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viernes, 23 de septiembre de 2022

_- 7 formas de gastar menos en alimentos en tiempos de inflación (y comer bien al mismo tiempo)




_- Comer se volvió cada vez más caro. 

Una familia promedio latinoamericana gasta en comida entre el 25% y el 40% de su presupuesto mensual, de acuerdo a cifras oficiales de cada país. Los sectores más pobres destinan todavía un porcentaje mayor.

América Latina es la región donde es más caro comer de forma saludable en el planeta junto con África, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su sigla en inglés).

Para poder hacerlo, cada persona necesitaba US$4,25 diarios en 2019, último dato disponible. Eso es tres veces más de lo que la población podía pagar.

El monto actualizado será mayor, estima el subdirector general de la FAO y representante para América Latina y el Caribe, Julio Berdegué, en diálogo con BBC Mundo.

Panadería.
FUENTE DE LA IMAGEN,AFP La FAO calcula un índice del precio de los alimentos y ahora es el momento en el que es más caro comer, al menos desde que se tienen registros.

Eso lleva a una peor alimentación, y por consiguiente a mayores tasas de malnutrición e incluso hambre.

Entonces, en tiempos de alta inflación y con la subsiguiente subida del precio de los alimentos lo más sencillo puede ser cambiar por productos que son más baratos pero que no necesariamente son tan saludables ni tienen el equilibrio nutricional que requiere nuestro cuerpo.

"Dado que en América Latina es más caro comer saludable, nos movemos a más carbohidratos, más azúcar, más grasa. Todo eso es barato", señala Berdegué.

Comer bien y al mismo tiempo gastar menos es todo un desafío. Aquí te presentamos 7 acciones que puedes llevar a cabo para lograrlo.

1. Cocinar
Tal vez sea la más obvia, pero es esencial. Comprar comida afuera, en la calle o en un comercio, es muchas veces lo más rápido, pero no lo más conveniente para el bolsillo.

Una mujer prepara una bandeja con plátano maduro que sirve en una feria de comida callejera en Medellín, Colombia.
FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES Además, cuando compramos comida hecha no sabemos cuál es la calidad de los ingredientes utilizados, o incluso qué ingredientes se utilizaron para su elaboración.

Lo mismo ocurre con la comida prefabricada que venden en el supermercado, productos conocidos como ultraprocesados. Estos contienen excesos de grasas malas, sodio y azúcares, entre otros componentes, que se añaden para darle mejor sabor pero que no contribuyen a la salud.

Cocinar en casa hace que sepamos exactamente qué estamos comiendo y que paguemos menos por ello.

2. Comer lo justo
Un alto porcentaje de las personas come más cantidad de alimentos que la que exige el organismo.

Reducir las porciones que nos servimos a las cantidades recomendadas para el funcionamiento humano ayuda al bolsillo y, al mismo tiempo, a sentirnos mejor físicamente.

"Las cantidades que se sirven en muchos de nuestros países son demasiado grandes. La compra en el mercado sube muchísimo y, además, este exceso de comida lleva al sobrepeso", dice a BBC Mundo la nutricionista venezolana Ariana Araujo.

Una dieta de entre 2.000 y 2.500 kilocalorías es un número adecuado de ingesta diaria.

3. Cambiar de recetas
Venta de carne en un mercado de México. FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Sustituir ingredientes o platos completos es una de las formas de abaratar el gasto en comida.

Determinados productos básicos como el aceite, el café, algunas frutas y verduras, la carne de vaca, el pan (y la harina de trigo en general), los huevos y algunas legumbres aumentaron de precio más que la suba promedio de alimentos y bebidas no alcohólicas en la mayoría de los países latinoamericanos, de acuerdo a la información publicada por instituciones oficiales que se encargan de medir la inflación.

Las tortillas de maíz, parte fundamental de la dieta mexicana, le cuestan a los consumidores de ese país 17,7% más ahora que hace un año. La harina de maíz, imprescindible para las arepas, ha subido de precio en toda la región.

Se pueden buscar sustitutos que sean nutricionalmente equivalentes o similares, pero que no se hayan encarecido tanto o incluso hayan bajado de precio.

Mercado de legumbres. FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES Pie de foto,

Los frijoles aumentaron menos de precio que otros alimentos en la mayoría de los países latinoamericanos y son una buena fuente de proteína.

Para ello es necesario conocer qué productos son intercambiables.

Una comida balanceada debería estar compuesta por una mitad de frutas y verduras, un cuarto de proteínas y el otro cuarto de carbohidratos, afirma Araujo.

En el grupo de las proteínas se encuentran la carne de res y de cerdo, pollo, pescado, leche, quesos, huevos, frijoles, lentejas y guisantes.

La carne de cerdo es la que, en general, subió menos de precio en los últimos 12 meses en América Latina, mientras que el pollo y el pescado acompañaron la suba general, que fue menor al encarecimiento de la carne bovina.

Los frijoles, en cambio, no tuvieron tal incremento de precios e, incluso, están más baratos que un año atrás en algunos países.

"Hemos disminuido fuertemente el consumo de legumbres, de frijoles, garbanzos, lentejas, cuando son productos accesibles que aportan buenas cantidades de proteínas", dice Berdegué.

Entre los carbohidratos están el arroz, el pan, el maíz, la pasta, el plátano y los tubérculos -papa, yuca, batata, entre otros-.

El arroz y los tubérculos se encarecieron menos que el trigo y el maíz, por lo que optar por los primeros contribuirá a abaratar el menú.

Huevos y tortillas de harina de trigo. FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

"Algo que se puede hacer es mezclar en un mismo plato cereales -arroz, pasta- con legumbres. Los dos se complementan y ayudan a formar una proteína muy similar a la de la carne", explica José Balbanian, docente de la Escuela de Nutrición de la Universidad de la República en Uruguay.

Con esa combinación el organismo obtiene los aminoácidos esenciales.

"El sustituto a nivel nutricional es fácil de conseguir. El problema es cómo cambiar la cultura de las personas. ¿Cómo le quitas a un mexicano la tortilla o a un venezolano la arepa?", se pregunta Araujo.

Respecto a los aceites, Araujo sostiene que puede ser cualquiera, salvo el de palma porque es una grasa saturada que no es saludable. Balbanian agrega que es necesario su consumo, aunque no en frituras.

4. Planificar las compras
Cartel de ofertas en la puerta de un supermercado en Buenos Aires. FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Hacer un plan de lo que debemos comprar antes de ir al mercado es clave para el ahorro.

Lo primero es saber qué queremos comprar para luego decidir dónde. Ir por frutas y verduras, quesos o carnes a la feria suele ser más económico que en grandes comercios.

Cuando se va a un supermercado, lo ideal según Araujo es recorrer las tres paredes del local -los costados y la trasera- formando una "U" invertida.

En estos pasillos se encuentran comúnmente los productos frescos y de allí debemos seleccionar el 80% de la compra para que sea saludable, afirma la nutricionista.

"No se puede ir con hambre al supermercado, porque si estoy corto de dinero y encima voy con hambre veo una promoción de un ultraprocesado que me gusta mucho y caigo en comprarlo", asegura Balbanian.

Tener claro qué se va a cocinar en los días siguientes ayuda a calcular mejor las cantidades y no comprar de más, algo importante en los alimentos perecederos para no tener que tirarlos luego porque se echaron a perder.

Un consejo de Balbanian es comprar en grandes cantidades, para una misma familia o entre varias personas, para ahorrar.

Una recomendación de Araujo es mirar en los estantes inferiores, donde suelen ubicarse los productos con menor procesado que son más baratos.

5. Buscar de temporada
Mercado de frutas y verduras. FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Las frutas y verduras son intercambiables entre sí; lo importante es variar entre ellas.

"Aportan fibra, vitaminas y minerales que son muy difíciles de encontrar en otros alimentos", dice Balbanian.

Para achicar el costo de la alimentación, lo que aconsejan los expertos es comprar los productos de temporada o estación, dependiendo del país y su clima.

Intentar comer tomate fuera de temporada hace que sean más caros porque quienes los venden han recurrido a cadenas de frío para conservarlos durante meses o que los produzca en invernaderos, ambos sistemas que encarecen los alimentos.

Por el contrario, en temporada se encuentran los productos en abundancia, a precios bajos, y es cuando están más gustosos y nutritivos.

A veces, hay productos que en el pasillo de congelados se encuentran más baratos que frescos y se puede sacar provecho de esas oportunidades, siempre y cuando los ingredientes que están escritos en la bolsa sean exclusivamente el producto que buscamos, sin agregados, sostiene Araujo.

6. Aplicar técnicas de conservación
Pollería FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Si bien el pollo se ha encarecido en la mayoría de los países de América Latina, es todavía más económico que otras carnes y se puede utilizar como sustituto para obtener proteínas.

Una alternativa es comprar cuando está barato y aplicar alguna técnica de conservación.

La más sencilla es poner los alimentos en el congelador. Pueden ser tanto carnes como la mayoría de los vegetales -siempre que no quieras comerlos crudos luego- y frutas.

Con los vegetales, la recomendación es que cuando se vayan a consumir se provoque un choque térmico, del frío al calor intenso, para que no pierda textura y sepa peor.

También se pueden cocinar mayores cantidades que las que vayas a comer de inmediato y guardar porciones en el congelador para más adelante, o cocinar ingredientes sueltos y congelarlos para utilizarlos más adelante en preparaciones.

"Eso mantiene más del 90% de sus nutrientes", afirma Araujo y agrega que ella hace eso en su casa.

Para no recurrir al frío siempre y dejar atiborrado el congelador, otra opción es la conserva.

Hay diferentes técnicas, pero la más sencilla es envasar al vacío. "Se hacía mucho en la Segunda Guerra Mundial con los vegetales", cuenta Araujo.

7. Optar por segundas marcas o marcas blancas, pero antes leer

Persona comprando pasta en el supermercado. FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Las marcas blancas no son necesariamente de peor calidad que las primeras marcas.

Por efecto del marketing, muchas veces creemos que un producto de la marca más destacada -también llamada primera marca- es mejor que las otras. Esto no necesariamente es así.

"Es importante leer la lista de ingredientes, más que el cuadro nutricional, e identificar azúcares y grasas de mala calidad", afirma Balbanian.

Araujo dice que en ocasiones las segundas marcas o incluso las marcas blancas -aquellas genéricas de la cadena de supermercados- son más saludables porque, para abaratar, no utilizan determinadas grasas o azúcares que las primeras marcas sí usan para darle otro sabor al producto.

En otras, no son mejores pero tampoco peores. "Mi recomendación es leer las etiquetas y comparar. Casi siempre son bastante parecidas y hay un ahorro importante

lunes, 14 de septiembre de 2020

¿Paciencia o matemáticas?

Estos son los beneficios de que los niños aprendan a cocinar

La participación de los menores en la actividad culinaria ayuda a prevenir trastornos alimentarios y desarrolla habilidades como la comunicación o la capacidad de planificación

Durante el confinamiento por la pandemia, nos hemos puesto con las manos en la masa y hemos cocinado más que nunca en familia. Cerca del 70% de los españoles ha cocinado más durante la cuarentena, según la encuesta realizada por la marca de tomate Orlando. Elaborar recetas y estar entre pucheros y con las manos en la masa, también es cosa de niños. No en vano, la película sobre el chef cocinero, Ratatouille, tuvo una buena acogida entre el público infantil. La cocina para los pequeños es como un gran laboratorio donde experimentar con todo tipo de ingredientes, colores, olores y sabores. Los padres que abren la puerta de la cocina de casa a sus hijos pueden aprovechar el marco culinario para que aprendan a contar, trabajar en grupo, ser más pacientes y alimentarse de manera saludable. Elaborar recetas sanas y divertidas es “una buena tarea para poder pasar más tiempo con la familia. Podemos llegar a descubrir grandes habilidades de los niños y niñas, así como de los adolescentes. Al fin y al cabo, cocinar es divertido y tiene una recompensa muy satisfactoria y si, además, lo acompañamos de buena música, pueden aportar momentos inolvidables”, explica Ana López, pedagoga especialista en neuropsicología educativa del centro Elea, que menciona varios beneficios para los niños de pasar tiempo en familia cocinando, como:

El refuerzo del vínculo entre padres e hijos gracias a la colaboración y comunicación que son necesarias para elaborar las recetas. La paciencia es necesaria tanto para los progenitores como para sus hijos. Conviene dar unas pautas a los niños antes de comenzar a cocinar, como no colocarse cerca del fuego, lavarse las manos antes de tocar otro ingrediente o pedir ayuda en situaciones, como coger objetos punzantes. Los pequeños cocineros también pueden participar en la elaboración de estas normas para que se sientan protagonistas del proceso.

La oportunidad para enseñar a los niños la importancia de alimentarse de manera saludable. Cocinar con los pequeños se convierte en un marco idóneo para explicarles las características y beneficios de cada alimento o hablarles sobre la pirámide nutricional.

Desarrollo de habilidades y capacidades que se utilizan en la rutina diaria, como la planificación, al tener que seguir unos pasos y tiempos con las recetas, así como la lectura de textos para la elaboración de los platos, el control de la impulsividad al tener que esperar los minutos adecuados para que el resultado sea sabroso o entrenar la memoria al recordar los ingredientes de la receta para futuras ocasiones.

Aprendizaje de habilidades matemáticas en el supermercado con los precios a la hora de hacer la compra para cocinar. Los niños pueden desarrollar habilidades para hacer una sencilla planificación económica, así como para sumar o restar y, una vez en la cocina, familiarizarse con las cantidades de alimentos a utilizar en medidas como litros o gramos.

La cocina, una fiesta de los sentidos para los niños
Descubrir y disfrutar de los sentidos en la cocina es fácil. Los niños pueden experimentar de primera mano olores, sabores o texturas y colores. “Nuestros cinco sentidos se estimulan y los niños pueden aprender muchas cosas cocinando con los adultos. La creatividad se puede desarrollar al probar formas diferentes de hacer un plato. Los pequeños también aprenden a colaborar en equipo para obtener un determinado resultado. La comunicación verbal y no verbal con los niños se estimula en la cocina porque las personas disfrutamos con el intercambio de opiniones sobre los platos y la forma de cocinarlos y se provoca la mímica o la mueca cuando está rico, salado o amargo. Lo ideal es disfrutar de esos platos en familia; sin televisión para poder comentar lo ocurrido durante el día”, explica María José Lladó, psicopedagoga del centro de atención psicológica, Acimut Bienestar.

Compartir los alimentos cocinados con los hijos es una experiencia enriquecedora porque “cuando estamos sentados en el colegio con un libro y vemos la foto de un pastel, no hay conocimiento empírico para experimentar con todos los sentidos. La participación de los niños en la cocina es una oportunidad estupenda para evitar o prevenir trastornos de la alimentación, como la anorexia o la bulimia, porque los niños experimentan de primera mano con los alimentos y no están sujetos a valoraciones externas sobre los que hay que comer o en qué cantidades”, comenta Lladó.

Los niños que se han familiarizado con la elaboración de platos en la cocina con sus mayores también lo aplicarán cuando sean adultos en “cualquier tarea social, como cuando formen parte de una empresa y hagan negocios alrededor de una mesa con alimentos, de una manera más participativa, cooperativa y relajada. Al fin y al cabo, todo el mundo recuerda las croquetas de la abuela o la sopa de mamá. Por ello, la cocina y la alimentación tienen connotaciones emocionales profundas”, concluye la psicopedagoga María José Lladó.

https://elpais.com/elpais/2020/09/02/mamas_papas/1599050471_949603.html

martes, 23 de junio de 2020

José Andrés: "El hambre no se ve y está presente en tu ciudad”. El chef viaja a Madrid desde Estados Unidos para ver cómo funciona su ONG durante la pandemia. “No puede dejarse a la casualidad que una ong cubra al día miles de comidas”, afirma.

LA OPORTUNIDAD DE ESPAÑA DE SER “LA SUIZA DE LA HOSTELERÍA”
Entrevista al chef José Andrés que ha venido a España a visitar las cocinas de su ong world central kitchen madrid centro

Foto: Inma Flores
En las cocinas de World Kitchen Food han participado chefs a los que José Andrés admira. Sus negocios han estado parados, con los envíos a domicilio como única salida posible. De cara a la recuperación económica, el chef asturiano plantea la importancia de promocionar la gastronomía como baza turística. “El turismo es un motor importante en España. Si hay algún ministro que piense que hay que diversificar la industria que empiece hacerlo creando las medidas” para “atraer inversión nacional y extranjera”.

Lo ejemplifica con que hay “muy pocas campañas” que intenten atraer al turista de invierno. “¿Por qué no invertir en eso? ¿Por qué no nos podemos convertir en la nueva Suiza de la hostelería?”, se pregunta, y destaca el éxito “notable” de la Escuela de Hostelería en el País Vasco, en San Sebastián. “¿Por qué España no toma la iniciativa con ayuda pública y privada y crea cinco o seis escuelas más de hostelería si somos líderes en turismo? Si somos potencia turística en atraer, tenemos que serlo también en crear. ¿Por qué las mejores escuelas están todas en Suiza, EEUU o Alemania? Yo quise hacer una con un grupo de amigos en Sigüenza (Guadalajara), un sitio maravilloso y ahí se quedó. La de riqueza que hubiera traído a un lugar así”, dice. La ONG dice adiós a los chefs más notables pero seguirá en marcha: ha creado escuela para continuar la labor.

Karla Hoyos, en la cocina de Santa Eugenia de la ONG WCK de José Andrés.
La enviada especial de José Andrés para alimentar a familias vulnerables de Madrid
Comedor social en la parroquia San Ramón Nonato en Puente de Vallecas. Alvaro Garcia. 22/04/2020

Las colas del hambre y la pobreza inician su escalada en Madrid: “Cada día viene más gente nueva”.

No acabó el bachillerato. No hizo el examen final de la escuela de Barcelona porque estaba en la mili, trabajó en el Bulli, se fue a Estados Unidos con 50 dólares en el bolsillo y se quedó. Hoy es un líder indiscutible a nivel mundial con su ONG World Central Kitchen (WCK), fundada en 2010. Con ella entra en países azotados por una tragedia y coordina a cocineros y voluntarios para alimentar al mayor número de personas posibles. Solo durante la covid-19 han repartido en el mundo 15 millones de comidas.

El cocinero asturiano voló de Washington a Madrid el jueves sin billete de vuelta y anunció su visita solo a las personas de su confianza. “Quería planear las siguientes semanas y agradecer personalmente a los cientos de personas que se han volcado”, explica. Los voluntarios, distribuidos en 16 ciudades españolas y capitaneados por cocineros como su mano derecha Karla Hoyos, Pepa de El Qüenco de Pepa, Diego Guerrero, Carlos Tejedor, Iván Morales o Álvaro Castellanos, han elaborado casi dos millones de comidas desde el 27 de marzo: en algunos días llegaron a repartir 50.000 en toda España, 25.000 en Madrid. “Tenemos aquí a los Messi de la cocina. Habrá pocas emergencias en la historia que la comida sea más rica”, cuenta.

José Andrés camina con decisión por la Escuela de Hostelería Santa Eugenia, la mayor cocina solidaria que ha montado World Central Kitchen y los voluntarios, sin parar de trabajar, le dan las gracias. Muchos cuentan que no sabían cómo colaborar en estos días y que WCK les ofreció el canal para hacerlo. La actividad es frenética. Diego Guerrero carga con cajas, Karla Hoyos le echa un ojo al estofado y las comidas empaquetadas salen rumbo a Villaverde Alto, donde José Andrés se pondrá a repartir en un rato. “Para entender el problema de raíz hay que estar con la gente en la calle”, dice.
Pero esta pedazo de cocina, ¿cómo no estaba abierta?

JOSÉ ANDRÉS, A SU LLEGADA A LAS INSTALACIONES DE LA ESCUELA DE HOSTELERÍA DE SANTA EUGENIA

José Andrés camina por las estancias de la cocina y exclama: “Pero este pedazo de cocina, ¿cómo no estaba abierta y para qué la hicieron?”. Nadie contesta. “¿Me has visto a mí hacer una rueda de prensa para decir que voy a hacer un millón de comidas? No. ¿Cómo anunciaron que iban a hacer 50.000 diarias en un estadio? Karla, que es una tía curtida en mil batallas y que ha cocinado en playas desiertas sin nada, podría hacerlo”, admite.

Pregunta. ¿Cuándo moviliza a World Central Kitchen?
Respuesta. Nuestra misión es alimentar en tragedias en el momento donde la gente lo ha perdido todo y no hay nadie dispuesto a hacerlo. Cada vez llegamos a más gente porque tenemos más medios, pero se hace complicado porque a su vez también hay más huracanes, terremotos, tifones, incendios, etc. Hay muchos lugares donde ya había hambre y una pandemia como esta te muestra problema a corazón abierto.

P. ¿Y en España?
R. Me dijeron que 5.000 pequeñas cocinas sociales llevadas por diferentes grupos habían cerrado por falta de fondos, de voluntarios o porque les obligaron. Muchos compañeros míos desde sus restaurantes empezaron a cubrir las necesidades de lo que iban pudiendo. Daban cien comidas aquí, doscientas allá y veían que no era suficiente. Cuando hay un incendio en un barrio sabes que siempre va a haber un restaurante que abra sus puertas para dar de comer a los bomberos, a la gente que ha perdido la casa y a los que han ido a ayudar. Para eso no necesitas a WCK. Pero cuando las cosas se convierten en algo más grande, nos movemos como pez en el agua. No hacemos nada muy especial: somos una ONG fundada por cocineros, apoyada por cocineros, siempre hay cocinas en cualquier parte del mundo, sabemos donde hay comida y fuego, voluntarios y gente que nos ayude a distribuir. Cuando eso entra en un plan que trazas sobre la marcha es algo mágico. Nosotros solo decimos: dejarnos a nosotros que sabemos lo que hacemos. No tiene sentido que haya otro tipo de personas hablando de dar de comer cuando tienes a los mejores dispuestos a hacerlo.
Voluntarios de la ong preparando bocadillos en las cocinas de la Escuela de Hostelería de Santa Eugenia.

Voluntarios de la ong preparando bocadillos en las cocinas de la Escuela de Hostelería de Santa Eugenia. Voluntarios de la ong preparando bocadillos en las cocinas de la Escuela de Hostelería de Santa Eugenia.INMA FLORES / EL PAIS

P. ¿Y cuándo abandonan un lugar?
R. En Madrid ya estamos empezando a hacerlo [este lunes regresa a Miami Karla Hoyos]. Pero no nos gusta irnos hasta que no apoyamos al crecimiento. En Puerto Rico dimos préstamos a fondo perdido a doscientas granjas de pequeños agricultores que se hubieran tenido que ir por haberlo perdido todo. En Haití montamos una escuela de hostelería para chicas, les buscamos puestos de trabajo y espero que sea el futuro del país con más turismo.

P. Y en España han presentado el Plan Nacional de Emergencia Alimentaria.
R. Sí. Para poner en marcha un sinfín de mecanismos y evitar el hambre. Porque el hambre es algo que no se ve y está presente en tus ciudades. Piensas que nunca te va a pasar hasta que te sucede. Hay que buscar formas para que todo el mundo pueda beneficiarse de la riqueza que genera una sociedad de consumo. En una tragedia como esta lo primero es reconocer que hay una crisis humanitaria. Yo estoy con los pies en los barrios y veo cómo la gente que vive al día se ha quedado de golpe sin empleo y no tiene ninguna forma de que nadie les ayude. Esa gente va a pasar hambre. Y como no queremos tener una ciudad llena de gente pidiendo, no porque haya que ocultarlos sino porque no es digno darle a las personas esa única salida, hemos hecho ese plan con ayudas y posibilidades que hay que adaptar a la realidad de España, a los partidos políticos con la visión que ellos tengan. Pero hay que tener un plan. No puede dejarse a la casualidad que una ONG como WCK venga a cubrir 50.000 comidas al día, más de dos millones en total. Los gobiernos están aquí para en momentos así cubrir estas necesidades. El hambre no debería ser de derechas ni de izquierdas, sino que debería ser algo que todo el mundo apoyara para que no existiera.

Para entender el problema de raíz hay que estar con la gente, en la calle”

P. ¿WCK tiene muchas donaciones españolas?
R. No me fijo mucho en eso pero España no es tan fácilmente caritativa. En América hemos tenido apoyos de Laurene Jobs, Jeff Bezos o Bloomberg, el alcalde de Nueva York. Lo bueno o lo malo es que lo hacemos igualmente porque como tengamos que esperar a tener dinero en el banco no habríamos hecho nada. A veces recibo la llamada de que estamos en números rojos pero la gente sigue con hambre y pienso que ya nos apañaremos. Y así vamos tirando. Pero América es más generosa. En España habría que hacer una ley que permita donar y tener algún beneficio con los impuestos. Al fin y al cabo, esto lo tiene que hacer alguien. Y así sería una manera indirecta de que lo hiciera el gobierno.

P. Acaba de llegar de Washington, ¿cómo ha vivido el ambiente en la calle?
R. La gente está enfadada pero ha sido muy pacifista. La noche es como las películas, donde hay grupos de individuos que han hecho destrozos. Si pones todas esas imágenes juntas, sí puede parecer el apocalipsis y el derrumbe de la democracia americana. Pero te puedo poner las mismas imágenes todas positivas. Ha habido destrucción pero no como para decir que los cimientos de América se están tambaleando. Hay mucha gente muy ofendida y la gente que te tiene que estar protegiendo te está matando. Yo entiendo que los policías en América viven bajo mucho miedo. No hay país en el mundo con más armas en la historia ni en el que muera más gente por arma. Yo ahora no quisiera ser policía en Estados Unidos porque nadie es Superman. Pero es verdad que por esa actitud casi probélica que tienen algunos, en parte por defensa en parte por ser malas personas si están viendo que estás en el suelo, esposado y con dos policías encima no tiene sentido que te maten porque tiene su rodilla en tu cuello durante nueve minutos. Eso hay que cambiarlo con empatía.

Todo se resume en una película de ‘La guerra de las galaxias’: está el bien, el mal y unos contra los otros. Necesitamos líderes que todos quieran ser Jedis

P. ¿Qué le pediría a Trump?
R. Lo mismo que todos. La salida que hizo de la Casa Blanca el otro día fue patética. Hay dos imágenes que para mí lo explican todo: la del presidente Obama en la marcha de Selma, cruzando el puente, sin prácticamente nadie de seguridad a su alrededor junto a miles de personas detrás y la de Trump saliendo solo, apoyado por dos líneas de policías y guardia militar armados hasta los dientes. Por dar la impresión de ser opresivo y militarista en vez de tener empatía para escuchar, sucede lo que está pasando en diferentes ciudades norteamericanas. Es un momento histórico, la tormenta perfecta para que de aquí salga algo. Esta no es la América que la gente quiere. Nunca ha habido más desunión y todo comienza por una persona. Trump no tiene la culpa de todo el racismo. Pero es el líder que lleva tres años sacando lo peor de América en vez de intentar apaciguar y acercar más a las personas. Cuando hay ese tipo de liderazgo vale más cambiar de país. Pero eso se lo digo a todo el mundo. Cuando tenemos líderes que van a insultar, denigrar y no buscar consenso hay que quitarlos del medio rápidamente porque lo único que van a lograr es llevar a nuestros hijos a guerras civiles. El pasado está lleno de ellas. Tenemos que exigir líderes que busquen el consenso y nos guíen a lo mejor de nosotros mismos. Cuando hay partidos políticos que solo lanzan discursos de unos contra otros hasta que se den, así no se puede crear un país. En temas raciales es lo mismo. Parece que todo se resume en una película de La guerra de las galaxias: está el bien, el mal y unos contra los otros. Y el que era malo resulta que tenía el corazón bueno. La vida es más compleja que todo esto pero necesitamos líderes que todos quieran ser Jedis. Y que entiendan que el que no es como tú también te puede enriquecer. Yo no pienso lo mismo ahora que cuando tenía 20 años. He ido escuchando, aprendiendo y encontrando un punto más pragmático en la vida.

Los cocineros de la ong WKF, este sábado en Santa Eugenia. Los cocineros de la ong WKF, este sábado en Santa Eugenia.INMA FLORES / EL PAIS

P. En su biografía de Twitter dice: “Si estás perdido, comparte un plato de comida con un extraño y te encontrarás”. ¿Cuándo fue la primera vez que lo descubrió?
R. No lo recuerdo. A mí me gusta ir a los restaurantes más high top y a las barriadas más pobres donde una señora cocinando con un carbón te ofrece un humilde plato de potaje con un poco de arroz. Ahí entablas conversación con gente con la que nunca hablas porque socialmente estamos muy fragmentados. Esos sitios me ponen en mi lugar. Creo que cuando hay esas grandes conferencias de “vamos a cambiar el mundo”, las hacen en los lugares equivocados. Esas personas que hablan de acabar con el hambre en el edifico de las Naciones Unidas, cuando hay un receso se van a comer a los restaurantes más lujosos de Manhattan. Hay tal desconexión entre el mensaje y la realidad, que es imposible que las palabras de estos líderes tengan efecto.

P. ¿Y se lo dice a ellos?
R. Y me responden que ellos también van a las barriadas. Pero sé que sólo acuden para hacerse la foto. Cuando los discursos los das en el lugar equivocado es imposible tener efecto. Ahora hablando contigo estoy perdiendo tiempo de estar en los barrios de Madrid. Lo que perdemos en los discursos se lo estamos quitando a los sitios donde hay que estar. Hay que estar en la calle, al pie del cañón. No puedes ser líder de despacho.

LA OPORTUNIDAD DE ESPAÑA DE SER “LA SUIZA DE LA HOSTELERÍA”
Entrevista al chef José Andrés que ha venido a España a visitar las cocinas de su ong world central kitchen madrid centro

Foto: Inma Flores
En las cocinas de World Central Kitchen Food han participado chefs a los que José Andrés admira. Sus negocios han estado parados, con los envíos a domicilio como única salida posible. De cara a la recuperación económica, el chef asturiano plantea la importancia de promocionar la gastronomía como baza turística. “El turismo es un motor importante en España. Si hay algún ministro que piense que hay que diversificar la industria que empiece hacerlo creando las medidas” para “atraer inversión nacional y extranjera”.

Lo ejemplifica con que hay “muy pocas campañas” que intenten atraer al turista de invierno. “¿Por qué no invertir en eso? ¿Por qué no nos podemos convertir en la nueva Suiza de la hostelería?”, se pregunta, y destaca el éxito “notable” de la Escuela de Hostelería en el País Vasco, en San Sebastián. “¿Por qué España no toma la iniciativa con ayuda pública y privada y crea cinco o seis escuelas más de hostelería si somos líderes en turismo? Si somos potencia turística en atraer, tenemos que serlo también en crear. ¿Por qué las mejores escuelas están todas en Suiza, EEUU o Alemania? Yo quise hacer una con un grupo de amigos en Sigüenza (Guadalajara), un sitio maravilloso y ahí se quedó. La de riqueza que hubiera traído a un lugar así”, dice. La ONG dice adiós a los chefs más notables pero seguirá en marcha: ha creado escuela para continuar la labor.

https://elpais.com/espana/madrid/2020-06-06/jose-andres-el-hambre-no-se-ve-y-esta-presente-en-tu-ciudad.html

viernes, 13 de abril de 2018

Thermomix, una máquina de hacer dinero. El robot de cocina aporta al grupo Vorwerk 1.375 millones de euros.

“Cada tres minutos y medio se vende una Thermomix en España”. Vorwerk, el grupo alemán con sede en Suiza que inventó el robot de cocina más famoso de Europa anunciaba así su récord de facturación en el país, donde el año pasado obtuvo unos ingresos de 178 millones de euros, un 17% más que en 2014. El culpable ha sido el nuevo modelo TM5, capaz, como los anteriores, de cortar, mezclar, batir, emulsionar, amasar, picar, cocer, freír y cocinar al vapor, pero con nuevas funciones ligadas al mundo digital. Y considerablemente más caro. El precio (1.100 euros) supera en 120 euros al del modelo anterior, que reinó durante una década (2004-2014), lo que, unido a las 152.736 unidades distribuidas, ha animado la cuenta de resultados.

El robot aporta a todo el grupo en el mundo 1.375 millones en ventas, el 39% de sus ingresos. Otros 1.043 millones provienen de su división de aspiradoras Kobold, un 13% de los cosméticos Jafra y otro porcentaje similar de AKF, una filial de servicios de ingeniería. El grupo Vorwerk también fabrica sistemas de limpieza, aparatos para purificación de aguas y hasta suelos para la construcción. Pero lo más peculiar de la multinacional es que mantenga su sistema de venta puerta a puerta a través de comerciales generalmente autónomos (tienen 612.884 en todo el mundo) que cobran una comisión por cada operación. “Es un modelo que está muy consolidado. La compañía lleva en España más de 36 años con el mismo sistema, lo que nos ha permitido que nuestros clientes sean nuestro altavoz”, valora Ignacio Fernández-Simal, consejero delegado de Thermomix en España. Por eso un robot de cocina criando polvo en cualquier estantería supone para ellos mucho más que una venta fallida. “No tenemos estrategia de comunicación publicitaria porque nuestro activo es el testimonio de los clientes. Lo que más daño nos hace es que el producto no se use, porque eso llevará a la persona a cuestionarse si la inversión ha merecido la pena”, añade Fernández-Sinal.

La jefa regional de la zona Norte, Cécile Marié, explica que esta forma de acercarse a los compradores, aunque siga basándose en los mismos principios (clientes que recomiendan a otros), ha cambiado. “Hemos pasado a un modelo donde la persona que tiene un Thermomix organiza una degustación en su casa, un evento lúdico con un menú completo. Con ello conseguimos tener una venta o un reclutamiento [de alguien que se une como comercial] cada dos degustaciones”. Si el aparato gusta y se cierra el trato, los comerciales de Thermomix volverán por el domicilio del interesado para explicarle más a fondo cómo se utiliza la máquina y un mes y medio después de la compra le darán, de nuevo, una lección de recordatorio. En esta última prepararán menús para varios días.

En España acumulan 2,1 millones de unidades vendidas a 1,6 millones de clientes, lo que significa que medio millón ha repetido. El equipo de comerciales alcanza las 8.700 personas. Con cinco ventas al mes llegan a facturar unos mil euros, aunque la comisión del 20% se rebaja si las ventas son menores. “La demostración es fundamental, es como probar un coche. Por eso decimos que regalar Thermomix para una boda no es lo más adecuado, porque la persona tiene que conocer el producto y estar convencida”, señala Marié.

Los mayores usuarios de Thermomix son matrimonios jóvenes con hijos que quieren preparar comida de forma práctica con ingredientes comunes. Está en el origen de su nacimiento: la máquina se inventó en los años 60 del siglo pasado, cuando una madre alemana pensó en lo bueno que sería conseguir un utensilio capaz de trocear la comida lo suficiente para su bebé.

Hoy los usuarios pueden echar mano del recetario de unos 10.000 platos que se renuevan en cada país. El departamento de I+D de producto español idea cada año entre 1.300 y 1.500 recetas que se publican en una revista mensual, en colecciones digitales semanales, y en libros de papel. “La comida es muy local. En España los platos se parecen más a los que se elaboran en Italia, Francia o en Portugal. En Centroeuropa comen más cerdo o patatas. Pero también se nota la globalización: en Alemania hay muchísima influencia turca, igual que la de India en Reino Unido. En cualquier caso, en España notamos que la gente pide alimentos más saludables, con menos grasa, aunque la receta más consultada sea la tarta de tres chocolates”, cuenta Beatriz Rodríguez Díez, directora de I+D.

El departamento de desarrollo edita cada año entre 1.300 y 1.500 recetas nuevas

La compañía originariamente dedicada a hacer alfombras que nació en 1883 en la ciudad alemana de Wuppertal se define hoy como la cuarta del mercado en venta directa del mundo. Diariamente fabrica entre 1.500 y 2.100 unidades en sus plantas europeas para 60 países. Un equipo de 120 ingenieros trabajan en Alemania para mejorar sus funciones, aunque no han podido evitar que el cambio de modelo haya aumentado las incidencias registradas en la empresa, algo a lo que Fernández-Sinal resta importancia: “La fiabilidad del producto es uno de nuestros valores. El nivel de quejas es muy bajo, las funciones principales no cambian”.

LA DOBLE VIDA DEL ROBOT
El grupo Vorwerk se esfuerza en subrayar que su aparato está diseñado para cocinar diariamente “durante toda la vida”. Pese a ello el mercado de segunda mano es, según los cálculos de la empresa, bastante reducido. “Los clientes no se suelen querer desprender de su antigua Thermomix. La regalan a alguien o la utilizan para segundas residencias si adquieren otra”, señala su director para España. Tampoco ofrecen grandes incentivos para ello: no hay, como tiempo atrás, planes renove para sustituir de forma más económica el electrodoméstico.

En cambio, el robot ha entrado en la era digital. El último modelo incorpora una pantalla táctil a color que permite seguir las recetas que previamente se bajan de una plataforma online.

https://elpais.com/economia/2016/06/02/actualidad/1464866131_309850.html?rel=lom


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