jueves, 24 de marzo de 2016

Italia ajusta cuentas con el fascismo. El Gobierno da luz verde a un centro de estudios en el pueblo natal de Mussolini y el Parlamento desclasifica más de 13.000 documentos sobre las masacres de los años 40.

Desde la caída del fascismo, todos los alcaldes de Predappio, el pequeño pueblo de Emilia-Romagna donde en 1883 nació Benito Mussolini, han sido de izquierdas, o socialistas o comunistas, pero todos ellos han gobernado sin sobresaltos desde un despacho situado en el antiguo dormitorio del dictador. El regidor actual, Giorgio Frassineti, del Partido Democrático (PD), recurre a la anécdota para ilustrar que, al menos aquí, una localidad de 6.500 habitantes, un 4% de paro y un 10% de inmigrantes sin problemas de integración, el pasado y el presente conviven de forma apacible. Una paz que solo se altera tres veces al año, cuando miles de ultranacionalistas nostálgicos con sus estrafalarios disfraces aprovechan el aniversario del nacimiento, la muerte y la marcha sobre Roma del Duce para visitar su cripta con el brazo en alto. “Y yo no estoy dispuesto”, dice al alcalde Frassineti, “a seguir dejando que Mussolini sea el patrimonio exclusivo de esos exaltados neofascistas o de los cuatro negociantes que venden porras, camisetas o estatuillas con la efigie del dictador. Se trata de algo mucho más serio, trágico, y tenemos la obligación de entenderlo”.

...En Italia, un alcalde de centro izquierda y un jefe del Gobierno también del PD —aunque Matteo Renzi no es de izquierdas ni de derechas sino todo lo contrario— se han aliado para resucitar, con el apoyo de una larga lista de expertos y un buen número de universidades del país, la figura histórica del dictador. En los últimos días, un subsecretario y varios técnicos del Gobierno de Italia han visitado Predappio y se han comprometido a aportar de las arcas públicas 4,5 de los más de 5 millones de euros que, tirando por lo bajo, costará rehabilitar la antigua Casa del Fascio, situada frente al ayuntamiento —donde vivió la familia Mussolini— y a dos pasos de la casa donde nació el dictador, cuyos padres —un herrero y una maestra socialistas— bautizaron con tres nombres de pila. Benito, por el revolucionario mexicano Juárez, Amilcare, por el anarquista italiano Cipriani, y Andrea, por Costa, uno de los fundadores del socialismo italiano. “Desde 1922 a 1943, durante todo el periodo fascista”, explica el alcalde Frassineti tras localizar en su manojo de llaves las de la casa donde tuvo su cuna el dictador, “Predappio se convirtió en el lugar desde donde se propagó el mito del hombre nuevo, un lugar de peregrinaje para miles de italianos. En esta escalera se fotografió media Italia”...
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/03/07/actualidad/1457372447_498385.html

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