Mostrando entradas con la etiqueta Tom Hayden. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Tom Hayden. Mostrar todas las entradas

sábado, 29 de octubre de 2016

Tom Hayden: ¡Presente!

Ricardo Alarcón de Quesada

¿Por dónde comenzar? ¿Qué decir ante la dura noticia de su muerte?

Trabajábamos juntos, a la distancia, en la nueva edición de Listen Yankee! Why Cuba matters fruto, en parte, de largas conversaciones entre dos viejos amigos y que es también parcialmente, una suerte de memorias a cuatro manos.

Porque nuestra amistad perduró intacta desde los años sesenta cuando nos tocó dirigir dos organizaciones gloriosas, Students for a Democratic Society (SDS) y la Federación Estudiantil Universitaria (FEU).

Nos unieron la lucha y los ideales y sobre todo la terca convicción de que un mundo mejor era posible y que valía la pena dedicar la vida a conquistarlo.

Mucho habría que decir sobre Tom Hayden. Su larga trayectoria que tantas veces lo envió a prisión desde los días iníciales en que marchó al Sur a defender los derechos de los negros hasta colocarse a la cabeza del movimiento contra la guerra de VietNam que tuvo su punto culminante en la insurgencia juvenil de Chicago en 1968. Un camino que continuó después y lo llevó a ocupar cargos electivos por el Partido Demócrata sin abandonar sus sueños de juventud.

Porque para él los sesenta no quedaron atrás y sin él jamás se podrá hablar de esos años imborrables.

Dilatada fue también su obra publicada, sus numerosos libros, ensayos y discursos desde la declaración de Port Huron, manifiesto fundacional del SDS y su texto sobre la rebelión afroamericana en New Jersey, hasta los más recientes, en los que nunca faltó su solidaridad con Cuba y con nuestros Cinco Héroes antiterroristas por cuya causa fue incansable batallador.

Su vida y su pensamiento seguirán siendo inspiración para las nuevas generaciones. Porque él fue, es y será, lo que quiso el fundador de la FEU, un eterno joven rebelde. Hasta la victoria siempre Tom, compañero del alma, compañero.

Muere Tom Hayden, icono pacifista y de los derechos civiles. El político, de 76 años, es recordado por sus viajes a Vietnam y su activismo

Tom Hayden es una figura clave para entender los Estados Unidos de los años sesenta y setenta. Hayden, que murió el domingo a los 76 años por problemas de corazón, protagonizó algunos de los acontecimientos que alteraron la conciencia de este país e impulsaron los derechos de los ciudadanos.

En la lucha de la población negra para poder votar como la blanca, estaba Hayden. También en los disturbios durante la convención del Partido Demócrata en 1968. Fue uno de los iconos más radicales de los movimientos estudiantiles y pacifistas de la época. Defendía la desobediencia civil, como promulgaba uno de sus aliados, el reverendo negro Martin Luther King.

Hayden, que era blanco, logró la liberación de tres prisioneros de guerra estadounidenses en Vietnam en 1967. Y se convirtió en un objetivo prioritario del espionaje del FBI a la llamada Nueva Izquierda que florecía en EE UU.

“Era un radical dentro del sistema”, dijo, tras su muerte, Duane Peterson, un asesor del activista, al diario Los Angeles Times, la ciudad en la que vivía.

La descripción revela la mutación de Hayden: tras intentar cambiar desde fuera el sistema, trató de hacerlo desde dentro cuando entró en política en los años ochenta. Fue congresista y senador en California durante 20 años con especial énfasis en asuntos sociales, como el medio ambiente. Pero fracasó en sus intentos de ser senador nacional, gobernador de California o alcalde de Los Ángeles.

Para algunos, su entrada en política fue una traición a sus ideales iniciales. Para otros, una muestra de realismo. Mientras que otros tantos nunca le perdonaron que “romantizara” a los vietnamitas, como él mismo aseguró arrepentirse a finales de los ochenta.

Hayden nació en 1939 en Michigan, el único hijo de sus padres, y se crió en un entorno religioso. Estaba casado con la actriz canadiense Barbara Williams, con la que tenía un hijo adoptivo. Tuvo dos anteriores matrimonios, incluido con la actriz Jane Fonda, entre 1973 y 1990. Fueron una de las parejas de activistas más conocidas de la época y tuvieron una hija.

Su activismo antisistema afloró como adolescente y explotó como estudiante en la Universidad de Michigan. Inspirado por la caza de brujas contra supuestos simpatizantes comunistas y las sentadas de afroamericanos, Hayden empezó a participar en las protestas negras tras conocer en 1960 al reverendo King.

El día en que cumplió 22 años, la policía lo arrestó en Albany (Georgia). Había participado en los llamados Viajes de Libertad, grupos de blancos y negros que viajaban a bordo de autobuses al sur de EE UU para protestar contra la ausencia de implementación de la sentencia judicial que prohibía la discriminación racial en los autobuses intraestatales.

Hayden fue detenido tras rechazar abandonar el autobús y bloquear una acera en Albany. En la cárcel, escribió el borrador del manifiesto de Estudiantes por una Sociedad Democrática, la organización que fundó al año siguiente en Port Huron (Michigan).

El manifiesto rezaba que los jóvenes observaban con “incomodidad” el mundo que habían heredado y abogaba por una “democracia participativa” basada en la “fraternidad” y la “honestidad”. No ofrecía recetas concretas, pero criticaba la discriminación racial, la apatía ante la pobreza o el militarismo.

En los años siguientes, Hayden viajó a Vietnam y presenció los incidentes raciales de 1967 en Newark, donde había estado años colaborando con la población negra. En 1970, fue condenado a cinco años de cárcel por promover protestas contra la guerra con motivo de la convención demócrata de 1968 en Chicago, pero la sentencia fue derogada por irregularidades.

En un reflejo de su transformación política, Hayden acudió el pasado julio a la convención demócrata en Filadelfia que coronó a Hillary Clinton como candidata del partido en las elecciones presidenciales del 8 de noviembre.

Hayden escribió una veintena de libros, desde autobiográficos a ensayos de asuntos sociales y políticos. Escribía con regularidad en la prensa. El pasado abril, en un artículo en The Nation, defendió votar a Clinton en las primarias demócratas por hacer más por la población negra y latina que su rival, el senador Bernie Sanders, al que tildó de demasiado idealista.

El activista manifestaba sus simpatías con el mensaje izquierdista de Sanders y atribuía su auge a un sinfín de fenómenos, como el aumento de las desigualdades de ingresos, el impacto socioeconómico del libre comercio, la multiplicación del coste educativo o las tensiones raciales persistentes. Los mismos factores podrían servir para explicar también el auge del republicano Donald Trump.

Mirando a las elecciones de noviembre, Hayden defendía enterrar las rencillas entre Clinton y Sanders. “Todavía necesitamos la organización de un frente unido de iguales para prevalecer frente a los republicanos”, escribió. Su deseo se ha hecho realidad y la convención de Filadelfia fue el inicio de la alianza tácita de los dos rivales demócratas.

http://internacional.elpais.com/internacional/2016/10/24/actualidad/1477300722_505215.html