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miércoles, 20 de septiembre de 2023

_- 3 factores que disminuyen el riesgo de sufrir deterioro cognitivo (y 2 que lo aumentan)


_- Científicos de la Universidad de Columbia estudiaron la función cognitiva de cerca de 3.000 personas para investigar el deterioro cognitivo leve.

Aproximadamente dos de cada 10 personas mayores de 65 años tienen un deterioro cognitivo leve, como un cambio notable en la memoria, la capacidad de resolver problemas o la atención.

Este deterioro es causado, en parte, por los mismos cambios cerebrales que ocurren en la demencia.

Si bien el deterioro cognitivo leve a menudo tiene poco efecto en la forma de vida de una persona, entre el 5% y el 10% de quienes lo padecen desarrollarán demencia.

Por qué algunas personas con deterioro cognitivo leve desarrollan demencia y otras no ha sido un misterio desde hace mucho tiempo.

Pero un estudio reciente de la Universidad de Columbia en Nueva York identificó varios factores que determinan si una persona tiene más o menos probabilidades de desarrollar un deterioro cognitivo leve.

Estos hallazgos podrían darnos una pista sobre quiénes tienen más probabilidades de desarrollar demencia.

Los investigadores observaron a 2.903 personas de 65 años o más y rastrearon su función cerebral durante nueve años.

Para detectar el deterioro cognitivo se observó si los participantes no diagnosticados con demencia tenían problemas con un ejercicio de memoria o si habían relatado tener dificultades con ciertas tareas diarias (como usar el teléfono).

Al comienzo del estudio, todos los participantes tenían una función cerebral normal. Luego de seis años, 1.805 participantes tenían una función cognitiva normal, 752 tenían un deterioro cognitivo leve y 301 tenían demencia.
Mujeres mayores en una clase de gimnasia

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,


Las personas más activas física o socialmente tienen un riesgo ligeramente menor de desarrollar un deterioro cognitivo leve.

Los investigadores hicieron luego un seguimiento del grupo con deterioro cognitivo durante otros tres años.

Como algunos participantes "se perdieron durante el seguimiento", los investigadores solo pudieron observar a 480 personas del grupo original de deterioro cognitivo leve.

Si bien 142 todavía tenían un deterioro cognitivo leve, encontraron que 62 personas de este grupo ahora tenían demencia.

Los investigadores también encontraron que 276 personas ya no cumplían con los criterios de deterioro cognitivo leve, lo que nos muestra que el deterioro cognitivo leve no siempre conduce a la demencia y no es necesariamente permanente.

Veamos primero los factores relacionados con un menor riesgo de desarrollar un deterioro cognitivo leve.

Menor riesgo
1. Educación

El tiempo dedicado a la educación es un factor que reduce el riesgo de sufrir un deterioro cognitivo leve.

Las personas que habían estudiado en promedio durante 11,5 años tenían un 5% menos de probabilidades de desarrollar un deterioro cognitivo leve en que aquellas que lo habían hecho durante 10 años.

La educación ayuda al cerebro a construir más neuronas y conexiones.

El estudio no diferencia entre el tipo de educación (escuela primaria o educación superior).

Una teoría para este vínculo es que un tiempo más prolongado en la educación está relacionado con un nivel socioeconómico más alto, lo que puede significar que una persona tiene acceso a un estilo de vida más saludable y mejor atención médica.

Otra teoría es que la educación ayuda al cerebro a construir más neuronas y conexiones. Esto puede ayudar al cerebro a compensar cualquier cambio que ocurra por un deterioro cognitivo leve, como la pérdida de memoria.

2. Ejercicio y actividades de ocio

Las personas que eran más activas física o socialmente tenían un riesgo ligeramente menor de desarrollar un deterioro cognitivo leve.

Para medir qué tan sociales o activos eran los participantes, estos completaron un cuestionario sobre el tipo y frecuencia de actividades que realizaban, como caminar o ir al cine.

Los investigadores dieron a los participantes una puntuación máxima de 13. Cuanto mayor era la puntuación, más activo era el participante.

La actividad física de intensidad moderada (como nadar) durante la mediana edad o la vejez puede reducir el riesgo de deterioro cognitivo leve.

Aquellos que no tenían un deterioro cognitivo leve obtuvieron un promedio de 7,5, mientras que aquellos con un deterioro cognitivo leve registraron un puntaje ligeramente más bajo, 7,4.

Las personas con demencia obtuvieron una puntuación de 5,8.

Estudios anteriores también han demostrado que la actividad física de intensidad moderada (como nadar) durante la mediana edad o la vejez puede reducir el riesgo de deterioro cognitivo leve.

El efecto protector del ejercicio podría explicarse por cambios estructurales beneficiosos que ocurren en nuestro cerebro como resultado de la actividad física. Hay evidencia creciente también de que participar en actividades sociales puede ayudar a mantener la salud del cerebro y reducir el riesgo de muerte prematura.

3. Ingresos

Las personas con un ingreso superior a US$36.000 al año tenían un 20% menos de probabilidad de desarrollar deterioro cognitivo leve en comparación con las que ganaban menos de US$9.000 al año.

El ingreso probablemente está relacionado con un menor riesgo de deterioro cognitivo por razones similares a la educación. Las personas con ingresos más altos tienen más probabilidades de pagar una mejor atención médica y de tener una dieta y estilo de vida más saludables.

También pueden vivir en áreas donde los factores ambientales, como la contaminación, tienen menos efecto sobre ellos.

Esto es importante, ya que hay cada vez más evidencia de que la contaminación puede estar relacionada con afecciones como el alzhéimer y el párkinson.

Mayor riesgo
Los investigadores de la Universidad de Columbia también identificaron varios factores asociados con un mayor riesgo de desarrollar deterioro cognitivo leve.

Estos factores incluyen:

1. Genética
Se encontró que la presencia del alelo AP0E E4 (una de dos o más versiones de un gen) aumenta el riesgo de desarrollar deterioro cognitivo leve en un 18%.

Este hallazgo concuerda con evidencia anterior que también muestra que este alelo puede aumentar el riesgo de demencia.

Las personas con AP0E E4 tienen alrededor de tres veces más probabilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer que aquellas con una variante diferente del gen AP0E.

La razón, creen los científicos, es que esta variante hace que las personas sean más propensas a acumular depósitos de proteínas tóxicas en el cerebro, una característica de la enfermedad de Alzheimer.

Los investigadores también creen que este gen solo causa daño en la vejez.

La importancia del ingreso se explica porque puede influir en el acceso a una dieta saludable y a mejores servicios de salud.

2. Problemas de salud subyacentes

Las personas con una o más afecciones de salud crónicas, como enfermedades cardíacas, depresión o diabetes, tienen un riesgo 9% mayor de desarrollar un deterioro cognitivo leve, según los investigadores de la Universidad de Columbia.

La mayor carga de varias afecciones de salud podría llevar a una persona a involucrarse menos en sus actividades diarias habituales o en su vida social. Ambos cambios en el comportamiento pueden acelerar el deterioro de la salud del cerebro.

También se sabe que otras afecciones, como las enfermedades cardíacas, aumentan el riesgo de deterioro cognitivo.

"Nuestros cerebros son dinámicos"
Este estudio nos recuerda que el deterioro cognitivo leve no es necesariamente un preludio de la demencia.

De hecho, algunos participantes del estudio con un deterioro cognitivo leve volvieron a tener una función cerebral normal.

El efecto protector del ejercicio podría explicarse por cambios estructurales beneficiosos que ocurren en nuestro cerebro como resultado de la actividad física.

No es del todo seguro por qué, pero podría deberse a cambios en el estilo de vida después del diagnóstico (como hacer más ejercicio) que pueden haber mejorado los resultados.

También podría ser que algunos participantes hayan sido diagnosticados erróneamente al comienzo del estudio, pero esto es poco probable dada la amplia gama de herramientas utilizadas para confirmar sus diagnósticos.

Nuestros cerebros son dinámicos y mantenerlos activos a lo largo de nuestra vida es importante para mantener una buena función cerebral.

Si bien existen algunos factores de riesgo, como nuestros genes, que no podemos cambiar, mantenernos activos y llevar un estilo de vida saludable puede ser una forma de reducir nuestro riesgo de deterioro cognitivo leve y de demencia.

*Este artículo se publicó originalmente en The Conversation. Puedes leer la versión original y ver los vínculos a todos los estudios científicos mencionados aquí.

Mark Dallas es profesor asociado de neurociencia celular en la Universidad de Reading en Reino Unido.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-59653422

jueves, 9 de septiembre de 2010

La vitamina B puede prevenir el Alzheimer (BBC)

Un estudio reciente sugiere que altas dosis de vitamina B puede reducir a la mitad la contracción del cerebro en las personas mayores que experimentan algunos signos de la enfermedad de Alzheimer.
La contracción del cerebro es uno de los síntomas del deterioro cognitivo ligero, que a menudo conduce a la demencia.
Algunos investigadores dicen que esto podría ser el primer paso para encontrar una manera de retrasar la aparición del Alzheimer.
Los expertos dijeron que estos hallazgos son importantes, pero que se necesita más investigación.
El estudio, publicado en la revista Public Library of Science One, examinó a 168 personas mayores que experimentan ciertos niveles de deterioro mental conocido como deterioro cognitivo leve.
Esta condición, marcada por lapsos de memoria leve y problemas de lenguaje, está más allá de lo que pudiera explicarse como el envejecimiento normal y puede ser un precursor de la enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia.
La mitad de los voluntarios recibieron una tableta diaria conteniendo niveles de la familia B de vitaminas, como el ácido fólico, B6 y B12 muy por encima de la cantidad diaria recomendada. La otra mitad recibió un placebo.
Después de dos años, la tasa a la que sus cerebros se habían reducido se midió.
El cerebro se encoge en promedio a una tasa de 0,5% al año después de la edad de 60 años. Los cerebros de las personas con deterioro cognitivo leve se encogen el doble de rápido. En los pacientes que sufren Alzheimer la contracción del cerebro es de 2,5% al año.
El equipo de científicos, del Proyecto Oxford para investigar la Memoria y el Envejecimiento (Optima, por sus siglas en inglés), encontró que en promedio, en los que recibieron suplementos de vitamina, la contracción del cerebro disminuyó un 30%. En algunos casos se redujo en más del 50%, haciendo que su atrofia cerebral no fuera peor que la de las personas sin deterioro cognitivo.
Ciertas vitaminas de la familia B, como el ácido fólico, la vitamina B6 y la B12 controlan los niveles de una sustancia conocida como homocisteína en la sangre. Los niveles altos de homocisteína están asociados con una contracción más rápida del cerebro y con la enfermedad de Alzheimer.
Los autores del estudio creen que el efecto de las vitaminas B en los niveles de homocisteína fue el efecto que ayudó a frenar el ritmo de la contracción del cerebro.
El director de la investigación, profesor David Smith, dijo que los resultados fueron más significativos de lo que esperaba.
"Es un efecto mayor de lo que nadie podría haber sospechado", dijo. "Y nos está diciendo algo biológico. "Estas vitaminas están haciendo algo a la estructura del cerebro. Lo están protegiendo, y eso es muy importante porque tenemos que proteger al cerebro para prevenir la enfermedad de Alzheimer " Profesor David Smith, director de la investigación "Estas vitaminas están haciendo algo a la estructura del cerebro. Lo están protegiendo, y eso es muy importante porque tenemos que proteger al cerebro para prevenir la enfermedad de Alzheimer”, explicó.
Dijo que es necesario realizar más investigaciones, para saber si altas dosis de vitaminas B realmente impiden el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer en personas que tienen deterioro cognitivo leve.
La organización Alzheimer's Trust, que cofinanció el estudio, también pidió más investigaciones. "Estos son resultados muy importantes. Las vitaminas B empiezan a mostrar una perspectiva en la protección de algunas personas del mal de Alzheimer en la vejez", dijo la directora ejecutiva Rebecca Wood. "Los resultados deben inspirar una gran investigación ampliada para estudiar a la gente que se espera desarrollen el mal de Alzheimer".
El grupo de vitaminas B se encuentra naturalmente en muchos alimentos, incluyendo carne, pescado, huevos y vegetales verdes. Sin embargo, los expertos aconsejan no ingerir más vitamina B de los niveles recomendados a la luz de estos hallazgos.
Chris Kennard, presidente del Consejo de Investigación Médica y de la Junta de Neurociencias y Salud Mental, dijo: "Tenemos que ser cautelosos al recomendar los suplementos como la vitamina B, ya que hay riesgos de salud separados si se toma en altas dosis. Se requiere más investigación antes de poder recomendar el suplemento para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer". (Jane Hughes, BBC.)
(En la foto, huevos fritos a la mallorquina, con sobrasada, -tomate, cebollas y patatas-)