sábado, 3 de octubre de 2009

"Ha llegado el momento de definir la estrategia" Entrevista al filósofo francés Daniel Bensaïd.

El filósofo francés Daniel Bensaïd acaba de publicar su Elogio de la Política Profana (traducción de Susana Rodríguez -Vida, Península), una obra densa y compleja, con la que este pensador espera contribuir a un contraataque de la izquierda transformadora capaz de sacar a la gente modesta del marasmo de la crisis que no pasa.
En su elogio, este pensador eminentemente político, es desconcertante. En el contexto presente, el del "autoritarismo liberal", y sin ocultar su pertenencia al Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) francés, Bensaïd intenta hallar dónde se encuentran los polos de resistencia fértiles. Y, entre ellos, intenta separar la paja del grano, cargando a veces con virulencia contra algunos teóricos que, so pretexto de describir la "sociedad civil", "el movimiento alterglobalista" o "el nuevo radicalismo", definen teorías que lo condenan a la esterilidad.
Elogio de la Política Profana es un título que suena bastante misterioso. ¿Qué es eso?
¡Ah! ¿suena misterioso?
"Términos como alter evitan tener que definir el proyecto"
A mí me lo pareció.
Bien pues, vayamos por partes. Esta obra es, primero, un elogio simplemente de la política, de la política verdadera frente a la situación actual. Como dijo Hannah Arendt: unos automatismos de mercado administrados por un poder político gestor sin verdadero pluralismo. También es una obra que elogia la política profana, frente al advenimiento de la religiosidad en la política por todas partes. Ese renacimiento es evidente en la Cruzada del bien contra el mal de EEUU. También en Europa, donde es fuerte la tentación con Nicolas Sarkozy a la cabeza de redefinir a la UE como cristiandad, expulsando a Turquía. Hay un tercer ejemplo. No sé en España, pero aquí el vocabulario religioso está penetrando cada vez más el discurso jurídico. El condenado no sólo debe cumplir su pena, sino que además debe abjurar, decir que se ha vuelto bueno. Es algo que no viene del Derecho, sino de la religión.
También alude usted a la invasión religiosa en el campo crítico.
Sí, la dimensión religiosa está clara en pensadores como Toni Negri, y sus alusiones a San Francisco. Badiou tiene algo de religioso por su teoría del acontecimiento, irrupción de un posible venido de la nada... Lo religioso se extiende sobre todo en "el seno del pueblo", como dice usted, por la vía de la disolución del espíritu de clases. La ofensiva liberal ha logrado destruir muchas solidaridades de clase. Ese es un revés del que todavía no nos hemos repuesto. En consecuencia, hay solidaridades religiosas, comunitarias, que se están disparando. En Francia se insiste mucho en el velo islámico, cuando en realidad ese repliegue comunitarista se observa también en círculos judíos.
Con la inestimable ayuda de Benjamin, Arendt y Schmitt, radiografía usted la dominación actual. Luego examina los polos de resistencia para devolver la Historia hacia la emancipación. ¿Pesimista u optimista?
Sólo intento percibir con claridad el momento político. Todo sigue dominado por la derrota de los años ochenta, cuando desaparece la idea de emancipación. Pero hubo un punto de inflexión de las ideas a finales de los años noventa. Es incuestionable. El movimiento alterglobalista reúne a cientos de miles de personas y lanza los foros. Pero yo creo que todos esos hechos clave nos han llevado a un momento utópico. Es decir, unas ideas de emancipación que no se confrontan a la aplicación práctica de lo posible. De ahí que usen y abusen del término "alter", "otro", "otra"... "Otro mundo es posible", "la otra izquierda", "la otra campaña"... Eso evita tener que definir, eso demuestra que no hay madurez. No soy ni pesimista ni optimista. Creo que hay que pasar de esta etapa y definir la estrategia. ¿Qué va a pasar?(Seguir leyendo aquí)(Público, Andrés Pérez)

Vanessa


Mercedes Sosa, la gran cantante, está pasando unos momentos malos de salud. Con nuestros mejores deseos, en su honor escuchamos esta canción.

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