martes, 9 de agosto de 2022

_- Las puertas giratorias de la Sareb y las cajas quebradas


_- Decenas de políticos y empresarios pasaron de decidir el destino de cientos de miles de viviendas e hipotecas “tóxicas” de las cajas quebradas a ocupar altos cargos de los principales beneficiarios de aquellas medidas. Aquí una pequeña muestra.

Toda la historia de las cajas quebradas por la crisis de 2008 y de la Sareb —el banco malo creado para comprar ese patrimonio inmobiliario entonces considerado “tóxico”— es la historia de una gran puerta giratoria, un puerta por la que pasaron decenas de miles de millones de euros de dinero público que terminaron en manos privadas, de un rescate encubierto de la banca que terminó favoreciendo a los grandes fondos de inversión y promocionando a una generación de políticos y empresarios que vieron en la tormenta inmobiliaria de principios de la década de los 10 oportunidades de negocio, ascenso y promoción.

Por esa puerta giratoria pasaron 35.000 millones de euros, los que el Estado pidió prestado a la Unión Europea para comprar más de 200.000 viviendas e hipotecas consideradas “tóxicas” de las bancas quebradas. Unos 35.000 millones que fueron avalados por el propio Estado y no por los principales bancos españoles, que fueron quienes se quedaron con el visto bueno del Gobierno del PP con la mayoría accionarial del banco malo. Cuando era imposible disimular la quiebra técnica de la Sareb, la agencia de estadística de la Comisión Europea le recordó a España de quién era el aval y que esos 35.000 millones eran deuda pública.

Los dos presidentes que tuvo hasta ahora el banco malo abandonaron su puesto para pasar a trabajar en entidades que se beneficiaron directamente de su gestión en la Sareb: Jaime Echegoyen, en Haya Real Estate; y Belén Romana, en el Banco Santander

La gestión de los dos presidentes de la Sareb, Belén Romana (2012-2014) y Jaime Echegoyen (2015-2021), dejaron miles de millones de euros de pérdidas y una empresa quebrada que tuvo que ser rescatada y nacionalizada en enero de este año. A pesar de los malos resultados, Romana fue contratada por el Banco Santander y Echegoyen por Cerberus-Haya Real Estate, ambas entidades favorecidas por la gestión de estos dos altos ejecutivos.

El reciente fichaje de Echegoyen muestra cómo el fenómeno de las puertas giratorias ha nutrido de beneficios a las inmobiliarias, a los grandes bancos y especialmente a los grandes fondos de inversión, que consiguieron gracias a sus contactos con la alta política convertirse en los principales actores del mercado inmobiliario español.

El fenómeno de las puertas giratorias no se limita a la Sareb, sino también al patrimonio inmobiliario de otras cajas quebradas o en problemas que fueron entregadas antes de la creación de la Sareb a bancos y fondos de inversión. La historia de la Sareb y la banca quebrada es la historia de una gran estafa. Recorrer la trayectoria profesional de algunas de las personas que tomaban entonces las decisiones ayuda a entender cómo la gran idea de la Sareb se convirtió en un desfalco para la administración pública y una fuente de negocios inagotable para el gran capital inmobiliario.

Puertas giratorias en la Sareb y las cajas quebradas 
Una pequeña muestra de una generación de empresarios y políticos que pasó de decidir qué hacer con cientos de miles de viviendas a ocupar altos cargos de empresas beneficiadas de esas políticas (véase aquí).

Jaime Echegoyen
Es el caso más reciente y uno de los más claros de puertas giratorias que afectan a la Sareb. Echegoyen llegó de Barclays y Bankinter a la Sareb a principios de 2014, donde fue nombrado consejero delegado. Un año después, el 26 de enero de 2015, fue elegido presidente de la entidad, cargo que ocupó hasta el 7 de mayo de 2021, cuando presentó su dimisión. A pesar de que alegó “cuestiones personales”, la fecha de su alejamiento coincide con el anuncio del Gobierno de que tomaría el control de la entidad, hasta entonces con mayoría privada.

Un año después, el 16 de julio de 2022, se daba a conocer que fichaba por Haya Real Estate, la filial española de Cerberus que elevó a arte la práctica de la puerta giratoria y la influencia política para conseguir negocios en la pasada década.

De la mano de José María Aznar Botella o Juan Hoyos Martínez de Irujo —hijo y amigo íntimo del ex presidente respectivamente— el gigante fondo de inversión estadounidense se hizo con contratos millonarios: en 2013 comenzó a gestionar toda la cartera inmobiliaria de Bankia y un año después se quedó con la gestión del 40% de todo el patrimonio inmobiliario de la Sareb. En el momento en que el banco malo entregaba la gestión de 52.000 hipotecas por valor de 18.000 millones a Cerberus, Echegoyen ya era consejero delegado de la Sareb y un mes después se convertía en su presidente.

Durante la presidencia de Echegoyen, Haya Real Estate se benefició además de varios contratos vinculados con el banco malo. En octubre de 2019, Sareb eligió a Cerberus para gestionar una cartera de unos 8.400 millones de euros durante 30 meses, hasta mediados de 2022. “El nuevo modelo de gestión pactado con Haya Real Estate va a ser más flexible, más eficiente, más alineado con nuestro plan de negocio y con la estrategia de transformación de nuestra cartera, y nos prepara mejor para los retos que tengamos que abordar en el futuro”, explicó entonces Echegoyen.

Y en enero de 2020, la Sareb otorgó un contrato a Haya para la gestión de parte de su cartera de activos en alquiler en un contrato de dos años para la comercialización de 3.300 inmuebles, de los que 1.800 eran viviendas.

Belén Romana
Si se habla de puertas giratorias en las salidas y las entradas de la Sareb, toca hablar también de Belén Romana. Fue la primera presidenta de la Sareb, un puesto que dejó en enero de 2015 para ser reemplazada por Echegoyen. Los dos presidentes que tuvo hasta ahora el banco malo abandonaron su puesto para pasar a trabajar en entidades que se beneficiaron directamente de su gestión en la Sareb: Echegoyen, en Haya Real Estate; y Romana, en el Banco Santander, once meses después de dejar su puesto en la entidad semipública. En esos momentos, Santander era el primer accionista privado de la entidad semipública, con un 22,2%, una posición que mantiene en la actualidad pese a la nacionalización.

Belén Romana fue designada presidenta de la Sareb en 2012, año en el que nació la entidad. Romana era un cargo cercano a Luis de Guindos, padre del banco malo y entonces ministro de Economía. Había sido también secretaria de Estado con Rodrigo Rato. Su nombramiento como presidenta de la Sareb fue criticado por carecer de experiencia en el mercado inmobiliario.

En 2014 adjudicó la gestión de todo el patrimonio de la Sareb a Haya Real Estate —fondo que contaba con numerosas conexiones con el PP—, Servihabitat y Altamira Asset Management, la inmobiliaria tradicional del Banco Santander. Según un comunicado del banco malo, la cartera adjudicada a Altamira consistió en 44.000 inmuebles y préstamos al promotor originados por Catalunya Caixa, BMN y Caja3 que costaron a la Sareb 14.000 millones de euros. Un año antes, en 2013, el banco de Ana Botín había vendido el 85% de Altamira, unas acciones que terminaron en manos del fondo doValue, dependiente en última instancia del fondo de inversión Fortress. El Santander mantuvo en su poder el 15% de las acciones restantes de la inmobiliaria.

El conflicto de intereses entre Romana y el Banco Santander también viene por los activos tóxicos del Banco Popular, una entidad que pactó con las autoridades un plan que eludía la intervención gubernamental gracias al compromiso de ampliar capital y la creación de su propio banco malo. Este proyecto se concretó en la venta del 51% de su inmobiliaria, que tras un juego de trilería financiera terminó en 2017 en manos de Aliseda-Blackstone. Tras la compra del Banco Popular por parte del Santander, el banco de Ana Botín y Belén Romana posee el 49% de esta inmobiliaria cuyo patrimonio no pasó a formar parte de la Sareb por una decisión política.

Eduard Mendiluce
Es el hombre de Blackstone en España como consejero delegado de Anticipa y Aliseda, dos de sus filiales. La primera de ellas, junto con el fondo de inversión KKR-Hipoges, se ha quedado con la gestión de la cartera inmobiliaria de la Sareb a partir de este 1 de julio.

Aunque Mendiluce no es técnicamente un político ni ha ocupado puestos en la administración, ha sabido navegar y caer siempre de pie. Entre sus milagros destaca el haber sobrevivido —y salir reforzado— al naufragio de Caixa Catalunya, la que llegó a ser la quinta caja más grande de España y la segunda de Catalunya.

En julio de 2008, este empresario fue fichado por Caixa Catalunya, como responsable de su gigantesca pata inmobiliaria. Eran tiempos del socialista José Montilla en el Gobierno de la Generalitat y de Narcís Serra, vicepresidente con Felipe González, en la dirección de esta caja semipública.

Mendiluce fue el encargado de reordenar el patrimonio inmobiliario de Caixa Catalunya después del estallido de la burbuja inmobiliaria y organizar su privatización —en ese momentos la caja ya estaba intervenida y nacionalizada a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), la responsable de la Sareb—.

En 2014 Mendiluce culminó el traspaso de 41.000 hipotecas consideradas “tóxicas” —activos valorados en 9.000 millones de euros— a Anticipa-Blackstone por solo 40 millones de euros. Con el lema “CX Inmobiliaria ahora es Anticipa”, la gestión de todos los inmuebles de la inmobiliaria de Caixa Catalunya pasaron a Blackstone. Y Mendiluce pasó a ser el consejero delegado de Anticipa.

Tanto Serra como el que fuera director general de la caja en esos años, Adolf Todó, fueron imputados en varios juicios por administración desleal, enriquecimiento injustificado y subidas de sueldo escandalosas para medio centenar de altos directivos en medio de la crisis de la caja. En 2017, la Audiencia Nacional imputó a Serra y a Todó por provocar un agujero de más de 720 millones de euros en el balance de la entidad por operaciones inmobiliarias realizadas entre 2000 y 2013. Y en 2019, la Fiscalía pidió para los dos directivos cuatro años de cárcel por el caso de los sueldos desorbitados, aunque luego fueron absueltos. A pesar de que Mendiluce era el responsable de todo el negocio inmobiliario de la caja en los peores años de la crisis y fue uno de los que se benefició de esas altas retribuciones —273.000 euros anuales en su caso—, consiguió salir indemne y fortalecido de la ruina de una de las cajas más grandes del Estado español.

En julio de 2022, como consejero delegado de Anticipa y Aliseda, Mendiluce se hizo con la gestión de la cartera de la Sareb, negocio que compartirá con el fondo de inversión KKR-Hipoges.

Soraya Sáenz de Santamaría
primarias PP
Foto: La exvicepresidenta con Rajoy dejó la político y pasó a trabajar para el bufete de abogados Cuatrecasas, que recibió millonarios contratos durante la creación de la Sareb.

Soraya Sáenz de Santamaría
La línea que une a la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría con el banco malo es el bufete de abogados Cuatrecasas, el segundo más grande de España. Meses después de dejar el Gobierno y la política, en marzo de 2019 fue contratada por este famoso despacho como socia en el área mercantil.

¿Y qué tiene que ver Cuatrecasas con la Sareb? En 2012, este despacho consiguió un gran contrato para asesorar al FROB en el nacimiento de la Sareb. No hay datos sobre cuánto dinero supuso este primer contrato de 2012 para Cuatrocasas, pero la prensa económica daba por hecho que le había permitido “salvar el año” con una facturación de 1,2% mayor que la de 2011 gracias a su área mercantil y concretamente a su asesoría para crear el banco malo.

En años posteriores, el bufete asesoró a la Sareb en una ampliación de capital y emisiones de bonos por valor de 28.000 millones de euros y en la valoración, junto con otras seis firmas, de 200.000 activos inmobiliarios que fueron transferidos desde las cajas nacionalizadas. El mismo bufete que ayudó a marcar los precios y asesoró a la Sareb, poco después pasó a trabajar con fondos y bancos que compraron activos de la Sareb, como Cerberus, Merrill Lynch o Canyon Capital Finance. El 4 de agosto de 2021, Servihabitat ganaba un contrato del suelo de Sareb para el desarrollo de solares para 60.000 pisos. Según se puede leer en su propia web, Cuatrecasas asesoró a este servicer inmobiliario en todo el proceso de licitación, negociación y adjudicación del contrato.

La prensa de la época achacó el primer gran contrato con la Sareb a un trabajo previo que el despacho había realizado para el Gobierno de Rajoy por el valor de 1 euro: nada menos que el desarrollo de un Fondo de Pago a Proveedores, con un fondo de 35.000 millones, pensado para pagar deudas de ayuntamientos y comunidades autónomas.

No fue este el único favor del PP a Cuatrecasas. Si los contratos de este bufete catalán vinculados con la Sareb no son achacables directamente a Sáenz de Santamaría más allá de que era la número dos de Rajoy, sí lo es lo que ocurrió en 2015, cuando Emilio Cuatrecasas, actual jefe de la exvicepresidenta, fue condenado por defraudar a Hacienda más de tres millones de euros. Un pacto con la Fiscalía y la Abogacía del Estado —ambas dependientes de Sáenz de Santamaría entonces— dejó una petición de 20 años de cárcel en una condena de dos años, el límite para no entrar en la cárcel, y una multa de 1,5 millones añadida a la devolución del monto defraudado.

Walter de Luna
En septiembre de 2014, el ex director general de la Sareb Walter Luna se convertía en el fichaje estrella de la división inmobiliaria de Acciona, el grupo controlado por la familia Entrecanales. Junto con Luis Moreno, ex director de activos financieros de la Sareb y compañero de Luna en Acciona, puso en funcionamiento en 2018 Ibero Capital Managment, una plataforma inmobiliaria con 400 millones de euros aportados por uno de los mayores fondos de inversión del mundo, Oak Hill Advisors. En Ibero Capital también participó hasta este año Arturo de Fernando, ex director de Acciona Inmobiliaria y ex director financiero de Sareb.

En 2016, una investigación periodística internacional situó el nombre del ex número dos de Belén Romana en la Sareb entre los Papeles de Panamá. Según el trabajo del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, Walter de Luna había sido intermediario de una empresa offshore en las Islas Vírgenes británicas creada por el despacho Mossak Fonseca durante cuatro años, entre 1994 y 1998.

Alicia Hinojosa
Esta arquitecta de profesión fue la gerente adjunta del Instituto Madrileño de Desarrollo (Imade) y responsable entre 2007 y 2010 del desarrollo urbano de esta entidad. Según el auto de la Trama Púnica, esta institución fue utilizada para desviar fondos hacia las cuentas del Partido Popular “aprovechando el abultado presupuesto que contó entre los años 2006 y siguientes, hasta su liquidación en el año 2010”. El antiguo alcalde de Majadahonda Guillermo Ortega, condenado por la Gürtel, confirmó que Alicia Hinojosa era uno de los dos ejecutores de esta vía de financiación ilegal del partido, aunque las órdenes “venían de arriba”. Tras el cierre del Imade, Hinojosa pasó a formar parte de la sociedad sin fines de lucro Madrid Network, según el trabajo del investigador Manuel Gabarre, autor del libro Tocar Fondo (Traficantes de Sueños, 2019). Según Gabarre en un artículo publicado en El Salto, Madrid Network se convirtió en una pantalla para todo tipo de transacciones y desvío de fondos a empresas vinculadas con Manuel Lamela, Ildefonso de Miguel y Javier López Madrid entre otras figuras del PP.

En 2014, cuenta Gabarre, la filial de Cerberus Haya Real Estate contrató a Alicia Hinojosa y “le concedió el poder suficiente para actuar en su nombre”. Poder para actuar sobre todos los inmuebles nacionalizados de Bankia, cuya gestión había entregado el Gobierno a Cerberus en septiembre de 2013. Y a partir de diciembre de 2014 también sobre buena parte del patrimonio inmobiliario de la Sareb, ya que este fondo de inversión fue uno de los tres elegidos por el banco malo para gestionar su cartera, junto con Servihabitat y Altamira. Según este investigador del Observatorio CODE de delitos económicos, Alicia Hinojosa fue la directora de la gestión y de la venta de los “activos singulares” de Sareb, de Cajamar y de Bankia durante cinco años. Según cuenta Gabarre, Hinojosa era la directora de un equipo compuesto por 20 vendedores “que tuvo a su recaudo más de 15.000 bienes inmobiliarios provenientes de los rescates públicos”.

José María Aznar Botella
En septiembre de 2013, la nacionalizada Bankia anunció el traspaso de la gestión de su negocio inmobiliario Bankia Hábitat a Haya Real Estate, una filial de Cerberus, por un máximo de 90 millones de euros. La estrategia de este fondo de inversión estadounidense —situar en sus direcciones a altos cargos republicanos para aceitar las relaciones con la administración— fue calcada al milímetro en España. Además de Alicia Hinojosa, Cerberus fichó a Juan Hoyos Martínez de Irujo, íntimo amigo del expresidente José María Aznar, y a José María Aznar Botella, hijo del expresidente y de la entonces alcaldesa de Madrid, Ana Botella.

La estrategia debió funcionar porque en esos años no le faltaron contratos a Cerberus en España. En 2013, se quedó con la gestión en exclusiva de decenas de miles de pisos y préstamos de Bankia para los próximos diez años. Y en 2014, el fondo se hizo con la gestión del 40% de los pisos y las hipotecas de la Sareb, en total 52.000 préstamos vinculados al sector inmobiliario originado por Bankia y adquiridos luego por la Sareb por 18.000 millones de euros, según se lee en la propia página del banco malo. Esta concesión duró hasta 2022, cuando Blackstone y KKR tomaron el relevo en la gestión de la cartera de la Sareb.

Gloria Calvo
Abogada del Estado jefe del Ministerio de Economía en tiempos de Luis de Guindos, en 2015 Gloria Calvo fue fichada como directiva de Bankinter. Como no tenía estatus de alto cargo, ni siquiera tuvo que esperar dos años para pasar de decidir las políticas económicas a beneficiarse de ellas. Calvo era también miembro de la comisión rectora del FROB, el fondo del Estado para rescatar a la banca arruinada y propietaria hasta hace unos meses del 45% de la Sareb. En Bankinter, Calvo ocupa la Secretaría General y del Consejo de Administración del Banco.

Bankinter tenía hasta hace poco un cantidad relativamente pequeña de las acciones de la Sareb, apenas un 1,37%. Sin embargo, esta participación resultó clave en la negociación del Gobierno con el resto de accionistas cuando este quiso tomar el control del banco malo. Gracias a la venta de estas acciones, el FROB ha conseguido el 50,15% del capital de la Sareb ante la negativa de los otros bancos presentes en su accionariado, sobre todo Santander, CaixaBank y Sabadell de vender su participación.

Luis de Guindos
Sí hay un maestro de las puertas giratorias y en ascender aunque todo salga mal y todos caigan a su alrededor es Luis de Guindos. Comenzó en la política con José María Aznar y llegó a ser secretario de Estado de Economía en su último Gobierno, de 2002 a 2004. Ese mismo año dio el salto a la gran empresa privada, nada menos que a Lehman Brothers como jefe de su división en España y Portugal. Después de que la ruina de esta empresa en 2007 provocara un efecto en cadena que generó la mayor crisis mundial desde el crack de 1929, pasó a ser responsable de la división financiera de PricewaterhouseCoopers (PwC) entre 2008 y 2010. Esta auditora internacional ha sido denunciada por decenas de casos de conflictos de intereses, entre ellas su trabajo para favorecer la evasión fiscal de grandes multinacionales gracias a información confidencial o su papel en los peores momentos de Bankia.

Para la fusión de Bankia y otras cajas en ruina, fue PWC la encargada de auditar las cuentas. Según reconoció el propio Rodrigo Rato en el Congreso, “se contrató a PwC para que hiciera un cálculo más estresado y riguroso de las posibles pérdidas esperadas y no cubiertas hasta el momento”. El resultado, como se supo después, fue un agujero de 30.000 millones de pérdidas y una situación que el propio Guindos tendría que intentar dar solución, esta vez como ministro de Economía del Gobierno de Rajoy, a partir de diciembre de 2011.

La solución a los problemas de Bankia y otras cajas arruinadas por sus negocios especulativos con la vivienda fue la creación de la Sareb, una operación que no “costaría ni un euro” a los españoles. El resto de la historia es conocida. La Sareb compró caro, vendió barato, el dinero desapareció, el banco malo se fue a pique y el Estado se quedó con 35.000 euros de deuda.

En mayo de este año, ya como vicepresidente del Banco Central Europeo, Guindos advertía al Gobierno español sobre los altos niveles de deuda y de déficit del Estado español, y que ante la crisis que se viene debería moderar el aumento de las pensiones e ir pensando en volver a los ajustes que marcaron su década como ministro de Economía. 

Fuente: 

domingo, 7 de agosto de 2022

La revolución en tiempos de desesperanza

Dice Enzo Traverso en su libro, “Melancolía de izquierda”, que tras el giro histórico que dio la humanidad con la caída del Muro de Berlin, el descubrimiento que tras él no había socialismo y la restauración del capitalismo, lo que queda del siglo XX, “de cielos tomados por asalto”, “es una montaña de ruinas y no sabemos cómo comenzar la reconstrucción o si vale siquiera la pena hacerlo”.

Y sí, merece la pena, porque a pesar de lo que digan los apologistas del sistema, los conscientes y los inconscientes en forma de pos modernos, la historia no se ha acabado; solo ha dado un giro trágico que hay que comprender en toda su profundidad. La reconstrucción tiene que partir de reconocer expresamente que los años 90 significaron una derrota en toda regla y a todos los niveles de la lucha por el socialismo; que solo dejó “ruinas” y “melancolía” por lo que pudo haber sido y no fue.

El dramático resultado de la lucha de clases actuó como cuando Pandora cerró la caja, quedando dentro el único bien que los dioses habían dejado, la esperanza. La falta de esperanza de los seres humanos es uno de los principales motivos para que se hundan en la depresión que en una sociedad se manifiesta en la impotencia para cambiarla. Se convierten todas sus acciones en lo que Walter Benjamin dijera, “medios sin fin”. Así, y alimentando esta desesperanza, hoy es más fácil imaginar futuros apocalípticos parecidos a los Juegos del Hambre, Divergente o las Tribus de Europa, que la caída del capitalismo y la construcción del socialismo.

El camino de salida de esta espiral inversa no está solo en diagnosticar la crisis social, a día de hoy es fácil ser “anticapitalista”; hasta ellos mismos, cuando estalló la crisis en el 2007 hablaron de “refundar el capitalismo”, como dijera el expresidente francés, Nicolás Sarkozy. El quid de la cuestión estriba en definir qué alternativa social, y por ende, que sujeto social puede catalizar, y darle un sentido a la respuesta social, a los medios de lucha que los pueblos y la clase trabajadora siguen desarrollando día a día con ejemplos innumerables.

Desde que los años 90 vieran la caída del Muro de Berlín y la restauración del capitalismo en los llamados “estados del socialismo realmente existente”, un velo cubrió los ojos de la inmensa mayoría de la población mundial que los asociaban a que era posible una sociedad no regida por las leyes del capitalismo.

En un mundo en crisis, la desesperanza y la falta de alternativas se convierten no solo en un lastre de mucho calado, sino que aporta “base social a los pijos ricos”, como dice uno de los personajes más estúpidos de “No mires arriba”, en sus maniobras políticas y geoestrategicas; los limites en la subjetividad, en la conciencia de que es posible una cambio social, se convierten en un problema objetivo para que las luchas en curso apunten a la transformación de la sociedad y no al fortalecimiento de las distintas fracciones del capital.

La superación de esta situación provocada por la falta de alternativas a la gran crisis social del capitalismo, es decir, la recuperación de la esperanza, no es un acto de fe, ni llega con reabrir la caja de Pandora; solo comprendiendo las nuevas condiciones en las que las luchas sociales se dan, se podrán sentar las bases para reconstruir el proyecto de la transformación socialista de la sociedad que rompa el círculo vicioso de los “medios sin fin”.

Porque, ¿a qué viene tanta desesperanza en el futuro?, reducido a una confianza ciega en el desarrollo tecnológico y seudo científico (la estadística convertida en la prueba del algodón del pensamiento científico). La burguesía en su camino hacia la hegemonía absoluta del mundo atravesó derrotas y retrocesos, no fue un camino lineal desde las repúblicas italianas, de mercaderes y banqueros; sino todo lo contrario. El régimen feudal, bajo su forma absolutista, se mantuvo más de 500 años, hasta el siglo XX: la I guerra mundial fue el punto y final de dos de los imperios en los que se mantenía, el zarismo ruso y el austrohúngaro.

En este camino histórico hacia el dominio del mundo, la burguesía contó con el creciente poder económico de las ciudades (los burgos), con las universidades y tras la Reforma protestante, con la religión, es decir, al revés de la clase obrera, la burguesía cuando encara el tramo final de su desarrollo, ya es la clase dominante de facto que solo precisaba deshacerse del cascarón vacío que era el estado feudal/absolutista y la propiedad de la tierra, y subrogarse como clase dominante.

Por contra, la clase obrera solo tiene sus “cadenas”; de otra manera, solo tiene su fuerza de trabajo y su papel en la producción y distribución de bienes y servicios. ¡No le exijamos a esta clase, lo que a la burguesía le costó siglos hacer!

La desesperanza creada por la falta de futuro y alternativa al capitalismo viene dada, primero, por un motivo objetivo que después se analizará, el “descubrimiento” de que tras el Muro de Berlín no existía socialismo y, segundo, que apoyándose en esta evidencia la burguesía mundial lleva lanzando la campaña del “socialismo ha muerto”, “no hay alternativa al capitalismo”.

Como en estos más de 30 años desde la caída del Muro, ya muchos de los “comunistas” que defendían la URSS (o China, o Cuba) como “faros de la revolución” se han pasado al bando de la ideología burguesa, y desesperanzados se convirtieron en los adalides de las nuevas “alternativas” pos modernas, que en ningún momento cuestionan la esencia del sistema capitalista.

La “nueva política”, que no es otra cosa que la versión progresista del individualismo y el negacionismo de la verdad objetiva sobre la base de las críticas a “los grandes relatos” herederos de la Ilustración, alimentaron esa desesperanza.

El crecimiento exponencial de las políticas identitarias, instaladas en la visión fragmentaria e individualista de la sociedad, se convierten en un verdadero freno objetivo para reconstruir un proyecto social alternativo de manera global al capitalismo. Así, mientras este si aparece como un todo coherente, dentro de sus crisis, ante la sociedad, esta no tiene frente a sí una fuerza igual y opuesta que pueda cuestionarlo.

La desesperanza introducida por el descubrimiento de que tras el Muro de Berlín no existía socialismo, sino sociedades no capitalistas, encuentra en todo esto un efecto multiplicador que solo se puede combatir desde el “análisis concreto de la realidad concreta” de los comunistas revolucionarios. Como decía Marx, “la burguesía tiene economistas, la clase obrera comunistas”.

La lucha por la transformación socialista de la sociedad resurgirá como el anhelo por volar del sastre de Ulm del poema de Bertold Brecht, que se empeñó en construir un aparato que le permitiese hacerlo; queriendo demostrar que podía conseguirlo, mas cuando lo intentó terminó en el suelo. Aunque el obispo sentenció que nunca ocurriría, ese “nunca” resultó miope y cortoplacista; resulta que años más tarde los seres humanos sí pueden surcar los cielos.

Los ideólogos del sistema, como el obispo de Brecht, podrán decir que el socialismo, tras las primeras experiencias de estados obreros, ha quedado por los suelos como el sastre; pero lo cierto es que no está escrito en ningún lugar que no exista otro futuro que el negro que nos ofrece el capitalismo, cargado de desigualdades, guerras y opresiones.

De la misma forma que la burguesía, a caballo del desarrollo histórico, se hizo con la hegemonía absoluta de las relaciones sociales, la clase obrera puede llegar a hacerlo. Para ello es preciso extraer todas las consecuencias de lo que pudo haber sido y no fue, que es fuente de una gran desesperanza e impotencia en la sociedad, superándolas con las actualizaciones que sean precisas.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

sábado, 6 de agosto de 2022

_- Enemigos secretos: 3 hábitos cotidianos que te agotan sin que te des cuenta (y cómo combatirlos)

_- ¿Te la pasas tan exhausto que te queda difícil hasta hilar las ideas para describirlo, a pesar de que ya te aseguraste de que no tienes ningún problema médico?

Quizás incluso ya has seguido los consejos usuales de los expertos: comes una dieta balanceada, haces ejercicio y te aseguras de dormir lo suficiente.

Y sin embargo...

Pues resulta que hay ciertos hábitos cotidianos que pueden estar drenando tu vigor sin que siquiera lo sospeches.

Entre esos saboteadores furtivos de energía hay viejos conocidos, como sentarse en mala posición o aplazar comidas.

También cosas que hacemos sin notarlo, como respirar incorrectamente cuando tenemos demasiadas cosas en la cabeza, según le dijo la psicóloga Uma Naidoo al Huffington Post, o tener demasiadas pestañas abiertas en el computador, como le señaló la neuróloga Rana Mafee a la misma publicación.

Pero hay algunos inesperados, y para explorarlos hablamos con Leela R. Magavi, psiquiatra y directora médica regional de Community Psychiatry y MindPath Care Centers en California.

U1. Las series de TV, películas y noticias
Ver series o películas es algo que hacemos para relajarnos, entonces, por qué -le preguntamos a la doctora Magavi- los expertos como ella lo incluyen en la lista de posibles factores que provocan cansancio mental.

"Como seres humanos, somos criaturas emocionales, y muchos somos empáticos y captamos los sentimientos de los personajes de los programas de televisión y las películas.

"Pueden recordarnos experiencias dolorosas en nuestra vida, cualquier tipo de deficiencia, debilidad, pérdida o inseguridades, y todos eso puede provocar muchas emociones adjuntas, como tristeza, ansiedad, miedo, ira, que incluso si están en nuestro subconsciente, nos pueden afectar.

"Entonces, cuando miras muchos de estos programas de televisión, incluso si no sientes que estás pensando abiertamente en ello, esos sentimientos estarán bajo la superficie.

"Mientras trabajas, mientras estás con tu familia, esa gran cantidad de emociones pueden inundarte y hacerte sentir agotado durante todo el día sin que te des cuenta".

Magavi agregó que algo similar puede ocurrir tras ver o leer las noticias, "pues te llevan a pensar en lo que está sucediendo en el mundo".

Y aclaró que no estaba diciendo que era malo ver televisión o leer periódicos.

El Antidoto
"Lo que recomiendo para combatir ese cansancio es, después de leer o ver algo, procesarlo, ya sea a través del journaling o escritura expresiva (escribir tus pensamientos y sentimientos para entenderlos más claramente), o hablando con un amigo o familiar.

"Eso permite que salgan las emociones, para no interiorizarlas y para que no consuman tu energía".

Pero no siempre se tiene el tiempo para cuidarse tanto... ¿hay algún método más expedito?

"Es bueno simplemente hacer un chequeo mental contigo mismo: qué emoción me evocó este artículo o este programa de televisión.

"Eso puede ser muy rápido y fácil de hacer.

"Por ejemplo, si acabas de ver 'El rey león' y te sientes triste porque el padre muere, eso puede hacer que te preocupes por la muerte de las personas que amas. Pero al hacer tu chequeo mental recordarás que todos están haciendo todo lo posible para mantenerse saludables.

"Algo tan corto como eso puede ayudarte a no internalizar esas emociones y dejarte bombardear por ellas".

La excepción
Leer historias en libros, sin embargo, puede tener el efecto contrario.

"No sólo no tienes la luz azul de la pantalla, que causa fatiga ocular y dolores de cabeza, sino que al leer usas tu propia imaginación, así que muchas personas encuentran que la lectura, incluso si es muy emocional, es muy terapéutica y los tranquiliza".

2. Los deportes
Efectivamente, otra de esas cosas que entretienen, que nos sacan del día a día, puede ser otro desagüe de energía.

"Los fanáticos ávidos pueden estar muy absortos en el deporte, y sentir las derrotas y victorias como propias, sintiéndose o demasiado tristes y desmoralizados o eufóricos.

1. Las series de TV, películas y noticias
Ver series o películas es algo que hacemos para relajarnos, entonces, por qué -le preguntamos a la doctora Magavi- los expertos como ella lo incluyen en la lista de posibles factores que provocan cansancio mental.

"Como seres humanos, somos criaturas emocionales, y muchos somos empáticos y captamos los sentimientos de los personajes de los programas de televisión y las películas.

"Pueden recordarnos experiencias dolorosas en nuestra vida, cualquier tipo de deficiencia, debilidad, pérdida o inseguridades, y todos eso puede provocar muchas emociones adjuntas, como tristeza, ansiedad, miedo, ira, que incluso si están en nuestro subconsciente, nos pueden afectar.

"Entonces, cuando miras muchos de estos programas de televisión, incluso si no sientes que estás pensando abiertamente en ello, esos sentimientos estarán bajo la superficie.

"Mientras trabajas, mientras estás con tu familia, esa gran cantidad de emociones pueden inundarte y hacerte sentir agotado durante todo el día sin que te des cuenta".

Magavi agregó que algo similar puede ocurrir tras ver o leer las noticias, "pues te llevan a pensar en lo que está sucediendo en el mundo".

Y aclaró que no estaba diciendo que era malo ver televisión o leer periódicos.

El antídoto
"Lo que recomiendo para combatir ese cansancio es, después de leer o ver algo, procesarlo, ya sea a través del journaling o escritura expresiva (escribir tus pensamientos y sentimientos para entenderlos más claramente), o hablando con un amigo o familiar.

"Eso permite que salgan las emociones, para no interiorizarlas y para que no consuman tu energía".

Pero no siempre se tiene el tiempo para cuidarse tanto... ¿hay algún método más expedito?

"Es bueno simplemente hacer un chequeo mental contigo mismo: qué emoción me evocó este artículo o este programa de televisión.

"Eso puede ser muy rápido y fácil de hacer.

"Por ejemplo, si acabas de ver 'El rey león' y te sientes triste porque el padre muere, eso puede hacer que te preocupes por la muerte de las personas que amas. Pero al hacer tu chequeo mental recordarás que todos están haciendo todo lo posible para mantenerse saludables.

"Algo tan corto como eso puede ayudarte a no internalizar esas emociones y dejarte bombardear por ellas".

La excepción
Leer historias en libros, sin embargo, puede tener el efecto contrario.

"No sólo no tienes la luz azul de la pantalla, que causa fatiga ocular y dolores de cabeza, sino que al leer usas tu propia imaginación, así que muchas personas encuentran que la lectura, incluso si es muy emocional, es muy terapéutica y los tranquiliza".


2. Los deportes
Efectivamente, otra de esas cosas que entretienen, que nos sacan del día a día, puede ser otro desagüe de energía.

"Los fanáticos ávidos pueden estar muy absortos en el deporte, y sentir las derrotas y victorias como propias, sintiéndose o demasiado tristes y desmoralizados o eufóricos.

"Cualquier extremo, cualquier emoción fuerte suele ser extenuante: en la felicidad intensa se pueden agotar muchos de los circuitos en el cerebro; la tristeza profunda, puede estar relacionada con la ansiedad, que sobrecarga la amígdala en el cerebro y te hace sentir muy cansado".

El antídoto
"Lo importante es estar consciente de lo que estás sintiendo.

"Si estás muy emocionado, pregúntate: ¿necesito tomar un descanso, un refrigerio, una ducha rápida... qué debo hacer para calmarme en el momento?

"Respira profundo, haz estiramientos y camina un poco".

3. Los planes
Planear es una manera de controlar la realidad, de organizar la vida, de derrotar el caos, de tomar el timón.

Pero, nuevamente, algo que instintivamente meteríamos en el paquete de cosas que alivian el estrés, en realidad puede provocarlo.

En este caso, se vuelve a aplicar aquello de que (casi) todo en exceso es malo.

La planificación es muy útil... hasta cierto punto

Estar constantemente expuesto a un calendario lleno de obligaciones puede causar un aumento en la ansiedad y afectar negativamente la memoria y la velocidad de procesamiento.

lista larga
"Algunas personas pasan tantas horas haciendo horarios y listas que no son capaces de vivir conscientemente y disfrutar de su vida. Siempre están preocupados porque se atrasaron en esto, no pudieron ponerse al día con lo otro, y realmente no sienten autocompasión y gratitud hacia ellos mismos por lo que lograron ese día.

"Eso puede causar muchos sentimientos de tristeza, desmoralización o fatiga. "En algunas personas eso termina en los sueños.

"Tengo pacientes adultos que sueñan que van a llegar tarde a la escuela, que no terminaron la tarea... tienen muchos sueños que los llevan de regreso a la niñez, donde sienten que están constantemente atrasados, y eso hace que no se sientan bien en la mañana".

Antídoto
"Siempre recomiendo dedicar de 5 a 10 minutos solo a pensar cuáles son los objetivos principales para el día y luego, al final del día, incluso si no se alcanzaron, no dedicar demasiado tiempo a pensar en esos sino en los que sí se cumplieron, en por qué son importantes".

La psiquiatra también recomienda no hacer planes con mucha antelación, "porque la vida siempre está evolucionando y es importante ser flexible".

"Cuando las personas planifican a largo plazo, simplemente anticipan que todo en su mundo extraño funcionará como un reloj para alcanzar esa meta a tiempo.

"Pero si algo cambia en su familia, en sus amigos, en su trabajo y no pueden alcanzar esa meta, se sienten completamente abrumados".

Un truco es planificar lo obligatorio -reuniones, citas, celebraciones familiares-, y dejar el resto del tiempo tan libre como sea posible.1. Las series de TV, películas y noticias

Ver series o películas es algo que hacemos para relajarnos, entonces, por qué -le preguntamos a la doctora Magavi- los expertos como ella lo incluyen en la lista de posibles factores que provocan cansancio mental.

"Como seres humanos, somos criaturas emocionales, y muchos somos empáticos y captamos los sentimientos de los personajes de los programas de televisión y las películas.

"Pueden recordarnos experiencias dolorosas en nuestra vida, cualquier tipo de deficiencia, debilidad, pérdida o inseguridades, y todos eso puede provocar muchas emociones adjuntas, como tristeza, ansiedad, miedo, ira, que incluso si están en nuestro subconsciente, nos pueden afectar.

"Entonces, cuando miras muchos de estos programas de televisión, incluso si no sientes que estás pensando abiertamente en ello, esos sentimientos estarán bajo la superficie.

"Mientras trabajas, mientras estás con tu familia, esa gran cantidad de emociones pueden inundarte y hacerte sentir agotado durante todo el día sin que te des cuenta".

Magavi agregó que algo similar puede ocurrir tras ver o leer las noticias, "pues te llevan a pensar en lo que está sucediendo en el mundo".

Y aclaró que no estaba diciendo que era malo ver televisión o leer periódicos.

El antídoto
"Lo que recomiendo para combatir ese cansancio es, después de leer o ver algo, procesarlo, ya sea a través del journaling o escritura expresiva (escribir tus pensamientos y sentimientos para entenderlos más claramente), o hablando con un amigo o familiar.

"Eso permite que salgan las emociones, para no interiorizarlas y para que no consuman tu energía".

Pero no siempre se tiene el tiempo para cuidarse tanto... ¿hay algún método más expedito?

"Es bueno simplemente hacer un chequeo mental contigo mismo: qué emoción me evocó este artículo o este programa de televisión.

"Eso puede ser muy rápido y fácil de hacer.

"Por ejemplo, si acabas de ver 'El rey león' y te sientes triste porque el padre muere, eso puede hacer que te preocupes por la muerte de las personas que amas. Pero al hacer tu chequeo mental recordarás que todos están haciendo todo lo posible para mantenerse saludables.

"Algo tan corto como eso puede ayudarte a no internalizar esas emociones y dejarte bombardear por ellas".

La excepción
Leer historias en libros, sin embargo, puede tener el efecto contrario.

"No sólo no tienes la luz azul de la pantalla, que causa fatiga ocular y dolores de cabeza, sino que al leer usas tu propia imaginación, así que muchas personas encuentran que la lectura, incluso si es muy emocional, es muy terapéutica y los tranquiliza".

2. Los deportes

Efectivamente, otra de esas cosas que entretienen, que nos sacan del día a día, puede ser otro desagüe de energía.

"Los fanáticos ávidos pueden estar muy absortos en el deporte, y sentir las derrotas y victorias como propias, sintiéndose o demasiado tristes y desmoralizados o eufóricos.

"Cualquier extremo, cualquier emoción fuerte suele ser extenuante: en la felicidad intensa se pueden agotar muchos de los circuitos en el cerebro; la tristeza profunda, puede estar relacionada con la ansiedad, que sobrecarga la amígdala en el cerebro y te hace sentir muy cansado".

El antídoto
"Lo importante es estar consciente de lo que estás sintiendo.

"Si estás muy emocionado, pregúntate: ¿necesito tomar un descanso, un refrigerio, una ducha rápida... qué debo hacer para calmarme en el momento?

"Respira profundo, haz estiramientos y camina un poco".

3. Los planes

Planear es una manera de controlar la realidad, de organizar la vida, de derrotar el caos, de tomar el timón.

Pero, nuevamente, algo que instintivamente meteríamos en el paquete de cosas que alivian el estrés, en realidad puede provocarlo.

En este caso, se vuelve a aplicar aquello de que (casi) todo en exceso es malo.

La planificación es muy útil... hasta cierto punto

Estar constantemente expuesto a un calendario lleno de obligaciones puede causar un aumento en la ansiedad y afectar negativamente la memoria y la velocidad de procesamiento.

"Algunas personas pasan tantas horas haciendo horarios y listas que no son capaces de vivir conscientemente y disfrutar de su vida. Siempre están preocupados porque se atrasaron en esto, no pudieron ponerse al día con lo otro, y realmente no sienten autocompasión y gratitud hacia ellos mismos por lo que lograron ese día.

"Eso puede causar muchos sentimientos de tristeza, desmoralización o fatiga."En algunas personas eso termina en los sueños.

"Tengo pacientes adultos que sueñan que van a llegar tarde a la escuela, que no terminaron la tarea... tienen muchos sueños que los llevan de regreso a la niñez, donde sienten que están constantemente atrasados, y eso hace que no se sientan bien en la mañana".

Antídoto
"Siempre recomiendo dedicar de 5 a 10 minutos solo a pensar cuáles son los objetivos principales para el día y luego, al final del día, incluso si no se alcanzaron, no dedicar demasiado tiempo a pensar en esos sino en los que sí se cumplieron, en por qué son importantes".

La psiquiatra también recomienda no hacer planes con mucha antelación, "porque la vida siempre está evolucionando y es importante ser flexible".

"Cuando las personas planifican a largo plazo, simplemente anticipan que todo en su mundo extraño funcionará como un reloj para alcanzar esa meta a tiempo.

"Pero si algo cambia en su familia, en sus amigos, en su trabajo y no pueden alcanzar esa meta, se sienten completamente abrumados".

Un truco es planificar lo obligatorio -reuniones, citas, celebraciones familiares-, y dejar el resto del tiempo tan libre como sea posible.

"Cualquier extremo, cualquier emoción fuerte suele ser extenuante: en la felicidad intensa se pueden agotar muchos de los circuitos en el cerebro; la tristeza profunda, puede estar relacionada con la ansiedad, que sobrecarga la amígdala en el cerebro y te hace sentir muy cansado".
El antídoto

viernes, 5 de agosto de 2022

_- Entrevista a Jan Toporowski Kalecki, el economista que necesitamos para entender el conflicto de clases

_- El economista polaco Michał Kalecki argumentaba que los capitalistas siempre resistirían el pleno empleo porque aumenta la confianza y el poder de negociación de los trabajadores. Tenía tanta razón que hoy hasta la FED cita sus ideas.

En un artículo publicado el año pasado en el Financial Times, el periodista Martin Sanbu anunció el retorno del conflicto de clases como tema central de la economía. De acuerdo con Sandbu, «Todas las recesiones reavivan el interés en John Maynard Keynes. Esta de ahora debería conducir nuestra atención hacia Michał Kalecki».

Kalecki desarrolló de manera independiente muchas ideas asociadas con la «revolución keynesiana» de la economía. El economista polaco es reconocido sobre todo por su célebre ensayo sobre la política del pleno empleo, que no perdió nada de actualidad. Hace poco, la Reserva Federal de los Estados Unidos publicó un artículo de debate que recurre a las ideas de Kalecki para explicar por qué el poder de negociación de los trabajadores empezó a disminuir con la ofensiva neoliberal de los años 1980.

Jan Toporowski es profesor de Economía en la Escuela de Estudios Orientales y Africanos de Londres. Autor de una biografía intelectual de Michał Kalecki publicada en dos tomos, tuvo la amabilidad de conversar con Daniel Finn sobre la actualidad del pensamiento del economista polaco.

Suele asociarse el nombre de Michał Kalecki con el de John Maynard Keynes, pero provienen de entornos radicalmente distintos. ¿Cuál era la situación en Polonia y cómo influyó en Kalecki?

La situación en Polonia durante la infancia y juventud de Kalecki estaba signada por la inestabilidad económica, el nacionalismo y el antisemitismo. Su padre era propietario de una fábrica en la ciudad de Łódź, que era uno de los principales centros industriales del Imperio ruso. En 1905 se convirtió en uno de los focos de la actividad revolucionaria de ese año. Eso arruinó el negocio del padre de Kalecki y sumergió a Łódź en un caos que duró doce o trece años. Durante ese período las conspiraciones se multiplicaban.

Estaban los socialistas, que agitaban su causa y exigían derechos sindicales. Incluso había una facción que pensaba que esos objetivos serían más fáciles de conquistar si Polonia se hacía independiente. Había un grupo de nacionalistas que pensaban que Polonia estaría mejor si se hacía independiente en alianza con Rusia. Los nacionalistas se oponían decididamente a los socialistas, y en particular a la agrupación socialista más grande, el Bund judío. En esa época el Bund, mezcla de sindicato y partido político, era el bloque socialista más importante de Polonia. Los nacionalistas iniciaron una campaña antisemita de boicot contra los comercios judíos.

Encima de esta mezcla estaban los distintos grupos religiosos denunciados por las iglesias establecidas. Estaban los mariavitas, por ejemplo, un desprendimiento de la Iglesia católica perseguido por la jerarquía eclesiástica. La Iglesia católica, por su parte, despertaba la desconfianza de la Iglesia ortodoxa, que colaboraba con las fuerzas de ocupación rusas. Además de todo esto, la economía había sufrido un enorme colapso, y, después de 1915, cuando los alemanes tomaron el control durante la guerra, empezaron a eliminar toda la maquinaria y el equipamiento.

Creo que este es el tipo de entorno del que proviene el célebre comentario que hizo Keynes en Las consecuencias económicas de la paz, donde afirmó que Polonia era una imposibilidad económica cuya única industria era perseguir a los judíos. Una vez le dije esto a la viuda de Kalecki, y ella pensó que era una idea muy profunda. Me pidió que le indicara el capítulo y la línea donde estaba la frase de Keynes.

Un poco antes Keynes afirma que su tesis sobre Polonia conservaría su validez a menos que Alemania y Rusia se estabilizaran. La independencia hizo que Polonia empezara a depender de la estabilidad de los mercados en esos dos países. Por supuesto, después de la Primera Guerra Mundial, vinieron la guerra civil en Rusia y el crecimiento de la República de Weimar, y después Polonia sufrió las consecuencias de la caída de Wall Street. Por lo tanto, la situación era extremadamente inestable y volátil en términos políticos y personales.

¿Qué significado tuvo el encuentro entre Kalecki y Oscar Lange?

Kalecki conoció a Oscar Lange a fines d los años 1920. En esa época, ambos estudiaban el ciclo de negocios, pero evidentemente Lange estaba mucho más abocado a la economía académica. En Polonia, la escuela dominante era la economía neoclásica y Lange siempre estuvo comprometido con la idea de que, si se les permitía funcionar adecuadamente, las fuerzas de mercado conducirían al sistema a un punto de equilibrio. En cambio, el enfoque de Kalecki estaba anclado en el periodismo comercial y financiero, en el que encontró un medio de vida después de abandonar sus estudios universitarios. Comprendía casi instintivamente cómo se conducían los negocios.

Lange y su periódico, el Socialist Review, otorgaron a Kalecki la oportunidad de estudiar conjuntamente la economía y la política del crac del 29. El encuentro con Lange permitió que combinara todo esto en una economía política propia, que era bastante distinta de la de Lange. Hasta el día de su muerte, Lange pensaba que el modelo de Kalecki era interesante, pero no comprendía que implicaba una comprensión mucho más profunda del funcionamiento del ciclo de negocios capitalista.

¿Cuál era la situación que forzó a Lange y a Kalecki a abandonar Polonia durante el período de entreguerras?

Muchos de los factores eran similares a los que arruinaron el negocio del padre de Kalecki —nacionalismo y antisemitismo—, y se combinaron con la represión de la oposición política. Lange se fue en 1934 o en 1935; Kalecki en 1936. En ese momento, Polonia sufrió un golpe militar.

Es interesante notar que la izquierda polaca apoyó ese golpe porque suponía que evitaría que el nacionalismo tomara el poder. Las autoridades del gobierno militar habían dicho que aplicarían un programa de desarrollo nacional. Sin embargo, cuando las condiciones económicas empezaron a deteriorarse a partir de 1930, el régimen fue adquiriendo tintes cada vez más brutales.

Los militares tomaron el parlamento, golpearon a los diputados de la oposición y los detuvieron sin juicio. Los ataques contra los judíos y contra las minorías nacionales aumentaron. El modelo del gobierno era explícitamente el régimen italiano y los militares pensaban que los fascistas estaban resolviendo los problemas económicos con mucha más eficacia que las democracias burguesas. Esto dificultó mucho la situación de la gente de izquierda.

Lange no era judío, pero Kalecki sí. Sin embargo, el gobierno sospechaba que Lange era judío porque era multilingüe y había aprendido yiddish. En esa época, la fundación estaba siguiendo una política bastante solidaria con las fuerzas democráticas de todo el mundo. Era evidente que las cosas estaban complicándose mucho para las personas de izquierda en Europa Central y del Este, particularmente después del ascenso de Adolf Hitler al poder. Lange obtuvo una beca para salir y Kalecki lo siguió. De esa manera Kalecki salvó su vida, porque evidentemente no habría sobrevivido a los acontecimientos del Holocausto en Polonia.

¿Cuáles fueron las ideas fundamentales de Kalecki y de Keynes que contribuyeron a lo que se conoce como la revolución keynesiana?

Es un tema de debate entre keynesianos y poskeynesianos, incluso entre los que simpatizan más con Kalecki. Pienso que todos están de acuerdo en que el problema de la demanda agregada en el capitalismo era común a Keynes y a Kalecki. Pero el tema clave es que se trataba de la demanda clave bajo la forma de la subinversión.

En 1936, Kalecki escribió una reseña de la gran obra de Keynes, Teoría general del empleo, el interés y el dinero. La escribió en polaco y no se publicó en inglés hasta los años 1980. Kalecki destacó que la esencia de la teoría de Keynes no era el subconsumo, sino más bien la subinversión. Esto es algo que Keynes también había comprendido, aunque no lo dijo en Teoría general…

Keynes explicitó esta idea en una charla con la BBC titulada «Pobreza en la abundancia». Dijo que simpatizaba con todos los teóricos que afirmaban que existía una demanda agregada insuficiente, personajes como Jean Charles Léonard de Sismondi, Thorstein Veblen y muchos otros intelectuales de izquierda. Pero Keynes también dijo que tenía una diferencia. Ellos creían que el problema del capitalismo era que el consumo era insuficiente.

En muchos sentidos, esto parecía obvio: bastaba pensar en la pobreza que no paraba de crecer durante los años 1930. Sin embargo, Keynes decía que el núcleo del problema era que la inversión era insuficiente. ¿Por qué esto era importante? Porque establecía un vínculo con la teoría de Marx que afirma que la fuerza motriz del capitalismo es la acumulación. La teoría de la ganancia que marca las obras de Marx y de Kalecki está fundada en la idea de que siempre que los capitalistas gastan dinero en su propio consumo y en la inversión, el dinero que gastan vuelve a sus bolsillos bajo la forma de ganancias.

Kalecki llegó a esta teoría de la ganancia a través de la obra de Rosa Luxemburgo, La acumulación de capital. No leía mucho —a diferencia de Lange, no estaba tan inclinado hacia la teoría económica—, pero tendía a leer aquellas cosas que resultaban útiles para su propio trabajo, y por eso leyó a Marx y a Luxemburgo.

¿Cuál es la diferencia entre el pensamiento económico de Kalecki y el sentido común marxista de aquella época?
Los marxistas de aquella época, y en gran medida los contemporáneos, seguían y siguen a Marx. Después de escribir El capital, Marx escribió sobre el problema del desempleo y de la crisis económica sirviéndose de la idea de que surgían de la pobreza y del subconsumo de la clase obrera. Esta idea es la que siguieron muchos marxistas del siglo veinte, como Eugen Varga y Paul Sweezy.

En Teoría del desarrollo capitalista, publicado en 1942, Sweezy argumentó que el problema fundamental del capitalismo era que los capitalistas no pagaban a los trabajadores el valor total de su trabajo y por lo tanto había un problema de realización de la ganancia. Este problema, según Sweezy, se resolvería mediante el aumento de los salarios.

Era una conclusión paradójica porque si los capitalistas aumentaban los salarios, aumentarían simultáneamente los costos. Josef Steindl, uno de los seguidores de Kalecki, destacó este punto y preguntó: ¿Cómo podrían los capitalistas realizar más ganancias aumentando sus costos? Por supuesto, la respuesta era que de ninguna manera.

Pero si adoptamos el punto de vista que propuso Kalecki siguiendo a Rosa Luxemburgo, según el cual las ganancias se realizan a través del gasto de los capitalistas en las inversiones y en su propio consumo, la cosa es mucho más evidente. En ese caso dejamos atrás la confusión que surge de la idea de creer que, dado que la pobreza de la clase obrera es un rasgo de la crisis y de la recesión capitalista, el subconsumo debe ser la causa de esa recesión.

¿Qué creía Kalecki que debían hacer los gobiernos para garantizar el pleno empleo y qué consecuencias sociales y políticas pensaba que implicaría una política de ese tipo?

En primer lugar, pensaba que no había mucho espacio para promover la inversión privada. Descartaba la idea de Mikhail Tugan-Baranovsky de que los capitalistas siempre invertirían lo suficiente como para conservar las ganancias (aunque no la tasa de ganancia considerada como una parte de la reserva de capital).

Kalecki no pensaba que fuera posible alentar la inversión privada mediante políticas impositivas, subsidios o mermas de la tasa de interés. Creía que si se hacía eso una vez, habría que hacerlo cada vez con más frecuencia y finalmente perdería sentido hasta el punto de que no produciría ninguna respuesta de parte de los capitalistas. Los capitalistas invertirían lo que quisieran independientemente de la medida deseable en términos de la economía en su conjunto.

Para Kalecki, la verdadera solución para garantizar el pleno empleo estaba en la redistribución del ingreso mediante lo que denominaba consumo subsidiado. En otros términos, la provisión de servicios públicos, prestaciones sociales y hasta cierto punto empleos públicos. Sin embargo, los programas de empleo despertaban en él cierto escepticismo. Si uno mira el tipo de keynesianismo que promueven los gobiernos de derecha, nota que en general adopta la forma de la creación de empleos públicos porque no quieren gastar dinero en salud, educación ni políticas de bienestar, que son precisamente los ámbitos en los que Kalecki pensaba que había que invertir dinero.

También pensaba que había que aumentar los impuestos de los ricos. El argumento con el que defendía que esta era una forma de recaudación apropiada y eficiente era sencillo. Si el gobierno aplicaba impuestos a los ricos, estos ni siquiera lo notarían —mantendrían su estándar de consumo— y de hecho recibirían de vuelta su dinero a través de los empleados estatales y de los beneficiarios de planes sociales. Cuando las enfermeras, los doctores y los maestros empleados gasten su dinero, ¿Quién lo recibirá? Volverá a manos de los capitalistas.

Desde este punto de vista, el aumento de los impuestos a los ricos es apenas una forma de mover el dinero de los ricos asegurándose de que lo gasten. De hecho, los ricos tienden a conservar el dinero en forma de activos líquidos, como vemos que sucede hoy en Estados Unidos o en Gran Bretaña, en vez de gastarlo en la medida suficiente para conservar altos niveles de empleo.

¿Kalecki creía que el pleno empleo era compatible con el capitalismo en el largo plazo?

En realidad, no. Pensaba que siempre habría resistencia de parte de los capitalistas, sobre todo de las grandes empresas, que tienen una influencia política desproporcionada. Las grandes empresas resistirían el pleno empleo porque este tendería a socavar la disciplina laboral de las fábricas. Al mismo tiempo, si hubiera altas tasas de empleo, la clase obrera ganaría una confianza que precipitaría la lucha política por el pleno empleo y por la influencia de los trabajadores y de sus organizaciones en la sociedad.

Es lo que sucedió durante el período de entreguerras, cuando hubo altas tasas de empleo y el gobierno consultaba a las organizaciones obreras antes de aplicar su política. Con el desempleo de masas, no es necesario consultar a los trabajadores. Los trabajadores harán lo que digan los patrones porque necesitan el trabajo. El pleno empleo, pensaba Kalecki, precipitaría la lucha política, no solo por el pleno empleo en sí mismo, que los capitalistas denunciarían como inflacionario, insano y nocivo para los negocios, sino también porque el régimen de pleno empleo tendería a fortalecer las organizaciones de la clase obrera, que simpatizarían con el socialismo.

¿Qué pensaba Kalecki de las políticas que aplicaron después de 1945 los gobiernos de Europa occidental y de Estados Unidos?
Después de haber sido uno de los principales defensores de la política de pleno empleo y establecido las condiciones monetarias y fiscales necesarias para aplicar esa política durante la guerra, Kalecki se desilusionó bastante con lo que sucedió efectivamente, sobre todo con el crecimiento del macartismo y el anticomunismo en Europa occidental y en Estados Unidos. Estudió este fenómeno de primera mano porque estaba trabajando para las Naciones Unidas en Nueva York cuando las autoridades de la institución permitieron que el FBI accediera a sus instalaciones, supuestamente protegidas por la inmunidad diplomática.

En teoría el FBI solo investigaba a los ciudadanos estadounidenses, pero de hecho seguía a muchas otras personas. Estoy al tanto porque Kalecki y Lange trabajaban en las NU y tengo sus perfiles del FBI. Hay muchos archivos que prueban que estaban siendo investigados.

Kalecki llegó a la conclusión de que, aunque hubo un período de alto empleo, este resultó de la carrera armamentística y de los impuestos que pagaban los trabajadores. Por lo tanto, el alza de las tasas de empleo no benefició a los trabajadores. Sus niveles de vida no mejoraron mucho. El racionamiento continuó después de la guerra. En Gran Bretaña se extendió hasta los años 1950.

Kalecki creía que el alto empleo durante la Guerra Fría había sido conquistado mediante el keynesianismo militar, mediante la carrera armamentística y a través de las guerras pagadas por el aumento de unos impuestos no necesariamente progresivos. De hecho, esta situación estaba afectando las economías de los países que se hicieron dependientes de las armas. Para Kalecki, las economías que realmente se beneficiaron de este proceso fueron Alemania y Japón, que restringieron la producción de armamento después de la guerra. Eso implicó que no tuvieran otra opción que alentar la producción civil y desarrollar nuevas tecnologías.

¿Qué relación tenía Kalecki con las autoridades comunistas de posguerra de Polonia? ¿Qué propuestas de gestión del sistema económico socialista hizo?

Su relación con las autoridades comunistas de posguerra empezó en términos bastante positivos. Estaba entusiasmado con la idea de la reconstrucción, de estabilizar la economía, de introducir una reforma agraria y de rediseñar la economía bajo control estatal. Pero no estuvo de acuerdo con los intentos de industrialización acelerada del período estalinista. Destacó que si se impulsaban este tipo de industrialización ambiciosa, aplicada en Polonia entre fines de los años 1940 y comienzos de los 1950, terminaría produciéndose una escasez de bienes de consumo.

Para Kalecki, la economía planificada debía hacer del consumo una de sus prioridades, porque de esa manera mantendría la confianza de la clase obrera en el sistema socialista. Kalecki no estuvo en Polonia durante el período estalinista, que terminó efectivamente en 1956 con un cambio de dirección. Sin embargo, después de eso las autoridades comunistas polacas tendieron a retomar los esquemas de la gran industrialización con el fin de apuntalar sus bases políticas. Durante los años 1960 esto provocó las recurrentes «crisis de la carne», nombre que recibió la escasez de bienes de consumo básicos.

Kalecki criticó duramente este enfoque. Lo hizo desde un punto de vista distinto al de Oscar Lange y sus seguidores. Lange creía que era posible resolver el problema mediante simples incrementos de precios y un control de precios centralizado que equilibrara la demanda en los mercados de bienes de consumo. Kalecki, en cambio, afirmaba que no se trataba de un problema de precios, sino de una inversión excesivamente ambiciosa, que estaba demasiado enfocada en la industria pesada cuando debía apuntar a satisfacer el consumo de los trabajadores y de sus familias.

Las autoridades comunistas terminaron irritándose con este argumento. Los problemas económicos empeoraron y también lo hicieron los problemas políticos, porque el descontento no dejó de crecer durante los años 1960. En 1968, la dirección comunista intentó salir adelante con una campaña que afirmaba que el problema real eran los resabios estalinistas del Partido Comunista.

La campaña destacaba que muchos de esos vicios provenían de los judíos y que el verdadero problema era el de esta minoría del partido y del país que no estaba comprometida completamente con Polonia por su judaísmo. Hubo purgas antisemitas: muchos ciudadanos buenos y leales fueron expulsados de su país. A esa altura, Kalecki estaba viejo y era tan famoso que nadie podía tocarlo, pero el gobierno desmanteló sus grupos de investigación.

Entonces perdió entusiasmo. Llegó a pensar que la CIA estaba detrás de esta purga antisemita, porque era evidente que no respondía a los intereses del socialismo polaco. Poco tiempo después sufrió un infarto y murió en 1970, creo que bastante decepcionado.

Sin embargo, Kalecki nos legó una crítica del capitalismo y del socialismo que vale la pena revisar. Entendió el funcionamiento de los negocios muchísimo mejor de lo que lo hacen muchos economistas hoy.

Traducción: Valentín Huarte

Fuente: 

jueves, 4 de agosto de 2022

_- Una historia de la esclavitud moderna española


_- Hace unos días finalicé la lectura de Negreros. Españoles en los tráficos y en los capitales esclavistas 
(Madrid, Los Libros de Catarata, 2021), cuyo autor es José Antonio Piqueras. Estamos ante un libro denso e intenso, lleno de personajes que, en muchos casos, se encuentran entrelazados entre sí. Es una historia de la esclavitud moderna española, centrada en el periodo que va de finales del siglo XVIII a finales del XIX y relacionada con el despegue del capitalismo. Está conectada con lo ocurrido en otros países, como Gran Bretaña, EE.UU., Francia, Países Bajos o Portugal, pero sin olvidarse, entre otros, de países latinoamericanos como Brasil, Venezuela o Argentina, o las por entonces todavía colonias españolas de Cuba y Puerto Rico.

En todos esos países o colonias se conocieron situaciones cambiantes en torno a la esclavitud, si bien cobró importancia el caso de Gran Bretaña, que a partir de 1807 tomó un camino contrario a la trata de personas esclavas, dedicándose a perseguir, apresar y enjuiciar a quienes se dedicaban a ella en las aguas del océano Atlántico. Eso no óbice para que su sistema económico -lo que no debe olvidarse- formara parte de la canalización de los capitales que circulaban y se generaban en torno a esa actividad, así como sus empresas se dedicaran a la compra de materias primas (sobre todo, el algodón) y de productos para el consumo europeo (como el azúcar, el tabaco o el café). Y tampoco debemos perder de vista la constatación, una vez más, de que en la historia del capitalismo, en gran medida en sus orígenes, la trata de personas y su utilización como mano de obra de esclava fue una de las principales fuentes de acumulación de capital.

En el libro se menciona a muchas personas, que son situadas en sus entornos familiares y en los consiguientes entrelazamientos matrimoniales que se fueron dando entre ellas. Se alude también, por supuesto, a las redes de intereses económicos y políticos que se fueron desplegando a lo largo de esos años, tanto en los lugares donde está presente la esclavitud de una forma directa como en la propia metrópoli española. Aparecen, así, inversores de las expediciones, capitanes de barco, comerciantes, compradores, cargos públicos de la isla, militares, políticos de la metrópoli… Fue frecuente un trasiego de ida y vuelta entre la Península y América por una parte de esos personajes. Y no faltó la corrupción sistémica que involucró a numerosas personas a base de mordidas, participaciones directas o encubiertas, etc.

En el caso español el circuito de la trata hizo uso del tradicional comercio triangular iniciado principalmente a partir del siglo XVII: barcos que salían con productos europeos hacia la costas africanas, donde se trocaban por personas esclavas con destino a América, para finalmente regresar con productos americanos, trabajados, a su vez, con mano de obra indígena y/o esclavizada. En otros casos las expediciones salían de la propia Cuba, e incluso de EEUU, en un viaje de ida y vuelta intercontinental. Cobraron, así, importancia puertos como los de La Habana, Santiago de Cuba, Cádiz, La Coruña, Nueva York, Charleston o Boston; factorías comerciales ubicadas a lo largo de las costas de Sierra Leona, Benin, Angola o Mozambique; centros financieros como los de Nueva York, Londres o Barcelona; o ingenios azucareros que se ubicaron a lo largo y ancho del oeste y el centro de Cuba.

Se ha estimado que desde 1819 participaron en el caso español entre 2.000 y 2.500 barcos para tales menesteres, de los cuales hay constancia de unos 350 apresados por los barcos británicos y llevados algunos de sus responsables a juicio en tribunales especiales ubicados en Sierra Leona y La Habana. Fueron, pues, centenares de miles las personas llevadas forzosamente al continente americano, en especial al área del Caribe y en mayor medida a la isla de Cuba.

En el libro se mencionan también las localidades originarias de donde fue saliendo a lo largo de esos años esa minoría de españoles: vascos, cántabros, gallegos, catalanes, andaluces… 
Formaron parte de esa minoría enriquecida a los que se conoció como indianos. Menos, como negreros, entre otras cosas para evitar la mala prensa y la pérdida de honor que esa denominación suponía. Y por nombrar a unos pocos, entre los más destacados estuvieron los hermanos Cuesta Manzanal, Juan Madrazo, Antonio Frías, Carlos Drake del Castillo, Juan José Zangróniz, Pedro Blanco, Juan Manuel Manzanedo («el hombre más rico de España»), Antonio López y López…

Hay unos pasajes del libro, los referidos al último de los nombrados, que pueden ilustrar lo que fue esa realidad: «el futuro marqués de Comillas dista de figurar entre los grandes negreros de la trata. Ese lugar corresponde a Joaquín Gómez, Juan José Zangróniz, Juan Zulueta, Pedro Blanco, Pedro y Santiago Cuesta Manzanal, Domingo Aldama, Juan Madrazo, Antonio Frías, Bernardo Martínez de Pinillos, los O’Farrill, y tantos otros» (p. 199).

Y es que el cántabro Antonio López y López, con la ayuda de su hermano Claudio en los primeros momentos, pasó de ser un humilde tendero a adquirir varios ingenios en Cuba, 
que eran trabajados por centenares de esclavos. A mediados del siglo XIX decidió regresar a la Península, sin perder de vista lo que había sembrado en la isla. Empezó a invertir en empresas de navegación ubicadas en Alicante, Barcelona y Cádiz, y luego decidió instalarse en la capital catalana. Con el paso de los años, nombramiento de senador vitalicio incluido, «recibió de Alfonso XII en 1878 el titulo de marqués de Comillas. 

En 1881 el rey le otorgó la Grandeza de España de primera clase [que conllevó su nombramiento como senador vitalicio]. Al fallecer en 1883, el antiguo comerciante de tienda en Santiago de Cuba, que anunciaba en la prensa local su voluntad de comprar esclavos, presidía el banco Hispano Colonial, el Banco de Crédito Mercantil, la Compañía General de Tabacos de Filipinas, la Compañía Transatlántica de España y la compañía de seguros La Previsión. Era vicepresidente de la Compañía de Caminos de Hierro del Norte de España. Levantó los astilleros de Matagorda [en la Bahía de Cádiz] y grandes fincas rústicas en varias provincias. Era el empresario-financiero-industrial- más importante del país. Había comprado el palacio Moja en Barcelona y había hecho construir el palacio Sobrellano y una villa en Comillas, El Capricho, a Antonio Gaudí». Ya fallecido, su hijo Claudio fue quien dio vida a la famosa Universidad Pontificia de Comillas, elitista donde las haya y entregada para su gestión a la Compañía de Jesús (pp. 199-200).

Y un añadido/inciso, por mi parte, sobre este personaje: es el mismo al que le erigieron estatuas con el fin de perpetuar su memoria como modelo hombre de negocios, intrépido y triunfador. Una, la de Barcelona, fue retirada en 2018 por decisión del Ayuntamiento, después que se reconociera que sus méritos estaban basados, como los de tantos otros negreros, en la trata y explotación de personas esclavas. Otra de las estatuas está ubicada en su localidad natal de Comillas, donde continúa levantada, sin que exista voluntad de reconocer la historia oscura que se esconde tras el personaje.

Volviendo al libro, todavía hasta la actualidad no ha dejado de mantenerse la presencia de esos personajes a través de lo que fueron sus creaciones materiales (esto es, empresas e instituciones) y, claro está, de quienes las han ido heredando. A modo de ejemplos, es lo que ocurre con personajes como las hermanas Koplowitz, Manuel Soroa, la familia Rato y Rodrigo Rato, Fernando Suárez, los Primo de Rivera, Alejo Vidal-Quadras, José María de Areilza, los hermanos Goytisolo, Joaquín Satrústegui, la familia Terry, la familia Borbón (a través de María Cristina y su consorte Agustín Fernando Muñoz), Eusebio Güell y familia, la familia Ybarra, Antonio Goicoechea…

En el libro se hace mención a un «partido negrero», 
un poderoso grupo de presión formado para que las cosas de la esclavitud, independientemente de la situación legal, siguieran como desde décadas atrás se había conformado. Cobró importancia desde los años centrales del siglo XIX y, entre otras cosas, como se señala en el libro, estuvo en la raíz del asesinato del general Juan Prim. No debemos perder de vista que en 1870 fue cuando se abolió parcialmente la esclavitud en Puerto Rico y que entre las intenciones del general, por entonces jefe de gobierno, estaba acabar con la recién iniciada guerra de independencia en la isla y hasta la concesión de la autonomía. 

Desde los medios de ese «partido negrero» Prim fue víctima de una campaña de prensa lanzada bajo la acusación de querer vender la isla a EEUU (p. 293). A finales de ese año fue víctima de un atentado mortal, en el que estuvo involucrada gente con vínculos con ese grupo de presión, como el general Francisco Serrano o el duque de Montpensier. Pocos años después, con Antonio Cánovas al frente del gobierno, se sobreseyó el caso y fueron puestos en libertad quienes habían estado en prisión como inculpados.

Fue en ese contexto donde surgió un patrioterismo español, 
mezcla de racismo y clasismo desaforado, que, sobre todo desde 1898, fue ganando adeptos en los círculos políticos y militares. Entre los primeros estuvieron Ramiro de Maeztu o Antonio Goicoechea, miembros de los años 30 de la rama fascista monárquica. Y entre los últimos, algunos de los que participaron en el golpe de estado de 1936. Sí, los Sanjurjo, Mola, Cabanellas, Queipo de Llano, Kindelán, Dávila… Y ya para terminar, no podemos olvidarnos de algunas de las personas que mostraron su oposición a la esclavitud, dando con ello muestras de la dignidad que estuvo ausente en quienes participaron en el negocio negrero. 

Una de ellas fue el sevillano José María Blanco White, que estuvo entre los primeros liberales españoles y fue autor del libro Bosquexo del comercio en esclavos. El motivo que le llevó a escribirlo fue llamar la atención «en nombre de las victimas que la codicia de algunos de sus paisanos está arrancando todos los días de la costa de África» (p. 275). Otra de esas personas fue Agustín Argüelles, uno de los redactores de la Constitución de 1812 y el diputado que propuso el fin de la trata de personas esclavos. Objeto de duros ataques por ello, se refirieron a su propósito con el término de «humo filantrópico» (p. 276). Y también está el general Jerónimo Valdés, quien desde su cargo de capitán general de Cuba durante los años de gobiernos progresistas combatió las prácticas ilegales llevadas a cabo y la corrupción existente.

Hace unos años leí otro libro de José Antonio Piqueras, Cánovas y la derecha española. Del magnicidio a los neocon (Barcelona, Península, 2008), con el que no quedé defraudado, sino todo lo contrario, algo que ahora se ha repetido. Mientras estaba leyendo Negreros no paré de dar vueltas al carácter sórdido de lo que se cuenta a lo largo de sus 300 páginas. Y hablo de sordidez en un doble sentido: porque estamos ante la realidad de la forma más extrema y perversa de sometimiento, explotación y degradación llevada a cabo por unos seres humanos sobre otros; y porque, en el caso que nos ocupa, el español, ha estado pasando desapercibida para la gran mayoría, de manera que sus responsables, en cualquiera de los grados que hubieran participado, han pasado y siguen pasando como personas de honor.

(El artículo ha sido publicado en el blog del autor Entre el mar y la meseta: https://marymeseta.blogspot.com/2022/07/negreros-de-jose-antonio-piqueras-un.html).

miércoles, 3 de agosto de 2022

_- Marcel Grossmann, el talentoso matemático a quien Einstein le pedía los apuntes y le ayudó a conseguir empleo (y con su teoría)

 

_- Albert Einstein no economizaba elogios para uno de sus amigos más cercanos.


"Sus apuntes podrían haberse impreso y publicado", le dijo a la esposa de Marcel Grossmann sobre la época en que eran compañeros de clase en Suiza.

"Cuando llegaba el momento de prepararme para mis exámenes, él siempre me prestaba aquellos cuadernos de apuntes, que eran mi salvación. Ni siquiera imagino lo que habría hecho sin aquellos libros".

Esas palabras del genio de la física las reproduce Walter Isaacson en su extraordinaria biografía "Einstein, su vida y universo".

El matemático también vería con admiración a su amigo: "Este Einstein un día será un gran hombre", les dijo a sus padres.

A veces, después de clases, iban a una cafetería a conversar.

Se trató de una amistad que fue más allá de la vida estudiantil.

Isaacson describe a Grossmann como "el ángel guardián" de Einstein.

"Como estudiantes, nosotros, Albert Einstein y yo, a menudo analizábamos psicológicamente a conocidos comunes así como a nosotros mismos.

Durante una de esas conversaciones, una vez hizo la observación precisa: tu principal debilidad es que no puedes decir 'no'", escribió Grossmann.

En el Politécnico
Grossmann nació en Budapest en 1878. Su familia era de Suiza, a donde se fue, junto a sus padres, cuando tenía 15 años.

Marcel Grossmann 
FUENTE DE LA IMAGEN,ETH-BIBLIOTHEK ZÜRICH, BILDARCHIV 

Asistió al Politécnico de Zúrich, hoy conocido como ETH, donde conoció a Einstein, que estudiaba para convertirse en maestro de física y matemáticas.

"Hay gente que dice que Einstein faltaba a clases. No estoy seguro de eso, tengo mis dudas, creo que Einstein era buen estudiante, asistía a las clases, pero sí sabemos que para prepararse para los exámenes, usó los apuntes de Grossmann", le dice a BBC Mundo Tilman Sauer, profesor de Historia de las matemáticas y las ciencias naturales en la Universidad de Mainz, en Alemania.

Y es que las anotaciones de su compañero eran de lujo. Cuando volvía a casa, Grossmann pasaba sus anotaciones en limpio y las trabajaba meticulosamente.

"En sus exámenes parciales de octubre de 1898 (Einstein) había terminado el primero de su clase, con una media de 5,7 sobre un máximo de 6. El segundo, con un 5,6 era su amigo y encargado de tomar apuntes de matemáticas Marcel Grossmann", cuenta Isaacson.

"Me conmovió"
Aunque ahora parezca increíble, Einstein tuvo dificultades para encontrar un empleo académico.

Mileva Maric, la primera esposa de Einstein, también fue compañera de Grossmann en el ETH.

"De hecho, habrían de pasar nada menos que nueve años desde su graduación en el Politécnico de Zúrich, en 1900 -y cuatro años tras el milagroso año en el que no solo puso la física patas arriba, sino que logró finalmente que se le aceptara una tesis doctoral-, antes de que le ofrecieran un puesto como profesor universitario", señala el autor.

En el otoño de 1900, tuvo unos ocho empleos esporádicos como maestro particular y envió varias cartas a profesores de universidades europeas para que fuese considerado para un puesto.

"Quería ser asistente de algún profesor", señala Sauer, quien fue editor colaborador de los Collected Papers of Albert Einstein.

Cuando Einstein ya empezaba a desesperarse, "Grossmann le escribió diciéndole que era probable que hubiera una plaza de funcionario en la Oficina Suiza de Patentes, situada en Berna. El padre de Grossmann conocía al director y estaba dispuesto a recomendar a Einstein", indica Isaacson.

"¡Querido Marcel! Cuando encontré tu carta ayer, me conmovió profundamente tu devoción y compasión que no te permitieron olvidar a tu viejo desafortunado amigo (...)", le respondió en una misiva.

Einstein consiguió ese empleo en 1902 y fue allí, en la ahora famosa Oficina de Patentes, que en 1905, el genio desconocido de 26 años publicó su teoría de la relatividad especial.

Precisamente, en ese puesto escribió cinco estudios científicos que revolucionaron la física de inicios del siglo XX.

Ayudarlo a obtener ese empleo, sería descrito por Einstein como "lo más grande que Marcel Grossmann hizo por mí como amigo".

De hecho, ese año, el físico le dedicó su tesis doctoral.

En 1909, conquistaría una plaza como profesor asociado en la Universidad de Zúrich y, en 1911, se iría como profesor a la Universidad de Praga.

Grossmann, el profesor
Desde el principio, Grossmann pisó fuerte en el mundo académico. Poco después de graduarse como docente especializado en matemáticas, consiguió una posición como asistente de un profesor en el mismo ETH.

Se convertiría en un experto en geometría no euclidiana y en geometría proyectiva y publicaría varios estudios sobre ese campo.

Su devoción como maestro y pedagogo lo caracterizaría a lo largo de su carrera, como lo cuenta el libro Marcel Grossmann: For the Love of Mathematics, que escribió su nieta Claudia Graf-Grossmann.

"Nunca se permite dar clases durante horas y horas sin asegurarse de que sus alumnos entiendan lo que intenta enseñarles, como hicieron sus profesores cuando estaba en la escuela secundaria en Budapest.

Por sus propias experiencias escolares, sabe que el placer de aprender y el éxito resultante son incomparablemente mayores cuando el material se enseña de una manera apasionante y fácilmente comprensible".

En 1905, se mudó a Basilea, donde enseñó y publicó dos libros de textos sobre geometría, de los que aprenderían varias generaciones de estudiantes.  

En 1907, fue nombrado profesor de geometría descriptiva en el ETH.

"Con Grossmann ahora en una posición importante en la facultad de ETH, no es de sorprender que hubiese estado envuelto en traer de regreso a Einstein a Zúrich", escribió Sauer en el ensayo: Marcel Grossmann and his contribution to the general theory of relativity.

En 1912, Einstein fue nombrado profesor de Física teórica en esa institución.

Se reunió con Grossmann y le habló de sus ideas para generalizar su teoría de la relatividad especial.

Einstein le dijo: "Me tienes que ayudar o me volveré loco".

La guía
En un artículo sobre el matemático, John Joseph O'Connor y Edmund Frederick Robertson, profesores de la Universidad de St. Andrews, cuentan que en 1912, Einstein luchaba por "extender su teoría de la relatividad especial para incluir la gravitación".

Bernard Riemann fue un prodigio alemán del siglo XIX.

Y encontró en su amigo una gran guía.

"La necesidad de ir más allá de la descripción euclidiana del espacio-tiempo fue primero articulada por Grossman, quien persuadió a Einstein de que ese era el lenguaje correcto para lo que se convertiría en la relatividad general", le señaló a BBC Mundo, en 2020, David McMullan, profesor de Física Teórica de la Universidad Plymouth.

Grossmann le sugirió el trabajo del alemán Bernhard Riemann y el cálculo tensorial que desarrollaban los italianos Gregorio Ricci-Curbastro y Tullio Levi-Civita.

Él mismo era un experto en cálculo tensorial y sus explicaciones terminaron convenciendo a Einstein.

Y es que -recuerda Isaacson- en los dos cursos de geometría que tomaron en el ETH, Einstein sacó 4,25 de 6, mientras que Grossman obtuvo 6.

"Estoy trabajando exclusivamente en el problema de la gravitación y creo que puedo superar todas las dificultades con la ayuda de un amigo matemático aquí", le escribió Einstein, en 1912, al físico teórico Arnold Sommerfeld.

"Pero una cosa es cierta: nunca antes en mi vida había trabajado tanto y he adquirido un respeto enorme por las matemáticas, cuyos aspectos más sutiles consideré hasta ahora, en mi ingenuidad, como un mero lujo.

"Comparado con este problema, la teoría original de la relatividad es un juego de niños".

Las geometrías no euclidianas
"En la segunda mitad del siglo XIX, se empezaron a desarrollar las geometrías no euclidianas y el concepto de geometría de Riemann, y eso era lo que Einstein necesitaba para establecer la teoría generalizada", le dice a BBC Mundo Manuel de León, profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España y académico de la Real Academia de Ciencias de España.

Pero había un detalle: "no estaba familiarizado con ellas".

"La labor de Grossmann fue fundamental para despejarle el camino a Einstein y explicarle todo eso que estaba naciendo en el ámbito de las matemáticas".

A Einstein le urgía que sus ideas sobre física pudieran ser "materializadas con un modelo matemático y ese modelo lo daban las geometrías no euclidianas".

Con ese término se denominan las geometrías, como la hiperbólica y la esférica, que difieren de la geometría de Euclides en el axioma, sobre la existencia de una paralela externa a una recta.

Es así como, cuando comenzó a elaborar su teoría de la relatividad general, Einstein se dio cuenta de que tenía que utilizar la geometría diferencial, que habían desarrollado a partir del siglo XIX grandes matemáticos como Gauss, Bolyai, Lobachevskai, Riemann, Ricci, Lévi-Civita, Christoffel, y muchos otros.
"La idea esencial de Einstein es: la masa crea curvatura a su alrededor, pero ¿cómo la crea? ¿Cuál es el modelo matemático que es capaz de expresar esa curvatura si tengo la masa? Para eso necesitaba la geometría diferencial", indica el profesor.

"Lo maravilloso de Einstein es que fue capaz de poner todas esas cosas juntas y con su intuición física, encontrar la ecuación de campo", señala.

Pero antes de llegar a eso, el genio trabajó arduamente.

Juntos
En 1913, los dos amigos publicaron un artículo en el que "unieron las matemáticas sofisticadas que Grossmann sabía y la física de Einstein", indica Sauer.

Ese artículo es considerado un paso importante en el camino hacia la teoría general de la relatividad.

"Juntos trataron de darle sentido a las matemáticas en el contexto de lo que Einstein necesitaba para su teoría".

Sin embargo, no lograron encontrar las ecuaciones correctas del campo gravitatorio.

En 1914, publicaron otro artículo conjunto. Pero ese mismo año, su colaboración terminó. Einstein había aceptado una plaza como profesor en Berlín.

Allí, siguió trabajando en el problema de la gravitación.

A finales de 1915, llegó a la formulación definitiva de su teoría, la publicó y revolucionó la historia de la ciencia y la forma en que entendemos el universo.

"Einstein enfatizó que su teoría general de la relatividad se construyó sobre el trabajo de Gauss y Riemann, gigantes del mundo matemático.

Pero también se construyó sobre el trabajo de figuras destacadas de la física, como Maxwell y Lorentz, y sobre el trabajo de investigadores menos conocidos, en particular Grossmann, Besso, Freundlich, Kottler, Nordström y Fokker", escribieron Michel Janssen y Jürgen Renn en el artículo History: Einstein was no lone genius, de la revista Nature.

En su artículo Sauer, cuenta que meses después de publicar la teoría, Einstein escribió:

"Quiero reconocer con agradecimiento a mi amigo, el matemático Grossmann, cuya ayuda no sólo me ahorró el esfuerzo de estudiar la literatura matemática pertinente, sino que también me ayudó en mi búsqueda de las ecuaciones de gravitación de campo".

"Toda la vida"
En los años 20, la salud de Grossmann se empezó a deteriorar debido a la esclerosis múltiple.
Murió en 1936, en Suiza.
En 1955, Einstein recordó a Grossmann con gratitud en un texto autobiográfico.

En una carta para expresar sus condolencias, Einstein le escribió a la esposa de su amigo sus recuerdos:

"Él, un estudiante modelo, yo, desordenado y soñador".

Elogió que su amigo siempre estuviera en buenos términos con los profesores y que lo entendiera todo fácilmente, mientras él era distante, no muy popular.

"Pero éramos buenos amigos y nuestras conversaciones delante de un café helado en el Metropole cada pocas semanas están entre mis recuerdos más felices".

Cuando se graduaron, "me quedé solo de repente, enfrentando la vida sin poder hacer nada. Pero estuvo a mi lado y a través de él (y su padre) llegué a (Friedrich) Haller en la Oficina de Patentes unos años más tarde".

Estar allí fue como una especie de "salvavidas, sin el cual no podría haber muerto, pero ciertamente me habría marchitado intelectualmente".

Evocó "el trabajo científico conjunto y febril sobre el formalismo de la teoría general de la relatividad".

"No se completó, ya que me mudé a Berlín, donde continué trabajando por mi cuenta".

Y lamentó el impacto de la enfermedad en su amigo.

"Pero una cosa es hermosa. Fuimos amigos y seguimos siendo amigos toda la vida".

https://www.bbc.com/mundo/noticias-62224392

martes, 2 de agosto de 2022

_- Mara

_- Mara 
Víctor Heredia 

Ya sabemos donde están las cosas muertas
Esos rostros de asesinos que regresan
A explicarnos que jamás hicieron nada
No sé bien donde poner tanta tristeza
Hoy tratemos de olvidar tanta mentira
No quisiera darte un beso con tal pena
Que presientas otra vez esas heridas
Destilando su dolor de cosas viejas

Mara, Mara, Mara
Mara, Mara, Mara

Déjame sentarme aquí
A pensar tan solo en vos
A mirar en tus ojos estrellas
Más grandes que el sol

Mara, Mara, Mara
Mara, Mara, Mara

Déjame sentarme aquí
A pensar tan solo en vos
A mirar en tus ojos estrellas
Más grandes que el sol

Al final, la vida tiene esa costumbre
De mezclar su cubilete de tal forma
Que no hay quien pueda llegar hasta la cumbre
Sin sufrir estrictamente algunas normas

Hoy sé bien adonde están las cosas muertas
No me vengan con oscuras bendiciones
Solo quiero un beso tibio de la vida
Sin recuerdos de tortura y dictadores

Mara, Mara, Mara
Mara, Mara, Mara

Déjame sentarme aquí
A pensar tan solo en vos
A mirar en tus ojos estrellas
Más grandes que el sol

Mara, Mara, Mara
Mara, Mara, Mara

Déjame sentarme aquí
A pensar tan solo en vos
A mirar en tus ojos estrellas
Más grandes que el sol

Fuente: Musixmatch
Autores de la canción: Victor Ramon Cournou
Letra de Mara © Warner Chappell Music Argentina