sábado, 1 de febrero de 2025

_- En memoria de Patrice Lumumba asesinado el 17 de enero de 1961



_- El 17 de enero de 2025, se conmemora el 64º aniversario del asesinato de Patrice Lumumba (1925-1961).

Tras una resonante victoria en las primeras verdaderas elecciones en las que participaron las y los congoleños, Patrice Lumumba se convirtió en Primer Ministro del Congo desde el 24 de junio de 1960 hasta su derrocamiento y encarcelamiento el 14 de septiembre del mismo año por el militar Joseph-Désiré Mobutu y sus partidarios. Este último gobernó el país, primero bajo mano y luego directamente desde 1965 hasta su derrocamiento en 1997.

“Ludo De Witte: Lumumba fue víctima del imperialismo. De hecho, queríamos continuar con el imperialismo en el Congo, reemplazar un sistema colonial por un sistema neocolonial”

El 17 de enero de 1961, Lumumba, el gran luchador por la independencia, la justicia social y el internacionalismo del Congo, fue torturado y luego ejecutado, junto con varios de sus camaradas, por líderes congoleños cómplices de las potencias occidentales, así como por la policía y militares belgas. Lumumba tenía solo 35 años y podría haber seguido desempeñando un papel muy importante, tanto en su país, como en África y a nivel mundial.

Como escribió la periodista Colette Braeckman: «Patrice Lumumba, Primer Ministro congoleño destituido en septiembre, puesto bajo arresto domiciliario y luego detenido en Thysville, fue llevado a Katanga el 17 de enero de 1961. Cinco horas después de su llegada a suelo de Katanga, fue ejecutado junto con sus dos compañeros Maurice M’Polo y Robert Okito [1]».

Entre los líderes congoleños que participaron directamente en el asesinato de Lumumba estaba Moisés Tshombé, proclamado presidente de la provincia congoleña de Katanga, que se escindió el 11 de julio de 1960, solo dos semanas después del comienzo de la independencia que el Congo obtuvo el 30 de junio de 1960. La secesión de Katanga proclamada por Moisés Tshombe fue apoyada por Bélgica y grandes empresas mineras privadas belgas muy presentes en esta parte del Congo (ver más adelante) con el fin de desestabilizar al gobierno del Primer Ministro Patrice Lumumba.

Al menos cinco policías y militares belgas estaban también presentes en el momento del asesinato. Joseph-Désiré Mobutu, uno de los principales responsables congoleños en el asesinato de Lumumba, no estuvo presente en el lugar el día del asesinato que tuvo lugar en el Este mientras estaba en el oeste del país, en la capital.

La responsabilidad de Bélgica en el asesinato de Lumumba en enero de 1961 fue establecida por varios autores, en particular por Ludo De Witte en El asesinato de Lumumba, y fue objeto de los trabajos de un comité del parlamento belga en 2001-2002. Leer también la entrevista concedida por Ludo De Witte al CADTM en 2018, https://www.cadtm.org/Ludo-de-Witte-Il-faut-changer-les-mentalites-et-decoloniser-completement-l .

En esta entrevista, Ludo De Witte simplemente resumía las causas del asesinato de Lumumba: «Lumumba fue víctima del imperialismo. De hecho, queríamos continuar con el imperialismo en el Congo, reemplazar un sistema colonial por un sistema neocolonial. Un sistema donde habría negros, congoleños, que serían políticos y ministros pero, entre bastidores, seguirían siendo las potencias occidentales y sus grandes sociedades las que dominarían el país. Este es el neocolonialismo contra el que Lumumba quería luchar y por eso que fue asesinado».

Vale la pena leer el discurso del Primer Ministro de la República del Congo, Patrice Lumumba, ante Balduino, rey de los belgas.

Balduino había declarado en su discurso: «La independencia del Congo es la culminación de la obra concebida por el genio del rey Leopoldo II, llevada a cabo por él con tenaz valentía y continuada con perseverancia por Bélgica».

Durante la proclamación de la independencia del Congo el 30 de junio de 1960, el Primer Ministro del Congo, Patrice Emery Lumumba, dio un memorable discurso (se puede escuchar aquí). Su versión escrita es la siguiente:

Discurso pronunciado en la sede del parlamento después de los del rey Balduino y el presidente Joseph Kasa-vubu, el día de la proclamación de la independencia de la República Democrática del Congo.

“Congoleños y congoleñas,


Combatientes por la independencia hoy victoriosos.

Les saludo en nombre del gobierno congoleño.
A todos ustedes, queridos amigos, que han luchado sin descanso a nuestro lado, les pido hacer de este 30 de junio de 1960, una fecha ilustre que ustedes tendrán gravada de forma imborrable en sus corazones, una fecha que enseñarán con orgullo a sus hijos para que ellos, a su vez, hagan conocer a sus hijos y nietos la historia gloriosa de nuestra lucha por la libertad.


Pues esta independencia del Congo, si bien es proclamada hoy con el acuerdo de Bélgica, país amigo con el que nos tratamos de igual a igual, ningún congoleño digno de ese nombre podrá olvidar jamás que fue conquistada por la lucha, una lucha de todos los días, una lucha ardiente e idealista, una lucha en la que no ahorramos ni nuestras fuerzas, ni nuestras privaciones ni nuestros sufrimientos, ni nuestra sangre. 



De esta lucha, que fue de lágrimas, de fuego y de sangre, estamos orgullosos hasta lo más profundo de nuestro ser, ya que fue una lucha noble y justa, una lucha indispensable para poner fin a la humillante esclavitud que nos habían impuesto por la fuerza. Y ese fue nuestro destino durante 80 años de régimen colonialista, por lo que nuestras heridas son todavía demasiado recientes y demasiado dolorosas para que podamos eliminarlas de nuestra memoria. Hemos conocido el trabajo extenuante, exigido a cambio de salarios que no nos permitían ni comer, ni vestirnos, ni alojarnos decentemente, ni educar a nuestros niños como seres queridos. 


Conocimos las burlas, los insultos, los golpes que tuvimos que sufrir mañana, tarde y noche, porque éramos negros. ¿Quién olvidará que a un negro se le trataba de “tú” no porque era un amigo sino porque el honorable «usted» estaba reservado solamente a los blancos?


Hemos visto que nuestras tierras fueron espoliadas en nombre de textos pretendidamente legales que solo reconocían el derecho del más fuerte. Hemos visto que la ley no era jamás la misma según se tratara de un Blanco o de un Negro: acomodaticia para unos, cruel para los otros. Hemos visto los atroces sufrimientos de quienes eran relegados por sus opiniones políticas o sus creencias religiosas; exiliados en su propia patria, con un destino verdaderamente peor que la misma muerte.


Hemos visto que había en las ciudades mansiones magníficas para los blancos y chozas en ruinas para los negros, que un negro no era admitido ni en los cines, ni en los restaurantes, ni en las tiendas dichas europeas; que un negro viajaba incluso en el casco de las gabarras, a los pies de un blanco en su cabina de lujo. 


¿Quién olvidará, finalmente, los fusilamientos en los que perecieron tantos de nuestros hermanos, las mazmorras a las que fueron brutalmente arrojados quienes no querían seguir sometidos al régimen de una justicia de opresión y explotación?

Patrice Lumumba: ¿Quién olvidará que a un negro se le trataba de “tú” no porque era un amigo sino porque el honorable «usted» estaba reservado solamente a los blancos?
 […] Hemos visto que la ley no era jamás la misma según se tratara de un Blanco o de un Negro […] Hemos visto los atroces sufrimientos de quienes eran relegados por sus opiniones políticas o sus creencias religiosas; exiliados en su propia patria, con un destino verdaderamente peor que la misma muerte.



Todo eso, hermanos, lo sufrimos profundamente. Pero todo eso también, nosotros a quienes el voto de sus representantes elegidos nos mandató para dirigir nuestro país, nosotros que sufrimos en nuestros cuerpos y en nuestros corazones la opresión colonialista, les decimos bien alto que todo eso, desde ahora, terminó. La República del Congo fue proclamada y nuestro país está ahora en manos de sus propios hijos. Juntos, hermanos, hermanas, comenzaremos una nueva lucha, una lucha sublime que llevará nuestro país a la paz, a la prosperidad y a la grandeza. Estableceremos juntos la justicia social y aseguraremos que todos y todas reciban la justa remuneración por su trabajo. Vamos a mostrar al mundo lo que puede hacer el hombre negro cuando trabaja en libertad y haremos del Congo el centro que ilumine a toda África. Velaremos para que las tierras de nuestra patria beneficien verdaderamente a sus hijos. Revisaremos todas las antiguas leyes y haremos nuevas que serán justas y nobles.

Pondremos fin a la opresión del pensamiento libre y haremos de modo que todos los ciudadanos gocen plenamente de las libertades fundamentales previstas en la Declaración de los derechos humanos.

Suprimiremos eficazmente cualquier discriminación y daremos a cada uno el justo lugar que le valdrán su dignidad humana, su trabajo y su entrega al país. Haremos reinar no la paz de los fusiles y de las bayonetas sino la paz de nuestros corazones y de las buenas voluntades.

Y para ello, queridos compatriotas, estad seguros de que no solo podremos contar con nuestras enormes fuerzas e inmensas riquezas, sino también con la asistencia de numerosos países extranjeros cuya colaboración aceptaremos cada vez que sea leal y que no busque imponernos una política de cualquier tipo que sea. En ese ámbito, Bélgica que, comprendiendo finalmente el sentido de la historia, no trató de oponerse a nuestra independencia, está preparada para concedernos su ayuda y su amistad, y se acaba de firmar un tratado en ese sentido entre nuestros dos países iguales e independientes. Esta cooperación, estoy seguro, será beneficiosa para los dos países. Por nuestra parte, aún permaneciendo alertas, sabremos respetar los compromisos libremente consentidos.

Así, tanto en el interior como en el exterior, el nuevo Congo, nuestra querida República, que mi gobierno creará, será un país rico, libre y próspero. Pero para que lleguemos sin retraso a ese objetivo, a todos ustedes, legisladores y ciudadanos congoleños, les pido que me ayuden con todas sus fuerzas. Les pido a todos que olviden las querellas tribales que nos agotan y que probablemente puedan hacer que nos menosprecien en el extranjero.

Pido a la minoría parlamentaria que ayude a mi gobierno mediante una oposición constructiva y que permanezca estrictamente en las vías legales y democráticas. Les pido a todos no retroceder ante ningún sacrificio para asegurar el éxito de nuestro grandioso proyecto. Les pido, finalmente, que respeten incondicionalmente la vida y los bienes de sus conciudadanos y de los extranjeros establecidos en nuestro país. Si la conducta de esos extranjeros deja que desear, nuestra justicia rápidamente los expulsará del territorio de la República: si, por el contrario su conducta es buena, hay que dejarlos en paz, ya que ellos también trabajan para la prosperidad de nuestro país. La independencia del Congo marca un paso decisivo hacia la liberación de todo el continente africano.

Esto es, Sire, excelencias, señoras, señores, mis queridos compatriotas, mis hermanos de raza, mis hermanos de lucha, lo que les quise decir en nombre del gobierno en este día magnífico de nuestra independencia completa y soberana. Nuestro gobierno fuerte, nacional, popular, será la salvación de este país.

Invito a todos los ciudadanos congoleños, hombres, mujeres y niños, a ponerse resueltamente a trabajar para poder crear una economía nacional próspera que consagre nuestra independencia económica.

¡Homenaje a los combatientes de la libertad nacional!

¡Viva la independencia y la Unidad africana!

¡Viva el Congo independiente y soberano!)

Fuente: http://www.millebabords.org/IMG/article_PDF/Discours-de-Patrice-E-Lumumba-le-30-juin-1960-le-jour-de-la-proclamation-de-l_a14656.pdf

Lumumba, luchador internacionalista

Antes de convertirse en Primer Ministro, Lumumba estableció fuertes vínculos con una serie de movimientos y personalidades antiimperialistas, panafricanistas e internacionalistas. En diciembre de 1958, estuvo presente en la Conferencia de los Pueblos Africanos en Accra. Conoció, entre otros, al antillo-argelino Frantz Fanon, al ghanés Kwame Nkrumah y al camerunés Félix-Roland Moumié [2]. Pronunció un discurso en el que afirmaba: «El objetivo fundamental de nuestro movimiento es la liberación del pueblo congoleño del régimen colonialista y su independencia. Basamos nuestra acción en la Declaración Universal de Derechos Humanos -derechos garantizados a todos los ciudadanos de la humanidad por la Carta de las Naciones Unidas- y creemos que el Congo, como sociedad humana, tiene derecho al rango de los pueblos libres». Lo concluía diciendo: «Por eso gritamos fuerte con todos los delegados: Abajo el colonialismo y el imperialismo. Abajo el racismo y el tribalismo. Y viva la nación congoleña, viva África independiente.»

Al final de esta conferencia, Lumumba fue nombrado miembro permanente del comité de coordinación, como recordó Said Bouamama en «Figuras de la Revolución Africana» [3]. Lumumba también estuvo cercano a activistas anticolonialistas y anticapitalistas belgas como Jean Van Lierde, que estaba comprometido con el apoyo a la revolución argelina y que tenía estrechos vínculos [4] con el semanario La Gauche y su principal animador, Ernest Mandel.

Pocas semanas después de la conferencia de Accra, Lumumba y su movimiento organizaron una reunión en la capital del Congo belga en ese momento para informar sobre los resultados de esta cumbre anticolonialista. Reclamó en ella la independencia del Congo ante más de 10.000 personas. Describía el objetivo del Movimiento Nacional Congoleño refiriéndose a «la liquidación del régimen colonialista y la explotación del hombre por el hombre» [5].

Según Le Monde diplomatique de febrero de 1959, después de esta conferencia, estalló un motín en Léopoldville el 4 de enero de 1959. Esto es lo que dice el mensual francés: «El punto de partida de los disturbios está directamente relacionado con la conferencia panafricana en Accra. En efecto, cuando los líderes del Movimiento Nacional Congoleño, en primer lugar el Presidente del Movimiento, el Sr. Lumumba, se preparaban para celebrar una reunión pública sobre este tema estallaron los primeros disturbios. Con la autorización del Gobernador General del Congo belga, el Sr. Cornelis, una delegación de nacionalistas congoleños, encabezada por el Sr. Lumumba, había visitado Ghana en diciembre. Y cuando se preparaba a dar un informe de su viaje y su trabajo, el 4 de enero, la policía ordenó que los oradores y aquellos que habían venido a escucharlos se dispersaran» [6].

Cabe señalar que durante 1959, la represión organizada por la Bélgica colonialista mató a docenas, si no cientos, de personas. Un ejemplo de la amplitud de la represión: en octubre de 1959, en el congreso nacional del Movimiento Nacional de Congo (MNC) en Stanleyville, los gendarmes dispararon a la multitud, matando a 30 personas e hiriendo a cientos. Lumumba fue arrestado unos días después, juzgado en enero de 1960 y sentenciado a 6 meses de prisión el 21 de enero de 1960.

Pero las protestas fueron de tal magnitud que en Bruselas el gobierno tuvo miedo y decidió soltar lastre convocando elecciones locales a las que se invitó a las y los congoleños a participar. Lumumba fue liberado el 26 de enero unos días después de su condena. Finalmente, después de las elecciones locales, se celebraron elecciones generales en mayo de 1960, las primeras en la historia del Congo belga. El Movimiento Nacional Congoleño (MNC) salió victorioso y, como resultado, Lumumba fue nombrado Primer Ministro.

La secuencia de acontecimientos que llevaron al golpe contra Lumumba y su asesinato

Tras el discurso de Lumumba el 30 de junio, el gobierno belga, la monarquía y los jefes de las principales empresas belgas presentes en el Congo decidieron derrocar a Lumumba y provocar la secesión de Katanga, la provincia más rica en materias primas. Inmediatamente los cómplices congoleños se presentaron en la persona de Moisés Tshombé, proclamado Presidente de Katanga el 11 de julio de 1960 y luego en la persona del Presidente Joseph Kasa-Vubu, que destituyó a Lumumba en septiembre de 1960 sin tener poder constitucional para ello, y en Joseph-Désiré Mobutu, que dirigió un golpe de Estado unos días después y arrestó a Lumumba cuando sus ministros habían confirmado su confianza en él y su partido era el principal partido en el Parlamento. Mobutu, que hizo una carrera militar durante la colonia y era un ex periodista en la prensa congoleña procolonial, logró obtener un puesto como coronel en el nuevo ejército y rápidamente se volvió contra el gobierno congoleño.

Mientras tanto, Bélgica había enviado 11.000 soldados al Congo en julio de 1960 (una cifra enorme), incluidos 9.000 a Katanga. Estos 11.000 soldados belgas fueron transportados al Congo en diez días, precedidos por tropas especiales de paracaidistas. Esta intervención militar constituye una verdadera agresión contra un Estado ya independiente. Cabe destacar que Bélgica, miembro de la OTAN, tenía hasta la década de 1980, en Alemania Occidental, una zona militar sobreequipada que se extendía desde la frontera belga hasta el Telón de Acero. El Estado Mayor belga tenía a su disposición un considerable arsenal militar, en parte de origen estadounidense, y la OTAN le permitió desplegar aviones, transportes de tropas e incluso barcos de la marina que bombardeaban posiciones congoleñas en el estuario del río Congo. El gobierno de Estados Unidos y la CIA también maniobraron junto a Bélgica, con quien decidieron asesinar a Lumumba [7]. Lo mismo hizo Francia. En un telegrama fechado el 26 de agosto de 1960, el director de la CIA, Allen Dulles, dijo a sus agentes en Leopoldville sobre Lumumba: «Hemos decidido que su alejamiento es nuestro objetivo más importante y que, en las circunstancias actuales, merece una alta prioridad en nuestra acción secreta» [8].

Cabe subrayar que el 12 de agosto de 1960, Bélgica firmó un acuerdo con Tshombé, reconociendo de facto la independencia de Katanga. Los intentos del gobierno de Lumumba de hacer frente a esta secesión fueron totalmente legítimos, pero eran combatidos por las grandes potencias occidentales.

A pesar de su arresto por Mobutu, Lumumba no capituló y se mantuvo en contacto con los ministros que permanecieron fieles a su compromiso y con sus camaradas. Un gobierno clandestino liderado por Antoine Gizenga se estableció en Stanleyville. Lumumba logró escapar de sus carceleros el 27 de noviembre de 1960 y trató de unirse al gobierno clandestino en Stanleyville, pero fue arrestado unos días más tarde en el camino. En enero de 1961, dado que Lumumba seguía siendo muy popular, Mobutu y las potencias occidentales temían que una revuelta popular llevara a la liberación del líder y decidieron ejecutarle. La operación que conduce a la ejecución de Lumumba está directamente acompañada y dirigida por belgas bajo las órdenes de Bruselas. Desde sus lugares de detención, el 17 de enero de 1961, Lumumba, Mpolo y Okito fueron llevados en avión, pilotado por una tripulación belga, a Élisabethville, la capital de Katanga, y entregados a las autoridades locales. Luego fueron torturados por funcionarios de Katanga, incluido Moïse Tshombé, y por belgas para ser finalmente fusilados esa misma noche por soldados bajo el mando de un oficial belga.

Según el testimonio del belga Gerard Soete, comisionado de policía a cargo entonces de establecer una «policía nacional katangesa», los tres cuerpos fueron transportados a 220 kilómetros del lugar de ejecución y enterrados en el suelo detrás de un montículo de termitas, en medio de la sabana arbolada.

La Agencia France Presse, que tomó el testimonio de este comisionado de policía belga, informa que 3 tres días después, los cuerpos fueron desplazados de nuevo para hacerlos desaparecer permanentemente. Gerard Soete afirmó haber estado acompañado por «otro hombre blanco» y algunos congoleños, cuando aserraron los cuerpos de los tres mártires antes de disolverlos en ácido [9].

Mobutu y Ronald Reagan

El apoyo de Bélgica a la dictadura de Mobutu

El ejército belga intervino dos veces en el Congo para ayudar a Mobutu y su régimen dictatorial a poner fin a las acciones de resistencia de las organizaciones lumumbistas, la primera vez en noviembre de 1964 con la Operación Dragón Rojo y Dragón Negro, respectivamente, en Stanleyville y Paulis. En esta ocasión, la operación fue llevada a cabo conjuntamente por el ejército belga, el ejército de Mobutu, el Estado Mayor del Ejército de los Estados Unidos y mercenarios, incluidos los anticastristas cubanos.

En un discurso pronunciado en la Asamblea General de las Naciones Unidas en noviembre de 1964, Ernesto Che Guevara denunció esta intervención. También lo denunció en un discurso pronunciado en Santiago de Cuba diciendo: «Hoy, la memoria más presente, más conmovedora que cualquier otra es sin duda la del Congo y Lumumba. Hoy, en este Congo tan lejos de nosotros y sin embargo tan presente, hay una historia que debemos conocer y una experiencia que debe ser útil para nosotros. El otro día, los paracaidistas belgas irrumpieron en la ciudad de Stanleyville» (extracto del discurso del Che Guevara en Santiago de Cuba, el 30 de noviembre de 1964, con motivo del octavo aniversario del levantamiento de la ciudad dirigido por Frank País. (Citado en https://www.cadtm.org/Respuesta-a-la-carta-de-Felipe-rey-de-los-belgas-sobre-las-responsabilidades-de?var_mode=calcul; ver https://grandesdiscursos.blogspot.com/2007/10/che-guevara-1964-santiago-cuba.html)

La segunda intervención del ejército belga tuvo lugar en Kolwezi, en el corazón de la región minera de Shaba (Katanga) en mayo de 1978, en colaboración con los ejércitos francés y el de Mobutu.

Los procedimientos judiciales con respecto al asesinato de Lumumba aún están en curso en Bélgica

La justicia belga aún no ha emitido una sentencia sobre el asesinato de Lumumba. El caso no se cerró gracias a la acción de todos aquellos que quieren que se haga justicia. La familia de Lumumba continúa su acción para exigir la verdad. Un juez de instrucción belga sigue a cargo del caso porque el asesinato ha sido descrito como un crimen de guerra para el que no hay prescripción. Y como señala el abogado de familia, Christophe Marchand, citado por la RTBF el 23 de junio de 2011, «los principales patrocinadores hoy están muertos (…) pero los ex asesores y agregados del gabinete del Ministerio de Relaciones Exteriores siguen vivos».

Lumumba en Bruselas (1960)

Lumumba: una figura emblemática

La figura de Lumumba ha pasado a la historia y sigue siendo un ejemplo para todos aquellos y aquellas que luchan por la emancipación de los pueblos. Lumumba nunca capituló.

Su popularidad era tan enorme bajo el régimen del dictador Mobutu que éste decretó en 1966 que Patrice Lumumba era un héroe nacional. No contento con derrocarlo en septiembre de 1960 y luego ser uno de los principales organizadores de su asesinato, trató de apropiarse de parte de su aura. El día de su ejecución, el 17 de enero, es un día festivo en Congo-Kinshasa.

En Bruselas, después de años de acción de activistas anticolonialistas, el Ayuntamiento de Bruselas aprobó el 23 de abril de 2018 crear una Plaza Patrice-Lumumba, que se inauguró oficialmente el 30 de junio del mismo año, el 58 aniversario de la independencia de la República Democrática del Congo.

Esto es muy poco.

Más allá de decir la verdad sobre la lucha de Lumumba y exigir justicia, lo importante es prolongar su lucha y la de todos los congoleños y congoleñas que han luchado y están luchando por el fin de todas las formas de expolio, opresión y explotación.

Por esta razón, el CADTM considera que las autoridades belgas deben:

– Reconocer públicamente y nombrar todas las fechorías y crímenes cometidos por Leopoldo II y el Reino de Bélgica contra el pueblo congoleño, y dirigirle una disculpa oficial en consecuencia;

– Profundizar en un trabajo de memoria, implicando a los actores involucrados, tanto en la enseñanza como en las actividades de educación popular, pasando por los espacios institucionales;

– Proceder a la restitución de todos los bienes culturales congoleños;

– Apoyar activamente el cuestionamiento de todos los símbolos colonialistas en el espacio público belga;

– Realizar una auditoría histórica de la deuda para llevar a cabo reparaciones financieras incondicionales y retrocesiones por las cantidades recaudadas como resultado de la colonización del Congo;

– Actuar en el seno de los organismos multilaterales (Banco Mundial, FMI, Club de París, etc.) para garantizar que sus miembros procedan a una cancelación total e incondicional de las atroces deudas de la República Democrática del Congo;

– Apoyar públicamente cualquier moratoria del reembolso de la deuda decretada por el gobierno congoleño con el fin de mejorar el sistema de salud pública, mejorar el sistema de educación pública y mejorar la protección de la población civil, dando prioridad a la población del este de la RDC.

El CADTM apoya a los diversos colectivos que en Bélgica y en otros lugares convocan acciones a raíz de Black Lives Matter y a todas las personas que actúan sobre el tema de la memoria colonial.

El CADTM apoya al pueblo congoleño para hacer frente a las consecuencias sanitarias, económicas y sociales de la nueva crisis de la deuda. A pesar de los dictados de los acreedores y las graves deficiencias de los sucesivos gobiernos congoleños, que se traducen en una severa represión y una flagrante negación de los derechos humanos fundamentales, los movimientos sociales congoleños se resisten. El CADTM apoya estas luchas que tienen como objetivo hacer triunfar la justicia social.

Para obtener más información sobre las relaciones entre Bélgica y el Congo: Ver Anexos 1 y 2 o leer Éric Toussaint, Respuesta a la carta de Felipe, rey de los belgas, sobre las responsabilidades de Bélgica en la explotación del pueblo congoleño en https://www.cadtm.org/Respuesta-a-la-carta-de-Felipe-rey-de-los-belgas-sobre-las-responsabilidades-de

Sobre la deuda ilegítima del Congo, ver: Généalogie de la dette en République démocratique du Congo https://www.cadtm.org/Genealogy-of-debt-in-Democratic-Republic-Congo

Anexo 1: Los crímenes de Bélgica en el Congo antes de su independencia

Los crímenes de la Bélgica colonialista en el Congo antes de su independencia (1885-1960)

Se puede considerar, sin riesgo de errar, que el Rey de los belgas y el Estado Libre del Congo, que dirigía con el acuerdo del gobierno y del parlamento belga de la época, son responsables de «crímenes de lesa humanidad» cometidos de manera deliberada. Esos crímenes no constituían bravuconadas, eran el resultado directo del tipo de explotación al que el pueblo congoleño fue sometido. Algunos autores, y no de los menores, hablan de «genocidio». Propongo no comenzar un debate que se focalice sobre esa cuestión porque es difícil establecer exactamente datos numéricos. Algunos autores serios estiman que la población congoleña en 1885 alcanzaba los 20 millones y que en el momento en que Leopoldo II debió transferir en 1908 el Congo a Bélgica para constituir el Congo belga, quedaban 10 millones de congoleños. Son estimaciones de autores serios pero difíciles de probar ya que no había censo poblacional.

El período colonial durante el cual Bélgica tomó posesión del Congo (1908-1960)

Fue el propio Leopoldo II el que buscó deshacerse del Congo transfiriéndolo a Bélgica, ya que de ese modo se desembarazaba de las deudas que había acumulado con los bancos. Bélgica, al aceptar el pedido de Leopoldo II, heredó las deudas que el rey había contraído para poder explotar al máximo el pueblo del Congo. El Rey había, en su propio provecho, acaparado y acumulado riquezas y también había hecho hacer enormes gastos en Bélgica para reforzar su poder y su imagen. Pero también grandes empresas belgas y extranjeras obtuvieron grandes beneficios: los fabricantes y comerciantes de armas belgas, las empresas que proveían los equipamientos, las empresas que explotaban y transformaban el caucho natural y muchas otras.

El Estado belga heredó el Congo, pero también las deudas de Leopoldo II, lo que pesó en la prosecución de la explotación del pueblo congoleño.

Durante la dominación belga del Congo, las grandes empresas capitalistas belgas realizaron enormes beneficios gracias a la explotación de unos recursos naturales colosales, principalmente en minerales de todo tipo. El Estado belga pagaba las deudas contraídas por Leopoldo II y acumulaba nuevas deudas ayudando al gran capital belga a obtener el máximo beneficio.

El pueblo congoleño no tenía verdaderos derechos. El sistema de enseñanza era deplorable ya que Bélgica quería evitar que congoleños y congoleñas accedieran a la enseñanza superior y a la universidad.

Durante la dominación belga del Congo, las grandes empresas capitalistas belgas realizaron enormes beneficios gracias a la explotación de unos recursos naturales colosales, principalmente en minerales de todo tipo

Pero el pueblo congoleño no era solamente explotado en su territorio natal ya que fue obligado por la metrópoli a participar en las diferentes guerras en las que estaba involucrada Bélgica, especialmente, con la perspectiva de obtener los territorios de las colonias alemanas de Ruanda y Burundi al Este del Congo. Miles de congoleños murieron lejos de sus casas por hacerlos participar en guerras en donde las potencias capitalistas europeas se desgarraban entre ellas.

«Durante la Segunda Guerra Mundial, fue el uranio extraído de la provincia congoleña de Katanga el que utilizó Estados Unidos para fabricar las bombas atómicas que destruyeron las poblaciones de Hiroshima y Nagasaki, en Japón, en 1945.»

Efectivamente, Bélgica formó parte del campo vencedor en la Primera Guerra Mundial, por lo que pudo agrandar su dominio colonial, al obtener del Imperio alemán Ruanda y Burundi gracias al Tratado de Versalles de 1919.

Durante la Segunda Guerra Mundial fue el uranio extraído de la provincia congoleña de Katanga el que utilizó Estados Unidos para fabricar las bombas atómicas que destruyeron las poblaciones de Hiroshima y Nagasaki, en Japón, en 1945. En agradecimiento por ese uranio, Estados Unidos anuló después de la contienda la deuda que Bélgica le debía.

Por el contrario, cuando Bélgica aceptó la independencia del Congo el 30 de junio de 1960, quiso imponer al gobierno congoleño, dirigido por Patrice Lumumba, la aceptación de cargar con la deuda que Bélgica había acumulado ante el Banco Mundial durante los años 1950 para explotar el Congo «belga».

Lumumba rechazó esa imposición. Y es una de las razones que llevaron a Bélgica a preparar y participar directamente en el asesinato de Lumumba, en enero de 1961.

Anexo 2 Los crímenes de Bélgica después de la independencia del Congo

Con la complicidad del Banco Mundial, Bélgica obligó al pueblo congoleño a pagar una deuda que había sido utilizada para la explotación colonial.

En mi libro Banco Mundial. Une historia crítica, publicado en 2022 [10], puse en evidencia el hecho de que la deuda que Bélgica había contraído ante el Banco Mundial durante los años 1950 fue indebidamente puesta a cargo del pueblo congoleño gracias a la complicidad de Mobutu, que había organizado el arresto y luego había participado activamente en el asesinato de Lumumba.

¿De qué se trataba? En violación al derecho de los pueblos a disponer de sí mismos, el Banco Mundial concedió préstamos a Bélgica, a Francia, a Gran Bretaña para financiar proyectos en sus colonias [11]. Como lo reconocen los historiadores del Banco: «Esos préstamos que servían para aliviar la penuria de dólares de las potencias coloniales europeas, estaban principalmente destinados a los intereses coloniales, particularmente en el sector minero, ya sea por la inversión directa o para una ayuda indirecta, como para el desarrollo del transporte y de las minas» [12]. Esos préstamos permitían a los poderes coloniales reforzar el yugo que ejercían sobre los pueblos colonizados. Además, contribuían a aprovisionar las metrópolis coloniales en minerales, productos agrícolas, combustible. En el caso del Congo belga, los millones de dólares que le fueron prestados para proyectos decididos por el poder colonial fueron prácticamente gastados por la administración colonial del Congo en forma de compras de productos exportados por Bélgica. El Congo belga «recibió en total 120 millones en préstamos (en 3 veces) de los que 105,4 millones fueron gastados en Bélgica [13]. Para el gobierno de Patrice Lumumba, era inconcebible reembolsar esa deuda al Banco Mundial puesto que había sido contraída por Bélgica para explotar el Congo belga.

«El Banco Mundial y Bélgica actuaron en violación del derecho internacional al transferir en los años 1960 el peso de una deuda contraída para colonizarlo, al Congo independiente.»

Las cosas cambian en 1965: luego del golpe militar de Mobutu, el Congo reconoció que tiene una deuda con el Banco Mundial. Esa deuda, en realidad, la debía Bélgica al Banco Mundial.

El derecho internacional es claro. Un caso comparable se presentó en el pasado y fue zanjado por el Tratado de Versalles. Durante la reconstitución de Polonia como Estado independiente después de la Primera Guerra Mundial, se decidió que las deudas contraídas por Alemania para colonizar la parte de Polonia que había sometido no estarían a cargo del nuevo Estado independiente. El tratado de Versalles del 28 de junio de 1919 estipulaba: «La parte de la deuda que, de acuerdo con la Comisión de reparaciones (…) se remite a las medidas tomadas por el gobierno alemán y prusiano con el objetivo de la colonización alemana de Polonia, será excluida de la proporción puesta a cargo de ésta…» [14]. El Tratado prevé que los acreedores que prestaron a Alemania para proyectos en territorio polaco solo puedan reclamar la deuda a esa potencia y no a Polonia. Alexander Nahum Sack, el teórico de la deuda odiosa, precisó en su tratado jurídico de 1927: «Cuando un gobierno contrae deudas con el fin de someter a la población de una parte de su territorio o de colonizarla por ciudadanos de la nacionalidad dominante, etc. Esas deudas son odiosas para la población indígena de esa parte del territorio del Estado deudor» [15].

Las cosas cambian en 1965: luego del golpe militar de Mobutu, el Congo reconoció que tiene una deuda con el Banco Mundial. Esa deuda, en realidad, la debía Bélgica al Banco Mundial.

El Tratado de Versalles decretó también que le retiren sus colonias africanas al Imperio alemán, cuyas deudas serán anuladas. A propósito de eso, Sack citó una parte de la respuesta de los Aliados a Alemania que no estaba dispuesta a aceptar esa anulación de deudas ya que eso suponía que era la propia Alemania la que las pagaría. Los aliados respondieron: «Las colonias no deberían estar obligadas a pagar ninguna porción de la deuda alemana y deberían estar liberadas de cualquier obligación de reembolsar a Alemania los gastos producidos por la administración imperial del protectorado. De hecho, sería injusto abrumar a los indígenas haciéndoles pagar gastos manifiestamente comprometidos en interés de Alemania, y no sería menos injusto de hacer cargar con esa responsabilidad a las Potencias mandatarias que, en la medida en que son designadas por la Sociedad de Naciones, no obtendrán ningún beneficio de esa tutela [16]».

Eso se puede aplicar a los préstamos concedidos por el Banco Mundial a Bélgica, a Francia y a Gran Bretaña para el desarrollo de sus colonias. Por consiguiente, el banco Mundial y Bélgica actuaron en violación del derecho internacional al hacer recaer sobre el Congo independiente, en los años 1960, la carga de las deudas contraídas para colonizarlo.

La dictadura de Mobutu fue apoyada por Bélgica

Además de la intervención militar directa, Bélgica envió altos funcionarios al Congo durante la dictadura de Mobutu para asesorarlo. Este fue el caso de Jacques de Groote que, antes de que Mobutu tomara el poder, había participado a principios de los años sesenta en la mesa redonda belgo-congolesa que preparaba la independencia del Congo Belga. Mobutu también participó en la apertura de la conferencia de la Mesa Redonda en Bruselas. Entre abril de 1960 y mayo de 1963, de Groote fue asistente del director ejecutivo de Bélgica en el FMI y el Banco Mundial en Washington. El 24 de noviembre de 1965, Mobutu tomó el poder definitivamente por un golpe militar al deponer al presidente Kasavubu. De marzo de 1966 a mayo de 1969, de Groote fue asesor económico del gobierno de facto de Mobutu, también fue asesor del Banco Nacional del Congo. Jugó un papel activo en la configuración de la política económica del país y en las negociaciones entre Mobutu, el FMI, el Banco Mundial y el gobierno de los Estados Unidos.

Entre 1965 y 1981, el gobierno del Zaire pidió créditos por cerca de 5.000 millones de dólares en el extranjero y, entre 1976 y 1981, su deuda externa sufría cuatro reestructuraciones en el Club de París por un monto de 2.250 millones de dólares. La totalidad de esa deuda corresponde perfectamente al concepto de deuda odiosa, y por consiguiente es nula.

De 1973 a 1994, Jacques de Groote representó a Bélgica en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y en el Banco Mundial. Formaba parte del núcleo de la clase política belga, al tiempo que representaba los intereses de la clase política belga y sus grandes empresas privadas en las instituciones internacionales.

A fines de los años 1970, un apoderado del FMI, Edwin Blumenthal, banquero alemán, ex responsable del departamento de Relaciones Exteriores del Bundesbank, realizó un informe demoledor sobre la gestión del Zaire por parte de Mobutu. En él se advertía a los acreedores extranjeros que no debían esperar ser reembolsados mientras Mobutu estuviera en el poder.

Entre 1965 y 1981, el gobierno del Zaire pidió créditos por cerca de 5.000 millones de dólares en el extranjero y, entre 1976 y 1981, su deuda externa sufría cuatro reestructuraciones en el Club de París por un monto de 2.250 millones de dólares. La totalidad de esa deuda corresponde perfectamente al concepto de deuda odiosa, y por consiguiente es nula.

La desastrosa gestión económica y el desvío sistemático realizado por Mobutu de una parte de los préstamos no hicieron que el FMI dejara de ayudar a ese régimen dictatorial. Es sorprendente constatar que luego de la entrega del informe Blumenthal, los desembolsos efectuados por el Banco Mundial aumentaron [17] (hizo lo mismo el FMI, pero esos datos no se reflejan en el gráfico). Evidentemente, el criterio de la buena gestión económica no fue determinante en las decisiones del FMI y del BM. El régimen de Mobutu era un aliado estratégico de Estados Unidos y de otras potencias influyentes en el seno de las instituciones de Bretton Woods (por ejemplo Francia y Bélgica), mientras durase la guerra fría.

CONGO-KINSHASA (ZAIRE bajo Mobutu): desembolsos del Banco Mundial

Fuente: Banco Mundial, CD-Rom, GDF, 2001

A partir de 1989 – 1991, con la caída del muro de Berlín seguida más tarde por la implosión de la Unión Soviética, el régimen de Mobutu pierde interés para las potencias. Tanto más que en muchos países de África (también en el Zaire) se desarrollaban conferencias nacionales que propugnaban una reivindicación democrática. Los préstamos del BM comenzaron a disminuir para cesar completamente a mitad de los años noventa.

Bajo el régimen de Mobutu (1965-1997), el FMI y el BM fueron un instrumento al servicio de la política y de la geoestrategia estadounidense para recompensar a Mobutu por su apoyo durante la guerra fría.

«En numerosos casos, los préstamos estaban destinados a la corrupción de gobiernos durante la guerra fría. El problema no era saber si el dinero favorecía el bienestar del país sino si conducía a una situación estable, dadas las realidades geopolíticas mundiales» (Joseph E. Stiglitz (economista jefe del Banco Mundial entre 1997 y 1999, Premio Nóbel de economía en 2001), L’Autre mondialisation, Arte, 7 de marzo de 2000)

Debido a todo esto, el FMI y el BM, en el seno de los cuales de Groote ocupaba una posición de alta responsabilidad, fueron cómplices del saqueo de los derechos humanos, económicos, sociales y culturales que el régimen de Mobutu cometió en la medida en que continuaban asistiendo a un régimen dictatorial que, sin embargo, no honró todos sus compromisos financieros, ¡ni mucho menos!

«La responsabilidad moral de los acreedores es particularmente clara en el caso de los préstamos durante la guerra fría. Cuando el FMI y el BM prestaban dinero a Mobutu, el célebre presidente del Zaire (actualmente República Democrática del Congo), sabían (o deberían haber sabido) que esas sumas, esencialmente, no servían para ayudar a los pobres de ese país sino para enriquecer a Mobutu. Se pagaba a un dirigente corrupto para que mantuviera su país firmemente alineado con Occidente. Muchos consideran injusto que se dé por sentado que los contribuyentes de esos países, que se encontraban en esa situación, tengan que reembolsar los préstamos consentidos a gobernantes corruptos que no los representaban.» (Joseph E. Stiglitz, El malestar en la globalización, 2002)

Las sangrías en las cajas del Estado fueron una fuente estable y abundante de enriquecimiento para el clan Mobutu, mediante tres categorías de malversaciones: los gastos legales, como la dotación presidencial (una gestión fuera de cualquier control); los gastos ilegales que son mencionados en el informe de Edwin Blumenthal [18] (este informe secreto se expuso al público en 1982), en donde se indicaba que era imposible controlar las transacciones financieras realizadas por el Estado, puesto que la oficina presidencial hacía poca diferencia entre los gastos públicos, y los gastos personales. Edwin Blumenthal identificaba, en su informe, al menos siete cuentas domiciliadas en bancos extranjeros, que eran utilizadas para realizar transferencias directas a las cuentas personales de Mobutu o para corromper a actores políticos. El mensaje de Edwin Blumenthal era claro: «La corrupción erigida como sistema característico del Zaire con sus manifestaciones más malsanas, su mala gestión y sus fraudes, destruirá todas las tentativas de saneamiento y de restauración de la economía del Zaire por las instituciones internacionales, los gobiernos “amigos” y los bancos comerciales. Ciertamente, habrá nuevas promesas de Mobutu, (…) pero ninguna (y repito: ninguna) perspectiva se les ofrece a los acreedores del Zaire de recuperar el dinero que invirtieron en un futuro previsible» [19].

Desde 1979, los principales prestamistas del régimen, muy ligado al FMI, tenían conocimiento y eran conscientes de las prácticas fraudulentas y de riesgo que corrían si continuaban con los préstamos a Mobutu.

Una tercera categoría de desvíos consistía, según el estudio, en «gastos misteriosos». Una de las secciones importantes del presupuesto del Estado (cerca del 18 %, según un estudio del Banco Mundial en 1989) era la de «Otros bienes y servicios», un cajón de sastre que contenía muy poca información sobre el destino de esos gastos. Según los expertos del Banco Mundial, la mayor parte de ese dinero fue especialmente utilizado para gastos suntuarios así como para la compra de material militar. Esta información permite subrayar que el Banco Mundial en particular estaba bien al corriente de la utilización ilícita que se hacía de sus préstamos.

Desde 1979, los principales prestamistas del régimen, muy ligado al FMI, tenían conocimiento y eran conscientes de las prácticas fraudulentas y de riesgo que corrían si continuaban con los préstamos a Mobutu.

Hacia mediados de los años setenta, estaba claro que el dinero transferido al Zaire bajo la forma de donaciones o préstamos era automáticamente desviado de su objetivo inicial. O bien esas donaciones o esos préstamos eran directamente transferidos a cuentas extranjeras a título personal [20], o bien eran invertidos en proyectos de prestigio, inadaptados y/o inútiles que permitieron el enriquecimiento de numerosas personas, pero de ningún modo la industrialización duradera de la economía. Por ejemplo, de acuerdo con la Oficina de bienes adquiridos mediante el fraude (OBMA), instaurada al término de los trabajos de la Conferencia Nacional, Mobutu habría podido embolsarse una comisión del 7 % sobre el valor del proyecto de la central hidroeléctrica de Inga. La encuesta no pudo finalizarse debido a las resistencias oficiales. [21]

Jacques de Groote sostuvo activamente al régimen de Mobutu e intervino varias veces para mejorar las relaciones entre el FMI, el Banco Mundial y Mobutu a pesar de que por su posición debía conocer en detalle lo que denunciaba Blumenthal en su informe. También conocía las gravísimas violaciones de derechos humanos que cometía esa dictadura.

No obstante, de Groote, a fines de su mandato, se declaró satisfecho de su actuación en Congo-Kinshasa, aunque la gran mayoría del pueblo congoleño vivía en una profunda miseria, la represión y los asesinatos de los opositores eran la regla y la economía estaba exangüe.

|Evolución de la deuda del Congo-Kinshasa durante la dictadura de Mobutu

Desde 1965 hasta 1969, el stock de la deuda externa pasó [22] de 32 millones de dólares [23] a 159 millones de dólares. Y fue en 1970 cuando se llegó al primer punto de inflexión. En efecto, en un solo año el stock de la deuda aumentó en 180 millones de dólares, o sea, se duplicó. El segundo punto de inflexión apareció en 1973, cuando la cotización del cobre y otras materias primas se disparaba en los mercados internacionales. Los recursos presupuestarios y las reservas de cambio eran importantes y eso permitía al régimen endeudarse enormemente. Era el momento de la expansión fulgurante de los grandes proyectos costosos con una rentabilidad a larguísimo plazo. Hasta 1979, el stock de la deuda aumentaba a una media de un poco menos de 700 millones de dólares por año y era mayoritariamente privada. El problema recurrente de esa época era que esas sumas eran utilizadas para inversiones generadoras de recursos (cash) en un muy lejano y por lo tanto muy incierto futuro.

Ni el deudor ni el acreedor respetaron la disciplina financiera que vela para que las condiciones del crédito coincidan con las características del proyecto.

Sectores como la energía, el transporte, la comunicación, así como los trabajos públicos son indispensables para el desarrollo de un país, puesto que constituyen las premisas de desarrollo de las actividades productivas. De todas maneras, estos proyectos no se basaron en la racionalidad económica, tanto en el nivel del conocimiento como el de la financiación y la ejecución.

Por ejemplo, los operadores del Zaire y, en particular, el Estado del Zaire, solicitaban y obtenían de los organismos financieros (sobre todo privados) créditos comerciales onerosos y a corto y medio plazo para financiar proyectos cuya rentabilidad sería visible a muy largo plazo. Tales inversiones en infraestructuras deberían ser financiadas por créditos con tipos de interés muy bajos, y sobre todo que no sean variables, y cuyo plazo de reembolso fuera lo más largo posible. Este tipo de contrato sólo existe entre Estados dando lugar a unas condiciones privilegiadas.

Ni el deudor ni el acreedor respetaron la disciplina financiera que vela para que las condiciones del crédito coincidan con las características del proyecto. Por ejemplo, en el caso de la represa del Inga, destinada a producir electricidad para la totalidad del Zaire y de países vecinos, la financiación se obtuvo con un préstamo a medio plazo con condiciones comerciales. Pero la construcción de la represa duró cerca de diez años y se debería haber calculado su rentabilidad al menos veinte o treinta años después. Como resultado tenemos que la deuda no puede pagarse más que por la continuación del endeudamiento.

Poco a poco, la situación deviene insoportable y el Zaire no puede satisfacer los vencimientos de los contratos de sus créditos. Además de las malas opciones de inversión, se debe agregar el aumento del precio del petróleo, así como la disminución de precio del cobre. Las presiones aumentan cuando Zaire decide para el pago del principal y de los intereses de la deuda comercial. El FMI interviene y firma con el Zaire el primer programa de estabilización que comporta condicionalidades habituales tales como la devaluación de la moneda, la disminución de los gastos públicos y las garantías para mantener el servicio de la deuda [24]. Sus acreedores le permiten diferir las amortizaciones, dándole el beneficio de una reestructuración. Entre 1976 y 1981, la deuda del Zaire fue tratada cuatro veces en el Club de París, concerniente a un monto de 2.250 millones de dólares [25], y, entre 1976 y 1983, el Zaire firmó cuatro acuerdos del Programa de ajuste estructural con el FMI. En 1983, se benefició de una quinta reestructuración de su deuda por una suma de 1.400 millones de dólares. Es interesante constatar en este momento, la generosidad del FMI con un país mal pagador y que no respetaba sus compromisos condicionales.

De 1979 a 1984, el stock de la deuda aumenta poco, el Zaire trata de asegurar el pago del servicio de la deuda. Durante ese periodo, la transferencia financiera es apenas positiva. Los desembolsos realizados por los acreedores sirven, al fin de cuentas, principalmente para pagar la deuda.

De 1984 a 1990, el stock de la deuda aumenta en un 70 % a precios constantes. Entre 1982 y 1988, el FMI concedió 600 millones de dólares en préstamos, el Banco Mundial 650 millones de dólares, los gobiernos occidentales 3.000 millones de dólares y los bancos comerciales se negaron a seguir prestando. Durante ese periodo, a pesar de las advertencias del representante del FMI Erwin Blumenthal, el Zaire es considerado como un alumno modelo del FMI [26]. Esta complacencia de los países occidentales se explica por consideraciones políticas y geoestratégicas., Así, a pesar de las advertencias del embajador de Estados Unidos sobre la dificultad de controlar el destino de las ayudas, el régimen obtuvo muchas muestras de lealtad por parte del gobierno estadounidense y el presidente Ronald Reagan pide que se doble la ayuda militar para agradecer Mobutu por su apoyo a las tropas estadounidenses en el Chad [27]. En 1987, el FMI, presionado por Estados Unidos, aprueba un préstamo de ajuste estructural a pesar de las fuertes objeciones de los directivos del FMI. En el mismo momento, Mobutu permitía a las tropas estadounidenses la utilización de su territorio y de sus bases para sus operaciones en Angola [28].

Antes de 1986, las sumas prestadas que recibió el Zaire fueron principalmente utilizadas en el reembolso de la deuda y las posibilidades de invertir fueron escasas. El presupuesto de inversiones se calculó en solamente 65 millones de dólares en 1985, e incluso después disminuyó a 40 millones de dólares. Más tarde, los proyectos de inversiones recomenzaron a cotizarse y el stock de la deuda del Zaire creció considerablemente.

A partir de 1990, el régimen de Mobutu comenzó a ser aislado de la escena internacional. La caída del muro de Berlín marcó el fin de la guerra fría y el aliado Mobutu deja de interesar. Desde ese momento, los desembolsos son raros y la transferencia neta tiende a ser negativa a partir de 1990, como lo atestigua un informe del Banco Mundial (1996) [29]. Según ese mismo informe, en 1994, el Zaire pagó 201 millones de dólares más de lo que recibió de las instituciones financieras. En 1991, el FMI rompe las relaciones con el Zaire, y el Banco Mundial hará lo mismo en 1993. Sin nuevos aportes de dinero extranjero, el Zaire no dispone de liquidez suficiente para satisfacer el reembolso de su deuda y suspende el pago del servicio en 1994. Los intereses y las penalizaciones serán capitalizados y, por lo tanto el stock de la deuda aumenta.

La totalidad de esa deuda cae bajo la categoría de deuda odiosa puesto que fue contraída por la dictadura de Mobutu. Tendría que haber sido enteramente anulada cunado cayó el régimen dictatorial. |

Las grandes empresas privadas belgas han podido aprovechar sistemáticamente las relaciones de Bélgica con el Congo

El extracto del discurso siguiente no necesita comentarios. Fue pronunciado en 1986 por Jacques de Groote ante un público de jefes de empresas de Bélgica y publicado en el Bulletin de la Fédération des Entreprises de Belgique: «Las ventajas que Bélgica obtiene, como todos los países miembros del Banco Mundial, de su participación en las actividades de las instituciones del grupo, pueden ser medidas por el flow-back, o sea, la relación entre, por una parte, el total de desembolsos efectuados por la IDA(Asociación Internacional de Desarrollo, que forma parte del grupo del Banco Mundial) o el Banco Mundial a favor de las empresas de un país con ocasión de los contratos obtenidos por esas empresas y, por otra parte, las contribuciones de ese país al capital del Banco Mundial, así como a los recursos de la IDA. El flow-back es por lo tanto una relación entre lo que obtienen las empresas por ventas de equipamiento o de servicios de consultoría y lo que Bélgica aporta como contribución a los recursos de la IDA y al capital del Banco. El flow-back del Banco Mundial hacia los países industrializados es importante y no ha dejado de crecer: para el conjunto de los países industrializados progresó de 7 a 10 entre fines de 1980 y fines de 1984. Es decir que por un dólar puesto en el sistema, los países industrializados retiraban 7 en 1980 y 10,5 hoy mismo» [30].

Después del fin de su mandato en el FMI y en el Banco Mundial

En una entrevista concedida a Béatrice Delvaux del diario Le Soir, en marzo de 1994, al fin de su mandato en el FMI, de Groote se felicitaba por el papel que había tenido en la decisión de Bélgica de introducir el neoliberalismo en su política durante los años ochenta.

Béatrice Delvaux: «A pesar de Washington, usted tuvo un papel muy importante en la orientación de la política económica belga. De modo que,¿aportó usted el aval del FMI al cambio de jefe económico del comienzo de los años ochenta, en estrecha relación con el grupo “de Poupehan”? [31]» J. de Groote respondió: «Absolutamente y me siento orgulloso de ello. Estoy muy satisfecho. En aquel momento realizamos estudios que permitieron delinear las grandes opciones de la política económica belga, discutida luego con Alfons Verplaetse [32] y diferentes personalidades, como, por ejemplo, Wilfried Martens [33]».

La actitud de Bélgica después de la caída de Mobutu

Después de la caída de Mobutu, y a pesar de los llamamientos del CADTM y de otras organizaciones, las autoridades belgas no hicieron nada para ayudar al pueblo congoleño a recuperar el dinero mal habido de Mobutu y su clan que lo pusieron en Bélgica en forma de bienes inmobiliarios o mobiliarios (liquidez). Sin embargo, un país como Suiza hizo avances serios por una vez en esa dirección. Pero los lazos entre la clase dirigente belga y el clan Mobutu eran tan fuertes que nada concluyente se obtuvo, a pesar de que algunos magistrados trataban de actuar en la buena dirección.

Después, Bélgica participó en la operación de blanqueo de la deuda odiosa acumulada por Mobutu. En lugar de sostener que era necesario anularla por ilegítima, Bélgica se prestó a la puesta en escena de un mecanismo complejo en el que el pueblo congoleño salió perdiendo y los acreedores cómplices del régimen de Mobutu salieron ganado.

Fuente de los 2 anexos : [Éric Toussaint, Respuesta a la carta de Felipe, rey de los belgas, sobre las responsabilidades de Bélgica en la explotación del pueblo congoleño https://www.cadtm.org/Respuesta-a-la-carta-de-Felipe-rey-de-los-belgas-sobre-las-responsabilidades-de

Traducido por Alberto Nadal

Notas:

[1] Colette Braeckman, « Congo La mort de Lumumba Ultime débat à la Chambre sur la responsabilité de la Belgique dans l’assassinat de Patrice Lumumba Au-delà des regrets, les excuses de la Belgique REPERES La vérité comme seule porte de sortie Van Lierde l’insoumis », publicado el 6 de febrero de 2002 https://plus.lesoir.be/art/congo-la-mort-de-lumumba-noir-ultime-debat-a-la-chambre_t-20020206-Z0LGFG.html

[2] Félix Roland Moumié (1925-1960), dirigente de la lucha anticolonialista y antiimperialista de Camerún fue asesinado por orden de Francia en Ginebra el 3 de noviembre de 1960.

[3] Saïd Bouamama, Figures de la révolution africaine, La Découverte, 2014, 300 p.

[4] Ver el resumen de la intervención de Jean Van Lierde en una conferencia pública realizada en Bruselas en octubre de 1995 para rendir homenaje a Ernest Mandel http://www.ernestmandel.org/new/sur-la-vie-et-l-œuvre/article/dernier-hommage-a-ernest-mandel

[5] Saïd Bouamama, Figures de la révolution africaine, La Découverte, 2014, p. 160-177.

[6] Philippe Decraene, “L’Afrique noire tout entière fait écho aux thèmes panafricains exaltés à Accra” en Le Monde diplomatique, février 1959 https://www.monde-diplomatique.fr/1959/02/DECRAENE/22920

[7] The Assassination Archives and Research Center, Interim Report : Alleged Assassination Plots Involving Foreign Leaders, III, A, Congo. http://www.aarclibrary.org/publib/church/reports/ir/html/ChurchIR_0014a.htm consulté le 15 janvier 2021

[8] Saïd Bouamama, Figures de la révolution africaine, La Découverte, 2014, p. 160-177.

[9] “Les aveux du meurtre de Patrice Lumumba”, https://www.thomassankara.net/les-aveux-du-meurtre-de-patrice-lumumba/

[10] Éric Toussaint, Banco Mundial. Una historia crítica, editorial El Viejo Topo, Barcelona, 2022.

[11] Las colonias concernidas por los préstamos del Banco Mundial son: para Bélgica, el Congo belga, Ruanda y Burundi; para Gran Bretaña, el África del Este (comprende Kenia, Uganda y la futura Tanzania), Rodesia (Zimbabue y Zambia), así como Nigeria a los que hay que agregar la Guayana británica en América del Sur; para Francia, Argelia, Gabón, Mauritania, el África occidental francesa (Senegal, Sudán francés, ahora Malí, Guinea, Costa de Marfil, Níger, Alto Volta, ahora Burkina Faso, Dahomey, ahora Benín).

[12] KAPUR, Devesh, LEWIS, John P., WEBB, Richard. 1997. The World Bank, Its First Half Century, Volume 1, p. 687.

[13] El hecho de que Bélgica sea beneficiaria de los préstamos al Congo belga puede deducirse de una tabla publicada en el décimo quinto informe del Banco Mundial para el año 1959-1960. IBRD (World Bank), Fifteenth Annual Report 1959-1960, Washington DC, p. 12.

[14] Citado por Sack, Alexander Nahum, 1927. Les Effets des Transformations des Etats sur leurs Dettes Publiques et Autres Obligations financières, Recueil Sirey, Paris, p. 159.

[15] Sack, Alexander Nahum, 1927, p. 158

[16] Fuente: Treaty series, n° 4, 1919, p. 26. Citado por Sack, p. 162. Texto original en inglés: “The colonies should not bear any portion of the German debt, nor remain under any obligation to refund to Germany the expenses incurred by the Imperial administration of the protectorate, In fact, it would be unjust to burden the natives with expenditure which appears to have been incurred in Germany’ s own interest, and that it would be no less unjust to make this responsibility rest upon the Mandatory Powers which, in so far as they may be appointed trustees by the League of Nations, will derive no benefit from such trusteeship.”

[17] Los historiadores del Banco escriben que en 1982, «seducidos por la astucia de Mobutu y sus promesas de reformas y por las presiones de Estados Unidos, de Francia y de Bélgica, el Banco Mundial se aventuró en el Zaire con un ambicioso programa de ajuste estructural», in Kapur, Devesh, Lewis, John P., Webb, Richard. 1997. The World Bank, Its First Half Century, Volumen 1: History, p. 702

[18] En 1978, el FMI coloca a Erwin Blumenthal en el Banco Central del Zaire para sanear su funcionamiento. En julio de 1979, deja ese puesto debido a las amenazas de muerte que recibió de parte del entorno de Mobutu.

[19] Blumental, Erwin. 7 de abril de 1982. Zaïre: Report on her Financial Credibility, typescript, p. 19.

[20] Mobutu llegó a interceptar algunas sumas incluso antes de que llegaran a las cajas públicas, como a título ilustrativo, esos 5 millones de dólares concedidos por Arabia Saudí, en 1977 (Dungia, E. 1992. Mobutu et l’argent du Zaïre, L’Harmattan, p. 157.

[21] Askin Steve y Collins Carole. 1993. «External Collusion with Kleptocracy: Can Zaïre Recapture its Stolen Wealth?” in African Political Economy, n° 57, p. 77.

[22] «Le lancinant problème de la dette extérieur du Zaïre», L’Entrepereneur nº 11, Diciembre de 1980, pp. 44-47.

[23] Esos 32 millones de dólares corresponden a la deuda que Bélgica y el Banco Mundial cargaron al pueblo congoleño con la complicidad del régimen de Mobutu. Como ya se ha señalado, Bélgica en el transcurso de los años 1950 había contraído un crédito de 120 millones de dólares con el Banco Mundial para desarrollarar sus intereses coloniales en el Congo Belga. Bélgica sólo había pagado una parte de esta suma antes de la independencia del Congo, que se proclamó el 30 de junio de 1960. El saldo, de 32 millones de dólares, se pusieron bajo la responsabilidad del Congo independiente a partir del comienzo de la dictadura de Mobutu en 1965.

[24] Haynes, Trevor, Parfitt, W. y Riley, Stephen. «Debt in Sub-Saharan Africa. The local politics of stabilisation», African Affairs, julio de 1986, p .346.

[25] Web del Club de París: www.clubdeparis.org.

[26] Ibid. p.347.

[27] Ndikumana, Leonce y Boyce, James, Congos’c Odious Debt: external borrowing and Capital Flight, Department of Economics, University of Massachusetts.

[28] Ibid. p. 17.

[29] Ibid. p. 18.

[30] FEB, 1986, pp. 496-497.

[31] El grupo de Poupehan era un grupo de presión compuesto por los principales dirigentes políticos conservadores de la familia social-cristiana belga que tuvieron un papel clave en la introducción del neoliberalismo. Véase: http://archives.lesoir.be/les-fantomes-de-poupehan-liberaux-et-fdf-veulent-enquet_t-19910917-Z04EPV.html

[32] Alfons Verplaetse era gobernador del Banco Nacional de Bélgica, miembro del partido social-cristiano de la parte flamenca del país.

[33] Wilfried Martens, primer ministro social-cristiano que puso en práctica la orientación neoliberal en alianza con el partido liberal.

Eric Toussaint. Doctor en Ciencias políticas de la Universidad de Lieja y de la Universidad de París VIII, es el portavoz del CADTM internacional y es miembro del Consejo Científico de ATTAC Francia.

Fuente: 

viernes, 31 de enero de 2025

"La izquierda y el woke son absolutamente opuestos. El woke es tribal y la izquierda es universal... Es una diferencia enorme"

Susan Neiman

Fuente de la imagen,Getty Images

Pie de foto,Susan Neiman sostiene que el woke mezcla una "emoción tradicional de izquierda", con "supuestos filosóficos muy de derecha"

La filósofa estadounidense Susan Neiman admite su asombro por la resonancia que tuvo en tantos países su último libro, "Izquierda no es woke", publicado en más de una decena de idiomas.

"No sé por qué se interesan por él en Tailandia, Líbano o Croacia", dice entre risas durante una entrevista con BBC Mundo. "Me sorprendió lo internacional que parece ser el problema".

Se refiere así a la confusión que a su juicio existe entre ser de izquierda y ser woke, un término que literalmente viene de la palabra "woke", el pasado de "wake", que significa despertar, y el slang ha convertido en una referencia a estar alerta ante las injusticias sociales.

Neiman, que se define de izquierda y desde el año 2000 dirige el Einstein Forum en Alemania, no sólo considera que son conceptos opuestos; también dice que, al mezclarse, ayudaron al triunfo electoral de Donald Trump en Estados Unidos en noviembre.

Autora de escritos sobre la Ilustración, la filosofía moral, la metafísica y la política, y académica en las universidades de Yale y Tel Aviv, ha dedicado su carrera a poner en términos simples conceptos filosóficos profundos.

BBC Mundo habló con ella en el marco del Hay Festival que se celebra en Cartagena entre el 30 de enero y el 2 de febrero.

¿Por qué decidiste escribir un libro afirmando que la izquierda no es woke?

Porque estuve conversando con amigos en varios países y todos me decían algo así como: "Me temo que ya no soy de izquierda"... Y sacaban a colación alguna declaración o acontecimiento woke con el que no se sentían identificados.

Era algo que se repetía y me pareció importante profundizar en por qué tantos tenemos esa impresión de que a la izquierda le pasa algo.

El objetivo del libro es precisamente analizar eso que la está debilitando, porque la gente está confundida.

Es un problema que empezó en las universidades estadounidenses, pero se extendió muy rápido por el mundo.

¿Cuál es para ti la diferencia principal entre ser de izquierda y ser woke?

La confusión viene porque el woke está muy alimentado por elementos que han sido tradicionales de la izquierda: "En caso de duda ponerse del lado de los oprimidos" es uno de ellos.

Ese es un sentimiento muy izquierdista, pero ahora es común tanto para la izquierda como para el woke.

El problema es que la gente tiende a no darse cuenta de que, junto con esta emoción tradicional de izquierda, en el woke hay algunos supuestos filosóficos muy de derecha.

Por ejemplo, ¿es de izquierda decidir que la diversidad es siempre el primer y más importante mandamiento, porque tanta gente se ha quedado fuera de puestos de poder e influencia por pertenecer a minorías?

Es una cuestión que surge todo el tiempo.

Mi sensación firme es que sí, la diversidad es un bien, pero no el bien supremo. Y es un insulto para las mujeres contratarlas sólo porque son mujeres, de igual forma que es un insulto para la gente de color asumir que simplemente porque son gente de color tienen una especie de autoridad.

Voy a entrar en más detalles sobre esto en mi próximo libro: ser víctima no es por sí mismo una fuente de autoridad. Y tendemos a pensar que lo es.

Quizás sea necesario definir conceptos. ¿A qué te refieres exactamente cuando hablas del woke?

No defino el woke porque no creo que sea un concepto coherente, porque depende de una escisión entre emociones de izquierdas y pensamientos muy de derecha.

Lo que hago en el libro es definir lo que significa la izquierda hoy. Y el woke es la antítesis de los tres primeros conceptos que señalo como comunes a la izquierda liberal.

Tapa del libro en español "Izquierda no es woke", de Susan Neiman. 
Tapa del libro en español "Izquierda no es woke", de Susan Neiman.

Fuente de la imagen,Susan Neiman


Pie de foto,
El libro de Neiman se ha traducido también al español. 

Primero, universalismo en vez de tribalismo.

La izquierda y los liberales son fundamentalmente universales.

No asumimos, como hace la derecha, que sólo puedes conectar profundamente con miembros de tu tribu y que, por lo tanto, sólo tienes obligaciones genuinas con ellos.

Segundo, luchamos por justicia, no sólo por poder.

A veces puede ser muy difícil mantener ambas cosas separadas, pero la lucha por la justicia es de izquierda.

Y aunque muchos han renunciado a la idea de que la justicia existe, creyendo que es una máscara para el poder, para la izquierda es fundamental no renunciar a su búsqueda y su universalidad.

Tercero, el progreso es posible; no es inevitable. Sí, está en manos de los seres humanos, que son tan capaces de hacer retrocesos como progresos, pero es posible, y hay ejemplos de que ha ocurrido en el pasado.

Eso es algo importante que a menudo se ve negado por el woke. Pero no es verdad.

Cuando dicen que los afroamericanos en EE.UU. siguen viviendo en condiciones de las leyes Jim Crow, o incluso de esclavitud, o que las mujeres siguen viviendo en el patriarcado, yo digo que sí, que seguimos viviendo con racismo y sexismo, pero decir que no hemos progresado en la lucha contra eso es una visión muy peligrosa, porque lleva a la gente a desesperarse por el progreso a futuro.

Te diría que hay un cuarto concepto: dado que el fascismo y el neofascismo están creciendo en el mundo, necesitamos frentes populares formados por izquierdistas y liberales.

Pero hay que distinguir entre ambos, porque para la izquierda los derechos sociales son auténticos derechos, tan importantes como los derechos políticos.

Para la izquierda, el derecho a la vivienda, a la asistencia médica, a la educación, el acceso a la cultura, las leyes laborales justas son tan importantes como por ejemplo la libertad de expresión.

¿Dirías que tu idea de una izquierda universalista se aplica solo a Europa y EE.UU., o también a regiones como América Latina, donde hay gente que se define de izquierda y apoya o evita condenar a gobiernos autoritarios que también se llaman izquierdistas o revolucionarios?

Sé mucho más de la historia de EE.UU. y Europa que de América Latina, pero me sorprendió enormemente que el libro saliera en Chile y en Brasil y que iniciara un gran debate.

Son dos grandes países latinoamericanos con gobiernos socialistas, con mayorías pequeñas, amenazadas por la derecha.

Y lo que me dijo la gente a la que le gustó el libro, es que esto es lo que necesitaban, porque sentían que Lula y Gabriel Boric, para poder armar coaliciones, tenían que incluir cosas que les parecían demasiado woke.

Por ejemplo, en ambos países me chocó que hubiera discusiones sobre baños de género.

Signo de baño para todo género.Fuente de la imagen,Getty Images Pie de foto,Neiman sostiene que discusiones sobre temas como los baños de género son un "tema inventado" que ha sido usado con éxito por Trump.

El expresidente de Estados Unidos Barack Obama.

Fuente de la imagen,Getty Images

Pie de foto,
El expresidente de Estados Unidos Barack Obama. Pensaba que sólo los políticos republicanos de Carolina del Norte se preocupaban por este tipo de cosas.

La mayoría de la gente, si va al baño, cierra la puerta. ¿A quién le importa? Es un tema inventado, pero se ha utilizado mucho. Trump lo usó con mucho éxito.

El libro está saliendo también en Tailandia, Corea del Sur y Líbano. Y me pregunté: ¿Por qué publican este libro? Un amigo me dijo: porque están hartos de la teoría poscolonial y creen que alguien tiene que ponerle fin.

Y más allá de Boric o Lula, cómo encajan las izquierdas radicales que hasta hace poco defendían la lucha armada, o que siguen abrazando el concepto de lucha de clases, que podría ser una forma de ver la sociedad a través del prisma de las identidades o de las tribus…

Es cierto.

No creo que la reducción de clase sea mejor que la reducción de raza. Y si lo pensamos por un segundo ni Marx, ni Engels, ni Lenin, ni Trotsky provenían de la clase obrera.

Hay incoherencia en el propio marxismo mismo sobre esas bases.

Tratar de discutir sobre clases 150 años después, cuando en ninguna parte del mundo la clase está estructurada como lo estaba en los tiempos de Marx y Engels, tiene muy poco sentido para mí.

Sobre la lucha armada, no estoy segura de que haya buenos ejemplos de luchas revolucionarias armadas que hayan salido bien a largo plazo.

Una crítica del libro en Alemania decía: "Ella no es realmente de izquierda, es socialdemócrata, no cree en la revolución armada".

Yo le diría a cualquiera que todavía crea en la revolución armada en un mundo armado hasta los dientes, que tendríamos suerte de no volarnos los unos a los otros en un futuro próximo.

Por cierto, la lucha armada, como los gobiernos autoritarios, niega el concepto de derechos humanos que es central en tu definición de izquierda universalista...

Por supuesto.

¿La confusión que señalas entre izquierda y woke es algo nuevo o es producto de un proceso histórico?

Lo que ahora llamamos woke es lo que en los '90 se llamaba políticamente correcto.

Lo gracioso es que soy suficientemente mayor como para recordar cuando lo políticamente correcto era usado irónicamente por gente que era socialista pero anti estalinista, para burlarse de los que parecían demasiado rígidos.

Luego fue tomado por la derecha.

Y es interesante que algo así suceda con el woke, un término que comenzó a usarse en los años '30 por los cantantes de blues afroamericanos para denunciar el racismo, y no se utilizó mucho más hasta que Trump llegó al poder.

De hecho, no estuvo presente en las elecciones de 2016 en EE.UU.

Creo que en cierto modo se desarrolló como resultado de la generación que creció pensando que la presencia de Obama era normal, que era normal tener en la Casa Blanca a alguien muy inteligente y competente.

Podías no estar de acuerdo con algunas de sus políticas, pero era obvio que tenía integridad. Y fue un choque pasar de ocho años así al primer gobierno de Trump.

Hay una cita de Martin Luther King que a Obama le gusta usar: "El arco del universo es largo, pero se dobla hacia la justicia".

Pero de repente, el arco se inclinó en la dirección equivocada.

Creo que hubo una sensación de desesperanza, de que casi todo lo que se podía hacer era una acción simbólica, que es en lo que consiste buena parte del wokeísmo.

Cuando alguien de 20 años piensa que es muy importante cambiar sus pronombres, aunque no se pueda cambiar nada más, pienso que tiene 20 años.

Pero hace unos meses escuché un podcast de Judith Butler y habló sobre cuánto ha cambiado el mundo porque la gente cambia sus pronombres.

Es patético que alguien tomada en serio como pensadora política no vea que esto es un sustituto del cambio real.

¿Y cuál es el peligro tomar izquierda y woke como sinónimos en el mundo actual?

¡Es que no lo son! ¡Son absolutamente opuestos!

La idea de que no hay nada más que poder, que las pretensiones de justicia no son más que exageraciones, le encanta a los dictadores de derecha y a los dictadores que se llaman a sí mismos de izquierda, pero está también muy presente en las tradiciones woke: no puedes esperar justicia, sólo debes trabajar por el poder para tu tribu.

Esa es una forma completamente diferente de estar en el mundo siendo un auténtico izquierdista.

Esta es la razón principal por la que no puedes ser ambas cosas. Pero también hay una razón práctica.

Creo que aunque Kamala Harris no hizo una campaña woke, Joe Biden sí la hizo. Es curioso: el viejo hombre blanco de la Casa Blanca era extremadamente woke.

Intentó enfatizar mucho la política de identidad. Me enfurecí cuando nombró a Ketanji Brown Jackson para la Corte Suprema.

Estoy segura de que es una buena jueza, pero decir en su campaña cuando intentaba ganar las primarias de Carolina del Sur que nombraría a la primera mujer negra jueza de la Corte Suprema es algo que socava a Ketanji Brown Jackson.

Así que Biden, aunque no parezca woke, estaba dirigiendo el gobierno más woke posible.

¿Y Trump: cuán woke fue en su campaña?

Bueno, el último anuncio antitrans que Trump lanzó un par de días antes de las elecciones fue una siniestra obra maestra. Según las encuestas, convenció al 2,7% de sus votantes de Trump, y él solo ganó por 1,5 por ciento. Mira la dimensión.

Así, es comprensible que el wokeísmo moleste y desanime a la gente en tantas partes.

En Alemania tenemos unas elecciones a la vuelta de la esquina y ha jugado un papel importante en el ascenso de la derecha.

¿Cuánto te preocupa que haya un nuevo gobierno de Trump en EE.UU.?

Estoy muy preocupada.

La mayor esperanza que creo que podemos tener, por raro que parezca, es que la gente que eligió para su equipo es tan incompetente y horrible que puede haber mucha lucha interna.

"No hay dudas" de que el woke ayudó al triunfo electoral de Trump, sostiene Neiman. A Trump no le gusta estar a la sombra de nadie y ha saboteado a quien pudiera hacérsela. No puede sabotear de forma tan directa a Musk, porque Musk es más rico que él.

Pero es bastante horrible pensar que nuestra mayor esperanza está en la mezquindad y la competencia entre dos personas desagradables.

No conozco a nadie que pueda predecir con seguridad lo que va a pasar.

Mencionste el riesgo del fascismo. Muchos comparan el mundo actual con lo que ocurrió en el período entre guerras en Europa y, en particular, en Alemania. ¿Cómo observas ese paralelismo?

La verdad es que en Alemania me da menos miedo que en otros sitios.

La historia nunca sucede dos veces de igual manera.

Terminé mi libro diciendo que la única razón por la que los nazis pudieron hacerse con el poder sin tener mayoría parlamentaria fue que la izquierda estaba dividida, algo que ha ocurrido muy a menudo.

Es paradójico, porque uno pensaría que para todos estos grupos nacionalistas, cada uno pensando que su nación es la mejor, debería ser mucho más difícil organizarse. Pero no es así. Trabajan juntos con mucha facilidad.

Entonces, ¿creo que las comparaciones son exactas? No, también porque el papel de la ideología es muy diferente ahora.

Pero creo que vale la pena escuchar las comparaciones como una advertencia.


jueves, 30 de enero de 2025

Acción popular e imparcialidad judicial.

No es solamente el origen espurio de la acción popular lo que está resultando escandaloso, sino el uso espurio de la misma con la falta de imparcialidad de determinados jueces y magistrados.

“No es pasión de padre, pero todos llevan el paso cambiado menos nuestro hijo”, era el chiste de Paco Gandía, cuando con el servicio militar obligatorio tenían lugar las ceremonias de jura de bandera por las que tenían que pasar todos los varones en el momento en que fueran llamados a filas.

Algo parecido podríamos decir de los o las columnistas defensores/as de la acción popular. Todos los países de la Unión Europea se equivocan menos el nuestro. España y Andorra son los dos únicos países en los que la acción popular forma parte de su ordenamiento jurídico. Pero no somos nosotros, sino los demás, los que se equivocan.

El 17 de octubre de 2024 Jordi Nieva Fenoll explicó en este diario, en el artículo La broma de Silvela (Por la abolición de la acusación popular), el origen esperpéntico de la inclusión de la misma en nuestro ordenamiento jurídico y la incoherencia que supone su mantenimiento. La abolición de la misma exigiría la reforma de la Constitución, ya que está contemplada en el artículo 125. De ahí que el profesor Nieva, ante la dificultad, por no decir imposibilidad, en el momento en que nos encontramos de una tal reforma, propusiera una vía distinta: “reformar la Ley de Enjuiciamiento Criminal estableciendo algo muy sencillo: que la acción popular no pueda contradecir la opinión del Ministerio Fiscal y/o la víctima”.

Este pasado 11 de enero, en El País, ha vuelto sobre el tema con ocasión de la presentación por el Grupo Parlamentario socialista de una “proposición de ley orgánica de garantía y protección de los derechos fundamentales frente al acoso derivado de acciones judiciales abusivas”. Considera que se trata de una iniciativa poco afortunada por la forma en que se ha redactado la proposición, pero reitera su opinión del 17 de octubre en elDiario.es: “Qué fácil hubiera sido –y sería– hacer una proposición mucho más breve en la que, siendo muy conscientes de su origen histórico espurio, solamente se dijera que el actor popular no puede mantener un proceso penal en contra del parecer de la víctima y del ministerio fiscal, que es lo que ocurre en cualquier país europeo. Ojalá hubiera sido así”.

Pienso que el Grupo Parlamentario socialista haría bien en hacer suya la propuesta del profesor Nieva y retirar la proposición de ley. Debería ser el Gobierno el que enviara a las Cortes Generales un “proyecto de ley” de reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal en los términos mencionados en los dos artículos a los que he hecho referencia. La acción popular no desaparecería de nuestro ordenamiento, que sería lo deseable, pero con su “configuración legal” se evitaría de manera muy considerable el uso abusivo de la misma.
Porque no es solamente el origen espurio de la acción popular lo que está resultando escandaloso, sino el uso espurio de la misma. Es la combinación de una institución de origen espurio con la falta de imparcialidad de determinados jueces y magistrados lo que resulta política y jurídicamente insoportable.

Voy a referirme exclusivamente a los dos ejemplos más llamativos de esta concurrencia del carácter espurio de la institución con el carácter espurio del uso abusivo de la misma: los de la esposa del presidente del Gobierno y del fiscal general del Estado.

La acción popular ejercida por el llamado Sindicato Manos Limpias contra la esposa del presidente del Gobierno no debió ser admitida a trámite por el juez Peinado, ya que no cumple con los requisitos exigidos por la jurisprudencia del propio Tribunal Supremo para poder hacerlo. Aunque sin manifestar su acuerdo con dicha admisión a trámite en los términos en que lo hizo el juez instructor, la Sala de Apelaciones ha dado su aval para que siga investigando, sin que se concrete qué es lo que se investiga. No hay ni un solo indicio de actividad delictiva, pero se sigue con la instrucción esperando que en algún momento pueda “aparecer” alguno. Con ello se da cobertura al Partido Popular y Vox para que sigan acusando al presidente del Gobierno de que la corrupción la tiene en su propia casa.

Algo parecido, aunque todavía más grave, ha ocurrido con la acción popular contra la fiscal jefa de Madrid por la nota informativa en la que desmentía el bulo que había puesto en circulación Miguel Ángel Rodríguez de que había sido el fiscal el que había propuesto un pacto de conformidad al señor González Amador y que dicha propuesta había sido torpedeada “desde arriba” con la finalidad de perjudicarlo directamente a él e indirectamente a su pareja, Isabel Díaz Ayuso. No solamente fue admitida a trámite por la Sala competente de la Audiencia Provincial, sino que, además, elevó una memoria razonada a la Sala Segunda del Tribunal Supremo una vez que el fiscal general del Estado informó que la decisión de emitir la nota informativa había sido suya.

Más grave todavía ha sido la actuación de la Sala Segunda, que consideró que no había delito alguno en la nota informativa porque la noticia ya había sido publicada y en consecuencia no era secreta, pero “fantaseó” con la posibilidad de que sí se hubiera podido cometer un delito por parte de la fiscal jefa y el fiscal general en la primera “filtración” de la noticia a un medio de comunicación. Digo “fantaseó”, porque, con la información disponible, no era en ese momento otra cosa lo que se podía hacer. No había indicio alguno que diera verosimilitud a la vinculación de la fiscal jefa o del fiscal general con dicha filtración. Claro que es posible que la hayan tenido, pero no hay sociedad en la que se pueda convivir si todo lo posible puede ser objeto de imputación. A pesar de ello, designó un juez instructor que decidió nada menos que la “invasión” de la sede de la Fiscalía General del Estado y la intervención de toda la información que se pudiera contener en dicha sede. Todo esto siembra serias dudas sobre la actuación de la justicia en este caso, y sostengo esta afirmación incluso tras conocer que el juez Hurtado haya llamado a declarar como imputado al fiscal general a finales de este mes.

Desde el interrogatorio a Miguel Ángel Rodríguez y otros periodistas a partir del 8 de enero sabemos que el origen de la filtración no está en el Ministerio Fiscal. Sabemos también que Miguel Ángel Rodríguez mintió, algo que está vedado a quien comparece como testigo.

Veremos. Llevamos meses con la investigación de Begoña Gómez y semanas con la de la fiscal jefa y el fiscal general del Estado. La queja de los jueces y magistrados por exceso de trabajo sin disponer de los medios adecuados para hacerle frente la estamos oyendo todos los días. No parece que sea así en la Audiencia Provincial de Madrid y en la Sala Segunda del Tribunal Supremo. Más bien parecería lo contrario. Tienen tiempo hasta para investigar delitos “inventados”.

Sin la acción popular no sería posible que se estuvieran produciendo los espectáculos a los que estamos asistiendo. Pero sin la presunta falta de imparcialidad de miembros del poder judicial tampoco. De ahí que la reforma de la acción popular en los términos que viene proponiendo el profesor Nieva resulta imprescindible y urgente.

miércoles, 29 de enero de 2025

Los últimos secretos de Kim Philby, el agente doble soviético que traicionó al Reino Unido.

El espía británico Kim Philby, en 1955, en una rueda de prensa para explicar su relación con los agentes dobles Burgess y MacLean.
El espía británico Kim Philby, en 1955, en una rueda de prensa para explicar su relación con los agentes dobles Burgess y MacLean.
El servicio secreto británico hace públicos nuevos documentos del espía más famoso del grupo Los cinco de Cambridge, que acabó huyendo a Moscú.

Siempre fue el más inteligente y astuto de todos ellos. Les llamaban Los cinco de Cambridge. Jóvenes británicos educados entre la élite que, durante las décadas previas y posteriores a la II Guerra Mundial, funcionarían como agentes soviéticos infiltrados en el corazón del sistema. Harold Adrian Russell Philby, conocido como Kim Philby, fue el más escurridizo. Nuevos documentos hechos públicos por el MI5, el servició de seguridad interna del Reino Unido, revelan ahora los últimos secretos del espía doble que más admiración y odio ha provocado entre sus compatriotas.

Son 21 archivos que relatan el reclutamiento del joven Philby por la Internacional Comunista; sus frías maniobras para acabar con el agente del KGB desertor Constantin Volkov y su esposa, antes de que le delataran, o las horas de conversación en Beirut con su amigo y colega Nicholas Elliott en las que acabó confesando sus décadas como espía para Moscú.

Los documentos, sin embargo, no revelan el secreto final: por qué Elliott dio el suficiente tiempo a su viejo amigo para poder huir a la Unión Soviética antes de ser detenido. Philby murió en Moscú, venerado como héroe por la URSS, pero solo y alcoholizado, 25 años después.

Kim de la India
Philby nació en 1912 en Ambala, la ciudad india que formaba entonces parte del Raj británico. Su padre, John Philby, era un oficial del ejército, diplomático, explorador y escritor que acabó por convertirse al islam y ejerció de consejero del rey Abdelaziz bin Al Saud de Arabia Saudí. El apodo Kim, elegido por el padre, es el título de la novela de Rudyard Kipling que narra las aventuras de un joven nacido en la India de padre irlandés y madre inglesa que espía para el Imperio británico.

Estudió Historia y Economía en el Trinity College de Cambridge, donde le sedujo el marxismo. Captado por la filial vienesa del Comintern (la Internacional Comunista), Philby realizó tareas para el servicio de inteligencia soviético en Austria y en España. Enmascarado como periodista del diario The Times, llegó a seducir a las fuerzas del futuro dictador español, Francisco Franco, con una serie de informes favorables a la causa de los golpistas. Recibió personalmente del propio Franco la cruz roja al mérito militar.

Las horas de conversación de Philby con Elliott, sin duda el material más revelador de toda la información hecha pública por el MI5, muestran a un hombre maleado por décadas de mentiras y ocultación, que se muestra parco y esquivo a la hora de admitir sus traiciones, y sigue jugando con la ambigüedad y las medias verdades, a pesar de confesar su condición de doble agente.

En 1945, cuando Philby ya estaba inmerso en el servicio de espionaje exterior británico, el MI6, y trabajaba a pleno rendimiento para el KGB, supo que un agente soviético, Volkov, se había presentado en el consulado británico de Estambul, donde ofreció una cantidad ingente de información y secretos a cambió de 50.000 libras esterlinas y la posibilidad de empezar una nueva vida en el Reino Unido junto a su esposa. Volkov iba a revelar los nombres de nueve topos soviéticos infiltrados en las principales instituciones del Reino Unido. Uno de ellos, señalaba, estaba al frente del servicio de contraespionaje del MI6. Era obvio que se trataba de Philby.

Después de avisar a sus jefes en Moscú, viajó directamente a Estambul para hacerse cargo del asunto. A su llegada, Volkov y su mujer habían sido ya secuestrados, drogados, ocultados con vendas y trasladados en camilla por un médico y dos oficiales del KGB hasta un avión que les trasladó a Bulgaria. Nunca más se supo de ellos. “Presumiblemente, la información que suministraste al KGB era aquella que tenía un interés directo para ellos, como por ejemplo el asunto de los Volkov, ¿no?”, preguntó Elliott a Philby en su encuentro. “Por supuesto”, confirmó de modo lacónico el doble agente.

Los otros espías
A pesar de los años de amistad universitaria y de camaradería posterior, Philby siempre procuró proteger sus propias espaldas frente a los riesgos y torpezas de Guy Burgess, Donald Maclean, Anthony Blunt y John Cairncross, el resto de agentes que componían Los cinco de Cambridge.

Donald Maclean, hijo del político del Partido Liberal del mismo nombre, llegó a ser primer secretario de la embajada británica en Washington entre 1944 y 1948. Allí realizó los trabajos más importantes para la Unión Soviética. Pasó a Moscú gran parte de las comunicaciones entre el primer ministro británico Winston Churchill y el presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt, y, posteriormente, entre el nuevo jefe de gobierno británico, Clement Attlee y Harry S. Truman, al frente de la Administración norteamericana. Los soviéticos supieron a través de Maclean de los avances de Estados Unidos en la fabricación de la bomba atómica.

Cuando Maclean regresó al Reino Unido, fue Philby quien acabó destinado a la capital estadounidense. Y allí descubrió que las autoridades británicas estaban a punto de desenmascarar a su antiguo camarada. A través de un código secreto, avisó a Guy Burgess, otro de los cinco espías, que trabajaba en el Ministerio de Exteriores y vivía por entonces en el apartamento londinense de Philby, para que avisara a Maclean. La clave acordada entre los antiguos amigos era referirse a un supuesto coche abandonado en el patio trasero de la residencia de Philby. “Si me veo obligado a enfrentarme a complicaciones como consecuencia del problema del vehículo, tengo intención de trasladarte costes muy elevados…”, escribió Philby a Burgess. La carta forma parte de los documentos revelados ahora por el MI5.

La confesión
A pesar de las crecientes sospechas respecto a Philby por parte de sus superiores británicos, no lograron descubrir nada. Aunque fue obligado a abandonar el MI6, fue precisamente su amigo Elliott quien le ayudó a instalarse en 1956 en Beirut, la capital de Líbano, como corresponsal de The Economist y de The Observer. Seis años después, la confesión de su amiga Flora Solomon de que Philby había intentado reclutarla como agente soviético en 1934 acabó por desenmascarar al espía doble.

Elliott viajó hasta la capital libanesa y grabó durante varios días la conversación con su amigo. “Ciertamente, no habría hablado con nadie más”, admitió Philby. “Cuando me dijiste que tú mismo habías comenzado a creer todas las pruebas acumuladas en mi contra, lo tuve claro. Llevo esperando este momento 28 años. Aquí tienes la exclusiva”, confesó Philby a Elliott.

Los dos amigos se despidieron con el compromiso de que Philby seguiría aportando información a Peter Lunn, el hombre del MI6 en Beirut. Existía el compromiso tácito de que no habría un procesamiento penal si el doble agente confesaba todas sus traiciones. Pocos días después, Philby huyó a Moscú a bordo de un carguero ruso atracado el puerto de Beirut. “No puedo evitar pensar que, de algún modo, tú querías que me escapara”, escribió años después desde la capital soviética a su viejo amigo Elliott.

martes, 28 de enero de 2025

EDUCACIÓN. La necesidad de enseñar a pensar.

Inteligencia Artificial en la educación
Sandra Navarro
¿Cómo reconocer esa seductora pero falsaria información disfrazada de verdad por la tecnología? La educación en el pensamiento crítico a todos los niveles, en aulas, familias y medios, enfrenta un riesgo formidable: la ausencia de certezas.

Aún no sabemos si la inteligencia artificial (IA) va a ayudarnos, va a ponernos trabas o ambas opciones a la vez. Su magnitud es tal que cada vez resulta más difícil distinguir entre lo verdadero y lo falso. Reflexiones y dilemas morales de este tipo ya se plantean a los alumnos en diferentes niveles educativos, a través de asignaturas como Filosofía, Ética o Lengua. La cuestión es cómo aplicar, de forma específica, estas enseñanzas frente a la desinformación que nos rodea.

Un equipo del Massachusetts Institute of Technology (MIT) y de la Universidad de Columbia ha presentado, en una conferencia sobre Factores Humanos en Sistemas Informáticos, un programa generado mediante IA capaz de advertir de que una notica es falsa, y además explicar por qué. Pero, por otro lado, el uso indebido de esta tecnología también está al alcance de los poderosos.

Tema peliagudo donde los haya, pero con una ventaja frente a la educación sobre otros dilemas morales en los que pueden interferir creencias, diversidades culturales o también políticas. Esa ventaja es que no se trata de formar en si algo es bueno o malo, sino de enseñar a tener criterio para decidir lo que cada cual considere, analizar la fuente de donde viene cada información y contrastarla con otras fuentes.

Por lo tanto, avanza el apoyo a esa necesidad educativa ante la amenaza de falsedades masivas, generadas de forma muy creíble por los avances tecnológicos. La urgencia de poner este debate sobre la mesa, creando, por ejemplo, comisiones de expertos para analizar cómo desarrollar esa capacidad desde niños y jóvenes a personas mayores que no se manejan con las tecnologías, tiende a ser unánime entre los expertos.

No se trata de una necesidad que atañe solo a los colegios. En absoluto. La influencia de los padres, el entorno o la lectura, y con esta, la cultura, es determinante para aprender desde niños a cuestionar la información recibida y las posibilidades de que sea cierta o no.

Debate sin polaridad
“Sobre la sociedad digital y, en concreto, la inteligencia artificial, en el discurso, como siempre, unos están muy a favor y otros muy en contra, no aparecen sus múltiples caras, unos solo miran los peligros y otros, solo las ventajas”, resalta Miquel Martínez Martín, uno de los principales expertos españoles de educación en valores, a la que se ha dedicado durante tres décadas desde la Universidad de Barcelona.

El profesor recomienda prudencia en ese debate porque la IA “tiene efectos que seguro pueden ser negativos, pero también deberíamos todos ser, por así decirlo, un poco listos y saber ver qué oportunidades ofrece, qué objetivos nos puede ayudar a lograr. Es decir, en primer lugar, deberíamos ser receptivos a ella”. Respecto a la irrupción masiva de la desinformación y las fake news, Martínez opina que, en realidad, “la tarea de la educación y de los educadores es, en cierto modo, de resistencia, de estar siempre pendientes de lo que ocurre, precisamente para intentar contrarrestar los efectos nocivos, y atacar y volver a atacar en lo que haga falta”.

“Enseñar a tener espíritu crítico es un objetivo del proceso educativo y formativo, y, por lo tanto, forma parte del sistema. Pero este cubre solo una porción estrecha de este aprendizaje, que es muy transversal por su propia naturaleza, es un principio fundamental de la racionalidad humana”, destaca Alejandro Tiana, experto en Teoría e Historia de la Educación y en políticas educativas, ex rector de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), además de exsecretario de Estado de Educación y principal autor y coordinador de la reforma educativa que se aplica actualmente en España.

“Es lógico que ese sistema enseñe a ser críticos y esto se afronta de distintas maneras en el modelo curricular, que establece que el alumno debe aprender una serie de competencias sobre ello. Lo recogen también las directivas de la Unión Europea [UE] al indicar competencias que los países debemos incluir en la educación, en referencia al sentido crítico y al espíritu crítico”, añade.

Para Tiana, el desarrollo de estas competencias tiene una conexión clara con algunas áreas o materias, mientras otras presentan un espíritu más transversal. Por ejemplo, “en los currículos está incluido formar en Ética, sobre todo en la Secundaria, y en Primaria ya se apunta. Aunque algunas áreas tengan más conexión directa con el tema, en realidad hay muchas otras con las que también tiene que ver”.

Y pone varios ejemplos. “Muchas materias científicas hacen mención al desarrollo del espíritu crítico del método científico. Temas como el terraplanismo o el papel de las vacunas afectan a la Biología. Las reglas de pensamiento o el fondo del pensamiento crítico, claramente atañen a la Filosofía”. Además de estas cuestiones específicas, “planteamientos más amplios relacionados, por ejemplo, con las noticias falsas, encajan en Lengua”.

Según la regulación actual, esta materia recoge la competencia específica de “enseñar a seleccionar y contrastar información procedente de diferentes fuentes de manera progresivamente autónoma, evaluando su fiabilidad y pertinencia en función de los objetivos de lectura, para evitar los riesgos de manipulación y desinformación”, completa Tiana.

En el terreno de las aulas aporta su experiencia Noelia Esquivel Martínez, profesora de Primaria especializada en contenidos de memoria democrática. “Debemos tener claro que en los centros escolares, en general, no se trabajan de manera habitual cuestiones como estas que yo planteo, y lo mismo pasa con la formación del espíritu crítico. Seguimos todavía muy anclados en las materias tradicionales y, aunque la ley recoge ahora estas enseñanzas y este tipo de metodología, todavía en la escuela, en la realidad, cuesta mucho tratarlas de forma directa, hay mucha resistencia aún”, advierte la docente.

Y añade: “El nivel más propio para tratarlas es la Secundaria, aunque se pueden empezar a apuntar en quinto o sexto de Primaria. Además, el papel de las familias es fundamental, el tener reuniones con ellas y ver la manera de involucrarlas, porque son temas con los que los jóvenes se encuentran en todo tipo de entornos”.

Esquivel explica su propia forma de trabajar estos valores con sus alumnos: “Yo les guío, no les alecciono ni les doy clases magistrales. Muchas cosas las decidimos de forma colectiva, como algunos temas que debatimos, aunque yo les oriente en el aprendizaje. Se usan estrategias como las asambleas, por ejemplo, aunque para eso tienen que programarse momentos para ello, encajados en un horario, y que el centro trabaje una metodología en esa línea. Es un trabajo cooperativo”.

Fuentes fiables y seguras
Desde la perspectiva de Guadalupe Jover, profesora especialista en Lengua, con más de tres décadas de experiencia profesional, “al utilizar como única fuente de información el libro de texto, la escuela ha transmitido tácitamente la idea de que lo que estaba escrito era lo verdadero y solo había un relato posible para los hechos”.

Pero, especialmente desde la llegada de la tecnología digital, cada vez más centros proponen a los estudiantes consultar diferentes fuentes de información. “Para que este proceso sea formativo, los docentes han de intervenir brindando herramientas para calibrar qué fuentes son fiables, seguras, y cuáles no, por más que el algoritmo nos las coloque en primer lugar o tengan muchos likes”. Esta tarea requiere formación por parte de los profesores y un acompañamiento detenido a los alumnos para determinar la calidad de las fuentes e identificar sesgos “que nos llevan, a menudo de manera espontánea e irreflexiva, a dar por buenas determinadas afirmaciones y a desechar otras”, añade la profesora.

“Lo primero, por tanto, es desarrollar actitudes que refrenen la precipitación y nos ayuden a ponernos las gafas de la duda” para que los alumnos aprendan a hacerse preguntas de este tipo: “Esto ¿quién lo dice? ¿Dónde se ha publicado? ¿Cuál es su ideología? ¿Cuál es la intención comunicativa de su emisor? ¿Por qué lo dice precisamente ahora, en este medio y no en otro?” Para no caer en el otro extremo, el del escepticismo paralizante, esta actitud interrogativa necesita, según Jover, “la voluntad proactiva de contrastar fuentes para calibrar la fiabilidad de lo enunciado y deslindar también a qué propósito obedece”. Considera indispensable conocer, por ejemplo, la titularidad de los medios de comunicación y su orientación ideológica.

La profesora destaca la utilidad de cursos de mediación en resolución de conflictos, además de actividades como “leer un pequeño relato de un acontecimiento controvertido e instar al alumnado a convertirlo en una noticia”. “Superar el análisis descontextualizado de palabras y oraciones mediante el análisis crítico de textos contextualizados, reales, es clave en este camino, y las aportaciones de las diferentes ramas de la Lingüística, desde la pragmática al análisis crítico del discurso, brindan herramientas tan rigurosas como esclarecedoras”, añade.

“Cuando no sabes tener criterio propio sobre algo o te muestras escéptico o sin una postura clara, pierdes fuerza como persona en la sociedad y, por lo tanto, de alguna manera peligra la democracia”, tercia Martínez. “La capacidad de intervenir en los temas públicos, de participar en la toma de decisiones, es vital para la sociedad. Si no estás informado o estás mal informado, si caes en las redes de la desinformación, que son muy amplias, no vas a poder hacerlo”. Por lo tanto, “se debería trabajar todo aquello que contribuye al interés por la información, a que seamos capaces de tenerla, y a detectar la desinformación en entornos escolares, pero también en los familiares”.

Comprender lo que se lee
¿Cómo lograrlo? Para empezar, mediante el desarrollo de la comprensión lectora tanto de medios escritos como visuales. Igualmente, “en la familia se debe hacer ese trabajo de lectura compartida, plantearse preguntas, dialogar sobre los contenidos… Esto ayuda a establecer esa especie de fenómeno y de misterio que es la comprensión lectora”, añade Martínez. Algunas formas de trabajar esta capacidad básica pueden resultar aburridas, “por eso la tarea del educador es de resistencia, algunas tareas hay que hacerlas aunque cueste”.

“Las experiencias que forman el sentido ético y el pensamiento crítico tienen relación con fomentar la preocupación por comprender lo que hay a tu alrededor. Este es un primer elemento que, en la sociedad tecnológica, puede parecer un poco antiguo, pero no lo es”, advierte Martínez. Para este experto, aprender a discrepar o a discutir sobre un tema supone situarse en posiciones controvertidas, saber escuchar puntos de vista distintos, “respetar valores o creencias, aunque a continuación los rebatas”. “El mundo actual, con todos sus conflictos tanto en la desinformación como a nivel social y político, es un ejemplo estupendo pedagógicamente. Si tuviéramos que inventar un material pedagógico para trabajar los contravalores, no tendríamos más que encender la televisión o acceder a cualquier medio, incluidas las redes”.

“Pero, cuando educas en el sentido crítico, no lo haces sobre si esto es bueno o esto es malo, en el propósito, educas para que las personas piensen si les parece bueno o malo, para que se formen un criterio por sí solas teniendo en cuenta las fuentes de la información, cuestionándose la veracidad de los hechos”, apunta Tiana. No se trata de enseñar ideología, sino de analizar hechos e informaciones disponibles para construir un sistema propio de valores.

Esperanza Rodríguez Guillén —vicepresidenta de la Sociedad Española de Filosofía y presidenta de la Sociedad Española de Profesorado y Plataforma de Filosofía— está trabajando en una encuesta, dirigida a los docentes, sobre el uso de la IA en la escuela. “Si algo ha impulsado la necesidad de enseñar ética, es la presencia de la IA. Detrás de las redes sociales y las tecnologías de la comunicación, algunas empresas llegan a acuerdos para sacar grandes beneficios, generalmente a costa de usar algoritmos basados en datos personales, lo que implica un riesgo importantísimo”.

De acuerdo con Rodríguez, los conocimientos éticos y filosóficos ayudan a entender el mundo y a expresar mejor los conceptos. Pero, además, son tan importantes “porque todas las personas afrontan decisiones relevantes para su vida y con repercusiones en las vidas de los demás, y ni qué decir de las que tienen repercusiones sociopolíticas”. Esas determinaciones “se pueden tomar como más o menos se ha hecho siempre, siguiendo la norma establecida, lo general, o bien podemos intentar analizar qué decisión sería la más adecuada, poniéndonos en la piel del otro, porque también debemos educar la capacidad de empatía”.

lunes, 27 de enero de 2025

_- Cómo fue la iberación de Auschwitz, el campo de exterminio nazi símbolo del Holocausto. Hoy se celebra el 80 aniversario. 27 de enero 2.025



El 27 de enero fue designado oficialmente Día de Conmemoración del Holocausto por una resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) en 2005. Pero la manera en que recordamos el Holocausto ha evolucionado a lo largo de las décadas e incluso ahora, unos 80 años después, es una historia de remembranza que aún no está terminada.
BBC

Las heridas aún abiertas de la Segunda Guerra Mundial, en 25 monumentos

'La madre patria', en Volgogrado (antigua Stalingrado), monumento levantado en conmemoración de la Batalla de Stalingrado durante la Segunda Guerra Mundial. La imagen es de junio de 2020.
'La madre patria', en Volgogrado (antigua Stalingrado), monumento levantado en conmemoración de la Batalla de Stalingrado durante la Segunda Guerra Mundial. La imagen es de junio de 2020.
El historiador Keith Lowe retrata la persistente influencia de la catástrofe en el mundo contemporáneo a través de 25 estatuas conmemorativas

En los últimos años, el mundo ha asistido a una considerable ola de protestas contra monumentos que, en muchos casos, han propiciado la retirada ordenada o el derribo caótico de los mismos. Especialmente llamativas han sido las movilizaciones contra estatuas de líderes confederados en Estados Unidos o de colonizadores en muchos países, pero el fenómeno es más amplio. Por supuesto, no faltan en el pasado casos en los que de manera organizada o tumultuosa se quitaron de en medio monumentos. Pero por lo general, reinaba la indiferencia hacia estos símbolos, y los episodios en cuestión estaban vinculados a cambios de régimen o profundos cortes históricos. El fenómeno actual es en cambio novedoso, por características y amplitud. ¿Qué ocurre?

Una interpretación posible de este complejo fenómeno es verlo como un síntoma de un mundo que cambia a gran velocidad. Los valores evolucionan muy rápidamente. Con la aceleración de los ritmos, algunas partículas viejas y nuevas chocan. En estos casos, la indiferencia deja paso a la indignación hacia ciertos símbolos, y la interconexión global propaga estas dinámicas. Los monumentos, pues, se perfilan como un espejo que, además de los valores del tiempo que los erigió, refleja con creciente intensidad aquellos del presente.
La china Ren Lane en su casa de Gucheng, en Shanxi (China). Fue secuestrada con 15 años durante la II Guerra Mundial y obligada a satisfacer las demandas sexuales de las tropas japoneses durante 20 días.
La china Ren Lane en su casa de Gucheng, en Shanxi (China). Fue secuestrada con 15 años durante la II Guerra Mundial y obligada a satisfacer las demandas sexuales de las tropas japoneses durante 20 días.

El historiador británico  Keith Lowe reflexiona sobre estas cuestiones en su libro Prisioneros de la historia (Galaxia Gutenberg), un recorrido panorámico sobre la historia de 25 monumentos de distintos países vinculados a la memoria de la Segunda Guerra Mundial. El estudio compone un retrato del papel todavía central de ese acontecimiento catastrófico en el presente de muchas sociedades. Una categoría histórica global, única, de persistente influencia.

Por lo general, los símbolos relacionados con ese periodo se han librado de las olas de recientes protestas con anhelo de derribo o retirada. Pero ello no significa que sean objeto de indiferencia. Al contrario, siguen despertando conmoción, a menudo provocan controversias -tanto internas como internacionales- y se siguen edificando nuevas obras que conmemoran ese tiempo. “Continúan contando algo importante acerca de quiénes somos […] interpelan tanto a nuestros deseos del presente como a nuestros recuerdos del pasado. Responden a una necesidad que no está siendo cubierta por el mundo contemporáneo”, escribe el autor.

En una entrevista por videoconferencia, el historiador desarrolla la idea de la Segunda Guerra Mundial como gran hecho fundacional global del mundo actual. “Es un acontecimiento que ha servido como base para construir un nuevo mundo, nuevas instituciones, una nueva arquitectura”, comenta el autor. Más de 70 años después de su fin, es todavía el pilar central y global que sujeta la construcción de nuestro tiempo, gran parte de las relaciones internacionales, segmentos de las políticas nacionales. El mundo cambia rápido pero eso, de momento, no. Sin embargo, ello no supone que todo permanezca igual. Esculturas del Salón Conmemorativo de las Víctimas de la Masacre de Nanjing (China). La imagen está tomada el 15 de agosto de 2021.
Esculturas del Salón Conmemorativo de las Víctimas de la Masacre de Nanjing (China). La imagen está tomada el 15 de agosto de 2021.Esculturas del Salón Conmemorativo de las Víctimas de la Masacre de Nanjing (China). La imagen está tomada el 15 de agosto de 2021.

“Ese acontecimiento fundacional se aleja en el tiempo. Fallecen las personas que lo vivieron o lo sintieron con mucha cercanía. Da la sensación de que ya es tiempo para una nueva era. ¿Pero sobre qué la construimos? No tenemos un pilar alternativo. De momento, preservamos la idea de la Segunda Guerra Mundial como la base para construir básicamente porque no tenemos otra cosa. Pero ya no funciona, porque ya no tiene el mismo impacto emocional que antaño. Ahí es donde se abren las grietas”, dice Lowe. Permanece la arquitectura institucional; siguen algunos reflejos; pero la fuerza emocional y la capacidad de construcción que de ella deriva no son las mismas.

Prisioneros de la historia reparte su investigación en cinco marcos conceptuales: héroes, mártires, monstruos, apocalipsis y renacimiento. Son categorías con un poder inspirador ancestral, ecos mitológicos, que ayudan a prolongar en el tiempo los sentimientos. A veces, el intento de utilizar de forma partidista esos sentimientos a través de monumentos es muy burdo. Algunos de los monumentos construidos recientemente son muy controvertidos, parecen querer aprovechar esa historia para rendimientos en la actualidad, como los dedicados a la Víctimas de la ocupación alemana en Hungría y al Mando de Bombarderos en el Reino Unido.

Más información
Lo que creíamos cierto de la Segunda Guerra Mundial y no es verdad 

Así, el catastrófico acontecimiento bélico que dio pie al emprendimiento de grandes proyectos internacionales –la ONU, las instituciones de Bretton Woods, la UE, entre otros- que buscaron embridar los viejos nacionalismos, es ahora, a veces, utilizado para avivar nacionalismos de nueva generación. Heroísmos o victimización conmemorados sin equilibrio son incubadoras de sentimientos inquietantes.

El libro recorre la historia y el presente de monumentos como el de las Víctimas de la masacre de Nanjing, La madre patria te llama de Volgogrado o el santuario Yasukuni de Tokio. Todos ayudan a una comprensión del tiempo presente. A menudo, el debate alrededor de ellos, señala un mal recurrente de nuestra época: la indisposición a escuchar. “Aquí en el Reino Unido es muy evidente: ya no hay voluntad de escuchar a los demás”, comenta Lowe. “Por lo general, las personas llegan con opiniones preformadas y rechazan debatir. Eso me parece muy inquietante, y se ve a menudo en el debate de los monumentos. ¡Deben quedarse! ¡Hay que derribarlos! Hay muchas opciones intermedias entre el inmovilismo y el derribo. Se pueden yuxtaponer elementos que cuenten lo que falta en los más polémicos; se pueden trasladar en vez de cancelar; se puede ironizar. Es la intolerancia de otros puntos de vista la que lo hace todo tan difícil”.

Monumento a las Víctimas de la Ocupación Alemana, en la plaza de la Libertad de Budapest, Hungría.Monumento a las Víctimas de la Ocupación Alemana, en la plaza de la Libertad de Budapest, Hungría.
 
La indisposición al diálogo y al compromiso parece marcar muchas sociedades democráticas, pero también la relación entre naciones. Mala posición de partida para buscar un nuevo pilar sobre el que apoyar la construcción de un orden mundial que refleje el nuevo tiempo. La lucha para salvar el planeta se perfila como el objetivo común más lógico para aglutinar voluntades. Las actuales negociaciones reflejan las dificultades para una convergencia significativa. Hace 76 años, la catástrofe alumbró un nuevo orden mundial. Queda por ver si esta vez la humanidad será capaz de forjar otro antes de un nuevo desastre.

domingo, 26 de enero de 2025

La pasajera 2.388 del Stanbrook, el último barco en huir de Franco: «Hubo gente que se suicidó por no poder subir»

María Egea Muñoz de Zafra tiene 90 años, pero tenía cinco cuando embarcó a bordo del carguero británico que transportó hacia el exilio a republicanos españoles al final de la Guerra Civil en una hazaña que pasaría a la historia.

La primera vez que María Egea Muñoz de Zafra volvió a pisar España habían pasado 18 años desde que la abandonó. Regresó para conocer a su familia, a sus tíos y sus primos, a los que no recordaba porque con solo cinco años, esta mujer que hoy tiene 90, partió del puerto de Alicante junto a sus padres y su hermano hacia el exilio en el famoso carguero británico Stanbrook. Dejaban atrás su Cartagena natal, sus vidas, sus anhelos y a su gente querida. Y lo hacían porque la militancia socialista y republicana de su familia los ponía en peligro ante lo que se venía: la implacable y violenta represión franquista.

Faltaban solo cuatro días para el final de la Guerra Civil, cuando en la tarde del 28 de marzo de 1939 el Stanbrook se convirtió en el último barco en trasladar fuera del país a republicanos españoles antes de que las tropas sublevadas entraran en el puerto. La hazaña de su capitán, el galés Archibald Dickson, que en vez de cargar las naranjas y el azafrán que iba a buscar –el buque se dedicaba al comercio de mercancías con la República– decidió subir a bordo a todos los civiles que pudo, en total, 2.645 adultos y niños que huían del avance de los franquistas.

Entre ellos estaba María Egea, que ha hecho esta semana una visita fugaz a Madrid desde París, donde vive desde 1996, para recibir del Gobierno una declaración de reparación que reconoce su historia y la de su familia como víctimas del franquismo. Con su hermano Pedro y sus padres Mateo Egea, que fue concejal del PSOE en Catagena, y María Josefa Muñoz, también socialista, hicieron la travesía de 22 horas rumbo a la ciudad argelina de Orán completamente hacinados en los 70 metros de largo y diez de ancho de la cubierta. “No cabía un alfiler”, señala María Egea, que tenía el número de pasajera 2.388. Reconoce que sus recuerdos “son difusos” debido a su corta edad, pero en casa escuchó después innumerables veces lo que fue aquello. 

María Egea Muñoz de Zafra recibe del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la declaración de reconocimiento y reparación. Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática.
“Era un auténtico caos, había muchísima precipitación y tumulto, yo iba de la mano de mi madre y creo que mi padre entró antes que nosotros. Alicante era el último punto al que podíamos ir, es difícil imaginar lo que fue aquella huida”. El Stanbrook se convertiría así en un símbolo de la derrota republicana, del miedo y la desesperación que asoló a quienes sabían que su futuro en España estaría marcado por la persecución. La caída de Catalunya, la descomposición de la resistencia republicana y la toma de Madrid hicieron inminente la victoria franquista y desde hacía días circulaban rumores de que buques ingleses, rusos y franceses iban a sacarles del país, así que el puerto se convirtió rápidamente en un hervidero de gente.

Los que se quedaron
Varios miles de personas se agolpaban en los muelles y llegaban en riadas sucesivas dejando todo atrás y con la esperanza de poder salvar la vida. Otros muchos barcos habían partido de las costas españolas con anterioridad, pero solo el Maritime, que pudo embarcar a muy pocas personas, y el Stanbrook salieron de Alicante. Al carguero finalmente solo subió una pequeña parte de todos los que lo anhelaban y miles de personas quedaron en tierra sumidos en la angustia y el pánico. Muchos fueron capturados por las tropas sublevadas y trasladados a campos de concentración como el de Albatera o Los Almendros. 
 
Exiliados españoles cumpliendo cuarentena a bordo del Stanbrook en 0rán (Argelia), en abril de 1939. Cedida por Casa Árabe
“Todos intentaban subir a bordo, pero la mayoría no pudo. Hubo gente que prefirió tirarse al agua y suicidarse porque no querían que los nacionales los cogieran”, relata María Egea. Su familia fue afortunada y consiguió entrar en el barco al completo. Cree que en ello pudo influir que sus tíos eran Julia Álvarez Resalo y Amancio Muñoz de Zafra, que habían sido diputados socialistas del Frente Popular. Él falleció en la guerra a causa de una enfermedad y ella siguió teniendo un papel activo en la contienda, durante la que fue nombrada gobernadora civil de Ciudad Real, convirtiéndose en la primera mujer española en desempeñar tal cargo.

El viaje a bordo, explica María Egea, fue “muy duro”. Navegaron durante toda la noche con las luces apagadas y en completa oscuridad para evitar ser alcanzados por la aviación y los buques franquistas intentando mantener con extrema dificultad la estabilidad del barco debido al peso de tantísimas personas. Según cuenta la mujer, aún así sufrieron bombardeos durante la travesía, pero “las maniobras del capitán lograron mantener el buque a flote”, esgrime. Así llegaron a tierra africana, a Orán, entonces colonia francesa.

El periplo argelino
Allí empezaría un segundo periplo para María Egea y su familia y para la inmensa mayoría de protagonistas de este exilio masivo. El Stanbrook no tenía permiso para amarrar en el muelle y desembarcar y, mientras Archibal Dickson negociaba con las autoridades oranesas, los embarcados fueron obligados a mantenerse en el carguero hacinados. A los días, mujeres y niños pudieron salir, pero los hombres fueron obligados a quedarse algunas semanas hasta que Orán autorizó su desembarco por cuestiones de salubridad, explica la mujer, que recuerda que fueron tratados “como si portáramos un virus mortal”. 

María Egea y su madre, María Josefa. Foto cedida
Ya en tierra, su familia fue separada. Ella, su hermana y su madre fueron trasladadas a la prisión civil de Orán y los hombres jóvenes como su padre a un campo de trabajo forzado en Relizane y posteriormente a otros del sur del país. Fue el destino de muchos exiliados españoles, que tras huir de Franco tuvieron que afrontar el encierro en duras condiciones hasta que en 1943 los campos fueron liberados por parte del ejército estadounidense. Entre los trabajos que Mateo tuvo que realizar estuvo la construcción del ferrocarril transahariano, un ambicioso proyecto que buscaba conectar el Mediterráneo con el Atlántico a través del desierto del Sahara y que nunca llegó a completarse.

Mientras tanto, en la cárcel civil de Orán, mujeres y niños se organizaban como podían. “Con el paso de las semanas comenzamos a poder salir, aunque siempre vigilados, y mi madre encontró un trabajo cosiendo. Al año fuimos liberados y ella comenzó a trabajar de portera. Vivíamos en una habitación de 2 por 2,5 metros y empezamos a hacer vida allí, a ir al colegio…”, recuerda María. Este fue el camino que tomaron parte de los exiliados españoles, otros pasarían a engrosar las filas de la Legión Extranjera Francesa para combatir en la Segunda Guerra Mundial. Entre ellos, los integrantes de La Nueve, la unidad de españoles que liberó París.

La familia Muñoz de Zafra acabaría reuniéndose y viviendo en distintos puntos de Argelia al tiempo que a su padre, que había trabajado en el ferrocarril en España, le fueron destinando a diferentes estaciones. Así vivieron, juntos, hasta que sus padres en 1975 decidieron emigrar a París. Ella vivió en Argel, donde trabajó dando clase de español y francés hasta su jubilación, cuando se trasladó también a París. “Mi padre siempre nos contaba cosas sobre España, era muy patriota y nos dio ese amor por el país que yo llevo en el corazón”, dice a pesar de que nunca volvió a vivir en él.

Ahora, a sus 90 años y reconocida por el Estado español como víctima del exilio, echa la vista atrás y ve mucho sufrimiento y también gratitud. En su memoria y en su cuerpo está todavía presente la sensación infantil “de humillación” que vivió al llegar a Argelia “porque nadie quería a los rojos, era como si fuéramos monstruos o delincuentes”, pero también hay agradecimiento y “una deuda eterna” con el capitán del Stanbrook, Archibald Dickson, cuyo nombre nunca se le ha olvidado. Ni a ella ni a ninguno de los pasajeros. Su figura, de hecho, ha sido en los últimos años rescatada del olvido y en el puerto de Alicante su busto, que ha sido vandalizado en varias ocasiones, recuerda su hazaña. “Todos los que embarcamos le debemos la vida”, zanja María Egea.

Fuente: