Esta noche de ilusión nos visitarán nuestros tradicionales Reyes Magos, todos nosotros, en nuestros primeros años de niñez creíamos en tan inocente engaño. Durante nuestra andadura por el misterio de la vida hemos, según se mire, sufrido o disfrutado de grandes cuentos y mentiras que "sin ánimo de lucro", se han ido transmitiendo de padres a hijos, y quizás ésta de la Epifanía sea una de las que esté perdurando sin grandes cambios generacionales, por suerte, el sistema educativo y la modernización de la familia, han dado al traste con la trola de la cigüeña como medio de transporte y reparto de nuevos hermanitos. Confieso que me tocó vivir una época no demasiado incómoda, o así es como perdura en mi memoria, pero en donde el miedo era casi por excelencia el mensaje continuo que machacaba cualquier manifestación de divertimento. Resultaba por ejemplo, que nuestro Dios y Señor Jesucristo era infinitamente bueno y poderoso y que todo lo veía, incluso nuestros más íntimos pensamientos, premiando a los buenos y castigando a los malos con el temido y "HORROROSO INFIERNO". Mira por donde que los Reyes Magos también disponían de ese poder para ver todo lo que hacíamos y dependiendo de nuestro comportamiento, podían castigarnos sin juguetes ni regalos que, por otro lado, gracias a la escases de aquellos tiempos, obligaba a no recibir juguetes nada más que en esa ocasión. Llegado a este punto corto, que me conozco y me extiendo demasiado, cuando lo que quiero decir es que ¡¡Me Daban Miedo Los Reyes Magos!! y esta noche lo pasaba francamente mal pensando que entrarían en mi casa sin que mis padres pudieran evitarlo. Menos mal que a la mañana siguiente en los pies de mi cama encontraba aquellos juguetes que recompensaban con creces el sufrimiento de mi conciencia no demasiada tranquila.
A pesar de ciertas travesuras que adornan de cosquilleantes burbujas vuestras vidas, se que en general os habéis portado bien y habéis sido buenos, por eso esta noche los Reyes Magos van a ser lo suficientemente generosos con todos vosotros.
(No os perdáis la foto adjunta, tiene más de 50 años, y confirma parte de lo que he dicho). Jose Peña. Ver la cabalgata de Reyes, de este año, en un lugar extraño, y algo diferente a las que por aquí vemos, en un barrio de Nueva York.
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