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lunes, 19 de junio de 2023

_- El pasado de Rui Nabeiro existió y esta es la prueba.

_- El escritor José Luís Peixoto construye en ‘Comida de domingo’ un memorial literario con los recuerdos del empresario portugués que irguió un imperio a partir del contrabando de café.

Rui Nabeiro ocupó un lugar en el panteón de las leyendas antes de ocupar un lugar en el panteón de Campo Maior, en el Alentejo portugués, donde fue enterrado en marzo. Tuvo una vida larga que le permitió nutrir con tenacidad la galería de historias que se le exige a una figura para ser considerada extraordinaria. La primera de todas es que fue contrabandista en los tiempos en que la frontera entre Portugal y España, a unas zancadas de su casa, disimulaba su permeabilidad tras el disfraz de paso inexpugnable entre dos dictaduras. La última es que fundó una empresa portuguesa, Delta, que vende cafés a medio mundo y que dijo no a Nestlé, Pepsi y cuanta multinacional de la alimentación se ofreció a comprarla. Nabeiro quería ser un gigante sin traicionar el Alentejo.

También el escritor José Luís Peixoto vende libros en medio mundo. Su obra, narrativa y poética, está traducida a más de treinta idiomas. El último publicado en España, Comida de domingo (Alfaguara, en traducción de Antonio Sáez Delgado), es el fruto del encuentro entre ambos. Es difícil encajar el libro en un estante clásico. Se plantea como novela, pero lo narrado no es ficción. Cuenta una vida sin ser una biografía. Puestos a concretar, tal vez se le pueda considerar un memorial novelado donde el escritor pone la literatura y el protagonista los recuerdos, una criatura que contentó a ambos.

En 2019 el empresario, que había rechazado otras propuestas para escribir sobre su vida, preguntó al escritor si se animaba a biografiarle. A Peixoto no le tentó la idea de abordar el estudio histórico de una vida, pero sí tramar una novela a partir del testimonio de Nabeiro, admirado en Portugal tanto por su arrojo en los negocios como por un genuino compromiso social. En cierto sentido había hecho un viaje similar en Autobiografía, un libro que giraba alrededor de José Saramago.

Comenzaron a verse en septiembre de aquel año y, pese a que la pandemia dificultó los encuentros, el escritor finalizó el proyecto en febrero de 2021, un mes antes de su publicación en Portugal. Su éxito fue inmediato: 30.000 ejemplares en apenas tres meses. La alianza era poderosa: uno de los autores más celebrados escribía sobre el empresario más querido. Una forma de fijar la realidad antes de que se transformase y desapareciese, como acabaría ocurriendo el 19 de marzo de 2023 con el fallecimiento de Rui Nabeiro. “El pasado tiene que probar constantemente que existió”, escribe Peixoto al comienzo de la novela. “Aquello que fue olvidado y lo que no existió ocupan el mismo lugar. Hay mucha realidad a pasear por ahí, frágil, transportada solo por una única persona. Si ese individuo desaparece, toda esa realidad desaparece sin contemplaciones, no existe forma de recuperarla, es como si nunca hubiese existido”.

En Comida de domingo se suceden momentos de la vida de su protagonista, un empresario de 89 años llamado Rui, nacido en una familia modesta de Campo Maior en un tiempo igual de modesto. Saltando del pasado al presente y de la primera a la tercera persona, el libro se detiene en episodios que incluyen escenas corrientes, como un modesto desayuno de sopas con leche, y hechos excepcionales, como la inauguración del puente Salazar (hoy 25 de Abril) sobre el Tajo el 6 de agosto de 1966. La recreación incluye ese momento mágico en el que el señor Rui recibe a los enviados de una multinacional con una oferta para comprar su empresa “con números que no son de este mundo”. Les ha escuchado pero jamás ha dudado de su respuesta negativa: “Comprar todo lo que tenemos es comprar nuestra vida”.

Por el libro desfilan la familia de Rui y políticos como Mário Soares, el primer socialista que presidió la República, o el español Felipe González. El empresario, entonces alcalde de su localidad y simpatizante socialista, evoca el cocido de garbanzos que improvisó para ellos en la cooperativa Progresso Campomaiorense antes de un mitin en Badajoz. En la ciudad extremeña siempre encontró complicidad el fundador de Delta Cafés, ya fuese para cortarse el pelo o para refugiarse mientras le investigaba la Fiscalía lusa por fraude fiscal. El caso acabó sin caso y Nabeiro regresó a su Alentejo.

El libro se proyecta sobre la historia de un individuo que hace memoria en vísperas de cumplir noventa años. A través de esa existencia privilegiada por la longevidad y el triunfo, es también una reflexión sobre el sentido de la vida. El protagonista de Comida de domingo sabe que está llegando al final y eso le coloca de inmediato en una posición de clarividencia. “No solo tenía la sensación de que toda la gente se estaba muriendo, comenzaba a sentir que toda la gente ya estaba muerta”, piensa en el tanatorio cuando acude a despedirse de su “amigo más sincero”.

Hay implícita una reivindicación de la experiencia, de quienes ya lo han hecho y visto casi todo y son, por tanto, capaces de anticipar lo que harán o verán los otros en el futuro. El señor Rui tiene el cuerpo de un anciano con rigideces físicas y amnesias fugaces, pero su mente es la de un visionario. El éxito, además, le garantiza un lugar de honor en la sociedad. A diferencia de otros, no ha sido relegado al rincón de no molestar. La novela muestra la complejidad de un hombre de 89 años, con sus grandezas y sus límites. En realidad Peixoto habla de Nabeiro, pero también de sí mismo, la materia que casi siempre está en el origen de su literatura.

miércoles, 31 de agosto de 2022

_- ¿Buenos o malos para la salud? Los mitos sobre el café y el vino tinto que quizás sigues pensando que son ciertos

_- A menudo se nos bombardea con información sobre alimentos y sustancias que supuestamente son beneficiosos por sus efectos "protectores" en la salud y sus "virtudes nutricionales". 

Pero los consejos dietéticos y las opiniones que escuchamos sobre muchos alimentos parecen estar cambiando todo el tiempo.

Dos de las sustancias alimenticias más estudiadas por sus efectos en la salud humana son el café y el vino tinto.

Y sobre estos se nos ha dicho, confusamente, que pueden tener impactos "dañinos" y "perjudiciales" o "beneficiosos" y "protectores" en nuestro organismo.

¿Qué dicen los estudios científicos más recientes sobre estas bebidas? Consultamos a dos científicos que han estado investigado el efecto del café y el vino tinto en la salud humana.

El café y la mortalidad
Esa taza matutina de café que forma parte de nuestra rutina diaria puede estar alargándonos la vida.

O al menos esa es la conclusión de un estudio publicado en julio en Annals of Internal Medicine, que siguió a casi 200.000 personas durante 10 años.

Los investigadores encontraron que los que bebían de 1,5 a 3,5 tazas de café al día -incluso con una cucharadita de azúcar- tuvieron hasta 30% menos probabilidades de morir durante la década del estudio que quienes no bebían café.

Para los que bebían café sin azúcar el riesgo de morir fue de entre 16 y 21% menos. Y quienes menos riesgo de muerte tuvieron durante el periodo del estudio fueron los que tomaban tres tazas de café al día.

No es el primer estudio que encuentra una reducción en el riesgo de morir entre quienes toman café. En 2018 otro estudio que siguió a más de 500.000 personas durante 10 años también encontró una reducción de 16% en el riesgo de muerte prematura.

Y varios estudios encontraron esa reducción incluso entre quienes bebían café descafeinado, lo que sugiere que el beneficio proviene de algunos de los miles de compuestos que contiene el café.

Mucha gente, sin embargo, sigue pensando que el café es perjudicial y que debemos limitar nuestro consumo de esta sustancia. ¿Hemos estado equivocados sobre el café?

"Desde hace ya bastante tiempo, nuestra perspectiva sobre el efecto del café en la salud ha cambiado radicalmente", le dice a BBC Mundo la doctora Esther López-García, profesora de medicina preventiva y salud pública de la Universidad Autónoma de Madrid, quien ha participado en varios estudios sobre los efectos del café en el desarrollo de enfermedad cardiovascular y discapacidad.

"A partir del año 2003 se empezaron a realizar estudios en grandes poblaciones, en las que se medía el consumo de café de forma habitual durante años y se veía cómo afectaba al riesgo de muerte prematura, enfermedad cardiovascular o diabetes tipo 2", explica López-García.

"Se vio que, si se ajustaba correctamente por factores que también afectaban a la salud, como el consumo de tabaco y alcohol, el consumo habitual de café no tenía efectos perjudiciales. Hasta se vio que era beneficioso para prevenir el desarrollo de diabetes tipo 2 e ictus.

"Se vio también que los efectos perjudiciales de la cafeína no se mantienen en los consumidores habituales, que desarrollan tolerancia a esta sustancia, y en ellos, los efectos beneficiosos de otros componentes del café tienen más impacto en la salud", señala la experta.

En los numerosos estudios que se han hecho sobre el café ha surgido evidencia sobre sus supuestos efectos protectores contra la enfermedad de Parkinson, y se ha hablado también de que protege contra el deterioro cognitivo en general, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer.

Pero la profesora López-García subraya que "las evidencias más sólidas son para la diabetes tipo 2. Para el resto de enfermedades, no está todavía claro".

"Se sabe que no es perjudicial para las enfermedades cardiovasculares y tampoco para el cáncer de mama. Y se piensa que la cafeína reduce el riesgo de enfermedades neurodegenerativas, pero los resultados no están todavía claros".

El café contiene más de mil compuestos químicos,y muchos de ellos están siendo ampliamente investigados.

Contiene, por ejemplo, una enorme cantidad de antioxidantes, que otras investigaciones han mostrado que pueden prevenir o retrasar el daño celular. La profesora López-García explica que los efectos beneficiosos del café se deben fundamentalmente a uno de estos antioxidantes: el ácido clorogénico.

"Es un antioxidante que tiene muchos efectos beneficiosos en el metabolismo de la glucosa. También contiene otras sustancias, como magnesio, que es un mineral con numerosos efectos en la salud", señala.

Quizás parte de la "mala imagen" que ha tenido el café en el pasado se debe a que en algunas personas la cafeína puede provocar ansiedad o insomnio.

Es por eso que la experta de la Universidad Autónoma de Madrid subraya que en personas sanas el consumo habitual de 3 a 5 tazas de café "podría ser beneficioso".

"Hoy en día el consumo de café, sin azúcar, se recomienda como bebida saludable en muchas guías alimentarias".

Pero agrega que "todas las personas con problemas de salud que pueden empeorar con el consumo de café (insomnio, ansiedad, hipertensión no controlada, reflujo gastroesofágico o arritmias cardiacas) deben recibir un consejo individualizado sobre el consumo de esta bebida".

El vino y sus "efectos protectores"
El vino tinto a menudo ha sido presentado como "la cara saludable" del alcohol.

Varios estudios en las últimas décadas nos han hecho creer que una copa "ocasional" de vino está asociada a una mejor salud cardiovascular debido a sus efectos "protectores" para el corazón.

Por ejemplo, un estudio publicado en 2019 en la revista Molecules sugiere que el vino tinto, debido a la gran variedad de compuestos polifenoles que contiene, está asociado a un menor riesgo de enfermedad coronaria.

Pero en enero de este año la Federación Mundial del Corazón (WHF por sus siglas en inglés) publicó una revisión de investigaciones en la que muestra que el alcohol definitivamente no es bueno para la salud cardiovascular.

"En las últimas décadas, la prevalencia de enfermedades cardiovasculares (ECV) casi se ha duplicado", señala el informe de la WHF, "y el alcohol ha jugado un enorme papel en la incidencia de muchas de ellas".

La organización señala que "durante más de 30 años ha habido un extendido mensaje que ha promovido el mito de que el alcohol prolonga la vida, principalmente al reducir el riesgo de enfermedad coronaria".

Pero el informe agrega que "el riesgo debido al consumo de alcohol se incrementa para la mayoría de las ECV" y para muchas otras enfermedades.

Entonces, ¿es bueno o malo el vino tinto? Le preguntamos al doctor Miguel Marcos Martín, investigador en el Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca y profesor de la Universidad de Salamanca, quien ha participado en varios estudios sobre los efectos del alcohol en la salud.

"Sí es cierto que existen estudios que relacionan el consumo de alcohol con posibles beneficios para la salud, con resultados controvertidos y no concluyentes, pero no podemos olvidar que otros muchos estudios demuestran claramente que es una sustancia con muchos efectos perjudiciales incluso a bajas dosis", explica.

"Por todo ello, en este momento no se puede recomendar el consumo de ninguna cantidad de alcohol o tipo de bebida por motivos de salud".

El doctor Marcos Martín afirma que el mensaje de que el vino tinto tiene "efectos protectores" para el corazón "es un consejo que, en primer lugar, no está basado claramente en la evidencia científica porque no se ha podido comprobar fehacientemente que es así".

"Por otro lado, aunque fuera cierto que el vino tiene un efecto protector contra algunas enfermedades, no podemos olvidar los efectos secundarios que produce. Las bebidas alcohólicas producen dependencia, cirrosis hepática, pancreatitis, etc.".

El argumento de los supuestos efectos protectores del vino en la salud cardiovascular se basa en el resveratrol, que forma parte de un grupo de compuestos llamados polifenoles.

Se cree que estos actúan como antioxidantes, protegiendo al organismo contra el daño celular que puede aumentar el riesgo de enfermedades como el cáncer y las ECV.

Pero como explica el médico del Hospital Universitario de Salamanca, se necesitarían cantidades mucho más altas de este compuesto que las que se encuentran en unas copas de vino para obtener esos efectos en la salud.

"El potencial efecto positivo del vino se atribuye tanto a la propia molécula de etanol como al resveratrol y a otras sustancias antioxidantes contenidas en el vino", explica el experto.

"No está demostrado, sin embargo, que la administración de estas sustancias por separado tengan un efecto positivo sobre la salud a largo plazo, por lo que está todavía menos claro que su ingesta, en las pequeñas cantidades contenidas en el vino, pueda ser beneficioso para la salud".

Mucha gente suele pensar que el alcohol causa el mayor daño a la salud cuando se bebe en exceso. Pero en realidad, incluso beber moderadamente, como una copa de vino todos los días, puede tener un impacto perjudicial en el organismo.

"El consumo de alcohol a pequeñas dosis (p. ej., una copa de vino o una cerveza) está asociado con un pequeño incremento del riesgo de desarrollar tumores (p. ej., tumores de cabeza y cuello, de mama o de colon) así como de otras enfermedades como la fibrilación auricular (una arritmia muy frecuente)", señala el doctor Marcos Martín.

"Afortunadamente, consumir en pequeña cantidad se asocia también con escasos riesgos, pero todo suma".

Lo principal, asegura el experto, es no creer que beber vino es bueno para la salud.

"En este momento, la evidencia científica lo que permite afirmar es que lo mejor para la salud es consumir la menor cantidad de alcohol posible".

miércoles, 20 de mayo de 2020

_- Avispas: 3 soluciones naturales para mantenerlas alejadas

_- Avispas

¿Cómo mantener alejadas a las avispas?
Cuando llega el buen tiempo, es agradable aprovechar el jardín y poder comer al aire libre. Pero cuando las avispas se entrometen en nuestra tranquilidad, ya no es realmente un momento de relajación ... ¿Cómo cazar las avispas a nuestros amigos? Aquí hay algunos consejos de abuela fáciles de aplicar.

Clavos
Los clavos son un repelente natural contra las avispas. Coloque en su mesa de comedor tazas que contengan un buen puñado de dientes machacados. Resultado garantizado!

El café
Queme café molido fresco (no usado) en tazas con un encendedor o fósforo. El humo de él asustará a las avispas. Repita la operación regularmente. ¡El olor del café solo es desagradable para las avispas!

Aceites esenciales
El aroma del verdadero aceite esencial de lavanda ahuyentará a las avispas, por lo que puede usarlo como repelente natural. Para hacer esto, ponga unas gotas de aceite en piezas de tela que colocará en lugares estratégicos.

Le Monde.

lunes, 2 de diciembre de 2019

LAURENTINO GOMES | PERIODISTA BRASILEÑO Y AUTOR DE 'ESCLAVITUD' “La esclavitud africana dio origen al racismo y fue a escala industrial”

El autor de 'Esclavitud', uno de los libros del momento en Brasil, explica que el legado del vasallaje está presente en la desigualdad social que padece el país

La esclavitud ha existido desde los albores de la historia, pero solo alcanzó escala industrial cuando los europeos trajeron por la fuerza a 12,5 millones de africanos a América. El desarrollo del continente habría sido imposible sin la explotación de los supervivientes. Escravidão (Esclavitud), del escritor y periodista Laurentino Gomes (Maringá, 63 años), es uno de los libros del momento en Brasil, un fascinante reportaje sobre un episodio histórico cuyo legado está presente en la desigualdad en el último país americano que abolió la esclavitud. El autor sostiene, en una entrevista en São Paulo con motivo del Día de la Conciencia Negra (el 20 de noviembre), que los países implicados deberían pedir perdón.

Pregunta. ¿Aprendió más con su trilogía sobre la fundación de Brasil o ahora con la esclavitud?

Respuesta. La anterior me ayudó a comprender cómo fue la construcción del Estado brasileño en el siglo XIX tras romper lazos con Portugal. Pero si quieres entender Brasil en una dimensión más profunda, debes estudiar la esclavitud, el tema más importante de nuestra historia. Todo lo que fuimos, somos y lo que nos gustaría ser tiene que ver con la esclavitud. Con casi cinco millones de cautivos africanos, fue el mayor territorio esclavo de América y el último en poner fin a la trata, en 1850, y a la esclavitud, en 1888. El país fue construido por esclavos en todos los sectores económicos, azúcar, oro, diamantes, café. Los abolicionistas del siglo XIX argumentaron que Brasil necesitaba hacer dos aboliciones: dejar de comerciar con personas e incorporar a los antiguos esclavos a la sociedad como ciudadanos, dándoles tierra, empleo y educación. Brasil nunca ha hecho esto.

P. ¿Por qué?

R. Brasil se convirtió en un paria internacional como Sudáfrica durante el apartheid. La Ley áurea (que ilegaliza la esclavitud) busca librarle de esta mancha, pero nunca hizo ningún esfuerzo por incorporar a los afrodescendientes porque significaba la renuncia de privilegios y riquezas. Por eso somos uno de los países más segregados del mundo, aunque no tuviéramos leyes de segregación racial como las de EE UU. Si mides Brasil con cualquier criterio, ingresos, empleo, seguridad pública, existe un abismo entre las oportunidades para la población blanca y la negra. Aunque desarrollamos el mito de que éramos una gran democracia racial, las manifestaciones de racismo son explícitas en las redes sociales y en el discurso del presidente de la República.

P. ¿Cuál es la traducción práctica de la segunda abolición en Brasil?

R. Si la riqueza de las naciones ya no son los recursos naturales sino el capital humano, Brasil nunca será un país decente mientras la gran mayoría de la población (negra) carezca de educación, salud y trabajo decentes. Afrontar la desigualdad social en Brasil es sinónimo de segunda abolición, porque la mayoría de los pobres son negros. Por eso digo que no es solo una reparación histórica, sino una inversión en el futuro. Esta es la principal agenda política en el futuro, incluso si tenemos un Gobierno hostil. Este es un tema atrapado en el siglo XIX. Cualquier Gobierno, partido político o campaña electoral enfrentará este legado.

P. ¿Cuál es la mayor diferencia entre la esclavitud de América y el cautiverio en el mundo?

R. Existió en el antiguo Egipto, Babilonia, la antigua Grecia y en África antes de la llegada de los europeos. La primera novedad es la escala industrial, con 12,5 millones de personas embarcadas en unos 35.000 viajes al Nuevo Mundo. La segunda, el nacimiento del racismo: es la primera vez en la historia que se asocia la esclavitud a la piel negra. Existe toda una ideología para decir que los africanos eran salvajes y que lo mejor que podía pasarles era ser esclavizados para incorporarlos a la supuesta civilización europea instalada en los trópicos.

P. La Iglesia católica distinguía entre indios y africanos.

R. Hubo una discusión filosófica y teológica sobre si esclavizar o no a los indios, pero la realidad es que fueron masacrados. Portugueses y españoles no pudieron llevar a cabo su proyecto inicial de esclavizar a los indios. Si hubieran tenido éxito, podríamos no haber tenido esclavitud africana.

P. Cuenta en su libro que algunos grandes pensadores de los siglos XVIII y XIX defendían la libertad y la esclavitud.

R. Sí, David Hume (filósofo y escritor británico) era accionista de una empresa de comercio de esclavos. Thomas Jefferson, que escribió la Declaración de Independencia de EE UU y defendía que todo ser humano nacía con los mismos derechos, poseía un gran lote de esclavos.

P. ¿Deben los países pedir perdón? Usted cuenta que el expresidente Lula da Silva lo hizo, pero el portugués Marcelo Rebelo de Souza, no.

R. Creo que sí. Es una cuestión de honestidad, algo simbólico, porque fue una masacre. Ahora, dudo si sería posible pagar esta deuda. En África existe ahora una élite heredera de aquellos aliados con los europeos que se beneficiaron de la trata. El rey Ashanti en Ghana suministraba cautivos a ingleses y holandeses. ¿Quién indemniza a quién? Es difícil. Pero una actitud política de pedir perdón es importante. El papa Juan Pablo II lo hizo en Senegal, no por toda la Iglesia, sino por los católicos implicados. También apoyó medidas prácticas, como las cuotas en escuelas y en la Administración, para personas de ascendencia africana. Existe una deuda histórica que debe abordarse con palabras y gestos concretos.

P. Cuenta que hubo un tiempo en que por cada cien habitantes de Brasil, 86 eran esclavos. ¿Por qué no se rebelaron?

R. Había manuales que aconsejaban a los agricultores que no mantuvieran grupos del mismo origen, cultura, idioma o región. Esto les impidió organizarse. Y había un sistema de recompensa y castigo. El rebelde era azotado; el cooperativo ganaba tiempo libre semanal, el derecho a cultivar un huerto, ir a misa y ganar su propia manumisión (su libertad). La principal forma de resistencia era tratar de ocupar los espacios que la sociedad le daba al esclavo para acercarse al universo de los blancos, como las hermandades religiosas. Hubo un blanqueamiento cultural: cuanto más rápido se alejara de la cultura africana, más ventajoso sería.

P. ¿Ha consultado testimonios de esclavos?

R. Poco. Desafortunadamente la historia de la esclavitud es contada por los blancos. Hay algunos testimonios y biografías relativamente raros. Otra fuente preciosa para escuchar a los esclavos son las preguntas de la policía cuando fueron acusados de delitos. Todo lo que se sabe de Palmares, el principal quilombo (asentamiento creado por esclavos huidos en Brasil) son expediciones militares.

https://elpais.com/internacional/2019/11/19/actualidad/1574201523_512609.html

jueves, 12 de julio de 2018

El café berlinés que odiaba Goebbels. Una crónica recupera la breve historia del Romanisches, por el que pasaron Albert Einstein, Bertold Brecht, Billy Wilder o Joseph Roth

Francisco Uzcanga Meinecke, director de los departamentos de Español y Estudios Culturales en la universidad alemana de Ulm, estaba buscando información para escribir un ensayo sobre el mundo de la cultura en el Berlín de entreguerras cuando se topó con un párrafo que le llamó la atención: "Los judíos bolcheviques están sentados en el Romanisches Café y urden ahí sus siniestros planes revolucionarios; por la noche invaden los locales de esparcimiento de la Kurfürstendamm, se dejan incitar al baile por orquestas de negros y se ríen de las miserias de la época". Cuando leyó que su autor era Joseph Goebbels, el famoso ministro de Propaganda de Hitler, pensó para sí mismo: "Debía de ser un lugar fascinante".

El edificio del Romanisches Cafe de Berlín, en torno a 1900.

Indagó sobre el local, que ya no existe, y descubrió que, durante los convulsos años en que Alemania pasó de la hiperinflación galopante y el trauma de Versalles al ascenso nazi al poder  el romanisches Café fue lugar de reunión, debate y borracheras de tantos artistas, intelectuales y periodistas que hoy ocupan un lugar destacado en la historia que basta con citar unos pocos (Albert EinsteinBertold BrechtBilly WilderJoseph RothOtto Dix) para entender su importancia. Fue entonces cuando decidió convertir la cafetería en el tema central de su libro, publicado por la editorial Libros del K.O. con el título El café sobre el volcán, que parafrasea una expresión alemana referida a la República de Weimar: "El baile sobre el volcán".

“El Romanisches encarnó el Berlín de aquella época. Es decir, todo aquello que odiaban los nazis: el cosmopolitismo, la modernidad, la literatura de asfalto…”, asegura Uzcanga Meinecke por teléfono desde Alemania. Las cafeterías berlinesas, añade, representaban el concepto antagónico de las cervecerías bávaras en las que germinó el nazismo.

Ubicado en la célebre avenida Kurfürstendamm, el Romanisches se convirtió en lugar de moda por casualidad, cuando los miembros de una tertulia abandonaron enfadados una cafetería cercana y recalaron allí. “Quizás tan solo porque llovía y estaba al lado", señala el autor. El sitio -céntrico, grande, acristalado y con una amplia terraza- fue ganando fama.

En su apogeo, en la primavera de 1929, era tan popular que los autobuses turísticos se detenían frente a él. "Allí se mezclaban todos: habituales, buscavidas y turistas", resume Uzcanga Meinecke. Elias Canetti, entonces un traductor adolescente, describía el sitio como una mezcla nada virtual de lo que hoy serían Twitter, Tinder y LinkedIn juntas: "Las visitas al Romanisches Café, que por supuesto eran placenteras, no eran solo eso: nacían de la necesidad de exhibirse, de automanifestarse. Nadie se resistía a ello. Quien no quería ser olvidado tenía que dejarse ver por ahí". Pocos años antes, el sitio figuraba en una guía alternativa sobre gemas desconocidas en la zona.

Acudía en esa época una actriz casi anónima, Marlene Dietrich, que rodaba con Josef von Sternberg el film que le lanzaría al estrellato, El ángel azul. Quien ya era famoso entonces (había ganado el Nobel ocho antes) era otro habitual, Albert Einstein. No tenía mesa fija, pero cuando llamaba le reservaban una mesa a la que a veces acudía acompañado de alguna admiradora, lo que le ganó el apelativo del "marido relativo". Stefan Zweig o Thomas Mann, que vivían respectivamente en Salzburgo y Múnich, lo frecuentaban cuando pasaban por la capital.

Allí compartíeron mesa dos conocidos actores, Heinrich George y Peter Lorre. El tiempo les reservaría destinos muy distintos. George, que había militado en el partido comunista, se sumó con entusiasmo a las películas de propaganda nazi y murió en un campo de concentración soviético tras la guerra, en 1946. Lorre emigró a Estados Unidos a raíz de la victoria electoral de Hitler y acabó rodando a las órdenes de John Huston, Alfred Hitchcock, Frank Capra o Michael Curtiz. Hoy es considerado uno de los mejores secundarios de la historia del cine.

En una ciudad con más de cien productoras, cuatrocientas salas de cine y cuna de obras maestras del expresionismo como El gabinete del doctor Caligari, Nosferatu o Metrópolis, no es de extrañar que un grupo de jóvenes preparase su ópera prima en el Romanisches. Eran cuatro cinéfilos empedernidos con tres elementos en común: proceder del este, ser judíos y haber recalado en Berlín soñando con una carrera detrás de la cámara. Con un presupuesto exiguo, gestaron una película muda, Los hombres del domingo, con actores aficionados que se representaban a sí mismos y rodada en parte en la terraza del café porque el dueño no les cobraba por ello. Esa enigmática secuencia en el Romanisches (un diálogo seductor interrumpido por el hallazgo de una oruga en uno de los vasos) dio inicio a las carreras de Billy Wilder, el genio que acabaría firmando El apartamento, Perdición o Con faldas y a lo loco y al que Fernando Trueba dedicó su Óscar porque no creía en dios pero sí en élFred Zinnemann, cuatro estatuillas por clásicos como Solo ante el peligro o De aquí a la eternidad; Robert Siodmak, un nombre fundamental del cine negro; y Edgar G. Ulmer, famoso por sus largometrajes de serie B.

También frecuentaban el café personajes peor tratados por el filtro de la historia, pero que formaban parte de su esencia. Es el caso de la actriz Elizabeth Bergner, que iba de mesa en mesa provocando a los clientes masculinos con la frase "El único hombre que me ha hecho daño ha sido mi dentista", o de su colega de profesión Ruth Landshoff, "a veces gallina, a veces gallo", como solía describir su bisexualidad.

Así fue hasta el inicio de la década de los Treinta, cuando empezó a palparse el fin del ciclo glorioso del Romanisches. Tocado por el abandono de algunas de sus viejas glorias y los efectos en Alemania del ‘crack del 29’ neoyorquino, se hundió definitivamente en marzo de 1933, cuando una patrulla nazi entró y destrozó el mobiliario. Dos meses antes, Hitler había sido nombrado canciller. No están muy claros los detalles del episodio, pero sí que a partir de ese día el Romanisches dejó de ser el Romanisches. “Se convirtió en un café vulgarcito y normal. Escribir una crónica de esos diez años sería dejar muchas páginas en blanco", señala el autor tras recordar que con el paso del tiempo "en torno al 70% de los clientes del café se fue al exilio, bastantes acabaron en los campos de concentración y unos pocos, no judíos, en el exilio interior".

El edificio perduró hasta 1943, cuando fue bombardeado por la fuerza aérea británica en el marco de la Segunda Guerra Mundial. El café desapareció, pero su nombre siguió vivo en las mentes de algunos nazis como sinónimo de inferioridad y decadencia. Con Alemania camino de la derrota, el presidente del máximo órgano judicial del Tercer Reich, Roland Freisler, dictó en 1944 las sentencias contra los organizadores de la Operación Valquiria, una fallida conspiración de militares aristócratas para asesinar a Hitler. Al condenar a muerte a uno de ellos, Adam von Trott, se lanzó a describirle a gritos: "Una triste figura tanto en cuerpo como en espíritu, tanto en la actitud vital como intelectual; el prototipo de intelectual ingeniosillo, desarraigado y sin carácter del Romanisches Café". "No se le ocurrió insulto peor", señala Uzcanga Meinecke. "Tampoco necesitaba decir más para que entendieran al tipo de gente al que se refería".

Durante muchos años apenas quedó allí un solar que albergó números circenses, espectáculos de lucha libre y hasta un podio para oradores mesiánicos. Luego se instalaron unos barracones con puestos de comida rápida y una sala de cine X. Hoy ocupa el lugar un centro comercial con una cafetería bautizada Romanisches. “Estoy seguro -lamenta- de que el 90% de sus clientes no sabe que se llama así en homenaje a un café legendario que hubo allí”.

UN LUGAR PARA JOSEP PLA, EUGENI XAMMAR Y CHAVES NOGALES

El Romanisches Café albergó una tertulia de corresponsales extranjeros, atraídos por la amplitud del lugar y los ejemplares de prensa de otros países. Entre ellos estaban dos conocidos periodistas catalanes, Josep Pla y Eugeni Xammar, que integraban allí lo que el primero definió como "un grupo divertido". Pla estaba destinado unos meses a Berlín para cubrir la hiperinflación, que generó gran interés en el resto de Europa, mientras que Xammar vivió varios años en la urbe y fue uno de los principales cronistas del ascenso del nazismo “Estoy bien y aquí hemos formado un grupo divertido, en el Romanisches Kaffee, en Charlottemburg, que es el barrio judío de Berlín. Viene Xammar, que es formidable; el ruso Tassin, furibundo antibolchevique; (Julio Álvarez del) Vayo; dos o tres periodistas italianos y tres profesores españoles pensionistas, que son una gente que no mata a moros pero que es lo mejor que tienen los españoles. Charlamos mucho”, escribía Pla a su hermano Pere en una carta fechada en 1923.

En una época de inflación desbocada en que se codiciaban las divisas extranjeras vivían a cuerpo de rey gracias a un truco: recibir el sueldo en billetes pequeños y cambiar a marcos un billete de una peseta justo antes de entrar al restaurante.

Ambos publicaron en esa época en La Veu de Catalunya y La Publicitat sendas entrevistas con Hitler, poco después del fallido putsch de Múnich de 1923. Parece que son falsas, un invento, pero no está demostrado.

Fue en el Romanisches donde Pla recordaba haber conocido a su futura novia Aly Herscovitz, una judía berlinesa de 21 años. "Había recibido una enseñanza y una educación muy buenas, dominaba el francés y el inglés, y tenía una conversación agradabilísima [...] La conocí en el café, probablemente en el Romanisches café, muy cerca de Furfuürstendamm. La invité a cenar; aceptó, y al cabo de dos o tres comidas vino a vivir al piso donde yo vivía", contaba Pla en una nota autobiográfica. Una década más tarde, cuando el partido nacionalsocialista ganó las elecciones, huyó a París, donde fue detenida en 1942 en la famosa Redada del Velódromo de Invierno y deportada al campo de exterminio de Auschwitz.

También pisó el Romanisches otro gran cronista español, Manuel Chaves Nogales, enviado especial del diario Ahora para cubrir la investidura de Hitler. En un artículo relató una visita de madrugada al lugar: "Aún se ven unos tipos agudos arbitristas y unos sujetos con aires de sonámbulos a los que identifica ese color cetrino y ese aspecto feble del intelectual de oficio. Pero por poco tiempo. Por Tauentizien avanzan, cada vez más arrogantes, los hombres de Hitler con sus altas botas ferradas y sus camisas pardas. Y la gente que daba el tono a Berlín va encogiéndose y disimulándose más y más. Pronto no quedará ninguno"

https://elpais.com/cultura/2018/04/17/actualidad/1523978920_612022.html