miércoles, 11 de septiembre de 2024

Hace 51 años

Fuentes: El mostrador


Es importante recordar, mantener la memoria viva para que las generaciones que no vivieron esas experiencias estén al corriente de ese pasado, que, aunque obscuro, pertenece a nuestra historia.

El tiempo pasa a ritmos diversos de acuerdo a las vivencias de cada individuo, pero la memoria conserva de manera intacta aquellos sucesos que marcaron y que convulsionaron profundamente la vida de las personas.

Creo que ha sido el caso de quienes fuimos de alguna manera protagonistas principales o secundarios de esa singular experiencia de cambio social con democracia y participación ciudadana, que condujo durante mil y un días el presidente Salvador Allende y que culmina con el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.

Aunque hayan pasado 51 años en nuestra memoria aún están nítidos los acontecimientos de esa fecha y las crueldades, asesinatos, desapariciones, torturas, exilios y violaciones a los derechos de las personas y de la dignidad humana que con más o menos intensidad se prolongaron durante poco más de 16 años hasta el retorno a la democracia.

Igualmente están presentes los cambios que la dictadura militar apoyada por civiles y por los Estados Unidos produjo en la sociedad chilena imponiendo un estado totalitario, antidemocrático e individualista, antítesis de una antigua tradición republicana, solidaria y tolerante.

Perduran aún las imágenes de los prisioneros de La Moneda tirados boca abajo y maltratados por soldados cuyo uniforme evoca la vestimenta de las tropas nazis. O la terrorífica imagen del dictador Pinochet con sus lentes negros y su cara patibularia inmortalizada por el fotógrafo de la agencia Gramma, el holandés Chas Gerretsen, luego del tedeum efectuado el 19 de setiembre de 1973 en honor a las Glorias del Ejército en la Iglesia de la Gratitud Nacional; como si la felonía y la traición fuesen una gloria. Tedeum al que asistieron sin vergüenza alguna el ex presidente Gabriel González Videla, quien dejó para la posteridad su figura de bailador de conga, de perseguidor de secretarias por los pasillos de la Moneda y su traición a sus aliados comunistas; el también ex presidente conservador en lo político y menos en su vida personal Jorge Alessandri y el más presentable de todos aunque también vasallo del golpismo el demócrata Cristiano Eduardo Frei Montalva cuya familia donó ostentosamente joyas para “reconstruir el país” y que hasta hoy nadie se ha preguntado en qué dedos y gargantas de ex militares se encuentran.

Presente en la memoria está también el exilio del que muchos sufrimos, el desarraigo y la voluntad por insertarse en las diferentes sociedades y por continuar la lucha por la democracia. Lucha que le costó la vida al General Prat, al ex ministro de Salvador Allende Orlando Letelier junto a los intentos de asesinato a Bernardo Leighton, a su esposa y a Carlos Altamirano entre muchos otros atentados en el marco de la Operación Condor, organización terrorista que contó con la complicidad y el beneplácito de las dictaduras latinoamericanas y de la CIA

Muchos exiliados fuimos objeto de persecución por denunciar las atrocidades del régimen y por propiciar la democracia. En Argentina se nos persiguió, torturó y encarceló junto a nuestras esposas, dejando a nuestros hijos pequeños solos y desvalidos, peligrando ser raptados por familias de militares. Hasta el último suspiro de agonía de la dictadura se nos prohibió el ingreso al territorio nacional. Se nos negó el derecho a pasaportes y cuando se pudieron obtener, esos documentos fueron marcados con una letra “L “que indicaba que estábamos en las listas de los aborrecidos.

Una vez recuperada la democracia y aunque la alegría no haya sido del todo como se esperaba, los chilenos pudieron tomar conciencia de lo que fueron esos años de terror, de miedo, de intolerancia. Los medios de comunicación jugaron un rol fundamental en ello, al igual que las diversas Comisiones por establecer la verdad, la reconciliación, como el informe Rettig publicado en 1991. Los posteriores mea culpa de muchos conspicuos civiles que siempre dijeron que no sabían nada, que ignoraban las atrocidades o que se excusaban diciendo “algo habrán hecho” o “es necesario extirpar los males para restablecer la convivencia”, mostraron el servilismo, la condescendencia y la bajeza moral de esos personajes algunos de los cuales ocuparon altas funciones en el periodo democrático.

Es importante recordar, mantener la memoria viva para que las generaciones que no vivieron esas experiencias estén al corriente de ese pasado, que, aunque obscuro, pertenece a nuestra historia.

Agustín Muñoz. Exdirector Regional de la OIT para Las Américas.

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El increíble hallazgo del tercer campo que rodea a la Tierra y cómo cambia lo que se sabe del comportamiento de nuestro planeta

Viento solar

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Los científicos lo describen como “un agente del caos”.

Se trata de un “campo ambipolar” que rodea a la Tierra y que acaba de ser descubierto por el cohete Endurance de la NASA.

El campo, dicen los expertos, es una pieza fundamental en la forma en que funciona nuestro planeta y ahora, por primera vez, lograron medirlo.

Hasta ahora se conocían dos campos de energía que crea nuestro planeta.

El primero es el campo gravitacional, que se encarga de mantener nuestra atmósfera. Si no hay suficiente gravedad, la atmósfera escaparía al espacio.

El segundo campo es el magnético. Es el escudo que protege nuestro planeta del viento solar, la corriente de partículas cargadas que libera el Sol.

Ahora, después de años de buscarlo, finalmente se logró ubicar al tercer campo: el ambipolar.

Su función es contrarrestar la gravedad y expulsar partículas al espacio y, afirman los científicos, es tan fundamental como los campos gravitacional y magnético.

Hipótesis antigua

La hipótesis de la existencia de un campo eléctrico ambipolar se formuló por primera vez hace más de 60 años.

Se creía que este campo impulsaba el escape de la atmósfera de nuestro planeta hacia el espacio exterior por encima de los polos norte y sur de la Tierra.

“Cada vez que una nave espacial sobrevolaba los polos de la Tierra, se sentía este viento supersónico de partículas, llamado viento polar, que fluye hacia el espacio”, explica Glyn Collinson, investigador principal de la misión del cohete Endurance del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA.

“(Se pensaba que) debía haber alguna fuerza invisible acechando allí, responsable de esta salida. Pero nunca antes habíamos podido medirla porque no teníamos la tecnología necesaria”, agrega Collinson, principal autor del estudio sobre el hallazgo publicado en Nature.

Para analizar de que se trataba esa fuerza invisible, el equipo de investigadores creó el cohete Endurance y en mayo de 2022 lo lanzaron desde Svalbard, una pequeña isla al norte de Noruega.

Endurance
Endurance

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El cohete Endurance fue lanzado desde Svalbard, al norte de Noruega.

“Svalbard es el único campo de cohetes del mundo donde se puede volar a través del viento polar y realizar las mediciones que necesitábamos”, dijo Suzie Imber, física espacial de la Universidad de Leicester, Reino Unido, y coautora del estudio.

El Endurance alcanzó una altitud de 768 kilómetros y amarizó 19 minutos después en el mar de Groenlandia.

Durante el vuelo suborbital de 15 minutos el Endurance midió un cambio en el potencial eléctrico de solo 0,55 voltios.

“Medio voltio no es nada ¿no es así? Es casi la misma fuerza de una de esas pequeñas baterías de reloj”, explica Collinson.

“Pero esa es exactamente la cantidad que se necesita para explicar el escape de viento polar”, agrega.

Polo Norte
Polo Norte

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El Polo Norte visto desde el cohete Endurance a 768 kilómetros de altitud sobre el Ártico.

Contrarestar la gravedad

Los iones de hidrógeno, el tipo de partícula más abundante en el viento polar, experimentan una fuerza hacia afuera de este campo 10,6 veces más fuerte que la gravedad.

Eso, dicen los investigadores, es más que suficiente para contrarrestar la gravedad; de hecho, es suficiente para lanzarlos hacia el espacio a velocidades supersónicas.

Básicamente, el campo ambipolar “eleva los cielos”, dando forma a la ionósfera (una capa de la atmósfera superior).

Es “como una cinta transportadora que eleva esta atmósfera hacia el espacio”, explica Collinson.

El campo es “ambipolar”, porque funciona en ambas direcciones. Los iones arrastran a los electrones hacia abajo mientras se hunden por la gravedad.

Al mismo tiempo, los electrones elevan a los iones a mayores alturas mientras intentan escapar al espacio.

Y eleva las partículas cargadas de nuestra atmósfera superior a alturas mayores de las que alcanzarían de otro modo, lo que quizás puede haber dado forma a la evolución de nuestro planeta de maneras que aún no se han explorado.

El descubrimiento de Endurance, aseguran los investigadores, plantea muchas preguntas que, ahora, podrán comenzar a responderse.

Campo magnético de la Tierra
Campo magnético de la Tierra

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El campo, dicen los científicos, es una parte fundamental de la forma como funciona nuestro planeta 

Por ejemplo, cuál es la función exacta de este campo y cómo ha dado forma a nuestro planeta.

Según Glynn Clllinson, probablemente el campo ambipolar ha tenido un impacto en la evolución de la atmósfera y quizás hasta ha dejado su huella en los oceános.

Aunque aún hay muchos interrogantes sin respuesta, el hecho de que por primera vez se logró medir este tercer campo de energía de la Tierra abre muchos caminos nuevos para la exploración.

“Cualquier planeta con una atmósfera debería tener un campo ambipolar”, afirma Collinson.

“Ahora que finalmente lo hemos medido, podemos comenzar a aprender cómo ha moldeado nuestro planeta y otros a lo largo del tiempo”, concluye.

martes, 10 de septiembre de 2024

¿No lo puedes cambiar? Estos son los beneficios de aceptar y tomar distancia

Asumir que hay cuestiones de la vida sobre las que no tenemos influencia resulta complicado. Nuevas terapias enseñan a admitir esta realidad

Aunque el sufrimiento sea una condición humana posible, la sociedad occidental nos empuja a huir de él. Se transmite la idea de que para poder vivir se necesita evitar la presencia de determinados pensamientos, recuerdos o sensaciones asociados al malestar. Además, también se ha reforzado el mensaje de que se debe encontrar una solución inmediata a los problemas. Es cierto que existen algunos de fácil solución, como elegir qué tinte para el pelo aplicarse o qué película ver en el cine… Pero hay otros contextos problemáticos. Cuesta aceptar que a uno le han dejado, que no se puede tener ya hijos, que no se ha aprobado una oposición para la que uno se había preparado durante tiempo o que no se puede volver a correr maratones debido a una enfermedad cardiaca. Lo que peor se admite tiene que ver con la salud, el amor, la familia, lo económico… En estos contextos, buscar una solución inmediata puede frustrar aún más.

En los últimos años se ha incrementado la investigación de terapias psicológicas que parten de la idea de que hay un grado de sufrimiento inherente a la vida que no se puede eliminar y que el intento de acabar con él puede llegar a provocar trastornos psicológicos. El objetivo de estas terapias no es tanto reducir eventos internos (preocupaciones, miedo, tristeza…) como la aceptación de ellos cambiando la relación que uno tiene con sus pensamientos y emociones. La idea es que las personas retomen las riendas de su vida a pesar del malestar. Esto redundará en un mejor estado de ánimo.

Para estos objetivos se propone el uso de metáforas. Por ejemplo, se plantea la del autobús, en el que se le dice al sujeto si es capaz de mantener la dirección de su autobús hacia lo que le importa en la vida a pesar de que los pasajeros le traten de boicotear permanentemente con mensajes que le auguran un fracaso. Para saber hacia dónde dirigir el autobús, se emplean metáforas como la del jardín para clarificar las direcciones que la persona desea tomar en su vida en diferentes ámbitos (laboral, familiar, amistad, ocio…). Se le dice a la persona que no es fácil cuidar de las plantas porque los jardines suelen tener malas hierbas que cuanto más se arrancan, más salen. La no aceptación tiene más que ver con obsesionarse con arrancar las malas hierbas olvidándose de cultivar las propias plantas. Hay libros para reflexionar sobre estas ideas y llevarlas al terreno práctico, como Manual para soltar. Practicando la aceptación radical de la terapia dialéctica conductual, del psicólogo clínico Joaquim Soler, o Cómo reducir el sufrimiento con aceptación y mindfulness, del psiquiatra Javier García Campayo. En ellos se orienta a hacer algo valioso en la vida y a aprender a tomar distancia.

Thaïs Tiana Sastre, psicóloga del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, señala que lo importante para incorporar estas ideas sería ser conscientes de cuándo no lo estamos aceptando. Aparece en forma de rumias: “Si no hubiera tenido a este padre”, “debería haber hecho aquello”, “hasta que no desaparezca este dolor, no voy a poder volver a nadar”. La persona, en lugar de estar de forma efectiva en el mundo, lo está en sus pensamientos o razonamientos orientados hacia el pasado o el futuro. Cuando uno acepta, se abre a permitir, a ponerse a favor de la corriente, a soltar… La no aceptación, en cambio, está relacionada con cerrarse a lo que pasa en la vida, oponerse, ponerse a contracorriente, aferrarse…

Habría diferentes capas de la aceptación. La mental y la emocional se fomentan al enfocar nuestra atención al momento presente. Pero no únicamente. Según Manual para soltar, entender que hay causas en lo que sucede, que el universo es como es y no tiene intencionalidad y no oponerse al dolor cuando algo naturalmente lo causa ayudan a orientarse mentalmente a la aceptación. Notar la tensión física, saber relajar y soltar corporalmente ayuda a la aceptación en su componente emocional.

Finalmente, comportarse coherentemente con la aceptación, actuar como si lo admitieras, a pesar de que emocionalmente uno no lo sienta así, sería la tercera capa. Esta, la aceptación conductual, consiste en activarse llevando a cabo una acción opuesta a la emoción: es decir, tener un plan de acción que se relacione con intereses y valores personales con independencia del estado de ánimo que se tenga. Si ahora ya aceptara completamente esta situación, ¿cómo me comportaría en ese caso?

La permanente huida del sufrimiento inherente a la vida y la búsqueda de soluciones inmediatas a lo que no tiene remedio pueden estar entre las causas por las que se demande ayuda profesional. Una vez eliminada esta necesidad de huida, uno puede implicarse en las actividades que se establezcan como objetivos valiosos y aprender que el problema no es tener pensamientos negativos, sino el modo en que se reacciona ante ellos. Cuando uno elige aceptar. Sobre todo, si se sabe cómo hacerlo y si se tiene claro qué plantas cuidar del propio jardín personal. Aceptar no es algo pasivo, sino algo tremendamente activo y se ha de cultivar con intención. La aceptación ha de estar al servicio de lo que a uno le importa en la vida.

lunes, 9 de septiembre de 2024

GUERRA CIVIL ESPAÑOLA. De Cuelgamuros a Granada: seis paisajes donde aún resuena el eco espantoso de la Guerra Civil.

Rutas de senderismo por montañas donde aún resuena el eco espantoso de la Guerra Civil española. Excursiones donde trincheras, memoriales, centros de interpretación o Orwell y Lorca son protagonistas.
 
CUERDA DE CUELGAMUROS (Madrid, Segovia y Ávila). Hay pocos paisajes en España más cargados de recuerdos que los que se ven caminando desde el alto del León hasta San Lorenzo de El Escorial por el cordal montañoso que domina el valle de Cuelgamuros, antes de los Caídos. El Alto del León era la llave que abría la sierra de Guadarrama, la puerta de Madrid. Por eso lo tomaron enseguida los sublevados y por eso los leales no les dejaron avanzar mucho más. Siguiendo las marcas rojas y blancas del sendero GR-10, en una hora y media se corona Cabeza Líjar, donde los primeros tuvieron su posición más avanzada. Justo enfrente, en el cerro de La Salamanca, los otros tenían la suya. A tres horas largas del inicio de la caminata, se descubren el ruinoso refugio de La Naranjera y el vecino mirador de Cuelgamuros, desde donde se ve con un escalofrío la cruz más alta del mundo —150 metros—. Tres horas más se tarda en alcanzar el monte Abantos y bajar a San Lorenzo, completando una ruta de 18 kilómetros (solo ida), difícil de hacer si no se cuenta con alguien que nos lleve al principio y nos recoja al final. Mucho más fácil es acercarse al mirador desde la Fuente de las Negras, en Peguerinos (Ávila). Es un paseo de 900 metros: unos 20 minutos de excursión.

1 CUERDA DE CUELGAMUROS (Madrid, Segovia y Ávila). 

Hay pocos paisajes en España más cargados de recuerdos que los que se ven caminando desde el alto del León hasta San Lorenzo de El Escorial por el cordal montañoso que domina el valle de Cuelgamuros, antes de los Caídos. El Alto del León era la llave que abría la sierra de Guadarrama, la puerta de Madrid. Por eso lo tomaron enseguida los sublevados y por eso los leales no les dejaron avanzar mucho más. Siguiendo las marcas rojas y blancas del sendero GR-10, en una hora y media se corona Cabeza Líjar, donde los primeros tuvieron su posición más avanzada. Justo enfrente, en el cerro de La Salamanca, los otros tenían la suya. A tres horas largas del inicio de la caminata, se descubren el ruinoso refugio de La Naranjera y el vecino mirador de Cuelgamuros, desde donde se ve con un escalofrío la cruz más alta del mundo —150 metros—. Tres horas más se tarda en alcanzar el monte Abantos y bajar a San Lorenzo, completando una ruta de 18 kilómetros (solo ida), difícil de hacer si no se cuenta con alguien que nos lleve al principio y nos recoja al final. Mucho más fácil es acercarse al mirador desde la Fuente de las Negras, en Peguerinos (Ávila). Es un paseo de 900 metros: unos 20 minutos de excursión.

 
MONTE NARANCO. (Asturias). Joyas del prerrománico, pozos de nieve, antiguas minas de hierro y carbón, la piedra caliza de la que está hecha Oviedo y el agua que se bebe en la ciudad… Además de todo esto, que ya es mucho, el monte Naranco ha servido para defender a la capital asturiana del viento norte. Pero no de los vientos de la guerra, que en estas alturas soplaron con violencia en 1936 insuflados por ambos bandos, uno para defender la ciudad sublevada y el otro para tratar de recuperarla. Todo lo que allí se puede ver y recordar del Sitio de Oviedo se cuenta en descubreelnaranco.com. También se describe con detalle la senda de Cama’l Moro —o de la Campa del Moro—, un recorrido circular, de tres horas de duración, que además de nidos de ametralladoras y trincheras permite contemplar neveros, fuentes, manantiales, lagunas y la iglesia prerrománica de San Miguel de Lillo.

2. MONTE NARANCO. (Asturias).
 

Joyas del prerrománico, pozos de nieve, antiguas minas de hierro y carbón, la piedra caliza de la que está hecha Oviedo y el agua que se bebe en la ciudad… Además de todo esto, que ya es mucho, el monte Naranco ha servido para defender a la capital asturiana del viento norte. Pero no de los vientos de la guerra, que en estas alturas soplaron con violencia en 1936 insuflados por ambos bandos, uno para defender la ciudad sublevada y el otro para tratar de recuperarla. Todo lo que allí se puede ver y recordar del Sitio de Oviedo se cuenta en descubreelnaranco.com. También se describe con detalle la senda de Cama’l Moro —o de la Campa del Moro—, un recorrido circular, de tres horas de duración, que además de nidos de ametralladoras y trincheras permite contemplar neveros, fuentes, manantiales, lagunas y la iglesia prerrománica de San Miguel de Lillo.

MONTE ARTXANDA (Bizkaia). Gernika, arrasada por la Legión Cóndor alemana, aún humeaba. Bilbao temblaba como una hoja, a punto de caer. El Cinturón de Hierro que debía defenderla del ejército sublevado resultó ser de papel. Para ganar tiempo, porque había que evacuar a miles de personas, el 16 de junio de 1937 varios batallones vascos subieron a Artxanda, el monte que domina Bilbao, cantando el Eusko Gudariak y allí libraron la última batalla, retrasando dos días lo inevitable. Para recordarlo, existe el Itinerario de la Memoria de Artxanda, una ruta de menos de dos kilómetros que va desde la estación superior del funicular hasta la ermita de San Roque. Se pasa por el mejor mirador de la ciudad y su ría, donde se alza la escultura ‘Aterpe 1936′, en recuerdo de los combatientes por la memoria y la libertad. Y también por una de las trincheras donde gudaris y milicianos soportaron aquellos días ¡12.700 kilos de bombas! Más información, en la web de Gogora, Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos.

3. MONTE ARTXANDA (Bizkaia). 

Gernika, arrasada por la Legión Cóndor alemana, aún humeaba. Bilbao temblaba como una hoja, a punto de caer. El Cinturón de Hierro que debía defenderla del ejército sublevado resultó ser de papel. Para ganar tiempo, porque había que evacuar a miles de personas, el 16 de junio de 1937 varios batallones vascos subieron a Artxanda, el monte que domina Bilbao, cantando el Eusko Gudariak y allí libraron la última batalla, retrasando dos días lo inevitable. Para recordarlo, existe el Itinerario de la Memoria de Artxanda, una ruta de menos de dos kilómetros que va desde la estación superior del funicular hasta la ermita de San Roque. Se pasa por el mejor mirador de la ciudad y su ría, donde se alza la escultura ‘Aterpe 1936′, en recuerdo de los combatientes por la memoria y la libertad. Y también por una de las trincheras donde gudaris y milicianos soportaron aquellos días ¡12.700 kilos de bombas! Más información, en la web de Gogora, Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos.
 

4. SIERRA DE HUÉTOR (Granada). 

En la sierra de Huétor, a solo 10 kilómetros al noreste de la ciudad de Granada, hay dos parajes que ponen los pelos de punta. Uno es el barranco de Víznar, donde recientes excavaciones han permitido exhumar 124 cadáveres de víctimas de la represión franquista y un monolito recuerda: “Lorca eran todos”. Porque Lorca, donde quiera que esté, fue el más famoso represaliado. Otro lugar de memoria turbulenta son las trincheras del cerro del Maúllo, una de las últimas posiciones defensivas de la Granada sublevada. En 20 minutos, paseando desde el Centro de Visitantes de Puerto Lobo por un camino bien señalizado, se llega a esta fortificación de 150 metros de circunferencia, con galerías, casamatas y parapetos almenados desde los que se ve Sierra Nevada entera y de frente, como en un cuadro. Dicen que el cerro se llama así por los maullidos de los gatos monteses, que los soldados imitaban para comunicarse a distancia. Oirían también los gritos de las rapaces sobre los picachos. Y los del cercano barranco de Víznar, claro. Más información, en universolorca.com y ayuntamientodeviznar.es


5. RUTA ORWELL (Huesca y Zaragoza).
 
“Hacía demasiado frío para que hubiera piojos”. Tampoco había mucha acción en la sierra de Alcubierre, recordaba George Orwell en Homenaje a Cataluña (1938), donde ambos bandos estaban parapetados a principios de 1937, a caballo entre Huesca y Zaragoza. Solo niños apuntando a niños: “La edad promedio debe de haber estado muy por debajo de 20″. A su lado, Orwell era un señor escritor de 33 años, un inglés alto y educado que había venido a España “a matar fascistas porque alguien debía hacerlo” y veía cómo la guerra se hacía con megáfonos: “Aquí estamos sentados”, gritaban desde su lado, “comiendo tostadas con mantequilla. ¡Deliciosas tostadas con mantequilla!”. Una mentira digna del Ministerio de la Verdad de ‘1984′. Las trincheras de Orwell y las de los fascistas, reconstruidas con todo detalle, se pueden visitar desde 2006, así como el Centro de Interpretación de la Guerra Civil, en Robres. Turismo de Los Monegros (turismolosmonegros.org) informa de todo esto y organiza recorridos guiados para grupos. Son en coche, pero en la web de Wikiloc se describen diversos senderos por estas trincheras. Cada dos años viene el hijo de Orwell a visitarlas, a hacer memoria.



6. TERRA ALTA (Tarragona). 

115 días de 1938 duró la Batalla del Ebro, la más larga, multitudinaria y mortífera (¡30.000 caídos!) de la Guerra Civil. Y de las más difíciles de olvidar: solo en la comarca de la Terra Alta (terra-alta.org), en el suroeste de Tarragona, hay cinco centros de interpretación, dos memoriales y una veintena de espacios históricos relacionados, ninguno tan impactante como Corbera d’Ebre, pueblo que se encontraba en primera línea del frente republicano y que las bombas de la Legión Cóndor y la artillería franquista dejaron como un cuadro cubista, otro ‘Guernica’. Arriba, en el Poble Vell, las ruinas conviven con obras de arte alegóricas. Abajo, en el pueblo nuevo, se explica todo en el Centro de Interpretación 115 días, cuyo nombre es lo único que no necesita explicación. En Gandesa, la capital de la comarca, hay otro centro imprescindible: el Museo Memorial de la Batalla del Ebro. Allí también espera una senda ideal para hacer ejercicio y memoria: la que asciende al Pico de la Muerte, que fue objeto de sangrientos enfrentamientos entre brigadistas británicos y legionarios. Si se recorre con un guía de Terra Enllà (terraenlla.com), mucho mejor.


domingo, 8 de septiembre de 2024

SENDERISMO Seis bosques en España para una excursión bajo los árboles más grandes.

Bosques España
Una persona disfruta del paseo en el Bosque de Secuoyas de Cabezón de la Sal (Cantabria).
Del Roblón de Estalaya a los tejos del arroyo Barondillo, caminatas a la sombra de gigantes verdes que permiten esconderse del sol cuando más pica. Y, para rematar, un chapuzón en aguas dulces y frías.

España no es un páramo pelado rodeado de playas y sombrillas, sino el tercer país más boscoso de la Unión Europea, con 18,5 millones de hectáreas de superficie arbolada. Quizá las ardillas ya no puedan atravesarla saltando de rama en rama, como en tiempos de Estrabón, pero tampoco desfallecen de una insolación. Hemos seleccionado seis bosques sombríos y asombrosos, de robles copudos, secuoyas inmensas y tejos milenarios, ideales para pasear en verano. Además, son propuestas en las que no solo es preciso vestir un buen calzado, también hace falta llevar un bañador en la mochila, porque donde hay un bosque suele haber un río y alguna poza para zambullirse. Aunque tampoco es una prenda obligatoria.

El Roblón de Estalaya (Palencia) 
El Roblón de Estalaya es un ejemplar enorme de roble albar de 17 metros de alto y unos 10,6 metros de perímetro, hay expertos que le echan 800 años.
El Roblón de Estalaya es un ejemplar enorme de roble albar de 17 metros de alto y unos 10,6 metros de perímetro, hay expertos que le echan 800 años.


Un rayo lo hirió y hace 60 años estuvo a punto de ser talado, pero ahí sigue este ejemplar enorme de roble albar, en lo alto del cerro de San Cristóbal, dominando un hermoso panorama de la Montaña Palentina. El río Pisuerga, que acaba de nacer, se para con respeto a sus pies, en el embalse de Requejada. Al Roblón de Estalaya, un coloso de 17 metros de alto y unos 10,6 metros de perímetro, hay expertos que le echan 800 años, de modo que puede ser coetáneo de la colegiata de San Salvador de Cantamuda, joya del románico del norte de Palencia, que no anda lejos (a unos 10 kilómetros en coche). La senda del Roblón —circular, de 4,6 kilómetros y una hora y media de duración— lleva hasta él por un camino sombreado por otros robles albares, rebollos, hayas, acebos, espinos, serbales y mostajos. La caminata comienza en el kilómetro 5 de la carretera PP-2173, a 500 metros de Estalaya, donde hay un aparcamiento y un panel informativo. Y se describe con detalle en la web de Palencia Turismo.

Fraga de Catasós (Pontevedra)

A cuatro kilómetros de Lalín, yendo por la carretera N-525 hacia Ourense, se descubre a mano izquierda la Fraga de Catasós, un bosque de cinco hectáreas (como 10 campos de fútbol), poblado por robles y castaños monstruosos. Cuenta con una senda perimetral bien señalizada, muy cómoda y andadera, de poco más de un kilómetro, cuya mayor dificultad es no contracturarse el cuello de tanto levantar la cabeza para admirar estos árboles gigantescos, que solo un cataclismo puede derribar. De hecho, junto al camino se halla el tocón de uno abatido en 1984 por el huracán Hortensia, en el que se ven y se cuentan 300 anillos de crecimiento, uno por año, hasta llegar a su corazón, formado en tiempos de Carlos II El Hechizado. Entre todos estos gigantes, destacan algunos castaños de hasta 30 metros de altura y cinco de perímetro. Protegidos bajo la figura de Monumento Natural, su tamaño formidable se explica porque tienen la mayor tasa de crecimiento anual de Europa, gracias a un clima y a un suelo ideales, y porque no han sufrido poda alguna, pues nunca se trató de mejorar ni aprovechar sus frutos. En cambio, eran muy apreciados para labrar las vigas de los pazos señoriales. La madera de roble se consideraba peor: era para la plebe.

Castaños de la Pesanca (Asturias)
 
Algunos de los castaños del área recreativa de La Pesanca, junto al río del Infierno, en Asturias.Algunos de los castaños del área recreativa de La Pesanca, junto al río del Infierno, en Asturias.

Otros castaños de aúpa son los que asombran las mesas y las praderas ribereñas del área recreativa de La Pesanca, junto al río del Infierno, en el concejo asturiano de Piloña. A 11 kilómetros de la población de Infiesto, al final de la carretera PI-4, se encuentra esta zona de pícnic, la más antigua y encantadora del Principado, donde acaba el asfalto y nace una pista forestal que invita a seguir avanzando a pie valle arriba, como por un túnel abierto en la espesura de castaños, robles, alisos y hayas. En media hora, chapuzón obligado en las pozas que forma el río en el estrecho de la Lanchosa, al pie de preciosas cascadas. Se puede continuar subiendo un par de horas para admirar la espectacular Foz de Moñacos o regresar al área recreativa de La Pesanca para bajar en coche a Espinaréu, que es un pueblo bien bonito, el que más hórreos tiene de todo el Principado: 26. Son antiquísimos: ¡hay uno de 1548! No hace falta decir de qué madera están hechos.

Bosque de Secuoyas de Cabezón de la Sal (Cantabria)
 
El Bosque de Secuoyas de Cabezón de la Sal, en Cantabria, es estupendo para abrazar árboles.

El Bosque de Secuoyas de Cabezón de la Sal, en Cantabria, es estupendo para abrazar árboles. ANDRÉS CAMPOS

Como todos los montes situados cerca de la costa, este de Cabezón de la Sal fue esquilmado por la Marina: construir un navío de 70 cañones exigía talar una superficie arbolada equivalente a 50 campos de fútbol. Para repoblarlo, en los años cuarenta del pasado siglo, se plantaron árboles más productivos que el roble autóctono: pinos, eucaliptos, abetos de Douglas, castaños japoneses, robles americanos... Entre ellos, también 850 secuoyas que hoy dejan atónitos a quienes se acercan a conocerlas, no tanto por su enorme tamaño, sino por lo poco que les ha costado alcanzarlo. 80 años, para seres que viven 3.000, son dos telediarios. Este insólito bosque está a tres minutos de Cabezón, muy cerca de la autovía A-8, bien indicado junto a la carretera que lleva a Comillas (CA-135). Hay un aparcamiento, paneles informativos, cinco sendas señalizadas e incluso un par de pasarelas para adentrarse en él en silla de ruedas. Aunque las sendas marcadas suman más de cinco kilómetros, el cogollo del monte, donde se yerguen majestuosas las secuoyas, se recorre cómodamente en una hora, sin necesidad de indicaciones ni posibilidad de extravío. Y es que difícilmente uno puede perderse ni perder de vista un bosque —declarado Monumento Natural por decreto del Gobierno de Cantabria en 2003— donde las secuoyas destacan sobre los demás árboles como Pau Gasol en un parvulario. Tres personas hacen falta, como poco, para abrazar a estos gigantes con una altura media de 40 metros.

Hayedo de Altube (Álava)
 
Desde el puerto de Altube, en Álava, una sencilla senda permite recorrer este fabuloso hayedo en un par de horas.

Desde el puerto de Altube, en Álava, una sencilla senda permite recorrer este fabuloso hayedo en un par de horas. ANDRÉS CAMPOS

No como Gasol en un parvulario, sino como un luchador de sumo en una sala de neonatos: así destacan las gruesas hayas centenarias, rodeadas de miles más jóvenes, que salpican la falda suroccidental del Gorbea, el monte más alto (1.481 metros) del País Vasco y su parque natural más extenso (20.016 hectáreas). Desde el puerto de Altube, una sencilla senda permite recorrer este fabuloso hayedo en un par de horas. Si no queremos andar ni eso, frente a la Casa del Parque de Sarria, junto al aparcamiento, hay un área recreativa extraordinaria asombrada por hayas colosales, a orillas del río Baias. Paseando un cuarto de hora por la pista forestal que sube cerca del río, veremos más hayas corpulentas, robles también grandecitos y las cascadas y pozas de Zaldibartxo, idóneas para saltar y nadar en sus aguas puras y profundas. Eso sí: calientes no están.

Tejos del arroyo Barondillo (Comunidad de Madrid)
 
Nadie sabe a ciencia cierta cuánto tiempo llevan los tejos en el alto valle del Lozoya, en Rascafría.

Tejos del arroyo Barondillo (Comunidad de Madrid) Nadie sabe a ciencia cierta cuánto tiempo llevan los tejos en el alto valle del Lozoya, en Rascafría. ANDRÉS CAMPOS

1.200 años, 1.500, 1.800, 2.000… Nadie sabe a ciencia cierta cuánto tiempo llevan estos tejos en el alto valle del Lozoya, en Rascafría, pero viendo lo que miden sus troncos —9,10 metros de perímetro, el mayor— y lo lentísimo que crece esta especie —23 centímetros, también de cintura, cada 30 años—, cabe suponer que una eternidad. Para verlos, se ha de aparcar en el área recreativa de La Isla, en el kilómetro 32 de la carretera M-604, que une Rascafría y el puerto de Cotos, y hacer una ruta a pie de un par de horas, tal como se describe en la página web de Wikiloc. Es un plan perfecto para el verano: todo el camino discurre a la sombra de un magnífico bosque de pinos silvestres —el histórico pinar de los Belgas— y, después, podemos darnos un baño en las pozas que hay un poco más arriba del puente de la Angostura, en las primeras aguas del Lozoya.

sábado, 7 de septiembre de 2024

Entrevista a João Pacífico, millonario anticapitalista «Elon Musk es un ser despreciable»

Fuentes:CTXT [El empresario anticapitalista João Paulo Pacífico en una imagen reciente. / Cedida]

João Paulo Pacífico (São Paulo, 1978) no es un ejecutivo al uso. Usa pelo largo, “para no parecerse al resto”. Su frase predilecta es de Martin Luther King Jr.: “La oscuridad no puede combatir la oscuridad; solo la luz puede hacerlo. El odio no puede combatir el odio, solo el amor puede hacerlo”. Y lanza vídeos en Instagram repletos de mensajes anticapitalistas. El pasado enero, João Pacífico se convirtió en el primer millonario latinoamericano en firmar el manifiesto Proud to pay more, presentado en el Foro Económico Mundial de Davos por superricos que quieren pagar más impuestos. “Cuanto más tienes, más pagas, y punto. El Estado necesita dinero”, asegura João Pacífico en esta entrevista a CTXT.

La vida de Pacífico, ingeniero de formación, dio un vuelco tras la crisis financiera de 2008. Se dio cuenta de que el mercado financiero para el que trabajaba era inhumano. En 2009 fundó el Grupo Gaia, especializado en operaciones financieras y títulos de deuda para pequeños productores de agricultura orgánica. “Cuando me adentré en la agroecología me di cuenta de que todo lo que yo apoyaba antes estaba equivocado”, dice. En 2022, vendió la única empresa del grupo que trabajaba para sectores tradicionales y donó todo el dinero a una ONG. Desde entonces, dejó de ser el dueño del Grupo Gaia y pasó a ser un empleado. “Acumular dinero es de imbéciles”, defiende con frecuencia el autor de libros como Onda Azul (2017) y Seja Líder Como o Mundo Precisa (2022).

El Grupo Gaia apoya proyectos de vivienda popular, de educación, de energías renovables y de agricultura orgánica. La empresa mueve unos cuatro mil millones de reales en operaciones financieras, y presume de tener una plantilla más femenina que masculina y más negra que blanca. “Una sociedad regida por hombres blancos y heterosexuales fomenta el individualismo”, afirma.

Con más de 217.000 seguidores en Instagram, João Pacífico es un okupa en el Wall Street brasileño (la avenida Faria Lima de São Paulo). Y se ha convertido en un gurú de la izquierda. Sus vídeos contienen duras críticas contra el bolsonarismo, el mercado financiero, el sector agropecuario y todos los tipos de negacionismo.

Tras la crisis de 2008, su vida dio un giro radical. ¿Qué ocurrió?

Tras la crisis de 2008, me di cuenta de la falta de humanidad del mercado financiero

En 2002 comencé a financiar al sector agropecuario. Aún estaba dentro del sistema. Pensaba que necesitábamos los pesticidas y que Brasil era la despensa del mundo. Tras la crisis de 2008, me di cuenta de la falta de humanidad del mercado financiero. Solo piensa en ganar más dinero. Despidió a mucha gente de manera innecesaria. Entonces decidí montar una empresa más humana.

¿Cómo fue el comienzo de su relación con el Movimento dos Trabalhadores Sem Terra (MST)?

Todo el mundo hablaba mal de ellos. Visité un asentamiento y para mí se abrió un nuevo mundo. Vi que lo que el MST decía tenía sentido. Me dije, tengo que usar mi habilidad para montar operaciones financieras con el fin de apoyar a esta gente. En una situación de opresión, si permaneces en silencio, estás apoyando al opresor. Y el MST estaba siendo oprimido por la opinión pública.

Y entonces, consiguió financiación para el MST, un movimiento que ocupa latifundios improductivos. ¿Cómo lo logró?

Primero emití un título de deuda. Funcionó. Después, hice una segunda operación para que cualquiera, en lugar de colocar el dinero en el banco, se lo prestara al MST. Entregamos ese dinero a una cooperativa del MST, que hace lo pactado y después paga a los inversores con intereses.

O sea, el inversor financia la agricultura sostenible y, además, obtiene lucro con ello…

Si dejas el dinero en un banco, no se queda parado. El banco se lo presta a la industria de los pesticidas o a una viejecita con intereses gigantescos. Cuando hacemos una operación como la que hemos hecho, haces entender a las personas que su dinero es poderoso, porque estás reduciendo la desigualdad y produciendo alimentos orgánicos. Es una revolución. Cuando me adentré en la agroecología me di cuenta de que todo lo que yo apoyaba antes estaba equivocado.

¿Cómo cambiaron sus ideas?
Comencé a levantar la bandera contra los pesticidas. Pasé a defender la reforma agraria y la agricultura familiar. Empecé a criticar la monocultura, las commodities, los transgénicos. Cambié completamente de lado. Entonces, vendí todas mis operaciones en el mercado tradicional.

Y decidió transformar sus empresas en una ONG…

Técnicamente, vendí la empresa y creé una gestora de fondos patrimoniales. El dinero de la venta se transformó en una donación. Ahora todo es de una asociación, una ONG. ¿Por qué lo hice? Porque creo que es necesario para enfrentar nuestros dos grandes problemas, la desigualdad y el medioambiente. Para reducir la desigualdad, quienes tienen más deben renunciar a sus activos.

Es muy justo que quien tiene más pague más impuestos, no solo de manera absoluta, sino proporcionalmente. Cuanto más tienes más pagas, y punto

Firmó el manifiesto Proud to pay more, para reivindicar el papel de los impuestos. ¿Por qué?

Es muy justo que quien tiene más pague más impuestos, no solo de manera absoluta, sino proporcionalmente. Cuanto más tienes, más pagas, y punto. Es una cuestión de justicia social. El Estado necesita dinero. Obviamente, tenemos que exigir eficiencia al Estado. Tenemos que parar con la acumulación. Tenemos comida para todo mundo, pero en Brasil veinte millones de personas pasan hambre.

El neoliberalismo elogia la mano invisible del mercado, pero algunos de sus iconos, como Silicon Valley, están regados de dinero público…

Por eso defiendo un Estado fuerte para tener educación, salud pública e investigación de calidad. El sistema público inventó Internet y la NASA. Esos mismos neoliberales, cuando la cosa se pone fea, son los primeros que piden ayuda al Estado. Ahora, tras las inundaciones en el sur de Brasil, un aeropuerto privado de Porto Alegre pide ayuda pública. Defienden un Estado mínimo, pero para los pobres.

Pensar que un millonario explotador es bondadoso porque dona una miseria es una fantasía

Algunos multimillonarios, como Amancio Ortega, donan dinero para lavar su imagen y reforzar el mito del libre mercado.

Pensar que un millonario explotador es bondadoso porque dona una miseria es una fantasía. Hace eso porque explota a la gente y a la cadena productiva.

Es crítico con la meritocracia. ¿Qué le incomoda de esa narrativa?

La meritocracia es una gran mentira del neoliberalismo

Es una falacia para mantener los privilegios. Quienes salen en la parte delantera dicen que la carrera es igual para todos. No lo es. Porque algunas personas nacieron en una familia rica. Incluso en la pandemia, no todos estaban en la misma tempestad. Algunos estaban en el navío, muy cómodos. Otros, en el bote salvavidas, cayéndose. La meritocracia es una gran mentira del neoliberalismo.

Uno de los grandes gurús de la meritocracia es Elon Musk. ¿Qué opinión le merece?

Es un psicópata. Un ser despreciable. Es un misógino, negacionista, acumulador, explotador. En su propio libro muestra cómo explota a la gente. Es un antimodelo que, desafortunadamente, es aplaudido.

El Grupo Gaia se enorgullece de ser más femenino que masculino y de tener más empleados negros que blancos. ¿Cómo funciona la contratación de personal?

Una sociedad regida por hombres blancos y heterosexuales fomenta el individualismo. Es importante rescatar el feminismo y dar más protagonismo a las mujeres. La diversidad es importante, no solo por reparación histórica, sino para incorporar la mirada de esas personas.

Mucha gente no consigue contratar a personas negras porque usan criterios que las excluyen. Por ejemplo, exigir inglés para un puesto donde no se necesita excluye a quienes vienen de la educación pública.

El “retorno ambiental” es uno de los pilares de Gaia. ¿Por qué?

El ser humano es el único animal que tiene la capacidad de autodestrucción. Estamos destruyendo el futuro. La crisis climática va a provocar cada vez más eventos extremos. El sector agropecuario es burro y cortoplacista. Hay estudios que muestran que de aquí a poco van a perder mucho dinero y cosechas enteras. Espero que la gente cambie su comportamiento y su voto para intentar revertir la situación.

He leído que está estudiando cómo ayudar a financiar a pueblos indígenas y quilombolas (los quilombos son asentamientos fundados por esclavos huidos).

Sí. Creamos un fondo para esas personas invisibilizadas por el capital tradicional. Son los grandes protectores de la naturaleza. Para mucha gente no existen.

Hace unas semanas denunció en sus redes sociales a un emprendedor brasileño que defendía que el éxito está basado en semanas de setenta horas de trabajo.

Que alguien trabaje ochenta horas por semana no es bonito, es explotación

Esta gente glamuriza el trabajo extremo y extenuante para ganar más. Es una glamurización de la opresión, de la explotación. Que alguien trabaje ochenta horas por semana no es bonito, es explotación. Esa persona no va a tener tiempo para cuidarse, para estar con la familia, con amigos, para sus aficiones. Como CEO, tu responsabilidad es cuidar de las personas, no al accionista.

Hace poco, ayudó a denunciar a la CEO de Nubank, por colaborar con plataformas de extrema derecha. ¿Es importante encender debates en redes sociales?

Ese fenómeno de las redes sociales es bueno y malo. Es bueno porque la gente tiene más voz. Malo porque existen fake news. Es muy difícil luchar contra las fake news, porque generan interacción y las plataformas se lucran con ello. Y cuando llega un intento de regular las redes sociales, dicen que es censura.

La extrema derecha en Brasil continúa fuerte. Este año, hay elecciones municipales. ¿Cómo lo ve?

La extrema derecha es uno de los grandes problemas del mundo. Bolsonaro, aunque esté inhabilitado, todavía condiciona el voto de mucha gente. En Brasil ya no existe la derecha, solo la extrema derecha y la izquierda. Lula solo ganó a Bolsonaro porque es un gran líder. Cualquier otro habría perdido. Necesitamos formar a nuevos políticos progresistas.

es periodista, escritor e investigador hispano brasileño. Ha cubierto América Latina desde el año 1999, como corresponsal en Brasil la mayoría de ese tiempo. Es el autor de los libros Calle Amazonas (Altaïr), #24H (Dpr-Barcelona), Pasado Mañana (Arpa Editores) y Saudades de junho (Liquid Books).

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viernes, 6 de septiembre de 2024

_- Perfil aerodinámico

_- Posiblemente el perfil aerodinámico más utilizado de todos los tiempos, el NACA 23012 combinaba alta sustentación, baja resistencia, momentos de cabeceo suaves e incluso un poco de flujo laminar en su superficie inferior. Fue diseñado en 1935 por el investigador de NACA Langley, Eastman Jacobs.
Geometry of NACA 23012 airfoil with 1/4 quarter round ice at the location of x/c=0.1
Seamos francos: en realidad no necesitamos perfiles aerodinámicos. Los aviones a escala con láminas planas de madera de balsa en lugar de alas vuelan bien; lo mismo hacen los aviones hechos de papel doblado, y los abejorros y las mariposas. Una lámina plana constituye un ala perfectamente funcional.

El hecho de que las superficies planas en el viento pudieran producir la fuerza lateral que ahora llamamos sustentación era una observación muy antigua. Dos de sus primeras aplicaciones, el molino de viento y la vela con aparejo de proa y popa, datan de hace al menos 800 años. También era perfectamente evidente para cualquier persona pensante que lo que mantenía a los pájaros y a los murciélagos en el aire eran las grandes superficies planas unidas a sus brazos. Ni las plumas de los pájaros ni la tela de las velas y las aspas de los molinos de viento tenían un grosor digno de mención, por lo que las primeras superficies sustentadoras eran simplemente eso: superficies.

Las superficies delgadas sujetas por una estructura de soporte se abombaban naturalmente bajo la presión del aire, adquiriendo lo que ahora llamamos una forma "combada", es decir, arqueada. El hecho de que la comba fuera realmente beneficiosa parece haber sido apreciado por primera vez, al menos por escrito, por un ingeniero civil inglés del siglo XVIII, John Smeaton, quien observó que curvar las superficies de sus palas mejoraba el rendimiento de los molinos de viento.

Durante el siglo y medio siguiente, no ocurrió nada digno de mención, aparte de la invención del avión moderno, en 1804, por otro inglés, George Cayley.

Cuando llegamos a principios del siglo XX, encontramos a los hermanos Wright realizando experimentos sistemáticos en túneles de viento para determinar no solo la mejor cantidad de comba que se debía utilizar, sino también la mejor distribución de la curvatura hacia adelante y hacia atrás. El brasileño Santos-Dumont, cuyos vuelos en París en 1906 en su enorme 14-bis ("Número 14 bis") son considerados por algunos como los primeros vuelos verdaderamente propulsados ​​porque su avión se inclinaba y se elevaba por su propia fuerza (los Wright emplearon una catapulta y un raíl para elevarse en 1903), utilizó muy poca curvatura, tal vez porque sabía que hacía que el avión quisiera descender en picado. Por otro lado, las alas del Bleriot 11 que realizó la primera travesía aérea del Canal de la Mancha tenían mucha más curvatura de la necesaria.

Algunos de los primeros aviones tenían alas con forma de vela, formadas por una única capa cosida a largueros y costillas. Este tipo de alas se prestaban a la deformación del ala, que era la primera forma de control del alabeo. Cuando aparecieron los alerones, las alas tuvieron que hacerse rígidas. Cuando comenzó la Primera Guerra Mundial, los biplanos aerodinámicos de bastante buen rendimiento eran la norma; sus alas tenían superficies superiores e inferiores lisas con la estructura oculta en el interior. Sin embargo, sus secciones transversales apenas merecían el nombre de perfiles aerodinámicos. En realidad, eran simplemente formas parecidas a las de una anguila, redondeadas en la parte delantera y afiladas más o menos hasta un punto en la parte trasera, y engrosadas lo suficiente para envolver la estructura interna necesaria.

A pesar de la calidad aleatoria y ad hoc de estos primeros diseños de perfiles aerodinámicos, se hicieron esfuerzos para separar el trigo de la paja en túneles de viento. Al principio, lamentablemente, los investigadores no reconocieron la importancia de la escala. Probaron modelos muy pequeños a velocidades muy bajas y, como la velocidad y el tamaño realmente desempeñan papeles importantes en el comportamiento del aire en movimiento, sus resultados respaldaron la suposición errónea de que los perfiles aerodinámicos delgados eran superiores.

En 1917, la eminencia gris de la investigación aerodinámica alemana, Ludwig Prandtl, tenía un túnel de viento en Göttingen lo suficientemente grande como para permitir la prueba de secciones de perfiles aerodinámicos a escala real a velocidades realistas. También tenía un método matemático para crear curvas similares a los perfiles aerodinámicos. Pronto descubrió la superioridad de las secciones gruesas, cuyos radios de borde de ataque más grandes les permitían alcanzar ángulos de ataque más altos y, por lo tanto, producir más sustentación antes de entrar en pérdida que las delgadas. La creencia, sostenida durante mucho tiempo, de que las secciones más gruesas debían tener una mayor resistencia también resultó ser falsa. Anthony Fokker adoptó inmediatamente perfiles aerodinámicos gruesos para el triplano del Barón Rojo. Los constructores británicos y franceses persistieron con sus perfiles aerodinámicos delgados hasta el final de la guerra, pero luego los abandonaron.

Durante la década de 1930, el Comité Asesor Nacional de Aeronáutica de Estados Unidos (NACA, por sus siglas en inglés) desarrolló y probó "familias" de perfiles aerodinámicos. Algunas de las más exitosas fueron las series de cuatro y cinco dígitos de la NACA, que consistían en una "forma de espesor básico" (una forma simétrica de "lágrima") superpuesta a una "línea de comba" de la que el perfil derivaba la mayoría de sus características aerodinámicas, como la cantidad de sustentación que producía en un ángulo de ataque de cero y la fuerza del "momento de cabeceo" o tendencia a hundirse que tendía a producir la comba. Muchas de esas secciones todavía se utilizan hoy en día, y la serie 23000 de la NACA, creada en 1935, es probablemente el perfil aerodinámico más utilizado de la historia.

A pesar de todo el trabajo teórico altamente técnico realizado por la NACA, siguió existiendo una tradición paralela de lo que podría llamarse diseño de perfiles aerodinámicos descalzos. El modelo surgió del reconocimiento de que los perfiles aerodinámicos de las alas reales, muchas de las cuales todavía estaban revestidas de tela en aquella época, no se parecían mucho a los modelos idealizados de túnel de viento. En la práctica, cualquier cosa que pareciera un perfil aerodinámico funcionaba como un perfil aerodinámico. La flor más sobresaliente de la escuela descalza fue el Clark Y, una invención de 1922 de un coronel Virginius Clark, que lo inventó mediante el recurso poco científico de deformar uno de los perfiles aerodinámicos de Göttingen de la época de la guerra para hacer que el 70 por ciento de su parte inferior trasera fuera plana. La parte inferior plana resultó ser una característica muy atractiva. Facilitó la construcción (especialmente para los modelistas, que acudieron en masa al Clark Y porque les permitía hacer un ala recta simplemente fijándola a una superficie plana mientras se secaba el pegamento) y la medición del ángulo de ataque, y simplificó el tallado de las palas de la hélice. A pesar de no poseer ningún mérito aerodinámico especial, el Clark Y se ha utilizado en una gran variedad de aviones. (En ae.uiuc.edu/m-selig/ads/aircraft.html se puede encontrar una lista notable de cientos de tipos de aeronaves y los perfiles aerodinámicos que utilizan.)

En 1940, el desarrollo de los perfiles aerodinámicos había superado tres hitos, o al menos lo que yo considero hitos. El primero fue el reconocimiento general, no debido a un solo investigador, de que la curvatura ayudaba a la producción de sustentación y que si un perfil aerodinámico tenía un grosor más que insignificante, necesitaba ser redondeado en la parte delantera y algo afilado en la parte trasera. El siguiente fue el descubrimiento, debido a Prandtl, de que el grosor, es decir, un grosor mayor que, digamos, una décima parte de la longitud de la cuerda, era beneficioso. El tercer hito fue la sistematización de los perfiles, en gran parte obra de un investigador de NACA Langley llamado Eastman Jacobs, en "familias" con características bien documentadas, lo que permitió a los diseñadores seleccionar secciones adecuadas de un catálogo. (Por cierto, las palabras "perfil aerodinámico", "perfil" y "sección" son sinónimas tal como las estoy utilizando).

El cuarto hito fue una revolución en la relación entre las matemáticas y el diseño de perfiles aerodinámicos. Desde los primeros tiempos, se habían utilizado varios tipos de funciones matemáticas para generar formas de perfiles aerodinámicos. Pero estos procedimientos no se basaban en la física del flujo de fluidos; eran simplemente ecuaciones que producían líneas suavemente curvadas que parecían perfiles aerodinámicos. En 1931, otro aerodinámico de la NACA, Theodore Theodorsen, inventó un método matemático para calcular la distribución de la presión en cualquier perfil aerodinámico. La distribución de la presión es muy importante; es la clave para la resistencia, la sustentación y el comportamiento de pérdida del perfil aerodinámico.

Theodorsen era un hombre seguro de sí mismo. Cuando los resultados que calculaba no coincidían exactamente con las mediciones en el túnel de viento, descartó con ligereza los resultados empíricos por considerarlos poco fiables. Las relaciones entre Theodorsen y el experimentalista Eastman Jacobs fueron espinosas, y cuando Jacobs, jugando contra el modelo, propuso invertir el método de Theodorsen para obtener una forma de perfil aerodinámico que generara una distribución de presión deseada, Theodorsen descartó la idea por considerarla matemáticamente absurda. Sin embargo, Jacobs persistió y logró crear el procedimiento que se utiliza para diseñar perfiles en las computadoras digitales actuales.

El primer fruto del trabajo de Jacobs fue el perfil aerodinámico de flujo laminar natural. (Natural, en este contexto, significa que no se utiliza ningún método motorizado, como la succión de la capa límite, para mantener el flujo laminar). Su trabajo se basaba en el conocimiento de que el comportamiento de la capa límite (la delgada capa de aire, cercana a la superficie del perfil aerodinámico, que el avión arrastra consigo) está influido por la distribución de presión. Una capa límite laminar, en la que todas las partículas de aire siguen trayectorias paralelas a la superficie del perfil aerodinámico, podría mantenerse a lo largo de la parte delantera de un perfil aerodinámico, a medida que sus superficies superior e inferior se alejaban cada vez más. Pero cuando las superficies comienzan a converger, aparecen diminutos remolinos y vórtices turbulentos en la capa límite. La resistencia de una capa límite laminar es mucho menor que la de una turbulenta. Todos los perfiles aerodinámicos tienen cierto flujo laminar, pero la nueva familia de perfiles laminares desarrollados por la NACA extendió la capa límite laminar hasta el 60 por ciento de la longitud del perfil aerodinámico, reduciendo la resistencia hasta en dos tercios.

Como señala John Anderson en su Historia de la aerodinámica, los perfiles laminares, utilizados por primera vez en el Mustang P-51, tuvieron éxito en la reducción de la resistencia en el túnel de viento, pero no tanto en la práctica porque las irregularidades de la construcción práctica de metal, junto con el desgaste general y las inevitables salpicaduras de insectos, alteraban la capa límite laminar temperamental. Sin embargo, demostraron tener éxito de una manera inesperada: las secciones de flujo laminar, con su espesor máximo muy hacia atrás, resultaron ser muy adecuadas para aviones de alta velocidad, porque eran menos propensas a la formación temprana de ondas de choque transónicas. Anderson podría haber añadido que tuvieron cierto éxito, incluso en la práctica y en aviones de baja velocidad, cuando se empezaron a utilizar las alas de materiales compuestos. Un planeador de alto rendimiento con un perfil no laminar es impensable hoy en día.

El quinto hito en la evolución de los perfiles aerodinámicos llega con el desarrollo de perfiles especialmente diseñados para volar por debajo, pero cerca, de la velocidad del sonido. Estos llamados perfiles aerodinámicos supercríticos tienen morros gruesos, partes superiores planas y comba en popa, todas características diseñadas para retrasar la aparición de ondas de choque debidas al flujo supersónico local.

Se podría suponer que los perfiles aerodinámicos supersónicos representarían otro gran avance, pero en realidad no son perfiles aerodinámicos en el sentido normal. Las leyes del vuelo supersónico son completamente diferentes de las del vuelo subsónico, y las secciones de ala puramente supersónicas prescinden de una comba sofisticada y una distribución del espesor; una forma de diamante aplanada, o incluso, como en las superficies estabilizadoras del X-15, un triángulo con un extremo trasero romo, es suficiente. Una hoja de cuchillo es un ala supersónica tan buena como cualquier otra. De hecho, las alas de los aviones supersónicos todavía tienen perfiles aerodinámicos, generalmente muy delgados, pero eso es sólo porque despegan y aterrizan a velocidad subsónica.

Hoy en día, es habitual diseñar a medida los perfiles aerodinámicos de cada nuevo avión en un ordenador. En cierto modo, como señala Anderson, el diseño de perfiles aerodinámicos ha dado un giro completo. En los primeros años, cada avión nuevo podía tener un perfil aerodinámico nuevo. Lo mismo ocurre hoy, pero hoy ya no diseñamos nuevos perfiles aerodinámicos sin saber cómo funcionan.

La aeronáutica moderna ha transformado radicalmente la forma en que vivimos y conectamos con el resto del mundo. Las matemáticas han sido el motor silencioso que impulsa la aeronáutica desde sus orígenes hasta las alturas inimaginables de la modernidad. Para lograr un diseño eficiente y seguro de las aeronaves es necesario un conocimiento profundo de la aerodinámica, la resistencia al avance, la estabilidad y el control, en base a principios matemáticos fundamentales.

Por ejemplo, el famoso teorema de Euler para poliedros –propuesto por el matemático suizo en 1750–, actualmente es utilizado en el diseño de estructuras aeronáuticas, como marcos y celdas, para optimizar su rigidez y resistencia. El teorema establece una relación fundamental entre los vértices, aristas y caras de cualquier poliedro convexo –en concreto, que el número de caras más el número de aristas es igual al número de vértices menos dos–. Pues bien, en la construcción de aviones ligeros y drones, esta fórmula se emplea para calcular el número mínimo de elementos estructurales –como vigas y paneles– necesarios para mantener la estabilidad y la integridad de la aeronave, teniendo en cuenta las fuerzas y las tensiones que actúan sobre ella. También es útil en el diseño de materiales compuestos utilizados en la construcción de aviones, como los llamados paneles honeycomb, ya que permite determinar la cantidad óptima de celdas hexagonales (caras) y los puntos de unión (vértices) necesarios para equilibrar la resistencia y la ligereza del material.

MÁS INFORMACIÓN Primer vuelo de los hermanos Wright

De los hombres pájaro a los hermanos Wright: las matemáticas que nos ayudaron a surcar el aire Por otro lado, en el diseño de aviones también es primordial analizar el flujo de aire alrededor de la estructura, especialmente el cálculo de las fuerzas aerodinámicas; las cuatro principales son el arrastre, la sustentación, el peso y el empuje. Para estudiar de forma detallada la interacción de estas fuerzas sobre toda la superficie del avión se utiliza el teorema de la divergencia (o teorema de Gauss). Este relaciona el flujo de un campo vectorial –que es la velocidad del aire en cada punto alrededor del avión– a través de una superficie cerrada con la divergencia del campo –que indica cómo está cambiando la velocidad del aire en cada punto, si es positiva el aire está entrando en ese punto, si es negativa está saliendo–.

Además, para poder pilotar las aeronaves, es necesario estudiar los controles de vuelo y la respuesta del aparato a diferentes fuerzas y perturbaciones. Para ello, se utilizan, entre otras cosas, las transformadas integrales –que permiten expresar una función como suma de otras, más manejables–, como la transformada de Laplace o la de Fourier. La primera se utiliza para analizar la dinámica de sistemas complejos, como las aeronaves y cohetes, sujetos a fuerzas variables en el tiempo y así comprender su comportamiento. También se emplea para modelar los sistemas de control que regulen el movimiento y la actitud de una nave de manera eficiente y precisa. Y además se aplica en el diseño de la comunicación por radio y sistemas de navegación, utilizando filtros y sistemas de procesamiento de señales para eliminar ruido y mejorar la calidad de la comunicación.

La transformada de Fourier se utiliza para descomponer una señal en sus componentes de frecuencia, lo que, en la industria aeronáutica, se aplica en el procesamiento de las señales generadas por sistemas de navegación, sistemas de comunicación y sensores a bordo, facilitando la detección del ruido e interferencias, y mejorando la calidad de las señales. Por otro lado, se ocupa para analizar vibraciones –causadas por los motores, turbulencias y cambios en las condiciones de vuelo– y descomponerlas en sus componentes de frecuencia, lo que es clave en el diseño de sistemas de amortiguación que garanticen la integridad estructural.

También es importante analizar riesgos y evaluar los sistemas de seguridad en los vuelos, para lo que se emplea el teorema de Bayes, un resultado fundamental de la teoría de la probabilidad propuesto hace más de 250 años, que establece cómo actualizar la probabilidad de un evento, después de conocer nuevos datos relevantes para el fenómeno estudiado. Por ejemplo, este teorema se aplica en el análisis de datos de accidentes aéreos y en la evaluación de factores contribuyentes, como el clima, el mantenimiento y el error humano, para mejorar la seguridad de los vuelos futuros. También para procesar las alertas de sistemas de detección de fallos en tiempo real de los aviones modernos, por ejemplo, para evaluar la probabilidad de que una alerta de sistema sea un falso positivo o un indicio real de un problema. Esto evita alarmas innecesarias que puedan distraer a los pilotos y, al mismo tiempo, garantiza que las alertas genuinas no se pasen por alto. Así, es posible estimar la probabilidad de fallas y evaluar el rendimiento de los sistemas electrónicos, mejorando la seguridad y la fiabilidad de las aeronaves.

Las matemáticas también están en la frontera tecnológica de la industria aeroespacial. Uno de los conceptos fundamentales en el desarrollo de aviones comerciales hipersónicos es la transformación de Prandtl-Glauert. Esta establece que, a velocidades cercanas a la velocidad del sonido, los efectos de comprensibilidad del aire se vuelven significativos y deben de tomarse en cuenta en los cálculos del arrastre y sustentación de la aeronave, lo que, en los cálculos para velocidades normales, no se hace. Sin duda, en cualquier avance futuro que experimente la aeronáutica, las matemáticas serán una herramienta fundamental.

Yoshua Díaz Interian es investigador predoctoral en el Instituto Politécnico Nacional (México).

Ágata Timón García-Longoria es coordinadora de la Unidad de Cultura Matemática del Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT).