miércoles, 10 de enero de 2024
_- Álvaro Sevilla-Buitrago, urbanista: “Central Park nació para eliminar la vida comunitaria”.
_- El profesor de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid explora a lo largo de su primer ensayo el papel de la planificación espacial en la individualización social
Álvaro Sevilla-Buitrago, en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid.SANTI BURGOS
Álvaro Sevilla-Buitrago (Alcázar de San Juan, Ciudad Real, 45 años) ha desactualizado los manuales con los que estudió. En Contra lo común. Historia radical del urbanismo (Alianza), este profesor de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid enmienda la plana a los tratados de planificación espacial. Defiende que esta disciplina no surgió a finales del XIX en las metrópolis, sino un siglo antes en el medio rural. Concretamente en Inglaterra, donde el régimen comunal tocaba a su fin con los cercamientos de tierra que Karl Marx situó después en el origen del capitalismo. Publicado el año pasado en lengua inglesa por la Universidad de Minnesota, el ensayo llega ahora en castellano a las librerías. Explora la cara oscura de la práctica urbanística: su papel en la destrucción de una vida cooperativa. Y lo hace con el ejemplo de cuatro episodios históricos atravesados por el cambio social.
Pregunta. Usted niega que el urbanismo surgiera para limitar los desmanes del mercado, como suele enseñarse en las facultades.
Respuesta. Las leyes de cercamiento del siglo XVIII en Inglaterra nacen con el objetivo de privatizar la tierra comunal y acabar con la regulación de la vida local y los patrones de cultivo por la comunidad. Aquellas leyes tenían mucho que ver con las herramientas de planificación espacial que conocemos hoy: se exponían al público, estaban apoyadas en cartografías y dieron lugar a un cuerpo profesional de agrimensores.
P. Dando un salto temporal, describe un efecto de similar desposesión en las zonas residenciales construidas para obreros a las afueras de Berlín en los años veinte.
R. Los barrios populares habían crecido mucho en el último tercio del siglo XIX. Allí se mezclaban pequeños talleres manufactureros con viviendas, comercios y espacios de ocio. Ligadas a esta vida rica y compleja comienzan a surgir formas de antagonismo que desencadenan la revolución espartaquista y otros estallidos. Frente a esto, los complejos residenciales promovidos por sindicatos o el Ayuntamiento funcionan con un mínimo umbral de sociabilidad. Están a las afueras, privados de toda esa red de servicios y actividades.
P. Un ejemplo de esos proyectos es el barrio de Hufeisensiedlung, proyectado por Bruno Taut, un símbolo socialista declarado Patrimonio de la Humanidad. Tan mal no debe estar.
R. Fueron momentos heroicos para la arquitectura. Las vanguardias modernas nunca habían tenido acceso a contratos tan relevantes como entonces. Por tanto, a nivel de diseño y patrimonio son edificios muy singulares, pero la cosa cambia si miramos la sociología del entorno: contribuyeron a desempoderar a las comunidades.
P. Igual que Central Park, asegura en su libro.
R. La titularidad pública de un espacio no asegura que esté al servicio de la comunidad. Central Park se promovió en Nueva York como un parque democrático, pero en realidad nació como una de las primeras iniciativas para eliminar la vida comunitaria del área periurbana de Manhattan. Su apertura se acompañó de unas ordenanzas que prohibieron cosas razonables, como llevar armas, pero también otras prácticas habituales en los barrios populares. Es el caso de la venta ambulante, los juegos de azar, el consumo de alcohol o los discursos políticos. En aquella época, se podía escuchar a Emma Goldman subida sobre una caja a modo de estrado.
P. Los urbanistas viven entonces una disonancia cognitiva. Generan efectos distintos a los deseados.
R. La práctica convencional se aleja desgraciadamente de la imagen luminosa que encontramos en los textos canónicos.
P. Desmoralizará a sus alumnos.
R. Yo creo que no. Muchos son conscientes de que existe un abismo entre teoría y práctica. Basta con pasear por la inmensa mayoría de los desarrollos de las últimas dos o tres décadas. Están concebidos para la mínima sociabilidad.
P. ¿Existe un urbanismo que contribuya a crear comunidad?
R. En EE UU y otros lugares se llama planificación radical. El urbanista pone al servicio de la comunidad sus destrezas y competencias técnicas, actúa como facilitador. Los alumnos están cada vez más interesados en este modelo. Luego hacen lo que pueden cuando salen ahí fuera y se encuentran con unas administraciones públicas que a menudo están al servicio del mercado.
P. ¿No es más urgente diseñar ciudades que atajen el cambio climático?
R. Los estados son una pieza fundamental en la justicia social y ambiental, pero cada vez hay más gente argumentando que la escala social también es importante. Cuando las comunidades adquieren control colectivo de recursos de los que depende su subsistencia, demuestran ser mucho más eficaces en la preservación del territorio o los ecosistemas que otros actores como las agencias estatales o el mercado.
martes, 9 de enero de 2024
Arte-terapia que sana: la pintura que hace soñar a los niños sintecho en Benín y que se expone en Madrid.
La capital acoge una muestra de 19 cuadros pintados por menores sin hogar, que han convertido en su refugio uno de los mercados más grandes de África.
En el mercado de Dantokpa (Benín), uno de los más grandes de África occidental, viven al menos 4.000 niños que en ocasiones no superan los ocho años. Se ganan la vida cargando bultos o revendiendo las cebollas que se caen de los camiones. Muchos son explotados laboralmente o caen en redes de trata de personas. En este lugar “es muy fácil comprar un niño por 30 o 40 euros”, asegura Patricia Rodríguez (42 años), fundadora de Child Heros, una ONG madrileña que ha colaborado en la instalación de una barraca en medio del mercado, donde los menores practican pintura, teatro, baile y otras disciplinas. Las sesiones de arte-terapia buscan sanar los traumas de esta población mediante una actividad lúdica que les permite abrirse. El resultado de esta catarsis infantil han volado a Madrid y se condensa en 19 lienzos que ahora componen la exposición Arte en el corazón, abierta en una almoneda llamada Youtopía hasta el 20 de noviembre.
Los cuadros, pintados con óleos, contienen objetos recogidos del propio mercado de Dantokpa, que se adhieren al retablo como si fuese un collage. Predominan el verde, amarillo y rojo, tan característicos de esta parte del globo. Cada pieza está acompañada por una autodescripción del autor. Wilfried, de 17 años, ha pintado Libertad, cuyo protagonista tiene los brazos en alto tras romper unas cadenas que penden de sus muñecas. El autor ha escrito en la ficha biográfica: “Mi madrastra me trataba muy mal, me sacó del colegio y me puso a trabajar. Por eso decidí un día marcharme de casa y ahora vivo en el mercado”.
Obras realizadas por niños de la calle en Benín (África occidental).
Los cuadros, pintados con óleos, contienen objetos recogidos del propio mercado de Dantokpa, que se adhieren al retablo como si fuese un collage. Predominan el verde, amarillo y rojo, tan característicos de esta parte del globo. Cada pieza está acompañada por una autodescripción del autor. Wilfried, de 17 años, ha pintado Libertad, cuyo protagonista tiene los brazos en alto tras romper unas cadenas que penden de sus muñecas. El autor ha escrito en la ficha biográfica: “Mi madrastra me trataba muy mal, me sacó del colegio y me puso a trabajar. Por eso decidí un día marcharme de casa y ahora vivo en el mercado”.
Mercado de Dantokpa en Cotonou, Benin.
A pocos metros de este lienzo, está De la calle a la vida, creado por Daniel (17 años), un retablo con la palabra Benín sobre un fondo tricolor, con retazos de cuerda y suelas de zapatos. En la descripción del cuadro confiesa: “Las clases de arte-terapia me ayudan expresar lo inexplicable. Sueño con una vida diferente, pero sigo buscando cómo hacerlo realidad”.
Dantokpa es un mercado de más de 80.000 metros cuadrados y 60 años de antigüedad, donde se consigue tan fácil una cabra, como unas sandalias, un talismán o una sesión de vudú. En este lugar confluyen las tradicionales mamás africanas, para vender los productos que cargan en pesadas bandejas sobre sus cabezas. Los niños las rodean, ofreciendo sus brazos a cambio de unas monedas.
Vivir entre miles de niños ofrece a los pequeños una sensación de compañía y seguridad. Ezequiel, de 16 años, autor de uno de los cuadros de la exhibición en Madrid, ha escrito: “En el mercado conocí a otros chicos y nos hicimos amigos, encontrando la forma de sobrevivir solos”. Rodríguez recuerda que “muchos están allí porque han sido maltratados, abandonados, o han sido víctimas de trata”. Huyendo de algún peligro, se atrincheraron en este mercado, pero Dantokpa no es un territorio seguro para estos menores, que eventualmente terminan siendo explotados laboralmente.
Dantokpa es un mercado de más de 80.000 metros cuadrados y 60 años de antigüedad, donde se consigue tan fácil una cabra, como unas sandalias, un talismán o una sesión de vudú. En este lugar confluyen las tradicionales mamás africanas, para vender los productos que cargan en pesadas bandejas sobre sus cabezas. Los niños las rodean, ofreciendo sus brazos a cambio de unas monedas.
Vivir entre miles de niños ofrece a los pequeños una sensación de compañía y seguridad. Ezequiel, de 16 años, autor de uno de los cuadros de la exhibición en Madrid, ha escrito: “En el mercado conocí a otros chicos y nos hicimos amigos, encontrando la forma de sobrevivir solos”. Rodríguez recuerda que “muchos están allí porque han sido maltratados, abandonados, o han sido víctimas de trata”. Huyendo de algún peligro, se atrincheraron en este mercado, pero Dantokpa no es un territorio seguro para estos menores, que eventualmente terminan siendo explotados laboralmente.
En este contexto ha nacido la barraca de Mamá Margarita, que ofrece clases de pintura una vez por semana. Han elegido el arte, afirma Rodríguez, “porque el niño da muchísima información jugando, sobre cómo se siente y cómo está”. El proyecto apunta esencialmente a “ayudar a los niños a salir de la calle”, señala Rodríguez. En varios casos, han mediado para reunificar a los menores con las familias. En otros, en que no ha sido posible este escenario, han facilitado la vida de estos niños al enseñarles un oficio.
El profesor de pintura en Dantokpa es Mohamed, de 20 años. Hasta hace poco, fue uno de los jóvenes que duermen en el mercado, pero ahora se ha convertido en instructor de estos niños, que viven una situación que él conoce de sobra. Un lienzo de su autoría, que ha sido traído a Madrid, trae un texto en el que confiesa que sueña con una beca para estudiar Bellas Artes en Europa. “El arte es mi pasión y mi salvación, es lo que tengo y lo que puedo ofrecer para mejorar un poquito el mundo”, escribe. Mohamed “les enseña la técnica y luego les deja a ellos elegir el tema y cómo quieren hacer la obra”, detalla Rodríguez.
Child Heros nació en 2017 con el propósito de atender la salud mental de los menores en situación de vulnerabilidad. Trabajan en Sierra Leona, Benín y España. Rodríguez, que ha trabajado en África occidental desde 2009, se ha aliado con Youtopía, un centro de difusión del conocimiento construido en un garaje donde se convocan recitales, se imparten cursos o se lee poesía. Esta alianza ha configurado la excusa perfecta para que residentes y visitantes de Madrid puedan conocer este espacio inolvidable con un profundo trasfondo social.
Horario: de lunes a viernes, desde las 9.00 hasta las 14.00 Lugar: Youtopía, calle de Garcilaso, 5.
Transporte: línea 1 del metro hasta la estación de Iglesia o línea 2 hasta Quevedo. Buses 3, 37, 61, 147.
El profesor de pintura en Dantokpa es Mohamed, de 20 años. Hasta hace poco, fue uno de los jóvenes que duermen en el mercado, pero ahora se ha convertido en instructor de estos niños, que viven una situación que él conoce de sobra. Un lienzo de su autoría, que ha sido traído a Madrid, trae un texto en el que confiesa que sueña con una beca para estudiar Bellas Artes en Europa. “El arte es mi pasión y mi salvación, es lo que tengo y lo que puedo ofrecer para mejorar un poquito el mundo”, escribe. Mohamed “les enseña la técnica y luego les deja a ellos elegir el tema y cómo quieren hacer la obra”, detalla Rodríguez.
Child Heros nació en 2017 con el propósito de atender la salud mental de los menores en situación de vulnerabilidad. Trabajan en Sierra Leona, Benín y España. Rodríguez, que ha trabajado en África occidental desde 2009, se ha aliado con Youtopía, un centro de difusión del conocimiento construido en un garaje donde se convocan recitales, se imparten cursos o se lee poesía. Esta alianza ha configurado la excusa perfecta para que residentes y visitantes de Madrid puedan conocer este espacio inolvidable con un profundo trasfondo social.
Horario: de lunes a viernes, desde las 9.00 hasta las 14.00 Lugar: Youtopía, calle de Garcilaso, 5.
Transporte: línea 1 del metro hasta la estación de Iglesia o línea 2 hasta Quevedo. Buses 3, 37, 61, 147.
lunes, 8 de enero de 2024
_- Alaska Airlines Grounds Fleet of Boeing 737 Max 9 Jets After Midair ‘Incident’.
_- Alaska Airlines deja en tierra la flota de aviones Boeing 737 Max 9 después de un "incidente" en el aire
El avión realizó un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto internacional de Portland, Oregon, después de perder un trozo de su fuselaje, según los pasajeros.
Alaska Airlines grounded its fleet of Boeing 737 Max 9 aircraft on Friday after a flight operated by the airline made an emergency landing at Portland International Airport in Oregon that evening because of a midair pressure problem that passengers said blew out a chunk of the fuselage.
The airline said that Alaska Airlines Flight 1282 had made a safe emergency landing carrying 171 passengers and six crew members at the Portland airport shortly after takeoff for Ontario, Calif. Within hours, the company said that it was grounding all 65 of its Boeing 737 Max 9 aircraft until it could inspect each plane. Those planes make up about a fifth of its fleet. It said in a statement that it expected to complete the inspections within a few days.
Boeing’s Max aircraft have a troubled history. After two crashes of Max 8 jets killed hundreds of people within several months in 2018 and 2019, the Max was grounded around the world.
Passengers on Friday’s flight described an unnerving experience during the 15 or so minutes in which the plane was returning to the airport. As yellow oxygen masks dangled above their heads, a powerful wind tore through a gaping hole that showed the night sky and the city lights below.
The crew reported a “pressurization issue” before the emergency landing, the Federal Aviation Administration said in a statement. The Association of Flight Attendants at Alaska Airlines said that the decompression was “explosive,” and that one attendant had sustained minor injuries.
A passenger, Vi Nguyen of Portland, said that she woke up to a loud sound during the flight. Then she saw a large hole in the side of the aircraft.
Air Safety in the United States
Near Misses: A New York Times investigation found that U.S. passenger planes come dangerously close to crashing into each other far more frequently than the public knows.
Air Traffic Control Lapses: Two planes that nearly collided in Austin, Texas, could have killed 131 people. The incident was a harrowing example of America’s fraying air safety system.
Pushed to the Brink: A nationwide shortage of air traffic controllers has resulted in an exhausted and demoralized work force that is increasingly prone to making dangerous mistakes.
An Alarming Pattern: Sydney Ember, an economics reporter for The Times, joined “The Daily” to explain why an aviation system known for its safety is producing a steady stream of close calls.
“I open up my eyes and the first thing I see is the oxygen mask right in front of me,” Ms. Nguyen, 22, said. “And I look to the left and the wall on the side of the plane is gone.”
“The first thing I thought was, ‘I’m going to die,’” she added.
Her friend Elizabeth Le, 20, said she had also heard “an extremely loud pop.” When she looked up, she saw a large hole on the wall of the plane about two or three rows away, she said.
Ms. Le said no one was sitting in the window seat next to the missing fuselage, but that a teenage boy and his mother were sitting in the middle and aisle seats. Flight attendants helped them move to the other side of the plane a few minutes later, she said. The boy appeared to have lost his shirt, and his skin looked red and irritated, she added.
“It was honestly horrifying,” she said. “I almost broke down, but I realized I needed to remain calm.”
There were announcements over the speaker system, but none were audible because the wind whipping through the plane was so loud, she said. After the plane landed, paramedics came on board to ask whether anyone was injured, she added. A man seated in the row immediately behind the hole said that he had hurt his foot.
Ms. Le said the passengers were not given an explanation of what had happened. In a video she took of the flight, passengers can be heard clapping after landing. “Oh my god,” someone says.
After landing, Ms. Le said that she and her friends were boarding another flight to Ontario later that night.
Alaska Airlines Flight 1282 departed for Ontario International Airport at 5:07 p.m. and was diverted back to Portland six minutes later, according to FlightAware, a flight tracking website. It reached a maximum altitude of about 16,000 feet, when its speed was recorded at more than 440 miles per hour, and landed in Portland at 5:27 p.m.
The cause of the midair problem was unclear as of early Saturday. Keith Tonkin, the managing director of Aviation Projects, an aviation consulting company in Brisbane, Australia, said that an excessive difference in the air pressure inside versus outside the cabin could have caused the wall to break off.
Passengers were probably able to breathe normally even when the plane was at its highest altitude, Mr. Tonkin added.
The plane was new, having been certified in November, according to the F.A.A. registry of aircraft. It entered commercial service that month and has since logged 145 flights, according to Flightradar24, another flight tracking site.
Representatives for Alaska Airlines, the F.A.A. and the National Transportation Safety Board said that they were investigating what had happened.
Boeing said in a statement that it was “aware of the incident involving Alaska Airlines Flight 1282,” adding: “We are working to gather more information and are in contact with our airline customer.”
In 2018, Lion Air Flight 610, a 737 Max 8, crashed into the ocean off the coast of Indonesia, killing all 189 passengers and crew members. Less than five months later in 2019, Ethiopian Airlines Flight 302 crashed shortly after leaving Ethiopia’s capital, Addis Ababa, killing all 157 people on board.
The Max planes were grounded after the second crash. Boeing made changes to the plane, including to the flight control system behind the crashes, and the F.A.A. cleared it to fly again in late 2020. In 2021, the company agreed to a $2.5 billion settlement with the Justice Department, resolving a criminal charge that Boeing conspired to defraud the agency.
In December, Boeing urged airlines to inspect all 737 Max airplanes for a possible loose bolt in the rudder-control system after an international airline discovered a bolt with a missing nut during routine maintenance. Alaska Airlines said at the time that it expected to complete inspections for its fleet in the first half of January.
The Max planes are in wide use. Of the nearly 2.9 million flights scheduled globally in January, 4.3 percent are planned to be carried out using Max 8 planes, while 0.7 percent are slated to use the Max 9.
The Max is the most popular plane in Boeing’s history, accounting for a fifth of all orders placed since 1955, according to company data.
Mark Walker and Niraj Chokshi contributed reporting.
The airline said that Alaska Airlines Flight 1282 had made a safe emergency landing carrying 171 passengers and six crew members at the Portland airport shortly after takeoff for Ontario, Calif. Within hours, the company said that it was grounding all 65 of its Boeing 737 Max 9 aircraft until it could inspect each plane. Those planes make up about a fifth of its fleet. It said in a statement that it expected to complete the inspections within a few days.
Boeing’s Max aircraft have a troubled history. After two crashes of Max 8 jets killed hundreds of people within several months in 2018 and 2019, the Max was grounded around the world.
Passengers on Friday’s flight described an unnerving experience during the 15 or so minutes in which the plane was returning to the airport. As yellow oxygen masks dangled above their heads, a powerful wind tore through a gaping hole that showed the night sky and the city lights below.
The crew reported a “pressurization issue” before the emergency landing, the Federal Aviation Administration said in a statement. The Association of Flight Attendants at Alaska Airlines said that the decompression was “explosive,” and that one attendant had sustained minor injuries.
A passenger, Vi Nguyen of Portland, said that she woke up to a loud sound during the flight. Then she saw a large hole in the side of the aircraft.
Air Safety in the United States
Near Misses: A New York Times investigation found that U.S. passenger planes come dangerously close to crashing into each other far more frequently than the public knows.
Air Traffic Control Lapses: Two planes that nearly collided in Austin, Texas, could have killed 131 people. The incident was a harrowing example of America’s fraying air safety system.
Pushed to the Brink: A nationwide shortage of air traffic controllers has resulted in an exhausted and demoralized work force that is increasingly prone to making dangerous mistakes.
An Alarming Pattern: Sydney Ember, an economics reporter for The Times, joined “The Daily” to explain why an aviation system known for its safety is producing a steady stream of close calls.
“I open up my eyes and the first thing I see is the oxygen mask right in front of me,” Ms. Nguyen, 22, said. “And I look to the left and the wall on the side of the plane is gone.”
“The first thing I thought was, ‘I’m going to die,’” she added.
Her friend Elizabeth Le, 20, said she had also heard “an extremely loud pop.” When she looked up, she saw a large hole on the wall of the plane about two or three rows away, she said.
Ms. Le said no one was sitting in the window seat next to the missing fuselage, but that a teenage boy and his mother were sitting in the middle and aisle seats. Flight attendants helped them move to the other side of the plane a few minutes later, she said. The boy appeared to have lost his shirt, and his skin looked red and irritated, she added.
“It was honestly horrifying,” she said. “I almost broke down, but I realized I needed to remain calm.”
There were announcements over the speaker system, but none were audible because the wind whipping through the plane was so loud, she said. After the plane landed, paramedics came on board to ask whether anyone was injured, she added. A man seated in the row immediately behind the hole said that he had hurt his foot.
Ms. Le said the passengers were not given an explanation of what had happened. In a video she took of the flight, passengers can be heard clapping after landing. “Oh my god,” someone says.
After landing, Ms. Le said that she and her friends were boarding another flight to Ontario later that night.
Alaska Airlines Flight 1282 departed for Ontario International Airport at 5:07 p.m. and was diverted back to Portland six minutes later, according to FlightAware, a flight tracking website. It reached a maximum altitude of about 16,000 feet, when its speed was recorded at more than 440 miles per hour, and landed in Portland at 5:27 p.m.
The cause of the midair problem was unclear as of early Saturday. Keith Tonkin, the managing director of Aviation Projects, an aviation consulting company in Brisbane, Australia, said that an excessive difference in the air pressure inside versus outside the cabin could have caused the wall to break off.
Passengers were probably able to breathe normally even when the plane was at its highest altitude, Mr. Tonkin added.
The plane was new, having been certified in November, according to the F.A.A. registry of aircraft. It entered commercial service that month and has since logged 145 flights, according to Flightradar24, another flight tracking site.
Representatives for Alaska Airlines, the F.A.A. and the National Transportation Safety Board said that they were investigating what had happened.
Boeing said in a statement that it was “aware of the incident involving Alaska Airlines Flight 1282,” adding: “We are working to gather more information and are in contact with our airline customer.”
In 2018, Lion Air Flight 610, a 737 Max 8, crashed into the ocean off the coast of Indonesia, killing all 189 passengers and crew members. Less than five months later in 2019, Ethiopian Airlines Flight 302 crashed shortly after leaving Ethiopia’s capital, Addis Ababa, killing all 157 people on board.
The Max planes were grounded after the second crash. Boeing made changes to the plane, including to the flight control system behind the crashes, and the F.A.A. cleared it to fly again in late 2020. In 2021, the company agreed to a $2.5 billion settlement with the Justice Department, resolving a criminal charge that Boeing conspired to defraud the agency.
In December, Boeing urged airlines to inspect all 737 Max airplanes for a possible loose bolt in the rudder-control system after an international airline discovered a bolt with a missing nut during routine maintenance. Alaska Airlines said at the time that it expected to complete inspections for its fleet in the first half of January.
The Max planes are in wide use. Of the nearly 2.9 million flights scheduled globally in January, 4.3 percent are planned to be carried out using Max 8 planes, while 0.7 percent are slated to use the Max 9.
The Max is the most popular plane in Boeing’s history, accounting for a fifth of all orders placed since 1955, according to company data.
Mark Walker and Niraj Chokshi contributed reporting.
Una fotografía proporcionada por un pasajero muestra una parte de la pared destrozada en un Boeing 737-9 Max de Alaska Airlines después de haber aterrizado de manera segura. Credit... Elizabeth Le
Alaska Airlines suspendió su flota de aviones Boeing 737 Max 9 el viernes después de que un vuelo operado por la aerolínea realizara un aterrizaje de emergencia en el Aeropuerto Internacional de Portland en Oregon esa noche debido a un problema de presión en el aire que, según los pasajeros, explotó un trozo del fuselaje.
La aerolínea dijo que el vuelo 1282 de Alaska Airlines había realizado un aterrizaje de emergencia seguro con 171 pasajeros y seis miembros de la tripulación en el aeropuerto de Portland poco después del despegue hacia Ontario, California. A las pocas horas, la compañía dijo que dejaría en tierra los 65 de su Boeing 737 Max. 9 aviones hasta poder inspeccionar cada avión. Esos aviones constituyen aproximadamente una quinta parte de su flota. Dijo en un comunicado que esperaba completar las inspecciones en unos pocos días.
Los aviones Max de Boeing tienen una historia problemática. Después de que dos accidentes de aviones Max 8 mataran a cientos de personas en varios meses en 2018 y 2019, el Max quedó en tierra en todo el mundo.
Los pasajeros del vuelo del viernes describieron una experiencia desconcertante durante los aproximadamente 15 minutos en los que el avión regresaba al aeropuerto. Mientras las máscaras de oxígeno amarillas colgaban sobre sus cabezas, un poderoso viento atravesó un enorme agujero que mostraba el cielo nocturno y las luces de la ciudad debajo.
La tripulación informó de un "problema de presurización" antes del aterrizaje de emergencia, dijo la Administración Federal de Aviación en un comunicado. La Asociación de Asistentes de Vuelo de Alaska Airlines dijo que la descompresión fue "explosiva" y que un asistente había sufrido heridas leves.
Una pasajera, Vi Nguyen de Portland, dijo que se despertó con un sonido fuerte durante el vuelo. Entonces vio un gran agujero en el costado del avión.
Seguridad aérea en los Estados Unidos
Casi accidentes: una investigación del New York Times encontró que los aviones de pasajeros estadounidenses están peligrosamente cerca de chocar entre sí con mucha más frecuencia de lo que el público cree.
Fallos en el control del tráfico aéreo: Dos aviones que casi chocan en Austin, Texas, podrían haber matado a 131 personas. El incidente fue un ejemplo desgarrador del desgastado sistema de seguridad aérea de Estados Unidos.
Al borde del abismo: La escasez de controladores de tráfico aéreo en todo el país ha resultado en una fuerza laboral agotada y desmoralizada que es cada vez más propensa a cometer errores peligrosos.
Un patrón alarmante: Sydney Ember, reportera de economía del Times, se unió a “The Daily” para explicar por qué un sistema de aviación conocido por su seguridad está produciendo un flujo constante de situaciones peligrosas.
“Abro los ojos y lo primero que veo es la máscara de oxígeno justo frente a mí”, dijo Nguyen, de 22 años. “Y miro hacia la izquierda y la pared en el costado del avión ya no está”.
"Lo primero que pensé fue: 'Voy a morir'", añadió.
Su amiga Elizabeth Le, de 20 años, dijo que también escuchó “un pop extremadamente fuerte”. Cuando miró hacia arriba, vio un gran agujero en la pared del avión a unas dos o tres filas de distancia, dijo.
La Sra. Le dijo que no había nadie sentado en el asiento de la ventana al lado del fuselaje perdido, pero que un adolescente y su madre estaban sentados en los asientos del medio y del pasillo. Los asistentes de vuelo los ayudaron a pasar al otro lado del avión unos minutos más tarde, dijo. El niño parecía haber perdido la camisa y su piel parecía enrojecida e irritada, añadió.
"Fue sinceramente horrible", dijo. "Casi me derrumbo, pero me di cuenta de que necesitaba mantener la calma".
Hubo anuncios por el sistema de altavoces, pero ninguno fue audible porque el viento que azotaba el avión era muy fuerte, dijo. Después de que el avión aterrizó, los paramédicos subieron a bordo para preguntar si había alguien herido, añadió. Un hombre sentado en la fila inmediatamente detrás del hoyo dijo que se había lastimado el pie.
La Sra. Le dijo que a los pasajeros no se les dio una explicación de lo que había sucedido. En un vídeo que tomó del vuelo, se puede escuchar a los pasajeros aplaudiendo después del aterrizaje. "Dios mío", dice alguien.
Después de aterrizar, la Sra. Le dijo que ella y sus amigos abordarían otro vuelo a Ontario esa misma noche.
El vuelo 1282 de Alaska Airlines partió hacia el aeropuerto internacional de Ontario a las 5:07 p.m. y fue desviado de regreso a Portland seis minutos después, según FlightAware, un sitio web de seguimiento de vuelos. Alcanzó una altitud máxima de unos 16.000 pies, cuando su velocidad se registró a más de 440 millas por hora, y aterrizó en Portland a las 5:27 p.m.
La causa del problema en el aire no estaba clara hasta la madrugada del sábado. Keith Tonkin, director general de Aviation Projects, una empresa de consultoría de aviación en Brisbane, Australia, dijo que una diferencia excesiva en la presión del aire dentro versus fuera de la cabina podría haber causado que la pared se rompiera.
Los pasajeros probablemente pudieron respirar normalmente incluso cuando el avión estaba a su máxima altitud, añadió Tonkin.
El avión era nuevo y había sido certificado en noviembre, según la F.A.A. registro de aeronaves. Entró en servicio comercial ese mes y Desde entonces se han registrado 145 vuelos, según Flightradar24, otro sitio de seguimiento de vuelos.
Representantes de Alaska Airlines, la F.A.A. y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte dijo que estaban investigando lo sucedido.
Boeing dijo en un comunicado que estaba "al tanto del incidente que involucró al vuelo 1282 de Alaska Airlines", y agregó: "Estamos trabajando para recopilar más información y estamos en contacto con nuestra aerolínea cliente".
En 2018, el vuelo 610 de Lion Air, un 737 Max 8, se estrelló en el océano frente a la costa de Indonesia, matando a los 189 pasajeros y miembros de la tripulación. Menos de cinco meses después, en 2019, el vuelo 302 de etíope Airlines se estrelló poco después de despegar de la capital de Etiopía, Addis Abeba, matando a las 157 personas a bordo.
Los aviones Max quedaron en tierra después del segundo accidente. Boeing realizó cambios en el avión, incluido el sistema de control de vuelo detrás de los accidentes, y la F.A.A. le autorizó a volar nuevamente a finales de 2020. En 2021, la compañía acordó un acuerdo de 2.500 millones de dólares con el Departamento de Justicia, resolviendo un cargo penal de que Boeing conspiró para defraudar a la agencia.
En diciembre, Boeing instó a las aerolíneas a inspeccionar todos los aviones 737 Max en busca de un posible perno flojo en el sistema de control del timón después de que una aerolínea internacional descubriera un perno al que le faltaba una tuerca durante el mantenimiento de rutina. Alaska Airlines dijo en ese momento que esperaba completar las inspecciones de su flota en la primera quincena de enero.
Los aviones Max se utilizan ampliamente. De los casi 2,9 millones de vuelos programados a nivel mundial en enero, el 4,3 por ciento se realizarán con aviones Max 8, mientras que el 0,7 por ciento utilizará el Max 9.
El Max es el avión más popular en la historia de Boeing y representa una quinta parte de todos los pedidos realizados desde 1955, según datos de la compañía.
_- Los límites de los complementos alimenticios: ni curan, ni previenen, ni son inocuos.
_- Más allá de casos con déficits nutricionales justificados por situaciones clínicas, los expertos advierten de que los suplementos multivitamínicos carecen de eficacia para evitar enfermedades y pueden entrañar riesgos si se ingieren sin supervisión.
Una mujer inspecciona complementos alimenticios en un establecimiento donde se dispensan.MIGUEL GUTIÉRREZ (EFE)
No hay caja sin promesa: “Energía y vitalidad”, “Inmunidad”, “Confort de la próstata”. En los anaqueles de una parafarmacia de Barcelona, rebosan decenas de cajas con píldoras que, bajo la fórmula de complementos alimenticios, garantizan reducir el “daño oxidativo”, tener “energía y deseo sexual” o “quemar la grasa”, entre otros augurios. A pocos metros, en las baldas de un supermercado, se repite el patrón: multivitamínicos, minerales y combinados con extractos de hierbas se ofrecen para el “bienestar de las articulaciones”, ayudar a la “detoxificación” o lograr “un extra de vitalidad”. Unos y otros copan, aparentemente, todos los flancos del bienestar. Pero la comunidad científica mira con recelo tantas promesas y advierte de que hay ahí más marketing que eficacia: ni curan, ni previenen enfermedades, ni son inocuos.
Los expertos en nutrición avisan, de hecho, de las limitaciones de estos productos y apuntan que, más allá de la indicación a personas con déficits nutricionales justificados por determinadas situaciones clínicas, los complementos alimenticios carecen de eficacia para tratar afecciones o evitar la aparición de dolencias cardiovasculares o cáncer, por ejemplo. En el peor de los casos, estos preparados pueden, incluso, entrañar ciertos riesgos si se ingieren sin supervisión o en cantidades más elevadas de las máximas recomendadas.
Jordi Salas, catedrático de Nutrición y Bromatología de la URV y miembro de la Red de Expertos de la Agencia de Salud Pública de Cataluña, fotografiado en la facultad de medicina de la Universidad Rovira i Virgili. Foto: Gianluca Battista
“Lo de los superalimentos es un absurdo y las dietas milagro no existen”. A ojos de la ley, toda esta clase de preparados son alimentos, no fármacos. Alimentos cuyo fin es complementar —que no sustituir— una dieta equilibrada normal. Son, por ejemplo, vitaminas, minerales (como el calcio o el magnesio, por ejemplo) y probióticos. También aminoácidos, como la glutamina, o compuestos derivados de plantas, como la cafeína o el ginseng. A diferencia de los medicamentos, los complementos alimenticios no necesitan autorización para su venta y se dispensan en cualquier local donde se comercia con alimentos, desde una farmacia hasta un supermercado. Pero la dietista y nutricionista Azahara Nieto advierte de que, por muy naturales que sean o parezcan, “no son inocuos”. Y además, enfatiza: “Si la alimentación es completa, no necesitas suplementación”.
Solo cuando hay algún déficit nutricional detectado tiene sentido recurrir a determinados complementos alimenticios, defienden los expertos. “Hay deficiencias primarias, cuando el nutriente no está en la dieta, y deficiencias secundarias, en las que ese nutriente, pese a estar presente en la dieta, por lo que sea, como que no metaboliza bien, no termina de llegar y se aporta por otras vías”, expone el dietista y nutricionista Juan Revenga. Las personas con obesidad operadas de cirugía bariátrica, por ejemplo, necesitan una suplementación de vitaminas y minerales. También a aquellos individuos que siguen un patrón de vida vegetariano estricto se les recomienda una suplementación de vitamina B12. Otra indicación “clarísima”, conviene Jordi Salas-Salvadó, catedrático de Nutrición de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, es el ácido fólico en mujeres que quieren quedarse embarazadas: “Se recomienda un suplemento de ácido fólico para prevenir alteraciones del tubo neural en el bebé”. Un defecto del tubo neural puede provocar problemas en el sistema nervioso, como espina bífida. También el suplemento de hierro en embarazadas sirve, según los científicos, para prevenir el parto prematuro o el bajo peso al nacer en personas con riesgo de deficiencias.
El peso del marketing
En la práctica, sin embargo, el fenómeno de los suplementos dietéticos va más allá de la necesidad. Una encuesta publicada en la Revista Española de Nutrición Humana y Dietética reveló, tras sondear a 2.630 españoles, que el 70% de la población estudiada había tomado algún suplemento en el último año, ya sean complementos alimenticios, extractos de plantas, productos para deportistas o para adelgazar, entre otros. En Estados Unidos, una encuesta de salud reportó que más de la mitad de sus ciudadanos habían tomado algún suplemento dietético el mes anterior. La mayoría aduce que los toma para mejorar su salud, su rendimiento deportivo o para adelgazar. “Hay mucho marketing y una tendencia a suplir con complementos una mala gestión de la alimentación diaria. Para compensar eso, nos creemos que el complemento suple la situación que provocan nuestros hábitos”, valora Violeta Moizé, dietista y nutricionista del Hospital Clínic de Barcelona.
Pero no hay milagros en esas píldoras. “Son productos que contienen sustancias concentradas que nosotros podemos encontrar en los alimentos”, insiste Revenga. Y más, en un contexto como este, el de los países occidentales, donde hay “una disponibilidad alimentaria bestial”, afirma, y no hay carencias de ningún alimento. “Estos productos se comercializan porque la gente quiere ser engañada. En esas cajitas pone ‘más energia, menos cansancio, más vitalidad’ y eso nos resulta atractivo y queremos ser engañados. Se le trasladan a esos productos propiedades pseudomilagrosas”, lamenta el nutricionista. Pero las recetas mágicas no existen: “La vitamina D se relaciona con el sistema inmune, pero tomar más vitamina D no nos hará más inmunes a la covid. Tendremos un sistema inmune dentro de nuestra naturaleza humana, no seremos superhéroes”, ejemplifica.
Según la literatura científica, fuera de casos señalados y revisados por profesionales de la salud, los complementos alimenticios tienen un recorrido limitado. Ni la ingesta de suplementos vitamínicos y minerales entre personas sanas reduce el riesgo de enfermedades, ni los suplementos para adelgazar son un método eficaz contra la obesidad. Tampoco los ácidos grasos omega-3, que sí pueden ayudar a reducir los triglicéridos, tienen un impacto claro y contundente en la prevención de dolencias cardíacas.
Hay mucho marketing y una tendencia a suplir con complementos una mala gestión de la alimentación diaria”
Para empezar, uno de los peligros es el control de las cantidades. “Si comes muy bien y te tomas un multivitamínico, a lo mejor te estás pasando”, observa Revenga. El dietista señala que hay ingestas diarias máximas recomendadas de todos los nutrientes y, si se superan esos límites, “puede ser tóxico o tener efectos deletéreos”. “Tanta cantidad de esos nutrientes puede limitar la absorción de otros nutrientes”, explica. O interferir en la actividad de otras funciones orgánicas. O provocar efectos secundarios adversos. “Si das mucho fósforo, limitarás la absorción de calcio. Si das mucho yodo, se puede trastocar la función tiroidea. Si tomas mucha vitamina D, puedes tener diarrea”, indica el nutricionista.
En esta línea, Salas-Salvadó alerta de que “la absorción y la biodisponibilidad no es igual que si te la tomas en la alimentación” y pone otro ejemplo: “Con los antioxidantes, como la vitamina A, la E o el selenio, si tomamos una alimentación variada, tomamos diversas cantidades de distintos antioxidantes que son buenos para la salud. Pero si te pasas y tomas grandes cantidades, esto puede tener efectos oxidantes. Lo importante es tener una dieta equilibrada y que consumas los nutrientes a dosis fisiológicas normales”. Moizé avisa también del peligro de una “sobremineralización”: “Puedes saturar otros canales porque todos estos micronutrientes son cofactores de reacciones que pasan en nuestro organismo: se necesitan en una determinada cantidad para que una función se lleve a cabo y, si te excedes, puedes saturar alguna vía”.
Con los preparados que incorporan a su composición extractos de plantas, los expertos llaman la atención sobre la falta de estudios sobre su seguridad. Revenga denuncia que le presuponen beneficios no demostrados: “Es el componente exótico que sirve al fabricante como palanca de venta. Es ponerle purpurina y neones”, opina. En un artículo publicado en la revista International Journal of Environmental Research and Public Health, la investigadora polaca, Regina Wierzejska, apunta: “En los últimos años han aparecido numerosos preparados que incluyen plantas que nunca antes habían sido utilizadas en la medicina occidental. Sus mecanismos de acción no han sido suficientemente investigados y descritos, y las etiquetas no suelen incluir información sobre las contraindicaciones, lo que no significa que no existan. Los componentes de hierbas, especialmente las mezclas de hierbas, pueden tener un efecto negativo sobre los mecanismos de acción de los fármacos, ya sea acelerando la excreción del cuerpo o produciendo concentraciones peligrosamente altas en la sangre”.
Complementos adulterados
Otra de las amenazas con estos productos es la incorporación ilegal de sustancias que el fabricante no identifica en la caja y el consumidor ingiere sin saberlo. Hay sustancias que pueden provocar efectos adversos o interaccionar con otros fármacos que esté tomando el individuo. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) vigila de cerca lo que llaman “sustancias farmacológicamente activas comercializadas como suplementos alimenticios” y alerta de su presencia. Sucede, sobre todo, con compuestos empleados para incrementar el vigor sexual, favorecer el desarrollo muscular o acelerar la pérdida de peso.
En un estudio donde se analizó la adulteración de suplementos dietéticos para mejorar la función sexial, se encontró que la mayoría contenía inhibidores de la fosfodiesterasa, como el sildenafilo, presente en la viagra. Y en varias muestras, incluso había una dosis de estas sustancias bastante superior a la máxima aprobada recomendada en los fármacos. “Se trata de una adulteración que es especialmente peligrosa cuando una persona lleva medicación, por ejemplo, para la tensión y el corazón, y no se está enterando”, denuncia Revenga. Y lo mismo sucede, dice, con los productos adelgazantes naturales, a los que se les incorpora principios activos de antidiabéticos. La AESAN lanzó el año pasado tres alertas por presencia de principios activos similares a los de la viagra en complementos alimentarios y otro aviso por la aparición de un fármaco contra la obesidad en un suplemento que se presentaba como un “producto natural”.
Los extractos de plantas son el componente exótico que sirve al fabricante como palanca de venta. Es ponerle purpurina y neones” Juan Revenga, dietista y nutricionista
“La palabra natural es una llave que abre muchas puertas. La picadura de una serpiente o una erupción volcánica también son naturales”, bromea Revenga. Los expertos piden cautela con el consumo de estas sustancias y, antes de tomar ninguna decisión, recomienda Nieto, los ciudadanos deberían “hacer una revisión de su alimentación para ver qué necesitan, pero no autodiagnosticarse ni autoprescribirse nada”. Mejor, siempre, consultarlo con su médico de cabecera u otro profesional sanitario. Y tener cuidado con las promesas milagrosas.
“Hay un marketing muy grande y se hacen anuncios de cosas que no tienen evidencia de que funcionen y tampoco se habla de los efectos indeseados que pueden tener”, recuerda Salas-Salvadó. En sus recomendaciones, la propia AESAN, advierte también de que “natural no significa seguro, la ayuda para el control de peso solo tiene sentido con un estilo de vida saludable, el rendimiento deportivo requiere entrenamiento adecuado y dieta saludable y ningún complemento alimenticio es útil en las relaciones sexuales”.
Los expertos en nutrición avisan, de hecho, de las limitaciones de estos productos y apuntan que, más allá de la indicación a personas con déficits nutricionales justificados por determinadas situaciones clínicas, los complementos alimenticios carecen de eficacia para tratar afecciones o evitar la aparición de dolencias cardiovasculares o cáncer, por ejemplo. En el peor de los casos, estos preparados pueden, incluso, entrañar ciertos riesgos si se ingieren sin supervisión o en cantidades más elevadas de las máximas recomendadas.
Jordi Salas, catedrático de Nutrición y Bromatología de la URV y miembro de la Red de Expertos de la Agencia de Salud Pública de Cataluña, fotografiado en la facultad de medicina de la Universidad Rovira i Virgili. Foto: Gianluca Battista
“Lo de los superalimentos es un absurdo y las dietas milagro no existen”. A ojos de la ley, toda esta clase de preparados son alimentos, no fármacos. Alimentos cuyo fin es complementar —que no sustituir— una dieta equilibrada normal. Son, por ejemplo, vitaminas, minerales (como el calcio o el magnesio, por ejemplo) y probióticos. También aminoácidos, como la glutamina, o compuestos derivados de plantas, como la cafeína o el ginseng. A diferencia de los medicamentos, los complementos alimenticios no necesitan autorización para su venta y se dispensan en cualquier local donde se comercia con alimentos, desde una farmacia hasta un supermercado. Pero la dietista y nutricionista Azahara Nieto advierte de que, por muy naturales que sean o parezcan, “no son inocuos”. Y además, enfatiza: “Si la alimentación es completa, no necesitas suplementación”.
Solo cuando hay algún déficit nutricional detectado tiene sentido recurrir a determinados complementos alimenticios, defienden los expertos. “Hay deficiencias primarias, cuando el nutriente no está en la dieta, y deficiencias secundarias, en las que ese nutriente, pese a estar presente en la dieta, por lo que sea, como que no metaboliza bien, no termina de llegar y se aporta por otras vías”, expone el dietista y nutricionista Juan Revenga. Las personas con obesidad operadas de cirugía bariátrica, por ejemplo, necesitan una suplementación de vitaminas y minerales. También a aquellos individuos que siguen un patrón de vida vegetariano estricto se les recomienda una suplementación de vitamina B12. Otra indicación “clarísima”, conviene Jordi Salas-Salvadó, catedrático de Nutrición de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, es el ácido fólico en mujeres que quieren quedarse embarazadas: “Se recomienda un suplemento de ácido fólico para prevenir alteraciones del tubo neural en el bebé”. Un defecto del tubo neural puede provocar problemas en el sistema nervioso, como espina bífida. También el suplemento de hierro en embarazadas sirve, según los científicos, para prevenir el parto prematuro o el bajo peso al nacer en personas con riesgo de deficiencias.
El peso del marketing
En la práctica, sin embargo, el fenómeno de los suplementos dietéticos va más allá de la necesidad. Una encuesta publicada en la Revista Española de Nutrición Humana y Dietética reveló, tras sondear a 2.630 españoles, que el 70% de la población estudiada había tomado algún suplemento en el último año, ya sean complementos alimenticios, extractos de plantas, productos para deportistas o para adelgazar, entre otros. En Estados Unidos, una encuesta de salud reportó que más de la mitad de sus ciudadanos habían tomado algún suplemento dietético el mes anterior. La mayoría aduce que los toma para mejorar su salud, su rendimiento deportivo o para adelgazar. “Hay mucho marketing y una tendencia a suplir con complementos una mala gestión de la alimentación diaria. Para compensar eso, nos creemos que el complemento suple la situación que provocan nuestros hábitos”, valora Violeta Moizé, dietista y nutricionista del Hospital Clínic de Barcelona.
Pero no hay milagros en esas píldoras. “Son productos que contienen sustancias concentradas que nosotros podemos encontrar en los alimentos”, insiste Revenga. Y más, en un contexto como este, el de los países occidentales, donde hay “una disponibilidad alimentaria bestial”, afirma, y no hay carencias de ningún alimento. “Estos productos se comercializan porque la gente quiere ser engañada. En esas cajitas pone ‘más energia, menos cansancio, más vitalidad’ y eso nos resulta atractivo y queremos ser engañados. Se le trasladan a esos productos propiedades pseudomilagrosas”, lamenta el nutricionista. Pero las recetas mágicas no existen: “La vitamina D se relaciona con el sistema inmune, pero tomar más vitamina D no nos hará más inmunes a la covid. Tendremos un sistema inmune dentro de nuestra naturaleza humana, no seremos superhéroes”, ejemplifica.
Según la literatura científica, fuera de casos señalados y revisados por profesionales de la salud, los complementos alimenticios tienen un recorrido limitado. Ni la ingesta de suplementos vitamínicos y minerales entre personas sanas reduce el riesgo de enfermedades, ni los suplementos para adelgazar son un método eficaz contra la obesidad. Tampoco los ácidos grasos omega-3, que sí pueden ayudar a reducir los triglicéridos, tienen un impacto claro y contundente en la prevención de dolencias cardíacas.
Hay mucho marketing y una tendencia a suplir con complementos una mala gestión de la alimentación diaria”
Violeta Moizé, dietista y nutricionista del Hospital Clínic de Barcelona
Una revisión del Grupo de trabajo de servicios preventivos de los Estados Unidos (USPSTF, por sus siglas en inglés) sobre el papel de los complementos alimenticios en la prevención de enfermedades concluyó el año pasado que “la suplementación con vitaminas y minerales se asoció con poco o ningún beneficio en la prevención del cáncer, las enfermedades cardiovasculares y la muerte, con la excepción de un pequeño beneficio para la incidencia del cáncer con el uso de multivitaminas”. El betacaroteno, además, se vinculó con un mayor riesgo de cáncer de pulmón y otros resultados perjudiciales en personas con alto riesgo de este tumor.
Tras su análisis, la USPSTF desaconsejó el uso de betacaroteno o vitamina E para prevenir enfermedades cardiovasculares o cáncer y concluyó que la evidencia disponible es insuficiente para calcular el riesgo y beneficio de tomar otros suplementos nutricionales para evitar estas mismas enfermedades. A propósito de estas conclusiones, científicos de la Universidad Northwestern de Chicago firmaron un editorial en la revista JAMA en la que advertían: “La razón más común por la que las personas informan que toman suplementos es para mejorar o mantener la salud general. Sin embargo, las frutas y verduras enteras contienen una mezcla de vitaminas, fitoquímicos, fibra y otros nutrientes que probablemente actúan sinérgicamente para brindar beneficios para la salud. Los micronutrientes aislados pueden actuar de manera diferente en el cuerpo que cuando se empaquetan naturalmente con una serie de otros componentes dietéticos”.
Por otra parte, al tratarse de productos considerados alimentos, no fármacos, “no tienen obligación de demostrar aquello que dicen que hacen”, protesta Revenga, y tampoco requieren de una prescripción médica. Cualquier individuo puede consumirlos por su cuenta, aunque estos preparados no están exentos de riesgos.
Los peligros del exceso de vitaminas
Una revisión del Grupo de trabajo de servicios preventivos de los Estados Unidos (USPSTF, por sus siglas en inglés) sobre el papel de los complementos alimenticios en la prevención de enfermedades concluyó el año pasado que “la suplementación con vitaminas y minerales se asoció con poco o ningún beneficio en la prevención del cáncer, las enfermedades cardiovasculares y la muerte, con la excepción de un pequeño beneficio para la incidencia del cáncer con el uso de multivitaminas”. El betacaroteno, además, se vinculó con un mayor riesgo de cáncer de pulmón y otros resultados perjudiciales en personas con alto riesgo de este tumor.
Tras su análisis, la USPSTF desaconsejó el uso de betacaroteno o vitamina E para prevenir enfermedades cardiovasculares o cáncer y concluyó que la evidencia disponible es insuficiente para calcular el riesgo y beneficio de tomar otros suplementos nutricionales para evitar estas mismas enfermedades. A propósito de estas conclusiones, científicos de la Universidad Northwestern de Chicago firmaron un editorial en la revista JAMA en la que advertían: “La razón más común por la que las personas informan que toman suplementos es para mejorar o mantener la salud general. Sin embargo, las frutas y verduras enteras contienen una mezcla de vitaminas, fitoquímicos, fibra y otros nutrientes que probablemente actúan sinérgicamente para brindar beneficios para la salud. Los micronutrientes aislados pueden actuar de manera diferente en el cuerpo que cuando se empaquetan naturalmente con una serie de otros componentes dietéticos”.
Por otra parte, al tratarse de productos considerados alimentos, no fármacos, “no tienen obligación de demostrar aquello que dicen que hacen”, protesta Revenga, y tampoco requieren de una prescripción médica. Cualquier individuo puede consumirlos por su cuenta, aunque estos preparados no están exentos de riesgos.
Los peligros del exceso de vitaminas
Para empezar, uno de los peligros es el control de las cantidades. “Si comes muy bien y te tomas un multivitamínico, a lo mejor te estás pasando”, observa Revenga. El dietista señala que hay ingestas diarias máximas recomendadas de todos los nutrientes y, si se superan esos límites, “puede ser tóxico o tener efectos deletéreos”. “Tanta cantidad de esos nutrientes puede limitar la absorción de otros nutrientes”, explica. O interferir en la actividad de otras funciones orgánicas. O provocar efectos secundarios adversos. “Si das mucho fósforo, limitarás la absorción de calcio. Si das mucho yodo, se puede trastocar la función tiroidea. Si tomas mucha vitamina D, puedes tener diarrea”, indica el nutricionista.
En esta línea, Salas-Salvadó alerta de que “la absorción y la biodisponibilidad no es igual que si te la tomas en la alimentación” y pone otro ejemplo: “Con los antioxidantes, como la vitamina A, la E o el selenio, si tomamos una alimentación variada, tomamos diversas cantidades de distintos antioxidantes que son buenos para la salud. Pero si te pasas y tomas grandes cantidades, esto puede tener efectos oxidantes. Lo importante es tener una dieta equilibrada y que consumas los nutrientes a dosis fisiológicas normales”. Moizé avisa también del peligro de una “sobremineralización”: “Puedes saturar otros canales porque todos estos micronutrientes son cofactores de reacciones que pasan en nuestro organismo: se necesitan en una determinada cantidad para que una función se lleve a cabo y, si te excedes, puedes saturar alguna vía”.
Con los preparados que incorporan a su composición extractos de plantas, los expertos llaman la atención sobre la falta de estudios sobre su seguridad. Revenga denuncia que le presuponen beneficios no demostrados: “Es el componente exótico que sirve al fabricante como palanca de venta. Es ponerle purpurina y neones”, opina. En un artículo publicado en la revista International Journal of Environmental Research and Public Health, la investigadora polaca, Regina Wierzejska, apunta: “En los últimos años han aparecido numerosos preparados que incluyen plantas que nunca antes habían sido utilizadas en la medicina occidental. Sus mecanismos de acción no han sido suficientemente investigados y descritos, y las etiquetas no suelen incluir información sobre las contraindicaciones, lo que no significa que no existan. Los componentes de hierbas, especialmente las mezclas de hierbas, pueden tener un efecto negativo sobre los mecanismos de acción de los fármacos, ya sea acelerando la excreción del cuerpo o produciendo concentraciones peligrosamente altas en la sangre”.
Complementos adulterados
Otra de las amenazas con estos productos es la incorporación ilegal de sustancias que el fabricante no identifica en la caja y el consumidor ingiere sin saberlo. Hay sustancias que pueden provocar efectos adversos o interaccionar con otros fármacos que esté tomando el individuo. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) vigila de cerca lo que llaman “sustancias farmacológicamente activas comercializadas como suplementos alimenticios” y alerta de su presencia. Sucede, sobre todo, con compuestos empleados para incrementar el vigor sexual, favorecer el desarrollo muscular o acelerar la pérdida de peso.
En un estudio donde se analizó la adulteración de suplementos dietéticos para mejorar la función sexial, se encontró que la mayoría contenía inhibidores de la fosfodiesterasa, como el sildenafilo, presente en la viagra. Y en varias muestras, incluso había una dosis de estas sustancias bastante superior a la máxima aprobada recomendada en los fármacos. “Se trata de una adulteración que es especialmente peligrosa cuando una persona lleva medicación, por ejemplo, para la tensión y el corazón, y no se está enterando”, denuncia Revenga. Y lo mismo sucede, dice, con los productos adelgazantes naturales, a los que se les incorpora principios activos de antidiabéticos. La AESAN lanzó el año pasado tres alertas por presencia de principios activos similares a los de la viagra en complementos alimentarios y otro aviso por la aparición de un fármaco contra la obesidad en un suplemento que se presentaba como un “producto natural”.
Los extractos de plantas son el componente exótico que sirve al fabricante como palanca de venta. Es ponerle purpurina y neones” Juan Revenga, dietista y nutricionista
“La palabra natural es una llave que abre muchas puertas. La picadura de una serpiente o una erupción volcánica también son naturales”, bromea Revenga. Los expertos piden cautela con el consumo de estas sustancias y, antes de tomar ninguna decisión, recomienda Nieto, los ciudadanos deberían “hacer una revisión de su alimentación para ver qué necesitan, pero no autodiagnosticarse ni autoprescribirse nada”. Mejor, siempre, consultarlo con su médico de cabecera u otro profesional sanitario. Y tener cuidado con las promesas milagrosas.
“Hay un marketing muy grande y se hacen anuncios de cosas que no tienen evidencia de que funcionen y tampoco se habla de los efectos indeseados que pueden tener”, recuerda Salas-Salvadó. En sus recomendaciones, la propia AESAN, advierte también de que “natural no significa seguro, la ayuda para el control de peso solo tiene sentido con un estilo de vida saludable, el rendimiento deportivo requiere entrenamiento adecuado y dieta saludable y ningún complemento alimenticio es útil en las relaciones sexuales”.
El lastre de nacer en diciembre: peores resultados académicos y desventaja laboral.
A los ocho años, un escolar español nacido en el último mes del año arrastra en lectura un retraso de más de dos trimestres respecto al de enero. La brecha se reabre en la pubertad.
Un niño nacido en diciembre empieza en septiembre el segundo ciclo de Educación Infantil aún con dos años, cuando a sus compañeros que vinieron al mundo ese enero les queda muy poco para cumplir cuatro años. Los separa un tercio de vida, pese a estar en la misma aula. Un obstáculo de madurez para los más jóvenes del que poco se habla y que puede lastrar su formación, como influye también no tener una familia con formación o haber nacido en otro país, extremos de los que se ha escrito mucho.
Los datos que en estos momentos está analizando un grupo de economía aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos (Ismael Sanz, Rosa Santero, Luis Pires, Pablo Araya, y Cristian Macías), que ha avanzado a este diario, concluyen que en España se repite el patrón del mundo entero. Las puntuaciones de un niño de diciembre en las pruebas de calidad educativa de tercero de primaria (ocho años) de la LOMCE (ley Wert) son en su conjunto 16 puntos menores que las de uno nacido en enero en Lectura ―más de dos trimestres de diferencia, 20 puntos equivalen un año―, pero si se lo escolarizó (y de resultas socializó) desde los dos años, la brecha se reduce a 10 puntos (medio año).
“Las mayores diferencias por fecha de nacimiento las vemos entre los tres y los cinco años, que no es una edad obligatoria, pero en la que afortunadamente casi todos están escolarizados. Cuanto más pequeños son, más se ve”, explica Sylvie Pérez, psicopedagoga en tres centros de primaria y uno de secundaria en Barcelona. “En procesos del desarrollo motor y del habla, de asimilar hábitos y rutinas… medio año es muchísimo tiempo. Luego se acortan las distancias y se vuelve a ver mucho en la pubertad, cuando son más infantiles y a veces pasa que no saben hacer un razonamiento abstracto, les falta capacidad de deducción. Sobre todo se nota entre niños y niñas”, prosigue la también profesora de Estudios de psicología y ciencias de la educación en la Universidad Oberta de Catalunya (UOC).
El último informe PISA, diseñado por la OCDE, pone de manifiesto también esta barrera madurativa y de autoconfianza a los 15 años. El 18% de los examinados que habían nacido en enero había repetido algún curso, frente al 26% de los de diciembre. Una cifra que no sorprende a los expertos, porque se repite en cada edición de las pruebas. También sufren más bullying por su mayor inmadurez (tienen menos recursos, son más vulnerables por su mes de nacimiento que el resto).
¿A qué curso debe ir un niño de final de año? “Lo mejor sería ser consciente de que mi hijo o alumno es de noviembre o diciembre. Y saber que es posible que necesite más meses que los demás, por una cuestión puramente madurativa”, recomienda la profesora de la UOC. “Si sale adelante con este handicap, pues muy bien. Pero si no, no pasa nada porque le demos más tiempo. De hecho, cuando eres madre hablas mucho diferenciando por meses. Terminas cuando van al colegio”.
Esta inmadurez de los alumnos de final de año ―que no suele ser tal si se compara con los de su mes― hace que muchas veces se confunda con desórdenes del habla y el lenguaje. Lo puso de manifiesto en 2016 un informe de la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias (AQuAS) de Cataluña: entre los nacidos en diciembre, hubo un 33,7% más de diagnósticos de trastorno del aprendizaje que entre los de enero. Pero también ocurre en el sentido contrario. “Normalizamos tanto que lo haga después, que a veces disfrazamos un trastorno educativo y se actúa tarde”, señala la psicopedagoga. Pérez cree que el mejor antídoto es mezclar a niños de toda la etapa educativa en talleres y actividades, pues aprenden unos de otros.
“Las autoridades no están teniendo en cuenta en absoluto [la brecha madurativa]. Sin embargo, individualmente padres y profesores en niveles, digamos, socioeconómicos altos, sí. Piensan que si nació a finales de año no pasa nada porque repita si va un poco atrás en primero o segundo de primaria”, reflexiona Antonio Cabrales, catedrático de Economía de la Universidad Carlos III que ha escrito sobre el tema. “En otros países, como Alemania, se los evalúa con cuatro o cinco años y se aconseja a los padres que se queden un curso más en infantil para que vayan con más seguridad. En España se tiende a hacer con chicos que están, muy, muy diferenciados. Falta un sistema general para lidiar con un problema que realmente afecta a todo el mundo”.
Bancos de tareas
Y este planteamiento lleva a Cabrales a otro más amplio: “En general tenemos un sistema que presta menos atención a la diversidad de lo que sería ideal. Se necesita una atención más individualizada a las necesidades de cada uno. A los que tienen libros en casa y los que no, a los inmigrantes y a los no inmigrantes…”. En su opinión, podría hacerse uso de la tecnología con un banco de tareas en cada curso adaptado a los distintos niveles.
“Hay que poner el corte en algún sitio: o por año de nacimiento, como ahora, o por cursos escolares”, remarca la psicopedagoga. En cualquier caso, siempre habrá unos estudiantes que serán más mayores. Es el caso de Daniel, hijo de españoles, de 11 años. Vive en Maryland (Estados Unidos) y nació a primeros de octubre (lo que en España sería enero). Las clases habían empezado apenas un mes antes y en su escuela temen que este lector voraz se aburra entre compañeros más pequeños, aunque con media docena de sus compañeros de curso asiste a clase de Lectura y Matemáticas del nivel siguiente. En las pruebas estandarizadas se compara el nivel de cada niño con el del resto de su clase y con el promedio del Estado, y Daniel va muy por delante en los boletines de notas que recibe. Sus padres, sin embargo, han decidido que no salte un curso, pues tiene la madurez propia de su edad, no más precoz.
En España no hay esa opción de comparación que tuvo Daniel dentro del centro. Las pruebas comunes a las escuelas sirven para hacer un diagnóstico de la calidad educativa del sistema, no son una calificación personal.
Cabrales es partidario de pruebas estandarizadas ―para diagnosticar la calidad de la enseñanza o para pasar de etapa― en las que se compare a los alumnos con los de su mes, por un lado, y el resto del curso, como le ocurre a Daniel. Aunque no lo ve factible dentro de una escuela: “Requiere una infraestructura, recogida y tratamiento de datos que no es trivial de hacer”.
Julian Grenet, profesor del Paris School of Economics, analizó en su artículo Efectos de la fecha de nacimiento en el rendimiento académico, la trayectoria educativa y la persistencia (2010) el porcentaje de títulos de diplomatura en Francia (más cortos que las licenciaturas y peor pagadas) entre los nacidos de 1945 a 1965 por trimestres y el gráfico con dientes de sierra es irrebatible. Los nacidos en diciembre no abandonaron más los estudios, pero optaron más por los ciclos de grado medio —tres puntos más, con una media del 30%— y, por consecuencia, estaban sufriendo “una débil penalidad salarial, pero estadísticamente significativa (-2,3% los hombres y -0,7% las mujeres)”.
El efecto fecha de nacimiento está muy estudiada en el deporte. El analista de datos Kiko Llaneras ha explicado en este diario como en la élite del fútbol hay el doble de jugadores de enero (13%) que de diciembre (6%) o entre los baloncestistas españoles que salen en Wikipedia, hay el doble del primer trimestre que del cuarto.
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Un niño nacido en diciembre empieza en septiembre el segundo ciclo de Educación Infantil aún con dos años, cuando a sus compañeros que vinieron al mundo ese enero les queda muy poco para cumplir cuatro años. Los separa un tercio de vida, pese a estar en la misma aula. Un obstáculo de madurez para los más jóvenes del que poco se habla y que puede lastrar su formación, como influye también no tener una familia con formación o haber nacido en otro país, extremos de los que se ha escrito mucho.
Los datos que en estos momentos está analizando un grupo de economía aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos (Ismael Sanz, Rosa Santero, Luis Pires, Pablo Araya, y Cristian Macías), que ha avanzado a este diario, concluyen que en España se repite el patrón del mundo entero. Las puntuaciones de un niño de diciembre en las pruebas de calidad educativa de tercero de primaria (ocho años) de la LOMCE (ley Wert) son en su conjunto 16 puntos menores que las de uno nacido en enero en Lectura ―más de dos trimestres de diferencia, 20 puntos equivalen un año―, pero si se lo escolarizó (y de resultas socializó) desde los dos años, la brecha se reduce a 10 puntos (medio año).
“Las mayores diferencias por fecha de nacimiento las vemos entre los tres y los cinco años, que no es una edad obligatoria, pero en la que afortunadamente casi todos están escolarizados. Cuanto más pequeños son, más se ve”, explica Sylvie Pérez, psicopedagoga en tres centros de primaria y uno de secundaria en Barcelona. “En procesos del desarrollo motor y del habla, de asimilar hábitos y rutinas… medio año es muchísimo tiempo. Luego se acortan las distancias y se vuelve a ver mucho en la pubertad, cuando son más infantiles y a veces pasa que no saben hacer un razonamiento abstracto, les falta capacidad de deducción. Sobre todo se nota entre niños y niñas”, prosigue la también profesora de Estudios de psicología y ciencias de la educación en la Universidad Oberta de Catalunya (UOC).
El último informe PISA, diseñado por la OCDE, pone de manifiesto también esta barrera madurativa y de autoconfianza a los 15 años. El 18% de los examinados que habían nacido en enero había repetido algún curso, frente al 26% de los de diciembre. Una cifra que no sorprende a los expertos, porque se repite en cada edición de las pruebas. También sufren más bullying por su mayor inmadurez (tienen menos recursos, son más vulnerables por su mes de nacimiento que el resto).
¿A qué curso debe ir un niño de final de año? “Lo mejor sería ser consciente de que mi hijo o alumno es de noviembre o diciembre. Y saber que es posible que necesite más meses que los demás, por una cuestión puramente madurativa”, recomienda la profesora de la UOC. “Si sale adelante con este handicap, pues muy bien. Pero si no, no pasa nada porque le demos más tiempo. De hecho, cuando eres madre hablas mucho diferenciando por meses. Terminas cuando van al colegio”.
Esta inmadurez de los alumnos de final de año ―que no suele ser tal si se compara con los de su mes― hace que muchas veces se confunda con desórdenes del habla y el lenguaje. Lo puso de manifiesto en 2016 un informe de la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias (AQuAS) de Cataluña: entre los nacidos en diciembre, hubo un 33,7% más de diagnósticos de trastorno del aprendizaje que entre los de enero. Pero también ocurre en el sentido contrario. “Normalizamos tanto que lo haga después, que a veces disfrazamos un trastorno educativo y se actúa tarde”, señala la psicopedagoga. Pérez cree que el mejor antídoto es mezclar a niños de toda la etapa educativa en talleres y actividades, pues aprenden unos de otros.
“Las autoridades no están teniendo en cuenta en absoluto [la brecha madurativa]. Sin embargo, individualmente padres y profesores en niveles, digamos, socioeconómicos altos, sí. Piensan que si nació a finales de año no pasa nada porque repita si va un poco atrás en primero o segundo de primaria”, reflexiona Antonio Cabrales, catedrático de Economía de la Universidad Carlos III que ha escrito sobre el tema. “En otros países, como Alemania, se los evalúa con cuatro o cinco años y se aconseja a los padres que se queden un curso más en infantil para que vayan con más seguridad. En España se tiende a hacer con chicos que están, muy, muy diferenciados. Falta un sistema general para lidiar con un problema que realmente afecta a todo el mundo”.
Bancos de tareas
Y este planteamiento lleva a Cabrales a otro más amplio: “En general tenemos un sistema que presta menos atención a la diversidad de lo que sería ideal. Se necesita una atención más individualizada a las necesidades de cada uno. A los que tienen libros en casa y los que no, a los inmigrantes y a los no inmigrantes…”. En su opinión, podría hacerse uso de la tecnología con un banco de tareas en cada curso adaptado a los distintos niveles.
“Hay que poner el corte en algún sitio: o por año de nacimiento, como ahora, o por cursos escolares”, remarca la psicopedagoga. En cualquier caso, siempre habrá unos estudiantes que serán más mayores. Es el caso de Daniel, hijo de españoles, de 11 años. Vive en Maryland (Estados Unidos) y nació a primeros de octubre (lo que en España sería enero). Las clases habían empezado apenas un mes antes y en su escuela temen que este lector voraz se aburra entre compañeros más pequeños, aunque con media docena de sus compañeros de curso asiste a clase de Lectura y Matemáticas del nivel siguiente. En las pruebas estandarizadas se compara el nivel de cada niño con el del resto de su clase y con el promedio del Estado, y Daniel va muy por delante en los boletines de notas que recibe. Sus padres, sin embargo, han decidido que no salte un curso, pues tiene la madurez propia de su edad, no más precoz.
En España no hay esa opción de comparación que tuvo Daniel dentro del centro. Las pruebas comunes a las escuelas sirven para hacer un diagnóstico de la calidad educativa del sistema, no son una calificación personal.
Cabrales es partidario de pruebas estandarizadas ―para diagnosticar la calidad de la enseñanza o para pasar de etapa― en las que se compare a los alumnos con los de su mes, por un lado, y el resto del curso, como le ocurre a Daniel. Aunque no lo ve factible dentro de una escuela: “Requiere una infraestructura, recogida y tratamiento de datos que no es trivial de hacer”.
Julian Grenet, profesor del Paris School of Economics, analizó en su artículo Efectos de la fecha de nacimiento en el rendimiento académico, la trayectoria educativa y la persistencia (2010) el porcentaje de títulos de diplomatura en Francia (más cortos que las licenciaturas y peor pagadas) entre los nacidos de 1945 a 1965 por trimestres y el gráfico con dientes de sierra es irrebatible. Los nacidos en diciembre no abandonaron más los estudios, pero optaron más por los ciclos de grado medio —tres puntos más, con una media del 30%— y, por consecuencia, estaban sufriendo “una débil penalidad salarial, pero estadísticamente significativa (-2,3% los hombres y -0,7% las mujeres)”.
El efecto fecha de nacimiento está muy estudiada en el deporte. El analista de datos Kiko Llaneras ha explicado en este diario como en la élite del fútbol hay el doble de jugadores de enero (13%) que de diciembre (6%) o entre los baloncestistas españoles que salen en Wikipedia, hay el doble del primer trimestre que del cuarto.
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domingo, 7 de enero de 2024
Gaza: las imágenes del nuevo año en medio de constantes bombardeos de Israel
FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES
Mientras los fuegos artificiales marcaban el comienzo de un nuevo año en muchas partes del mundo, otro tipo de destellos iluminaron la víspera del 1 de enero el cielo de Gaza.
Los ataques perpetrados desde ambos lados de la frontera no cesaron la noche de Año Nuevo.
Israel cerró el año con nuevos ataques en el centro de Gaza, en lo que el Ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, llamó una "etapa esencial" en su misión de destruir a Hamás.
Desde Gaza, varios cohetes fueron lanzados hacia Israel a la media noche, donde fueron interceptados.
Según señaló el 2 de enero el Ministerio de Salud, controlado por Hamás, en las pasadas 24 horas murieron 207 palestinos y 338 resultaron heridos.
La comunidad internacional “nos ha fallado”
Aseel Mouse, una joven periodista de Gaza de 26 años que ha perdido a 60 miembros de su familia, dice que la comunidad internacional les ha fallado.
"A Gaza y a los niños de Gaza...
Mientras el mundo entero celebraba el Año Nuevo, fuimos atacados y asesinados por Israel".
Niños heridos
Pie de foto,
Estos niños heridos fueron tratados en el hospital Al-Aqsa en Deir al-Balah, en el centro de la Franja de Gaza, el primer día del año.
Casa destruida en Gaza
Pie de foto,
La vida transcurre en medio de las ruinas dejadas por los bombardeos en Gaza.
Niños en Rafah.
Pie de foto,
"Para ser honesta, estaba esperando que el mundo asumiera su responsabilidad y estaba esperando que la comunidad internacional interviniera para ayudar a Gaza y detener este genocidio... en realidad, el mundo entero ha fracasado”, asegura la joven, que ha sido desplazada dos veces en los últimos tres meses.
Mouse vive ahora –junto con otros miles de desplazados en condiciones de hacinamiento en Rafah, después de que su casa en el norte de Gaza fuera destruida.
Su familia, cuenta, sobrevive alimentándose de comida enlatada, y las enfermedades en la población se están propagando, dice.
Bombardeo sobre Gaza.
Niños heridos
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Casa destruida en Gaza
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Niños en Rafah.
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"Para ser honesta, estaba esperando que el mundo asumiera su responsabilidad y estaba esperando que la comunidad internacional interviniera para ayudar a Gaza y detener este genocidio... en realidad, el mundo entero ha fracasado”, asegura la joven, que ha sido desplazada dos veces en los últimos tres meses.
Mouse vive ahora –junto con otros miles de desplazados en condiciones de hacinamiento en Rafah, después de que su casa en el norte de Gaza fuera destruida.
Su familia, cuenta, sobrevive alimentándose de comida enlatada, y las enfermedades en la población se están propagando, dice.
Bombardeo sobre Gaza.
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Los bombardeos continuaron los primeros días del año en la Franja, alcanzando las ciudades de Jan Yunis, Deir al Balah y Rafah en el sur, a donde decenas de miles de personas habían huido tras los intensos ataque de los últimos meses en el norte y centro del país.
Thomas White, director de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) en la Franja, le dijo a la BBC que en esta última ciudad había “más de un millón de personas” que buscaban un lugar seguro.
Dijo también que “cientos y cientos de miles de personas estaban ahora durmiendo a la intemperie”, bajo “endebles pedazos de plástico”, como resultado de la sobrepoblación.
Multitud en Gaza
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“Hace un mes que no me baño”
Quienes se han visto forzados a huir de sus hogares, dicen que la situación es desesperada.
El desplazamiento “es de alguna forma tolerable, pero el desplazamiento sumado al invierno en intolerable”, le dice a la agencia Reuters Zayda al-Breem.
Al-Breem –oriunda de Jan Yunis, pero que ahora está en Rafah- dice que pasa toda la noche cubriendo a sus hijos y manteniéndolos cerca. “Es muy difícil”.
Familia en Gaza
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Yaser Abu Riyaleh, otro desplazado que llegó desde al-Shati, en en norte de Gaza, dice que no se baña desde hace un mes. “En casa solía bañarme cuatro veces al día, y pasaba la mayor parte del día en el mar”.
Barbero en Gaza
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Aiba Ghaban, de Beit Lahiya en el norte, describe una situación similar, pero añade que sus hijos ahora están muy enfermos.
"Tuvieron diarrea y vómitos, tos y escalofríos por el frío y la lluvia, y por la falta de ropa y mantas", le dijo a Reuters.
"No hay nada, estamos enfermos, nos duele el pecho por el frío, no hay calor".
La ONU estima que 1,9 millones de habitantes de Gaza (85% de la población) se han convertido en desplazados internos desde que comenzaron los combates en octubre.
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Hay cerca de 1,9 millones de desplazados internos, según la ONU.
El ejército israelí advirtió que la guerra continuará durante el nuevo año. Daniel Hagari, portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), señaló que se está reorganizando el despliegue de tropas para un “combate prolongado”.
Desde el 7 de octubre (cuando Hamás perpetró una serie de ataques contra Israel que dejaron al menos 1.200 muertos y en el que tomaron 240 rehenes) hasta el 3 de enero, han muerto cerca de 22.300 palestinos y alrededor de 57.300 han resultado heridos, según dicho organismo.
Gaza
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Niño en Gaza
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No se vislumbra por el momento un final a la guerra.
Los restaurantes favoritos de los mejores cocineros de España en 2023.
De Asturias a Madrid, pasando por Cádiz o Valencia, teniendo como guías a expertos como Dabiz Muñoz, Oriol Castro, Joan Roca, Begoña Rodrigo, Elena Arzak, Eneko Atxa, o Ángel León.
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