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sábado, 24 de febrero de 2024

Un proyecto de información que desafía a los dueños del mundo. Democracy Now! Contra el silencio y las mentiras

Producido en Nueva York cada día, de 8 a 9 de la mañana hora local, Democracy Now! es un programa de radio y televisión que se transmite a través de internet y más de 900 emisoras de los cinco continentes. Desde su fundación en 1996, sus contenidos combinan informaciones, entrevistas, debates y reportajes de investigación, con una orientación preferente hacia la cobertura de los movimientos y luchas sociales por la justicia en todo el mundo. La crítica del poder corporativo y la política exterior norteamericana son también objetivos destacados.

La sección en español de Democracy Now! se incorporó en 2005 y en la actualidad es transmitida por más de 430 medios. Cualquiera canal de radio puede emitir estas noticias sin costo y también se ofrece una columna semanal a los periódicos interesados en publicarla.

La voz más frecuente al frente de los programas es la de Amy Goodman, periodista que se dio a conocer por sus arriesgadas indagaciones en asuntos como la independencia de Timor Oriental, la ocupación marroquí del Sáhara Occidental o las actividades criminales de la petrolera Chevron en Nigeria. David Goodman, Denis Moynihan, Juan González y Nermeen Shaikh son otros colaboradores habituales.

Para celebrar el vigésimo aniversario de las emisiones, en 2016 Amy Goodman publicó Democracy Now! Veinte años cubriendo los movimientos que están cambiando Estados Unidos (versión castellana de Hoja de Lata, 2018, trad. de Miguel Sanz Jiménez). Este libro repasa la historia de un proyecto que nació para informar de hechos y procesos esenciales que los poderes económicos, políticos y mediáticos, tres cabezas de la hidra capitalista, no quieren que sean divulgados. La crónica nos acerca así a las movilizaciones contra las guerras sucesivas del imperialismo norteamericano y a las heroicidades de personas como Julian Assange, Edward Snowden, Chelsea Manning o Thomas Drake, gracias a las cuales fueron reveladas informaciones clasificadas enormemente relevantes. Ocupan un lugar preferente también los problemas de los inmigrantes ilegales, la pena de muerte y las luchas del movimiento Occupy Wall Street y de los que enarbolan la justicia climática o los derechos LGTBI+. No faltan tampoco capítulos en el libro sobre lacras como la violencia policial contra las gentes de color o la tortura institucionalizada en los interrogatorios policiales, asuntos todos ellos abordados reiteradamente en las emisiones.

Algunos episodios destacados de la historia de Democracy Now! reflejan bien su insobornable compromiso. Un buen ejemplo es lo que ocurrió en 1997, tras un año en antena, cuando el programa entrevistó a Mumia Abu-Jamal, que llevaba ya por entonces quince años en el corredor de la muerte de una cárcel de Pensilvania culpado del asesinato de un policía. Este exmiembro de los Panteras Negras tenía mucho que decir sobre la discriminación racial en el país y la pena de muerte, y dijo mucho aquel día, pero su plática a través de las ondas sirvió para que las doce emisoras de Pensilvania que retransmitían el programa, y eran propiedad de la universidad Temple, cancelaran su contrato.

Noam Chomsky, Angela Davis, Arundhati Roy, Joseph Stiglitz, Noemí Klein y Ralph Nader han sido entrevistados frecuentemente. Respecto a los debates, algunos de los más memorables en la historia del programa fueron los dos entre Tariq Ali y Christopher Hitchens en 2003 y 2004 sobre la guerra de Irak, o el que se realizó en julio de 2016, en plena campaña de las elecciones que llevarían a Donald Trump a la presidencia y tras la derrota de Bernie Sanders como optante a la nominación demócrata. Los contendientes en este caso fueron Robert Reich, que defendió apoyar a Hillary Clinton, como mal menor, y Chris Hedges, que se decantó por Jill Stein, candidato del partido verde.

El programa es fiel a su lema de ir siempre a donde está el silencio y ha recibido numerosos reconocimientos, pero no han faltado tampoco coletazos represivos. En 2008, mientras cubrían protestas durante la convención nacional republicana, Amy Goodman y otros dos periodistas de Democracy Now! fueron arrestados con acusaciones por “causar disturbios”. Sin embargo, la rápida circulación en internet de un video que recogía una de las detenciones, extraordinariamente violenta, consiguió que los cargos fueran retirados. En 2016 se emitió una orden de arresto contra Amy Goodman después de que cubriera las protestas contra la construcción de un oleoducto en Dakota del Norte durante las cuales la policía soltó perros y atacó con gases a los manifestantes. Los cargos fueron desestimados por el juez, pero los fiscales del condado no descartaron presentar otros en el futuro.

En un mundo en el que los canales dominantes de la información se superponen con las instituciones del poder económico, los problemas creados por la dinámica perversa del sistema tienden a ser silenciados, lo mismo que los movimientos que surgen para denunciarlos o proponer alternativas y mejoras. Democracy Now!, con sus veintiocho años de esfuerzo y lucha, ha servido para demostrar que a las ocultaciones, mentiras y artimañas de los mass media es posible oponer un honesto caudal de información veraz que llegue a todos los rincones y cree una nueva conciencia.

Blog del autor: http://www.jesusaller.com/

En él puede descargarse ya su último poemario: Los libros muertos.

miércoles, 31 de enero de 2024

Entrevista al abogado de DD.HH. Francis Boyle «Tenemos que presionar al Gobierno de Biden para que ordene a Israel que detenga el genocidio»

 

Fuentes: Democracy Now!.


El abogado de DD.HH. Francis Boyle analiza la importancia de que Sudáfrica, un país que vivió un régimen de apartheid, haya denunciado a Israel ante la Corte Internacional de Justicia

Sudáfrica ha presentado una demanda ante el principal órgano judicial de las Naciones Unidas, la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ), en la que acusa a Israel de cometer actos de genocidio en Gaza. “Creo que Sudáfrica logrará obtener una orden para que Israel cese y desista de cometer todos los actos de carácter genocida contra los palestinos”, dice Francis Boyle, un abogado internacional de derechos humanos que presentó con éxito ante la CIJ, en virtud de la Convención sobre el Genocidio de 1948, dos solicitudes de medidas provisionales de protección en nombre de la República de Bosnia y Herzegovina contra Yugoslavia. Boyle dice que Israel tiene un historial de escuchar las órdenes de Estados Unidos de detener sus asaltos a los territorios palestinos ocupados. “Aquí en Estados Unidos tenemos el poder de detener esto”.

Transcripción
AMY GOODMAN: El número de muertos que han dejado los bombardeos israelíes en Gaza desde el ataque que Hamás realizó el 7 de octubre contra Israel ha superado los 22.000. Sudáfrica ha presentado una demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en la ciudad de La Haya, en la que acusa a Israel de genocidio y de buscar “destruir a los palestinos de Gaza”. Esto se produce al tiempo que otro tribunal, la Corte Penal Internacional, está investigando presuntos crímenes de guerra cometidos tanto por Israel como por Hamás.

En los documentos presentados ante la CIJ, el principal órgano judicial de las Naciones Unidas, Sudáfrica alega que “los actos y omisiones de Israel denunciados por Sudáfrica son de carácter genocida, porque están destinados a provocar la destrucción de una parte sustancial del grupo nacional, racial y étnico palestino”. Sudáfrica acusó a Israel de violar la Convención de 1948 para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, la cual Israel ha firmado.

Israel dijo en respuesta que la acusación presentada “no tiene fundamento legal”. El Ministerio de Relaciones Exteriores israelí acusó a Sudáfrica de “colaborar con un grupo terrorista que busca la aniquilación de Israel”.

El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, ha comparado el trato de Israel a los palestinos en los territorios ocupados con el sistema racista de apartheid en su propio país, al cual se puso fin en 1994 después de casi medio siglo. En noviembre, Ramaphosa respondió al asalto de Israel sobre Gaza retirando a los diplomáticos sudafricanos de Israel.

PRESIDENTE CYRIL RAMAPHOSA: El castigo colectivo contra civiles palestinos mediante el uso ilegal de la fuerza por parte de Israel constituye un crimen de guerra. La negación deliberada de medicamentos, combustible, alimentos y agua a los habitantes de Gaza equivale a un genocidio.

AMY GOODMAN: Por otro lado, en octubre, el legislador sudafricano y nieto de Nelson Mandela, Nkosi Mandela, se unió a una manifestación en solidaridad con Palestina en Ciudad del Cabo.

NKOSI ZWELIVELILE MANDELA: Los palestinos cuentan con que todos y cada uno de nosotros nos pongamos de pie y alcemos nuestra voz. Ellos estuvieron junto a nosotros codo a codo cuando luchábamos por la liberación de nuestro país

AMY GOODMAN: Para más información, nos acompaña Francis Boyle, profesor de derecho internacional en la Facultad de Derecho de la Universidad de Illinois. Boyle presentó con éxito, en nombre de Bosnia y en virtud de la Convención sobre el Genocidio, dos solicitudes de medidas provisionales de protección ante la CIJ contra Yugoslavia. Él piensa que lo mismo podría aplicarse en este contexto. Sus libros incluyen “The Bosnian People Charge Genocide” (El pueblo de Bosnia presenta cargos de genocidio), “Palestine, Palestinians, and International Law” (Palestina, palestinos, y el derecho internacional), y “World Politics, Human Rights, and International Law” (Política mundial, derechos humanos, y derecho internacional).

Profesor Boyle, bienvenido de nuevo a Democracy Now! Nos complace tenerle con nosotros en este nuevo año, aunque en circunstancias muy graves. ¿Puede explicar por qué Sudáfrica es el país que está presentando estos cargos y qué es exactamente la Corte Internacional de Justicia, cómo encaja en el sistema de justicia mundial? Hable sobre la acusación de genocidio.

FRANCIS BOYLE: Bueno, muchas gracias por invitarme, Amy. Saludos cordiales a su audiencia.

No es mi intención alardear, pero yo fui el primer abogado que ganó algo en virtud de la Convención sobre el Genocidio ante la Corte Internacional de Justicia, cuyos orígenes se remontan a 1921. Pude obtener por mi propia cuenta dos órdenes de la Corte Internacional a favor de la República de Bosnia y Herzegovina contra Yugoslavia para que ésta cesara y desistiera de cometer todos los actos de carácter genocida.

Y, de acuerdo con mi cuidadosa revisión de todos los documentos presentados hasta ahora por la República de Sudáfrica, creo que Sudáfrica logrará obtener una orden para que Israel cese y desista de cometer todos los actos de carácter genocida contra el pueblo palestino. Y luego tendremos una determinación oficial por parte de la misma Corte Internacional de Justicia, la máxima autoridad legal en el sistema de las Naciones Unidas, de que se está cometiendo un genocidio. Y, en virtud del Artículo I de la Convención sobre el Genocidio, todas las Partes contratantes, 153 Estados, estarán entonces obligadas “a prevenir” el genocidio por parte de Israel contra los palestinos.

En segundo lugar, cuando la Corte Mundial emita esta orden de cese y desistimiento contra Israel, el Gobierno de Biden deberá ser condenado en virtud del artículo III, párrafo (e), de la Convención sobre el Genocidio, que tipifica como delito la complicidad en el genocidio. Y claramente sabemos que el Gobierno de Biden ha instigado y ha sido cómplice de los actos de genocidio por parte de Israel contra los palestinos por mucho tiempo. Esto también ha sido planteado por mis colegas en el Centro para los Derechos Constitucionales y en el Gremio Nacional de Abogados en una demanda contra Biden, Blinken y Austin.

Por lo tanto, creo que podremos usar la orden de la Corte Mundial. En este momento mis fuentes me dicen que la audiencia tendrá lugar el 11 y el 12 de enero. Según mi experiencia con los bosnios, podría haber una orden en el transcurso de una semana tras las audiencias.

Con respecto al Gobierno de Biden, también diría que actualmente está violando la Ley de Implementación de la Convención sobre el Genocidio, que tipifica el genocidio como un delito bajo la ley federal de Estados Unidos. Y, de nuevo, una vez que Sudáfrica obtenga esta orden, el Gobierno de Biden también será acusado de violar la Ley de Implementación de la Convención sobre el Genocidio.

Creo que esta es la dirección en la que nos encaminamos desde hoy hasta, yo diría, finales de este mes. Y depende de todos nosotros, como ciudadanos estadounidenses, entender y apoyar lo que Sudáfrica está haciendo ante la Corte Internacional de Justicia.

JUAN GONZÁLEZ: Francis Boyle, ¿cuál es la diferencia entre la Corte Internacional de Justicia y la Corte Penal Internacional, que ya está considerando las acusaciones de crímenes de guerra cometidos tanto por Israel como por grupos armados palestinos?

FRANCIS BOYLE: Sí, Juan. La Corte Internacional de Justicia tiene sus orígenes en 1921, cuando su predecesor se estableció legalmente. Y fue en ella donde presenté el caso de genocidio. Fui el primer abogado en obtener dos órdenes en un caso de genocidio desde la fundación de la Corte Mundial en 1921, y fue sobre la base de la Convención sobre el Genocidio. La Corte Penal Internacional es una organización internacional separada, establecida en el año 2000.

El problema, Juan, es el siguiente: en 2009, después de la Operación Plomo Fundido, yo le sugerí al presidente palestino, Mahmoud Abbas, que aceptara la jurisdicción de la Corte Internacional… de la Corte Penal Internacional en Palestina, lo cual hizo. Y lamento informar que la Corte Penal Internacional no ha hecho una condenada cosa para ayudar a los palestinos desde 2009. La Corte Penal Internacional tiene toda la sangre del pueblo palestino en sus manos desde 2009. Y, Juan, por eso iniciamos una campaña para encontrar un Estado dispuesto a presentar una demanda ante la Corte Internacional de Justicia, la Corte Mundial.

La Corte Penal Internacional opera básicamente a instancias de sus financiadores, fundadores y amos, que son Estados Unidos, los Estados de la OTAN, los Estados europeos, etc. Antes de la rápida acusación contra el presidente Putin, en el marco de la guerra legal de Estados Unidos y la OTAN contra Rusia, la Corte Penal Internacional no había acusado a ningún estadounidense, o un europeo, o un británico, o un ciudadano de un Estado de la OTAN, o un israelí, o una persona blanca.

Así que estamos organizando una campaña ahora para apoyar a la República de Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia. Damos inicio hoy a esta campaña. Yo formo parte de una coalición con la cual empezamos esta campaña para buscar que las partes contratantes de la Convención sobre el Genocidio presenten declaraciones de intervención ante la Corte Mundial en apoyo y solidaridad con Sudáfrica contra Israel y en apoyo a los palestinos. Esperamos que ese material se presente hoy.

JUAN GONZÁLEZ: Francis, quería preguntarle sobre Joan Donoghue, quien preside actualmente la Corte Internacional de Justicia. Ella trabajó anteriormente en el Departamento de Estado de Estados Unidos ¿Cómo cree que abordará la solicitud presentada por Sudáfrica? ¿Qué poder tiene para dictar cómo se realizan los procedimientos?

FRANCIS BOYLE: Esa es una buena pregunta, Juan. Sí, durante mucho tiempo, Donoghue hizo carrera como una burócrata del aparato legal del Departamento de Estado de Estados Unidos Y así fue como llegó a su cargo actual. Y estoy seguro de que ella está en contacto en este momento con el Departamento de Estado de Estados Unidos, manteniéndolos al tanto de todo lo que pasa allí en La Haya tras bastidores. Ella se ceñirá a los lineamientos del Departamento de Estado en este proceso. Temo decir que la presidenta tiene mucho poder allí para dictar el curso del proceso. Y sospecho que usará ese poder para encaminar el proceso en favor de Israel.

Sin embargo, también me han informado que la República de Sudáfrica ha nominado en este momento a un juez “ad hoc”. Ese es su derecho en virtud del estatuto de la Corte Internacional de Justicia. Todavía no tengo un nombre, pero espero que el juez sudafricano ad hoc hará todo lo posible para tratar de mantener a Donoghue a raya.

AMY GOODMAN: Quiero hablar de nuevo sobre Sudáfrica, que ha presentado esta acusación de genocidio. En 2008, tuve la oportunidad de hablar con el ícono sudafricano en la lucha contra el apartheid, premio Nobel de la Paz, el arzobispo Desmond Tutu. Pude entrevistarlo en la residencia del vicecónsul sudafricano en Nueva York, justo antes de que el arzobispo Tutu recibiera el premio Global Citizens Circle. Le pregunté sobre Palestina.

AMY GOODMAN: ¿Compararía la ocupación de Gaza y Cisjordania con el apartheid en Sudáfrica?

ARZOBISPO DESMOND TUTU: Tengo que hablar sobre lo que sé. Quiero decir, la mayoría de la gente… Un judío generalmente hablará sobre sus experiencias y tal vez comparará lo que sea que esté sucediendo con lo que sucedió en los días del Holocausto. Para mí, venir de Sudáfrica y pasar por… y ver los puntos de control y la arrogancia de esos jóvenes soldados, tal vez temerosos, tal vez escondiendo su aprensión, no veo por qué no habría de decir, y por supuesto, eso es una verdad, que me recuerda… me hace recordar el tipo de experiencias a las que fuimos sometidos.

AMY GOODMAN: Ese era el arzobispo Desmond Tutu. Francis Boyle, hable sobre la importancia de que sea Sudáfrica y lo que significa que un Estado presente una acusación contra otro Estado. ¿Quiénes son los firmantes aquí? ¿Y qué tan vinculante es esto? Explique lo que sucedió, por ejemplo, en Bosnia.

FRANCIS BOYLE: Claro. Bueno, primero, la conexión con el fallecido gran arzobispo Tutu, el equipo legal en la demanda que presentó Sudáfrica está encabezado por el profesor John Dugard, un viejo amigo mío. El profesor Dugard fue uno de los muy pocos valientes profesores blancos de derecho internacional que se opusieron internacionalmente al sistema criminal de apartheid en Sudáfrica, poniendo en riesgo su vida. En segundo lugar, más tarde, el profesor Dugard se convirtió en relator especial de la ONU para Palestina. Yo leí todos sus informes. Son excelentes. El corazón y la cabeza del profesor Dugard están en el lugar correcto con relación a los palestinos, y él es uno de los mejores profesores de derecho internacional en el mundo.

Entonces, hay una comparación directa entre el sistema de apartheid israelí que rige sobre todos los palestinos, incluidos los ciudadanos palestinos de Israel, y lo que sucedió en la Sudáfrica del apartheid. De hecho, el profesor Dugard ha escrito que el sistema israelí de apartheid contra el pueblo palestino es peor que el apartheid que los afrikáneres aplicaron a la población negra en Sudáfrica.

Yo estuve involucrado en la lucha contra el apartheid en Sudáfrica, y llegué a la misma conclusión. De hecho, esos paralelismos me llevaron, en noviembre de 2000, a hacer un llamado, en un discurso, para establecer una campaña de desinversión contra Israel, por las mismas razones que tuvimos una campaña de desinversión contra el régimen criminal de apartheid en Sudáfrica. Y luego, en 2005, la sociedad civil palestina me contactó para que me uniera a ellos en la implementación de la campaña por parte de Palestina de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) contra Israel, contra el apartheid de Israel, por la misma razón que tuvimos una campaña de BDS contra el régimen criminal de apartheid en Sudáfrica.

Así que Tutu, Dugard y yo, además de Ramaphosa y la ministra de Relaciones Internacionales de Sudáfrica, quien ha dado discursos contundentes, todos entendemos lo que está pasando aquí y lo que está en juego.

AMY GOODMAN: Y el tema del genocidio en Bosnia, ¿puede explicarlo para quienes no están familiarizados con el caso? ¿Qué resultados produjeron las denuncias ante la Corte Internacional de Justicia?

FRANCIS BOYLE: Sí. Bueno, Yugoslavia exterminó a unos 200.000 bosnios, violó a unas 40.000 mujeres bosnias. Yo los representé legalmente a todos ellos y argumenté su caso ante la Corte Internacional de Justicia. Y gané estas dos órdenes el 8 de abril de 1993 y el 13 de septiembre de 1993. Antes de obtener esa orden del 8 de abril de 1993, todo el mundo negaba que estuviera ocurriendo un genocidio. Y una vez que gané dicha orden, en una victoria enorme y contundente a favor de los bosnios, ya nadie podía negar que se estaba llevando a cabo un genocidio.

En cuanto a la efectividad, cuando salí de la Corte Internacional de Justicia el 8 de abril de 1993, tras obtener esa orden, entré en el vestíbulo fuera de la gran sala del tribunal. Los medios de comunicación de todo el mundo estaban allí. Y en ese momento dije: “La Corte Mundial acaba de determinar que se está llevando a cabo un genocidio en Bosnia y Herzegovina. En virtud del Artículo I, todos los Estados parte de la Convención sobre el Genocidio tienen la obligación de prevenir el genocidio en Bosnia. Y de este modo me permito solicitar la intervención militar directa por parte de Estados Unidos y de los Estados de la OTAN para salvar a los bosnios del genocidio”. Más tarde ese día, Estados Unidos y la OTAN anunciaron que estaban estableciendo una zona de exclusión aérea, imponiendo una zona de exclusión aérea sobre Bosnia. Así que estas órdenes de la Corte Mundial pueden tener consecuencias.

Y dependerá de nosotros aquí en Estados Unidos concebir una estrategia en la que haya consecuencias para el Gobierno de Biden, porque tenemos que presionar al Gobierno de Biden para que ordene a Israel que detenga el genocidio. Ellos harán lo que los estadounidenses les digamos que hagan. Durante la Operación Plomo Fundido, que había estado en curso por un tiempo bajo la presidencia de Bush Jr., Obama y su equipo se aprestaban para llegar al poder. Obama estaba a punto de tomar posesión. Y para no estropear la ceremonia de investidura de Obama, el Gobierno de Estados Unidos le dijo a Israel que detuviera la Operación Plomo Fundido. Así que tenemos que entender que aquí en Estados Unidos de América tenemos el poder de detener esto. Pero tenemos que buscar la forma de poder usar la orden que Sudáfrica obtendrá y aplicarla aquí en Estados Unidos.

Esto es exactamente lo que sucedió en Nicaragua. Usted recordará, Amy, que yo estuve involucrado en el asesoramiento de casi todas las organizaciones y abogados pacifistas aquí en Estados Unidos sobre las cuestiones legales con respecto a la guerra de Reagan contra Nicaragua, El Salvador, Guatemala. Mi maestro, mentor y amigo, el difunto y genial Abe Chayes de la Facultad de Derecho de Harvard, ganó una orden ante la Corte Mundial contra el Gobierno de Reagan en 1984, y luego también una sentencia de fondo en 1986. Nosotros aquí en Estados Unidos usamos esa orden de la Corte Mundial y la sentencia de fondo para detener la guerra de Reagan contra Nicaragua. Lamentablemente, 16.000…

AMY GOODMAN: Tenemos 20 segundos.

FRANCIS BOYLE: Lamentablemente, 16.000 nicaragüenses fueron asesinados, incluido el ciudadano estadounidense Ben Linder, pero pudimos poner fin a eso. Y creo que con esta orden de la Corte Mundial que Sudáfrica obtendrá, podremos detener lo que Israel está haciendo contra los palestinos.

AMY GOODMAN: Francis Boyle, profesor de derecho internacional en la Facultad de Derecho de la Universidad de Illinois. Sus libros incluyen “The Bosnian People Charge Genocide” (El pueblo de Bosnia presenta cargos de genocidio), “Palestine, Palestinians, and International Law” (Palestina, palestinos, y el derecho internacional), así como “World Politics, Human Rights, and International Law” (Política mundial, derechos humanos, y derecho internacional).

Traducido y editado por Iván Hincapié y Clara Ibarra.

Fuente:

domingo, 23 de agosto de 2015

Arte, política y cambio social en la Bienal de Venecia

Amy Goodman y Denis Moynihan
Democracy Now!

Venecia, Italia, esta histórica ciudad, famosa por sus canales y sus sonoros gondoleros, sus deslumbrantes museos desbordantes de arte, en la que cada año cientos de miles de personas pasean por la amplia Piazza San Marco y se dejan llevar por sus estrechas callejuelas laberínticas, es sede de la más antigua y prestigiosa bienal de arte del mundo, la Bienal de Venecia. Cada dos años, artistas del mundo entero exhiben sus obras en decenas de lugares, algunos de ellos, pabellones nacionales financiados por distintos países de todo el mundo, otros, exhibiciones internacionales o independientes. El arte culto parecería ser un ámbito distante cuando el mundo se ve consumido por la guerra, la catástrofe climática, los movimientos migratorios masivos y la creciente desigualdad económica. El arte podría parecer un lujo cuando las personas de color mueren a manos de la policía en las calles estadounidenses. Sin embargo, la Bienal de este año rompe con esos mitos.

Okwui Enwezor, de Nigeria, es el primer curador de la Bienal de Venecia nacido en África. Enwezor es ampliamente reconocido por ser responsable de haber traído el arte político de regreso a este festival de 120 años de trayectoria. Enwezor afirma haberse inspirado en parte en la Bienal de 1974, en la que algunas de las exhibiciones estuvieron dedicadas a Chile, en protesta contra el golpe de Estado del general Augusto Pinochet, que contó con el apoyo de Estados Unidos para derrocar al gobierno democráticamente electo de Salvador Allende. Las exhibiciones que trajo Enwezor a esta Bienal incluyen una épica lectura en vivo de “El capital”, de Karl Marx, la obra “Lampedusa”, del artista brasileño Vik Muniz, una embarcación recubierta con la portada del periódico veneciano La nuova Venezia del día después de que 400 inmigrantes se ahogaran frente a las costas de la isla italiana de Lampedusa en octubre de 2013, y un polémico pabellón de Islandia, cuya obra principal consistió en construir una mezquita en una iglesia que estaba vacía desde hacía 40 años. La ciudad de Venecia clausuró la mezquita haciendo alusión a preocupaciones relativas a seguridad.

Anne Pasternak, directora de la organización Creative Time, dijo: “Los artistas de hoy están haciendo mucho más que proporcionar un espejo. Se están comprometiendo con la ardua labor de lograr un cambio social real”. Pasternak estaba hablando ante nosotros en uno de los principales espacios de la Bienal, el Arsenale. Creative Time, una organización sin fines de lucro con sede en Nueva York que promueve y apoya el arte público y la participación social, convocó a una cumbre de tres días en la Bienal de este año. Cientos de artistas, activistas, académicos y público en general se reunieron en el Teatro alle Tese del siglo XVI que forma parte del Arsenale de Venecia. El Arsenale es un amplio y antiguo complejo amurallado en el que los venecianos construían los buques de guerra que sostuvieron su dominio militar en el Mar Mediterráneo durante siglos. Alrededor del 1500, ya eran capaces de construir un buque de guerra en un día, en lo que se considera como la primera línea de ensamblaje industrial del mundo.

Actualmente, el complejo se destina al arte, al teatro, a la música y al debate público, convirtiendo así las espadas en arados. Entre los expositores de la cumbre se encontraba Mariam Ghani, una artista afgano-estadounidense radicada en Brooklyn, Nueva York, que condujo desde el escenario una conversación por videoconferencia con su padre, Ashraf Ghani, presidente de Afganistán. Con su arte, Ghani se adentra en los oscuros rincones de la política exterior e interior de Estados Unidos. Su trabajo en colaboración “Índice de los Desaparecidos” es un archivo material de las desapariciones que han tenido lugar después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 e incluye detenciones, deportaciones y traslados extrajudiciales de prisioneros.

Sobre el trabajo con el archivo y con otro proyecto relacionado llamado “El efecto Guantánamo”, Ghani explicó: “Notamos que las mismas ideas, políticas y personal circulaban por los distintos centros de detención gestionados por Estados Unidos alrededor del mundo. Por ejemplo, hay agentes penitenciarios y policías estadounidenses que son convocados por la Reserva de la Guardia Nacional y son desplegados como fuerzas de la policía militarizada en Afganistán. Luego, terminan en la prisión de Abu Ghraib o terminan en Bagram. Finalmente, lo que sucede es que las políticas, las técnicas y ahora incluso el equipamiento militar circulan dentro de Estados Unidos, en el ámbito interno. Esta circulación se ha transformado en algo extremadamente visible al haberse destinado el equipamiento militar excedente de las guerras de Irak y Afganistán a departamentos de policía del país, incluso a departamentos de policía de instituciones educativas. Lo hemos observado con extrema claridad en Ferguson, Missouri”.

La cumbre de Creative Time tuvo lugar al tiempo que se conmemoraba con manifestaciones masivas el primer aniversario del asesinato de Michael Brown, cometido por la policía en Ferguson. El movimiento Black Lives Matter ocupó un lugar de relevancia en las presentaciones de la cumbre y estuvo presente en la Bienal de Venecia en general. La escritora Sharifa Rhodes-Pitts habló sobre esto y sobre la muerte por ahogamiento de cientos de inmigrantes africanos que procuran asilo en Europa: “En este momento en que nos enfrentamos al surgimiento del movimiento Black Lives Matter y a la violencia contra la gente negra y de color en Estados Unidos, personas negras mueren de manera terrible también en Europa”. Después de Venecia, Rhodes-Pitts se dirigirá a Lampedusa.

Venecia ha sido durante siglos el cruce de caminos del mundo, una ciudad donde Oriente y Occidente se encuentran y donde el arte florece. La exposición internacional de la Bienal de Venecia de este año, llamada “All the World’s Futures”, en español “Todos los futuros del mundo”, presenta a una creciente comunidad de artistas comprometidos políticamente que no solo reflejan la belleza y la crueldad del mundo, sino que, de hecho, podrían cambiarlo.
© 2015 Amy Goodman
Traducción al español del texto en inglés: Fernanda Gerpe. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org

Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 800 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 450 en español. Es co-autora del libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.
Fuente: http://www.democracynow.org/es/blog/2015/8/14/arte_politica_y_cambio_social_en