Desde la caída del fascismo, todos los alcaldes de Predappio, el pequeño pueblo de Emilia-Romagna donde en 1883 nació Benito Mussolini, han sido de izquierdas, o socialistas o comunistas, pero todos ellos han gobernado sin sobresaltos desde un despacho situado en el antiguo dormitorio del dictador. El regidor actual, Giorgio Frassineti, del Partido Democrático (PD), recurre a la anécdota para ilustrar que, al menos aquí, una localidad de 6.500 habitantes, un 4% de paro y un 10% de inmigrantes sin problemas de integración, el pasado y el presente conviven de forma apacible. Una paz que solo se altera tres veces al año, cuando miles de ultranacionalistas nostálgicos con sus estrafalarios disfraces aprovechan el aniversario del nacimiento, la muerte y la marcha sobre Roma del Duce para visitar su cripta con el brazo en alto. “Y yo no estoy dispuesto”, dice al alcalde Frassineti, “a seguir dejando que Mussolini sea el patrimonio exclusivo de esos exaltados neofascistas o de los cuatro negociantes que venden porras, camisetas o estatuillas con la efigie del dictador. Se trata de algo mucho más serio, trágico, y tenemos la obligación de entenderlo”.
...En Italia, un alcalde de centro izquierda y un jefe del Gobierno también del PD —aunque Matteo Renzi no es de izquierdas ni de derechas sino todo lo contrario— se han aliado para resucitar, con el apoyo de una larga lista de expertos y un buen número de universidades del país, la figura histórica del dictador. En los últimos días, un subsecretario y varios técnicos del Gobierno de Italia han visitado Predappio y se han comprometido a aportar de las arcas públicas 4,5 de los más de 5 millones de euros que, tirando por lo bajo, costará rehabilitar la antigua Casa del Fascio, situada frente al ayuntamiento —donde vivió la familia Mussolini— y a dos pasos de la casa donde nació el dictador, cuyos padres —un herrero y una maestra socialistas— bautizaron con tres nombres de pila. Benito, por el revolucionario mexicano Juárez, Amilcare, por el anarquista italiano Cipriani, y Andrea, por Costa, uno de los fundadores del socialismo italiano. “Desde 1922 a 1943, durante todo el periodo fascista”, explica el alcalde Frassineti tras localizar en su manojo de llaves las de la casa donde tuvo su cuna el dictador, “Predappio se convirtió en el lugar desde donde se propagó el mito del hombre nuevo, un lugar de peregrinaje para miles de italianos. En esta escalera se fotografió media Italia”...
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/03/07/actualidad/1457372447_498385.html
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jueves, 24 de marzo de 2016
viernes, 17 de julio de 2015
Inverosímil. En resumen: ¿lo de Tsipras ha sido un accidente o un ajuste de cuentas?
Un coche negro entra como un rayo en la plaza de Sintagma, aminora la velocidad, se abre una puerta y un fardo es arrojado fuera. Cuando el automóvil desaparece, la gente se acerca al bulto, que resulta ser un hombre con la cara hinchada a golpes y la nariz rota. Los párpados abultan como pelotas de tenis y los labios parecen una masa informe de carne picada entre la que brillan fragmentos de lo que debió de ser la dentadura. No es difícil suponer, por el silbido que a modo de respiración escapa del agujero donde estaba la boca, que tiene tres o cuatro costillas clavadas en los pulmones. El resto de su cuerpo no está mejor: una de las piernas aparece extrañamente retorcida y le falta un zapato. Es Alexis Tsipras, el mensajero que los griegos enviaron a Europa para renegociar su deuda. He aquí nuestra respuesta, parecen responder los acreedores.
Debe de haber en todo este asunto aspectos que se nos escapan.
Si razonamos desde lo que sabemos, o creemos saber, los hechos resultan completamente inverosímiles. Veamos: la UE propone a Grecia una solución imposible. Tsipras convoca un referéndum y vuelve a Bruselas con un mensaje claro de su pueblo. A los dos días, inexplicablemente, firma un acuerdo peor que el que aconsejó la convocatoria de la consulta y regresa a casa humillado, escupido, zarandeado y con muestras de desvarío mental. Al mismo tiempo, nos enteramos de que quienes venían prestando a Grecia el dinero que ahora le reclaman y que consintieron su ingreso en el euro sabían que se trataba de un país sin Hacienda, sin Tesoro, sin catastro y sin instituciones públicas en general, además de corrupto. ¿Por qué hacíamos negocios con él? En resumen: ¿lo de Tsipras ha sido un accidente o un ajuste de cuentas?
Juan José Millás, El País.
Debe de haber en todo este asunto aspectos que se nos escapan.
Si razonamos desde lo que sabemos, o creemos saber, los hechos resultan completamente inverosímiles. Veamos: la UE propone a Grecia una solución imposible. Tsipras convoca un referéndum y vuelve a Bruselas con un mensaje claro de su pueblo. A los dos días, inexplicablemente, firma un acuerdo peor que el que aconsejó la convocatoria de la consulta y regresa a casa humillado, escupido, zarandeado y con muestras de desvarío mental. Al mismo tiempo, nos enteramos de que quienes venían prestando a Grecia el dinero que ahora le reclaman y que consintieron su ingreso en el euro sabían que se trataba de un país sin Hacienda, sin Tesoro, sin catastro y sin instituciones públicas en general, además de corrupto. ¿Por qué hacíamos negocios con él? En resumen: ¿lo de Tsipras ha sido un accidente o un ajuste de cuentas?
Juan José Millás, El País.
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