_- El dirigente socialista es secretario autonómico de Educación de la Comunidad Valenciana, uno de los territorios que más está transformando su sistema de enseñanza
Miguel Soler (Valencia, 67 años) es uno de los siete expertos que ha redactado el documento base de la nueva forma de aprender y evaluar en la escuela (el currículo) que prepara el Gobierno. Licenciado en Matemáticas, profesor de instituto, antiguo alto cargo del Ministerio de Educación en los gobiernos de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero y número dos del departamento de Educación de la Generalitat valenciana, Soler es uno de los grandes referentes dentro del PSOE en la materia.
Con él y con el consejero Vicent Marzà (de Compromís), la Comunidad Valenciana se ha convertido en uno de los territorios que más está transformando el sistema educativo. Uno de los cambios más innovadores y más contestados por parte del profesorado es el aprendizaje por ámbitos, la mezcla de asignaturas para hacer una enseñanza menos compartimentada y más aplicada. Una fórmula que hasta donde ha permitido el presupuesto ha ido acompañada de la codocencia (dos profesores en el aula). El de Valencia ha sido también uno de los primeros Ejecutivos autonómicos en desvincular la repetición de un número concreto de suspensos. La entrevista tiene lugar en su despacho, con las ventanas abiertas para que corra el aire.
R. España es uno de los países donde más se repite curso, y se ha constatado que en general no sirve para superar las dificultades de aprendizaje. Solo sirve en determinados casos. Por ejemplo, cuando un alumno ha tenido un año especialmente difícil por algún motivo o necesita más tiempo para madurar. Pero normalmente no es así. Pongamos un alumno de primero de la ESO sobre el que el profesorado se pregunta: ¿ha superado lo que estaba previsto para este curso? Por la propia dinámica de los procedimientos de evaluación, si la respuesta es no, automáticamente, se decide que repita. Nadie, sin embargo, defiende la repetición indefinida del mismo curso y ninguna ley ha contemplado hacer el mismo curso más de dos veces. Así que ese alumno de primero de la ESO al que se le ha hecho repetir sabe que haga lo que haga ese curso no volverá a repetir, aunque esté todo el año tumbado a la bartola. La consecuencia es que, salvo una minoría, los alumnos que repiten están peor que un año antes de repetir, porque han pasado un curso casi en blanco, además de que se les ha separado de sus compañeros.
P. ¿Cuál es su alternativa?
R. Hay que analizar la trayectoria del alumno, ver en qué tiene dificultades y decidir qué será mejor para él: ¿repetir curso, aunque no sea haciendo exactamente lo mismo, sino con medidas que le ayuden a superar las dificultades, o pasar al siguiente con medidas de refuerzo? Muchas veces la mejor opción será la segunda. Que si un alumno ha tenido dificultades en matemáticas, física y geografía, los recursos económicos y personales se concentren en darle refuerzo en esas materias. ¿Y quién puede determinarlo mejor? El equipo de profesores que le imparte clases. Por eso creo que hay un debate absurdo sobre los números, si son dos, tres o cuatro suspensos. La clave, en la etapa obligatoria, es analizar cuál es la mejor opción para conseguir que el alumno sepa más el año que viene que este.
P. En la Comunidad Valenciana ya se ha eliminado el vínculo entre número de suspensos y repetición. ¿Qué efecto está teniendo?
R. Tenemos la seguridad de que se han reducido repeticiones, aunque hasta septiembre no tendremos datos cerrados.
P. Una parte de la sociedad cree que la medida debilitará la cultura del esfuerzo.
R. Todo el profesorado sabe que hay alumnos que se esfuerzan muchísimo y llegan hasta donde llegan porque muchos factores inciden de una manera determinante. La familia en la que están, el contexto en el que viven, las tareas que tienen que realizar cuando se marchan a casa… Lo que se resume en el nivel sociocultural y económico de la familia. Eso ya estaba contrastado y se ha notado especialmente en la pandemia. El esfuerzo hace falta en todos los trabajos. Al estudiar, que es algo que ahora va a haber que hacer a lo largo de toda la vida, por supuesto. Yo defiendo la cultura del esfuerzo, pero no hagamos demagogia con ella.
P. Un sector de la sociedad se opone también a cambiar el modelo de enseñanza tradicional.
R. ¿La memoria es fundamental? Sí, lo es. Pero las evaluaciones no pueden basarse en lo que un chaval sabe un día determinado. En los años noventa, hicimos aquí una prueba con 100 alumnos que habían obtenido una media de sobresaliente entre el Bachillerato y la selectividad. Cuatro meses después les pusimos una prueba casi idéntica a la que habían hecho y pasaron de tener media de sobresaliente a tener un 6,7. Eso quiere decir que aquel examen comprobaba, en gran medida, la memoria a corto plazo. Un aprendizaje basado en competencias pretende que asimiles y tengas la memoria suficiente para ser capaz de resolver problemas en el futuro y dar respuesta a situaciones nuevas gracias a los conocimientos que has adquirido.
P. Una de las objeciones que se plantean es que bajará el nivel y perjudicará a los buenos alumnos.
R. Tenemos que conseguir que todo el alumnado tenga una renta cultural básica. Ahora, un 25% no se gradúa en la ESO en la edad esperada. Tenemos que conseguir que lleguen y sigan después haciendo FP o Bachillerato, o, si quieren trabajar, lo hagan combinándolo con los estudios, algo que la nueva ley de Formación Profesional contempla. Pero es que esta forma de aprender será mejor para el que hoy no llega a acabar la ESO y también para el futuro astrofísico o matemático, porque está orientada a que sean capaces de resolver problemas, más que a reproducir lo aprendido en un momento determinado. Y los centros, además de garantizar los aprendizajes imprescindibles, también tienen que ofrecer aprendizajes deseables, utilizando su autonomía en función de dónde están y qué alumnado tienen, lo cual es necesario para atender a situaciones muy diversas. Aprovechando la optatividad, los centros valencianos tienen, por ejemplo, la posibilidad de ofrecer horas refuerzo, para evitar la repetición, en todas las áreas, y también horas de profundización para enriquecer el currículo en todas las áreas.
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lunes, 2 de agosto de 2021
miércoles, 5 de octubre de 2016
El Sindicato de Estudiantes niega el saludo a Méndez de Vigo y se va de la reunión por un pacto educativo. Los estudiantes se han justificado en que el ministro "trata de aparentar lo que no es y de dar una imagen de diálogo que no tiene nada que ver con los hechos". A esa reunión también han acudido CANAE, CREUP y FAEST, otras organizaciones estudiantiles.
EUROPA PRESS
MADRID.-La secretaria general del Sindicato de Estudiantes, Ana García, junto a dos compañeras de la organización, ha negado el saludo al ministro de Educación, Cultura y Deportes en funciones, Íñigo Méndez de Vigo, antes de comenzar en su despacho la reunión en la que se buscaba un futuro pacto educativo.
García se ha levantado de la mesa tras utilizar su turno de palabra, durante el cual ha leído un texto con el que ha acusado al ministro de "degradar la calidad de la educación" y le ha informado de la huelga general de estudiantes convocada para el 26 de octubre.
En declaraciones a los medios, la secretaria general de esta organización ha indicado que la ronda de contactos propiciada por Méndez de Vigo con representantes de la comunidad educativa es una "auténtica mascarada del ministro, que trata de aparentar lo que no es y de dar una imagen de diálogo que no tiene nada que ver con los hechos", en alusión a la "imposición" de las "reválidas franquistas", aprobadas este verano. "Nosotros no queremos participar de este tipo de maniobras ni dejarnos utilizar", ha subrayado.
En esta reunión también estaban convocados los representantes de otras tres organizaciones de estudiantes -CANAE, CREUP y FAEST-, que han permanecido reunidos con el ministro tras el plante del Sindicato de Estudiantes.
Fuentes del Ministerio de Educación han subrayado que desde este departamento lamentan la "falta de educación" del Sindicato de Estudiantes que "nada más entrar ha negado a saludar al ministro", mientras que el resto de representantes de las otras tres organizaciones se ha comportado de manera "correcta y educada" y han continuado en la reunión "haciendo aportaciones muy positivas para mejorar la educación".
Las mismas fuentes han indicado que la secretaria general del Sindicato de Estudiantes ha acudido este martes al ministerio "a leer un texto político y 'antitodo' y a ponerse la camiseta verde". "Es lamentable que no vengan a dar ideas y a plantear propuestas", han apostillado.
García ha admitido que no ha esperado que el ministro hiciera una valoración de la carta porque, según ella, "no tiene ninguna intención de escuchar" al Sindicato de Estudiantes. "Sabemos perfectamente por su práctica y sus hechos lo que defiende, que son los intereses de una minoría, y que su objetivo es atacar a la educación pública", ha aseverado.
"Nosotros lo que queríamos decirle es que no cuente con nosotros para mascaradas y que nos va a tener en la calle luchando hasta que retiren todas las reformas clasistas y elitistas que nos niegan a la mayoría el derecho a la educación", ha afirmado.
También ha dicho que el ministro antes de dar el turno de palabra a los representantes de las organizaciones de estudiantes les ha contado las "bondades de su plan" del que el Sindicato de Estudiantes "no se cree ni una sola palabra". García ha denunciado, además, que ella ha sido la última de las cuatro organizaciones en poder hablar, pese a ser la organización "mayoritaria", y cree que esto "no ha sido casualidad".
"Se hace fotos con todos y aparece como un hombre muy simpático y dialogante, pero que luego aprueba un decreto de reválidas franquistas para expulsar a cientos de miles de jóvenes", ha insistido, para concluir que las palabras de Méndez de Vigo "no tienen ningún tipo de valor".
Por el Ministerio ya habían pasado los padres y los padres, representados por las asociaciones CEAPA y CONCAPA y ayer fue el turno de los sindicatos: CCOO, ANPE, CSIF y UGT. Este último denunció que el ministro se presentó a la reunión sin propuestas.
http://www.publico.es/sociedad/sindicato-estudiantes-niega-saludo-mendez.html?utm_content=buffer44084&utm_medium=social&utm_source=facebook.com&utm_campaign=buffer
MADRID.-La secretaria general del Sindicato de Estudiantes, Ana García, junto a dos compañeras de la organización, ha negado el saludo al ministro de Educación, Cultura y Deportes en funciones, Íñigo Méndez de Vigo, antes de comenzar en su despacho la reunión en la que se buscaba un futuro pacto educativo.
García se ha levantado de la mesa tras utilizar su turno de palabra, durante el cual ha leído un texto con el que ha acusado al ministro de "degradar la calidad de la educación" y le ha informado de la huelga general de estudiantes convocada para el 26 de octubre.
En declaraciones a los medios, la secretaria general de esta organización ha indicado que la ronda de contactos propiciada por Méndez de Vigo con representantes de la comunidad educativa es una "auténtica mascarada del ministro, que trata de aparentar lo que no es y de dar una imagen de diálogo que no tiene nada que ver con los hechos", en alusión a la "imposición" de las "reválidas franquistas", aprobadas este verano. "Nosotros no queremos participar de este tipo de maniobras ni dejarnos utilizar", ha subrayado.
En esta reunión también estaban convocados los representantes de otras tres organizaciones de estudiantes -CANAE, CREUP y FAEST-, que han permanecido reunidos con el ministro tras el plante del Sindicato de Estudiantes.
Fuentes del Ministerio de Educación han subrayado que desde este departamento lamentan la "falta de educación" del Sindicato de Estudiantes que "nada más entrar ha negado a saludar al ministro", mientras que el resto de representantes de las otras tres organizaciones se ha comportado de manera "correcta y educada" y han continuado en la reunión "haciendo aportaciones muy positivas para mejorar la educación".
Las mismas fuentes han indicado que la secretaria general del Sindicato de Estudiantes ha acudido este martes al ministerio "a leer un texto político y 'antitodo' y a ponerse la camiseta verde". "Es lamentable que no vengan a dar ideas y a plantear propuestas", han apostillado.
García ha admitido que no ha esperado que el ministro hiciera una valoración de la carta porque, según ella, "no tiene ninguna intención de escuchar" al Sindicato de Estudiantes. "Sabemos perfectamente por su práctica y sus hechos lo que defiende, que son los intereses de una minoría, y que su objetivo es atacar a la educación pública", ha aseverado.
"Nosotros lo que queríamos decirle es que no cuente con nosotros para mascaradas y que nos va a tener en la calle luchando hasta que retiren todas las reformas clasistas y elitistas que nos niegan a la mayoría el derecho a la educación", ha afirmado.
También ha dicho que el ministro antes de dar el turno de palabra a los representantes de las organizaciones de estudiantes les ha contado las "bondades de su plan" del que el Sindicato de Estudiantes "no se cree ni una sola palabra". García ha denunciado, además, que ella ha sido la última de las cuatro organizaciones en poder hablar, pese a ser la organización "mayoritaria", y cree que esto "no ha sido casualidad".
"Se hace fotos con todos y aparece como un hombre muy simpático y dialogante, pero que luego aprueba un decreto de reválidas franquistas para expulsar a cientos de miles de jóvenes", ha insistido, para concluir que las palabras de Méndez de Vigo "no tienen ningún tipo de valor".
Por el Ministerio ya habían pasado los padres y los padres, representados por las asociaciones CEAPA y CONCAPA y ayer fue el turno de los sindicatos: CCOO, ANPE, CSIF y UGT. Este último denunció que el ministro se presentó a la reunión sin propuestas.
http://www.publico.es/sociedad/sindicato-estudiantes-niega-saludo-mendez.html?utm_content=buffer44084&utm_medium=social&utm_source=facebook.com&utm_campaign=buffer
viernes, 23 de enero de 2015
Ayudar a los pobres en la educación: El poder de un simple empujón
Hay enormes desigualdades en la educación en los Estados Unidos. (Y como ha señalado la OCDE, también en España está aumentando)
Un niño nacido en una familia pobre sólo tiene una probabilidad del 9 por ciento de obtener un título universitario, pero las probabilidades son del 54 por ciento para un niño de una familia de altos ingresos. Estas brechas se abren temprano, con los niños pobres ya menos preparados que sus compañeros de clase en el jardín de infantes.
¿Cómo podemos acortar estas diferencias?
Mediante reformas, contenciosos, ambiciosos titulares sobre el sistema educativo se agolpan en los medios: el núcleo común, la eliminación de la condición de funcionario de los maestros, las escuelas charter. El debate se calienta y, a veces, de mala forma (un libro reciente sobre la educación se titula "La Guerra de los maestros").
Sin embargo, ya que estos debates causan malestar, los investigadores han ido a la búsqueda en silencio de pequeñas reformas, eficaces para mejorar la educación. Han identificado conductas de "empujones" que los estudiantes mejores y sus familias les dan al tomar pequeños pasos que pueden marcar grandes diferencias en el aprendizaje. Estas medidas son baratas, por lo que las escuelas o las organizaciones no lucrativas pueden usarlas inmediatamente.
Vamos a empezar con la universidad.
En cada paso del proceso, los estudiantes de bajos ingresos son más propensos a tropezar en el camino que le llevaría a la educación superior. Incluso el verano después de la escuela secundaria es un tiempo peligroso, con un 20 por ciento de aquellos que planean asistir a la universidad que en realidad no se inscriben - "Derretimiento del verano", un fenómeno conocido como barreras burocráticas, como el proceso laberíntico de solicitar ayuda financiera, explican algunas de la no continuidad.
Mientras eran estudiantes de posgrado en Harvard, dos jóvenes profesores diseñaron y probaron un programa para ayudar a los estudiantes para que persistan en sus planes universitarios. Benjamin L. Castleman, ahora en la Universidad de Virginia, y Lindsay C. Página, en la Universidad de Pittsburgh, establecieron un sistema de mensajes automáticos, de textos personalizados que le recordaban a los estudiantes de secundaria los plazos de solicitud y matrículas universitarias. Los textos incluyen enlaces a formularios requeridos y consejeros en vivo.
¿El resultado?
Los estudiantes que recibieron los textos eran más propensos a inscribirse en la universidad: un 70 por ciento, comparado con el 63 por ciento de los que no lo consiguieron. Siete puntos porcentuales es un gran aumento en este campo, al igual que las ganancias producidas por las becas que cuestan miles de dólares. Sin embargo, este programa cuesta sólo $ 7 por estudiante.
Los mismos investigadores también probaron un programa de mensajes de texto para interactuar con los estudiantes y que no abandonasen la universidad. El problema es importante porque la tasa de graduación de los estudiantes universitarios de bajos ingresos es tristemente baja; dos tercios la dejan sin un título. Los estudiantes universitarios de los Comunity College recibieron textos que les recordaban cuando completar sus formularios de inscripción y becas, en particular las solicitudes de ayuda. Entre estudiantes de primer año que recibieron los textos, el 68 por ciento llegó a completar su segundo año, en comparación con el 54 por ciento de los que no recibieron esos mensajes ("empujones"). Esto, también, supone un gran impacto - especialmente para un programa que cuesta sólo $ 5 por estudiante.
Sabemos que estos programas funcionaron porque fueron evaluados, al igual que todas las innovaciones citadas en esta columna, utilizando un ensayo aleatorio y controlado. Los ensayos aleatorios, que eran raros en la investigación de la educación, son cada vez más comunes. El Works Clearinghouse, que revisa y valora la calidad de la investigación en educación, enumera 242 ensayos aleatorios.
Los estudiantes fueron asignados aleatoriamente a recibir mensajes de texto o no recibirlos. Debido a que los dos grupos se seleccionaron al azar, eran básicamente indistinguibles en el inicio del estudio. Ellos se diferenciaron cuando los textos alteraron el comportamiento de aquellos que los obtuvieron en comparación con aquellos que no lo recibieron.
Los mensajes de texto no ayudarán a todos a llegar a la universidad, y las intervenciones baratas no resolverán todos los problemas. Pero si que resuelven algunos problemas para algunos estudiantes, liberando tiempo y recursos financieros para aquellos que necesitan otro tipo de ayuda.
Algunos estudiantes necesitan asesoramiento personal para ayudar a equilibrar las demandas de la escuela, la familia y el trabajo. Por desgracia, los consejeros no dan abasto, a menudo llevando el número de casos de miles de estudiantes.
Dos investigadores de la Universidad de Stanford, Eric P. Bettinger y Rachel Baker, analizaron un programa de asesoramiento innovador en el que un entrenador académico profesional llama a estudiantes en riesgo para hablar de la gestión del tiempo y habilidades de estudio. El entrenador puede ayudar a un estudiante a planificar la cantidad de tiempo para dedicar en cada clase en los días que se acerca al final, por ejemplo. Los resultados son impresionantes, con los estudiantes entrenados por sus mayores probabilidades de permanecer en la universidad y graduarse. Este programa es más caro que los mensajes de texto - $ 500 por estudiante por semestre - pero los efectos persisten durante años después de que el entrenamiento ha terminado.
¿Pueden ayudar a los niños más pequeños esas acciones?
Susanna Loeb y Benjamin N. York, ambos también en Stanford, desarrollaron un programa de alfabetización para los niños en edad preescolar en San Francisco. Enviaron a los padres textos describiendo actividades sencillas que desarrollan habilidades de alfabetización, como señalar las palabras que riman o comienzan con el mismo sonido. Los padres que reciben los textos pasaron más tiempo con sus hijos en estas actividades y sus hijos tenían más probabilidades de saber el abecedario y los sonidos de las letras. Costó unos pocos dólares por familia.
Investigadores de la Universidad de Chicago y la Universidad de Toronto también están trabajando en métodos para desarrollar la alfabetización. Ariel Kalil, Susan E. Mayer y Philip Oreopoulos enviaron textos a las familias con consejos sobre cómo leer con sus niños en edad preescolar. El resultado fue que los padres emplearon sustancialmente más tiempo leyendo con sus hijos.
Los investigadores también están probando el efecto de dar a los padres más información sobre los esfuerzos de sus hijos en la escuela. Una escuela en Los Ángeles, en colaboración con Peter Bergman, de la Universidad de Columbia, enviaba mensajes personalizado de texto a los padres de estudiantes de secundaria y preparatoria. Los textos dijeron a los padres cuando sus hijos no entregaban las tareas escolares, enumerando los números de página y los problemas específicos que los estudiantes debían completar. Los padres y los estudiantes respondieron: las tareas completadas subieron un 25 por ciento y las calificaciones y resultados de exámenes se mejoró. Otras formas de comunicación entre la escuela y los padres mejoraron, también, con los padres a dos veces más probabilidades de llegar a los profesores de sus hijos.
Estos "empujones" de luz no pueden resolver todos los problemas, a un largo plazo. Pero, pueden ayudar a muchos estudiantes, a un bajo costo.
¿Por qué las escuelas, distritos y estados no se apresuran a establecer estas medidas? Tal vez porque los programas no tienen electorado natural. Ellos no son capital o mano de obra intensiva, porque no crean muchos puestos de trabajo o contratos lucrativos. No crean una gran iniciativa costosa que un político puede señalar en un discurso de campaña. Ellos sólo hacen su trabajo, de manera efectiva y barata.
Susan Dynarski es profesora de economía, educación y políticas públicas en la Universidad de Michigan. Ha asesorado a la administración de Obama en las conclusiones de su investigación de políticas en auxilio de estudiantes. Síguela en Twitter endynarski.
Fuente: http://www.nytimes.com/2015/01/18/upshot/helping-the-poor-in-higher-education-the-power-of-a-simple-nudge.html?emc=edit_tnt_20150117&nlid=31217582&tntemail0=y&_r=0&abt=0002&abg=1
Un niño nacido en una familia pobre sólo tiene una probabilidad del 9 por ciento de obtener un título universitario, pero las probabilidades son del 54 por ciento para un niño de una familia de altos ingresos. Estas brechas se abren temprano, con los niños pobres ya menos preparados que sus compañeros de clase en el jardín de infantes.
¿Cómo podemos acortar estas diferencias?
Mediante reformas, contenciosos, ambiciosos titulares sobre el sistema educativo se agolpan en los medios: el núcleo común, la eliminación de la condición de funcionario de los maestros, las escuelas charter. El debate se calienta y, a veces, de mala forma (un libro reciente sobre la educación se titula "La Guerra de los maestros").
Sin embargo, ya que estos debates causan malestar, los investigadores han ido a la búsqueda en silencio de pequeñas reformas, eficaces para mejorar la educación. Han identificado conductas de "empujones" que los estudiantes mejores y sus familias les dan al tomar pequeños pasos que pueden marcar grandes diferencias en el aprendizaje. Estas medidas son baratas, por lo que las escuelas o las organizaciones no lucrativas pueden usarlas inmediatamente.
Vamos a empezar con la universidad.
En cada paso del proceso, los estudiantes de bajos ingresos son más propensos a tropezar en el camino que le llevaría a la educación superior. Incluso el verano después de la escuela secundaria es un tiempo peligroso, con un 20 por ciento de aquellos que planean asistir a la universidad que en realidad no se inscriben - "Derretimiento del verano", un fenómeno conocido como barreras burocráticas, como el proceso laberíntico de solicitar ayuda financiera, explican algunas de la no continuidad.
Mientras eran estudiantes de posgrado en Harvard, dos jóvenes profesores diseñaron y probaron un programa para ayudar a los estudiantes para que persistan en sus planes universitarios. Benjamin L. Castleman, ahora en la Universidad de Virginia, y Lindsay C. Página, en la Universidad de Pittsburgh, establecieron un sistema de mensajes automáticos, de textos personalizados que le recordaban a los estudiantes de secundaria los plazos de solicitud y matrículas universitarias. Los textos incluyen enlaces a formularios requeridos y consejeros en vivo.
¿El resultado?
Los estudiantes que recibieron los textos eran más propensos a inscribirse en la universidad: un 70 por ciento, comparado con el 63 por ciento de los que no lo consiguieron. Siete puntos porcentuales es un gran aumento en este campo, al igual que las ganancias producidas por las becas que cuestan miles de dólares. Sin embargo, este programa cuesta sólo $ 7 por estudiante.
Los mismos investigadores también probaron un programa de mensajes de texto para interactuar con los estudiantes y que no abandonasen la universidad. El problema es importante porque la tasa de graduación de los estudiantes universitarios de bajos ingresos es tristemente baja; dos tercios la dejan sin un título. Los estudiantes universitarios de los Comunity College recibieron textos que les recordaban cuando completar sus formularios de inscripción y becas, en particular las solicitudes de ayuda. Entre estudiantes de primer año que recibieron los textos, el 68 por ciento llegó a completar su segundo año, en comparación con el 54 por ciento de los que no recibieron esos mensajes ("empujones"). Esto, también, supone un gran impacto - especialmente para un programa que cuesta sólo $ 5 por estudiante.
Sabemos que estos programas funcionaron porque fueron evaluados, al igual que todas las innovaciones citadas en esta columna, utilizando un ensayo aleatorio y controlado. Los ensayos aleatorios, que eran raros en la investigación de la educación, son cada vez más comunes. El Works Clearinghouse, que revisa y valora la calidad de la investigación en educación, enumera 242 ensayos aleatorios.
Los estudiantes fueron asignados aleatoriamente a recibir mensajes de texto o no recibirlos. Debido a que los dos grupos se seleccionaron al azar, eran básicamente indistinguibles en el inicio del estudio. Ellos se diferenciaron cuando los textos alteraron el comportamiento de aquellos que los obtuvieron en comparación con aquellos que no lo recibieron.
Los mensajes de texto no ayudarán a todos a llegar a la universidad, y las intervenciones baratas no resolverán todos los problemas. Pero si que resuelven algunos problemas para algunos estudiantes, liberando tiempo y recursos financieros para aquellos que necesitan otro tipo de ayuda.
Algunos estudiantes necesitan asesoramiento personal para ayudar a equilibrar las demandas de la escuela, la familia y el trabajo. Por desgracia, los consejeros no dan abasto, a menudo llevando el número de casos de miles de estudiantes.
Dos investigadores de la Universidad de Stanford, Eric P. Bettinger y Rachel Baker, analizaron un programa de asesoramiento innovador en el que un entrenador académico profesional llama a estudiantes en riesgo para hablar de la gestión del tiempo y habilidades de estudio. El entrenador puede ayudar a un estudiante a planificar la cantidad de tiempo para dedicar en cada clase en los días que se acerca al final, por ejemplo. Los resultados son impresionantes, con los estudiantes entrenados por sus mayores probabilidades de permanecer en la universidad y graduarse. Este programa es más caro que los mensajes de texto - $ 500 por estudiante por semestre - pero los efectos persisten durante años después de que el entrenamiento ha terminado.
¿Pueden ayudar a los niños más pequeños esas acciones?
Susanna Loeb y Benjamin N. York, ambos también en Stanford, desarrollaron un programa de alfabetización para los niños en edad preescolar en San Francisco. Enviaron a los padres textos describiendo actividades sencillas que desarrollan habilidades de alfabetización, como señalar las palabras que riman o comienzan con el mismo sonido. Los padres que reciben los textos pasaron más tiempo con sus hijos en estas actividades y sus hijos tenían más probabilidades de saber el abecedario y los sonidos de las letras. Costó unos pocos dólares por familia.
Investigadores de la Universidad de Chicago y la Universidad de Toronto también están trabajando en métodos para desarrollar la alfabetización. Ariel Kalil, Susan E. Mayer y Philip Oreopoulos enviaron textos a las familias con consejos sobre cómo leer con sus niños en edad preescolar. El resultado fue que los padres emplearon sustancialmente más tiempo leyendo con sus hijos.
Los investigadores también están probando el efecto de dar a los padres más información sobre los esfuerzos de sus hijos en la escuela. Una escuela en Los Ángeles, en colaboración con Peter Bergman, de la Universidad de Columbia, enviaba mensajes personalizado de texto a los padres de estudiantes de secundaria y preparatoria. Los textos dijeron a los padres cuando sus hijos no entregaban las tareas escolares, enumerando los números de página y los problemas específicos que los estudiantes debían completar. Los padres y los estudiantes respondieron: las tareas completadas subieron un 25 por ciento y las calificaciones y resultados de exámenes se mejoró. Otras formas de comunicación entre la escuela y los padres mejoraron, también, con los padres a dos veces más probabilidades de llegar a los profesores de sus hijos.
Estos "empujones" de luz no pueden resolver todos los problemas, a un largo plazo. Pero, pueden ayudar a muchos estudiantes, a un bajo costo.
¿Por qué las escuelas, distritos y estados no se apresuran a establecer estas medidas? Tal vez porque los programas no tienen electorado natural. Ellos no son capital o mano de obra intensiva, porque no crean muchos puestos de trabajo o contratos lucrativos. No crean una gran iniciativa costosa que un político puede señalar en un discurso de campaña. Ellos sólo hacen su trabajo, de manera efectiva y barata.
Susan Dynarski es profesora de economía, educación y políticas públicas en la Universidad de Michigan. Ha asesorado a la administración de Obama en las conclusiones de su investigación de políticas en auxilio de estudiantes. Síguela en Twitter endynarski.
Fuente: http://www.nytimes.com/2015/01/18/upshot/helping-the-poor-in-higher-education-the-power-of-a-simple-nudge.html?emc=edit_tnt_20150117&nlid=31217582&tntemail0=y&_r=0&abt=0002&abg=1
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