Mostrando entradas con la etiqueta cambiar hábitos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta cambiar hábitos. Mostrar todas las entradas

miércoles, 11 de diciembre de 2024

PSICOLOGÍA. Puedes cambiar de repente el argumento de tu existencia, no estás obligado a ser siempre el mismo.

Una ruptura, una alteración importante en los hábitos, como dejar la bebida o el tabaco... hay varias formas de reinventar quiénes somos, como han hecho varios personajes célebres a lo largo de la historia

“Nunca me pregunté lo que significaba la libertad hasta el día en que abracé a Stalin”, así empieza la autobiografía Libre, de la albanesa Lea Ypi. Su protagonista es una niña de Tirana que ve cómo el régimen comunista en el que ha crecido y creído se viene abajo en 1990.

La decapitación de la estatua de Stalin, a la que ella abrazaba, encarna un mundo que ha dejado de existir. A partir de aquí habrá distintos puntos de giro en la vida de Lea, que acabará como profesora de Teoría Política en la London School of Economics. En este caso, los acontecimientos abruptos de la historia propiciarán un cambio de argumento vital para esta escritora, así como para millones de habitantes del este de Europa. En muchos otros casos, sin embargo, es la persona quien decide emprender un cambio radical, movida por algún descubrimiento exterior o interior. Este fue repetidas veces el caso de Limónov, cuya biografía escribió Emmanuel Carrère, con un biopic estrenado en el pasado Festival de Cannes.

Este ruso obsesionado por la fama se crió en Ucrania, hijo de un oficial soviético. En su adolescencia decide ser un delincuente callejero hasta que, en un giro inesperado, se le ocurre que tiene que ser poeta. Para ello se hace amante de una mujer judía que reúne en su casa a los literatos de su ciudad. Está con ella para poder ser él quien abra la puerta a estos escritores a los que quiere parecerse. En su camino de trepa, se mudará a Moscú para poder codearse con escritores mucho más importantes. No contento con esto, acaba emigrando a Nueva York, donde hará de mayordomo de un millonario, además de ofrecer su cuerpo a hombres desconocidos. En 1982 se instala en París con una modelo y artista rusa. En la capital francesa empezará a ser conocido como escritor, aunque su vida sufrirá aún muchos vuelcos disparatados, como su participación en la guerra de los Balcanes o su regreso a Rusia, donde funda un partido que es prohibido y acaba en la cárcel, acusado de tentativa de golpe de Estado. Entre barrotes se convierte en místico y, una vez liberado, ejerce una osada oposición a Putin.

Si no fuera porque sabemos que es real, tacharíamos esta historia de inverosímil. Quizás nos parece así porque estamos acostumbrados a contemplar existencias que siguen caminos trillados. No obstante, si se miran de cerca, en todas las vidas hay momentos en los que todo cambia y el argumento de las cosas se vuelve imprevisible. En una novela, el punto de giro tiene lugar cuando la acción normal se ha agotado y se necesita un cambio de rasante para despertar al lector. Lo mismo sucede en las historias que se desarrollan fuera de los libros. La llamada “crisis de la mediana edad”, por ejemplo, se produce en personas que, tras haber alcanzado la estabilidad, necesitan agitar su mundo cotidiano para volver a sentirse vivas.

Sin embargo, ese no es el único momento de nuestra trayectoria en el que puede haber un punto de giro. De hecho, a lo largo de la vida tomaremos distintas decisiones cruciales que nos llevarán a vivir un capítulo nuevo. El psicólogo Antoni Bolinches calcula que, en la mayoría de las personas, hay siete u ocho determinaciones de este calado a lo largo de su andadura por el mundo.

Algunos ejemplos comunes:
  • El inicio o la ruptura de una relación de pareja que transforma completamente los planes de vida. La muerte de un cónyuge.
  • Un cambio radical en nuestra orientación profesional, a veces asumiendo grandes riesgos financieros.
  • Una alteración importante en los hábitos, como dejar la bebida o el tabaco —algo que puede llegar a salvar nuestra vida—, o bien volverse vegetariano.
Podríamos poner muchos ejemplos más. Por definición, las decisiones cruciales son aquellas que marcan un antes y un después, es decir, que transforman nuestro día a día de forma relevante. Y, cuando no nos obligan las circunstancias, sabremos que nuestro argumento necesita un giro si nos sentimos mortalmente aburridos, o bien hemos descubierto una pasión por la que merece la pena apostarlo todo. Nada está escrito.

Como decía el orientalista y divulgador Alan Watts: “No tienes la obligación de ser la misma persona que eras hace cinco minutos”.

Las cinco vidas de Kim Ki-duk

Antes de fallecer a los 59 años por covid, el director de cine surcoreano se reinventó una y otra vez:

  • Agricultor. Nacido en 1960, empezó a estudiar para dedicarse al campo, pero a los 17 años cambió de idea.
  • Obrero. Kim Ki-duk decidió trabajar en una fábrica para tener autonomía financiera. Pero se cansó de ello.
  • Militar. Tres años después se alistaba en la Infantería de Marina, donde llegó a ser suboficial.
  • Pintor. A los 25 años se instala en París como pintor.
  • Cineasta. En París decide ser director de cine. Regresa a Corea, donde acaba rodando obras como Hierro 3.
Francesc Miralles es escritor y periodista experto en psicología

lunes, 10 de septiembre de 2018

“Cambiando los hábitos ya se podrían reducir el 40% de los tumores”. El director del Vall d'Hebron Instituto de Oncología sostiene que la medicina de precisión es una de las líneas estratégicas para combatir el cáncer.

El 2015 se cerró con 248.000 nuevos diagnósticos de cáncer en España. Muchos, de hecho, más de los previstos para 2020, pero “dentro de la expectativa”, tranquiliza el doctor Josep Tabernero, director del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO).

Desde una de las grandes trincheras de la investigación contra el cáncer como es el VHIO, Tabernero se ha hecho un nombre entre la comunidad científica internacional con sus hallazgos. De su mano ha llegado una tecnología que, mediante una biopsia líquida (un análisis de sangre), puede detectar marcadores tumorales en la sangre.

Tabernero, que en 2018 asumirá la presidencia de la Sociedad Europea de Oncología Clínica (ESMO, en sus siglas en inglés), atiende a EL PAÍS por teléfono, desde un tren a medio camino entre Heidelberg y Frankfurt. En vísperas del día mundial contra la enfermedad, su agenda no da tregua. El cáncer tampoco. El médico, que también es jefe del servicio de oncología médica del hospital Vall d'Hebron, avanza algunas de las investigaciones que ultima el VHIO: "Tendremos avances en inmunoterapia y biopsia líquida y nuevas subclasificaciones de tumores".

Pregunta. Los casos de cáncer han crecido un 15% en cinco años y ya se superan los diagnósticos previstos para 2020. ¿Qué sucede? "El objetivo es cronificar el cáncer y mucho más. Intentamos prevenirlo, que no aparezca, diagnosticarlo precozmente y curarlo. Y donde no podamos curarlo, volverlo crónico

Respuesta. El diagnóstico de casos de cáncer ha aumentado como se esperaba y un poco más, pero porque envejece la población, no porque haya más causas de las esperadas que generen cáncer. Los casos aumentan conforme a las expectativas, lo que pasa es que en estos años no se han corregido variables como la migración. Y también influye la detección precoz. El tumor más frecuente es el colorrectal y se ha puesto en marcha el programa de cribado de sangre en heces, y esto hace que se diagnostiquen ahora los tumores que presentan [sintomatología] clínica y también los que no lo hacen, los que se diagnosticarían en dos o tres años.

P. La medicina personalizada o de precisión se ha convertido en un término recurrente en oncología. ¿La quimioterapia tiene los días contados?

La medicina de precisión es el futuro. Los tratamientos dirigidos han sustituido a la quimio en algunos tumores, como la leucemia mieloide crónica. También se está estudiando mucho la inmunoterapia, especialmente para ver por qué hay células del sistema inmunitario que no ven anormales las células cancerígenas y no actúan contra ellas. Pero la quimioterapia seguirá teniendo su papel porque en otros tumores será muy difícil conseguir terapias dirigidas y se seguirá utilizando la quimio.

P. ¿La estrategia a explotar pasa por disparar a los genes en vez de a los órganos, como hasta ahora? 

CAMBIAR LAS COSTUMBRES
Tabernero insiste en que un cambio en los hábitos de vida puede suponer una reducción en la incidencia de los tumores.

 “Con 10 maniobras podemos conseguir dejar fuera el 40% de los tumores y siete de ellas son a coste 0”, alienta el oncólogo.

1. “Eliminar el tabaco,
2. limitar el consumo de alcohol,
3. combatir la obesidad,
4. tener una dieta pobre en grasas y carne roja y
5. rica en fibra,
6. hacer ejercicio y
7. protegernos de la exposición al sol.

Con estos siete cambios en nuestros hábitos podemos reducir la incidencia del cáncer”, apunta el médico.

Evitar la contaminación, 
impulsar los programas de vacunación y 
los de cribado
son las otras tres propuestas que completan el decálogo y, aunque requieren de decisiones políticas e inversión económica, son también factibles, dice Tabernero.
R. Sí. Disparas al órgano a través de la cirugía y las distintas modalidades de radioterapia, pero los tratamientos médicos disparan hacia las alteraciones moleculares, a las células cancerígenas, independientemente de dónde estén.

 P. El doctor Josep Baselga [el oncólogo catalán que dirige el Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York] dijo hace unos meses que en 20 años el cáncer ya no será una causa principal de muerte. ¿Es una afirmación realista u optimista?
R. Es así, por los avances diagnósticos. El cáncer no se curará, pero dejará de ser la primera causa de muerte. Solo cambiando los hábitos [dieta sana, no fumar, ejercicio físico, etc.] se podrían reducir el 40% de los tumores, por lo que dejaría de ser la primera causa de muerte y volvería a serlo las enfermedades cardiovasculares.

P. ¿El objetivo es cronificar el cáncer?
R. Sí, cronificarlo, pero mucho más. Intentamos prevenirlo, que no aparezca, diagnosticarlo precozmente y curarlo. Y donde no podamos curarlo, volverlo crónico.

P. ¿Hay algún tumor que hayan conseguido cronificar?
R. Sí, la leucemia mieloide crónica. Antes la supervivencia era de dos años y ahora hay pacientes que llevan 20. También algún cáncer de pulmón.

P. Los oncólogos tienden a mirar la supervivencia del cáncer a cinco años vista, pero, ¿qué sucede con los pacientes que pasan ese umbral? ¿En qué condiciones superan los cinco años?
R. Ahora ya damos pronósticos a 10 o a 15 años en algunos casos, pero en la mayoría de las enfermedades, los primeros años son críticos para detectar recidivas. Hay enfermos que quedan con secuelas físicas, como trastornos gastrointestinales, sequedad de boca, cirugías que resultaron mutilantes, depende del tipo de tumor. Y también hay secuelas psicológicas, como el trastorno psicológico del miedo. Cada vez hay más programas para ayudar al paciente a afrontar esta nueva vida después del cáncer.

https://elpais.com/elpais/2017/02/02/ciencia/1486034762_662216.html