__ La explotación laboral de las marcas de lujo es una realidad en Italia. Miles de personas son subcontratadas por empresas de lujo para trabajar desde casa en la elaboración de prendas a cambio de un sueldo muy bajo y sin contar con un contrato ni seguro. Esas condiciones son permitidas por el gobierno italiano que no ha fijado un salario mínimo nacional.
A cinco años del derrumbe de una fábrica textil de Bangladés —en el que fallecieron más de 1100 personas— los trabajadores de la industria de la moda en ese país continúan con las mismas extenuantes jornadas laborales, salarios bajos y condiciones precarias para fabricar ropa que se usa en todo el mundo. Además, las empresas dedicadas a la confección de prendas no dan indicios de implementar los cambios necesarios para mejorar las condiciones de trabajo de los operarios.
La democratización de la industria del lujo ha ocasionado una larga cadena de vicios empresariales sustentados en la mano de obra barata para el consumo de los mercados internacionales en este artículo [en inglés], Dana Thomas sostiene que los ejecutivos de las marcas de lujo no comercializan “sueños”, como les gusta sugerir; simplemente venden artículos de bajo costo y alta rentabilidad envueltos en logotipos exclusivos.
Mostrando entradas con la etiqueta explotación laboral. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta explotación laboral. Mostrar todas las entradas
martes, 2 de octubre de 2018
viernes, 13 de octubre de 2017
La joven que falleció en Japón tras trabajar 159 horas extra en un mes y cuya muerte reabrió el debate sobre el "karoshi".
Una periodista de 31 años falleció en Japón como resultado de una insuficiencia cardíaca tras trabajar 159 horas extra al mes y librar solo dos días en el mes previo a su muerte.
La autoridad laboral de Tokyo estableció en 2014 que Miwa Sado, periodista de la cadena pública NHK, murió un año antes por consecuencia directa de sus largas jornadas laborales y falta de descanso.
Sin embargo, no fue hasta este jueves que el medio de comunicación reconoció públicamente que el "karoshi" (muerte por exceso de trabajo) fue la causa del fallecimiento.
Lo hizo por petición expresa de la familia de su trabajadora, que desea que no se vuelva a repetir un caso como este. "Esperamos que el dolor de una familia desolada no sea desperdiciado", declararon sus padres en un comunicado de NHK.
La cadena pública aseguró que se toma "muy en serio" la muerte de Sado. "Refleja un problema para nuestra organización en su conjunto, incluyendo el sistema laboral y cómo se cubren las elecciones".
Plan contra el "karoshi"
Horas después de confirmarse este caso, un tribunal condenó este viernes a la empresa de publicidad japonesa Dentsu a pagar US$4.400 por obligar a sus empleados a trabajar más horas de las permitidas por la ley.
En 2015, una de sus trabajadoras de 24 años se suicidó tras publicar en redes sociales que estaba "destrozada física y mentalmente" por su carga de trabajo que podía superar las 100 horas extra al mes.
Las autoridades laborales dictaminaron que la muerte de Matsuri Takahashi se debió al estrés causado por las largas jornadas laborales.
Este mediático caso obligó al gobierno japonés a abordar la cultura de trabajo existente en el país, que lleva a los empleados a trabajar muchas más horas para demostrar su dedicación y compromiso con la empresa.
Más de 2.000 japoneses se suicidaron debido al estrés relacionado con el trabajo entre marzo de 2015 y marzo de 2016, según el ejecutivo. Muchos otros sufrieron ataques cardíacos, infartos y otras condiciones vinculadas a la presión vivida en el trabajo.
La legislación laboral japonesa establece que no se deben superar las 40 horas de trabajo semanales, aunque permite que se trabajen horas extra siempre que haya un acuerdo previo entre jefes y empleados.
El pasado mes de marzo, el gobierno presentó un plan para limitar de manera clara por primera vez el número de horas extra: no deberán superar en ningún caso las 100 horas mensuales u 80 horas en el caso de que se encadenen varios meses con alta carga laboral. "Problema crónico"
Scott North, profesor de sociología de la universidad de Osaka, dijo que el exceso de trabajo es un "problema crónico" en Japón y que pequeñas multas como la impuesta a Dentsu -una de las mayores empresas publicitarias del país- no ayudarán a disminuirlo.
"Puedes ver por qué una muerte ocasional puede considerarse un costo de hacer negocios comparativamente pequeño, especialmente si se compara con los costos laborales que se pueden ahorrar al hacer que las personas trabajen horas extra no pagadas", dijo a la BBC.
Según el gobierno, casi la cuarta parte de las compañías japonesas tiene a sus empleados trabajando más de 80 horas extra al mes, en ocasiones no remuneradas.
Cada año, el ejecutivo recibe unas 2.000 reclamaciones de compensación por supuestos casos de "karoshi", de las que según el profesor North, "un 37% son exitosas". Una ley que entró en vigor en 2014 para hacer frente al "karoshi" se enfocó en campañas educativas y de abogacía para dar a conocer sus riesgos.
North afirma que aunque exige a los empresarios hacer esfuerzos para reducir las horas de trabajo de los empleados, no contempla ninguna multa para quienes no lo hagan.
"Los esfuerzos del gobierno por reconducir el problema del "karoshi" no pueden ser descritos como exitosos", concluyó.(1)
http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-41532689
(1) Es decir, que los empresarios o "emprendedores" pueden hacer trabajar hasta morir a sus empleados y no les pasará nada, ni siquiera una multa. Y, me pregunto, es eso una democracia? o es un régimen de esclavitud? Si eso lo permiten las leyes y la "justicia" del Japón, hay que decir que esas leyes no son democráticas pues el pueblo trabajador no iba a querer esas leyes y no las votarían ni obedecerían si fuesen libres de hacerlo.
Esos comportamientos son una forma más de fascismo, es decir de política contraria al pueblo y por lo tanto no democrática como es el fascismo. Y cómo consiguen que el pueblo admita una política contraria a sus intereses? mediante la violencia, el miedo, la manipulación, la "cultura", la educación, la justicia, la llamada "tradición", los medios de comunicación, la religión, la policía, etc. Lo que ya pusieron en marcha el fascismo italiano en 1922, el nazismo alemán el 1933 y el fascismo español a partir del golpe de estado del 36, junto al "Estado nuevo" portugués o el golpe de estado de Dollfuss en Austria, lo hicieron también. Y el capitalismo estuvo detrás, al frente o al lado de todos ellos.
La autoridad laboral de Tokyo estableció en 2014 que Miwa Sado, periodista de la cadena pública NHK, murió un año antes por consecuencia directa de sus largas jornadas laborales y falta de descanso.
Sin embargo, no fue hasta este jueves que el medio de comunicación reconoció públicamente que el "karoshi" (muerte por exceso de trabajo) fue la causa del fallecimiento.
Lo hizo por petición expresa de la familia de su trabajadora, que desea que no se vuelva a repetir un caso como este. "Esperamos que el dolor de una familia desolada no sea desperdiciado", declararon sus padres en un comunicado de NHK.
La cadena pública aseguró que se toma "muy en serio" la muerte de Sado. "Refleja un problema para nuestra organización en su conjunto, incluyendo el sistema laboral y cómo se cubren las elecciones".
Plan contra el "karoshi"
Horas después de confirmarse este caso, un tribunal condenó este viernes a la empresa de publicidad japonesa Dentsu a pagar US$4.400 por obligar a sus empleados a trabajar más horas de las permitidas por la ley.
En 2015, una de sus trabajadoras de 24 años se suicidó tras publicar en redes sociales que estaba "destrozada física y mentalmente" por su carga de trabajo que podía superar las 100 horas extra al mes.
Las autoridades laborales dictaminaron que la muerte de Matsuri Takahashi se debió al estrés causado por las largas jornadas laborales.
Este mediático caso obligó al gobierno japonés a abordar la cultura de trabajo existente en el país, que lleva a los empleados a trabajar muchas más horas para demostrar su dedicación y compromiso con la empresa.
Más de 2.000 japoneses se suicidaron debido al estrés relacionado con el trabajo entre marzo de 2015 y marzo de 2016, según el ejecutivo. Muchos otros sufrieron ataques cardíacos, infartos y otras condiciones vinculadas a la presión vivida en el trabajo.
La legislación laboral japonesa establece que no se deben superar las 40 horas de trabajo semanales, aunque permite que se trabajen horas extra siempre que haya un acuerdo previo entre jefes y empleados.
El pasado mes de marzo, el gobierno presentó un plan para limitar de manera clara por primera vez el número de horas extra: no deberán superar en ningún caso las 100 horas mensuales u 80 horas en el caso de que se encadenen varios meses con alta carga laboral. "Problema crónico"
Scott North, profesor de sociología de la universidad de Osaka, dijo que el exceso de trabajo es un "problema crónico" en Japón y que pequeñas multas como la impuesta a Dentsu -una de las mayores empresas publicitarias del país- no ayudarán a disminuirlo.
"Puedes ver por qué una muerte ocasional puede considerarse un costo de hacer negocios comparativamente pequeño, especialmente si se compara con los costos laborales que se pueden ahorrar al hacer que las personas trabajen horas extra no pagadas", dijo a la BBC.
Según el gobierno, casi la cuarta parte de las compañías japonesas tiene a sus empleados trabajando más de 80 horas extra al mes, en ocasiones no remuneradas.
Cada año, el ejecutivo recibe unas 2.000 reclamaciones de compensación por supuestos casos de "karoshi", de las que según el profesor North, "un 37% son exitosas". Una ley que entró en vigor en 2014 para hacer frente al "karoshi" se enfocó en campañas educativas y de abogacía para dar a conocer sus riesgos.
North afirma que aunque exige a los empresarios hacer esfuerzos para reducir las horas de trabajo de los empleados, no contempla ninguna multa para quienes no lo hagan.
"Los esfuerzos del gobierno por reconducir el problema del "karoshi" no pueden ser descritos como exitosos", concluyó.(1)
http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-41532689
(1) Es decir, que los empresarios o "emprendedores" pueden hacer trabajar hasta morir a sus empleados y no les pasará nada, ni siquiera una multa. Y, me pregunto, es eso una democracia? o es un régimen de esclavitud? Si eso lo permiten las leyes y la "justicia" del Japón, hay que decir que esas leyes no son democráticas pues el pueblo trabajador no iba a querer esas leyes y no las votarían ni obedecerían si fuesen libres de hacerlo.
Esos comportamientos son una forma más de fascismo, es decir de política contraria al pueblo y por lo tanto no democrática como es el fascismo. Y cómo consiguen que el pueblo admita una política contraria a sus intereses? mediante la violencia, el miedo, la manipulación, la "cultura", la educación, la justicia, la llamada "tradición", los medios de comunicación, la religión, la policía, etc. Lo que ya pusieron en marcha el fascismo italiano en 1922, el nazismo alemán el 1933 y el fascismo español a partir del golpe de estado del 36, junto al "Estado nuevo" portugués o el golpe de estado de Dollfuss en Austria, lo hicieron también. Y el capitalismo estuvo detrás, al frente o al lado de todos ellos.
domingo, 9 de octubre de 2016
Disculpe la espera, todos nuestros operadores se encuentran en huelga
eldiario.es
(NOTA: Léase con una sonrisa, sin dejar de sonreír hasta el final para dar un tono amable a sus palabras)
"Buenos días, quería hablar con la persona titular del teléfono, luz, gas, seguro, cuenta, tarjeta, billete, cita, consulta, emergencia, avería o incidencia. ¿Es usted? Encantada de saludarle. ¿Cómo quiere que me dirija a usted?
El motivo de mi llamada es informarle de nuestra última promoción, por si le interesa a usted o a algún familiar. Se trata de un puesto de trabajo en el sector de atención telefónica y telemarketing, una oportunidad incomparable para conocer uno de los empleos más precarios, peor pagados y con mayores tasas de automedicación y absentismo por estrés y depresión.
Con nosotros disfrutará de contratos temporales y a tiempo parcial, con cambios de turno y disponibilidad horaria absoluta, ritmos frenéticos y presión constante, a cambio de salarios que con frecuencia no superan los 6 euros por hora. Le informo también de nuestras facilidades para el despido, incluidas trabajadoras embarazadas, y nuestros formidables descuentos, sin competencia: un 5% menos de poder adquisitivo desde 2010. Si desea conocer también nuestras ofertas en salud laboral y ergonomía, permanezca a la espera, por favor.
Nuestra empresa cuenta con años de experiencia como subcontrata de todo tipo de servicios telefónicos, y es líder en externalizar actividad a otros países donde paga sueldos aún más bajos. Garantizamos un 100% de plantilla en todo momento, pues aunque despedimos con facilidad (y al que no despedimos se acaba marchando por no aguantar más), contamos con una enorme reserva de paradas y parados dispuestos.
(Tome aire, pero mantenga la sonrisa)
¿Sigue ahí, señor o señora...?
Quería aprovechar también para pedirle disculpas por las veces en que le molesto en horarios incordiantes, le doy un mal servicio, no resuelvo su consulta, le escondo el precio final o le vendo motos. Sepa usted que nuestra empresa prima la cantidad de llamadas antes que la calidad de las mismas, y que la rotación, el ritmo de trabajo y la poca formación deterioran un servicio que si no es aún peor es por el empeño que ponemos las trabajadoras y trabajadores. Nuestra empresa quiere también agradecerle que descargue su enfado conmigo, pues entre mis funciones está hacer de pantalla y poner la cara para las bofetadas que no reciben los directivos.
No se retire todavía, por favor, estamos a punto de terminar. A continuación voy a pasarle con el departamento de renovaciones, donde una compañera "retenedora" le informará de las tretas que se ve obligada a utilizar para impedir que los clientes se den de baja, de cuyo éxito o fracaso dependen sus ingresos. Le pasaré también con un compañero del departamento comercial que le contará cómo vende alarmas de hogar metiendo miedo a los clientes, pues entre nuestras funciones también a veces está engañar, aprovecharnos de los débiles y guardarnos escrúpulos y principios éticos si queremos cobrar a final de mes.
Por último, me gustaría informarle de que, pese a ser un sector que pareciera expresamente diseñado para hacer imposible la lucha colectiva, las trabajadoras y trabajadores no nos rendimos, y muchas de nosotras hicimos huelga ayer. Le ruego disculpas si no pudo ser atendido y se quedó escuchando esa odiosa musiquilla de espera en bucle, o fue desviado a un call center en otro país, pero nuestros operadores estaban haciendo huelga. Colgamos los cascos.
Gracias por su colaboración, tenga un buen día."
Fuente: http://www.eldiario.es/zonacritica/telemarketing_huelga_6_566653362.html
Suscribirse a:
Entradas (Atom)