_- No por casualidad los maestros de matemáticas de Shanghái son considerados los mejores del mundo: se han ganado su reputación a fuerza de resultados descollantes de sus alumnos en competitivas pruebas internacionales.
El método de enseñanza en la ciudad más poblada de China se ha convertido ahora en un producto cultural de exportación.
Lo llaman "Shangai Mastery" (Maestría de Shangái). Y la mitad de las escuelas de Reino Unido adoptará este sistema en sus aulas de primaria, después de un período de prueba iniciado en 2014 y tras el anuncio del gobierno, esta semana, de una inversión de US$55 millones para apoyar a los maestros en la transición.
Esta técnica de enseñanza genera alumnos de alto rendimiento en porcentajes que son la envidia del resto del mundo docente.
Según algunas mediciones, los estudiantes de Shanghái alcanzan los mismos resultados que otros niños con tres años más de escolaridad en otras partes del mundo.
En las pruebas PISA de matemáticas, Shanghái-China se mantiene en el primer lugar del ranking con 613 puntos, 119 puntos sobre la media de todos los países y economías participantes.
Y los índices muestran que el porcentaje de estudiantes de 15 años que son "analfabetos numéricos" -esto es, incapaces de realizar cálculos básicos- está 10 puntos por debajo del de países como Estados Unidos o Reino Unido.
Pero, ¿cuál es el secreto del éxito de Shanghái?
Conceptos primero
Para empezar, el método chino se basa en organizar cada lección en torno a un concepto matemático único, sea el principio básico de la suma, la lógica de resolución de ecuaciones o la comprensión de una fracción como parte de un entero.
El que sea, pero uno por vez.
Esa noción única es cubierta de manera metódica y sistemática, a tal punto que la clase entera se detiene hasta que todos los niños la hayan comprendido.
"En muchos países se considera que una buena lección es una que logra cubrir mucho material.
Cuanto más progreso se registre, mejor es la clase", señala Mark Boylan, experto en educación de la Universidad Sheffield Hallam, en Reino Unido, y colaborador de la revista Schools Week.
"Pero en Shanghái el énfasis está puesto en asegurarse que una idea o principio ha sido cabalmente aprendido en una lección, de tal manera que no haya que volver a enseñarlo en el futuro".
Expertos en educación consideran que el "Shanghai Mastery" es riguroso y demandante, apoyado en libros de alta calidad que se actualizan una vez al año y desplazan por completo a las fotocopias y hojas de ejercicio tan comunes en otras partes del mundo.
El método es también altamente conceptual,
basado en inculcar leyes y fundamentos de las matemáticas en primer término, aunque luego se incentiva el uso de objetos e imágenes para representar físicamente los conceptos y visualizar ideas abstractas.
El lenguaje con que los niños se expresan también es uno de sus pilares.
"Siempre queremos que se expliquen y expresen en oraciones completas, no dando respuestas sueltas sino explicando cómo se llegó a la resolución correcta (de un problema matemático). Esto es clave para desarrollar el lenguaje matemático y las habilidades de razonamiento", explica en su página web el programa profesional Mathematics Mastery, de Reino Unido, basado en el método asiático.
Los críticos, sin embargo, señalan que el método de Shangái puede volverse demasiado abstracto y es incapaz de fomentar el traspaso de conceptos matemáticos a escenarios de la vida real.
Otros señalan que los maestros chinos desarrollaron un método "a prueba de exámenes", pensado para formar alumnos que alcancen buenos resultados pero que no son necesariamente los más aptos para aplicar el conocimiento a las situaciones cotidianas.
Todos juntos a contar
También el principio de cohesión es parte de la lógica de la reputada enseñanza en Shanghái.
La clase es considerada una unidad, donde todos los alumnos avanzan a la vez… o no avanzan, si es que alguno de ellos todavía no ha entendido del todo.
No hay división en subgrupos por niveles de habilidad, como ocurre en otros sistemas educativos, ni tareas diferenciales para alumnos más avanzados o rezagados.
Todo niño lleva un matemático en el corazón, parece ser la premisa, y es responsabilidad del maestro sacarlo a relucir.
"Dicho crudamente, los métodos de diferenciación que se utilizan con frecuencia en las primarias (europeas) consisten en separar a los 'matemáticamente hábiles' de los 'matemáticamente débiles' y modificar el contenido para unos y otros", escribe Charlie Stripp, director del Centro Nacional de Excelencia para la Enseñanza de las Matemáticas (NCETM, por sus siglas en inglés) de Reino Unido.
"Esto se hace con las mejores intenciones, para ayudar a los que tienen dificultades... pero a la luz de la evidencia que nos llega desde Asia, estamos comenzando a preguntarnos si esta diferenciación no es dañina en muchos sentidos".
En Shanghái, en cambio, a los estudiantes más avanzados se les pide que profundicen en los conceptos y ayuden al resto, más que fomentar que se adelanten a los rezagados.
Mientras que para algunos esta búsqueda de una clase igualitaria es loable, otros consideran que en realidad desincentiva a los alumnos más capaces y los lleva al aburrimiento seguro.
La disposición del aula, con pupitres alienados mirando al frente al modo clásico, también es objeto de crítica por quienes promueven métodos más flexibles y modernos. Es "poco inspirador" y "no fomenta la interacción entre pares", señalan.
Repetición, repetición, repetición
Desde los 5 años, la práctica de ejercicios y cálculos tiene un régimen casi militar en Shanghái, con repeticiones hasta que cada niño logre incorporar el concepto del día.
Y es que la reiteración es otro de los principios en que se basa el método.
En la práctica, la clase transcurre así: un niño responde a la pregunta del maestro, luego todos repiten la respuesta al unísono. Luego otro niño contesta la pregunta siguiente, el resto de la clase repite en alto, y así.
Cada ronda termina en aplausos "de premio"; luego todos deberán anotar las respuestas en sus cuadernos y reiterarlas una vez más en la pizarra.
Pero más allá del rigor formal, las clases suelen ser muy interactivas, con discusiones con la maestra y entre compañeros.
"Contrario a lo que indican algunos, la enseñanza de matemáticas según este método no es sólo una repetición de memoria, aunque sí es cierto que las repeticiones llevan a que los alumnos memoricen y sean capaces de recordar respuestas pre-aprendidas, que son fundamentales en matemáticas", indica Stripp.
Las sesiones son, sobre todo, cortas: 35 a 40 minutos de enseñanza focalizada, seguidas de 15 minutos de juego desestructurado.
El maestro es la estrella
Otro de los secretos del éxito también se mide por el reloj: en el número de horas que los docentes pasan al frente de una clase. Son muy pocas.
Según una evaluación del método de Shanghái publicada en estos días por la Universidad de Sheffield Hallam, un maestro imparte al día dos sesiones de 40 minutos cada una.
El resto de la jornada laboral se dedica a evaluaciones entre pares y observación no participante de las clases de otros.
Pero, aún más relevante, quien está al frente de una clase ha debido pasar antes por cinco años de formación específica. Dicho de otro modo: una maestra de matemáticas estudió especialmente cómo enseñar matemáticas a nivel primario durante sus cinco años de carrera universitaria.
No hay "maestros de grado" o generalistas como se acostumbra en otros países del mundo.
"Parte del éxito en la enseñanza en países como China y Singapur se origina también en el respeto con que se ve a los maestros y en el tiempo que se les da para planear y prepararse", agrega el experto en educación James Bowen, director del sindicato y asociación docente NAHT Edge de Reino Unido.
Sin embargo, los críticos señalan que los privilegios de los maestros no siempre coinciden con los beneficios que perciben los estudiantes.
Un informe del Instituto para el Desarrollo Social de la Universidad NYU Shanghai, publicado en 2014, revela que si bien la mayoría de las escuelas tiene buenas aulas, bibliotecas y laboratorios, muchas carecen de otros espacios clave para el bienestar de los niños, como gimnasios, auditorios, patios o salas de juego.
Y un 13% de los alumnos en edad escolar tiene salud "regular o mala", según el reporte.
El éxito del programa (de Shanghái) depende de cuánto y cómo entrenes a los docentes (Formación) y cuán comprometidos estén ellos con el método (Implicación).
Los gobiernos son los responsables de poner más esfuerzo en reclutar y retener docentes entrenados, lo que no pasa en todas partes", apunta Russell Hobby, secretario general de NAHT.
http://www.bbc.com/mundo/noticias-36809516
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jueves, 7 de diciembre de 2017
lunes, 23 de mayo de 2016
El secreto de los maestros de Shanghái para liderar la educación mundial.
La calidad de la enseñanza es el ingrediente más importante del éxito de Shanghái en educación, de acuerdo a un estudio del Banco Mundial.
Los estudiantes de esta ciudad china ocupan los puestos más altos en los exámenes escolares internacionales, y el Banco Mundial, que provee asistencia financiera y técnica a los países en desarrollo, publicó un reporte de la investigación del éxito académico de Shanghái.
El estudio descubrió que la enseñanza era la ventaja más grande, además del sistema de entrenamiento constante de los profesores y el mejoramiento de sus habilidades.
Los maestros en Shanghái, en promedio, pasan solo un tercio de su tiempo enseñando. La mayor parte del día la pasan en entrenamientos, capacitaciones y trabajando con mentores.
Hay requisitos rigurosos para dedicarse a la enseñanza, que es vista como una ocupación prestigiosa, y aunque los candidatos al oficio pueden ser rechazados, el estudio encontró que en la práctica esto era raro.
En cambio, hay un sistema con un énfasis muy fuerte en el entrenamiento y una carrera construida a partir de incentivos para los mejores maestros.
Trabajo prestigioso
El 30% de los ingresos de los profesores puede consistir en pagos de méritos, dependiendo del nivel al que enseñen, adicionales al sueldo básico.
Se espera que los profesores que dirigen escuelas sigan enseñando y parte de su salario se vincula con el desempeño de sus instituciones.
Hay incentivos para profesores y directores que trabajan en escuelas de bajo rendimiento y escuelas rurales, como el ayudarles a que sus carreras avancen más rápido.
También puede haber rotaciones de profesores que trabajan en los colegios menos favorecidos.
La autora del reporte Xiaoyan Liang dijo: "Uno de los aspectos más impresionantes del sistema educativo de Shanghái es la manera en la que cuida, apoya y gestiona a los profesores, que están al centro de cualquier esfuerzo para elevar la calidad de la educación en las escuelas".
Dijo que el nivel de respeto público por los profesores en Shanghái era otro reflejo de "lo bien enseñan; son verdaderos profesionales".
El Banco Mundial también descubrió que Shanghái se beneficiaba de un sistema de "colegios encargados", en el que los colegios más fuertes se "hermanaban" con colegios más débiles para que eleven sus niveles.
Igual que EE.UU. y el Reino Unido
Shanghái, con una población de más de 23 millones, tiene su propio sistema de educación descentralizado y participa en las pruebas Pisa por derecho propio.
Casi la mitad de los 1,2 millones de alumnos de primaria y los primeros años de secundaria fueron clasificados como migrantes. La mayoría de ellos asiste a colegios estatales, pero casi un cuarto de ellos va a colegios privados, con mensualidades pagadas por autoridades locales.
Cerca del 10% de los alumnos estudia en colegios privados.
Se espera que los colegios ofrezcan una currícula común, pero cerca del 30% del horario puede ser definido individualmente por cada colegio.
Cuestionamientos
Pero hay otros factores sociales a considerar. El sistema no contempla que haya rendición de cuentas a los padres o mecanismo para impugnar las decisiones de las escuelas o las autoridades educativas.
También hay preguntas sobre la presión que este sistema altamente competitivo, centrado en exámenes, ejerce en los alumnos. Así como los exámenes públicos, el sistema escolar tiene muchas pruebas internas y evaluaciones internas.
Y ha habido advertencias acerca de la falta de "bienestar emocional" que viene por la concentración en el éxito en los exámenes.
Shanghái, que relaciona la ambición económica con la inversión en educación, ha servido de ejemplo para otros países que desean elevar los niveles de sus colegios.
Esta semana, representantes de 25 países en vías de desarrollo, entre ellos Brasil, Afganistán y Etiopía, visitaron escuelas en Shanghái para evaluar maneras de mejorar sus sistemas de educación.
Harry Patrinos, gerente del sector de educación del Banco Mundial, dijo: "la enseñanza de alta calidad está directamente relacionada con un fuerte crecimiento económico y una rápida reducción de la pobreza, por lo que las ideas provenientes del éxito de Shanghái podrían servir de mucho en un mundo donde unos 250 millones de niños no pueden leer o escribir, a pesar de haber ido a la escuela".
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/05/160519_finde_sociedad_internacional_shanghai_china_educacion_evaluacion_mundial_ppb?post_id=10201765518776456_10201765519536475#_=_
Los estudiantes de esta ciudad china ocupan los puestos más altos en los exámenes escolares internacionales, y el Banco Mundial, que provee asistencia financiera y técnica a los países en desarrollo, publicó un reporte de la investigación del éxito académico de Shanghái.
El estudio descubrió que la enseñanza era la ventaja más grande, además del sistema de entrenamiento constante de los profesores y el mejoramiento de sus habilidades.
Los maestros en Shanghái, en promedio, pasan solo un tercio de su tiempo enseñando. La mayor parte del día la pasan en entrenamientos, capacitaciones y trabajando con mentores.
Hay requisitos rigurosos para dedicarse a la enseñanza, que es vista como una ocupación prestigiosa, y aunque los candidatos al oficio pueden ser rechazados, el estudio encontró que en la práctica esto era raro.
En cambio, hay un sistema con un énfasis muy fuerte en el entrenamiento y una carrera construida a partir de incentivos para los mejores maestros.
Trabajo prestigioso
El 30% de los ingresos de los profesores puede consistir en pagos de méritos, dependiendo del nivel al que enseñen, adicionales al sueldo básico.
Se espera que los profesores que dirigen escuelas sigan enseñando y parte de su salario se vincula con el desempeño de sus instituciones.
Hay incentivos para profesores y directores que trabajan en escuelas de bajo rendimiento y escuelas rurales, como el ayudarles a que sus carreras avancen más rápido.
También puede haber rotaciones de profesores que trabajan en los colegios menos favorecidos.
La autora del reporte Xiaoyan Liang dijo: "Uno de los aspectos más impresionantes del sistema educativo de Shanghái es la manera en la que cuida, apoya y gestiona a los profesores, que están al centro de cualquier esfuerzo para elevar la calidad de la educación en las escuelas".
Dijo que el nivel de respeto público por los profesores en Shanghái era otro reflejo de "lo bien enseñan; son verdaderos profesionales".
El Banco Mundial también descubrió que Shanghái se beneficiaba de un sistema de "colegios encargados", en el que los colegios más fuertes se "hermanaban" con colegios más débiles para que eleven sus niveles.
Igual que EE.UU. y el Reino Unido
Shanghái, con una población de más de 23 millones, tiene su propio sistema de educación descentralizado y participa en las pruebas Pisa por derecho propio.
Casi la mitad de los 1,2 millones de alumnos de primaria y los primeros años de secundaria fueron clasificados como migrantes. La mayoría de ellos asiste a colegios estatales, pero casi un cuarto de ellos va a colegios privados, con mensualidades pagadas por autoridades locales.
Cerca del 10% de los alumnos estudia en colegios privados.
Se espera que los colegios ofrezcan una currícula común, pero cerca del 30% del horario puede ser definido individualmente por cada colegio.
Cuestionamientos
Pero hay otros factores sociales a considerar. El sistema no contempla que haya rendición de cuentas a los padres o mecanismo para impugnar las decisiones de las escuelas o las autoridades educativas.
También hay preguntas sobre la presión que este sistema altamente competitivo, centrado en exámenes, ejerce en los alumnos. Así como los exámenes públicos, el sistema escolar tiene muchas pruebas internas y evaluaciones internas.
Y ha habido advertencias acerca de la falta de "bienestar emocional" que viene por la concentración en el éxito en los exámenes.
Shanghái, que relaciona la ambición económica con la inversión en educación, ha servido de ejemplo para otros países que desean elevar los niveles de sus colegios.
Esta semana, representantes de 25 países en vías de desarrollo, entre ellos Brasil, Afganistán y Etiopía, visitaron escuelas en Shanghái para evaluar maneras de mejorar sus sistemas de educación.
Harry Patrinos, gerente del sector de educación del Banco Mundial, dijo: "la enseñanza de alta calidad está directamente relacionada con un fuerte crecimiento económico y una rápida reducción de la pobreza, por lo que las ideas provenientes del éxito de Shanghái podrían servir de mucho en un mundo donde unos 250 millones de niños no pueden leer o escribir, a pesar de haber ido a la escuela".
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/05/160519_finde_sociedad_internacional_shanghai_china_educacion_evaluacion_mundial_ppb?post_id=10201765518776456_10201765519536475#_=_
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