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domingo, 22 de marzo de 2015

NUEVAS PROTESTAS » La Marcha de la Dignidad vuelve a tomar cuerpo en Madrid. Los manifestantes señalan al PP y PSOE como “culpables de la crisis”

La madrileña plaza de Colón ha ejercido este sábado como punto de encuentro de miles de personas. Parados, preferentistas, sindicalistas, desahuciados y un amplio abanico de representantes de los colectivos sociales han confluido en este punto de la capital para cerrar de nuevo la Marcha de la Dignidad. También lo hicieron el año pasado, aunque esta vez, como reconocen los propios impulsores, no se ha podido repetir la exitosa afluencia de 2014. “Pero hemos llenado la plaza y las calles adyacentes. Calculamos que estamos aquí cientos de miles”, subraya Ginés Fernádez, uno de los organizadores.

Llegados en nueve columnas procedentes de diferentes extremos de la Península, los asistentes han señalado a los Gobiernos del PP y PSOE como responsables de la crisis que atraviesa el país. Los han calificado de “instrumentos” de la Troika para “ahogar” a España con las políticas de austeridad. Y han insistido en que la recesión no ha acabado: “Sigue habiendo millones de desempleados, miles de familias a las que el banco echa a la calle, cientos de jóvenes que se tienen que ir al extranjero”, reflexiona Juan Guerrero, de 56 años, junto a la Cuesta de Moyano.

Este jornalero sevillano se ha tirado a la carretera a las nueve de la mañana de este sábado. Junto a otro medio centenar de compañeros, se ha subido a un autobús en Morón de la Frontera para unirse en Madrid a la columna que partió de Andalucía hace días. “Estamos aquí por la situación a la que nos ha llevado los recortes. Mientras a nosotros nos quitan derechos, algunos no dejan de enriquecerse”, remacha este padre de dos hijos, que sobrevive con una paga de 460 euros, y a quien no ha detenido el agua que ha caído en la capital desde la primera hora de la tarde. Precisamente, bajo una fina e intermitente lluvia, los congregados han recorrido las calles ensalzando los lemas en común que los unían: “Pan, trabajo y techo”; “No al pago de la deuda”; “Ni un recorte más; y “Fuera los Gobiernos de la Troika”. Unas consignas recogidas en un manifiesto que exige la salida del Ejecutivo de Rajoy, pero que se han diluido ante la heterogeneidad de los movimientos sociales presentes en la Marcha.

Los yayoflautas, las mareas de la Educación y la Sanidad, los afectados por los despidos de Coca-Cola, la PAH... Y, por supuesto, sindicatos y partidos políticos de izquierdas, como IU, Podemos y Equo, que tampoco han querido perderse la cita. “¿Qué ha cambiado respecto al pasado año?”, se ha preguntado Cayo Lara, coordinador federal de la coalición: “Pues ha aumentado la pobreza en el país. Y el empleo que se crea es precario. Y, además, continúan los desahucios. Por eso siguen vigentes las mismas causas por la que se convocó la Marcha en 2014”. En esa cita estuvo Beni de Blas, una madrileña de 62 años del barrio de Aluche, afectada por las preferentes de Bankia. Este sábado ha repetido: “He venido porque nos han estafado a muchas personas mayores. Y las autoridades nos han dejado tres años tirados en la calle. Solos”...

http://politica.elpais.com/politica/2015/03/21/actualidad/1426919327_378258.html

sábado, 7 de junio de 2014

La generación robada

Si todavía hay alguien que no alcance a interpretar bien qué ha significado la gran crisis para la sociedad española, y cuáles son sus legados más destructivos, se ruega que vaya a ver a la mayor brevedad posible la estremecedora película de Jaime Rosales Hermosa juventud. La trama es muy sencilla: dos jóvenes, de tan solo 20 años, viven en la España de hoy y tratan de sobrevivir de cualquier modo. Sus limitados recursos y la falta de un trabajo que buscan con avidez les impiden avanzar como les gustaría. Ninguno de los dos tiene grandes ambiciones y no las tienen porque no albergan apenas esperanzas. No poseen el mínimo proyecto cotidiano.

Son parte de la generación robada, de esos casi 900.000 jóvenes sin empleo en nuestro país (el 16% de todos los de la UE) que están bloqueados e impedidos de la normalidad. Para estos jóvenes en desempleo, además del hecho en sí mismo es muy importante el impacto social negativo que tiene estar inactivo porque la inserción en el mercado de trabajo representa uno de los hitos cruciales en su incorporación a la vida adulta y en su integración o no como miembros de pleno derecho en la sociedad.

En Hermosa juventud la realidad supera a la ficción. Contaba en estas mismas páginas Carlos Boyero (Crónica de la intemperie, EL PAÍS del 30 de mayo) cómo se ha pasado de Los lunes al sol, de Fernando León —parados entre los 30 y los 50 años, que sabían lo que es una nómina y cobrar todos los meses durante una larga etapa de su existencia, hasta que les llegó la reconversión industrial— hasta esta juventud que todo lo más tiene un contrato por horas y sin salario mínimo (las dos entradas al cine para ver la película, 17 euros, cuestan más de lo que cobra el protagonista en una larga jornada laboral; parafraseando a Sastre, todos somos casta respecto a otros). La irónica hermosa juventud es la de aquellos que nunca han tenido un trabajo continuado y están llegando a la sospecha o a la certidumbre cotidiana de que jamás dispondrán de un contrato digno o ni siquiera indigno.

Hay que recomendar también esta película al presidente de Gobierno y a sus ministros, que ya vuelven a lanzar las campanas al vuelo por las cifras del paro registrado del mes de mayo, "desconocidas en mucho tiempo", y que se harán públicas mañana, aunque el Gobierno ya haya privatizado su tendencia dentro de su intensa campaña de propaganda sobre la recuperación. Mal síntoma para la calidad de la democracia. Con realidades como las del paro juvenil (más del doble de la media) no se puede banalizar la recuperación económica ni cantar demasiado alto el "España va mejor".

La última Encuesta de Condiciones de Vida ha proporcionado datos muy concretos de la situación: el 17% de los hogares españoles manifestaba llegar a fin de mes con "mucha dificultad", el 41% de los hogares no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos, el 45,8% de los hogares no puede permitirse irse de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año, o el 9,3% de esos hogares tiene retrasos en los pagos a la hora de abonar gastos relacionados con la vivienda principal (hipoteca o alquiler, recibos de gas, electricidad, comunidad...), etcétera. Estas son las tendencias profundas de la sociedad española, más allá de los cambios de la coyuntura.

Las mejores aportaciones para explicar lo que ha pasado en el mundo en el último septenio las está haciendo el cine. Desde Enron, los tipos que estafaron a América (que explica los antecedentes de la Gran Recesión) hasta la oscarizada Inside job, sobre las complicidades obtenidas por los golfos apandadores, pasando por los filmes que recrean la caída y posterior rescate del sistema financiero (Malas noticias, Los últimos días de Lehman Brothers, El Capital, La doctrina del shock o Margin Call) o los relacionados sobre las consecuencias sociales de tanta tropelía (Las nieves del Kilimanjaro, Gente en sitios —del español Juan Cabestany—, The Company Men, Indignados, o la estupenda 15M. Libre te quiero, de Basilio Martín Patino), etcétera A todas ellas se les une ahora Hermosa juventud.
Joaquín Estefanía. El País.

viernes, 14 de junio de 2013

La ciencia en España. Tres expertos denuncian en la publicación de EE UU que se están poniendo en riesgo los beneficios que aporta la investigación a la sociedad y a la economía

El santo que están desvistiendo es el que funciona, dicen los autores
Ver aquí el vídeo de El País, sobre las manifestaciones de científicos.
Con su política de I+D+i, el Gobierno reorienta la financiación pública de la ciencia hacia la innovación en el sector privado y pone en riesgo los beneficios para la sociedad y la economía derivados de la investigación, denuncian hoy tres científicos españoles en la revista Science. Y esto, además de los drásticos recortes de financiación que el sistema de investigación y desarrollo español está sufriendo desde 2009. La prestigiosa publicación científica estadounidense recoge el artículo de Luis Santamaría, Mario Díaz y Fernando Valladares bajo el título Nubes oscuras sobre la ciencia española, que pone el énfasis en las líneas de política científica que ha venido marcando el ministro responsable de I+D, Luis de Guindos. Es fundamental, que “la I+D+i se integre en la competitividad de la economía española y, para eso, es fundamental que busque retornos en el ámbito de los mercados”, declaró hace unas semanas el titular de Economía y Competitividad.

En resumen, lo que el Gobierno está haciendo, argumentan los tres investigadores en Science, es, utilizando un dicho popular, desvestir un santo para vestir otro.

“La controvertida Estrategia Española de Investigación y Desarrollo 2013-2020 y el Plan Estatal de I+D 2013-2016 que la implementa persiguen, por una parte, reducir el apoyo público a la investigación básica y la educación y llevarla hacia la investigación aplicada orientada al mercado, y, por otra, incentivar la participación privada en la transferencia de tecnología mediante la redirección de los fondos públicos hacia las empresas”, escriben Santamaría, Díaz y Valladares. El primero de ellos es investigador del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados y presidente de la Asociación Española para el Avance de la Ciencia y la Tecnología, los dos segundos son investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC).

La Estrategia 2013-2020 y el Plan 2013-2016, cuyos proyectos aún no ha convocado este año Economía, fueron aprobados por el Gobierno el pasado febrero. “De los 11 objetivos del Plan, 10 están enfocados a la financiación privada, la transferencia de tecnología y la innovación. Y solo dos de los 22 indicadores de cumplimiento se refieren a la calidad científica, y 12 se dedican a la financiación y la transferencia de tecnología y la innovación”, explica Santamaría.

Los científicos reclaman en su artículo una distribución equilibrada de inversión pública en investigación e innovación, y “mejor seguimiento y evaluación de la inversión pública en el sector privado”. La estrategia a seguir, exponen, no debe poner en riesgo la ciencia básica y necesita sistemas eficientes de incentivos para atraer más inversión privada y apoyo para las sinergias existentes con la pública. “En lugar de crear una dicotomía innecesaria entre investigación básica e innovación, las políticas públicas deberían abordar los factores clave que limitan la mejora de ambas”.

Mientras tanto, los recortes masivos de la inversión en ciencia están estrangulando el sistema. “Entre 1998 y 2008, el gasto en I+D+i en España se triplicó”, recuerda Santamaría. Pero los recortes de los últimos años (más del 40% desde 2009) han hecho retroceder a la I+D+i a los niveles de hace una década, añade... Leer más en El País.