del grupo que funciona como un todo en torno a los más pequeños.
¿Dónde está mi zapato?, de Tomi Ungerer, en la editorial Kalandraka. Para primeros lectores todo un clásico de la Literatura Infantil y Juvenil que aún mantiene las constantes vitales de frescura y planteamiento distinto. Para despertar la destreza visual, surgen esas ilustraciones que tienen la capacidad de sorprendernos a cada instante. Una creatividad que merece estar en toda biblioteca que se precie.
Las meriendas de Lila, de Moulin Roty, en SM. Una forma atractiva de acercar a los niños a la cocina, a través de la familia y de este libro con vistosas propuestas para hacer meriendas y postres, ahora que la cocina se ha puesto de moda.
Máquinas voladoras, de Nick Arnold, en Edebé. Este libro-caja es una incursión en el mundo de la aerodinámica, de manera lúdica, bien explicada. Ese vuelo de explorador que a los niños les permite soñar, ya desde pequeños, con ese misterio eterno de mantenerse en el aire. Práctico y original, un regalo ideal para estas fechas.
El diluvio universal, en Barbara Fiore. Es un álbum un tanto especial, no solo por el contenido, sino por el tratamiento de éste y el diseño y acabado de los desplegables que podemos encontrar en el interior y que son llamativos. La cronología del interior ayuda a seguir la línea narrativa propuesta en torno a Noé, un personaje interesante, y cuyas ilustraciones dan otra perspectiva sobre esta historia.
Dragonero, de John Lacey, en Ekaré. Una correspondencia en forma de correos electrónicos nos invita a entrar en esta aventura de Eduardo y su madre con su tío Manuel respecto a un dragón que les ha dejado y que les está causando no pocos problemas. Divertida y entretenida, esta lectura trepidante invita a los lectores a no despegar sus ojos de estas páginas.
Cuentos a patadas, de José Urriola, en Ekaré. Un volumen este interesante y distinto, no solo por la temática (deporte rey), también por el tono, por la forma de transmitir una serie de reflexiones en torno a la historia del fútbol, con buen sentido del humor, en el que a través del protagonista veremos el paralelismo entre fútbol y vida.
Lo que cuentan las estatuas del mundo, de Montse Ganges, en Ekaré. Para niños a partir de 12 años. Un planteamiento original el que se nos propone, en el que las estatuas son las protagonistas, con voz, invitándonos a un viaje un tanto especial hacia la fantasía y el conocimiento.
Fuente: http://www.diariocordoba.com/noticias/cuadernos-del-sur/largo-abrazo-lectura_928044.html

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