Mostrando entradas con la etiqueta Oklahoma. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Oklahoma. Mostrar todas las entradas

lunes, 23 de octubre de 2023

_- Los asesinatos de la Nación Osage: la conspiración para matar a un grupo de indígenas millonarios en EE.UU. que Scorsese retrata en su nueva película

_-
El personaje de Mollie Burkhar y la mujer real

FUENTE DE LA IMAGEN,APPLE TV/GETTY

Pie de foto,

Lily Gladston (izq.) interpreta a Mollie Burkhar en la película.


A principios del siglo XX, los miembros de la nación indígena estadounidense de los osage se convirtieron en las personas más ricas de la Tierra. Pero uno tras otro comenzaron a aparecer asesinados.

Estas misteriosas muertes se convirtieron en uno de los primeros casos que investigó el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés).

La historia sirve de inspiración para la nueva película del director estadounidense Martin Scorsese, protagonizada por Lily Gladston y sus ya habituales colaboradores Robert de Niro y Leonardo DiCaprio, y que se estrena en Estados Unidos este 20 de octubre

Scorsese basó su historia en el libro Killers of the Flower Moon: the Osage Murders and the Birth of the FBI ("Los Asesinos de la flor de la Luna: las muertes de los Osage y el nacimiento del FBI"), de David Grann.

Grann habló con BBC Culture en 2017 sobre el impacto que la publicación de su libro estaba teniendo y dijo: "El comentario más común que he recibido es: 'No puedo creer que nunca haya escuchado nada de esto".

"Creo que es un reflejo hasta cierto punto de la fuerza estructural que llevó a estos crímenes, que fueron los prejuicios".

Miembros de la nación osage 
Miembros de la nación osage en Washington

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,
Miembros de la nación osage en Washington durante una visita al capitolio en 1925 para exponer las condiciones de las naciones indígenas en Oklahoma.

A principios de la década de 1920 los osage se convirtieron en millonarios cuando se encontraron enormes depósitos de petróleo en su reserva en el noreste de Oklahoma.

Misteriosos asesinatos
"La Nación Osage, igual que muchos otros pueblos indígenas de Estados Unidos, fueron expulsados de su tierra hacia una parte del noreste de Oklahoma", le contó David Grann a la BBC.

"Se pensaba que esa tierra no tenía ningún valor. Era rocosa e infértil. Pero entonces descubrieron unos de los depósitos de petróleo más grandes del país", señaló el autor.

"Y los osage se convirtieron en la gente más rica del mundo".

Miembros de la nación osage

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,

A principios de la década de 1920 los osage se convirtieron en millonarios cuando se encontraron en

Tal como contó Grann, los osage rompieron entonces con todos los estereotipos que se tenían de las naciones indígenas.

Los periódicos de la época hablan de la exorbitante riqueza de quienes llamaban "los millonarios rojos", que vivían en mansiones, vestían con pieles y joyas costosas, y empleaban a sirvientes blancos.

Algunos pensaban que los indígenas, que eran considerados "primitivos" y "salvajes", no debían tener todo ese dinero y poder.

Y pronto los osage empezaron a desaparecer misteriosamente o a morir asesinados, uno tras otro.

"Una mujer extraordinaria"

Mollie Burkhart

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,

David Grann basó su libro en la historia de Mollie Burkhart, cuya familia fue objetivo principal de una conspiración para matar a sus miembros por su dinero.

Mollie tenía tres hermanas y una tras otra, fueron asesinadas. Una fue envenenada, otra murió a tiros y la tercera falleció en una enorme explosión.

"Alguien colocó una bomba bajo su casa y la explosión mató a la hermana de Mollie, a su cuñado y a un sirviente blanco que vivía en la casa con ellos", explicó David Grann.

Durante su investigación, Grann encontró que estos hechos no habían podido ocurrir sin la colaboración de las autoridades o al menos sin que estas "hicieran la vista gorda".

Se había establecido toda una organización que conspiraba para obtener millones de dólares de los osage asesinándolos.

"Se trataba de una conspiración en la que participaron médicos ayudando a envenenar a los osage; empleados de funerarias que encubrían los asesinatos; periodistas que se negaron a escribir sobre las muertes; agentes de la ley y el orden que fueron directamente cómplices en las muertes o indiferentes a ellas, porque se trataba de indígenas y al sistema no le importaba", aseguró el autor.

Pero entonces entró a la escena un joven llamado J. Edgar Hoover, quien dirigía una oficina que Grann describe como una "rama oscura" del Departamento de Justicia llamada Buró de Investigaciones.

Y los asesinatos de los osage se convirtieron en el primer caso que dirigía Hoover y la primera investigación importante de asesinato de lo que pronto se llamaría FBI.

"Inicialmente, el FBI enredó las cosas", explicó Grann. "Había un bandido llamado Blackie que acababa de ser liberado de prisión y los investigadores pensaban que lo estaban usando como informante".

"Pero a Blackie lo perdieron de vista, robó un banco y mató a un policía".

"Uno de los sujetos más diabólicos"
Hoover, temiendo un escándalo, entregó el caso a otro investigador, un guardia forestal de Texas llamado Tom White.

"Éste era el inicio de la carrera de Hoover y, aunque parezca difícil creer, se sentía inseguro en su trabajo", explicó el escritor.

"Así que para evitar el escándalo entregó el caso a Tom White, quien organizó un equipo encubierto que incluía al que quizás era el único indígena en el buró".

Los agentes entonces se infiltraron en la región y utilizando sus más modernas técnicas de investigación comenzaron a exponer una de las mayores conspiraciones de la historia de EE.UU.

En la investigación descubrieron a un hombre del que Grann dijo que era "uno de los sujetos más malos y diabólicos que he conocido en todos mis años de reportero".
 
J. Edgar Hoover en 1925

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,

Los asesinatos de los osage fueron el primer caso que investigó J. Edgar Hoover, quien entonces estaba a cargo de una oficina del Departamento de Justicia llamada Buró de Investigaciones.

J. Edgar Hoover en 1925 

Era William Hale, un hombre blanco que se había trasladado al territorio osage a principios del siglo XX.

"Había llegado como un hombre que no tenía pasado: nadie sabía de dónde venía, estaba vestido con harapos, viajaba a caballo y no tenía dinero".

"Pero poco a poco se fue volviendo cada vez más poderoso, acumulando tierras y ganado, y pronto llegó a controlar todo el territorio hasta llegar a ser conocido como 'el rey de las colinas de Osage'", explicó David Grann.

Hale se hizo amigo de los indígenas e incluso su sobrino, Ernest Burkhart, se casó con la indígena Mollie.

Muchos blancos se casaron con miembros de los osage por motivos siniestros. Cuando el gobierno de EE.UU. asignó parcelas de tierra de Oklahoma a los osage, los miembros de la tribu conservaron los derechos a beneficiarse del petróleo, pero estos sólo podían heredarse, no venderse.

Casarse con un osage por la herencia era una forma en la que los blancos podían hacerse con el dinero del petróleo.

Según Grann, "había una naturaleza diabólica particular en estos complots (de asesinato) porque involucraban a personas que se casaban con miembros de familias, fingiendo que los amaban y al mismo tiempo conspirando para matarlos".

Los asesinatos de la luna

FUENTE DE LA IMAGEN,APPLE TV

Pie de foto,

Lily Gladston y Leonardo DiCaprio en una escena de le película.


"Los controlaba a todos en la comunidad" La investigación de Grann descubrió muchos asesinatos de miembros de los osage que no fueron investigados y probablemente nunca puedan resolverse.

"Muchos asesinos quedaron libres", explicó Grann, porque el FBI "en realidad no descubrió esta conspiración mucho más profunda y oscura que existía". Los testigos ahora están muertos y los crímenes a menudo no quedaron registrados.

Hale fue declarado culpable de asesinato junto con otros individuos. Fue condenado y enviado a la cárcel. Pero al final fue perdonado.

Según David Grann, muchos pensaron entonces que el perdón "fue un favor que le hicieron sus amigos en la política".

"Se decía que Hale los controlaba a todos en la comunidad, desde el alguacil local, hasta los alcaldes y la oficina del gobernador", explicó el escritor.

"Así, aunque fueron declaradas culpables varias personas de los asesinatos de los osage, la mayoría fueron dejados en libertad".

Al final, señaló el autor, su investigación reveló la frialdad y los prejuicios con que se trataba a las naciones originarias de EE.UU.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Bound for Local Glory at Last

TULSA, Okla. — Oklahoma has always had a troubled relationship with her native son Woody Guthrie. The communist sympathies of America’s balladeer infuriated local detractors. In 1999 a wealthy donor’s objections forced the Cowboy Museum in Oklahoma City to cancel a planned exhibition on Guthrie organized by the Smithsonian Institution. It wasn’t until 2006, nearly four decades after his death, that the Oklahoma Hall of Fame got around to adding him to its ranks.

But as places from California to the New York island get ready to celebrate the centennial of Guthrie’s birth, in 2012, Oklahoma is finally ready to welcome him home. The George Kaiser Family Foundation in Tulsa plans to announce this week that it is buying the Guthrie archives from his children and building an exhibition and study center to honor his legacy.

“Oklahoma was like his mother,” said his daughter Nora Guthrie, throwing back her tangle of gray curls as she reached out in an embrace. “Now he’s back in his mother’s arms.”

The archive includes the astonishing creative output of Guthrie during his 55 years. There are scores of notebooks and diaries written in his precise handwriting and illustrated with cartoons, watercolors, stickers and clippings; hundreds of letters; 581 artworks; a half-dozen scrapbooks; unpublished short stories, novels and essays; as well as the lyrics to the 3,000 or more songs he scribbled on scraps of paper, gift wrap, napkins, paper bags and place mats. Much of the material has rarely or never been seen in public, including the lyrics to most of the songs. Guthrie could not write musical notation, so the melodies have been lost.

The foundation, which paid $3 million for the archives, is planning a kickoff celebration on March 10, with a conference in conjunction with the University of Tulsa and a concert sponsored by the Grammy Museum featuring his son Arlo Guthrie and other musicians. Although the collection won’t be transferred until 2013, preparations for its arrival are already in motion. Construction workers are clearing out piles of red brick and wire mesh from the loading dock in the northeast end of the old Tulsa Paper Company building, in the Brady District of the city, where the planned Guthrie Center is taking shape. The center is part of an ambitious plan to revitalize the downtown arts community.
Now that the back walls are punched out, workers trucking wheelbarrows of concrete can look across the tracks to the tower built by BOK Financial, which George Kaiser, whose foundation bears his name, presides over as chairman. Forbes magazine ranks Mr. Kaiser as the richest man in Oklahoma and No. 31 on its Forbes 400 list.

Ken Levit, the foundation’s executive director, said he thought of doing something for Guthrie after the Hall of Fame induction. Nowhere in Tulsa, he said, is there even a plaque paying homage to this folk legend, who composed “This Land Is Your Land”; performed with Pete Seeger and Lead Belly; wrote the fictionalized autobiography “Bound for Glory”; and sang at countless strikes and migrant labor protests in the 1930s and ’40s. Mr. Levit began a more than three-year campaign to win the consent of Ms. Guthrie, who had taken custody of the boxes that her mother, Marjorie Guthrie, had stowed away in the basement of her home in Howard Beach, Queens.

Ms. Guthrie, who as one of Guthrie’s youngest children, didn’t really know her father until Huntington’s disease began to rob him of his sanity, movement and speech many years before his death, in 1967, said she only rediscovered the kind of man he once was when she started to page through the boxes about 15 years ago.

“I fell in love through this material with my father,” Ms. Guthrie, 61, a former dancer, said from her office in Mount Kisco, N.Y.

Her older brothers Arlo and Joady were happy to have her take custody of the papers. Of Arlo, she said, “He was filled up with being Woody Guthrie’s son, so he was glad the responsibility moved to me.”
She said the information contained in the archives can clear up misconceptions about her father that she has frequently heard at scholarly conferences and read in articles, including that he didn’t write love songs or sexually provocative lyrics. She has also opened up his notebooks to contemporary musicians like Billy Bragg and Wilco, Jackson Browne, Rob Wasserman, Lou Reed and Tom Morello so that they could compose music to her father’s words.

One of those artists, Jonatha Brooke, is starting off the Guthrie Foundation and Grammy Museum’s yearlong centennial celebrations on Jan. 18 at Lincoln Center with a concert of new songs she wrote for the lyrics.
Woody Guthrie’s music has also had added play time this year as Arlo Guthrie, Mr. Seeger, and other musicians have sung his protest songs at Occupy Wall Street demonstrations in New York and elsewhere.

While this poor folks’ hero and the richest man in Oklahoma might not seem to have much in common, Mr. Kaiser’s foundation, with its $4 billion endowment, is dedicated to helping Tulsa’s most disadvantaged. “I cried for an hour after meeting George Kaiser,” Ms. Guthrie said. “This uts together what I’ve always dreamed of.”

Brian Hosmer, a history professor at the University of Tulsa who is organizing the March conference — ironically titled “Different Shades of Red” — said Guthrie’s legacy is contested in some quarters.

“There is no doubt there will be some voices in opposition to the way Guthrie is being emphasized — Oklahoma is about the reddest state you can have,” Mr. Hosmer explained, referring to its conservatism. “And when Woody Guthrie was a boy, Oklahoma was also the reddest state because we had more socialists elected to public office than any other.”

Guthrie always said he was influenced by the songs he had heard his mother sing in his hometown, Okemah, about an hour’s drive from Tulsa, with a population of 3,000. His radicalism offended local officials, who scorned Guthrie until an Okemah resident, Sharon Jones, decided to do something about it in the late 1990s. One of her cousins, an avid Guthrie fan, came to visit and was shocked there wasn’t a single mention of her idol. So Ms. Jones, who died in 2009, created the Woody Guthrie Coalition, which organized an annual folk festival, called WoodyFest, around his birthday on July 14, as well as a statue, a mural and a memorial. Sensitive to the area’s Baptist beliefs (including Ms. Jones’s), no alcohol was permitted at the celebration until this year.

Dee Jones, Sharon’s husband, explained that Guthrie “was kind of taboo because some influential people in this town thought Woody Guthrie had communist leanings.” But once the community realized that the 3,000 or so attendees brought in business, everyone got behind it, Mr. Jones said.

A couple of blocks from the memorial statue, visitors can run a finger along the fading letters “W-O-O-D-Y” on a fragment of Main Street’s original sidewalk, where the 16-year-old Guthrie signed his name in wet cement in 1928.

Mary Jo Guthrie Edgmon, Woody’s 90-year-old sister, always hosts a pancake breakfast during the four-day music festival. A white-haired, elfin woman with a persistent smile and a sharp wit, Ms. Edgmon remembered how her brother was always making music.

“You’d sit down at the dinner table, and there’d be glasses of water, and he’d pick up a fork and play the glasses all around the table,” she said. “If it made music, he played it.”

Reciting snatches of Guthrie’s poetry and songs, Ms. Edgmon said her brother never cared what people thought of him and did not necessarily hold a particular affection for his birthplace. “He didn’t get attached to anything,” she said. “Everywhere was his home.”

Still, after so many years of Oklahomans’ snubbing her brother’s memory, she said the whole family was thrilled he was being honored: “What we were all shooting for,” she said, “was acknowledgment.”By PATRICIA COHEN, NYT. 
Aquí una versión en español, Woody Guthrie. La tradicional River Valey. Con sonido de harmónica.