Amy Goodman y Denis Moynihan
Democracy Now!
Venecia, Italia, esta histórica ciudad, famosa por sus canales y sus sonoros gondoleros, sus deslumbrantes museos desbordantes de arte, en la que cada año cientos de miles de personas pasean por la amplia Piazza San Marco y se dejan llevar por sus estrechas callejuelas laberínticas, es sede de la más antigua y prestigiosa bienal de arte del mundo, la Bienal de Venecia. Cada dos años, artistas del mundo entero exhiben sus obras en decenas de lugares, algunos de ellos, pabellones nacionales financiados por distintos países de todo el mundo, otros, exhibiciones internacionales o independientes. El arte culto parecería ser un ámbito distante cuando el mundo se ve consumido por la guerra, la catástrofe climática, los movimientos migratorios masivos y la creciente desigualdad económica. El arte podría parecer un lujo cuando las personas de color mueren a manos de la policía en las calles estadounidenses. Sin embargo, la Bienal de este año rompe con esos mitos.
Okwui Enwezor, de Nigeria, es el primer curador de la Bienal de Venecia nacido en África. Enwezor es ampliamente reconocido por ser responsable de haber traído el arte político de regreso a este festival de 120 años de trayectoria. Enwezor afirma haberse inspirado en parte en la Bienal de 1974, en la que algunas de las exhibiciones estuvieron dedicadas a Chile, en protesta contra el golpe de Estado del general Augusto Pinochet, que contó con el apoyo de Estados Unidos para derrocar al gobierno democráticamente electo de Salvador Allende. Las exhibiciones que trajo Enwezor a esta Bienal incluyen una épica lectura en vivo de “El capital”, de Karl Marx, la obra “Lampedusa”, del artista brasileño Vik Muniz, una embarcación recubierta con la portada del periódico veneciano La nuova Venezia del día después de que 400 inmigrantes se ahogaran frente a las costas de la isla italiana de Lampedusa en octubre de 2013, y un polémico pabellón de Islandia, cuya obra principal consistió en construir una mezquita en una iglesia que estaba vacía desde hacía 40 años. La ciudad de Venecia clausuró la mezquita haciendo alusión a preocupaciones relativas a seguridad.
Anne Pasternak, directora de la organización Creative Time, dijo: “Los artistas de hoy están haciendo mucho más que proporcionar un espejo. Se están comprometiendo con la ardua labor de lograr un cambio social real”. Pasternak estaba hablando ante nosotros en uno de los principales espacios de la Bienal, el Arsenale. Creative Time, una organización sin fines de lucro con sede en Nueva York que promueve y apoya el arte público y la participación social, convocó a una cumbre de tres días en la Bienal de este año. Cientos de artistas, activistas, académicos y público en general se reunieron en el Teatro alle Tese del siglo XVI que forma parte del Arsenale de Venecia. El Arsenale es un amplio y antiguo complejo amurallado en el que los venecianos construían los buques de guerra que sostuvieron su dominio militar en el Mar Mediterráneo durante siglos. Alrededor del 1500, ya eran capaces de construir un buque de guerra en un día, en lo que se considera como la primera línea de ensamblaje industrial del mundo.
Actualmente, el complejo se destina al arte, al teatro, a la música y al debate público, convirtiendo así las espadas en arados. Entre los expositores de la cumbre se encontraba Mariam Ghani, una artista afgano-estadounidense radicada en Brooklyn, Nueva York, que condujo desde el escenario una conversación por videoconferencia con su padre, Ashraf Ghani, presidente de Afganistán. Con su arte, Ghani se adentra en los oscuros rincones de la política exterior e interior de Estados Unidos. Su trabajo en colaboración “Índice de los Desaparecidos” es un archivo material de las desapariciones que han tenido lugar después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 e incluye detenciones, deportaciones y traslados extrajudiciales de prisioneros.
Sobre el trabajo con el archivo y con otro proyecto relacionado llamado “El efecto Guantánamo”, Ghani explicó: “Notamos que las mismas ideas, políticas y personal circulaban por los distintos centros de detención gestionados por Estados Unidos alrededor del mundo. Por ejemplo, hay agentes penitenciarios y policías estadounidenses que son convocados por la Reserva de la Guardia Nacional y son desplegados como fuerzas de la policía militarizada en Afganistán. Luego, terminan en la prisión de Abu Ghraib o terminan en Bagram. Finalmente, lo que sucede es que las políticas, las técnicas y ahora incluso el equipamiento militar circulan dentro de Estados Unidos, en el ámbito interno. Esta circulación se ha transformado en algo extremadamente visible al haberse destinado el equipamiento militar excedente de las guerras de Irak y Afganistán a departamentos de policía del país, incluso a departamentos de policía de instituciones educativas. Lo hemos observado con extrema claridad en Ferguson, Missouri”.
La cumbre de Creative Time tuvo lugar al tiempo que se conmemoraba con manifestaciones masivas el primer aniversario del asesinato de Michael Brown, cometido por la policía en Ferguson. El movimiento Black Lives Matter ocupó un lugar de relevancia en las presentaciones de la cumbre y estuvo presente en la Bienal de Venecia en general. La escritora Sharifa Rhodes-Pitts habló sobre esto y sobre la muerte por ahogamiento de cientos de inmigrantes africanos que procuran asilo en Europa: “En este momento en que nos enfrentamos al surgimiento del movimiento Black Lives Matter y a la violencia contra la gente negra y de color en Estados Unidos, personas negras mueren de manera terrible también en Europa”. Después de Venecia, Rhodes-Pitts se dirigirá a Lampedusa.
Venecia ha sido durante siglos el cruce de caminos del mundo, una ciudad donde Oriente y Occidente se encuentran y donde el arte florece. La exposición internacional de la Bienal de Venecia de este año, llamada “All the World’s Futures”, en español “Todos los futuros del mundo”, presenta a una creciente comunidad de artistas comprometidos políticamente que no solo reflejan la belleza y la crueldad del mundo, sino que, de hecho, podrían cambiarlo.
© 2015 Amy Goodman
Traducción al español del texto en inglés: Fernanda Gerpe. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 800 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 450 en español. Es co-autora del libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.
Fuente: http://www.democracynow.org/es/blog/2015/8/14/arte_politica_y_cambio_social_en
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domingo, 23 de agosto de 2015
Arte, política y cambio social en la Bienal de Venecia
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El futuro de Europa tras la derrota griega
James K. Galbraith
The American Prospect
El pasado 8 de junio tuve el honor de acompañar al entonces ministro de finanzas griego, Yanis Varoufakis, a un encuentro privado en Berlín con el ministro alemán de finanzas, Wolfgang Schäuble. La reunión empezó con un gesto de buen humor cuando el señor Schäuble ofreció a su colega un puñado de Euros de chocolate: “para sus nervios”. Yanis los compartió con los circunstantes, y dos semanas después tuve un segundo honor, que fue ofrecer mi moneda de chocolate a un tercer (ex)ministro de finanzas, el profesor Giuseppe Guarino, decano de constitucionalistas y autor de un impactante librito (La verdad sobre Europa y el Euro: Un ensayo, disponible en italiano AQUÍ) sobre los Tratados europeos y el Euro.
La tesis del profesor Guarino reza como sigue:
“El 1 de enero de 1999 se perpetró un golpe de estado contra los Estados miembros de la UE, contra sus ciudadanos y contra la propia UE. El ‘golpe’ no se dio por medio de la fuerza, sino con astucia fraudulenta… por medio de la Regulación 1466/97… El papel asignado por el Tratado (Artículos 102ª, 103 y 104c) al objetivo de crecimiento perseguible por la actividad política de los Estados miembros… es eliminado y substituido por un resultado, a saber: equilibrio presupuestario a medio plazo.”
Consecuencia directa de ello:
“Las instituciones democráticas contempladas por el orden constitucional de cada país no sirven ya a propósito ninguno. Los partidos políticos no pueden ya ejercer la menor influencia. Las huelgas y los cierres patronales dejan de tener el menor efecto. Las manifestaciones violentas causan daño adicional, pero dejan intactas las predeterminadas directrices políticas.”
Esas palabras fueron escritas en 2013. ¿Puede alguien dudar hoy de su exactitud y de su perfecta aplicabilidad al caso griego?
Es verdad que los gobiernos griegos anteriores a 2010 gobernaron pésimamente, que entraron en el Euro bajo falsas premisas y que luego ocultaron el déficit y la deuda del país. Nadie discute eso. Pero obsérvese que cuando llegó la austeridad, el FMI y los acreedores europeos impusieron a Grecia un programa dictado por las doctrinas del equilibrio presupuestario y la reducción de la deuda que incluía: a) profundos recortes en el empleo y en los salarios públicos; b) una drástica reducción de las pensiones; c) una reducción del salario mínimo y la eliminación de derechos laborales básicos; d) drásticos y regresivos aumentos de impuestos; y e) liquidación privatizadora de activos públicos.
La conexión de ese programa con el crecimiento y la recuperación en Grecia era de todo punto fraudulenta. Superando dudas internas, el FMI hizo público un pronóstico, según el cual el programa costaría a Grecia un recesión de sólo un 5% del PIB, con una duración de dos años y plena recuperación para 2012. El caso es que la economía griega colapsó bajo esa presión, se contrajo más de un 25% y, cinco años después, no hay recuperación a la vista. De modo que Grecia ha perdido todo un año de producto anual y ha asistido a la práctica aniquilación de sus más importantes instituciones sociales. A finales de 2014 se hallaba en deflación por sobreendeudamiento, no en recuperación.
El fracaso del programa de los acreedores se llevó por delante en Grecia a tres primeros ministros: George Papandreu, Lucas Papademos y Antonio Samaras. También se llevó por delante todo el orden político, hasta entonces dominado por Nueva Democracia y el PASOK. Y así, en enero de 2015, el pueblo griego eligió a un nuevo gobierno, una coalición izquierda-derecha entre dos partidos que nunca antes habían tocado poder, SYRIZA y ANEL, y que sólo tenían en común el compromiso de cambiar de políticas en Grecia, dentro del Euro y dentro de Europa.
El nuevo gobierno no solicitó más ayuda financiera. El gobierno siempre entendió que el país tenía que vivir con sus propios medios para avanzar. Aceptó elementos importantes del programa previo en lo tocante a impuestos y administración pública. Lo que pidió, principalmente, es respeto por unos derechos laborales garantizados en todos los demás países europeos, protección de los pensionistas con bajos ingresos, una gestión razonable de la privatización y un alivio de la destructiva austeridad y de las deudas insostenibles.
¿Y cuál fue la respuesta? Los acreedores europeos y el FMI recibieron las propuestas griegas con hostilidad, obstrucción y rechazo. Los gobiernos de Finlandia, los Estados bálticos y Eslovaquia, por razones ideológicas. Los de España, Portugal e Irlanda, por miedo a los efectos sobre su política interna. Italia, Francia y la Comisión expresaron simpatía, pero hicieron menos que poco. El ministro Schäuble concretó las opciones: o bien Grecia se adhería plenamente al programa previo, o bien abandonaba el Euro y tal vez la Unión Europea.
Desde el comienzo mismo, esa posición se sostenía con amenazas. A finales de enero, el Presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, de visita en Atenas, amenazó a Grecia con la destrucción de su sistema bancario. El 4 de febrero, el BCE revocaba una dispensa que permitía a los bancos griegos descontar deuda pública, lo que provocó un lento pánico bancario que culminó a finales de junio. Entretanto, Grecia hizo pagos por un monto de 3 mil quinientos millones de Euros como signo de buena voluntad. Cuando el gobierno griego, frustrado y batido, recurrió al referéndum, los acreedores tomaron represalias cerrando los bancos e imponiendo controles de capitales. Cuando el pueblo griego se mantuvo firme y dijo “No”, las represalias aumentaron y en julio el gobierno estaba ya de rodillas.
Desde entonces, en tres ocasiones –la última, el pasado 13 de agosto— se ha obligado al Parlamento griego a aprobar paquetes legislativos dictados desde Bruselas y Berlín. La legislación incrementa regresivamente los impuestos a las ventas mientras que elimina la retención de impuestos a las transferencias exteriores de capital. Recorta pensiones –en algunos casos, por debajo de los 100 euros al mes— y sienta las bases para ulteriores recortes venideros. Sienta las bases para la profundización en los recortes en curso en el sector público, en la sanidad, en la educación y en los salarios, así como para la liquidación de numerosas empresas privadas, para una nueva oleada de desahucios y para la privatización a cualquier precio –durante 30 años— de los activos públicos restantes, incluido suelo propiedad del Estado griego. Arrebata a los griegos áreas clave de la responsabilidad pública, incluidas las estadísticas presupuestarias y la recaudación fiscal, para ponerlas bajo la autoridad de los acreedores. Entrando en el detalle de la estructura de la economía griega, la lista de los cambios impuestos es muy larga.
Los Tratados europeos dicen que la Unión Europea se funda en el principio de la democracia representativa. Hay incluso un “principio de subsidiariedad” que sostiene que las decisiones deben tomarse en los niveles de gobierno más próximos posible a los afectados. Pero dentro de la Eurozona eso se ha invertido ahora. Grecia es una colonia: sus díscolos ciudadanos han sido desposeídos, y la plaza será “modernizada” contra su voluntad. Quienes no puedan soportarlo, no tienen otra opción que la de irse o rebelarse de nuevo; y quienes no hagan ni una cosa ni otra, probablemente recaerán en la profunda depresión psicológica que prevalecía antes de que el ascenso de SYRIZA insuflara efímeras esperanzas en el país.
Para las fuerzas progresistas del resto de Europa, y especialmente para las más jóvenes, estos hechos significan un difícil desafío. Las esperanzas de un cambio negociado dentro del euro han sido sometidas a prueba con resultados brutales. La existencia de una dictadura tecnocrática en la Eurozona es ahora un hecho obvio para todo el mundo. Los votantes del siguiente país que se rebele contra el control asfixiante de las políticas de la Eurozona tomarán nota. Que Grecia fuera obligada a explorar los medios para salir, pesará en las experiencias futuras, porque con un mejor conocimiento y una planificación de las contingencias –planificación que se hará ahora habitual y más o menos explícita para cualquier movimiento de oposición que contemple seriamente la posibilidad de llegar al poder—, el coste de hacer esa transición, aparentemente prohibitivo para los griegos esta pasada primavera, bajará. En lo inmediato, la derrota griega ha debilitado a la fuerza ascendente en el siguiente país que va a celebrar elecciones: el joven partido español anti-austeridad y pro-europeo Podemos. Pero el efecto en Irlanda, menos atrapada en el Euro, podría ser diferente. Irlanda comercia con el Reino Unido y con los EEUU, y no tiene los mismos vínculos emocionales con Europa que España o Grecia. Y luego el escenario se desplazará a Italia, aún en recesión y políticamente volátil, y a Francia, que cuenta ya con un fuerte partido anti-Euro en la derecha, el Frente Nacional de Marine Le Pen.
Esas consecuencias políticas mantendrán en tensión al Euro, lo que se agravará con el fracaso en curso del régimen neoliberal. Parece, así pues, probable que, en algún momento, en algún país, el Euro se rompa. La decisión de iniciar una ruptura podría venir tanto de la izquierda como de la derecha. En cualquier caso, tal decisión se llevará por delante, como pasó en Grecia, las estructuras políticas previas. Una ruptura, de ir mal, podría incluso empeorar las cosas. Qué vaya a ocurrir con la Unión Europea, es cosa que nadie puede siquiera conjeturar.
La propuesta del profesor Guarino es tratar de salvar a Europa –es decir, a la Unión Europea— derogando las ilegítimas regulaciones que ahora la estrangulan. Refundar la Unión conforme a la letra y el espíritu de los Tratados que fueron usurpados en 1999. Esos tratados dejaban firmemente sentada la prioridad del crecimiento económico y del principio de una soberanía democrática tan valedera para países dentro como fuera del Euro. Principios que no tienen la menor aplicación práctica dentro de la actual Eurozona.
¿Es posible reformar el Euro? El caso griego convencerá a muchos de que no. Y si la alternativa son salidas desordenadas e incontroladas precipitadas por países sometidos a tensiones extremas y a convulsiones políticas, entonces tal vez lo sabio sería preparar un nuevo sistema, un sistema que pueda, llegado el momento, substituir el Euro por un esquema multidivisa más flexible pero todavía controlado. Y no se trata de ninguna idea extravagante. Después de todo, el patrón oro que colapsó en 1933 fue substituido en 1944 por un sistema así, concebido en Bretton Woods.
De lo que se trata es de tener el trabajo hecho, antes de la irrupción del caos.
James K. Galbraith es profesor de gobierno y relaciones empresariales en la Escuela Lyndon B. Johnson de Asuntos Públicos de la Universidad de Texas. Presidente de la Association for Evolutionary Economics, su último libro publicado es "Inequality and Instability", una soberbia investigación empírica y teórica sobre el capitalismo de nuestros días. Está actualmente terminando de escribir un libro intitulado The End of Normal (El final de la normalidad).
Fuente: http://prospect.org/article/future-europe
Traducción para www.sinpermiso.info: Antoni Domènech
The American Prospect
El pasado 8 de junio tuve el honor de acompañar al entonces ministro de finanzas griego, Yanis Varoufakis, a un encuentro privado en Berlín con el ministro alemán de finanzas, Wolfgang Schäuble. La reunión empezó con un gesto de buen humor cuando el señor Schäuble ofreció a su colega un puñado de Euros de chocolate: “para sus nervios”. Yanis los compartió con los circunstantes, y dos semanas después tuve un segundo honor, que fue ofrecer mi moneda de chocolate a un tercer (ex)ministro de finanzas, el profesor Giuseppe Guarino, decano de constitucionalistas y autor de un impactante librito (La verdad sobre Europa y el Euro: Un ensayo, disponible en italiano AQUÍ) sobre los Tratados europeos y el Euro.
La tesis del profesor Guarino reza como sigue:
“El 1 de enero de 1999 se perpetró un golpe de estado contra los Estados miembros de la UE, contra sus ciudadanos y contra la propia UE. El ‘golpe’ no se dio por medio de la fuerza, sino con astucia fraudulenta… por medio de la Regulación 1466/97… El papel asignado por el Tratado (Artículos 102ª, 103 y 104c) al objetivo de crecimiento perseguible por la actividad política de los Estados miembros… es eliminado y substituido por un resultado, a saber: equilibrio presupuestario a medio plazo.”
Consecuencia directa de ello:
“Las instituciones democráticas contempladas por el orden constitucional de cada país no sirven ya a propósito ninguno. Los partidos políticos no pueden ya ejercer la menor influencia. Las huelgas y los cierres patronales dejan de tener el menor efecto. Las manifestaciones violentas causan daño adicional, pero dejan intactas las predeterminadas directrices políticas.”
Esas palabras fueron escritas en 2013. ¿Puede alguien dudar hoy de su exactitud y de su perfecta aplicabilidad al caso griego?
Es verdad que los gobiernos griegos anteriores a 2010 gobernaron pésimamente, que entraron en el Euro bajo falsas premisas y que luego ocultaron el déficit y la deuda del país. Nadie discute eso. Pero obsérvese que cuando llegó la austeridad, el FMI y los acreedores europeos impusieron a Grecia un programa dictado por las doctrinas del equilibrio presupuestario y la reducción de la deuda que incluía: a) profundos recortes en el empleo y en los salarios públicos; b) una drástica reducción de las pensiones; c) una reducción del salario mínimo y la eliminación de derechos laborales básicos; d) drásticos y regresivos aumentos de impuestos; y e) liquidación privatizadora de activos públicos.
La conexión de ese programa con el crecimiento y la recuperación en Grecia era de todo punto fraudulenta. Superando dudas internas, el FMI hizo público un pronóstico, según el cual el programa costaría a Grecia un recesión de sólo un 5% del PIB, con una duración de dos años y plena recuperación para 2012. El caso es que la economía griega colapsó bajo esa presión, se contrajo más de un 25% y, cinco años después, no hay recuperación a la vista. De modo que Grecia ha perdido todo un año de producto anual y ha asistido a la práctica aniquilación de sus más importantes instituciones sociales. A finales de 2014 se hallaba en deflación por sobreendeudamiento, no en recuperación.
El fracaso del programa de los acreedores se llevó por delante en Grecia a tres primeros ministros: George Papandreu, Lucas Papademos y Antonio Samaras. También se llevó por delante todo el orden político, hasta entonces dominado por Nueva Democracia y el PASOK. Y así, en enero de 2015, el pueblo griego eligió a un nuevo gobierno, una coalición izquierda-derecha entre dos partidos que nunca antes habían tocado poder, SYRIZA y ANEL, y que sólo tenían en común el compromiso de cambiar de políticas en Grecia, dentro del Euro y dentro de Europa.
El nuevo gobierno no solicitó más ayuda financiera. El gobierno siempre entendió que el país tenía que vivir con sus propios medios para avanzar. Aceptó elementos importantes del programa previo en lo tocante a impuestos y administración pública. Lo que pidió, principalmente, es respeto por unos derechos laborales garantizados en todos los demás países europeos, protección de los pensionistas con bajos ingresos, una gestión razonable de la privatización y un alivio de la destructiva austeridad y de las deudas insostenibles.
¿Y cuál fue la respuesta? Los acreedores europeos y el FMI recibieron las propuestas griegas con hostilidad, obstrucción y rechazo. Los gobiernos de Finlandia, los Estados bálticos y Eslovaquia, por razones ideológicas. Los de España, Portugal e Irlanda, por miedo a los efectos sobre su política interna. Italia, Francia y la Comisión expresaron simpatía, pero hicieron menos que poco. El ministro Schäuble concretó las opciones: o bien Grecia se adhería plenamente al programa previo, o bien abandonaba el Euro y tal vez la Unión Europea.
Desde el comienzo mismo, esa posición se sostenía con amenazas. A finales de enero, el Presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, de visita en Atenas, amenazó a Grecia con la destrucción de su sistema bancario. El 4 de febrero, el BCE revocaba una dispensa que permitía a los bancos griegos descontar deuda pública, lo que provocó un lento pánico bancario que culminó a finales de junio. Entretanto, Grecia hizo pagos por un monto de 3 mil quinientos millones de Euros como signo de buena voluntad. Cuando el gobierno griego, frustrado y batido, recurrió al referéndum, los acreedores tomaron represalias cerrando los bancos e imponiendo controles de capitales. Cuando el pueblo griego se mantuvo firme y dijo “No”, las represalias aumentaron y en julio el gobierno estaba ya de rodillas.
Desde entonces, en tres ocasiones –la última, el pasado 13 de agosto— se ha obligado al Parlamento griego a aprobar paquetes legislativos dictados desde Bruselas y Berlín. La legislación incrementa regresivamente los impuestos a las ventas mientras que elimina la retención de impuestos a las transferencias exteriores de capital. Recorta pensiones –en algunos casos, por debajo de los 100 euros al mes— y sienta las bases para ulteriores recortes venideros. Sienta las bases para la profundización en los recortes en curso en el sector público, en la sanidad, en la educación y en los salarios, así como para la liquidación de numerosas empresas privadas, para una nueva oleada de desahucios y para la privatización a cualquier precio –durante 30 años— de los activos públicos restantes, incluido suelo propiedad del Estado griego. Arrebata a los griegos áreas clave de la responsabilidad pública, incluidas las estadísticas presupuestarias y la recaudación fiscal, para ponerlas bajo la autoridad de los acreedores. Entrando en el detalle de la estructura de la economía griega, la lista de los cambios impuestos es muy larga.
Los Tratados europeos dicen que la Unión Europea se funda en el principio de la democracia representativa. Hay incluso un “principio de subsidiariedad” que sostiene que las decisiones deben tomarse en los niveles de gobierno más próximos posible a los afectados. Pero dentro de la Eurozona eso se ha invertido ahora. Grecia es una colonia: sus díscolos ciudadanos han sido desposeídos, y la plaza será “modernizada” contra su voluntad. Quienes no puedan soportarlo, no tienen otra opción que la de irse o rebelarse de nuevo; y quienes no hagan ni una cosa ni otra, probablemente recaerán en la profunda depresión psicológica que prevalecía antes de que el ascenso de SYRIZA insuflara efímeras esperanzas en el país.
Para las fuerzas progresistas del resto de Europa, y especialmente para las más jóvenes, estos hechos significan un difícil desafío. Las esperanzas de un cambio negociado dentro del euro han sido sometidas a prueba con resultados brutales. La existencia de una dictadura tecnocrática en la Eurozona es ahora un hecho obvio para todo el mundo. Los votantes del siguiente país que se rebele contra el control asfixiante de las políticas de la Eurozona tomarán nota. Que Grecia fuera obligada a explorar los medios para salir, pesará en las experiencias futuras, porque con un mejor conocimiento y una planificación de las contingencias –planificación que se hará ahora habitual y más o menos explícita para cualquier movimiento de oposición que contemple seriamente la posibilidad de llegar al poder—, el coste de hacer esa transición, aparentemente prohibitivo para los griegos esta pasada primavera, bajará. En lo inmediato, la derrota griega ha debilitado a la fuerza ascendente en el siguiente país que va a celebrar elecciones: el joven partido español anti-austeridad y pro-europeo Podemos. Pero el efecto en Irlanda, menos atrapada en el Euro, podría ser diferente. Irlanda comercia con el Reino Unido y con los EEUU, y no tiene los mismos vínculos emocionales con Europa que España o Grecia. Y luego el escenario se desplazará a Italia, aún en recesión y políticamente volátil, y a Francia, que cuenta ya con un fuerte partido anti-Euro en la derecha, el Frente Nacional de Marine Le Pen.
Esas consecuencias políticas mantendrán en tensión al Euro, lo que se agravará con el fracaso en curso del régimen neoliberal. Parece, así pues, probable que, en algún momento, en algún país, el Euro se rompa. La decisión de iniciar una ruptura podría venir tanto de la izquierda como de la derecha. En cualquier caso, tal decisión se llevará por delante, como pasó en Grecia, las estructuras políticas previas. Una ruptura, de ir mal, podría incluso empeorar las cosas. Qué vaya a ocurrir con la Unión Europea, es cosa que nadie puede siquiera conjeturar.
La propuesta del profesor Guarino es tratar de salvar a Europa –es decir, a la Unión Europea— derogando las ilegítimas regulaciones que ahora la estrangulan. Refundar la Unión conforme a la letra y el espíritu de los Tratados que fueron usurpados en 1999. Esos tratados dejaban firmemente sentada la prioridad del crecimiento económico y del principio de una soberanía democrática tan valedera para países dentro como fuera del Euro. Principios que no tienen la menor aplicación práctica dentro de la actual Eurozona.
¿Es posible reformar el Euro? El caso griego convencerá a muchos de que no. Y si la alternativa son salidas desordenadas e incontroladas precipitadas por países sometidos a tensiones extremas y a convulsiones políticas, entonces tal vez lo sabio sería preparar un nuevo sistema, un sistema que pueda, llegado el momento, substituir el Euro por un esquema multidivisa más flexible pero todavía controlado. Y no se trata de ninguna idea extravagante. Después de todo, el patrón oro que colapsó en 1933 fue substituido en 1944 por un sistema así, concebido en Bretton Woods.
De lo que se trata es de tener el trabajo hecho, antes de la irrupción del caos.
James K. Galbraith es profesor de gobierno y relaciones empresariales en la Escuela Lyndon B. Johnson de Asuntos Públicos de la Universidad de Texas. Presidente de la Association for Evolutionary Economics, su último libro publicado es "Inequality and Instability", una soberbia investigación empírica y teórica sobre el capitalismo de nuestros días. Está actualmente terminando de escribir un libro intitulado The End of Normal (El final de la normalidad).
Fuente: http://prospect.org/article/future-europe
Traducción para www.sinpermiso.info: Antoni Domènech
sábado, 22 de agosto de 2015
Las alternativas sociales al negocio de la ropa usada. La Economía Social reclama su sitio en los servicios municipales
El Salmón Contracorriente
¿Es admisible que un Ayuntamiento como el de Madrid obtenga unos beneficios de 600.000 euros anuales por un servicio como el de la recogida de ropa usada de los madrileños?
La noticia que durante estas últimas semanas mostraba esa “herencia recibida” por un Ayuntamiento como el de Madrid, hace que la nueva contrata, la empresa Ecotextil Solidarity, entregue al consistorio madrileño 600.000 euros anuales, oferta que le sirvió para obtener la adjudicación del gobierno municipal liderado por Ana Botella, quien firmó el contrato a una semana de la celebración de elecciones.
El aspecto económico representaba el 75% de la puntuación final que recibían las contratas. Así, los 3.200 euros por cada uno de los 170 que presentó la empresa son inasumibles por otro tipo de entidades, cuyo foco de atención no está en el beneficio económico y que desde hace mucho tiempo vienen reclamando la inclusión de clausulas sociales en este tipo de adjudicaciones. Veamos algunos ejemplos.
Recumadrid
Es una cooperativa de Iniciativa Social madrileña que nace en julio de 2009, e integrante del Mercado Social de Madrid desde 2015, que tiene como objetivo principal la inserción social y laboral de personas en situación y/o riesgo de exclusión social a través de la recogida, recuperación, reciclaje, y posterior venta de muebles, textil y electrodomésticos. La recogida de ropa se realizan de manera gratuita tanto a particulares como a entidades para su posterior venta en tienda.
Los ingresos de la actividad permiten sufragar los costes laborales y de funcionamiento necesarios, teniendo como fin último la creación de puestos de trabajo y la mejora medioambiental de nuestro entorno, ya que, además de favorecer su reutilización, evitan que un porcentaje elevado de este tipo de residuos vaya a los vertederos. “Todo el dinero se invierte en la cooperativa a través de la formación, inserción social de colectivos vulnerable, etc", afirma Cristina Salvador, cooperativista y gerente de Recumadrid.
Los artículos que recogen son puestos a la venta a precios muy bajos y accesibles a todo el mundo, especialmente para colectivos en riesgo de exclusión social. Así, organizaciones como Cáritas derivan a entidades como Recumadrid a personas que buscan amueblar su piso y que,debido a su precaria condición, no tienen acceso al mercado regular.
Participar en una contratación pública con las actuales queda muy lejos de una entidad como Recumadrid en primer lugar porque ”pagar un canon por contenedor es inviable económicamente e inmoral luchar contra eso desde nuestro punto de vista”, señala Cristina. “Las contrataciones públicas de cualquier Administración deberían incluir cláusulas sociales que amparen a proyectos de la Economía Social y que prime el proyecto de la recogida de ropa y lo que hay detrás de él, no solo el aspecto economíco”, culmina la cooperativista.
Deixalles
La web de la Fundación Deixalles deja claro que es un entidad sin ánimo de lucro constituida en 1986 por iniciativa de la Delegación de Acción Social del Obispado de Mallorca y de la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca (PIMEM). Un 27% de los trabajadores/as de la fundación son socios/as.
Bajo los principios de equidad, trabajo, sostenibilidad ambiental, cooperación, ausencia de carácter lucrativo y compromiso con el entorno Deixalles busca que las personas desarrollen tareas ligadas a la actividad de recuperación y tratamiento de residuos con el objetivo es mejorar, recuperar o consolidar las habilidades sociales necesarias para favorecer su inclusión social.
Implantada en Palma, Soller, Félatnix, LLevant, Calvià, Inca e Ibiza, sus lineas de trabajo y algunos de sus últimos resultados de su actividad las siguientes:
Inserción sociolaboral de personas en situación o en riesgo de exclusión de las Islas Baleares. En el año 2014 un total de 348 personas participaron en los procesos de inserción sociolaboral, lo que representaba 51% menos que el año anterio, aún así, se mantuvieron los mismos puestos de trabajo. Además , un 21% de las personas que han participado de los procesos se insertaron laboralmente.
Contribuir a construir una sociedad más justa y sostenible
Fomentar la mejora ambiental, a través de actividades relacionadas, principalmente, con la gestión y recuperación de residuos.
Así, en el 2014 recogieron, trataron y gestionaron un total de 2.430 toneladas de residuos. Los que un 60% se aprovecharon a través de la reutilización y un 25% a través del reciclaje.
Traperos Murcia
Traperos Murcia, es una asociación sin ánimo de lucro, implantada en Murcia desde 1995 en su vertiente de formación e inserción social y laboral, desarrollando formas alternativas en las relaciones laborales, económicas y sociales. Pertenece al movimiento Emaus, que nace en 1945 de la mano de por iniciativa del Abate Pierre, sacerdote y diputado francés, en la París arrasada por la II Guerra Mundial como respuesta a la pobreza y falta de acceso a la vivienda.
A través del acompañamiento social y laboral a personas en situación de riesgo de exclusión Emaus busca participar en “la construcción de una sociedad más justa e igualitaria”. El proceso de acompañamiento se realiza con la recuperación de objetos y materiales de segunda mano y de desecho y acciones de apoyo y atención integral de cara a que las personas recuperen la confianza y se sientan con la capacidad para decidir y orientar libremente sus vidas.
El pasado mes de marzo, cumplían 20 años de servicio a los colectivos más desfavorecidos y lo celebraban con este vídeo que recorre su trayectoria.
Ver vídeo: https://youtu.be/q2wqr9OJYzY
Fuente: http://www.elsalmoncontracorriente.es/?Las-alternativas-sociales-al
Haití. Un infierno que nunca acaba
Vicky Peláez
Sputnik
Abandonad toda esperanza aquellos que entréis aquí.
- Dante Alighieri,
Divina Comedia,
Vestíbulo del Infierno.
Estamos acostumbrados a hablar de la crisis económica que afecta durante los últimos siete años el bienestar de los norteamericanos y los europeos pero ni siquiera nos imaginamos que sucedería si la actual crisis duraría más de 200 años. Cualquiera dirá que esto es imposible.
Sin embargo, hay casos en los que la realidad supera la fantasía. Existe un país en las Antillas que casi es una nación invisible, se llama Haití y sus habitantes han estado luchando para sobrevivir desde 1804 debido a una grave crisis económica que resultó de la injerencia de la civilización occidental.
Y pensar que Haití, que fue la primera nación en el mundo en abolir la esclavitud, adelantando en tres años a Inglaterra, y fue el primero en América Latina y en el Caribe en declarar su independencia en 1804; por esto fue finalmente "arrojado al basural por eterno castigo de su dignidad", según el escritor uruguayo Eduardo Galeano.
Esto produce la indignación y rechazo de cualquier ser humano pensante. Parece que el Occidente hasta ahora no puede asimilar el hecho de que una nación poblada por los descendientes africanos, mulatos y los llamados negros cimarrones hubieran podido resistir el dominio español y posteriormente, cuando los españoles cedieron la parte occidental de la isla La Esmeralda a los franceses en 1697, no se conformaron con el nuevo dueño de su destino. En aquel entonces Haití estaba poblado por 300.000 esclavos y 12.000 personas libres: blancos y mulatos principalmente.
La lucha por la emancipación tomó más de 100 años hasta que en 1803 decenas de miles de sublevados, bajo la dirección de Jean Jacques Dessalines, vencieron a las tropas de Napoleón Bonaparte en la batalla de Vertierres donde murieron más de 20.000 soldados franceses y unos 4.000 legionarios polacos. También los haitianos perdieron la mitad de su población. Las plantaciones de caña de azúcar que fueron destruidas durante la guerra, y el país entero, que durante el régimen colonial francés suministraba la mitad del azúcar y café consumidos en Europa, se quedó en ruinas.
Para colmo, los europeos y los norteamericanos apoyaron el bloqueo que impuso Francia obligando a Haití a pagar una indemnización por el daño que le hizo al país galo por liberarse. Los 150 millones de francos oro que tuvo que pagar Haití y los intereses correspondientes durante un siglo arruinaron definitivamente a la economía del país.
Por desgracia, allí no terminaron las calamidades del pobre Haití. Ningún país reconoció su independencia a excepción de Francia a cambio de dinero. Increíblemente, el hombre que luchaba por la libertad de los pueblos, Simón Bolívar, tampoco la reconoció a pesar de que Haití le dio amparo, armas y soldados cuando llegó derrotado a la isla en 1816. Al comienzo del Siglo XX, en 1909, The National City Bank of New York echó el ojo a Haití y se apoderó del país con el pretexto de sacar a los franceses definitivamente de la región, lo hizo siguiendo las instrucciones del Departamento de Estado de acuerdo a la Doctrina Monroe que establecía que Caribe y Centroamérica formaban parte de la "esfera de influencia exclusiva de EEUU".
Así el dominio francés fue reemplazado por el imperialismo norteamericano que percibió a los haitianos como "niños crecidos" que necesitaban regimentación y tutela. The National City Bank pagaba los sueldos al presidente y a todo el gobierno y cuando quiso transferir las reservas nacionales de oro por el valor de 500.000 dólares amenazó al gobierno con el cese del pago de sus sueldos. Cada robo a nivel de Estado tiene su pretexto y Washington anunció que quiso proteger las reservas haitianas de la posibilidad del hurto local. Pero esto le pareció poco a los banqueros norteamericanos que pidieron el envío de los marines a Haití para prevenir futuros levantamientos.
El 28 de julio de 1915, unos 300 marines se apoderaron de la capital, Puerto Príncipe, y ocuparon posteriormente todo el país obligando al presidente a firmar la liquidación del Banco de la nación que se convirtió en una sucursal del National City Bank. También los estadounidenses establecieron sus reglas "civilizadoras y democráticas" según las cuales se prohibía al presidente y sus súbditos negros entrar en clubes, hoteles y restaurantes reservados para los blancos. La misión "protectora y civilizadora" norteamericana duró 19 años hasta 1934 cuando la resistencia popular hizo retornar a los marines a su lugar de origen. Como saldo dejaron a 11.000 personas asesinadas y al jefe de la guerrilla Charlemagne Péralte clavado en cruz contra una puerta en el centro de Puerto Príncipe para el escarmiento de los habitantes.
Los marines se fueron al año siguiente y el National City Bank vendió su sucursal, al Banque Nationale de Haití, a su gobierno, sin embargo ambas instituciones dejaron en su reemplazo a la Guardia Nacional y los futuros dictadores militares a su servicio incondicional que siguieron saqueando al país durante muchos años. Los más sangrientos de ellos eran Francois "Papa Doc" Duvalier que gobernó el país de 1957 a 1971 y posteriormente su hijo Jean-Claude "Baby Doc" Duvalier (1971-1986). Ambos utilizaron sus propios "camisas negras" llamados Tonton Macoutes —sus escuadrones de la muerte para mantenerse en el poder con un saldo de más de 150 mil personas asesinadas o desaparecidas, por supuesto todo con la venia de la CIA y del departamento de Estado.
Cualquier disidente o descontento se tildaba de ser "comunista", la misma característica que dio el presidente Ronald Reagan al sacerdote católico salesiano portavoz en su país de la Teología de la Liberación, Jean-Bertrand Aristide por su participación en las manifestaciones populares contra el duvalierismo. Y no podía ser de otra forma debido a la convicción de Aristide que "el capitalismo es un pecado moral". En el período 1986-1991 cuando las dictaduras militares se turnaban frecuentemente, Aristide se convirtió en un fuerte portavoz de la resistencia. Fue elegido presidente en 1991 con las consignas "dignidad, transparencia, participación, simplicidad" pero en menos de ocho meses fue sacado del poder por un golpe militar. Posteriormente la historia se repitió en 1994-1995 y en su tercera presidencia 2001-2004 fue derrocado por una oposición llamada la Convergencia Democrática, creada con el apoyo de Washington que no le perdonaba a Aristide su acercamiento a Cuba y Venezuela y sus amplios programas sociales.
La violencia que se desató en el país indujo a las Naciones Unidas a enviar a Haití en 2004 la Misión de la Estabilización (MINUSTAH) que sigue permaneciendo allí hasta ahora, actuando como una fuerza de ocupación militar. Su rol en la reconstrucción del país había sido insignificante, igual que el de todas las organizaciones no gubernamentales (ONGs) de las cuales está lleno Haití. El terremoto del 12 de diciembre de 2010 que azotó al país ocasionando unos 300 mil muertos, más de 300 mil heridos y un millón de desplazados confirmó la ineficiencia y la corrupción de la MINUSTAH y de las ONGs.
De acuerdo al luchador social haitiano y economista Camille Chalmers, "estamos aún bajo las botas de ocupación militar. Ya no son soldados norteamericanos, pero es la MINUSTAH, instrumentalizada por el imperialismo que llegó en 2004 y sigue el papel de la dominación y la instalación de las condiciones para favorecer el saqueo de nuestros recursos a favor de las empresas norteamericanas. Se trata de tropas que buscan remilitarizar la cuenca del Caribe para defender sus intereses estratégicos, sobre todo frente a los pueblos rebeldes como Cuba y Venezuela".
Las tropas de MINUSTAH han participado activamente en la represión de los movimientos sociales en estos 11 años, en la corrupción de los menores, prostitución por hambre, las violaciones, narcotráfico y también en la propagación del cólera por los soldados de Nepal. Hay 800.000 casos del contagio y 8.500 muertos. Para combatir este brote se necesitan unos dos mil millones de dólares pero el presidente de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, que se comprometió a ayudar con dinero y recursos, finalmente entregó sólo un dos por ciento de esta cantidad (22 millones de dólares).
A la vez, de acuerdo al Center for Policy and Economic Research (CEPR), la mayoría de la ayuda financiera que llega a Haití se lo quedan los contratistas y solamente 1,3 por ciento es transferido a las compañías haitianas. Entre 2010 y 2012 Haití recibió 6,43 mil millones de dólares en donaciones y de esta cantidad solo nueve por ciento (57 millones) se quedaron en el país. Precisamente, con este dinero para la reconstrucción, una de las primeras obras construidas fue el hotel de cinco estrellas Royal Oasis y un Complejo Deportivo Olímpico, pero solamente 9.000 casas fueron edificadas.
Entonces ya podemos imaginar qué es lo que está pasando en el Haití de hoy bajo la presidencia de un incondicional servidor de Washington, Michel Martelly, quien recibe ayuda y apoyo permanente de USAid y otras organizaciones similares. Mientras tanto su pueblo vive en la miseria, los 85.000 damnificados siguen alojados en 125 campamentos provisionales. Más de seis millones del total de 10,4 millones de habitantes viven en la pobreza ganando menos de 2,44 dólares al día y otros 2,5 millones viven en la pobreza extrema con menos de 1,24 dólares al día. Su promedio de vida es de unos 50 años. Haití es el país con el mayor número de analfabetos en América: 54,3 por ciento de habitantes (5,6 millones).
Y todo esto está sucediendo en pleno siglo XXI a vista y paciencia de las Naciones Unidas, Organización Mundial de Salud, la UNESCO, el UNASUR, la CELAC, la ALBA. ¿Dónde está la integración y la solidaridad latinoamericana y la del Caribe? ¿Desde cuándo y por qué los soldados ecuatorianos, bolivianos y venezolanos de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América están defendiendo los intereses imperiales en Haití y son parte, según la opinión pública haitiana, de los invasores?
Todas estas preguntas necesitan una respuesta urgente porque se trata de un pueblo orgulloso, rebelde y talentoso condenado por los ricos y poderosos de este mundo a más de 200 años de miseria sin fin y un olvido incomprensible. Parafraseando al clérigo sudafricano Desmond Tutu, los haitianos necesitan una seria ayuda y una sincera solidaridad y no "migajas de compasión que caen de la mesa de alguien que se considera su amo". Lo que quieren los haitianos es el "menú completo de los derechos".
La opinión del autor no coincide necesariamente con la de Sputnik
Lea más en http://mundo.sputniknews.com/firmas/20150806/1040046174.html#ixzz3i2dc0XKY
Sputnik
Abandonad toda esperanza aquellos que entréis aquí.
- Dante Alighieri,
Divina Comedia,
Vestíbulo del Infierno.
Estamos acostumbrados a hablar de la crisis económica que afecta durante los últimos siete años el bienestar de los norteamericanos y los europeos pero ni siquiera nos imaginamos que sucedería si la actual crisis duraría más de 200 años. Cualquiera dirá que esto es imposible.
Sin embargo, hay casos en los que la realidad supera la fantasía. Existe un país en las Antillas que casi es una nación invisible, se llama Haití y sus habitantes han estado luchando para sobrevivir desde 1804 debido a una grave crisis económica que resultó de la injerencia de la civilización occidental.
Y pensar que Haití, que fue la primera nación en el mundo en abolir la esclavitud, adelantando en tres años a Inglaterra, y fue el primero en América Latina y en el Caribe en declarar su independencia en 1804; por esto fue finalmente "arrojado al basural por eterno castigo de su dignidad", según el escritor uruguayo Eduardo Galeano.
Esto produce la indignación y rechazo de cualquier ser humano pensante. Parece que el Occidente hasta ahora no puede asimilar el hecho de que una nación poblada por los descendientes africanos, mulatos y los llamados negros cimarrones hubieran podido resistir el dominio español y posteriormente, cuando los españoles cedieron la parte occidental de la isla La Esmeralda a los franceses en 1697, no se conformaron con el nuevo dueño de su destino. En aquel entonces Haití estaba poblado por 300.000 esclavos y 12.000 personas libres: blancos y mulatos principalmente.
La lucha por la emancipación tomó más de 100 años hasta que en 1803 decenas de miles de sublevados, bajo la dirección de Jean Jacques Dessalines, vencieron a las tropas de Napoleón Bonaparte en la batalla de Vertierres donde murieron más de 20.000 soldados franceses y unos 4.000 legionarios polacos. También los haitianos perdieron la mitad de su población. Las plantaciones de caña de azúcar que fueron destruidas durante la guerra, y el país entero, que durante el régimen colonial francés suministraba la mitad del azúcar y café consumidos en Europa, se quedó en ruinas.
Para colmo, los europeos y los norteamericanos apoyaron el bloqueo que impuso Francia obligando a Haití a pagar una indemnización por el daño que le hizo al país galo por liberarse. Los 150 millones de francos oro que tuvo que pagar Haití y los intereses correspondientes durante un siglo arruinaron definitivamente a la economía del país.
Por desgracia, allí no terminaron las calamidades del pobre Haití. Ningún país reconoció su independencia a excepción de Francia a cambio de dinero. Increíblemente, el hombre que luchaba por la libertad de los pueblos, Simón Bolívar, tampoco la reconoció a pesar de que Haití le dio amparo, armas y soldados cuando llegó derrotado a la isla en 1816. Al comienzo del Siglo XX, en 1909, The National City Bank of New York echó el ojo a Haití y se apoderó del país con el pretexto de sacar a los franceses definitivamente de la región, lo hizo siguiendo las instrucciones del Departamento de Estado de acuerdo a la Doctrina Monroe que establecía que Caribe y Centroamérica formaban parte de la "esfera de influencia exclusiva de EEUU".
Así el dominio francés fue reemplazado por el imperialismo norteamericano que percibió a los haitianos como "niños crecidos" que necesitaban regimentación y tutela. The National City Bank pagaba los sueldos al presidente y a todo el gobierno y cuando quiso transferir las reservas nacionales de oro por el valor de 500.000 dólares amenazó al gobierno con el cese del pago de sus sueldos. Cada robo a nivel de Estado tiene su pretexto y Washington anunció que quiso proteger las reservas haitianas de la posibilidad del hurto local. Pero esto le pareció poco a los banqueros norteamericanos que pidieron el envío de los marines a Haití para prevenir futuros levantamientos.
El 28 de julio de 1915, unos 300 marines se apoderaron de la capital, Puerto Príncipe, y ocuparon posteriormente todo el país obligando al presidente a firmar la liquidación del Banco de la nación que se convirtió en una sucursal del National City Bank. También los estadounidenses establecieron sus reglas "civilizadoras y democráticas" según las cuales se prohibía al presidente y sus súbditos negros entrar en clubes, hoteles y restaurantes reservados para los blancos. La misión "protectora y civilizadora" norteamericana duró 19 años hasta 1934 cuando la resistencia popular hizo retornar a los marines a su lugar de origen. Como saldo dejaron a 11.000 personas asesinadas y al jefe de la guerrilla Charlemagne Péralte clavado en cruz contra una puerta en el centro de Puerto Príncipe para el escarmiento de los habitantes.
Los marines se fueron al año siguiente y el National City Bank vendió su sucursal, al Banque Nationale de Haití, a su gobierno, sin embargo ambas instituciones dejaron en su reemplazo a la Guardia Nacional y los futuros dictadores militares a su servicio incondicional que siguieron saqueando al país durante muchos años. Los más sangrientos de ellos eran Francois "Papa Doc" Duvalier que gobernó el país de 1957 a 1971 y posteriormente su hijo Jean-Claude "Baby Doc" Duvalier (1971-1986). Ambos utilizaron sus propios "camisas negras" llamados Tonton Macoutes —sus escuadrones de la muerte para mantenerse en el poder con un saldo de más de 150 mil personas asesinadas o desaparecidas, por supuesto todo con la venia de la CIA y del departamento de Estado.
Cualquier disidente o descontento se tildaba de ser "comunista", la misma característica que dio el presidente Ronald Reagan al sacerdote católico salesiano portavoz en su país de la Teología de la Liberación, Jean-Bertrand Aristide por su participación en las manifestaciones populares contra el duvalierismo. Y no podía ser de otra forma debido a la convicción de Aristide que "el capitalismo es un pecado moral". En el período 1986-1991 cuando las dictaduras militares se turnaban frecuentemente, Aristide se convirtió en un fuerte portavoz de la resistencia. Fue elegido presidente en 1991 con las consignas "dignidad, transparencia, participación, simplicidad" pero en menos de ocho meses fue sacado del poder por un golpe militar. Posteriormente la historia se repitió en 1994-1995 y en su tercera presidencia 2001-2004 fue derrocado por una oposición llamada la Convergencia Democrática, creada con el apoyo de Washington que no le perdonaba a Aristide su acercamiento a Cuba y Venezuela y sus amplios programas sociales.
La violencia que se desató en el país indujo a las Naciones Unidas a enviar a Haití en 2004 la Misión de la Estabilización (MINUSTAH) que sigue permaneciendo allí hasta ahora, actuando como una fuerza de ocupación militar. Su rol en la reconstrucción del país había sido insignificante, igual que el de todas las organizaciones no gubernamentales (ONGs) de las cuales está lleno Haití. El terremoto del 12 de diciembre de 2010 que azotó al país ocasionando unos 300 mil muertos, más de 300 mil heridos y un millón de desplazados confirmó la ineficiencia y la corrupción de la MINUSTAH y de las ONGs.
De acuerdo al luchador social haitiano y economista Camille Chalmers, "estamos aún bajo las botas de ocupación militar. Ya no son soldados norteamericanos, pero es la MINUSTAH, instrumentalizada por el imperialismo que llegó en 2004 y sigue el papel de la dominación y la instalación de las condiciones para favorecer el saqueo de nuestros recursos a favor de las empresas norteamericanas. Se trata de tropas que buscan remilitarizar la cuenca del Caribe para defender sus intereses estratégicos, sobre todo frente a los pueblos rebeldes como Cuba y Venezuela".
Las tropas de MINUSTAH han participado activamente en la represión de los movimientos sociales en estos 11 años, en la corrupción de los menores, prostitución por hambre, las violaciones, narcotráfico y también en la propagación del cólera por los soldados de Nepal. Hay 800.000 casos del contagio y 8.500 muertos. Para combatir este brote se necesitan unos dos mil millones de dólares pero el presidente de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, que se comprometió a ayudar con dinero y recursos, finalmente entregó sólo un dos por ciento de esta cantidad (22 millones de dólares).
A la vez, de acuerdo al Center for Policy and Economic Research (CEPR), la mayoría de la ayuda financiera que llega a Haití se lo quedan los contratistas y solamente 1,3 por ciento es transferido a las compañías haitianas. Entre 2010 y 2012 Haití recibió 6,43 mil millones de dólares en donaciones y de esta cantidad solo nueve por ciento (57 millones) se quedaron en el país. Precisamente, con este dinero para la reconstrucción, una de las primeras obras construidas fue el hotel de cinco estrellas Royal Oasis y un Complejo Deportivo Olímpico, pero solamente 9.000 casas fueron edificadas.
Entonces ya podemos imaginar qué es lo que está pasando en el Haití de hoy bajo la presidencia de un incondicional servidor de Washington, Michel Martelly, quien recibe ayuda y apoyo permanente de USAid y otras organizaciones similares. Mientras tanto su pueblo vive en la miseria, los 85.000 damnificados siguen alojados en 125 campamentos provisionales. Más de seis millones del total de 10,4 millones de habitantes viven en la pobreza ganando menos de 2,44 dólares al día y otros 2,5 millones viven en la pobreza extrema con menos de 1,24 dólares al día. Su promedio de vida es de unos 50 años. Haití es el país con el mayor número de analfabetos en América: 54,3 por ciento de habitantes (5,6 millones).
Y todo esto está sucediendo en pleno siglo XXI a vista y paciencia de las Naciones Unidas, Organización Mundial de Salud, la UNESCO, el UNASUR, la CELAC, la ALBA. ¿Dónde está la integración y la solidaridad latinoamericana y la del Caribe? ¿Desde cuándo y por qué los soldados ecuatorianos, bolivianos y venezolanos de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América están defendiendo los intereses imperiales en Haití y son parte, según la opinión pública haitiana, de los invasores?
Todas estas preguntas necesitan una respuesta urgente porque se trata de un pueblo orgulloso, rebelde y talentoso condenado por los ricos y poderosos de este mundo a más de 200 años de miseria sin fin y un olvido incomprensible. Parafraseando al clérigo sudafricano Desmond Tutu, los haitianos necesitan una seria ayuda y una sincera solidaridad y no "migajas de compasión que caen de la mesa de alguien que se considera su amo". Lo que quieren los haitianos es el "menú completo de los derechos".
La opinión del autor no coincide necesariamente con la de Sputnik
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miércoles, 19 de agosto de 2015
Cuanta menos luz gasta más paga usted en el recibo. Las eléctricas recuperan a través del término de potencia los costes de inversión en generación que no pueden recuperar por el precio de mercado de la electricidad
Cualquiera puede observar que en los últimos dos años el precio de la energía utilizada para producir electricidad ha bajado, pero el recibo de la luz ha subido. Un elixir mágico, llamado regulación a la carta (de las compañías eléctricas, por supuesto), ha conseguido que el consumidor que menos energía eléctrica gasta sea el que pague más en términos relativos; y viceversa. Una política racional de precios procuraría que pagasen más (en términos relativos) los que más gastan, porque eso es lo que dicen los manuales de economía y porque de esa manera podría buscarse una disuasión del consumo. Pero en España sucede al revés. ¿Por qué?
Pues porque el regulador —el Gobierno— decidió en 2013 que era necesario, mejor dicho, imperativo, aumentar lo que paga el cliente en concepto de potencia contratada, que es la parte fija del recibo, para garantizar (parece la única explicación económica) los ingresos de las eléctricas. El balance desde agosto de 2013 es arrasador: para el consumidor doméstico ha supuesto una subida del 92% de la parte fija del recibo (término de potencia contratada) y del 145% para el consumidor industrial. La decisión ataca directamente los bolsillos de los clientes con menos capacidad económica y liquida cualquier política de ahorro; se haga lo que se haga con el consumo en los hogares, el peso principal del recibo sigue siendo inmune a la austeridad.
Cuando se calcula el ingreso que se garantizan las eléctricas por esa política tarifaria (penosa para el consumidor), aparecen nuevas distorsiones graves. Resulta que el sistema eléctrico factura a los clientes el equivalente a 175 gigavatios (Gw) de potencia contratada; pero, como es sabido, el sistema tiene una potencia instalada de 108 Gw; y la punta máxima que utilizan los clientes es de 39 Gw. Una sencilla cuenta demostraría, para pasmo de economistas y teóricos de los mercados, que pagamos a las eléctricas 136 Gw que no utilizamos, simplemente porque los tenemos contratados. Esos 136 Gw regalados con el consentimiento del regulador equivalen a 10.000 millones anuales. ¿No sería más lógico sustituir el sistema de tarificación contratada por uno de tarificación por potencia demandada? Pues sí; pero se acabaría la sobrefacturación de 10.000 millones consentida a las eléctricas.
No obstante, descártese provisionalmente la tesis del semifraude (tipo CTC) y acéptese la de incompetencia regulatoria. Las eléctricas recuperan manu militari a través del término de potencia los costes de inversión en generación que no pueden recuperar por el precio de mercado de la electricidad (la parte variable del recibo). ¿Que este esquema perjudica a los clientes más débiles, aumenta la desigualdad y penaliza el ahorro? Pues Industria no lo ha visto o le parece un daño irrelevante. Pero resulta que la generación eléctrica está liberalizada por ley y, por lo tanto, las empresas toman las decisiones de inversión a su propio riesgo. Es decir, esta estructura de recibo de la luz vulneraría la legislación vigente. Salvo mejor opinión del regulador, rebosante de abogados del Estado, claro.
http://elpais.com/elpais/2015/08/01/opinion/1438446338_068495.html?rel=lom
Pues porque el regulador —el Gobierno— decidió en 2013 que era necesario, mejor dicho, imperativo, aumentar lo que paga el cliente en concepto de potencia contratada, que es la parte fija del recibo, para garantizar (parece la única explicación económica) los ingresos de las eléctricas. El balance desde agosto de 2013 es arrasador: para el consumidor doméstico ha supuesto una subida del 92% de la parte fija del recibo (término de potencia contratada) y del 145% para el consumidor industrial. La decisión ataca directamente los bolsillos de los clientes con menos capacidad económica y liquida cualquier política de ahorro; se haga lo que se haga con el consumo en los hogares, el peso principal del recibo sigue siendo inmune a la austeridad.
Cuando se calcula el ingreso que se garantizan las eléctricas por esa política tarifaria (penosa para el consumidor), aparecen nuevas distorsiones graves. Resulta que el sistema eléctrico factura a los clientes el equivalente a 175 gigavatios (Gw) de potencia contratada; pero, como es sabido, el sistema tiene una potencia instalada de 108 Gw; y la punta máxima que utilizan los clientes es de 39 Gw. Una sencilla cuenta demostraría, para pasmo de economistas y teóricos de los mercados, que pagamos a las eléctricas 136 Gw que no utilizamos, simplemente porque los tenemos contratados. Esos 136 Gw regalados con el consentimiento del regulador equivalen a 10.000 millones anuales. ¿No sería más lógico sustituir el sistema de tarificación contratada por uno de tarificación por potencia demandada? Pues sí; pero se acabaría la sobrefacturación de 10.000 millones consentida a las eléctricas.
No obstante, descártese provisionalmente la tesis del semifraude (tipo CTC) y acéptese la de incompetencia regulatoria. Las eléctricas recuperan manu militari a través del término de potencia los costes de inversión en generación que no pueden recuperar por el precio de mercado de la electricidad (la parte variable del recibo). ¿Que este esquema perjudica a los clientes más débiles, aumenta la desigualdad y penaliza el ahorro? Pues Industria no lo ha visto o le parece un daño irrelevante. Pero resulta que la generación eléctrica está liberalizada por ley y, por lo tanto, las empresas toman las decisiones de inversión a su propio riesgo. Es decir, esta estructura de recibo de la luz vulneraría la legislación vigente. Salvo mejor opinión del regulador, rebosante de abogados del Estado, claro.
http://elpais.com/elpais/2015/08/01/opinion/1438446338_068495.html?rel=lom
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Canción de las cosas simples,
castigar el ahorro,
Diego El Cigala,
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fomentar el consumo,
gasto de energia,
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m negocio de las electricas
Respuesta de Unesa
He leído con sorpresa y disgusto la columna publicada el pasado domingo bajo el título Cuanto menos luz gasta... en la que se hacen aseveraciones sobre el sector eléctrico que no pueden estar más alejadas de la realidad. El texto es un ataque contra la empresas eléctricas sin que estas hayan tenido forma de contraargumentar y defenderse. No hay espacio para polemizar, pero frente a la imputación de una presunta regulación favorable solo recordaré que la última reforma eléctrica le costó a las empresas agrupadas en Unesa 10.000 millones de euros. Pero siempre es más fácil y cómodo criticar a un sector económico esencial que intentar decir la verdad.— Eduardo Montes. Presidente de Unesa.
domingo, 10 de octubre de 2010
jueves, 22 de abril de 2010
Más de 100 profesores, investigadores y docentes de EEUU apoyan al Juez Garzón
y denuncian la perpetuación de la impunidad en el Estado español
"Como profesores e investigadores de la Guerra Civil y la dictadura franquista de distintas universidades norteamericanas queremos expresar nuestro más profundo desacuerdo con la reciente decisión del Tribunal Supremo de procesar al juez Baltasar Garzón.
La causa abierta contra el franquismo por el Juez Garzón era un primer paso para revertir una situación de impunidad y desamparo establecida durante la dictadura y consolidada durante la transición a la democracia. Por ello, invocar la ley de amnistía de 1977 como fundamento para procesar al Juez Garzón por carecer de competencias no es más que una fórmula legal para seguir perpetuando la impunidad dictada por el aparato legal del franquismo.
Asimismo, observamos con suma preocupación que se admita a trámite una denuncia presentada por un grupo, Manos Limpias , que es heredero directo de Falange Española y del más rancio fascismo español. En la mayoría de otros países Europeos (Alemania, Italia) estos grupos son simplemente ilegales, como lo son también las expresiones de exaltación y glorificación del pasado fascista...
...aún más importante que el proceso abierto contra Garzón es entender que en España las víctimas de la represión franquista siguen viviendo en una situación de desamparo legal sin parangón en el mundo. A pesar de la Ley de Memoria Histórica y de otras medidas reparatorias en España la mayoría de las fosas comunes se exhuman sin la presencia de un juez y sin que se establezca ninguna responsabilidad penal por los presuntos delitos evidenciados en la exhumación. Ninguna democracia digna de ese nombre puede dejar en las cunetas a miles de ciudadanos e ignorar las posibles responsabilidades legales que se deriven de tan ignominiosos hallazgos...
Queremos, finalmente, expresar nuestra más absoluta solidaridad a todas las asociaciones cívicas que trabajan por la recuperación de la memoria histórica y exigir con ellas el fin de la impunidad y la reapertura de los procesos legales que sean necesarios para dar un decisivo paso adelante hacia el establecimiento de la justicia."
...
Carlos Aguirre, Associate Professor, History, University of Oregon
Tabea Alexa Linhard, Assistant Professor, Washington University
Reinhard Andress, Professor, Saint Louise University.
Edward Baker, Professor Emeritus University of Florida
Erick Blandón, PhD,Professor, University of Missouri-Columbia.
Maria Bernath, Researcher, University of California, San Diego
Aaron Boalick, Graduate Student, University of Michigan
Scott Boehm, Researcher of The Spanish Civil War Memory Project, University of California, San Diego.
Kristina L. Bonsager, Chair of Department of International Languages & Literatures, St. Catherine University
...
Thomas Deveny, Professor, McDaniel College
Simon Doubleday, Associate Professor of History, Hofstra University.
Jodi Eisenberg, Researcher of The Spanish Civil War Memory Project, University of California, San Diego.
...
Patricia Keller, Assistant Professor, Cornell University.
Susan Kirkpatrick, Professor Emerita, University of California, San Diego
Kathy Korcheck, Assitant Professor, Central College.
Misha Kokotovic, Associate Professor, University of California, San Diego.
Larry La Fountain-Stokes, Associate Professor, University of Michigan
Kern L. Lunsford, Professor of Spanish and Chair, Modern Languages, Lynchburg College.
Viviana Macmanus, Researcher of The Spanish Civil War Memory Project, University of California, San Diego.
...Nancy Newton, Department of World Languages & Cultures, Indiana University
Janet Pérez, Miembro Numerario, Academia Norteamericana de la Lengua Española
Cindy Pinhal, Graduate Student, University of California, San Diego.
Jonathan Pitcher, Associate Professor, Bennington College.
Amanda Powel, Senior Instructor of Spanish, University of Oregon
Michael P. Predmore, Professor, Stanford University.
Christian M. Ricci. Assistant Professor, University of California, Merced.
Brandon Rigby, University of Oregon.
...
Doris Sommer, Profesora, Harvard University.
Sarah Thomas, Ph.D. Candidate, New York University
Ángel T. Tuninetti Associate Professor of Spanish / Chair, Department of Foreign Languages, West Virginia University
Barbara Zecchi, Assistant Professor, University of Massachusetts.
Así hasta más de 100...
"Como profesores e investigadores de la Guerra Civil y la dictadura franquista de distintas universidades norteamericanas queremos expresar nuestro más profundo desacuerdo con la reciente decisión del Tribunal Supremo de procesar al juez Baltasar Garzón.
Independientemente de la opinión que nos merezcan las actuaciones del Juez Garzón en otros ámbitos, estamos convencidos de que la decisión y los argumentos del Juez Luciano Varela contribuyen decisivamente a consolidar la impunidad y ampliar la situación de desamparo que sufren las víctimas de la represión franquista. Los sobrevivientes de la violencia exterminadora del franquismo y sus familiares llevan décadas esperando que la justicia española esclarezca y castigue a quienes sean responsables de delitos tan graves como la desaparición forzada, la tortura o el secuestro de niños.
La causa abierta contra el franquismo por el Juez Garzón era un primer paso para revertir una situación de impunidad y desamparo establecida durante la dictadura y consolidada durante la transición a la democracia. Por ello, invocar la ley de amnistía de 1977 como fundamento para procesar al Juez Garzón por carecer de competencias no es más que una fórmula legal para seguir perpetuando la impunidad dictada por el aparato legal del franquismo.
El propio Juez Garzón en su auto de procesamiento contra Pinochet y otros jueces de la Audiencia nacional en casos similares, han revocado leyes de amnistía por entender que el delito de desaparición forzada no prescribe y por considerar que el exterminio planificado y sistemático de un grupo (i.e. “los rojos”) constituye un delito de crímenes contra la humanidad y/o genocidio que, como tal, puede ser perseguido en cualquier juzgado del mundo. En este sentido, cabe señalar que estos argumentos legales aplicados a otros países (Chile, Argentina) se llevaron a cabo sin que ningún juez fuera procesado por ello y con el apoyo mayoritario de la sociedad civil española. Por tanto, exigimos al Tribunal Supremo y a la judicatura española que sea coherente con sus propias decisiones legales y que aplique en España las leyes del derecho internacional que con tanta vehemencia ha aplicado en otros países que han sufrido episodios similares de violencia política y exterminio.
Asimismo, observamos con suma preocupación que se admita a trámite una denuncia presentada por un grupo, Manos Limpias , que es heredero directo de Falange Española y del más rancio fascismo español. En la mayoría de otros países Europeos (Alemania, Italia) estos grupos son simplemente ilegales, como lo son también las expresiones de exaltación y glorificación del pasado fascista...
...aún más importante que el proceso abierto contra Garzón es entender que en España las víctimas de la represión franquista siguen viviendo en una situación de desamparo legal sin parangón en el mundo. A pesar de la Ley de Memoria Histórica y de otras medidas reparatorias en España la mayoría de las fosas comunes se exhuman sin la presencia de un juez y sin que se establezca ninguna responsabilidad penal por los presuntos delitos evidenciados en la exhumación. Ninguna democracia digna de ese nombre puede dejar en las cunetas a miles de ciudadanos e ignorar las posibles responsabilidades legales que se deriven de tan ignominiosos hallazgos...
Queremos, finalmente, expresar nuestra más absoluta solidaridad a todas las asociaciones cívicas que trabajan por la recuperación de la memoria histórica y exigir con ellas el fin de la impunidad y la reapertura de los procesos legales que sean necesarios para dar un decisivo paso adelante hacia el establecimiento de la justicia."
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Carlos Aguirre, Associate Professor, History, University of Oregon
Tabea Alexa Linhard, Assistant Professor, Washington University
Reinhard Andress, Professor, Saint Louise University.
Edward Baker, Professor Emeritus University of Florida
Erick Blandón, PhD,Professor, University of Missouri-Columbia.
Maria Bernath, Researcher, University of California, San Diego
Aaron Boalick, Graduate Student, University of Michigan
Scott Boehm, Researcher of The Spanish Civil War Memory Project, University of California, San Diego.
Kristina L. Bonsager, Chair of Department of International Languages & Literatures, St. Catherine University
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Thomas Deveny, Professor, McDaniel College
Simon Doubleday, Associate Professor of History, Hofstra University.
Jodi Eisenberg, Researcher of The Spanish Civil War Memory Project, University of California, San Diego.
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Patricia Keller, Assistant Professor, Cornell University.
Susan Kirkpatrick, Professor Emerita, University of California, San Diego
Kathy Korcheck, Assitant Professor, Central College.
Misha Kokotovic, Associate Professor, University of California, San Diego.
Larry La Fountain-Stokes, Associate Professor, University of Michigan
Kern L. Lunsford, Professor of Spanish and Chair, Modern Languages, Lynchburg College.
Viviana Macmanus, Researcher of The Spanish Civil War Memory Project, University of California, San Diego.
...Nancy Newton, Department of World Languages & Cultures, Indiana University
Janet Pérez, Miembro Numerario, Academia Norteamericana de la Lengua Española
Cindy Pinhal, Graduate Student, University of California, San Diego.
Jonathan Pitcher, Associate Professor, Bennington College.
Amanda Powel, Senior Instructor of Spanish, University of Oregon
Michael P. Predmore, Professor, Stanford University.
Christian M. Ricci. Assistant Professor, University of California, Merced.
Brandon Rigby, University of Oregon.
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Doris Sommer, Profesora, Harvard University.
Sarah Thomas, Ph.D. Candidate, New York University
Ángel T. Tuninetti Associate Professor of Spanish / Chair, Department of Foreign Languages, West Virginia University
Barbara Zecchi, Assistant Professor, University of Massachusetts.
Así hasta más de 100...
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