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lunes, 4 de abril de 2016

16 cosas que he aprendido enseñando. El profesor español que quedó finalista del Global Teacher Prize nos explica qué cosas ha aprendido de sus alumnos y de su experiencia

1. Que debemos hacernos muchas preguntas. Los alumnos me han hecho preguntas maravillosas. Por ejemplo: "¿Por qué tenemos dobleces en las orejas?". Ellos me han enseñado a admirarme otra vez por lo que nos rodea y a valorar las pequeñas cosas.

2. Que la escuela no es una burbuja. No es solo un lugar donde adquirir conocimientos: en la escuela también se aprende a vivir en sociedad y es el lugar perfecto para ayudar a los padres a educar a sus hijos. Así que el conocimiento es solo una parte: el hacerles conscientes de que somos parte de la sociedad y darles herramientas para ser seres sociales es fundamental.

3. Que debemos sintonizar con el mundo de los niños. No debemos arrastrar a los niños hasta el mundo de los adultos e intentar que piensen como nosotros, porque todavía no han vivido en la adultez. Sin embargo, los adultos sí hemos sido niños, por lo que, para hacernos entender, nosotros tenemos que hacer el viaje hasta su mundo.

4. Que no se trata de cambiar a los niños sino nuestra perspectiva de ellos. En mi libro hablo de un alumno al que descubrí escupiendo en el asiento de mi moto como respuesta a una mala nota. Al año siguiente, me tocó ser su tutor, y le pregunté: "¿Qué es lo que más te gusta?". Me dijo que le gustaba escribir cuentos, así que le pedí que transformara en cuentos las unidades de ciencias, para luego explicarlas a sus compañeros. Finalmente aprobó todo porque su autoestima había aumentado.

5. Que no hay alumnos imposibles. Hay alumnos con los que me ha costado conectar. Curiosamente, son los que más me han enseñado. Creo que muchas veces los abordamos de forma negativa, como reprendiéndoles de antemano: "¿Por qué haces esto?" o "¿Por qué haces aquello?". Es mejor acercarse de forma positiva: "A ti, ¿qué es lo que te gusta hacer? ¿Qué puedes enseñar a los demás?".

6. Que podemos cambiar la competitividad por la cooperación. Dedico los primeros días de clase a hablar sobre respeto y cooperación. Abro esas puertas para que ellos las crucen durante el curso. Por lo general, siempre da buenos resultados. En el aula tenemos un programa en el que los alumnos con más facilidades para las distintas materias se convierten en "altruistas", mientras que quienes tienen más dificultades son "buscadores". Siempre se ayudan y se animan entre ellos.

7. Que las clases sean divertidas no significa que den malos resultados. Más bien es lo contrario. Pese a que las clases puedan ser divertidas y que hagamos actividades donde participan más de lo normal, es fundamental hablar con los alumnos sobre autoexigencia positiva, sobre la necesidad de que sean exigentes consigo mismos.

8. Que nuestra vida está llena de ideas para las clases. De niño, yo era una persona extremadamente tímida, lo que me trajo algunos problemas. Y no quiero que a mis alumnos les ocurra lo mismo, así que los invito a que se suban encima de las mesas y a que expresen lo que piensan. Si nos detenemos a pensarlo, la expresión oral debería estar más presente en las escuelas, porque es una herramienta que usamos cada día de nuestra vida.

9. Que los alumnos deben ir felices a clase. Si un adulto se cansa de su trabajo, tiene la posibilidad de marcharse. Sin embargo, los niños no tienen ese margen de elección, así que debemos esforzarnos en que se sientan cómodos.

10. Que te pueden enseñar muchas cosas que ellos llevan dentro. Por ejemplo, en una escuela con niños poco interesados en los estudios, había un chico que tocaba el cajón flamenco. Le pedí que, un rato antes de cada clase, me enseñara a tocarlo. Los demás alumnos se unieron a sus lecciones y comenzaron a venir al aula con más ganas.

11. Que por encima de la vocación está la actitud. El año previo a la universidad aún no tenía claro a qué dedicarme: que si filología inglesa, que si periodismo, que si filosofía... Al final opté por la primera, por una razón muy sencilla: era la única que podía estudiarse en Zaragoza. Al empezar la carrera, me veía como traductor o intérprete, pero cuando empecé a buscar trabajo me encontré delante de 25 niños, y aquello me encantó. Tuve suerte.

12. Que el humor es necesario en las aulas. Los niños suelen ser felices. Cuando un niño pasa varios días sin reírse, hemos de preguntarnos qué le ocurre, porque no es normal.

13. Que los maestros, los padres y la administración debemos entendernos. La educación es algo que nos incumbe a todos, así que todos albergamos nuestras propias opiniones. Pero debemos trabajar de una manera coordinada. Jamás se conseguirá nada tirando piedras de unos tejados a otros porque, en el fondo, los únicos perjudicados van a ser los niños.

14. Que siento repelús cuando los medios se refieren a mí como "el mejor profesor de España". Me siento muy afortunado por haber sido finalista en el Global Teacher Prize, pero eso no me convierte en el mejor maestro de España. Hay multitud de maestros que trabajan en la misma dirección y que se merecen el mismo reconocimiento. Los medios de comunicación deberían sacar a la luz esas historias.

15. Que los maestros no debemos olvidar por qué elegimos esta profesión. Cuando una maestra llega por primera vez a una escuela, su rostro, lleno de ilusión, lo ilumina todo. Debemos ser perseverantes, porque en esta profesión hay gente desilusionada. Uno de nuestros retos es contagiar a toda esa gente que hace tiempo que perdió la ilusión por esta profesión, mostrándoles todas las cosas maravillosas que podemos hacer.

16. Que todos los niños y niñas tienen algo que todos los seres humanos tenemos: la necesidad de sentirse queridos, el anhelo de sentirse escuchados y el deseo de sentirse útiles. Y que, por encima de todas las metodologías que puedan aparecer, debemos ir a lo básico y construir sin olvidar jamás esos principios.

http://verne.elpais.com/verne/2016/03/23/articulo/1458749516_864305.html

jueves, 4 de febrero de 2016

Soñar despierto debería ser obligatorio (como la ortografía o la buena educación). La fantasía es esencial para el desarrollo personal y profesional. Una defensa de la vida en las nubes

A lo mejor es que, llegados a ese momento en el que las obligaciones laborales y familiares pesan como una losa, la mente deja de tener tiempo para tonterías. Para qué una persona hecha y derecha se va a poner a imaginar otros mundos, a fantasear… Faltaría más. ¿Sirve para algo? Para Juan Cruz González, psicólogo clínico y consultor, “la fantasía es una facultad mental que ayuda a imaginar lo inexistente, es capaz de dar forma sensible a nuevas ideas, alterar la realidad insatisfactoria. Más elaborada a través de la visualización de sueños lúcidos alcanzables, genera expectativas de futuro, motivación para ensayar, desarrollar estrategias y perseguir los sueños. Las personas más creativas que sueñan despiertas de vez en cuando, activan los procesos cerebrales que se asocian a la imaginación y la creatividad, lo que les permite hacer un uso más productivo de sus capacidades artísticas, innovar en sus profesiones o afrontar las situaciones de maneras distintas”.

La lotería no vale
Es difícil acotar esa barahúnda de conceptos que, en realidad, duermen juntos, se encuentran íntimamente ligados, unidos, por no decir que en ocasiones son lo mismo. Miguel Munárriz, periodista, poeta y cofundador de la agencia Dospassos, es tajante: “Una cosa es andarse el día imaginando otros mundos… y otra bien distinta es tener fantasía, imaginación y deseos que cada uno utiliza para gestionar mejor su vida. La expresión ‘hombre hecho y derecho’ me recuerda la línea con la que educaban a los niños de los años sesenta, más cerca de la de ‘los hombres no lloran’ o ‘quien bien te quiere te hará llorar’ con las que han desviado actitudes humanas hacia posiciones machistas y beligerantes. Paul Éluard no lo podía expresar mejor: ‘Hay otros mundos pero están en este”. Fantasear transforma, al menos, nuestro mundo. Así lo entiende Miguel Ángel Delgado, comisario, junto a María Santoyo, de la exposición Julio Verne. Los límites de la imaginación, en la Fundación Telefónica de Madrid: “Creo que el objetivo de querer transformar el mundo a través de la fantasía, entendido como lo que te rodea y sin irse a grandes cosas visionarias, es algo fundamental. No hacerlo iría en contra de la misma naturaleza del ser humano. Todo lo que tenemos bien real nació de la fantasía en un momento determinado”.

La fantasía juega un papel muy importante en las cabezas de los adultos. Pero, ¿puede llegar a ser peligroso tanto soñar despiertos? ¿Quién no desea que le toque la lotería y fantasea que hará con tanta pasta? O un desempleado, por ejemplo, que se imagina que una gran empresa le va a llamar y su vida va a cambiar. “La fantasía es inherente al ser humano, independientemente de la edad del individuo”, nos cuenta el escritor César Pérez Gellida, que acaba de publicar la novela Khimera (Suma, 2015). “Todos fantaseamos, imaginamos, creamos, proyectamos, ideamos y no creo que se puede etiquetar de bueno o malo, simplemente es una cualidad que algunos saben aprovechar positivamente y otros no. Bajo mi punto de vista soñar es, más que necesario, obligatorio. Los problemas llegan cuando esas expectativas no son alcanzables, o la persona se obsesiona con tocar el cielo con la punta de los dedos y suele terminar andando descalzo por el infierno”.

http://elpais.com/elpais/2016/01/19/buenavida/1453202690_562784.html

domingo, 31 de marzo de 2013

Lo importante es soñar. Seguiremos, canción de Macaco.

Seguiremos - Hospital Sant Joan de Déu y Macaco from Hospital Sant Joan de Déu BCN on Vimeo.

¡Os gustará, es por una buena causa!
Los niños y niñas de la planta de Oncología del Hospital Sant Joan de Déu, y los profesionales y voluntarios que les acompañan en el centro, cantan junto a Macaco la canción "Seguiremos", un mensaje de esperanza para concienciar sobre la importancia de la investigación en la lucha contra el cáncer infantil. Si quieres contribuir a financiar esta lucha contra el cáncer puedes hacer tu donativo en obrasocialsantjoandedeu.org

Y por favor, no te creas ni hagais caso a los mensajes en el que se dice que "Cada vez que abras el vídeo entrarán 5 céntimos - es una burda mentira para crear una de tantas cadenas de correos basuras utilizadas por los creadores de spam.
http://vimeo.com/54275902