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domingo, 3 de marzo de 2024

EDUCACIÓN. Linda Darling-Hammond: “Los niños necesitan que les enseñen a lidiar con los móviles, no simplemente quitárselos”. La profesora de la Universidad de Stanford, al frente de la junta de educación de California, es una de las voces más influyentes en política educativa en Estados Unidos

Linda Darling-Hammond (Cleveland, Ohio, 72 años), presidenta de la Junta de Educación de California desde 2019, lleva toda una vida hablando, escribiendo, estudiando y enseñando sobre educación. Profesora en la Universidad de Stanford y asesora educativa durante la campaña presidencial de Barack Obama en 2008 y la de Joe Biden en 2020, ha escrito numerosos libros y artículos sobre política educativa y considera que la enseñanza se encuentra ahora en un punto de inflexión. 

Para la académica, que atiende por videollamada a EL PAÍS, los estudiantes de las nuevas generaciones necesitan menos memorización y más acompañamiento, exámenes donde puedan aplicar lo que saben y herramientas para que aprendan desde cualquier parte.

Pregunta: En 2015, durante una charla en Stanford sobre la evolución de la enseñanza, dijo que “la educación debe responder a la demanda de la era en la que se encuentra”. ¿En qué era estamos ahora?
Respuesta: En la de explosión de conocimientos, expansión tecnológica y cambios masivos en el mundo. Y, por supuesto, con la inteligencia artificial volviéndose aún más común y con más automatización, los trabajos que las personas tendrán que realizar y el conocimiento que necesitarán serán muy diferentes. Un ejemplo que a menudo menciono es que entre 1999 y 2003 se creó más conocimiento nuevo en el mundo que en toda la historia anterior a ese periodo. El conocimiento ahora se duplica más rápido cada año, por lo que la idea antigua de un plan de estudios que los alumnos pueden aprender año tras año y luego estar listos para el mundo ha quedado completamente obsoleta.

P: ¿Cómo debe ser esta “nueva” educación?
R: Los niños y adultos necesitan aprender continuamente por sí mismos, porque siempre habrá nuevo conocimiento para comprender, combinar, evaluar, analizar, sintetizar y aplicar. Además, estamos experimentando cambios masivos en la economía y el clima, lo que requiere el uso de la tecnología tanto para el trabajo como para el aprendizaje. Con eventos climáticos cada vez más frecuentes que afectan la asistencia escolar, la educación debe ir más allá de los confines físicos de las aulas tradicionales. La tecnología se convierte en un medio vital para asegurar que los estudiantes, incluso cuando no pueden asistir a la escuela, puedan seguir aprendiendo en línea y conectándose con sus compañeros y profesores.

P: Mientras esto cambia, el acceso a educación superior en muchos países sigue centrada en pruebas comunes, como la EBAU o los A-Leves en Reino Unido.
R: Durante la pandemia no se pudieron realizar muchas pruebas debido al cierre de los centros de evaluación. En Estados Unidos, hemos tenido una prueba durante muchos años llamada Scholastic Aptitude Test (SAT) que permitía el ingreso a la universidad. El 80% de las universidades abandonaron el SAT durante la pandemia, ya sea haciéndolo opcional o indicando que no les importaba en absoluto. Ahora están utilizando otras cosas para admitir estudiantes a la universidad.

P: ¿Por ejemplo?
R: El programa de Bachillerato Internacional, que está en 125 países, donde la evaluación es una combinación de trabajos de investigación y proyectos colaborativos. Cuando completas ese tipo de programa y te desempeñas bien en esas evaluaciones, que son mucho más prácticas, es un buen indicador de tu capacidad para hacer trabajos universitarios. En los Estados Unidos, está el programa de Colocación Avanzada, que ha estado realizando este tipo de pruebas y cursos en las escuelas secundarias y ahora están agregando proyectos a sus cursos y evaluaciones.

Quizás en el pasado, cuando la gente no tenía libros a los que acudir o Google para consultar, tenían que memorizar muchas cosas, pero ese no es el modo de aprendizaje más útil ahora

P: ¿Son este tipo de evaluaciones a las que debe aspirar el sistema educativo del futuro?

R: Las evaluaciones más productivas realmente te dan una idea de lo que los niños pueden hacer con su conocimiento, no se limitan a conocer cosas y elegir una respuesta entre cinco en una prueba de opción múltiple. Si vamos a tener evaluaciones, necesitan volverse más auténticas, basadas en el rendimiento y depender mucho menos de la memorización. Quizás en el pasado, cuando la gente no tenía libros a los que acudir o Google para consultar, tenían que memorizar muchas cosas, pero ese no es el modo de aprendizaje más útil ahora. Lo que necesitamos es ayudar a los jóvenes a aprender a indagar y aplicar sus conocimientos en la vida real.

P: En España no es posible, pero en los Estados Unidos y otros países los padres pueden elegir si inscriben a sus hijos en la escuela o si los educan en casa. ¿Cuál es su visión sobre la enseñanza en el hogar?
R: La educación en el hogar está aumentando en los Estados Unidos, y creo que se debe a que tenemos que alejarnos del modelo de escuelas de fábrica que heredamos de hace cien años. Estas escuelas son muy rígidas, burocráticas, jerárquicas y no están diseñadas para ser altamente individualizadas ni para satisfacer a los estudiantes. La educación en el hogar es, en parte, una reacción de las personas que piensan que sus hijos se están perdiendo en el modelo de fábrica, y que necesitan hacer algo diferente por ellos. Tenemos maestros y directores fabulosos que trabajan para adaptarse a las demandas de hoy, pero necesitamos rediseñar el modelo.

P: ¿Qué tipo de rediseño?
R: Por ejemplo, escuelas más pequeñas con 300 o 400 estudiantes, no 2.000. Diseñadas con un equipo docente que rodee a los estudiantes, planifiquen en función de ellos, ofrezcan instrucción interdisciplinar y tengan tiempo para esa planificación. Que los estudiantes participen en programas de asesoramiento durante cuatro años, donde tienen un profesor que se queda con ellos y se encarga del aprendizaje social y emocional, controla su desempeño académico y está en contacto con los padres. En esos entornos, los niños están prosperando, mientras que en las escuelas de modelo de fábrica, muchas veces no lo están.

Insistir en volver a la “normalidad” está empeorando las cosas

P: En 2023 se publicó el último el informe PISA y en un gran número de países la puntuación disminuyó en comparación con años anteriores.
R: La pandemia fue traumática y lo fue de muchas maneras. No solo que los niños estuvieran fuera de la escuela física, sino que estaban en línea y aprendiendo de diferentes maneras. Las familias estaban traumatizadas, los niños perdían a sus padres y abuelos, hubo una interrupción económica. Estamos en un período de tiempo donde, nuevamente, las escuelas no pueden funcionar como solían hacerlo. Y hay dos impulsos diferentes. Algunas han dicho: aprovechemos lo que hemos aprendido en la pandemia, las formas en que usamos las tecnologías, en que comenzamos a cambiar el aprendizaje. Otras dicen: volvamos a la normalidad, y quieren que las escuelas vuelvan a ser exactamente como eran en 2019. Eso no va a funcionar. Insistir en volver a la “normalidad” está empeorando las cosas.

P: ¿Estar en el top del informe PISA equivale a tener un mejor sistema educativo?
R: Dice algo [del sistema de ese país]. Las evaluaciones PISA son mejores que otras evaluaciones porque son un poco más progresistas y tratan de evaluar cosas como la colaboración, la resolución de problemas y la aplicación del conocimiento. Nos dicen algo sobre la calidad [educativa] dentro de un país, por ejemplo, cómo de bien lo hacen la mayoría de los estudiantes. También hay otras cosas que están sucediendo que no tienen que ver con el sistema educativo. Si tienes pobreza y los niños no tienen suficiente para comer o un lugar para vivir, el sistema educativo no puede curarlo. Y hay bajas puntuaciones en PISA asociadas con esas condiciones sociales. Eso no es culpa de las escuelas. Cuando las personas miran este tipo de calificaciones, tienen que tomarlo con precaución y decir, “bien, ¿qué más tendríamos que preguntar para entender qué está pasando?”.

P: Uno de los desafíos actuales, ha mencionado, son las nuevas tecnologías. En España, uno de los principales debates al respecto es si el teléfono móvil debería prohibirse o no en las escuelas.
R: Parte de la presión para prohibir los teléfonos es doble: los niños están en sus móviles y no prestan atención; y las redes sociales, que son tan destructivas para los estudiantes. Francamente, no creo que prohibir el teléfono reduzca la cantidad de distracción. Los niños necesitan que les enseñen a lidiar con estas cosas, no simplemente quitarlas. Hay cierta utilidad en establecer algunos límites en el uso de teléfonos en algunos momentos en la escuela, pero también quizás no ignorarlos por completo y ayudar a los niños a aprender a usarlos. Tenemos que aprender a lidiar con eso en lugar de simplemente decir: vamos a reprimirlo.

P: ¿Cuál es su visión de la educación ideal en los próximos 15 años?
R: Aquella en la que las escuelas son más personalizadas, con apoyos integrados para los estudiantes, que se centran en el desarrollo social, emocional y académico, de manera que los alumnos puedan ser aprendices empoderados que utilicen y accedan al conocimiento y sepan aplicarlo en todas las situaciones desafiantes que formarán parte de su mundo.

sábado, 21 de diciembre de 2019

INFORME PISA. Los alumnos pobres repiten cuatro veces más que los de familias con más recursos. España es el cuarto país de la OCDE con la tasa más alta de repeticiones, un 28,7% frente al 11,4% de media, según el Informe PISA.

Madrid 5 DIC 2019 - 08:52 CET

Un colegio español al azar, misma aula y dos estudiantes. Uno, con un perfil socioeconómico alto y otro, bajo. El más desfavorecido tiene una probabilidad de repetir curso cuatro veces más alta.

El nivel económico influye en los resultados académicos
“La repetición de curso en España es socialmente injusta, a igual rendimiento escolar el sistema castiga más al alumno pobre porque no solo se mide su nota, sino otros elementos como su comportamiento o absentismo”, explica Álvaro Ferrer, coautor de un análisis que la ONG Save the Children ha realizado a partir de los resultados de PISA 2018 (la prueba de la OCDE que mide las competencias de los alumnos de 15 años en ciencias, matemáticas y comprensión lectora).
En esta edición, España es el cuarto país de los 37 de la OCDE con la tasa más alta de alumnos repetidores, un 28,7% frente al 11,4% de media.


A partir del estudio de la ONG, se deduce que España es, además, el segundo país con la mayor brecha en la repetición entre alumnos con mayor y menor capital socioeconómico (solo precedida por Eslovaquia, donde los más desfavorecidos repiten 4,3 veces más). Para calcular la brecha, la ONG tiene en cuenta los resultados del 25% de los alumnos de familias más desfavorecidas y los compara con los del 25% con más recursos.

Por qué a igual rendimiento académico se penaliza más a los que menos recursos tienen?
“Los profesores reservan puntos para el buen comportamiento y los estudiantes de clase media se adaptan mejor a la institución escolar, además, las familias con más recursos suelen estar más implicadas en la evolución de sus hijos y presionan más al docente para que no repita curso”, expone Ferrer sobre algunas investigaciones realizadas por la ONG. Otro factor determinante son las actividades extraescolares y la capacidad económica para afrontarlas. “PISA mide las competencias de los alumnos y por eso señala que el más pobre no tiene por qué sacar peores resultados, otra cosa es la vida real en las escuelas y lo que se valora”, añade. Otros expertos apuntan a la herencia cultural del modelo francés de los países del sur de Europa, donde la repetición de curso forma parte de la cultura de evaluación. “Es el llamado ‘mal francés’, que es la tendencia a pensar que la repetición es positiva y puede mejorar los resultados”, explica Lucas Gortázar, coautor del análisis de la ONG e impulsor de REDE, una red de reflexión sobre innovación educativa.

La OCDE afirma en diferentes informes que repetir curso no equivale a mejorar el rendimiento académico. “El modelo alemán (19,6% de repetidores), aquejado de otros males como los itinerarios que separan a los niños en diferentes grupos a los 10 años en función de si irán o no la Universidad, o el británico (2,5%), no arrastran esa tradición de suspensos”, añade Gortázar.

Pese a las recomendaciones, España continúa a la cabeza en repeticiones solo precedida por Colombia (40,8%), Luxemburgo (32,2%) y Bélgica (30,8%). Francia, que compartía el liderazgo con España, ha conseguido reducir su tasa del 32% al 16,6% en nueve años. En el extremo opuesto están Islandia (0,9%) o Finlandia (3,3%). “La repetición no ayuda nada, desmotivas al alumno y le separas de sus amigos”, opina Socorro Pérez, directora del instituto público Joaquín Rodrigo, de Madrid. En diferentes congresos sobre innovación a los que ha asistido, la repetición, asegura, nunca aparece como práctica habitual en los modelos de éxito. “Suele coincidir que los alumnos con menos recursos no están tan estimulados intelectualmente por su entorno. Cuando repiten en Secundaria nunca obtienen mejores resultados, acaban pasando al siguiente curso de forma automática por imperativo legal”, explica Pérez, que urge a los gobernantes a analizar por qué esos alumnos fracasan y a poner nuevas medidas en marcha. En Estados Unidos (9,1%) cada vez está más extendida la llamada social promotion: cuando un alumno obtiene malos resultados, los profesores optan por que pase de curso, priorizan la ventaja social de no separarlo de sus compañeros sobre la académica. “No está demostrado que un estudiante que repite la adquisición de contenidos en años distintos los aprende mejor, su capacidad de resolver problemas va a ser la misma independientemente de que repita”, apunta Julio Carabaña, catedrático de Sociología de la Universidad Complutense y autor del libro La inutilidad de PISA para las escuelas. “Igual hay que pensar más en la cohesión...

ASTURIAS O ARAGÓN, MAYOR DESIGUALDAD

Mientras en España los alumnos desfavorecidos repiten curso cuatro veces más, esa distancia se grava entre comunidades. En Asturias, Aragón o Comunidad Valenciana la brecha es todavía mayor; allí los estudiantes con menos recursos repiten hasta seis veces más. Sobre las políticas para revertir esa tendencia, Cataluña es una de las regiones en las que más ha descendido: del 21% al 16% desde 2015. A la cabeza, están Ceuta (49,1%), Melilla (45,6%), y Canarias (35,6%). “En las aulas de Canarias hemos visto que los alumnos nacidos en diciembre con menos recursos obtienen peores resultados que sus compañeros nacidos en el mismo mes con más dinero; hay que analizar cómo paliarlo”, señala José Saturnino Martínez, de la Universidad de La Laguna.

https://elpais.com/sociedad/2019/12/04/actualidad/1575482923_262875.html

Desde Unicef proponen cuatro medidas para combatir la exclusión educativa.

 Apuestan por incrementar la inversión educativa; 
diseñar un sistema educativo flexible y
diversificado que les permitan reincorporarse y
continuar la formación y mejorar el acompañamiento de las transiciones educativas.

miércoles, 17 de octubre de 2018

En España, "un profesor está solo” y otras nueve observaciones del jefe de PISA

Destacamos diez de las frases más relevantes que la visita a España del director de educación de la OCDE nos ha permitido recopilar con motivo de sus diferentes entrevistas a medios de comunicación y la más que probable próxima modificación de la ley educativa en España.

Algunas de ellas parecen, cuando menos, sorprendentes.

1- “En España no hay diferencia de calidad entre la enseñanza pública, concertada y privada”.

2- “En España, la enseñanza privada se ha convertido en una forma de segregar a los alumnos por su contexto social”.

3- “En España, los salarios están bien, pero los docentes no reciben suficiente apoyo”. 

4- “En España, cuantos menos políticos se impliquen en temas educativos y más lo hagan alumnos, padres y profesores, mejor”.

5- “En España no se enseña lo suficiente a pensar de manera creativa o a desarrollar capacidades orientadas a la resolución de problemas”.

6- “En España los profesores no tienen tiempo de estar con sus compañeros”.

7- “En España los profesores no tienen tiempo de formarse, hablar con los padres o atender individualmente”.

8- “En España los profesores enseñan planes de estudio, pero no son dueños de su práctica”.

9- “En España los profesores parece que trabajan en una cadena de producción”.

10- “En España, un profesor está solo”.

Mas en El Pais
https://elpais.com/sociedad/2018/10/09/actualidad/1539106335_328097.html


“Los profesores en España parece que trabajan en una cadena de producción”

El jefe de PISA lamenta que España cambie las leyes educativas pero no la práctica en clase

jueves, 7 de diciembre de 2017

_- “Shanghai mastery”: los secretos de los mejores profesores de matemáticas del mundo

_- No por casualidad los maestros de matemáticas de Shanghái son considerados los mejores del mundo: se han ganado su reputación a fuerza de resultados descollantes de sus alumnos en competitivas pruebas internacionales.

El método de enseñanza en la ciudad más poblada de China se ha convertido ahora en un producto cultural de exportación.

Lo llaman "Shangai Mastery" (Maestría de Shangái). Y la mitad de las escuelas de Reino Unido adoptará este sistema en sus aulas de primaria, después de un período de prueba iniciado en 2014 y tras el anuncio del gobierno, esta semana, de una inversión de US$55 millones para apoyar a los maestros en la transición.

Esta técnica de enseñanza genera alumnos de alto rendimiento en porcentajes que son la envidia del resto del mundo docente. Según algunas mediciones, los estudiantes de Shanghái alcanzan los mismos resultados que otros niños con tres años más de escolaridad en otras partes del mundo.

En las pruebas PISA de matemáticas, Shanghái-China se mantiene en el primer lugar del ranking con 613 puntos, 119 puntos sobre la media de todos los países y economías participantes.
Y los índices muestran que el porcentaje de estudiantes de 15 años que son "analfabetos numéricos" -esto es, incapaces de realizar cálculos básicos- está 10 puntos por debajo del de países como Estados Unidos o Reino Unido.
Pero, ¿cuál es el secreto del éxito de Shanghái?

Conceptos primero
Para empezar, el método chino se basa en organizar cada lección en torno a un concepto matemático único, sea el principio básico de la suma, la lógica de resolución de ecuaciones o la comprensión de una fracción como parte de un entero.

El que sea, pero uno por vez.
Esa noción única es cubierta de manera metódica y sistemática, a tal punto que la clase entera se detiene hasta que todos los niños la hayan comprendido.

"En muchos países se considera que una buena lección es una que logra cubrir mucho material.

Cuanto más progreso se registre, mejor es la clase", señala Mark Boylan, experto en educación de la Universidad Sheffield Hallam, en Reino Unido, y colaborador de la revista Schools Week.
"Pero en Shanghái el énfasis está puesto en asegurarse que una idea o principio ha sido cabalmente aprendido en una lección, de tal manera que no haya que volver a enseñarlo en el futuro".

Expertos en educación consideran que el "Shanghai Mastery" es riguroso y demandante, apoyado en libros de alta calidad que se actualizan una vez al año y desplazan por completo a las fotocopias y hojas de ejercicio tan comunes en otras partes del mundo.

El método es también altamente conceptual,
basado en inculcar leyes y fundamentos de las matemáticas en primer término, aunque luego se incentiva el uso de objetos e imágenes para representar físicamente los conceptos y visualizar ideas abstractas.

El lenguaje con que los niños se expresan también es uno de sus pilares.
"Siempre queremos que se expliquen y expresen en oraciones completas, no dando respuestas sueltas sino explicando cómo se llegó a la resolución correcta (de un problema matemático). Esto es clave para desarrollar el lenguaje matemático y las habilidades de razonamiento", explica en su página web el programa profesional Mathematics Mastery, de Reino Unido, basado en el método asiático.
Los críticos, sin embargo, señalan que el método de Shangái puede volverse demasiado abstracto y es incapaz de fomentar el traspaso de conceptos matemáticos a escenarios de la vida real.

Otros señalan que los maestros chinos desarrollaron un método "a prueba de exámenes", pensado para formar alumnos que alcancen buenos resultados pero que no son necesariamente los más aptos para aplicar el conocimiento a las situaciones cotidianas.

Todos juntos a contar
También el principio de cohesión es parte de la lógica de la reputada enseñanza en Shanghái.
La clase es considerada una unidad, donde todos los alumnos avanzan a la vez… o no avanzan, si es que alguno de ellos todavía no ha entendido del todo.

No hay división en subgrupos por niveles de habilidad, como ocurre en otros sistemas educativos, ni tareas diferenciales para alumnos más avanzados o rezagados.
Todo niño lleva un matemático en el corazón, parece ser la premisa, y es responsabilidad del maestro sacarlo a relucir.
"Dicho crudamente, los métodos de diferenciación que se utilizan con frecuencia en las primarias (europeas) consisten en separar a los 'matemáticamente hábiles' de los 'matemáticamente débiles' y modificar el contenido para unos y otros", escribe Charlie Stripp, director del Centro Nacional de Excelencia para la Enseñanza de las Matemáticas (NCETM, por sus siglas en inglés) de Reino Unido.

"Esto se hace con las mejores intenciones, para ayudar a los que tienen dificultades... pero a la luz de la evidencia que nos llega desde Asia, estamos comenzando a preguntarnos si esta diferenciación no es dañina en muchos sentidos".

En Shanghái, en cambio, a los estudiantes más avanzados se les pide que profundicen en los conceptos y ayuden al resto, más que fomentar que se adelanten a los rezagados.

Mientras que para algunos esta búsqueda de una clase igualitaria es loable, otros consideran que en realidad desincentiva a los alumnos más capaces y los lleva al aburrimiento seguro.

La disposición del aula, con pupitres alienados mirando al frente al modo clásico, también es objeto de crítica por quienes promueven métodos más flexibles y modernos. Es "poco inspirador" y "no fomenta la interacción entre pares", señalan.

Repetición, repetición, repetición
Desde los 5 años, la práctica de ejercicios y cálculos tiene un régimen casi militar en Shanghái, con repeticiones hasta que cada niño logre incorporar el concepto del día.

Y es que la reiteración es otro de los principios en que se basa el método.
En la práctica, la clase transcurre así: un niño responde a la pregunta del maestro, luego todos repiten la respuesta al unísono. Luego otro niño contesta la pregunta siguiente, el resto de la clase repite en alto, y así.
Cada ronda termina en aplausos "de premio"; luego todos deberán anotar las respuestas en sus cuadernos y reiterarlas una vez más en la pizarra.
Pero más allá del rigor formal, las clases suelen ser muy interactivas, con discusiones con la maestra y entre compañeros.
"Contrario a lo que indican algunos, la enseñanza de matemáticas según este método no es sólo una repetición de memoria, aunque sí es cierto que las repeticiones llevan a que los alumnos memoricen y sean capaces de recordar respuestas pre-aprendidas, que son fundamentales en matemáticas", indica Stripp.
Las sesiones son, sobre todo, cortas: 35 a 40 minutos de enseñanza focalizada, seguidas de 15 minutos de juego desestructurado.

El maestro es la estrella
Otro de los secretos del éxito también se mide por el reloj: en el número de horas que los docentes pasan al frente de una clase. Son muy pocas.
Según una evaluación del método de Shanghái publicada en estos días por la Universidad de Sheffield Hallam, un maestro imparte al día dos sesiones de 40 minutos cada una.

El resto de la jornada laboral se dedica a evaluaciones entre pares y observación no participante de las clases de otros.
Pero, aún más relevante, quien está al frente de una clase ha debido pasar antes por cinco años de formación específica. Dicho de otro modo: una maestra de matemáticas estudió especialmente cómo enseñar matemáticas a nivel primario durante sus cinco años de carrera universitaria.

No hay "maestros de grado" o generalistas como se acostumbra en otros países del mundo.
"Parte del éxito en la enseñanza en países como China y Singapur se origina también en el respeto con que se ve a los maestros y en el tiempo que se les da para planear y prepararse", agrega el experto en educación James Bowen, director del sindicato y asociación docente NAHT Edge de Reino Unido.

Sin embargo, los críticos señalan que los privilegios de los maestros no siempre coinciden con los beneficios que perciben los estudiantes.
Un informe del Instituto para el Desarrollo Social de la Universidad NYU Shanghai, publicado en 2014, revela que si bien la mayoría de las escuelas tiene buenas aulas, bibliotecas y laboratorios, muchas carecen de otros espacios clave para el bienestar de los niños, como gimnasios, auditorios, patios o salas de juego.

Y un 13% de los alumnos en edad escolar tiene salud "regular o mala", según el reporte.

El éxito del programa (de Shanghái) depende de cuánto y cómo entrenes a los docentes (Formación) y cuán comprometidos estén ellos con el método (Implicación). 
Los gobiernos son los responsables de poner más esfuerzo en reclutar y retener docentes entrenados, lo que no pasa en todas partes", apunta Russell Hobby, secretario general de NAHT.

http://www.bbc.com/mundo/noticias-36809516

miércoles, 4 de octubre de 2017

Cómo Canadá se convirtió en una superpotencia educativa. Sean Coughlan BBC.

Cuando hay debates sobre los desempeños de los sistemas de educación superior del mundo, aparecen los nombres de naciones asiáticas como Singapur y Corea del Sur, o los nórdicos Finlandia o Noruega, como los más destacados.

Pero sin tanto reconocimiento y con un efectivo sistema de nivel superior también ha aparecido Canadá.

En la última ronda de pruebas internacionales PISA, el país norteamericano fue uno de los pocos que se ubicó en el top 10 de matemáticas, ciencias y lectura.

Las pruebas, a cargo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), son un importante estudio sobre el rendimiento educativo y muestran a los adolescentes canadienses entre los más educados del mundo.

Están muy por delante de sus vecinos de Estados Unidos y de países europeos con fuertes lazos culturales como Reino Unido y Francia.

Además, Canadá tiene la mayor proporción del mundo de adultos en edad de trabajar que han tenido educación superior, 55% en comparación con un promedio de 35% en la OCDE.

Estudiantes migrantes
El éxito de Canadá en pruebas escolares también es muy inusual en comparación con otras tendencias internacionales.

Países con mejores desempeños a menudo son sociedades cohesionadas, compactas. Y el actual país con mejores logros, Singapur, ha sido visto como un modelo de progreso sistemático, con cada parte del sistema educativo integrado a una estrategia nacional general.

En cambio, Canadá no tiene ni siquiera un sistema nacional de educación, pues cada provincia es autónoma y tiene su propia estrategia.

También es difícil hacer un contraste entre una ciudad-Estado como es Singapur y una masa de tierra enorme y dispersa como Canadá, el segundo país más grande del mundo tras Rusia.

Al tratar de entender el éxito de Canadá en la educación, la OCDE encontró que el papel del gobierno federal es "limitado y a veces inexistente". Otro factor que pasa desapercibido es que Canadá tiene un alto nivel migrantes en su población escolar: más de un tercio de los adultos jóvenes del país vienen de familias en las que ambos padres son de otro país.

Los hijos de las recién llegadas familias migrantes parecen integrarse con la suficiente rapidez para tener el mismo alto nivel que sus compañeros de clase. Al hacer un análisis más cercano de los resultados de PISA, a nivel regional y no a nivel nacional, los logros de Canadá son aún más notables.

Si las provincias fueran evaluadas en las pruebas PISA como países separados, Alberta, Columbia Británica y Quebec estarían entre los cinco primeros lugares del mundo en ciencias, junto con Singapur y Japón y por encima de Finlandia y Hong Kong. Entonces, ¿cómo ha hecho Canadá para superar a muchos otros países en educación?

Andreas Schleicher, el director de educación de la OCDE, dice que en ese país "el gran tema unificador es la equidad". A pesar de las diferentes políticas en las distintas provincias, existe un compromiso común con crear las mismas oportunidades en la escuela. Se dice que hay un fuerte sentido de equidad e igualdad de acceso a la educación y esto se ve en el alto rendimiento académico de los niños migrantes.

  • 9 peculiaridades de los países con la mejor educación en el mundo

    Tres años después de su implantación, las pruebas PISA muestran que los niños migrantes tienen puntuaciones tan altas como el resto de sus compañeros. Esto hace de Canadá uno de los pocos países donde los niños con raíces extranjeras logran un nivel similar a los no inmigrantes.
    Otra característica distintiva es que
    los profesores de Canadá están bien pagados y convertirse en maestro es altamente selectivo.

    Igualdad de oportunidades El profesor David Booth, del Instituto de Ontario para Estudios en Educación de la Universidad de Toronto, destaca la "fuerte base de alfabetización" de Canadá. Se han hecho esfuerzos sistemáticos para mejorar la alfabetización, con personal bien capacitado, bibliotecas escolares y evaluaciones para identificar las escuelas o estudiantes con dificultades.

    John Jerrim, profesor del Instituto de Educación de la University College de Londres, dice el alto desempeño de Canadá refleja la reducida brecha socioeconómica que hay en el país.

    En lugar de ser un país de extremos, los resultados de Canadá muestran un promedio muy alto, con relativamente poca diferencia entre los estudiantes favorecidos y los desfavorecidos.

    En los más recientes resultados de PISA en ciencias, la diferencia en las puntuaciones causadas por las diferencias socioeconómicas fue del 9%, frente al 20% en Francia y 17% en Singapur.

    Es un sistema notablemente consistente. Así como hay poca diferencia entre estudiantes ricos y pobres, hay muy poca variación en los resultados entre las escuelas, en comparación con el promedio de los países desarrollados.

    En lugar de que los altos niveles de inmigración sean vistos como una amenaza a los resultados, el profesor Jerrim dice que es probable que esto sea parte de su historia de éxito.

    Los migrantes que llegan a Canadá, muchos de países como China, India y Pakistán, a menudo están bien educados y tienen deseos de ver a sus hijos cursando carreras profesionales.

    Jerrim dice que estas familias migrantes tienen "hambre" de éxito y sus altas expectativas tienen un impacto en la mejora de los resultados escolares de sus hijos. El profesor Booth coincide en que las altas expectativas de estas familias migrantes son un motor.

    "Muchas familias nuevas en Canadá quieren que sus hijos sobresalgan en la escuela y los estudiantes están motivados para aprender", consideró. Este año en particular ha sido extraordinario para la educación en Canadá.

    Las universidades están cosechando los beneficios del efecto Trump, con niveles récord de solicitudes de estudiantes extranjeros que ven a Canadá como una alternativa en Norteamérica.
    También el Global Teacher Prize, considerado el Nobel de la educación, fue obtenido por la canadiense Maggie MacDonnell, quien al recibir el premio apeló por la educación de estudiantes indígenas. Al celebrar su 150 aniversario, Canadá tiene para relucir su condición de superpotencia en educación.

    http://www.bbc.com/mundo/noticias-40808558
  • martes, 13 de diciembre de 2016

    PISA o la cesta de piedras

    Se acaban de hacer públicos los resultados de la sexta edición de las pruebas PISA (Programme for International Student Assessment). Todo el mundo sabe que PISA es una prueba estandarizada que se aplica de forma trienal a estudiantes de 15 años. La primera aplicación tuvo lugar en el año 2000. Se trata de un proyecto de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) que se ha convertido en un magnífico cesto de piedras para atizar a todo el que se ponga a tiro. Luego vuelvo a esta idea.

    PISA evalúa los resultados (no los procesos) obtenidos por los alumnos y las alumnas en tres áreas de conocimiento: ciencias, matemáticas y lectura. No aborda otras áreas del currículo como el arte, la música o la educación física y, por supuesto, nada relacionado con la esfera de las actitudes y los valores. ¿Para qué sirve PISA? Poco se puede deducir de dichas pruebas para la mejora del sistema educativo. Julio Carabaña, catedrático de sociología de la Universidad Complutense, ha publicado recientemente en la Editorial Catarata un libro titulado “La inutilidad de PISA para las escuelas”. A él me remito.

    Nos recuerda el autor que, desde su primera edición, PISA advierte de que lo que miden sus pruebas depende de la experiencia acumulada en toda la vida de los alumnos, desde su nacimiento. “Si un país puntúa más que otro no se puede inferir que sus escuelas son más efectivas, pues el aprendizaje comienza antes de la escuela y tiene lugar en una diversidad de contextos institucionales y extraescolares. Sin embargo, si un país puntúa mejor, puede concluirse que el impacto acumulativo de todas las experiencias de aprendizaje, desde la primera niñez hasta los catorce años, en la escuela y fuera de la escuela, ha producido resultados más deseables en ese país” (OCDE, 2001a: 26). Este texto se recoge idéntico en el apéndice sobre la muestra que hay en todos los informes PISA, y la misma advertencia se expresa repetidamente en otros lugares.

    Por tanto, para comparar sistemas educativos hay que diferenciar lo aportado a las puntuaciones PISA en cada país por la escuela de lo aportado por los demás factores, tanto naturales como sociales. Solo una vez aisladas estas aportaciones cabría compararlas entre sí y relacionar las diferencias entre las contribuciones con las instituciones y las políticas. Esto es muy difícil de hacer por dos razones. La primera es que no hay un método para aislar la influencia de la escuela; la segunda es que el número de países es siempre pequeño para los análisis estadísticos.

    Pero estos informes se han convertido en la Biblia para que, de manera dogmática, cada uno sitúe a las escuelas, a los legisladores, a los maestros o al sistema educativo, donde quiera ponerlo. Casi siempre en mal lugar. Para muchos ciudadanos no hay otro criterio de valoración. No podemos olvidar que se está comparando lo incomparable. No podemos olvidar que se hacen atribuciones completamente gratuitas dada la naturaleza de las pruebas, el número incontrolable de variables que intervienen en los resultados y las advertencias que nos hacen, como hemos visto, los autores de las mismas.

    PISA se ha convertido, decía más arriba, en un cesto de piedras para arrojar a quien se desee. Se tiran piedras de arriba hacia abajo sobre quienes están en puestos inferiores, se arrojan piedras de abajo hacia arriba culpando a los gobiernos de todos los males educativos, se lanzan piedras en horizontal contra el profesorado por parte de muchos padres, contra los padres por parte de los profesores, contra el alumnado por parte de quienes los consideran poco esforzados y capaces. Muchas piedras y poco compromiso de todos y cada uno para mejorar el sistema educativo. Ese es, a mi juicio, el problema de PISA.

    Porque PISA se ha convertido en un fin, no en un medio como debería ser. Tiene como finalidad, en último extremo, enseñar a tener mejores resultados en las pruebas PISA. Una pura tautología

    He firmado un manifiesto demandando la anulación de los contratos que los diversos gobiernos han suscrito con la OCDE. El manifiesto se apoya en cuatro razones. Respeto la redacción del texto.

    Político-educativa: los Ministerios de Educación tienen un limitado control de esta evaluación, teniendo como efecto una intensificación de la estandarización de procesos y mediciones. Progresivamente, organismos internacionales como la OCDE han impuesto transformaciones en las políticas educativas en el mundo, alineando los procesos educativos a una concepción limitada de progreso. Esta estandarización incluye la instalación o adaptación de las pruebas nacionales a un parámetro global a través de la presión ejercida por los rankings. Por otra parte, la estandarización ha impulsado la fuerte entrada de empresas privadas que han desplazado a los ministerios de educación, a las y los docentes, a sindicatos y escuelas de la conducción y perfeccionamiento docente han sido alineados a las evaluaciones estandarizadas. En definitiva, esta lógica reduce los procesos de enseñanza-aprendizaje que apuntan a un desarrollo integral y holístico, enraizado en una consciencia histórico-social crítica.

    Técnica: PISA promueve rankings de países en virtud de los resultados. Esta práctica busca neutralizar las enormes diferencias culturales, cosmovisiones y características lingüísticas propias de cada contexto nacional. Este factor implica que esta prueba no cumple con los más mínimos criterios de validez y confiabilidad.

    Pedagógica: el régimen de pruebas estandarizadas de alto impacto y los procesos que desencadenan han implicado una transformación radical del quehacer de nuestras escuelas. El estrechamiento curricular ha significado la eliminación de asignaturas como artes, música, filosofía e historia. El tiempo escolar se ha reestructurado para dar cabida al entrenamiento para tener éxito en estas pruebas. Cabe señalar que estas mediciones no son sometidas al arbitrio social ni pedagógico. Estas medidas no toman en cuenta los contextos sociales, ni la diversidad de valores y prácticas pedagógicas.

    Social y Psicológica: la medición PISA y sus variantes nacionales discriminan, presionan, y estigmatizan a regiones, países y pueblos en sus comparaciones. El control y la presión por obtener buenos puntajes recae finalmente en las comunidades de maestros y estudiantes, instalando un régimen de alto estrés que está destruyendo el clima escolar y estabilidad emocional de nuestras escuelas. La medición ha profundizado prácticas de exclusión y segregación en nuestras escuelas, despojando de su sentido el derecho a la educación.

    Los sistemas de evaluación deben estar enraizados en las comunidades, deben atender la complejidad, y deben promover una educación respetuosa de los derechos humanos y sociales. Solo de esta manera formamos ciudadanos y ciudadanas en plenitud.

    No hacen falta este tipo de pruebas para saber que es preciso mejorar la selección y formación de docentes y directivos, aminorar la ratio profesor-alumno, incrementar el presupuesto destinado a la educación, intensificar y enriquecer la participación de la familia…

    PISA aporta, eso sí, un pequeño beneficio: durante unos días todos y todas hablamos de educación. Con algunos chichones en la cabeza debidos a las pedradas, pero pensamos en la educación.

    Fuente:  http://blogs.opinionmalaga.com/eladarve/2016/12/10/pisa-o-la-cesta-de-piedras/
    Más:

    domingo, 10 de abril de 2016

    10 IDEAS FALSAS SOBRE FINLANDIA Y LA EDUCACIÓN


    Los finlandeses se guían por la filosofía de “menos es más”.

    FALSO: Finlandia es el país que más invierte en educación
    Finlandia destina el 11.2% de su gasto público a educación, desde la inicial a la superior, incluyendo a esta última (el Ministerio de Educación y Cultura se ocupa de todo el sistema). En los países de la OCDE el promedio es 12%. Países con rendimientos escolares muy inferiores a los de Finlandia, y sin educación gratuita, tienen presupuestos educativos mucho más altos.Toda la educación escolar se ofrece de manera gratuita, incluyendo transporte y provisión de un almuerzo diario a todos los estudiantes (en la educación secundaria superior los textos no son gratuitos). – OECD, Education at a Glance 2015 (datos de 2012).

    FALSO: El secreto está en más tiempo escolar
    Finlandia es el país de la OCDE con menos tiempo dedicado a la educación escolar. Calendario de 180 días, jornadas diarias cortas, menos horas de clase, menos deberes. Un profesor enseña en promedio 600 horas por año, 4 horas diarias o menos. (Un profesor en EE.UU. enseña 1.080 horas al año, 5 ó 6 clases diarias). La escolarización se inicia a los 7 años de edad. Hasta entonces, la prioridad es el juego. Se prefiere menos tiempo de clase, más recreos y más largos (75 minutos de recreo en total). La hora de la comida debe ser pausada, placentera, sin prisa.

    Finlandia es el país que menos deberes envía, según la OCDE. Pocos deberes, más tiempo libre para jugar, hacer actividad física, aprender fuera de la escuela, estar con la familia y los amigos.

    FALSO: Se usa mucha tecnología para la enseñanza y el aprendizaje
    El sistema educativo finlandés confía fundamentalmente en las capacidades y la experticia de los profesores. La fortaleza de la educación finlandesa está en la pedagogía, no en la tecnología. Las tecnologías están al servicio de la pedagogía, no al revés. Finlandia está de vuelta de muchos espejismos creados por la tecnología en las últimas décadas. Ratifica la importancia de escribir a mano y de leer en papel, de no sucumbir al teclado y a las pantallas. Las TIC no están confinadas en laboratorios informáticos. Están incorporadas a las aulas y a otros espacios de aprendizaje dentro de los planteles escolares.

    FALSO: Hay una gran infraestructura escolar
    En los últimos años se han construido unos pocos edificios nuevos, de arquitectura moderna e innovadora. El grueso de los edificios escolares tiene muchos años, está bien mantenido y se le hace adecuaciones constantes. La clave está en la organización y el uso del espacio, en la creación de un ambiente estimulante, distendido e informal de aprendizaje. Todo apunta a generar colaboración, trabajo en grupo y entre pares, dentro y fuera de las aulas. Los grupos son pequeños (máximo 20 alumnos por clase) a fin de facilitar la interacción y la enseñanza personalizada. Se insiste en esto sobre todo para los primeros grados.

    FALSO: Se selecciona a “los mejores alumnos” para la docencia
    “Los mejores” no son necesariamente los que tienen mejores calificaciones o más títulos. En la selección de “los futuros mejores profesores” se valora la motivación, la actitud hacia el aprendizaje permanente, el amor por la lectura, el pensamiento crítico, la creatividad, las habilidades artísticas y de comunicación, el conocimiento de idiomas, valores como la empatía, la perseverancia y el compromiso social.

    FALSO: Finlandia es la que mejor paga a sus profesores
    Los profesores en Finlandia ganan 5 puntos porcentuales menos que el promedio en los países de la OCDE. La clave de su buen desempeño no es el incentivo económico. Hay otros factores que explican su gran motivación por la enseñanza y su profesionalismo. Los profesores finlandeses son cuidadosamente elegidos, formados con altos estándares de calidad y socialmente respetados. Gozan de gran autonomía en su trabajo. La sociedad confía en ellos. Tienen un sentido de valía y realización personal.

    FALSO: Los profesores no están sindicados
    El 95% de los profesores finlandeses están sindicados. El sindicato docente (OAJ) es fuerte y es un actor fundamental de la educación y de la reforma educativa. Tiene 120.400 miembros e integra todos los niveles del sistema, desde profesores de educación inicial hasta profesores de educación superior.

    FALSO: Finlandia aplica pruebas estandarizadas
    Finlandia no cree en las pruebas estandarizadas y las rehuye. Solo aplica una prueba estandarizada a los estudiantes después de los 16 años de edad. La preocupación principal del sistema escolar es el aprendizaje, no los puntajes. Enseñar para aprender, no para sacar buenas calificaciones. Menos tiempo dedicado a pruebas, más tiempo dedicado al aprendizaje. No existe un sistema de evaluación docente. A los profesores no se les aplica ninguna prueba estandarizada.

    FALSO: Finlandia establece y publica rankings escolares
    Finlandia fomenta la colaboración, no la competencia entre alumnos, entre profesores, entre escuelas. Consecuentemente, evita los rankings. No publica resultados de aprendizaje ni a nivel de las escuelas ni a nivel de la educación superior. El objetivo de Finlandia nunca ha sido ser el mejor sistema educativo del mundo, ni siquiera de Europa; solo ser el mejor sistema que pueda ser para los estudiantes finlandeses.

    FALSO: Finlandia está satisfecha con su sistema educativo y sus resultados de aprendizaje
    Pese a su buen desempeño en PISA y a sus altos indicadores en muchos ámbitos económicos, sociales y culturales, Finlandia está siempre insatisfecha, buscando mejorar la educación para hacerla más pertinente y significativa para los alumnos. Actualmente está avanzando en una reforma curricular integral de la educación básica, revisando el uso de las tecnologías en la educación y repensando la educación inicial.
    Rosa María Torres.
    Publicado originalmente en
    http://otra-educacion.blogspot.com/2016/02/10-ideas-falsas-sobre-Finlandia-y-la-educacion.html

    (Foto de Rosa Peña: Primavera en mi barrio. Rivermark. Santa Clara. California)

    domingo, 14 de febrero de 2016

    El retrato robot del estudiante con menos opciones de futuro. Los alumnos con menos recursos tienen una probabilidad tres veces mayor de quedar rezagados.

    Uno de cada 10 estudiantes españoles de 15 años no alcanza un nivel básico de conocimiento. En la definición de la OCDE eso significa que no es capaz de hacer un razonamiento complejo y que, de adulto, no podrá afrontar problemas habituales de la vida moderna. Son 42.000 alumnos con un nivel insuficiente en tres materias (matemáticas, lectura y ciencias), según el último informe de la este organismo internacional, Estudiantes de bajo rendimiento: por qué se quedan atrás y como ayudarles a tener éxito, presentado este miércoles y elaborado con resultados de la evaluación PISA de 2012. La organización económica pide a los gobiernos "hacer del bajo rendimiento una prioridad educativa" y dedicarle "recursos adicionales" que en el caso de España han ido desapareciendo progresivamente durante la crisis.

    La riqueza de la familia, lo que más influye
    "Lo más importante es la renta familiar", explica Alfonso Echazarra, analista de la OCDE. Es el principal factor en España y en el resto de países. Los estudiantes más pobres tienen una probabilidad tres veces mayor de quedar rezagados que el resto.

    “Hay alumnos que en casa no tienen una habitación para estudiar, que pasan mucho frío porque no tienen calefacción. Son problemas que van más allá de la escuela, pero que son reales como la vida misma”, considera Charo de la Paz, docente jubilada con 38 años de experiencia como profesora y directora del instituto Arturo Soria (Madrid), al que llama “la pequeña ONU”, por la variedad de nacionalidades y etnias de sus chicos. “Para solucionar esto hay que aplicar programas de refuerzo e invertir dinero en ellos. La política educativa debe ir de la mano de otras como la sanitaria o la de servicios sociales que mejoren la calidad de vida de las familias”, añade De la Paz.

    La OCDE pide "recursos adicionales" que España recortó
    Igual que esta docente con décadas de experiencia, la OCDE recomienda a los países convertir el bajo rendimiento en una prioridad educativa y dar “recursos adicionales” que identifiquen a los estudiantes más regazados, con una estrategia “adecuada” y programas de refuerzo especiales para los estudiantes de origen inmigrante. ¿Qué ha ocurrido en España? “Los programas de diversificación son las víctimas fáciles de los recortes”, explica Jaime Rivière, profesor de Sociología de la Universidad de Salamanca. “La cuestión clara que la OCDE no puede decir es que muchas veces las medidas más eficaces cuestan dinero. Identificar a los estudiantes de bajo rendimiento y diseñar una estrategia adecuada a su perfil es en lo primero en lo que se recortó”, añade.

    El Ministerio de Educación redujo en 2016 su partida para educación compensatoria, destinada a garantizar la equidad, un 2,6% hasta 5,11 millones de euros. Esta partida perdió casi el 90% de sus fondos en los presupuestos de 2015, cuando se recortaron 48 millones al dinero destinado a la “compensación de las desigualdades” y a activar acciones que contribuyan a prevenir las derivadas “de factores sociales, económicos, culturales, geográficos, étnicos o de cualquier otro tipo”.
    sigue
    http://politica.elpais.com/politica/2016/02/09/actualidad/1455051420_102281.html

    viernes, 10 de julio de 2015

    PISA: ese “negocio” que no sirve para mejorar el sistema educativo

    Enrique Javier Díez Gutiérrez

    Julio Carabaña, uno de los sociólogos de la educación más reputado, ha publicado recientemente la investigación “La inutilidad de PISA para las escuelas”, donde demuestra sólidamente que este programa de evaluación internacional carece de valor para ayudar a mejorar la enseñanza en las aulas y el funcionamiento de las escuelas.

    “PISA carece completamente de valor como guía para mejorar la enseñanza a nivel de escuelas y de países, y por tanto de utilidad para los docentes y para los políticos”. Así de contundente se muestra Carabaña, ante la constatación de que las pruebas de este examen miden capacidades muy generales. Capacidades que dependen de la experiencia acumulada en toda la vida del alumnado, desde su nacimiento. Por lo que, como incluso reconoce PISA en sus propias textos “si un país puntúa más que otro no se puede inferir que sus escuelas sean más efectivas, pues el aprendizaje comienza antes de la escuela y tiene lugar en una diversidad de contextos institucionales y extraescolares”.

    De ahí la inadmisible pretensión de la OCDE que busca utilizar PISA para “llevar las políticas educativas en una dirección determinada”. No sólo porque las capacidades que mide PISA dependen poco o nada de las escuelas, sino porque ni siquiera dependen de los cambios pedagógicos y políticos que PISA propone. “Este fallo fatal inutiliza completamente a PISA para su objetivo principal, ayudar a la mejora de las escuelas y los sistemas educativos”, afirma este especialista. “No se trata de un fallo secundario o accidental, sino de un fallo esencia, fatal, que convierte PISA primero en un fracaso y, con el tiempo, en un fraude”.

    Entonces por qué se sigue utilizando y dando publicidad. El éxito mediático y político de PISA se debe a que los resultados se publican en forma de ranking o clasificación mundial y un sector de políticos los utilizan para justificar sus reformas y atacar las de sus contrarios.

    Un total de 83 grandes expertos internacionales en educación enviaron una carta al director del programa PISA, expresando su preocupación por la cada vez mayor influencia que empieza a tener en las prácticas educativas en muchos países. Como resultado de PISA, los países están reformando sus sistemas educativos, buscando soluciones a corto plazo, con la esperanza de mejorar en el ranking, pese a que la investigación muestra que los cambios duraderos en las prácticas educativas necesitan décadas. Además, explican, al centrarse en un reducido conjunto de aspectos susceptibles de ser “medidos”, PISA distrae la atención de los objetivos educativos menos susceptibles o imposibles de ser medidos, tales como el desarrollo físico, moral, cívico o artístico, reduciendo peligrosamente de este modo nuestra imaginación colectiva en torno a lo que es o debería ser la educación.

    Otro de los aspectos críticos que apuntan estos expertos es que, en tanto que la OCDE es un organismo económico -a diferencia de la UNESCO o UNICEF-, está naturalmente sesgada a favor del papel económico de las escuelas. Pero preparar a los estudiantes para el empleo no es la única -ni siquiera la más importante- meta de la educación pública. Señalan también que la OCDE se ha aliado para ello con compañías multinacionales con fines de lucro listas para obtener beneficios financieros de los problemas -reales o percibidos- que muestre PISA.

    La editorial británica Pearson, la multinacional educativa más grande del mundo, dueña además de Financial Times y The Economist, logró el contrato para los exámenes de PISA 2015, que pagan los ministerios de Educación, y la exclusiva para la creación de la plataforma digital que los sustenta. Pearson no solo redacta los exámenes, también los corrige y aporta las herramientas informáticas para analizarlos. Según el académico canadiense Donald Gutstein, Pearson utiliza PISA como cabeza de puente para manejar los hilos de la educación mundial. Es un plan ambicioso para comercializar sus productos y servicios.

    Sus críticos se preguntan por qué una empresa privada y con ánimo de lucro tiene tanta influencia en el sistema educativo público. Diane Ravitch, profesora de Educación de la Universidad de Nueva York, considera que estamos ante “la irrupción de big data [grandes datos] en las escuelas”. Es una fórmula empresarial para desarrollar apps, vender datos de estudiantes y hacer dinero, afirma. De hecho, el capital riesgo ya se ha fijado en este mercado y está entrando a manos llenas en compañías digitales de creación y evaluación de exámenes.

    Finalmente, estos especialistas, apuntan que el régimen de PISA, con su ciclo continuo de medición global, está haciendo daño al alumnado y empobreciendo la educación, aumentando aún más el ya alto nivel de estrés en las escuelas, con una presión constante por el rendimiento, lo que pone en peligro el bienestar de los estudiantes y de los docentes. Alertando que esta dinámica supone un riesgo real de matar el placer de aprender, transformando el deseo de aprender en afán de aprobar.

    Terminan denunciando que una institución como la OCDE se haya convertido en el árbitro global de los medios y fines de la educación en el mundo, asumiendo el poder de configurar la política educativa mundial, sin debate acerca de la necesidad o de las limitaciones de las metas de esta institución económica. Como plantea el Dr. Hugh Morrison, matemático de la Universidad Queen de Belfast en Irlanda del Norte, o el célebre Dr. Yong Zhao: “Es absolutamente impactante y vergonzoso ver a algunas personas, por lo demás racionales y bien educadas, creer que tres puntuaciones de las pruebas de PISA muestran la calidad de sus sistemas educativos, la eficacia de su profesorado, la capacidad de su estudiantes, y la futura prosperidad de la sociedad”.

    Debemos reconsiderar este tipo de pruebas y asumir la evaluación como un proceso integral orientado a producir información, contextualizada social y culturalmente, para mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje. La evaluación es parte constitutiva del proceso formativo en las instituciones educativas y una herramienta para reconocer sus avances y dificultades. La evaluación permite identificar los múltiples factores y actores que inciden en ese proceso y diseñar políticas y estrategias orientadas a mejorar las prácticas pedagógicas con un sentido formativo y no culpabilizador de escuelas, docentes y estudiantes. Por eso, la política educativa no se puede extraer de una prueba como PISA. Como toda política se ha de definir mediante un debate democrático en el que la comunidad educativa ha de tener el protagonismo.

    Enrique Javier Díez Gutiérrez. Profesor de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de León y Coordinador del Área Federal de Educación de IU

    miércoles, 25 de marzo de 2015

    Lo que nos cuesta PISA

    Sin medias tintas: la de dios. Reconozcámoslo. Esto de jugar a ver quién es el más guapo de la lista no es lo nuestro. Después de quince años de pruebas, primeras planas y zarandajas educativas varias, la escalada aún nos produce vértigo a mitad de la montaña. Y si seguimos poco más o menos igual es porque somos así de idiotas.

    Hace unos días me dio por satisfacer cierta curiosidad que inexplicablemente parece no ser digna de recibir cobertura en los medios de comunicación, y en lugar de dedicar mi tiempo libre a ver en youtube las hazañas de un gato tocando el piano, entré en varias páginas inusitadamente lúdicas como la del BOE y la del portal de transparencia. Escribí en sus buscadores: “PISA”. Tela marinera. El chorreo empieza allá por 1999, y pude confirmar que no tengo madera de investigador ya que paré de contar en los tres millones y pico. Que no es poco. Ahora, como la cosa ya anda boyante y no queda ni una sola aula sin calefacción, ni un solo niño recibiendo clase en barracones, ni un solo grupo que supere una ratio ya de por sí elevada en muchos casos, como ya tenemos dinerín para repartir en comedores escolares, para proveer de ordenadores, proyectores y pizarras digitales a todos los centros y para enviar a profesores sustitutos sin que los alumnos tengan que esperar quince días, entonces, venga, ya podemos tirar la casa por la ventana: entre pruebas piloto, estudios, traducciones y demás, ya se han adjudicado contratos por la friolera de 665.303 euros [1]. A mí que me lo expliquen. Y supongo que a esta menudencia hay que añadir el coste de las pruebas. Pero qué esplendidos somos, caray. Cómo se nota que somos españoles. Vamos al bar, no tenemos un puto duro, pero aun así “ponle una caña, que invito yo”. Y todo para que luego los estudiantes, ni chicha ni limonada. Pero que no se preocupen. Chavales, ante todo mucha calma. De estudiar nada, recordad que Lazarillo era un pura sangre, cristiano viejo castellano. A papá y a mamá les vamos a contar cualquier película. Por ejemplo, que el uso del modelo estadístico utilizado para realizar las comparativas entre los países ha sido criticado por matemáticos y estadistas (entre ellos un tipo al que llaman Svend Kreiner, profesor de la Universidad de Copenhague y discípulo del creador del sistema matemático en el que se basa) [2]. Además, resulta que cada país tiene sus propias pruebas, con sus propias preguntas y con grados variables de dificultad, aspecto que muchos expertos, entre ellos el danés de antes, consideran una prueba taxativa de la invalidez de las comparativas entre países. Por otro lado, ya en el plano pedagógico, convendría asumir que una evaluación sobre el grado de preparación del alumnado para la vida adulta, tal como define las pruebas la OCDE, hecha en base a unos criterios férreos y uniformes que obvian diferencias culturales, sociales y económicas, no parece que sea la más idónea si damos por hecho que un habitante de la tundra siberiana, un aymara del altiplano andino, un paisano castellano o un vecino de la Quinta Avenida neoyorquina no precisan de la misma preparación para esa vida adulta. Asimismo, sería interesante reconocer que para el futuro de muchos de estos estudiantes serán infinitamente más importantes aspectos sobre los que no se evalúa como el conocimiento de la historia, de la biología, de la música, la capacidad de reflexionar, el autoconocimiento, la creatividad o la ética aplicada [3]. Y, finalmente, quizás deberíamos dar el significado que se merece a que sea un organismo de carácter económico como la OCDE quien ha montado todo el tinglado, y no alguno vinculado al ámbito educativo como la UNESCO.

    Entonces, siendo objetivos, de juicio equilibrado, y presuponiendo las mismas buenas intenciones tanto a los que vienen trabajando en PISA como a sus detractores, si damos por factible alguno de los planteamientos anteriores no cabrá más que concluir que somos idiotas. Sí, lo somos. Pero no por continuar, impotentes, sin avanzar. Pírrico esfuerzo. No. Somos idiotas por no pararnos en mitad de la subida, por no detenernos a coger aire, tranquilos; porque nos obcecamos en proteger el caro y vano orgullo –se juega esa baza– en lugar de abrigar el sabio sosiego y tomarnos nuestro tiempo para contemplar el panorama desde la ladera de la montaña. Y reflexionar. Nadie nos obliga. La prueba no tiene implicación académica. ¿Por qué tratamos de subir? ¿Por qué querer alcanzar la cumbre? Millones de euros, noticias sensacionalistas en medios que no se preocupan de informar de lo que realmente nos cuestan las pruebas y planes educativos condicionados por los resultados de marras. Y parece que arriba hay poco más que un vertedero de incertidumbres. [4]

    El desglose es el siguiente:
    Servicio de aplicación de cuestionarios y pruebas de rendimiento, así como de corrección y codificación de resultados para el estudio piloto del proyecto PISA para centros educativos de la OCDE.

    Fecha de formalización del contrato: 25 de noviembre de 2013.
    Contratista: IMOP ENCUESTAS, S.A.
    Importe o canon de adjudicación: Importe neto: 340.000,00 euros. Importe total: 411.400,00 euros.
    Aplicación de cuestionarios y pruebas de rendimiento, así como de codificación de resultados, para el estudio piloto del proyecto PISA 2015 de la OCDE.
    Fecha de formalización del contrato:16 de junio de 2014
    Contratistas: IKERTALDE Grupo Consultor, S.A., IMOP ENCUESTAS, S.A., TYPSA, ESTADÍSTICA Y SERVICIOS, S.L.
    Importe o canon de adjudicación:
    Importe neto: 39.600,00 euros. Importe total: 47.916,00 euros (IKERTALDE Grupo Consultor, S.A.). Importe neto: 56.000,00 euros.
    Importe total: 67.760,00 euros (IMOP ENCUESTAS, S.A.).
    Importe neto: 50.185,00 euros.
    Importe total: 60.723,85 euros (TYPSA, ESTADÍSTICA Y SERVICIOS, S.L.).

    Análisis de datos y elaboración de informes para el estudio piloto del proyecto PISA para Centros Educativos de la OCDE.
    Fecha del Acuerdo: 27 de junio de 2014
    Contratista: 2E Estudios, Evaluaciones e Investigación, S.L.
    Importe neto: 45.000 euros. Importe total: 54.450 euros.
    Traducción español-inglés vol. II PISA Competencia Financiera y TALIS-PISA-LINK

    Fecha del Acuerdo: 30 de junio de 2014
    Contratista: F. d. B. G. T.
    Importe neto: 4953,24 euros. Importe total: 5.993,42 euros.
    Curso masivo abierto en línea:”Preguntas de PISA y TIMSS: una práctica para el aula”.

    Fecha del Acuerdo: 27 de octubre de 2014
    Contratista: A. M. R. L.
    Importe neto:14.100 euros. Importe total: 17.061 euros.
    A estas cuantías hay que sumar las millonarias concesiones realizadas desde la OCDE a través de los impuestos comunitarios. Este año se han llevado la palma ETS, que desarrolla la plataforma digital, y la multinacional Pearson, que se ocupa de elaborar el marco conceptual de las pruebas. El 25 de septiembre de 2013 The Guardian publicaba un artículo en el que se cuestionaba la creciente influencia de la empresa en las políticas educativas: “Should Pearson, a giant multinational, be influencing our education policy?”. A modo de ejemplo decir que en 2011 la empresa obtuvo un contrato de 32 millones de dólares para llevar a cabo los exámenes de las escuelas públicas de Nueva York. La editorial fue condenada a pagar 7´5 millones de dólares tras una investigación llevada a cabo por el fiscal de dicha ciudad en la que se revelaban confluencias entre los intereses de la compañía y los estudios publicados por fundaciones supuestamente sin ánimo de lucro vinculadas a la empresa.

    La revista británica especializada en educación TES publicaba el 27 de diciembre de 2014 un reportaje, “Is Pisa fundamentally flawed?”, en el que se cuestionaba la validez del modelo estadístico de Rasch, del que se sirve la OCDE para realizar la comparativa entre los distintos países. Uno de estos críticos es el profesor Svend Kreiner, que destaca su errónea aplicación. Este y otros aspectos son señalados en una carta abierta firmada por 83 expertos, padres, profesores, pedagogos y sociólogos, dirigida a Andreas Schleicher, director del PISA, publicada en The Guardian el 6 de mayo de 2014:
    http://www.theguardian.com/education/2014/may/06/oecd-pisa-tests-damaging-education-academics.

    A pesar de todo, la importancia de los resultados, real o figurada, se impone en medios de comunicación y políticas educativas. Sería interesante un estudio en profundidad desde el punto de vista tanto diacrónico como sincrónico, si bien muchos profesionales manifiestan que al menos en los últimos años las políticas educativas españolas no han perdido de vista las pruebas PISA. Resulta paradójico que no haya dinero para numerosos aspectos básicos pero sí lo hay para seducir a los centros educativos con el objetivo de que se integren en algún llamado Plan de mejora educativa, en los que se hacen referencias explícitas a la mejora de resultados en las “pruebas externas”. La misma ley LOMCE también deja claro, mediante alusiones a PISA en su preámbulo, que la escalada en la lista es algo muy importante. Si bien hemos visto que la eficacia de los informes es un aspecto enormemente controvertido, por el contrario, todo el mundo está de acuerdo en que los mismos sí que sirven para engordar el argumentario caprichoso del político de turno que quiere dejar su impronta en el sistema educativo: “el sistema actual no permite progresar hacia una mejora de la calidad educativa, como ponen en evidencia los resultados obtenidos por los alumnos y alumnas en las pruebas de evaluación internacionales como PISA” (LOMCE). Lo que no deja de llamar la atención es que el personal continúe manteniendo una cortés disposición a realizar la prueba aun no teniendo implicaciones académicas.

    Enlaces de interés:
    http://www.oecd.org/pisa/pisaenespaol.htm
    http://blog.educalab.es/inee/tag/pisa/
    Traducción de la carta enviada a The Guardian:
    http://otra-educacion.blogspot.com.es/2014/05/articulos-sobre-pisa-articles-on-pisa.html

    http://www.finanzas.com/xl-semanal/magazine/20140427/oculta-informe-pisa-7150.html
    http://www.xarxatic.com/los-numeros-de-pisa/ y más…..
    ¿Por qué los PISA no son una herramienta adecuada de medición?: https://elgastoeducativodominicano.wordpress.com/2012/02/09/414/
    Las tiranías del informe PISA: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/05/08/actualidad/1399578636_483607.html
    Fuente: Blog del autor: https://infamiasficcionesycandela.wordpress.com/

    Unas de las personalidades más influyentes del mundo en el ámbito de la educación, Richard Gerver, considera que "lo más dañino en la historia de la educación" es el Informe Pisa, elaborado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y que evalúa el rendimiento académico en cerca de cien países de los cinco continentes.

    "Pisa es muy peligroso; nos da datos sobre el desarrollo académico y los gobernantes utilizan mal esos datos y se obsesionan: piensan que la educación es como el fútbol y todos quieren ser el Real Madrid o el Barcelona, cuando ni los niños son máquinas, ni nosotros estamos jugando al fútbol", ha dicho en una entrevista con Efe.

    Ha resaltado que la propia OCDE ha publicado otro informe en el que se indica que los países "obsesionados" en los exámenes formales, como Pisa, presentan más dificultades para que la gente joven encuentre trabajo, por lo que ha insistido en que "si se pone la atención en Pisa, los niños serán cada vez menos capaces de trabajar en el mundo real".

    Educación y política
    Richard Gerver (Londres, 1969), quien se encuentra en Bilbao para participar en el ciclo de conferencias sobre innovación educativa Eventos Savia organizado por la editorial SM, ha apuntado que a los políticos no les importa el futuro a largo plazo de los alumnos porque viven "enfocados" a las elecciones que se celebran cada cuatro o cinco años, y por ello definen sistemas educativos a corto plazo.

    Sobre el continúo cambio de leyes educativas en España ha resaltado que es un hecho "típico y no único" de este país, y ha puesto como ejemplo de buenas prácticas a Finlandia, donde la educación "no está dirigida" por políticos.

    "En España, al igual que en otros países, hay una gran diferencia entre lo que se hace y lo que se debería hacer cuando se emprende una reforma educativa: se construye sobre ideas e iniciativas que ya existen y esta manera de legislar complica más el sistema, confunde a los profesores, aburre a los niños, los padres no saben qué esperar del colegio y las empresas no encuentran las destrezas necesarias en los futuros trabajadores", ha reflexionado.

    Preparar a los alumnos para la vida
    El camino adecuado, según ha apuntado, consiste en definir un nuevo sistema entre todos los agentes implicados, porque resulta "frustrante" que, al final, se prepare a los alumnos "para un mundo que ya no existe".

    Ha citado como ejemplo los exámenes, que ha definido como "herramientas importantes" para evaluar, pero que se transforman en un "problema" cuando se convierten en un fin en sí mismo, porque la educación "no consiste en preparar a alumnos para aprobar exámenes sino prepararlos para la vida".

    "Las universidades y el mundo laboral buscan jóvenes que piensen por sí mismos, que puedan romper las reglas y encontrar sus propios patrones, no a jóvenes capaces de hacer cien exámenes", ha dicho.

    Una tarea ingente de deberes para hacer en casa, en su forma tradicional, tampoco tiene sentido, según Gerver, y únicamente consiguen "aburrir" al alumno y hacer que cada vez se implique menos en su propio aprendizaje.

    "No he encontrado un solo informe que pruebe que los deberes tienen un impacto significativo en el desarrollo de los niños", ha precisado, aunque ha añadido que el trabajo en casa puede ser "maravilloso" cuando el alumno quiere saber más de lo aprendido en el colegio porque le "ha capturado el aprendizaje".

    También ha aludido al papel de los profesores en el aula y les ha desafiado a "comportarse como profesionales, resolver los problemas sin esperar a que les políticos les den permiso y les digan cómo hacer su trabajo".

    Ha recordado a este colectivo que la educación "no consiste solo en transmitir información al alumno, sino que hay que conseguir que los alumnos sean conscientes de su propio aprendizaje, y para lograrlo no se requiere una legislación política sino destrezas pedagógicas, pasión y creatividad".

    Nuevas tecnologías
    En este punto se ha referido a la introducción de las nuevas tecnologías en el aula y tras recalcar que se trata solo de una herramienta y "no de una respuesta", ha mantenido que la educación necesita de una "alta interacción entre los seres humanos".

    "No solo por usar el ipad en clase se crea un sistema educativo; un buen profesor puede enseñar con nada, igual ahora que hace cincuenta años", ha indicado.

    En relación con el alto de índice de abandono escolar en España, Gerver ha recordado que los expertos dicen que la persona nace con ganas de aprender, por lo que la pregunta sería "¿qué ocurre con ese amor por el aprendizaje?. Normalmente, lo que ha pasado es que ese niño ha estado en su pupitre y ha escuchado una hora tras otra a un profesor hablando; el ser humano no aprende así".

    Gerver no es un teórico de la educación, según ha enfatizado él mismo, sino que habla con base en la experiencia y en la evidencia ya que en dos años convirtió un colegio inglés con un índice alto de fracaso escolar en un centro innovador en el que "los alumnos hacían cola para entrar todos los días".
    http://www.diariovasco.com/sociedad/educacion/201503/09/informe-pisa-danino-historia-20150309142312.html?ns_campaign=WC_MS&ns_source=BT&ns_linkname=Scroll&ns_fee=0&ns_mchannel=FB

    jueves, 5 de junio de 2014

    España figura a la cabeza de la UE en privatización de la escuela. Es el segundo país, tras Bélgica, con menos alumnos en aulas públicas

    El capital privado avanza de forma moderada en los sistemas educativos


    Hay un debate que no ha centrado la campaña de las elecciones del 25-M y que influye, sin embargo, en el tipo de educación que reciben los jóvenes europeos: ¿en manos de quién está la enseñanza? En la respuesta a esa pregunta, España se aparta de sus colegas de la UE. Es el segundo país con más alumnos en aulas concertadas (privadas subvencionadas) o completamente privadas, solo tras Bélgica, y se sitúa hasta 22 puntos por encima de la media —en el caso de primaria— en el porcentaje de estudiantes que se educan en centros bajo una gestión o capital privados. La privatización, aunque minoritaria en Europa salvo excepciones, como España, ha avanzado en la última década, y un temor inquieta a los sindicatos europeos: la educación, alertan, puede no quedar excluida del futuro Tratado de Libre Comercio entre la UE y Estados Unidos, que se negocia con poca publicidad. La Confederación Europea de Sindicatos (ETUC, por sus siglas en inglés) reclama la “salvaguarda” de la educación de esos “intentos liberalizadores”. Les preocupa que se abra (más) la mano al negocio con el servicio público. A otros no les parece una mala idea.

    Un 32% de los alumnos españoles de primaria aprenden en la escuela concertada o privada (un 68% en la pública), un porcentaje que baja ligeramente en secundaria, bachillerato y FP (ver gráfico), según los últimos datos de la OCDE, de 2011. La controversia sobre el modelo educativo ha vuelto a ponerse encima de la mesa en España, después de que el Gobierno de la Comunidad de Madrid, del PP,  impusiera en abril en dos municipios (Parla y Rivas) los primeros colegios concertados religiosos, pese a la oposición de sus Ayuntamientos, en manos del PSOE e IU, respectivamente.

    Lo cierto es que, en la media de los países europeos, los escolares cursan primaria muy mayoritariamente en la enseñanza pública (un 90%, frente a un 10% en las otras opciones) al igual que en secundaria. Bélgica y España se desmarcan de esa tendencia, junto con Holanda, que también ha tenido una fuerte tradición histórica de educación privada concertada.La OCDE precisa que sus datos sobre este país están en desarrollo y hay que remontarse a 2004 para encontrar una estadística de Eurostat que sitúa el peso de la concertada en algo más del 70%. En la no obligatoria, a partir de bachillerato, la proporción de privada en la media de la UE resulta algo mayor (17%), pero, en todo caso, los estudiantes en aulas públicas no bajan del 80%. ¿Por qué España es diferente?

    “En los años ochenta, el régimen de conciertos se entiende como una apuesta por la universalización de la educación, porque no había oferta suficiente. Muchos pensaron que era algo coyuntural, pero con el paso de los años tanto los Gobiernos del PP como del PSOE han seguido apostando por este modelo”, apunta Antonio Olmedo, profesor de Política Educativa de la Universidad de Roehampton (Londres) y del Instituto de Educación londinense.

    El Ejecutivo socialista reguló entonces los conciertos para ordenar las subvenciones que desde los sesenta venía recibiendo la Iglesia para crear colegios. La libertad de los padres para elegir la educación de sus hijos, recogida en la Constitución, ha sido, por otro lado, esgrimida siempre por los conservadores para defender a las escuelas católicas.

    La Iglesia ha estado históricamente detrás de la educación concertada y privada de España —también en el caso de Bélgica, donde la fuerte influencia eclesial y el apoyo de las fuerzas políticas liberales a la educación privada explican su tradicional apuesta por este modelo—, pero hace algunos años grandes fondos de inversión han entrado a aprovechar parte del pastel. “Como Dinamia, con más de 5.000 alumnos en sus colegios Laude”, señala Olmedo, quien también cita a Cognita, “el mayor grupo británico de educación privada, que tiene el respaldo de la familia propietaria de la cadena de ropa C&A”.

    “Nosotros no estamos en contra de la concertada o la privada, pero sí de que se privatice lo público para beneficiar a algunos”, arguye Sergio Gutiérrez, eurodiputado socialista. El PP no ha atendido a este periódico por problemas de agenda de sus europarlamentarios, pero los Cuadernos de Pensamiento Político de la fundación FAES, su laboratorio de ideas, defienden las alternativas a la pública. “Los centros de iniciativa privada han demostrado tener más demanda que los centros públicos, son más baratos para el contribuyente y en promedio ofrecen una mejor calidad de la enseñanza”, dice uno de sus artículos.

    ...Jorge Calero, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona. “No podemos decir que haya una ola general privatizadora en Europa, pero en algunos países sí hay una ofensiva en ese sentido, como en Reino Unido y Suecia”, apostilla este experto.

    De los dos casos citados por este catedrático, el de Suecia resulta especialmente llamativo. La privatización de la escuela monopoliza el debate político de cara a las elecciones generales del próximo septiembre. “Es la conversación favorita de los profesores a la hora del café, sobre todo por cómo ha bajado el nivel de los estudiantes que llegan a la universidad, especialmente en matemáticas”, confiesa el profesor de Pedagogía de la Universidad sueca de Boras Ramón Garrote.

    Un Gobierno liberal conservador introdujo en los noventa las escuelas privadas financiadas con dinero público. En la última década, el país nórdico ha pasado de tener solo un 2,6% de alumnos en educación concertada en bachillerato a un 17%. Y la evolución de los resultados de Suecia en PISA resulta significativa: el batacazo ha sido considerable. En 2000, Suecia obtenía resultados en matemáticas, lectura y ciencias por encima de la media de la OCDE (y de España). En el último examen internacional, el de 2012, ha perdido 34 puntos en matemáticas, 27 puntos en ciencias y 23 en lectura, de forma que el país nórdico ha pasado a quedar por debajo de la media en todas las disciplinas, e incluso de España, que le ha sacado ocho puntos en matemáticas, 11 en ciencias y cinco en lectura.

    “No creo que la privatización esté relacionada con los resultados de Suecia en PISA”, asegura Ulf P. Lundgren, exdirector de la Agencia Nacional de Educación sueca. A la hora de evaluar la reforma que permitió la gestión privada de los colegios, Lundgren no obvia, sin embargo, que “han aumentado las diferencias entre las escuelas”, que “los centros independientes tienen profesores peor formados que los del sistema público” , y que hay “casos en los que el propietario ha hecho fortuna con los impuestos de los ciudadanos y otros en los que los colegios han tenido problemas financieros y han cerrado, provocando una pérdida de un año de estudio a los alumnos”, según explica por escrito a EL PAÍS. La quiebra de los colegios John Bauer, de gestión privada, que dejó en la calle a casi 3.000 alumnos (fueron recolocados), ha impactado a la sociedad sueca.

    La profesora emérita de la Universidad de Uppsala Ulla Riis sí relaciona ambos fenómenos. “Los alumnos con mejor nivel sociocultural han ido a las escuelas concertadas, y los de peor estatus a las públicas”, explica. “Eso ha provocado la pérdida del llamado efecto del compañero de pupitre, según el cual se ha estudiado que los alumnos de mejor rendimiento académico ayudan a mejorar los resultados de todo el grupo, y las expectativas de padres y tutores sobre el grupo también motivan que todos eleven su rendimiento”, abunda...

    “La segregación educativa y cultural es un efecto clásico de estos sistemas”, destaca Olmedo. “En general, los sistemas segregadores obtienen peores resultados que los generales. Suele aumentar el rendimiento de una parte de la sociedad, pero no del conjunto”, explica. “Y ahí entra la apuesta política. ¿Quién nos interesa que obtenga buenos resultados?”, se pregunta.
    Fuente: El País.

    viernes, 9 de mayo de 2014

    El informe PISA. Más de 80 expertos critican en una carta que las famosas evaluaciones internacionales modifican los sistemas educativos solo para salir bien en la foto


    ¿Están modificando los exámenes de evaluación de PISA las políticas educativas de los países que los celebran? Un total de 83 grandes expertos internacionales —la mayoría estadounidenses y británicos— están convencidos de ello y lo critican en una carta que han hecho llegar al alemán Andreas Schleicher, director del programa de evaluación al que se someten los alumnos de 15 años de 64 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

    “Los Gobiernos, los ministros de educación y los directores de periódicos esperan con ansiedad los resultados de PISA, que son citados como fuente autorizada en muchas declaraciones políticas. Y estos han empezado a tener influencia en las prácticas educativas de muchos países”, se lamentan en la misiva los expertos. “Los Gobiernos están reajustando sus sistemas educativos con la esperanza de mejorar en los ranking. En muchos países la falta de progreso en PISA se relaciona con la crisis y esto está condicionando sus reformas, que se hacen de acuerdo con los preceptos de PISA”, continúan.

    Schleicher ha optado por contestarles desde la página de la OCDE  en otra carta abierta en la que defiende lo contrario: “PISA proporciona oportunidades para diseñar una estrategia política, porque muestra otras opciones, perspectivas, al compararse con otros países. Y permite a los políticos, administraciones y organizaciones colaborar fuera de sus fronteras”.
    Fuente: El País.
    Más sobre Informe Pisa.

    martes, 3 de diciembre de 2013

    España mejora ligeramente en PISA pero sigue por debajo de la media de la OCDE

    Los alumnos obtienen 484 puntos en matemáticas, lo que les deja en el puesto 33 de 65 países

    El informe PISA 2012 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que mide cómo manejan los chicos de 15 años de 65 países y regiones (se incluyen, por ejemplo, Shanghái y Hong Kong por separado) sus conocimientos en matemáticas, lectura y ciencias, vuelve a dejar a España por debajo de la media de los países desarrollados. Los alumnos españoles han tenido en matemáticas (destreza en la que se centra esta vez el examen) de media 484 puntos (en 2009, fueron 483), frente a los 494 de la media de la OCDE y a los 489 de la UE. Esto le coloca en el puesto 33 de los países participantes. Entre todos ellos, destacan los alumnos asiáticos y, por encima de los demás, Shanghái, con 613 puntos. Le siguen Singapur (573), Hong Kong (561), Taipéi (560) y Corea del Sur (554). Finlandia, el paradigma en las últimas ediciones de la excelencia educativa, ha caído hasta el puesto número 12, con 519 puntos.

    Esta vez, el más famoso de los informes internacionales, constantemente utilizado como imagen de la mala situación de la educación en España, apunta algunas señales de mejora. En lectura, obtiene 488 (en 2009 fue 481) frente a una media OCDE de 496. Y en ciencias 496 (en 2009 fue 488) mientras la media OCDE es 501.

    Pero, volviendo al área principal de la evaluación de 2012, las matemáticas, la evolución refleja muy poca variación con respecto a la media en 2003, cuando esta prueba internacional que se celebra cada tres años también se centró en esa competencia, España tuvo entonces 485, mientras que la media de la OCDE fue de 500. "PISA define competencia matemática como la capacidad de los individuos para formular, emplear e interpretar las matemáticas en diferentes contextos. O, en otras palabras, pretende describir las capacidades de los individuos para razonar matemáticamente y utilizar conceptos, procedimientos, datos y herramientas matemáticas para explicar y predecir fenómenos", explica el blog del Instituto de Evaluación del Ministerio de Educación.

    Por comunidades, de las 14 que aumentado la muestra de examinados para tener datos propios (Canarias, Castilla-La Mancha y Comunidad Valencia han preferido no hacerlo), la mitad están por debajo de la media de la OCDE en matemáticas: Cataluña (493), Cantabria (491), Galicia (489), Baleares (475), Andalucía (472), Murcia (462) y Extremadura (461). La otra mitad, claro, por encima: Aragón (496), Asturias (500), La Rioja (503), Madrid (504), País Vasco (505), Castilla y León (509) y, prácticamente al nivel de Finlandia y Canadá, Navarra (517).

    Entre los especialistas y los políticos suele haber dos lecturas muy distintas de este informe: los que aseguran que los resultados españoles en PISA son un desastre o, por lo menos, que muestran un sistema instalado en la mediocridad e incapaz de mejorar, y los que aseguran que, teniendo en cuenta que los resultados estadísticos tienen una desviación típica de 100 puntos sobre una media de 500, el país está dentro de la gran masa de países, quizá claramente por debajo de países como Finlandia o Corea del Sur, pero muy cerca de Francia o Estados Unidos... Fuente El País.