_- Francisco Álvarez (Madrid, 1946) conoce bien el entramado económico actual. Tras ser vicepresidente de la Bolsa de París y consejero-director de la Bolsa de Valencia, en 2000 abandonó una trayectoria bursátil de treinta años y se unió a la teoría de la Economía del bien común (EBC). Se trata de una propuesta nacida en Alemania en 2008, y que defiende el cambio del modelo económico actual. La EBC entiende el dinero como un medio para alcanzar el máximo bienestar social, no como un fin en sí mismo. ¿Es posible otra Economía?
La economía del bien común es un modelo alternativo impulsado por Christian Felber. Nacida en 2010, intenta buscar un camino intermedio entre el capitalismo y el comunismo. En este tiempo de recorrido, ¿ha demostrado su viabilidad?
La EBC es un modelo económico, pero es también una herramienta concreta que permite construir un modelo económico con rostro humano. Nació hace cuatro años y ya da muchos resultados: más de 1 700 empresas apoyan la iniciativa. Algunos municipios se están convirtiendo en «municipios del bien común». Incluso ya hay una primera región en Italia, y una región austríaca tiene el programa gubernamental fundamentado en la EBC. Cada vez más universidades impulsan proyectos de investigación de enseñanza, implementación y difusión pública del modelo económico del bien común. En Alemania, los financia el Ministerio de Educación.
Según indican en sus principios, el movimiento pretende cambiar ánimo de lucro y la competencia por cooperación y contribución al bien común,. De este modo, las empresas que practiquen lo primero tendrán desventajas y se «recompensará» a las segundas.
Se hará… y ya se hace, «de abajo arriba» y no «de arriba abajo», como ejecuta el modelo económico vigente. ¿Qué es una empresa? Un conjunto de actores (emprendedores, financiadores, trabajadores, proveedores, clientes y el entorno en el que la empresa se encuentra).¿Es utópico, —o revolucionario— reconocer que todos ellos son los que hacen que una empresa exista? No, no lo es: es evidente. Entonces, ¿por qué no hacer participar a todos estos actores en un ejercicio-balance común que permita determinar si la empresa contribuye al bienestar social de todos? Una vez realizado este ejercicio, y dado que las empresas se encuentran ubicadas en municipios, serán los ayuntamientos los que decidan si recompensan o no a las empresas que crean bienestar con respecto a aquellas que no lo hacen. Este procedimiento puede extrapolarse a las regiones y más tarde al Estado en su conjunto. La EBC no impone, propone, y si en el movimiento «de abajo arriba» lle- gamos a nivel nacional y la mayoría decide que hay que legislar… pues a legislar. En la práctica es muy simple: ¿qué dice la Constitución española? Que la soberanía reside en el pueblo. Pues bien, vamos a aplicar la Constitución: toda legislación debe ser el resultado de lo que decida la mayoría. «De abajo arriba».
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