viernes, 4 de junio de 2010

Boris Pahor un testigo más de los crímenes nazis

Tras décadas en la sombra, 'Necrópolis' se convierte en un 'best seller' en Italia - El autor, de 97 años, relata su feroz experiencia en un campo nazi

Hay famas tardías, pero probablemente ninguna se parece a la de Boris Pahor. Esloveno-italiano nacido en Trieste, cumplirá pronto 97 años. Pero no hace ni una década que su nombre suena entre los buenos lectores y que se sabe que es un personaje excepcional y autor de una de las cumbres de la literatura del Holocausto

El libro se titula Necrópolis, lo presenta en España Anagrama como uno de los lanzamientos clave de la Feria del Libro y está a la altura de los de Primo Levi o Imre Kertész. La novela arranca con el regreso de Pahor, metido sin querer entre un grupo de turistas franceses, a las ruinas-museo del campo nazi de Natzweiler-Struthof, situado en Alsacia. Pahor llegó allí deportado por la Gestapo tras ser detenido en Trieste como militante antifascista.

Irónicamente, en el campo fue tratado como prisionero italiano y no esloveno, aunque pasó años combatiendo contra la Italia que trataba de destruir la identidad eslovena. "Nosotros, eslovenos del litoral, afirmamos obstinadamente ser yugoslavos", escribe. "El corazón y la mente se rebelan al pensamiento de ser eliminados como pertenecientes a una nación que siempre había tratado de asimilar a los eslovenos y los croatas".

Se salvó de morir gracias a un médico francés y a otro noruego. Fue su intérprete en el hospital y allí vio apagarse a decenas de prisioneros; luego pasó al campo de Dachau como enfermero, y de allí al de Dora y al de Bergen Belsen. Su periplo acabó en Buchenwald, cuando ya había sido liberado, y más tarde en un sanatorio francés, donde pasó año y medio reponiéndose de una tuberculosis... (MIGUEL MORA - Roma - 04/06/2010, El País) Seguir aquí.

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