Mostrando entradas con la etiqueta Menorca. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Menorca. Mostrar todas las entradas

domingo, 25 de agosto de 2024

Dónde comer en Menorca, según el cocinero Raúl Sánchez (Morvedra Nou)

Sugiere probar una de las tortillas más famosas de la isla, endulzar la tarde con una ensaimada premiada, tomar un cóctel en una terraza con encanto y cenar en un chiringuito con vistas al atardecer mediterráneo.

Forma parte de la hornada de nuevos cocineros, que se abren camino allí donde surge la oportunidad. Es lo que le ocurrió a Raúl Sánchez, nacido en Toledo hace 35 años, que desde hace seis años vive en Menorca, adonde llegó “de rebote, a buscarme la vida”. Siempre quiso ser cocinero —”de pequeño me subía a la banqueta para cocinar con mi madre”, siguiendo los pasos de un tío suyo y de la gran afición de la familia por la gastronomía. Se formó en el restaurante Las Rejas, con Manolo de la Osa, en Las Pedroñeras (Cuenca). Más tarde trabajó durante 11 años en La Ermita, en Toledo. Desde hace dos años y medio, dirige la cocina del restaurante Morvedra Nou, en Menorca.

Dónde desayunar
1. Recomiendo ir a Imperi, en Ciutadella. “Sus desayunos son muy buenos y tienen el mejor café”, explica el cocinero. Otro de los bocados que preparan es el llonguet, un panecillo que lleva un corte en el centro, y se rellena con un embutido de cerdo también típico, como el cuixot —también llamado camot o camallot—, o de sobrasada. Dirección: Plaça des Born, 5, Ciutadella, Menorca. Teléfono: 971 38 00 01.

Un sitio para tomar el aperitivo
2. Un buen sitio es Ay mi madre, donde recomienda tomar la tortilla de patatas, que versionan con diferentes ingredientes, como la de sobrasada con queso de Maó, también con ajo asado, tomates cherry confitados y albahaca, con ajo frito, bacalao ahumado y perejil. Dirección: L’Església, 26, Maó, Menorca. Teléfono: 971 21 42 26.

Dónde comer
3. Ofrece dos direcciones. Una es Sa Pedrera d’es Pujol, en Sant Lluís, restaurante del que destaca sus carnes a la brasa, además del trato, el ambiente y el espacio. Otro plato estrella es la raya a la manteca negra. Lo dirige el cocinero Daniel Mora, que lo compró en 2003, un espacio que había abierto en 1968 como merendero y que lo convirtió en un lugar con encanto. Dirección: Camí des Pujol, 14, Sant Lluís, Menorca. Teléfono: 971 15 07 17.

4. La segunda recomendación es Pez Limón, donde le gusta tomar la ostra, la croqueta de puchero con velo ibérico, además de la ensaladilla de atún de almadraba y la espuma de su espina. Dirección: Sant Joan Baptista, 8, Ciutadella, Menorca. Teléfono: 871 55 43 94.

Un café o dulce a media tarde
5. Un lugar obligado para aquellos que deseen endulzar el día es Can Pons, una pastelería artesana donde despachan “las mejores ensaimadas, que han ganado el premio a la mejor de Baleares”. Dirección: General Albertí, 6, Es Mercadal, Menorca. Teléfono: 971 15 42 56.

Dónde tomar una copa
6. Aconseja ir a La Margarete, un local con coctelería de autor y una buena terraza. Dirección: Sant Joan Baptista, 6, Ciutadella, Menorca. Teléfono: 971 482 097.

Dónde cenar
7. Le gusta ir a de chiringuitos. Y su recomendación es ir a Es Bruc, en la Playa de Santo Tomàs, donde sirven buena fritura y se puede disfrutar de una de las mejores vistas del atardecer en el mar. Dirección: Playa San Adeodato Urbanización, Santo Tomàs, Menorca. Teléfono: 971 37 04 88.

Una tienda o algo que haya que comprar en el mercado
8. Propone ir los sábados por la mañana al mercado agrario de Ciutadella, donde acuden los payeses a vender verdura, sobrasada y quesos. También lo ponen los miércoles. Dirección: Plaça de la Llibertat, 1, 9, Ciutadella, Menorca.

Un ‘souvenir’ gastronómico
9. Un queso de la finca Binigarba, con Denominación de Origen Mahón-Menorca. “Se elabora con leche de vaca y me encanta. Es un buen regalo que llevarse de la isla”, asegura Sánchez. Dirección: Camí Binigarba, s/n, Ciutadella, Menorca. Teléfono: 656 97 91 69.

viernes, 13 de julio de 2018

Una Menorca ancestral. Del cabo de Cavalleria al paisaje lunar entre la playa de Binimel·là y Cala Pregonda, una excursión bordeando el Mediterráneo

Ayer estuve en la Luna. Sin salir de la Tierra. Esculpida por los feroces vientos de la tramontana y nacida de los movimientos geológicos más primitivos, la costa norte de Menorca —sobre todo en el tramo que va de Binimel·là a Cala Pregonda— hace pensar a quien la visita que ha abandonado por unos instantes la superficie de nuestro planeta.

Una Menorca ancestral

El recorrido empezó en el cabo de Cavalleria. La primavera en Menorca hace explotar la vegetación más exuberante. El verde rabioso cubre la superficie de un territorio conservado como pocos: en 1993 la isla fue declarada reserva de la biosfera, lo que implica que casi la mitad de su territorio es zona protegida y que el resto —incluidos los núcleos urbanos— debe cumplir con celosas medidas de cuidado y conservación de los recursos naturales y del patrimonio histórico y cultural que atesora.

Tal vez es por eso que Menorca parece detenida en el tiempo. Saliendo de Maó por el Camí d’en Kane, recorremos los escasos kilómetros que conducen hasta Es Mercadal. El Camí d’en Kane fue una de las primeras rutas de la isla. Recibe su nombre de sir Richard Kane, un militar irlandés que ejerció de gobernador durante la ocupación inglesa del siglo XVIII y que desarrolló la primera red de carreteras que comunicaba las diferentes localidades. Conservado como en los tiempos en que fue construido, con un espacio de calzada que apenas permite el encuentro de dos vehículos, fuerza al conductor a adoptar los hábitos de una época pretérita, en la que la velocidad de desplazamiento permitía ir observando las aves y las flores, y que volvía casi obligado el saludo a los pasajeros del coche que pasase en dirección opuesta.

Sonido de piedras
Imbuidos de aquella atmósfera de antaño, dejamos Es Mercadal para tomar uno de los cientos de caminos rurales que recorren la geografía menorquina. El arte de edificar los muros de piedra que los enmarcan es tan ancestral como la propia isla. No hay ningún aglutinante que los mantenga en pie salvo la gravedad. Una vez escuché decir a un paredador —así se llama a los hombres que los construyen— que el suyo es un oficio que se desempeña con el oído: no hay que buscar la forma ni el peso de la siguiente piedra, sino escuchar el golpe que hace al encajar con sus compañeras. Solo de ese modo se sabe que se ha dado con la correcta. Así, uno a uno, se van levantando los lindes que no solo demarcan las parcelas, sino que protegen del rudo viento del norte a los cultivos y a los animales. Se ha calculado que hay más de 11 millones de metros de pared seca a lo largo del territorio, una distancia que permitiría unir Ciutadella con Santiago de Chile.

En los alrededores del faro de Cavalleria descubrimos el trabajo que el viento ha hecho en la roca. Elevado a 96 metros sobre el nivel del mar, es el faro más antiguo de la isla. Más de 700 naufragios tuvieron lugar en la zona desde el siglo XVI y hasta que el faro se erigió en 1857. Todo el norte de Menorca es testigo de las formas que los fuertes vientos esculpen en su fisonomía. La vegetación peinada a ras de suelo y el dramático paisaje de acantilados cortados a cuchillo hacen pensar a ratos que nos encontramos en algún punto de las Tierras Altas de Escocia y no en una isla en medio del Mediterráneo. Parada obligada camino del faro es el pequeño puerto de Sanitja, enclavado al final de una bahía natural que se adentra 800 metros en tierra, y donde se supone que estuvo ubicada la ciudad romana de Sanisera. Unos 10 o 12 laúds se encuentran amarrados a un par de precarios muelles de madera componiendo una estampa de lo más auténtica.

Cala Morts Dejamos el faro y volvemos a los caminos de campiña, esta vez en dirección a Cala Pregonda (una media hora a pie). Aparcamos el coche en el estacionamiento y bajamos andando hasta la playa de Binimel·là. Los tintes de la tierra ya empiezan a sugerir tonalidades a las que no estamos acostumbrados, pero no es sino hasta enfilar el sendero que une esta playa con la que nos convoca que nos encontramos con el paisaje lunar: gres y arcillas rojizas se mezclan con rocas volcánicas y con el amarillo inusualmente intenso del marés. Parece que la combinación es el resultado de movimientos tectónicos tan antiguos que pueden ubicarse en el nacimiento de lo que hoy conocemos como Menorca, cuando esta emergió del mar como parte del supercontinente originario denominado Pangea. Un amigo pastelero me dijo que ver las capas geológicas es como ver el interior de un pastel: diferentes niveles de enfriamiento que han dado lugar a las diferentes secciones, como el frío y el calor moldean las distintas capas de una tarta. Es sin duda uno de los paisajes más originales que hayamos contemplado nunca. Curiosamente, y al ser un corredor que comunica dos playas conocidas, poca gente se detiene a observarlo.

Nos entretenemos un buen par de horas recorriendo ese planeta que en los mapas aparece con el nombre de Cala Morts. Con la caída del sol emprendemos el regreso a la realidad cotidiana a través de los intemporales caminos rurales de Menorca.

https://elviajero.elpais.com/elviajero/2018/06/28/actualidad/1530197313_466452.html


GUÍA


Entre Ciutadella y el inicio de la ruta en el cabo de Cavalleria hay 40 kilómetros (unos 50 minutos en coche) / Camí de Cavalls (camidecavalls360.com) V Turismo de Menorca (menorca.es) / Oficina de turismo de Baleares (illesbalears.travel).

domingo, 29 de junio de 2014

¿Quién inventó la salsa mahonesa (mayonesa)?

Nada más aterrizar en Mahón llamé a Pep Pelfort y quedamos para comer en La Mojigata, un local de cocina menorquina frente al mercado de pescados.

Tenía interés en conversar con él porque durante los días 9 y 10 del pasado mayo Pelfort, médico catalán retirado en la isla, pronunció una conferencia con el título “Unguentum digestivum, aioli bo i salsa maonesa”. Fue el eje de un gran debate sobre esta salsa universal cuyos orígenes constituyen uno de los grandes enigmas de la gastronomía europea. Encuentro apasionante (Diàlegs a Mongofra) que reunió en Menorca a catedráticos, estudiosos de la cocina y algunos periodistas

¿Quién inventó esta salsa? ¿La descubrieron los franceses en Mahón entre 1756 y 1763, durante los siete años en los que las tropas del Duque de Richelieu ocuparon la isla? ¿Se difundió después entre los grandes restaurantes de Francia, como apuntaba Dionisio Pérez en su “Guía del buen comer español (1929)”? ¿Menorquina o parisiense? ¿Española o francesa?

Aunque nadie ha demostrado de forma fehaciente que surgiera en Menorca, varias hipótesis de peso sostienen que se conocía antes de la llegada de los franceses. La más importante la aporta el libro Art de la Cuina del franciscano Francesc Roger (Ciudadela), correspondiente a la primera mitad del siglo XVIII, donde se reseñan 19 recetas en las que interviene el l’aioli bo (alioli bueno), nombre que presumiblemente el fraile daba a la salsa mahonesa. Pero como en ninguna parte del manual se describe cómo se elaboraba, los defensores de esta teoría, con Pelfort a la cabeza, suponen que era tan popular que Fra Roger daba por hecho que la gente ya sabía cómo hacerla. Todo es posible.

¿Se inventó en Francia? Para nada. Los participantes en el foro de Mongofra ratificaron con regocijo la prueba aportada por el erudito aragonés José María Pisa según el cual los versos atribuidos a Lancelot, cocinero francés del siglo XVII, en los que se describen los pasos de la receta son completamente falsos, un simple pastiche de Achille Ozanne (1846-1896). Base errónea que ha servido a muchos autores, incluido el español Ángel Muro en su Diccionario General de Cocina (1892), para dar por sentado el origen galo de la salsa. A lo largo de una deliciosa comida, Pelfort soportó mi bombardeo.

¿Mayonesa o mahonesa? Sin duda mahonesa, es una salsa menorquina. Los franceses lo único que hicieron fue ponerle nombre y divulgarla por el mundo como si fuera suya. De Mahon, mahonesa, maonesa, mayonaise…

¿Estás seguro? Convencidísimo. El 20% de las recetas de Fra Roger llevan alioli bo. La obra “Re Cibaria” de Pere Ballester, publicada doscientos años después, recoge recetas de dos manuscritos de base popular menorquina del XIX (1813 y 1850) Si te fijas en casi todos los platos de Ballester en los que aparece la mahonesa, equivalen a los mismos en los que el fraile de Ciudadela indicaba alioli bo mucho antes. En Menorca el término bo cambia el significado. Por ejemplo, pebre equivale a pimiento rojo, y pebre bo es pimienta negra o en grano. Alioli bo era salsa mahonesa.

¿No te parece raro que la mahonesa surgiera en la isla con menos olivos del Mediterráneo? En absoluto. Siglos atrás, durante la presencia árabe, hubo muchos olivos. De todos modos el aceite se hacía con los acebuches que llenan la isla y producen aceites muy finos. Además, hay documentos de los siglos XIV, XVI y XVIII que acreditan que Menorca importaba cantidades ingentes de aceite de oliva, una ruina económica para la isla.

Sin embargo, el aceite de oliva no es una grasa hegemónica en Menorca. La manteca de cerdo se emplea mucho en las cocinas domésticas. En la tradición culinaria menorquina hay un equilibrio en el consumo de las tres grasas, mantequilla, aceite de oliva y manteca de cerdo derivada de la presencia de árabes, judíos, cristianos e ingleses. Fíjate en los recetarios.

En tu exposición hablaste del posible origen medicinal de la mahonesa. Me baso en un manuscrito encontrado en la Biblioteca de Cataluña correspondiente a un estudiante de medicina, probablemente menorquín, Fortunato Figuerola, correspondiente a 1720, anterior al recetario conventual de Fra Roger. Alude a un ungüento hecho en el mortero con yema de huevo y aceite que se aplica de forma tópica contra llagas y quemaduras. De momento es la referencia más antigua de que disponemos.

Dame una razón para que yo deje de utilizar la palabra mayonesa y emplee mahonesa en el futuro. Todos los diccionarios etimológicos franceses afirman que el origen de la palabra es menorquín, solo los franceses poco conocedores y chovinistas afirman que la inventaron ellos. La mayonesa ha muerto, ¡viva la salsa mahonesa!
José Carlos Capel. 29 de junio 2014. Fuente: http://blogs.elpais.com/gastronotas-de-capel/

Ingredientes de la mayonesa
1 vaso de aceite (1/4 l)
1 huevo
1 cucharada de vinagre o de zumo de limón
sal

Elaboración de la mayonesa
Casca el huevo a un cuenco. Si cayera algún trozo de cáscara retíralo.
Colócalo en el vaso de la batidora, agrega el vinagre y la sal.
Vierte el aceite.
Enchufa la batidora e introduce el brazo batidor en el vaso. Ponla en marcha y mantenla quieta sin moverla hasta que espese. Cuando veas que ha tomado cuerpo realiza movimientos suaves, ascendentes y descendentes, hasta que quede una salsa homogénea.
Desenchufa la batidora y pasa la mayonesa a un cuenco.
Más info: http://www.hogarutil.com/cocina/recetas/salsas/201009/mayonesa-3120.html#ixzz361bmKsqH

lunes, 12 de octubre de 2009

Encuentro de los MRPs (9-11) en Ciudadella, Menorca.

El grupo que asistimos al encuentro, en la visita guiada que hicimos a Ciudadella, aquí en la puerta de la catedral de la ciudad.
El encuentro, además de productivo, ha sido una maravilla; por las atenciones y buena organización de los compañeros del MRP de Menorca, que lo han hecho tan bien que será muy difícil superarlo. Habrá un antes y un después del XXV Encuentro en Ciudadella, en la Confederación de MRPs.
Si el lugar es extraordinario, la conferencia de bienvenida, como ya es tradicional, fue excelente. A cargo de Vicenç Arnaiz, psicólogo y Director del Instituto para la Primera Infancia de las Islas Baleares. Con las limitaciones de tiempo, me supo a muy poco. Espero que nos podamos hacer de la conferencia completa.
En la clausura otra conferencia interesantísima, "Recordando a Ferrer y Guardia" por Pere Alzina, que además de hablarnos del celebre pedagogo racionalista nos dió una lección de historia sobre las escuelas populares y laicas de Menorca.
El sábado fue un día pleno de sesiones de trabajo y el domingo hubo, además, de la visita a Ciudadella otra visita a una "naveta", construcción megalítica magníficamente conservada e impresionante por su tamaño y su elegante forma.
Mientras, la exquisita atención del personal, la buenísima comida, las magníficas instalaciones y los maravillosos alrededores del Hotel Princesa, ayudaron también a hacer la estancia aún más grata. Y, ya para finalizar, una compañera maestra y soprano, María Camps, acompañada por la guitarra y la voz de Carlos Mangado, nos hizo pasar una noche inolvidable. Las canciones, "Como tú", de León Felipe, "Nos ocupamos del mar" de Javier Krahe, "A galopar" de Rafael Alberti, "Roses Blanques" de Luis Llach, "Gracias a la vida" de Mercedes Sosa y algunas populares de Menorca, entre ellas, "Escolta el vent" hicieron que repitiera con varios bis.

Ver más aquí. Y si haces clik en la foto la verás a toda pantalla con más detalles.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Viaje a Menorca,

Menorca, es una pequeña y preciosa isla Balear, que ha sido visitada y conquistada por diversos pueblos. Los penúltimos, los ingleses, de los que guardan aún bastantes costumbres y construcciones y buenos recuerdos. Sus calas son bellísimas y vivir en cualquiera de sus ciudades es un privilegio. Aunque sea una corta visita, no deberíamos perder la ocasión de hacerlo, con seguridad será inolvidable.
Un paisaje menorquín.
En estas fotos podemos contemplar un ejemplo de sus costumbres de carreras de caballos, calas y paisajes que reflejan una parte de la belleza que se puede contemplar.
(más información aquí)