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domingo, 19 de febrero de 2023

Suprimir los conciertos educativos: rescatar la educación pública.

Hemos de conseguir que lo que es un clamor social en la sanidad lo sea igualmente en la enseñanza.

Las manifestaciones en defensa de una sanidad pública han sido un clamor masivo en España. Las Mareas Blancas denuncian el programa de desmantelamiento de la sanidad pública, por parte de los gobiernos regionales conservadores y neoliberales, para convertir la salud en un negocio, en un nicho de mercado, rentable para empresas y fondos financieros.

Convertir la salud de las personas en una fuente de negocio, regida por el beneficio y el afán de lucro, quiebra el objetivo esencial de la salud pública: el bien común. Transforma un derecho esencial y básico en una mercancía a la se podrá acceder solo si se tiene tarjeta de pago, como ya pasa en algunos países.

Por eso exigen que se prohíba por ley privatizar la sanidad y eliminar los conciertos. Es decir, suprimir lo que eufemísticamente se denomina “colaboración público-privado” que, como denuncian, “es una auténtica parasitación de lo público a manos del lucro privado”.

¿Por qué en educación no existe este clamor? ¿Por qué la defensa de la educación pública no conlleva con igual intensidad la exigencia de la supresión de los conciertos educativos, es decir, dejar de financiar públicamente los centros privados? ¿Por qué gobiernos regionales, incluso socialdemócratas y social-liberales, impulsan y financian esta privatización educativa? ¿Por qué la ministra de Educación del PSOE, elegida para gestionar lo público, defiende a capa y espada los centros privados concertados?

Lo cierto es que somos una anomalía en Europa. En todos los demás países, según datos de la OCDE, la educación es fundamentalmente pública (89,2% en Educación Primaria y un 83% en Secundaria en la UE-28). Mientras que en España en algunas de las comunidades en las que han gobernado partidos conservadores el porcentaje de colegios privados entre los centros financiados públicamente supera ampliamente el 50%. Además, prácticamente toda la enseñanza privada se encuentra concertada. Y el 63% de este sector privado corresponde a centros de la Iglesia católica, con idearios acordes con la ideología ultraconservadora de la jerarquía católica española.

Estamos actualmente ante una grave disyuntiva. Dos proyectos sociales, ideológicos y políticos encarnan dos formas radicalmente diferentes de entender el ser humano, la sociedad y la educación.

El primero asienta sus raíces en un modelo económico y social capitalista, basado en el egoísmo competitivo y fundamentado en la ideología neoliberal. Para esta ideología, el bien común y el interés colectivo no tiene por qué ser la finalidad de la política educativa. Aboga por un mundo de competición descarnada, donde el mercado regule quién sobrevive en esta lucha permanente de todos contra todos y por que desaparezcan los mecanismos de protección del bien común. Parte del axioma, según el cual, las personas son responsables individualmente de su posible bienestar o malestar. Depende únicamente del mérito y del esfuerzo propio lo que se consigue en la vida. Solo los más aptos sobrevivirán, puesto que los débiles y pobres no han sabido o querido esforzarse lo suficiente para triunfar. La pobreza y la desigualdad son inevitables y, en todo caso, algo se puede paliar con misericordia, sean obras de caridad, fundaciones u ONG.

El segundo considera que el fundamento básico para la educación es procurar el bien común de todos y de todas y no el éxito de unos pocos. Este modelo aboga no solo por impulsar el saber, sino también por el desarrollo en valores y la formación de ciudadanía crítica y comprometida con la mejora de la sociedad en la que viven. Comprometido con el bien común, busca la mejora de todas las escuelas públicas, en vez de incitar a las familias a elegir y competir, como si fueran clientes en busca de oportunidades competitivas. Pretende garantizar el derecho esencial y básico de todos los niños y niñas a una educación pública y gratuita, a la vez que preserva los fines sociales de la educación, la cohesión social y la convivencia plural, en vez de la competición. En definitiva, entiende la educación como un bien común, en el que las familias participen, no como clientes, sino como copartícipes activas en la construcción social de una escuela beneficiosa para sus propios hijos, pero también para todos los hijos e hijas de los demás.

Tenemos que elegir de una vez por todas cuál es el modelo por el que debe optar en pleno siglo XXI un país democrático como España, que supuestamente aboga por defender los derechos humanos y el bien común. Sin olvidar que la educación, como la sanidad, tiene las competencias transferidas a las comunidades autónomas. Y es en ellas, de forma coordinada con el Estado, donde hemos de exigir que se tome una decisión que piense en el bien común de toda la sociedad.

Por eso, hemos de conseguir que lo que es un clamor social en la sanidad lo sea igualmente en la educación. No una reivindicación solamente de las mareas verdes por la educación pública, sino una exigencia de toda la sociedad. Impulsar un “giro pedagógico” que convierta la defensa de la educación pública en un pacto de Estado, que se vea reflejado en una ley educativa estable y consolidada, que responda al bien común y en leyes autonómicas que sean coherentes con ello. Donde se establezca como eje fundamental la supresión progresiva de la financiación pública de los centros privados concertados. Es decir, que en la educación pase como en la sanidad, dos derechos esenciales fundamentales: que se prohíba la privatización de lo común y su conversión en fuente de negocio para la especulación.

La financiación pública de centros privados, a través de la concertación educativa ha sido y es actualmente el mayor factor de segregación educativa de este país. No podemos seguir permitiendo que la desigualdad social y económica que impulsa el capitalismo y la ideología neoliberal se eduque, fundamente y consolide desde la infancia con una educación segregadora, basada en la competición y el éxito asegurado de los que con más capital cultural y económico parten, porque su familia les puede conseguir las posibilidades más competitivas. Debemos dejar de financiar entre todos la segregación social.

Además, la actual financiación pública de una doble red educativa (públicos y concertados) conduce al desmantelamiento del modelo de escuela pública, como un proyecto solidario de vertebración social, al estar infrafinanciándola para destinar nuestros impuestos a seguir alimentando la segregación. 

Mientras tanto, no debe permitirse ni un solo concierto más para la educación privada en todas las comunidades autónomas, debe ejercerse una inspección rigurosa sobre el cumplimiento de los requisitos legales establecidos, deben regularse los idearios ideológicos que establecen los dueños de estos centros y debe suprimirse de inmediato la financiación a centros que practiquen cualquier tipo de discriminación o no aseguren la gratuidad.

Enrique Javier Díez Gutiérrez es profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de León.

miércoles, 17 de octubre de 2018

En España, "un profesor está solo” y otras nueve observaciones del jefe de PISA

Destacamos diez de las frases más relevantes que la visita a España del director de educación de la OCDE nos ha permitido recopilar con motivo de sus diferentes entrevistas a medios de comunicación y la más que probable próxima modificación de la ley educativa en España.

Algunas de ellas parecen, cuando menos, sorprendentes.

1- “En España no hay diferencia de calidad entre la enseñanza pública, concertada y privada”.

2- “En España, la enseñanza privada se ha convertido en una forma de segregar a los alumnos por su contexto social”.

3- “En España, los salarios están bien, pero los docentes no reciben suficiente apoyo”. 

4- “En España, cuantos menos políticos se impliquen en temas educativos y más lo hagan alumnos, padres y profesores, mejor”.

5- “En España no se enseña lo suficiente a pensar de manera creativa o a desarrollar capacidades orientadas a la resolución de problemas”.

6- “En España los profesores no tienen tiempo de estar con sus compañeros”.

7- “En España los profesores no tienen tiempo de formarse, hablar con los padres o atender individualmente”.

8- “En España los profesores enseñan planes de estudio, pero no son dueños de su práctica”.

9- “En España los profesores parece que trabajan en una cadena de producción”.

10- “En España, un profesor está solo”.

Mas en El Pais
https://elpais.com/sociedad/2018/10/09/actualidad/1539106335_328097.html


“Los profesores en España parece que trabajan en una cadena de producción”

El jefe de PISA lamenta que España cambie las leyes educativas pero no la práctica en clase

jueves, 9 de junio de 2016

La Comunidad de Madrid asfixia a la educación pública

Laura Galaup
La Marea

Un informe de CCOO denuncia que los recortes se han llevado por delante desde 2009 a 797 maestros en Primaria y a 1.083 en Secundaria

La Comunidad Madrid ha sido el “campo de experimentación” de las políticas de privatización de la educación del Partido Popular. Ésa es una de las conclusiones que se extrae del informe que ha elaborado la Fundación Investigación, Desarrollo de Estudios y Actuaciones Sociales (FIDEAS). Los docentes que han participado en este documento aseguran que esta región es la que menos invierte en cada alumno que estudia en centros públicos.

Según indican, la política educativa se centra en grandes anuncios que no van acompañados de grandes inversiones. Y ponen un ejemplo: el proyecto que abanderó Esperanza Aguirre siendo presidenta, el programa bilingüe. Conforme han pasado los cursos el número de estudiantes ha aumentado, entre 2008 y 2014 la asistencia a clases en inglés se ha multiplicado por cuatro. Sin embargo, la inversión sólo se ha duplicado pasando de 7,7 millones de euros a 18,4.

La situación de le Educación Infantil preocupa a los firmantes de este informe. Llaman la atención sobre la ratio de las escuelas de 0 a 3 años: si en Madrid la media puede alcanzar 13 niños por docente, la recomendación de la OCDE reduce esta cifra a siete. “El aumento de cuotas a las familias ha seguido una progresión a la inversa a lo que se puede considerar justicia y equidad. Esto ha supuesto, por un lado la expulsión y por otro la no matriculación de muchísimos niños y niñas del sistema debido a que sus familias no pueden hacer frente a los pagos”, indican los investigadores.

Asimismo también critican la inyección económica que están recibiendo los centros privados. Según cálculos realizados por la Secretaría de Acción Sindical de CCOO, una escuela privada de 8 aulas y 115 alumnos recibe una aportación pública de 2.570 euros anuales por plaza, mientras que una escuela infantil de gestión indirecta de características similares recibiría 1.567 euros.

De los profesores a la LOMCE
Los recortes que se llevan ejecutando desde 2009 se han llevado por delante a 797 maestros en Primaria y a 1.083 en Secundaria. Y según este informe, han dejado en evidencia la incapacidad del Gobierno regional a la hora de afrontar las desigualdades educativas. La Consejería de Educación no ha sido capaz de romper los patrones que dictan que en la capital y que entre las zonas de la comunidad con mayor renta la escolarización principal sea concertada.

“La consejería ha pensado que la manera de superar las evidentes diferencias en el acceso al derecho a la educación era modificar el proceso de admisión de alumnos, no por la vía de aumentar el número de plazas públicas en donde más carencia había, sino por el camino de extender las zonas de escolarización (la llamada zona única), buscando una mejora de la competencia y selección del alumnado, añaden en el documento.

El documento también hace referencia al impacto de la LOMCE, y concluye que en Secundaria supone una temprana segregación de los alumnos según rendimiento educativo: “Sin haber resuelto las causas sociales que explican estas diferencias?”. Además, tras las protestas celebradas el pasado miércoles en varios centros de Formación Profesional de la Comunidad por el cierre de algunos módulos, los docentes aseguran que esta oferta educativa es “absolutamente insuficiente”. “Los estudios cifran en 3.000 solicitudes no atendidas en ciclos medios y 6.000 en ciclo superior en las que más de la mitad correspondían a Madrid capital”, finalizan.

Fuente: http://www.lamarea.com/2016/06/05/madrid-asfixia-la-educacion-publica/