Había que ver cómo nadaba en LaSextaNoche Francisco Marhuenda. En su elemento. Él lo dijo. Es su cadena. Como Onda Cero, como La Razón, su periódico, ¿como el PP? Como el PP. Trabajó con Rajoy, anoche también lo dijo. Da clases, está también en otras tertulias. Es un pez en salsas favorables. Un hombre para todas las estaciones, y es, también, la Virgen de los Desamparados.
Un pez en el agua. Decía Foster Wallace en un texto famosísimo: “Había una vez dos peces jóvenes que iban nadando y se encontraron por casualidad con un pez más viejo que nadaba en dirección contraria; el pez más viejo los saludó con la cabeza y les dijo: ´Buenos días, chicos. ¿Cómo está el agua?` Los dos peces jóvenes siguieron nadando un trecho; por fin uno de ellos miró al otro y le dijo: ´¿Qué demonios es el agua?”
Está tan acostumbrado a burlarse de la realidad que cree que el agua es suya; sus respuestas a Hilario Pino, a Nativel Preciado y al conductor del programa, Iñaki López, quisieron ser de mesa camilla. ¿Qué me dicen, si el agua es mía? El PP, Cristina Cifuentes, Ignacio González, su jefe Mauricio Casals… En ese enjuague él es un buen soldado, como la Virgen de los Desamparados. Llevaba un mamotreto, el que le dio al juez, para que viera que en su periódico la buena amiga de años Cristina Cifuentes había sido una reina. Apabulla Marhuenda con su papel. ¿Y las llamadas telefónicas? Ah, eran para alentar a un amigo desamparado. ¿Y el dinero que le pagaba a Ignacio González como columnista? Ah, también lo encontró desamparado. “No tenía dinero”. Vaya por Dios… y por la Virgen.
Nadaba en el agua del PP: nunca le haría daño a esos amigos. Él abraza a los que caen en desgracia: Tomás Gómez, Ignacio González. Hay que estar a bien con todos, le enseñó Ansón. ¿Y qué talento de columnista tiene Ignacio González? Eso no importa: Marhuenda no dirige un periódico, hace beneficencia. Entonces, dígannos, Marhuenda, le dijo Nativel, a la que el conductor del programa le permitió que se prolongara sólo veinte segundos (“veinte segundos”, que Iñaki tenía una entrevista imprescindible con Jesús Cintora)… Dígannos, Marhuenda, ¿por qué siendo padre de dos hijas es tan duro con una colaboradora de Cifuentes a la que llama zorra y aún peor?
Ah, Marhuenda lo llevaba ensayado, como todo. Como esa frase que ha ensayado ante el espejo con espuma de cinismo: en las redacciones se habla así, “¡dale un baja a ese cabrón!” A qué redacciones irá este hombre, se preguntarán los estudiantes de periodismo.
Estaba en el agua de su cadena, toda la semana él y Casals han estado en el agua de su cadena; la vida, en general, le parece al profesor, al jurista, al historiador Paco, agua en la que puede sobrenadar sin mojarse. Bromeó, more Marhuenda, con su carácter de imputado. “¡Como la Pantoja, jajaja!” Se ríe de su sombra porque él se cree sombra, no se siente parte del agua que baja turbia. Nada, y le dejan nadar. Él no sabe contra qué agua va su corriente ni de qué lado está, en su caso, la Virgen de los Desamparados.
http://elpais.com/elpais/2017/04/23/opinion/1492963703_181256.html?rel=lom
miércoles, 26 de abril de 2017
El agua, Foster Wallace, Marhuenda y la Virgen de los Desamparados
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